10 Dic, 2023
 

El imponente Hotel Land Plaza La Plata abrió sus puertas

Fuente: FEHGRA ~ La Filial La Plata, presidida por Claudio Aguilar, informa que la ciudad capital suma un nuevo y majestuoso Hotel, que trae consigo una extraordinaria y completa propuesta que incluye alojamiento, gastronomía y eventos, y que invita a disfrutar tanto a los visitantes como a los locales. La entidad empresaria participó de la inauguración.

El miércoles 19 de junio el Hotel llevó adelante su tan ansiada inauguración, en la que se dieron cita autoridades del gobierno provincial y municipal, empresarios, referentes del sector turístico, hotelero y gastronómico, invitados especiales y medios de prensa. La AEHG La Plata acompañó este gran momento, estuvieron presentes su presidente, Claudio N. Aguilar; su secretario, Vicente Morgillo; y su asesor, doctor Carlos Castro, quienes destacaron la importancia de este alojamiento turístico para la Ciudad.

El Hotel abrió sus puertas y sus recepcionistas recibieron cálidamente a cada uno de los invitados, quienes pudieron deleitarse con un exquisito cocktail, que dejó al descubierto la gran calidad de su gastronomía y coctelería, así como el profesionalismo de su staff.

El momento central de la noche tuvo cita en uno de sus amplios y modernos salones, allí el presidente de Hoteles Land, Diego Manfio, llevó adelante su discurso de agradecimiento a todos aquellos que participaron de este gran proyecto y expresó: “Estamos muy contentos, realmente, de poder plasmar esa ilusión que tenemos todos los argentinos que el país se desarrolle, avance, y plasmarlo en esto que es la práctica. Hoteles Land, junto con un grupo de inversores, tomó este desafío y lo hacemos con nuestro profesionalismo máximo”, y agregó: “Cuando se nos invita a invertir a este Hotel y trabajar, ni lo dudamos, por el potencial de la ciudad, que previo estudio de mercado y demás, confiamos en que La Plata necesita un producto de estas características. Son 106 habitaciones, un poco más de 250 plazas hoteleras que se suman a la oferta de la Ciudad”.

Seguidamente, el intendente de La Plata, doctor Julio Garro, hizo uso de la palabra, a fin de felicitar y agradecer a todo el equipo de Land, a los creadores y fundadores de Globant y a Manu Ginóbili, ya que todos son parte de esta inversión y mencionó: “Es un orgullo para nuestra Ciudad poder estar inaugurando este lugar. Cuando nos decían o nos habían dicho que iba a ser imposible, que iba a ser muy difícil que nos vuelvan a mirar. Iba a ser complejo volver a invertir en esta Ciudad cuando todo nos costaba mucho más caro, donde construir un hotel o un edificio o un emprendimiento privado costaba un 35% más. Y que luego de mucho tiempo y una decisión política clara del gobierno provincial, nacional y municipal, hemos logrado establecer reglas claras para que las cosas sucedan. Nuestra Ciudad que por mucho tiempo no fue mirada, donde claramente las obras y las inversiones se iban para otro lado. Hoy como platenses contamos con el orgullo de que nos hayan vuelto a mirar, de que hayan vuelto a confiar en la ciudad de La Plata, de que hayan vuelto a creer en los platenses, que es lo más importante”. Además, agregó: “Hay mucho más, y sabemos que todavía falta mucho, que hay que seguir creciendo. Es cierto que uno de los temas puntuales en la discusión permanente con las inversiones, y en diálogo permanente con la Gobernadora (María Eugenia Vidal), con quien hoy anduvimos por este lugar temprano, es seguir la línea del aeropuerto. Que sabemos que es fundamental y es importante. Es el lugar que junto con el puerto nos abre las puertas al resto del mundo, y la verdad que sería un orgullo poder terminar esta gestión con un aeropuerto en mi Ciudad y en la nuestra”.

A continuación, cada uno de los inversores, entre ellos Martín Migoya, CEO y fundador de Globant y accionista de Tower Plaza La Plata SA, hicieron sus respectivos agradecimientos a su familia y equipo de trabajo. Momento muy emotivo, ya que transmitieron lo mucho que tuvieron que trabajar para lograrlo, así como los obstáculos que tuvieron que sortear durante el largo proceso de planeamiento y construcción.

Finalmente, el presidente de la AEHG La Plata llevó adelante la entrega de un reconocimiento al Hotel por parte de la entidad y su Instituto Ángel Salvadori, haciéndoles saber que es un orgullo que sigan apostando al sector, sumando plazas turísticas a la Ciudad y generando nuevos puestos de trabajo.

El Hotel

Este nuevo establecimiento de 14 pisos se encuentra en la calle 6 Nº 572, entre 44 y 45 de la ciudad de La Plata, inmejorable ubicación, cercana a todos los accesos y puntos neurálgicos de la Ciudad. Posee una elegante y moderna arquitectura y ofrece 106 habitaciones, más de 250 plazas, totalmente equipadas, combinando calidez y confort en su diseño. En lo que respecta a sus servicios, cuenta con wi-fi en todas las áreas, climatización, estacionamiento subterráneo cubierto y centro de convenciones, que sumado al profesionalismo de su personal, logran que sus huéspedes y visitantes vivan una experiencia única, en la que siempre prima la calidad y satisfacción del cliente. Cabe destacar, que la compañía de IT (Information Technology) y desarrollo de software argentina Globant compró los cuatro primeros pisos del hotel, donde actualmente tiene sus oficinas.

Conociendo los Proveedores del sector, el “Quienes Somos” de LG Limpieza Gastronómica

Fuente: Guía@Gastronómica ~ @LGLimpiezaGastronomica

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Mil nuevos chefs celebraron con sus diplomas en el Obelisco

Fuente: Popular ~ Egresados de diversas carreras de cocina recibieron sus certificados de aprobación y lo festejaron de una manera muy emotiva.

Mil estudiantes de las carreras de Gastronomía y Pastelería de escuelas de gastronomía de Capital Federal y Gran Buenos Aires se sacaron una foto en el Obelisco luego de recibir sus certificados de aprobación en el Gran Rex.

Tras iniciar sus actividades en el año 2001 en la Ciudad de Buenos Aires, la Cadena IGI, hoy Internacional de escuelas de cocina, cuenta con 104 filiales distribuidas en Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Paraguay y Uruguay y más de 3000 Egresados cada año.

Maximiliano Ferrari, Gerente General para Latinoamérica, cuenta que el IGI Instituto Gastronómico Internacional «es mas que una escuela de cocina».

«Es una verdadera ‘Fabrica de Chefs’, ya que hasta el momento contabilizamos mas de 40.000 profesionales gastronómicos que han pasado por nuestras aulas en las diferentes filiales de Latinoamérica»

Si bien la orientación de las carreras se basa en la gastronomía internacional, los chefs egresados se caracterizan por desarrollar su diferenciación poniendo en valor, mediante la reinterpretación de platos tradicionales, la gastronomía argentina.

