La reinvención de los mercados porteños

Fuente: La Nación ~ Los mercados de la ciudad parecen abrir el juego al encuentro, a la mezcla de sabores, colores y propuestas. Así, en el último tiempo, la reapertura y renovación de algunos de estos espacios se convierte en una oportunidad para perderse en paseos, degustar delicias variadas y redescubrir el espíritu de la comunidad en cada barrio. Desde BA Capital Gastronómica cuentan que el concepto es mezclar gastronomía y productos frescos, como sucede en los grandes mercados de Barcelona, Madrid y Nueva York, con opciones para diversos paladares. ¿Cuáles son los desafíos de trabajar en un espacio de estas características?

En Córdoba y Callao, el mercado de San Nicolás es una de las recientes reaperturas. Allí conviven los clásicos rubros -verdulerías y carnicerías- con locales gastronómicos que ofrecen pizza, hamburguesas y otros manjares gourmet. Hell’s Pizza -con locales en Palermo y Cañitas- es uno de los que participan de este espacio. Matías Cabrera, socio de Hell’s habla de una tendencia mundial de gente que se acerca a los mercados y destaca sus beneficios. «Creo que toda acción que se pueda generar en conjunto con otras marcas está buenísima. Está muy bueno que las distintas propuestas no se pisan entre sí, sino todo lo contrario», sostiene.

La línea estética del local dentro del mercado se trabajó en sintonía con la identidad de Hell’s Pizza, inspirada en las calles del Soho newyorkino, con un estilo urbano y street-art, murales coloridos y paredes con ladrillos expuestos. «En lugar de tener un local de 200 metros cuadrados tenemos un espacio de 15, pero tenemos nuestra clásica vitrina con pizzas a la vista, los hornos al frente, las canillas de cerveza tirada, pantallas donde se exhibe nuestro menú, la decoración con grafitis, murales y luces de neón», afirma Cabrera. La propuesta gastronómica también se modifica teniendo en cuenta el tamaño del espacio. Así, el socio de Hell’s cuenta que en principio comenzaron con una carta acotada que incluye una selección de las pizzas que más salida tienen y más gustan. A su vez, sumaron una variedad de pizza «fresh market» que va variando con los ingredientes más frescos del mercado.

La Dorita es otro de los locales que dicen presente en el mercado de San Nicólás. Cristina Pedreira, gerente general del local, cuenta que el local dentro del mercado se trabajó respetando el estilo de la marca, que basa su ambientación en las típicas cantinas porteñas con fotos de personajes ilustres, guirnaldas de colores y banderines colgando al frente de la barra de hierro y madera, y los característicos «pingüinos» de vino que sobrevuelan la mesada del local. También señala que hubo que adaptarse y acomodarse a una unidad de negocio diferente, y replantear cosas del menú: «No es lo mismo un local propio que un espacio compartido con otros rubros. Para atraer al público, podemos modificar libremente desde la marquesina hacia adentro y eso nos obliga a ser ingeniosos y originales. El público que entra a un mercado va en búsqueda de diversidad de productos, manteniendo el costo y calidad. Entendemos que eso no lo podemos dejar de lado al momento de diseñar la carta y la ambientación del local», sostiene. La mixtura también tiene sus desafíos: «Conviviendo con los feriantes de siempre, una de las contras que surge está en la diferencia de horarios, ya que los feriantes clásicos cierran sus locales alrededor de las 20, que es justo el horario más fuerte de la gastronomía. Al estar ellos cerrados, no ingresa la misma cantidad de público. Ahí es donde tenemos que salir a trabajar para acaparar un público específico que ingrese sólo para la gastronomía», dice Pedreira.

Martín Bouquet, socio de Joe’s Burgers cuenta que la firma venía trabajando con food trucks antes de tener su primer local, en el mercado de San Nicolás. Joe’s fue diseñado por sus dueños, una pareja de jóvenes emprendedores, que con la ayuda de una arquitecta armaron una propuesta exclusivamente para este espacio. Los dueños de Joe’s buscaron una estética inspirada en los dinners de los años veinte y cuarenta. Además, Bouquet señala que le dieron mucha importancia a transmitir la pulcritud con la que les gusta trabajar: todas las superficies son lavables, en blanco y negro con toques de rojo, jugando con luces cálidas y frías para resaltar los detalles. «Creo que los mercados son una buena posibilidad para tener un local a un costo accesible. Esto ayuda mucho a los emprendedores, a que se la jueguen e inviertan en la gastronomía local. El hecho de estar en un mercado con marcas reconocidas suma a las nuevas marcas y tracciona gente. Los desafíos son invertir en un local que no da a la calle, siendo una marca nueva», concluye.

