
Fuente: Clarín ~ Días atrás,
buscando opciones en una app
de delivery, Fernando
descubrió que su
hamburguesería favorita, un
clásico de Caballito, había
vuelto a operar. Y quiso
revivir sus sabores, aunque
sea en la mesa de su casa.
Encargó un sándwich de vacío
braseado por $ 450 y una
porción de papas rústicas a
$ 350. Cerveza ya tenía. Al
ordenar, se sumaron $ 69 de
costo de envío y pagó $ 869.
Lo disfrutó, pero la
sorpresa le llegó después de
la panzada.
Al buscar al local en las
redes sociales, para dejarle
al dueño un mensaje de
aliento, descubrió que allí
ofrecían entrega gratuita y
precios menores para quienes
ordenaran por Instagram o
WhatsApp. Por esas vías
regía un menú paralelo donde
el mismo sándwich valía $
400, las papas $ 250 y el
envío $ 0. El cliente sintió
un sabor amargo: podría
haber cenado por $ 650, y
pagó un 33% más.
No se trata de un caso
aislado. En medio de la
cuarentena por el
coronavirus, los
restaurantes están en crisis
porque no pueden abrir sus
salones. Sólo les permiten
llevar comida a domicilio o
entregarla para llevar (take
away). Para eso, lo que
hicieron fue lanzarse a
tomar pedidos de todas las
maneras posibles: en la
puerta del negocio, por
teléfono, WhatsApp,
Instagram y, en especial,
con plataformas de delivery
como Rappi, Glovo, PedidosYa
y Uber Eats.
Lo que hoy sucede es que
cada una de esas opciones
puede tener distintos
precios, promociones y
ofertas. Se ven, por
ejemplo, rebajas exclusivas
para take away. O descuentos
sólo para portadores de
ciertas tarjetas que usen
una app de delivery en
particular. Los cargos por
la entrega también pueden
variar. Y todo eso termina
arrojando, para un mismo
pedido, costos finales con
variaciones de hasta un 30%,
según la modalidad.
Lo pudo comprobar Clarín en
un relevamiento. Al pedir
sushi, por ejemplo, la
cadena Otaku aparecía esta
semana con descuentos del
30% tanto en Rappi como en
PedidosYa, aunque en una el
envío era sin cargo y en la
otra salía $ 69. A su vez,
la web del negocio ofrecía
un 40% exclusivo en take
away. Así, comer la misma
tabla de 15 piezas podía
costar $ 438 yendo a
buscarla, $ 511 en una app y
$ 580 en otra.
En un restaurante de estilo
italiano en Colegiales, la
carta de take away para
orden telefónica también
tiene valores inferiores a
los del delivery. Por caso,
un brunch para dos con
cerveza se conseguía a $
1.250 para llevar. Pero, en
una app de delivery, el
combo estaba a $ 1.350, más
$ 69 por el envío.... ver
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