«Recuerdo las discusiones con ellos cuando decidí estudiar cocina y no una carrera de grado», cuenta Mariela López, egresada de la carrera de gastronomía, acerca de sus padres que hoy, orgullosos, le sacan fotos.

Dante Liporace: «Hoy se habla de la gastronomía de ‘La Rosada’ y muchos ministerios la quieren imitar»

Fuente: Ambito ~ Ganó popularidad masiva por ser el chef de Casa Rosada. Hoy dirige el equipo de Trade Sky Bar, un nuevo restaurante en las alturas que funciona desde junio y para octubre planea abrir su propio local, que promete innovar como lo hizo su mítico Tarquino, pero con precios más accesibles.

“No cargamos sube” es uno de los carteles que se ven por fuera de la pequeña oficina vidriada que ocupa Dante Liporace en Casa Rosada. Es que en ese lugar tan cercano al comedor, en donde idea los menús para funcionarios y el personal, suelen acercársele para hacerle todo tipo de preguntas y responde así, con ironía y con una aceleración típica de quien se ocupa de múltiples proyectos. Hoy, el principal de ellos es estar a cargo de Trade Sky Bar, un nuevo restaurante en los tres últimos pisos del edificio Comega. Sus dueños son Andrés Rolando y Pablo Fernández, los mismos del bar Uptown y Bourbon Brunch & Beer, cuyas cocinas funcionan con el asesoramiento de Liporace.

Pero como si estas tareas fueran pocas, el chef trabaja además para una de las bodegas más importantes del país y en octubre abrirá su nuevo restaurante, un proyecto propio aún sin nombre que promete innovar aún más que sus anteriores restós Moreno y Tarquino, este último famoso a nivel internacional por su pizza de provolone servida en una copa y por su “Secuencia de vaca”, un menú que le valió una página central en The New York Times.

En un diálogo a fondo, Liporace recordó que en su casa no se hacía un culto a la mesa, pero que adquirió la pasión por la cocina de sus abuelas, relató que el plato favorito del presidente Mauricio Macri es el risotto con hongos, reconoció que su rol en Casa Rosada tiene “fecha de vencimiento” debido a sus múltiples tareas pero está feliz de haber creado una suerte de gastronomía gubernamental y compartió con entusiasmo como en su nuevo emprendimiento propio buscará bajar los precios para llegar un público mayor.

Trade llegó para afianzar aún más el polo gastronómico en pisos altos. ¿Qué viene a aportar de novedoso?

D.L.: Son tres pisos con propuestas completamente distintas. En el piso 19 se sirve alta cocina con impronta de la ciudad, como si fuese un bodegón porteño muy refinado. Mientras que en el 20 se da la apuesta más fuerte, ya que se ofrecen crudos marinados con distintos aceites y picantes, algo novedoso si se toma en cuenta que hasta ahora sólo había sushi acá. En este nivel habrá 14 pasos de crudos, uno de ellos hongos con distintas salsas y el último un tartar de carne. Todos los demás son láminas de pescados, como una de atún pintada con panceta y una ensalada líquida de berberechos, que sorprende y que quizá tiene la misma impronta de la pizza de provolone servida en copa de Tarquino. Por último, en el piso 21 estará la terraza, en la que sí se servirán tragos, tablitas de sushi y hamburguesas.

También planeas innovar con tu restaurante próximo. Ya lo hiciste -y mucho- con Moreno y Tarquino. ¿Qué te queda para este?

D.L.: Va a cerrar un círculo. Moreno era el restaurante que traía las técnicas de El Bulli al país. Tarquino bajó esas técnicas a tierra e hizo cocina argentina desde mucho antes de que la nueva cocina argentina estuviese en boga. Éramos los únicos que tomábamos nuestros productos para hacer alta cocina. Tarquino fue fantástico, pero habíamos cumplido un ciclo con los socios y también en ese formato, no podía darme más de lo que ya me había dado. Para mí, la alta gastronomía va para otro lado. Cuando cerró, me dije ‘voy a hacer lo que quiero, voy a tener lo que siempre busqué, porque cuando tenés socios tenés que negociar y éramos cuatro. Ahora voy a levantar este proyecto con amigos íntimos y va a ser 100% mi visión. Estoy muy ansioso esperando esto porque los otros dos restaurantes revolucionaron todo y este lo va a hacer aún más.

¿Cómo definirías el concepto de este nuevo restaurante?

D.L.: El concepto sería “La reinversión de la nueva cocina argentina”, porque entre 2007 y 2014 hubo muchísimos restaurantes que innovaron como Tarquino, Moreno, Chila, Aramburu…. Todos los que quedan son excelentes, pero veo una llanura, nadie dio un paso más. Eso es lo que vengo a hacer con este restaurante, en el que la estructura no va a ser tan protagonista como la cocina, que sí estará a la vista y estará ubicada en el centro del local, como el viejo escenario de Metallica de 1991, en el medio del estadio. También va a tener un sector con mesas arriba con vista a la cocina. Y nosotros vamos a interactuar y servir los platos. Además no va a ser caro, porque quiero popularizar la alta cocina. Va a tener muy buen gusto sin que el comensal tenga que pagar una fortuna para amortizar una silla carísima o un cubierto de plata. Si hoy el menú en un restó de este tipo cuesta $ 5000, al precio de hoy este costaría $1300.

¿Qué platos y propuestas podrías adelantar?

D.L.: Estamos trabajando en un plato equivalente al omakase de la cocina nikkei, en el que el sushiman te manda la selección de pescados que quiere mostrarte. El nuestro se va a llamar “omacarne” y tendrá distintas preparaciones de cualquier tipo y cualquier corte de animal. Además, planeamos que la cocina que no esté dividida en entradas y platos sino que van a estar todos juntos. Y después de las 12 de la noche se va a convertir en un restaurant solo de postres por dos horas más, y vamos a tener maridajes para ellos, desde tragos cafés y bebidas. Pero el vino dulce no va a existir porque empalaga.

¿Cuándo supiste que querías ser cocinero?

D.L.: De muy chico, a los 5 años. Yo tenía dos abuelas que le hacían culto a la cocina, una italiana y la otra sueca. A la sueca le traían especias de afuera como jengibre en polvo o clavo de olor, que en los 80 eran difíciles de conseguir. Yo le pedía si podía mezclarlas y ella me dejaba. A un chico siempre le dicen ‘no juegues con la comida’ y yo jugaba con la comida. Incluso, cuando quiero innovar con un proyecto, la comida sigue siendo un juego.

¿Cómo fueron tus comienzos hasta el momento en que te capacitaste con Ferran Adrià?