Modernidad e historia en San Telmo

En el Mercado de San Telmo -situado en Estados Unidos y Bolívar-, el atractivo turístico de la zona invita a dejarse tentar. Fidel Pérez Ochoa, dueño de BierHof cuenta que la identidad de la marca -que tiene su primer local en Palermo- surgió a partir de la idea de implementar en Buenos Aires un biergarten o patio cervecero (terrazas al aire libre con mesas comunitarias muy típicas en Alemania). En este sentido, dice que encontró en el mercado un espacio relajado y distendido, con un patio interno, que encuentra puntos en común con el local original de la marca.

«El mercado tiene mística y BierHof también la tiene, cada uno en su estilo. La particularidad de BierHof Palermo es tener un espacio todo al aire libre. Aunque en días de lluvia o frío se cierre, la idea es que sigas sintiendo que estás al aire libre. El Mercado, al tener techos tan altos y mucha luz natural, da la sensación de que estás en un espacio abierto. Eso nos ayudó para crear un mini BierHof (cómo le llamamos cariñosamente) dentro del mercado», sostiene. Plantas, luces colgantes, mural, espacios comunitarios, metegol y puerta a la calle marcan la estética de BierHof, y Fidel Pérez Ochoa cuenta que Lorena Parra, arquitecta de ambos espacios, hizo un gran trabajo desde ese lugar. Estar en un punto turístico importante de la ciudad, lograr que la propuesta llegue a un público diferente y formar parte de un proyecto que está creciendo y tiene mucho potencial son algunas de las claves que marca el dueño de Bierhof. «El Mercado de San Telmo está logrando conservar lo pintoresco de tener locales de antigüedades, libros y artesanías y combinarlo con una propuesta gastronómica muy interesante para el público», dice.

Maikel & Billy Bagels es otro espacio que abre sus puertas en el mercado de San Telmo con una original opción para disfrutar de las diferentes combinaciones de este popular pan. Su dueño, Esteban Siderakis apuesta a fusionar modernidad y tradición en este espacio. Así, dice, usaron materiales de la época en la cual comenzó el mercado de San Telmo con el objetivo de integrar Maikel & Billy con la historia del mismo. Señala que un desafío importante fueron los colores y los materiales que se debía respetar para continuar con toda la estética general que reina, ya que se trata de edificios y fachadas históricas. «Hay que tener cierta coherencia a la hora de diseñar o decorar el local. Esto es lo que tratamos de hacer, pero dándole un toque propio ya que el producto es algo que está muy de moda por ser un producto rico, ligero y con buen precio. Como receta de años, que resurge, se busca ser consecuente con un edificio de 1890 -que siempre está vigente- y básicamente la idea de nuestro local en cuanto imagen y arquitectura tiene esta misma premisa, tomar lo antiguo y aprovecharlo, no taparlo. Que se cree el equilibrio y la comunicación que buscamos», afirma Siderakis.

Una impronta diferente

El ambiente que se respira en los mercados puede ser un incentivo para abrirse a una nueva manera de encarar las propuestas con un estilo que invite a otro tipo de consumo y degustación. Darío Muhafara, dueño del mítico restaurante de cocina asiática Green Bamboo, cuenta acerca de su experiencia en el Mercado de Belgrano -en Juramento y Ciudad de la Paz-, donde se instalaron con una propuesta distinta, en sintonía con la energía de Green Bamboo, pero con innovaciones acordes al espacio. «A partir del concepto de mercado comunitario nuestra idea fue revisar la propuesta de Green Bamboo y amplificarla para este tipo de espacios no convencionales desde la mirada del restaurante», dice. Así, la comida callejera, el puestito y el chiringo son las claves de Kho, la propuesta dentro del mercado que remite a un espacio callejero.

El dueño de Kho y Green Bamboo cuenta que en el caso de Kho, al ser un espacio pequeño y sin instalaciones de gas, la propuesta se adapta y surgen cambios en el menú, con platos que no necesiten llama. En un espacio lleno de color y con detalles únicos, el menú incluye platos de países asiáticos ideales para comer al paso o para llevar. La carta es corta y rotativa, ofreciendo entre ocho y diez platos diarios que varían semana a semana. Además, desde las estanterías de su almacén pueden adquirirse productos envasados como fideos de arroz, leche de coco o pastas de curry.