D.L. Cuando retomé mis ganas de cocinar, a los 18 años, vine a Buenos Aires desde Bahía Blanca y estudié con el Gato Dumas. Después de pasar por un par de restaurantes, pegué un trabajo buenísimo en Europa, en un restaurante de Barcelona con fusiones peruanas, argentinas, colombianas. Ya en Barcelona venía la impronta de Adrià y todo el mundo quería ser él. Yo mandaba currículums a El Bulli todos los días y como me decían que no tenía los requisitos para ingresar, pregunté qué era lo que necesitaban. Me dijeron ‘mucho restaurant alta cocina’. Entonces, mientras laburaba empecé con prácticas e incluso hice un curso con Adrià de helados solo para ponerlo en el currículum. Así estuve tres años mandando currículums, volví por un tiempo a Argentina para hacer una asesoría y cuando regreso a España, me llamaron en 2006 con un año de anticipación para decirme que había una vacante en 2007. Te daban tiempo para prepararte porque en esos seis meses no te pagaban, tenías que alquilarte un departamento en la Costa Brava en verano, algo que no es barato. Y vivimos junto con seis flacos, uno de ellos argentino que hoy está en Nueva York con proyectos gastronómicos muy exitosos.

¿Cómo surgió la secuencia de vaca y cómo ese plato llegó al New York Times?

D.L.: Cuando una vez fui a El Bulli como invitado a cerrar una temporada en 2009, tenían un menú de 42 platos y en el medio, una especie de paréntesis con otro menú que se llamaba ´Secuencia de liebre´, con diez platos. Y me dije ´mirá todo lo que podríamos hacer con la vaca, que es nuestro animal emblema’. La ´Secuencia de vaca´ salió recién después de un año de abrir Tarquino. Pero antes, de casualidad, había venido una periodista del New York Times, que sacó una notita muy chiquita en la que dijo “en Buenos Aires caminás y por ahí te encontrás con un lugar que te dan una pizza en una copa”. Ese recuadro nos trajo gente a lo loco, ente ellos otro periodista gastronómico del mismo medio. Le conté lo de la ‘Secuencia de vaca’, que estaba por salir y el pibe se recontracopó. Me dijo: ‘Si vas a Nueva York, avísame y charlamos’. Voy para allá de vacaciones ni bien salió la secuencia. Lo llamo para ir a comer y el tipo me dice: “Te quiero hacer una nota, pero tenés que cocinar la secuencia para 30 personas del New York Times”. Y yo que pensaba descansar. Me dediqué a laburar a pleno, me dieron una cocina muy buena, y como invitados estaban periodistas y chefs. Me sacaron en página central un miércoles, que es el día gourmet del Times. Y después de que nos dieron bola los medios de afuera me empezaron a llamar los de acá, para hablar de la nueva cocina argentina. Todo al revés.

¿Cómo llegaste a Casa Rosada y con qué te encontraste?

D.L.: Recibí un llamado de Secretaría de Presidencia. Yo no entendía nada, pero mucha gente de este Gobierno y del anterior iban a Tarquino, me conocían de ahí. Me preguntaron si podía ir a ver la cocina, porque estaban comiendo mal. Cuando llegué, me encontré con que había mucho para hacer. No sólo porque había equipos rotos y mugre por todos lados, sino porque también faltaba mejorar el servicio, ya que en 40 años el personal no había sido incentivado. Fue entonces que lo traje a Ramiro Hernández, que es sommelier y fue jefe de sala de Tarquino para que me ayudara. La puesta a punto nos llevó tres meses y recién después de trabajar ahí por un mes pude lanzar un menú, que era mucho más interesante del que venían haciendo. Al principio yo dije: “Hago un asesoramiento y me voy”. Estábamos aún a prueba con esas intenciones cuando vino Barack Obama a Argentina. En un principio, me dijeron que él no iba a comer en Casa Rosada, pero a las 8 de la noche nos dijeron que al día siguiente sí venía a comer con una delegación de 50 personas. Nos vinimos todos a la noche a laburar en el menú, quedó zarpado, a Obama le encantó. A raíz de eso, la gente de acá hizo cuentas y dijo: “¿Para qué vamos a contratar un catering, que nos sale mucho más caro, si ya tenemos la gente y podemos hacerlo acá?”. Además, no es lo mismo traer la comida que cocinarle vos en tu casa al mandatario. Fue entonces que también nos empezamos a hacer cargo de los eventos. Cuando decidimos quedarnos, reformamos todo. Hoy la cocina está perfecta, instalamos una huerta, al punto de que ya se habla de la “gastronomía de La Rosada” y muchos ministerios quieren copiar ese modelo. Yo sé que esto tiene fecha de vencimiento, que en algún momento voy a dejar Casa Rosada y no creo que falte mucho porque tengo laburo afuera. Lo que no me gustaría es que se caiga todo lo que hice, porque levantamos la Casa de Gobierno de un país.

¿El público general te percibe de manera diferente a raíz de estar en Casa Rosada?

D.L.: Sí, se puede decir que ahora soy más popular por ser el chef de Casa Rosada, porque siempre estuve en restaurantes muy top y ese es un nicho muy chico. Pero eso también es un tema porque tampoco la gente puede probar lo que hago. Entonces esa popularidad es también un poco ficticia. Pero sí me hice más conocido por fuera del segmento de la alta cocina. Aunque estoy seguro de que si hoy estoy en Uptwon, en una bodega y en Trade, todo se lo debo a Tarquino, que fue el corazón de todo esto. Y espero generar más cosas con mi nuevo proyecto.

Por tus múltiples ocupaciones, recién dijiste que tu tiempo en Casa Rosa tiene fecha de vencimiento. ¿Te quedarías ante una eventual victoria de la fórmula Fernández-Fernández?

D.L.: No, no me quedaría. Porque no lo necesito y no me siento identificado. Es como laburar para un restaurante en el que no te sentís identificado con el dueño, lo que no quiere decir nada malo. Si no me identifico, no estoy. De Tarquino me fui porque no me sentía identificado con la nueva socia. Es lo que hice siempre. Lo mismo pasó con Moreno, no podía seguir con esos socios, hoy sigo siendo amigo de ellos, pero laburar es otra cosa.

¿Atendiste a muchos famosos, ente ellos a Vladímir Putin. ¿A quiénes recordás más por amabilidad y a quienes por exigencia?

D.L.: Al que más recuerdo por lo amable fue a Jimmy Carter. Lo atendí en otro contexto, estuve toda una semana con él en un lodge de pesca. Él me decía: “Comamos lo que vos quieras, no me hagas elegir”. Carter en ese momento era uno de los mayores productores de maní del mundo y yo le hice un postre de maní. Estuvo tan agradecido que nos fuimos a los abrazos con un expresidente yanqui, una locura. Y por la exigencia recuerdo a unos ministros de Putin, a los que también atendí en un lodge de pesca. Ellos querían comer surubí, pero en esos complejos la pesca es deportiva, y devolvés lo que pescás al agua. Ellos decían: “Queremos esto”. Les contestábamos: “No se puede” y ellos volvían a decir: “ Queremos esto”. Eran intimidantes, sabían lo que querían y no parecían dispuestos a conformarse con un ‘no’. Entonces nos trasladamos a un lugar en el que sí se podía pescar. Como estuvieron muy contentos, vino el traductor a agradecerme y ellos me dieron un regalo: la lata de caviar más grande que vi en mi vida. Por supuesto, me la comí yo solo en mi habitación, con una botella de vino blanco.

¿Por último, hoy es difícil ganar dinero con la gastronomía?

D.L.: Dificilísimo. Por eso hoy está en boga el ‘concepto bar restaurant’ donde tenés más margen con las bebidas. Los proveedores son carísimos, te cambian los precios todos los días. Está difícil hacer gastronomía argentina, pero bueno, uno apuesta. Yo no puedo vivir sin esto. Y creo que Argentina tiene que pegar un salto en gastronomía. Creo que nuestro país tiene más para dar que Perú, que ya tuvo su revolución gastronómica y que para mi gusto fue exageradísima. Argentina tiene calidad en todas las variedades, restós asiáticos, parrillas, alta cocina… Obviamente que si la economía y el país acompañan de una vez por todas sería fantástico.

Chefs de todo el país participan en el Certamen de FEHGRA, que se lleva a cabo en la Feria Caminos y Sabores

La Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (FEHGRA) organiza el Primer Torneo Nacional de Gastronomía Saludable, en la Feria Caminos y Sabores, que se llevará a cabo del 6 al 9 de julio próximos.

Participarán del certamen 16 chefs argentinos, con al menos cinco años de experiencias en un establecimiento del sector -restaurante, hotel o empresa de catering-. Competirán cuatro cocineros por jornada, y el Ganador califica directamente para participar en el Torneo Federal de Chefs 2019, certamen que FEHGRA lleva a cabo desde hace varios años en el marco de HOTELGA, Encuentro Anual de la Hotelería & Gastronomía -del 3 al 5 de septiembre, en La Rural-.

Chefs que participan del Torneo:

1. Filial Bariloche: Nuria Álvarez Pereyra. Charming Lodge SA

2. Filial Chaco: Carlos Alberto Losch. Almacén Gourmet

3. Filial Córdoba: Gabriel Reusa. Goulu

4. Filial El Calafate: Guillermo Vergara. Xelena Hotel & Suite

5. Filial El Calafate: Claudio Daniel Diez Gadea. Hotel Mirador Del Lago

6. Filial La Plata: Natalia Amezcua. Confitería Ritz

7. Filial Mendoza: Darío Toledo. La Marchigiana

8. Filial Mendoza: Diego Tapia. Chachingo Craft Beer

9. Filial Río Gallegos: Analía Vanesa Álvarez. Mini Winery & Dely

10. Filial Río Gallegos: David Domínguez. Sushi Santo

11. Filial Rosario: Elian Ayala. Hotel Pullman Rosario

12. Filial Rosario: Ezequiel Avals. Negroni

13. Filial Rosario: Lucas Manuel De Franco. Aires Eventos

14. Filial Salta: Claudio Raúl Rodo. Hotel Casa Real

15. Filial Salta: Oscar Luciano Colina. Hotel Portezuelo

16. Filial Villa La Angostura: Martín Paez. Lobo Cocina & Drinks

Premios

• 1er Puesto: Trofeo realizado por el orfebre Juan Carlos Pallarols. $30.000 para el Chef

• 2do Puesto: Trofeo realizado por el orfebre Juan Carlos Pallarols. $20.000 para el Chef

• 3er Puesto: Trofeo realizado por el orfebre Juan Carlos Pallarols. $10.000 para el Chef

Además del Primer Torneo Nacional de Gastronomía Saludable, FEHGRA organiza en Caminos y Sabores una Rueda de Negocios, destinada a generar un encuentro entre empresarios del sector y los proveedores presentes en la Feria.

Sobre el Torneo

Los candidatos del Primer Torneo Nacional de Gastronomía Saludable fueron preseleccionados por las Filiales de FEHGRA, que pudieron presentar hasta dos profesionales por entidad, antes del 15 de junio de 2019 inclusive. Clasificaron los primeros 16 participantes que se inscribieron entre todos los presentados.

La modalidad del Torneo propone que los cocineros seleccionen los productos que van a utilizar en su plato en el Mercado presente en Caminos y Sabores -el listado de proveedores con su ubicación será entregado a los finalistas con anticipación-. Luego deberán escribir una receta de un plato principal para cuatro porciones, acorde a los porcentajes recomendados en la nueva Guía Alimentaria para la Población Argentina (estándar de referencia diseñada por la Secretaría de Gobierno de Salud); y elaborarla.

Cada participante contará con 165 minutos en total. Los primeros 45 minutos serán destinados a la compra de ingredientes, tendrán 30 minutos para la descripción de la receta, y 90 minutos para su elaboración. Los Chefs contarán con la asistencia de un estudiante de cocina, quien podrá colaborar en el lavado y en el uso de equipamiento provisto por la Organización.

El Jurado estará compuesto por Chefs argentinos de reconocida trayectoria. Se dividirá en dos grupos: Jurado de Fase Práctica y Jurado de Degustación, y determinarán a los tres mejores, quienes recibirán importantes premios.

Puerto Madero: se perdieron 6 mil lugares para estacionar y los restaurantes negocian más espacio

Fuente: Clarín ~ Pese a que el el Paseo del Bajo mejoró el entorno, los restaurante de Puerto Madero no recuperan clientes.

Fueron algo de más de dos años de una obra clave para la movilidad en la Ciudad. Pero quienes más sufrieron la construcción del Paseo del Bajo, afirman que aún siguen padeciendo las consecuencias de los cambios. Por lo que, lejos de estar solucionado el efecto de la obra, todo sigue bajo negociación.

Los restaurantes de Puerto Madero -que conforman uno de los mayores polos gastronómicos de la Ciudad- convivieron durante meses con los inconvenientes para el ingreso y egreso de la zona, el caos de tránsito, los escombros, los camiones y el ruido de las máquinas que espantaron a los clientes.

La obra del Paseo del Bajo duró poco más de dos años. Los restaurantes de la zona la sufrieron.

La obra del Paseo del Bajo duró poco más de dos años. Los restaurantes de la zona la sufrieron.

Como correlato lógico, las ventas de los restaurantes cayeron en picada: se cerraron locales, se perdieron fuentes de trabajo y muchos propietarios quedaron con la soga al cuello. Y ahora cuando todos celebran la mega obra vial, las ventas no mejoran.