«Los mercados suelen tener una convivencia entre comerciantes que están desde hace una o dos generaciones y los nuevos que venimos a continuar o a refrescar la propuesta. Esto conlleva diferencias de criterios. El trabajo de integrar ambas partes es todo un desafío en sí mismo y si no se resuelve puede hacer la diferencia entre el éxito y el fracaso. El gran desafío es cómo volver el mercado atractivo a la gente joven. El beneficio es que los mercados tienen un gran potencial, están insertos en el corazón de cada barrio y son accesibles a la compra diaria de la gente, con una escala humana que no posee el supermercado», concluye Darío Muhafara, quien sostiene que estos espacios pueden convertirse en excelentes paseos cuando la propuesta es sólida.

Lo que viene

Más allá de la oferta existente, la ciudad porteña tiene espacio para nuevas propuestas. De hecho avanza la construcción de Mercat Villa Crespo, un proyecto que busca convertirse en una parada obligatoria para todo aquel que viva o visite Buenos Aires. Es un mercado tradicional que se refuncionalizará para estar a la vanguardia comercial. «El proyecto plantea una dinámica de comercial mixta, esto quiere decir que el vecino pueda realizar sus compras habituales y también tenga la posibilidad de vivir una experiencia gastronómica. La carnicería además de vender sus cortes tendrá una parrilla, la verdulería en verano venderá jugos y en invierno sopas y la pescadería hará también sushi», comenta Marcelo Pirogovsky, creador de Mercat Villa Crespo. Y agrega: «Nuestra prioridad es que el mercado esté integrado por las propuestas más interesantes para los consumidores y visitantes en términos de calidad, precio y cercanía. Para ello, además de realizar un proceso de curaduría y selección no sólo de espacios y de alimentos tenemos contemplado acompañar a los productores en el desarrollo de su espacio con formatos ?exibles, no sólo para que puedan exhibir su mercadería y ofertas gastronómicas de la forma más conveniente, sino también con un modelo de contratación que mejor se adapte a las características de su negocio».

El proyecto que planea abrir sus puertas en enero próximo y que demandará una inversión de $40 millones tendrá una superficie estimada de 2700 m2 y estará dividido en tres plantas. «No se cobrará un alquiler mensual como en cualquier negocio de renta, los locatarios pagarán únicamente el 12% bruto de su facturación. El período del alquiler puede ser de un año o más, dependiendo de las necesidades de cada productor, que serán analizadas al momento de realizar la curaduría de cada productor», concluye.

Tras reunión con Alberto Fernández, Narda Lepes llamó a cambiar hábitos para atender la crisis alimentaria

Fuente: Ambito ~ La chef Narda Lepes, quien este viernes se sumó a la reunión del Plan Argentina contra el Hambre, que encabezó el presidente electo Alberto Fernández llamó a producir un «cambio de hábitos» para atender la «crisis alimentaria».

En diálogo con NA, la referente de la Asociación de Cocineros y Empresarios Argentinos Ligados a la Gastronomía Argentina (ACELGA) contó qué la llevó a involucrarse con la iniciativa del próximo jefe de Estado.

«Fui a escuchar y a informarme. Si alguien cree que tengo algo que aportar, estoy», subrayó Lepes, quien precisó que uno de los conceptos que vertió en la reunión fue la diferencia entre «alimento versus lo comestible».

En ese sentido, remarcó que «no hay nada que señale la diferencia al público» y destacó que «hay que lograr que de alguna manera verduras, frutas y legumbres lleguen a la mesa y se consuman».

Y añadió: «Los alimentos que tenemos que promover y los que tenemos que consumir más son los frescos elaborados por humanos. Los vegetales necesitan humanos y viceversa».

Respecto al panorama actual, Lepes advirtió que «la crisis alimentaria impacta más en los niños» y lamentó «el nivel de desinformación con respecto a la comida con el que crecen», así como también «el desperdicio de alimentos».

«Del hambre no me atrevo ni a hablar, ni a opinar. Pero sí de la poca esperanza en el cambio de hábitos si no se cambian las cosas. La palabra `saludable´ por sí sola no alcanza para nada», subrayó.

En ese sentido, agregó: «Si no pensamos al alimento como algo integral y descentralizado desde su producción en campo o valor agregado, no avanza ningún cambio. Hay que rever y pensar en cambios profundos en concepto, algunos drásticos y urgentes».