Para los gastronómicos hay una explicación: la falta de estacionamientos y el caos que esa ausencia genera. Con el Paseo del Bajo desaparecieron las cocheras pagas a cielo abierto, con las que se perdieron 6.000 plazas de estacionamiento. Y Alicia Moreau de Justo se convirtió en una avenida de cuatro carriles en la que es muy difícil estacionar.

“Puerto Madero es un emblema de la gastronomía porteña, un ícono para el turismo y da trabajo a mucha gente. Acompañamos las obras pese a sus consecuencias para nuestra actividad. Hoy pedimos comprensión y reciprocidad para que no termine la zona como un polo fantasma por falta de clientes”, reclama Ariel Amoroso, presidente de la Asociación de Restaurantes, Hoteles, Cafés y Confiterías de la Ciudad.

Verónica Sánchez, titular de la Cámara de Restaurantes, ejemplifica la problemática: “El cliente de Puerto Madero es de salir a comer en auto y ahora no viene porque no tienen lugar donde dejarlo. Es simple, pero hasta el momento no se encontró una solución al tema”.

Pese a que el el Paseo del Bajo mejoró el entorno, los restaurante de Puerto Madero no recuperan clientes. (Rafael Mario Quinteros)

Pese a que el el Paseo del Bajo mejoró el entorno, los restaurante de Puerto Madero no recuperan clientes. (Rafael Mario Quinteros)

La situación llegó a tal punto que algunos restaurantes tuvieron que alquilar cocheras en edificios linderos. «Los dos años y medio de obra fueron dificilísimos, con déficit millonarios, hoy no me puedo dar el lujo de no recibir al cliente que viene con su auto», dice Eduardo Aguirre, de Rodizio. «Estamos manejándonos con parches. Uno de esos fue armar un convenio con dos edificios vecinos que nos dejan usar sus cocheras. pero no es suficiente», se queja.

Las advertencias del sector sobre la falta de estacionamiento tienen larga data y desde hace tiempo se vienen manteniendo reuniones entre representantes gastronómicos y Gobierno porteño. Pero las primeras propuestas no concretaron avances. «Como del otro lado tenemos Microcentro, nos plantearon llevar los autos a estacionamientos de ahí. Estamos a una distancia de 600 metros, un cliente como mucho te permite mover su auto unos 300 metros, y además pretendían que el valet parking volviese al restaurante en monopatín eléctrico, uno que guardaría en el baúl del vehículo del cliente. Una locura», dice el titular de Rodizio Puerto Madero.

Mientras las negociaciones siguen y los gastronómicos esperan una respuesta, Ricardo Fernández de El Mirasol se enoja: «No tuvieron en cuenta el funcionamiento de la zona, ni antes ni después de la obra. Ahora, se forman filas interminables frente a las puertas de los restaurantes. Es un caos en el que cada lugar trata de ver dónde meter los autos«, describe. En su caso, él también tiene un convenio con un edificio, pero le permiten usar las cocheras privadas los jueves, viernes, sábados a la noche y los domingos al mediodía. «El resto de los días tengo que hacer magia». Así, en la zona, muchas veces pueden verse autos estacionados sobre las veredas.

En la Secretaría de Tránsito y Transporte respondieron que “el Paseo del Bajo es una obra sin precedentes y de las más importantes de la Ciudad. Beneficia no sólo a los vehículos particulares, pesados y colectivos, sino que también mejora la calidad de vida de quienes transitan y viven en la zona. Desde el comienzo trabajamos en conjunto con el polo gastronómico, los vecinos y comerciantes, y mantenemos conversaciones en forma permanente, buscando soluciones superadoras que mejoren aún más las condiciones de todos los sectores”.

La obra del Paseo del Bajo permitió ordenar el tránsito, abrir calles y pasos peatonales para conectar Madero y Huergo con Moreau de Justo y sumar un parque público frente a los docks donde están los restaurantes.

Y a menos que se encuentre una solución pronta, estacionar en Puerto Madero se volverá todavía más complicado, una vez que lleguen las grúas, que todavía no entran pero sí tendrán potestad de levantar autos en infracción.

Los bares porteños más elegidos para películas y publicidades: tradición, identidad y un pasado que vuelve

Fuente : Infobae ~ En Buenos Aires, los bares Miramar, en San Cristóbal, y El Progreso, en Barracas, se convirtieron en referentes estéticos que atraen a directores de cine, productoras y fotógrafos para sus trabajos audiovisuales. La explicación a un fenómeno que no para de crecer

Cables y cámaras de última generación se mezclan con mesas antiguas, pocillos de otra época, sifones y sillas por las que transitó seguramente más de un personaje de la bohemia porteña. La ciudad de Buenos Aires cuenta con varios bares y cafés tradicionales que, por su encanto y porque reflejan como pocos lugares algo de la esencia y las costumbres argentinas, resultan ideales como sets de filmación de películas y avisos publicitarios.

Hay especialmente dos rincones porteños que se destacan como los escenarios más elegidos para todo tipo de producciones audiovisuales: el bodegón Miramar, en San Cristóbal, y café El Progreso, en Barracas. Se trata de dos espacios tradicionales con una particularidad: además de consagrarse como los más buscados para rodajes y sesiones de fotos, son un punto de encuentro de las familias del barrio, clientes y habitués.

“Operación Final”, de Netflix, fue grabada en un bar porteño

“Operación Final”, de Netflix, fue grabada en un bar porteño

Quizás la elección de estos dos lugares se deba a su carácter único y atemporal o por ser depositarios del imaginario porteño. Lo cierto es que por su permanencia y vigencia, aparecen en decenas de fotos y filmaciones.

En San Juan y Sarandí funciona desde 1950 Miramar, restaurante español de la región de Galicia, que perteneció originalmente a una familia de apellido Ramos. Desde hace cinco años, al bodegón lo administran Pablo Durán y Martín Paesch. «Nuestro leitmotiv es tratar de que ciertas cosas persistan porque son parte de nuestra cultura intangible», cuenta a Infobae uno de los actuales responsables del lugar.

Los nuevos dueños relatan que cuando lo adquirieron, la cocina seguía en el mismo estado que en la década del ’50. Entonces se renovó todo ese sector del local, pero se conservó todo el mobiliario original de la esquina. «Nosotros logramos de que el bar se apodere de nosotros y no al revés. Si no, perdería su esencia. Por eso tuvimos respeto estético para que siguiera siendo el bodegón que siempre fue», agrega Paesch.

Una escena de la película “Derecho de familia” grabada en el bodegón

Una escena de la película “Derecho de familia” grabada en el bodegón

Todavía se pueden encontrar los platos históricos que hacen de Miramar un bodegón con fuerte impronta española y con las figuritas difíciles de la gastronomía local en su menú: ranas, sardinas de Vigo, caracoles, boquerones, costillas de jabalí, rabo de toro y conejo. Pero ese es solamente un costado del local. El restaurante también conserva un perfil social y sigue siendo parte esencial de la vida del barrio y de la vida familiar de la gente del barrio de San Cristóbal.

«Cuando venís a Miramar, te sentás en una mesa y te emociona porque viene el nene chico con el padre, con el abuelo y con el bisabuelo y el abuelo le cuenta al chico que habían comido cierta particularidad que hoy sigue existiendo en la carta. Y es un poco como revivir ciertos patrones de familia. Esto genera una atmósfera que trasciende el tiempo y que es el escenario de estos encuentros», afirma Paesch.

Tomás Fonzi durante el rodaje de una escena de “Una noche con Sabrina Love” de Alejandro Agresti

Tomás Fonzi durante el rodaje de una escena de “Una noche con Sabrina Love” de Alejandro Agresti

«¿Estos caracoles los lavan de alguna manera?», pregunta el personaje interpretado por Daniel Hendler en una escena muy pintoresca de Derecho de familia, una película de Daniel Burman estrenada en 2005. Acto seguido aparece un mozo que explica: «Se deja una semana en remojo para que se purgue, con agua y con sal, así sale toda la suciedad». Toda la secuencia, que transcurre entre sifones de soda, botellas de vino y hombres chupando caparazones, representa mucho la idea de lo que pasa en el Miramar.

En este local también se filmaron varias publicidades. Caio Lucini de la Agencia Almacén, responsable de una publicidad del vino Michel Torino rodada en el bodegón, cuenta: «Nosotros sugerimos el Miramar porque buscamos un lugar con mucha madera que tiene que ver con el mundo de los vinos y, además, donde hay mozos mayores que se acuerdan de todo lo que les pedís. Un espacio que tiene que ver con nuestro arraigo, con lo porteño. Además, Miramar te aporta calidad y calidez, cercanía. También tenía que tener esa parte histórica y el hecho de que estos lugares hablan mucho de Buenos Aires, lo que pasa cuando se juntan amigos en los bares de acá».

Una foto de Fernando Ramos, uno de los históricos dueños del lugar que era aficionado a la fotografía

Una foto de Fernando Ramos, uno de los históricos dueños del lugar que era aficionado a la fotografía

Distinto fue el caso de la grabación de un aviso de chocolates Milka. En este sentido, Paesch dice: «Acá lo que han encontrado es la atmósfera del local, la luz, el clima, la diagramación del mostrador y esa estructura de negocio de almacén de ramos generales antigua. La estructura estética del local que ellos buscaban era una que podría haber existido en Suiza, Francia o España. Eligen Buenos Aires porque, supongo, que es más económico«.

El director de cine Alejandro Agresti, habitué y encariñado con el Miramar, filmó varias películas aquí: Valentín, No somos animales y Una noche con Sabrina Love. En la escena inaugural de ese largometraje, Tomás Fonzi, protagonista junto con Cecilia Roth, aparece como un joven recién llegado a la ciudad. En esas primeras tomas se puede ver el Obelisco de fondo e inmediatamente después aparece un plano del interior del Miramar. Dos clásicos porteños, sin dudas.

Otra toma de Fernando Ramos

Otra toma de Fernando Ramos

Otra particularidad del emblemático restaurante de San Cristóbal es que al antiguo dueño de la familia Ramos, Fernando, tenía como hobbie sacar fotos, una rareza para una época sin celular y sin internet. Hay varias cajas de instantáneas que retratan momentos del local gastronómico. En esas fotos aparecen clientes habituales del lugar, además de sus dos mozos más antiguos.

«Miramar es algo antiguo y la construcción tiene categoría, incluso el piso tiene unas líneas de bronce muy finas, quizás un estilo art decó, más recto y elegante», asegura el fotógrafo Facundo Bengoechea, quien encabeza un proyecto personal de fotografía que cruza alta moda argentina con bares notables, espacios que, según él, son íconos y patrimonio de la ciudad.

El fotógrafo Facundo Bengoechea encabeza un proyecto que cruza la alta moda con los bares notables

El fotógrafo Facundo Bengoechea encabeza un proyecto que cruza la alta moda con los bares notables

El proyecto, que ya tiene 6 años, verá la luz en 2020. «El objetivo es promover el turismo de lo porteño en general, el de producción multimedia en particular y el consumo del talento argentino, de la moda nuestra», cuenta el fotógrafo.

El Progreso: la niña bonita de los rodajes

¿Qué tienen en común una marca de cerveza, una de sopas, una de vino y Boca Juniors? Todos filmaron sus publicidades en El Progreso, un café del barrio de Barracas.

El bar abrió sus puertas en la década del ’40 (Cortesía El Progreso)

El bar abrió sus puertas en la década del ’40 (Cortesía El Progreso)

Esta esquina en el sur profundo de la ciudad no solo es atractiva para productoras sino también para directores de películas y unitarios. El lobista, La fragilidad de los cuerpos, y películas como RomaOperación final y Las grietas de Jara, se cuentan entre algunas de las producciones que fueron parte de la vida del bar.

Es de día en la serie La fragilidad de los cuerpos. Los personajes interpretados por Eva Dominici y Germán Palacios entran al Progreso, van al baño, se besan, tienen sexo, finalmente se despiden en la puerta del bar, en la esquina de Montes de Oca y California. Para terminar pasa un colectivo que barre con la escena.

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Una escena de la serie «La fragilidad de los cuerpos»

El Progreso abrió en 1942 y algunos años después lo tomó una familia asturiana. Hoy, uno de los descendientes, también español, lo sigue gestionando y lo mantiene como un monumento familiar, con una vitrina llena de recuerdos y piezas de colección.

Este bar fue testigo del apogeo social del barrio y de su esplendor fabril. Corría el año ’70 y el bar abría 24 horas, los 364 días del año. Era un verdadero club masculino donde se reunían vecinos y obreros a ver fútbol y carreras de caballos, o a jugar al billar y hablar de mujeres y política. También existía el salón familiar, un reservado separado por una mampara de madera y vidrios esmerilados, que explica la doble entrada por calle California. Esto permitía a familias, parejas, niños y a las mujeres, en general, ingresar al bar sin necesidad de involucrarse con el clima masculino del salón.

Una toma de “Operación final”, de Netflix, grabada en el tradicional bar

Una toma de “Operación final”, de Netflix, grabada en el tradicional bar

De toda esa historia queda la atmósfera barrial y elegante, sobria pero algo desgastada del bar. Siguen los desayunos, el menú del día, los aperitivos con ingredientes por la tarde y los rodajes locales e internacionales que son parte habitual del bar.

También se repite la tendencia de productoras audiovisuales internacionales que llegan a filmar a Buenos Aires por la conveniencia del cambio y el carácter cosmopolita de algunos bares locales.