En medio de políticos, sindicalistas y empresarios, su presencia en la reunión del Plan Argentina contra el Hambre llamó la atención, lo que le permitió al presidente electo, Alberto Fernández, destacar que se trata de una iniciativa cuyo éxito depende del involucramiento de todos.

«Una amiga me escribió y me dijo: `Narda quiere colaborar en este tema´. La mandé a llamar en el acto. Acá no hay espacios estancos», manifestó el futuro mandatario durante el encuentro llevado a cabo el pasado viernes en sus oficinas del barrio porteño de Puerto Madero.

Acerca de la participación de Narda Lepes en el encuentro, Alberto Fernández reiteró este sábado la importancia de su aporte y señaló: «Nos explicó que el problema de la Argentina no es esencialmente el hambre, sino lo mal que se come. No todo lo comestible es alimento».

«Nos dijo que en el Plan tenemos que acostumbrar a los argentinos a comer bien, que se alimenten y no sólo puedan saciar el hambre», agregó el Presidente electo en declaraciones a AM 750.

Conociendo los Proveedores del sector, el «Quienes Somos» de Hector Mancini

Fuente: Guía@Gastronómica ~ Somos una Empresa familiar con 35 años de experiencia en el mercado. Contamos con un importante reconocimiento en el ámbito Hotelero y Gastronómico del país y Latinoamérica.

Atendemos de manera integral a Hoteles, Hospitales, Clínicas, Restaurantes, Lavanderías industriales y espacios para eventos.

Siempre a la vanguardia de los últimos desarrollos en nuestro rubro, ofrecemos propuesta de calidad y buen gusto, acompañadas de un trato cordial y esmerado.

Es una de nuestras premisas establecer una relación duradera con nuestros clientes, que nos permita optimizar el resultado de nuestros negocios, haciendo uso del valor agregado de una relación duradera basada en la honestidad.

Mantelería: Numerosas propuestas que se adaptan a la necesidad de cada cliente. Distintos géneros, terminaciones y colores, en telas lisas y Jacquard, con fibras de algodón, algodón poliéster, poliéster y lino.

Indumentaria: Indumentaria para Chef, Personal de Salón, spa, mucamas, personal de maestranza. Diseñamos a medida según necesidades del cliente

Sabanas: Géneros importados en algodón poliéster y puro algodón, percales y satenes desde 180 a 400 hilos. Una amplia gama de artículos para atender las necesidades de cada cliente.

Contacto
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Buenos Aires – Argentina
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Ferran Adrià: “El 80% de los chef más importantes del mundo son herederos de El Bulli”

Fuente: Clarín ~ El aclamado chef español Ferran Adrià, que se encuentra centrado en nuevos proyectos de innovación, defendió en Buenos Aires el legado de su restaurante El Bulli, del cual consideró que el 80 % de “los cocineros más importantes del mundo son herederos” aún después de que cerrara sus puertas en 2011.

En un encuentro con la prensa tras participar en el Fórum Excelencia, el catalán analizó la situación actual del sector de la restauración y habló de elBulliFoundation, la iniciativa con la que ha renovado sus metas, entre ellas la creación de un laboratorio creativo que echará a andar el próximo 10 de enero en el espacio que antes ocupaba el restaurante.

“Yo estoy encantado de ser cocinero, y ahora con el nuevo proyecto haremos cositas y tal pero simplificando, me apetece más crear a creadores que crear platos”, aseguró.

Adrià aclaró que ahora no se dedica a la cocina, sino “a la innovación, a la teoría”.

“Si quieres hacer ciencia para curar la gripe, la gente que hace esto -médicos o investigadores- coge mucha ciencia básica y gracias a esto lo hacen. Nosotros estamos en la parte esta que es una parte muy oscura que cuando tú lo escribes y la gente normal que me conoce como cocinero dice ‘este tío que está diciendo’”, expresó.

El cocinero, que se mostró entusiasmado con su nuevo proyecto, también recordó su etapa al frente de El Bulli -que se encontraba en la localidad catalana de Rosas-, con el que ganó cinco veces el premio al “Mejor restaurante del mundo”, y cree que la clave es que no fueron “dogmáticos”.

“Los cocineros más importantes del mundo son herederos de El Bulli hoy, el 80 %. El problema que hay es cuando la gente asocia esto a la espuma y tal. Los herederos de El Bulli son los que piensan, simplemente. Ya sé que parece tonto, pero antes no pensábamos los cocineros, reproducíamos sin pensar. Entonces lo que hizo El Bulli fue decir ‘haz lo que te dé la gana, pero piensa’”, explicó.