«La última que se hizo fue insólita, una propaganda para Coca Cola Francia en conmemoración de cuando Francia ganó un mundial y otra para la British Petroleum», comenta César Moreno, el dueño actual del local.

Sobre la filmación de la película Roma de 2004, César cuenta que el cineasta Adolfo Aristanain necesitaba recrear un contexto de los años sesenta y le comentaba: «En Buenos Aires hay mucho de eso, pero el problema es que pocos están preservados».

«Vienen a buscar eso, la preservación y el mantenimiento del espíritu del lugar, sin intervenciones fuera del contexto de los que fue el bar», afirma ahora Moreno. Esa misma atmósfera se buscó en la película Operación final de 2018 para Netflix. «Aparecemos en el minuto ’45 donde se hace el tráfico de dinero y de pasaportes en un bar y hay dos espías en las dos puntas del salón. Eso es acá. Fue la de más envergadura. Esa película transcurre durante la presidencia de Frondizi», completa orgulloso el propietario.

El lugar sirvió también como escenografía de publicidades

El lugar sirvió también como escenografía de publicidades

El aviso publicitario con más repercusión grabado en el lugar fue el de una de las cervezas más populares del país que lo tiene a Guillermo Francella como protagonista. La elección de este bar, según la agencia La América, encargada del aviso, responde a «una necesidad de la empresa de volver a sus raíces para aparecer en los lugares que le corresponde, que son naturales para la cerveza, lugares populares, es decir, donde cualquier argentino se sentiría cómodo».

«No es canchero, ni postural, ni aspiracional, sino transversal a todos y tiene raíz popular. La idea fue recuperar el orgullo y celebrar todos estos lugares clásicos argentinos, retratarlos con cariño, mostrarlos en su mejor versión, mostrarlos lindos y rescatarlos«, concluyeron los realizadores.

El Preferido: volvió a abrir renovado el bodegón de Palermo

Fuente: La Nación ~ «El Preferido es lo que pensamos que hoy debería ser un bodegón», afirma Guido Tassi, chef y socio junto a Pablo Rivero -propietario de la multipremiada parrilla Don Julio- en la reapertura de El Preferido, de Palermo (Jorge Luis Borges 2108), y completa: «un lugar en el que te puedas sentar en una barra y picar algo, acompañándolo con un vermut o un vino por copa rico, y no necesariamente caro».

Sentado a la extensa barra de mármol en forma de ele que domina el salón, Guido observa el movimiento de la cocina que volvió a encender los fuegos tras cinco meses de obra, en la que se restauró la casona de fines del siglo XIX que abriera sus puertas como almacén en 1952, para luego convertirse en bar clásico de Palermo. La idea, dice, fue mantener la esencia: «las mesas son las mesas de toda la vida, solo les cambiamos la fórmica, las sillas, las aberturas y las puertas lo mismo, restauramos la boiserie, el piso lo hicimos nuevo pero con el mismo ADN de El Preferido. Creemos que el ADN debe ser el mismo, pero aggiornado».

La barra en ele domina el salón del renovado El Preferido
La barra en ele domina el salón del renovado El Preferido Crédito: Ignacio Sánchez

A la fachada, la barra y el salón que conservan su estilo -visiblemente restaurados- se suman algunos cambios significativos que dan cuenta de la búsqueda de poner el bodegón a tono con un barrio que constituye hoy uno de los principales polos gastronómicos de la Argentina. Así, la cocina, lejos de estar escondida, se encuentra abierta a la vista de los comensales. Y no solo desde el salón, sino también desde el luminoso patio interno, que cuenta también con mesas. Sobre la pared que da a Borges han montado un spiedo de manera tal que el eterno movimiento de las aves puede ser observado tanto desde adentro como desde afuera del local.

Detrás de la barra, arriba de la cocina, una enorme estantería exhibe conservas de todo tipo, elaboradas in house. También son de elaboración propia los embutidos que descansan a temperatura y humedad controlada dentro de la cava de embutidos levantada sobre uno de los extremos del salón; su pared de vidrio ofrece al visitante la posibilidad de ver la oferta de distintas especialidades -salame chacarero, de potro, panceta madurada o jamón crudo- que cuelgan del techo o de la estructura de madera de la cava.

Un bodegón con WiFi y una gran lista de vinos por copa

Guiso de lentejas con huevo poché
Guiso de lentejas con huevo poché Crédito: Ignacio Sánchez

En estas primeras semanas posteriores a su reapertura, El Preferido abre de lunes a lunes, para el almuerzo y la merienda, y más adelante sumará la cena. El público más tempranero está más conformado por chicos de los colegios de la zona acompañados de sus padres (hay menú escolar a 300 pesos); pasada la una del mediodía, el salón se llena de un público bien Palermitano: turistas extranjeros, grupos de jóvenes, frelancers con sus notebooks -¡el bodegón tiene wif!- y vecinos que vuelven a reecontrarse con un clásico del barrio.

En cuanto a la carta, basta pegarle una mirada para encontrarse con clásicos inoxidables de esa cocina de inmigrantes españoles e italianos que dio forma a buena parte de la gastronomía porteña (buñuelos de acelga con alioli, trillas marinadas estilo boquerón, pejerrey a la romana, guiso de mondongo, milanesa de lomo o niños envueltos con tomate y puré de papas), pero se nota que, desde la búsqueda y el cuidado del producto, hay un intento por estar a tono con la necesidad de adaptar la materia prima a la disponibilidad estacional, y de ofrecer platos potentes como guisos pero también opciones más livianas como verduras al horno.

La boiserie original, al igual que las aberturas, las mesas y las sillas, fueron restauradas
La boiserie original, al igual que las aberturas, las mesas y las sillas, fueron restauradas Crédito: Ignacio Sánchez

«La cocina porteña es el reflejo de lo que pasa hoy en la sociedad», dice Pablo Rivero a modo de explicación, al tiempo que advierte que «en la Argentina se confunde lo que es clásico con lo que es antiguo. Lo nuestro es una gastronomía clásica de la ciudad de Buenos Aires, pero no por eso tiene que ser antigua y vieja. Las recetas son recetas que se van transformando con el correr del tiempo, porque aparecen conceptos de estacionalidad o productos más saludables».

Un capítulo aparte es la carta de vinos de El Preferido versión 2019. Por empezar, hay casi tantos vinos por copa (11 tintos, 7 blancos y 1 naranjo) como vinos por botella; y si bien hay algunos de esos clásicos con los que todo amante de los vinos se siente fácilmente identificado, la oferta se explaya por el lado de vinos modernos, de enólogos destacados, en los que se apunta a la frescura y a esa idea -afortunadamente cada vez más extendida- de vinos sin tanta concentración, que se beben fácil y acompañan de igual manera a la comida.

Las estanterías exhiben todo tipo de conservas de elaboración propia
Las estanterías exhiben todo tipo de conservas de elaboración propia Crédito: Ignacio Sánchez
El chef Martín Lukesch, a cargo de la cocina de El Preferido
El chef Martín Lukesch, a cargo de la cocina de El Preferido Crédito: Ignacio Sánchez

Con nuevas propuestas, Caminos y Sabores apunta a los millennials

Fuente: Clarín ~  La feria amplía su oferta a todas las edades. Arranca en dos semanas en La Rural.

En dos semanas, del 6 al 9 de julio, se realizará la 15° edición de Caminos y Sabores, en La Rural. Como todos los años, “el gran mercado argentino” concentrará el placer de viajar con la pasión por la comida. En 18.000 metros cuadrados habrá más de 400 expositores de 20 provincias. Se podrá pasear por los nueve caminos que invitan a sumergirse en un recorrido por Aceites y Aderezos; Bebidas; Dulces; Frutos de la Tierra; Picada Federal; Infusiones; Tu Cocina y Turismo y Tradición. Todas rutas del placer gastronómico y de la riqueza cultural para pasear, degustar y comprar directo al productor. Una garantía de calidad al mejor precio.

A la tradicional Experiencia del Sabor, este año se suman tres nuevas categorías: miel, salame y vino Malbec. Pero el certamen para descifrar cuál es el mejor producto de los participantes de la feria este año no será evaluado por una consultora privada, como en las ediciones anteriores, sino que la última palabra la tendrá el público.

El Camino de la Picada es uno de los más visitados. (Constanza Niscovolos)

El Camino de la Picada es uno de los más visitados. (Constanza Niscovolos)

El Instituto de Tecnología de Alimentos, que depende del INTA, es el ente que efectuará una preselección de todos los expositores en cada categoría. Y seleccionarán a tres finalistas, quienes ofrecerán sus muestras entre el domingo y el lunes, para que los visitantes puedan sumar su voto. “Nos parece importante que el público también participe de la experiencia y que nos cuenten cuáles son los mejores productos, cuáles les resultan más sabrosos”, asegura Diego Abdo, gerente  de comunicación, quien informa que la gente del INTA va a explicar al público las cualidades sensoriales para la degustación, de manera que los visitantes también se capaciten para dar su voto de manera responsable.

Como novedad, este año además estrenarán la Plaza del Mercado, un lugar donde se concentrarán los puestos de venta de platos preparados y ventas de productos, con un patio de comidas con mesas y sillas. Habrá al menos 25 ofertas diferentes, entre las que se destacan fiambres caseros, quesos, helados, sidras, cervezas artesanales y platos tradicionales.

El ganador en el rubro de quesos en la edición 2018, recibe el premio de manos de Diego Abdo, gerente de comunicación de la feria. (Constanza Niscovolos)

El ganador en el rubro de quesos en la edición 2018, recibe el premio de manos de Diego Abdo, gerente de comunicación de la feria. (Constanza Niscovolos)

Abdo cuenta que en la edición 2019 esperan sumar al público millennial, y se explaya sobre la idea, una propuesta tentadora llamada “After Caminos y Sabores”: desde el sábado hasta el lunes, el horario original de cierre de las 21, se extenderá hasta las 22.30. Están previstos shows especiales, bandas y DJ’s en vivo, y también se anuncian promociones especiales para esa franja horaria en los puestos de comidas, además de un 2×1 en las entradas al predio. “Será un clima diferente, un paseo más completo”, cuenta Abdo. Los tickets costarán $ 200 y ya se pueden comprar anticipados (más información en www.caminosysabores.com.ar).

Los stands de  cerveza artesanal, una de las grandes atracciones. (Constanza Niscovolos)

Los stands de cerveza artesanal, una de las grandes atracciones. (Constanza Niscovolos)

Con este nuevo formato, que abre procura abrir las puertas a los más jóvenes, la feria extiende su abanico a todas las edades. Quienes quieran hacer compras solamente podrán ir en el horario de apertura, a las 12, con el changuito preparado para conseguir los productos más frescos y, de paso, charlar con los productores. Los más chiquitos de la familia tendrán su espacio en Caminitos, un sector especial para que jueguen al supermercado, a cocinar, participen en talleres de huerta y conozcan cómo es la cadena productiva, además de una granja sonora en la que descubrirán todos los sonidos de los animales. Y el fin de fiesta con música, descuentos y oferta gastronómica, apto para todas las edades. Una feria que, con la caída del sol, se convierte en festival.

Un restaurante argentino, en el puesto 86 de los mejores del mundo

Fuente: Clarín ~ Es Tegui, de Germán Martitegui. Está en la lista The World’s 50 Best, de la que hoy se difundió la primera parte.

Un restaurante argentino volvió a rankear entre los mejores del mundo. The World’s 50 Best, el influyente ranking que cada año elige a las cocinas más destacadas el planeta, difundió la primera parte de su lista, la que va del puesto 51 al 120. Allí, Tegui, de Germán Martitegui, es el único argentino que aparece, en el puesto 86. En total, sólo ocho restaurantes latinoamericanos están en el listado.

El año pasado, Tegui se había ubicado en el puesto 60 y Don Julio, en el 55. Aún no se sabe cómo quedará ubicada la parrilla de Pablo Rivero este año: habrá que esperar al 25 de junio en Singapur, cuando se difunda la lista completa, para saber si mantuvo o varió posición.

Los cambios en el ranking suelen ser habituales. A diferencia de la Guía Michelin, en la que un inspector cae de incógnito a un restaurante y evalúa su cocina y servicio, en The 50 Best vota un panel de 1.000 referentes de la industria, divididos equitativamente entre chefs y empresarios gastronómicos, periodistas y críticos especializados, y “gourmets viajados”. Cada año, se renueva aproximadamente un 25% de los votantes.

Un plato de Tegui, el restaurante de Germán Martitegui. (Gentileza Tegui / José Pereyra Lucena)

Un plato de Tegui, el restaurante de Germán Martitegui. (Gentileza Tegui / José Pereyra Lucena)

Respecto de los otros países de la región, hay cuatro brasileños en el ranking: D.O.M., que tiene el chef Alex Atala en San Pablo, cayó del puesto 30 al 54; el también paulista Maní (73°) y los cariocas Lasai (74°) y Oteque (100°). De Perú, está Astrid y Gastón (de Gastón Acurio, 67°), aunque se descuenta que haya más restaurantes peruanos en el tramo principal de la lista, ya que el año pasado dos limeños estuvieron en el top ten (Central 6° y Maido 7°). De México, Sud 777 está en el puesto 58 y Alcalde en el 109.

En esta edición, el listado total se amplió de 100 a 120 seleccionados, para conmemorar el 120° aniversario de la fundación del patrocinador, la marca de aguas San Pellegrino. Con el objetivo de mostrar “una variedad de establecimientos, a nivel geográfico, cultural y estilístico”, la lista incluye 44 ciudades en 25 países.

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