Para el chef, en esos años se llegaron a niveles muy experimentales, tanto “que hoy en día es extraño”.

“Es verdad que como challenge (desafío) hacer una revolución, algo disruptivo en nuestro sector es muy difícil. Hay un consenso mundial y en los últimos quince años no hay nada de disruptivo”, sostuvo Adrià.

De hecho, consideró que la revolución más importante que se está produciendo en el sector de la restauración se da en el campo de la gestión.

“No sé aquí (Argentina), pero en España los chicos y chicas que montan negocios empiezan a estar concienciados de que un restaurante es una empresa, no es una cosa bonita, y tienes que saber de gestión”, manifestó el chef.

Asimismo, el célebre cocinero hizo una reflexión sobre la fama en su profesión: “Todos somos vanidosos. El concepto este de chef ‘rockstar’, todo eso es un cuento chino. Hay cuatro que salen en la tele, si tú quitas los que salen en la tele la mayoría en sus negocios viven normalitos”.

Gastronómicos confían en que este fin de semana será mejor que el feriado del 12 de octubre

Fuente: 0223 ~Es debido al alto nivel de reservas, que alcanza el 75% y podría subir en el transcurso de los días. Sin embargo, hay poco personal extra contratado para reforzar el servicio en restaurantes y hoteles.

Debido al buen nivel de reservas hoteleras, que por ahora alcanzan el 75%, desde la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (Uthgra) expresaron sus buenas expectativas para el fin de semana largo.

En diálogo con 0223, Nancy Todoroff, representante de la Uthgra en Mar del Plata confió que este próximo fin de semana “será mejor que el anterior” y espera “que sirva para concretar reservas para la temporada”.

“El del 12 de octubre hubo solo consultas sobre reservas para la temporada. Muchos turistas llaman a último momento, esta es una modalidad que se repite desde hace ya dos años”, dijo la dirigente que mencionó que en este contexto, “hay poco personal extra solicitado” para reforzar el servicio en  restaurantes y hoteles.

“Creemos que será mejor que el feriado anterior, el tema también es el consumo,  la gente se cuida mucho en lo que respecta a gastos”, razonó.

Por su parte el secretario gremial del Sindicato de Empleados de Comercio local, Darío Zunda, aseguró que a pesar de este alto nivel de reservas hoteleras, “no hay pedido por nuevos puestos de trabajo”.

“Por ahora todo está bastante más que tranquilo. Todo el año fue igual. La última vez que se vio el pedido de más personal fue hace unos 5 o 6 años atrás”, cerró el referente mercantil.

Mixers de alta gama reformulan la coctelería

Fuente: La Nación ~ Hoy un gin tonic puede ser muchos gin tonics diferentes (y lo mismo puede decirse de muchos otros tragos convencionales). Pero no se trata solo del estilo particular que imprime cada bartender, capaz de convertir un cocktail clásico en uno de autor, sino del hecho de que incluso los amantes de la coctelería disponen de una variedad cada vez más amplia de productos para explorar el mundo de las bebidas. La aparición de mixers locales e importados -entre los que se destacan diversas versiones de agua tónica, ginger ale o ginger beer- se suma a la cada vez más amplia diversidad de espirituosas, sentando las bases para un nivel de tragos que juega en una categoría cada vez más alta.

«A los bartenders nos sirve que aparezcan cada vez más ingredientes para tener más versatilidad para crear cocktails, pero creo que este tipo de productos le suman mucho más al consumidor, que puede preparar diferentes cocktails con mayor facilidad solo comprando un mixer», opina Sebastián Atienza, bartender del bar 3 Monos, donde días atrás se realizó la presentación en sociedad de los mixers ingleses BritviC, que incluyen: Indian Tonic Water, Ginger Ale, Tomato Juice y Ginger Beer. «Por ejemplo, un Moscow Mule necesita una ginger beer que ahora con estas gaseosas no tenés que tomarte el tiempo de elaborarla y podes prepararlo súper fácil en tu casa; lo mismo con un Bloody Mary y el jugo de tomate. Todo lo que acerque al cliente a la coctelería y a las barras es positivo».

«Creo que el consumidor esta habido de poder recibir nuevas opciones y no más de lo mismo. La diversidad abre paso justamente a que los consumidores y, por qué no decirlo, nuevas generaciones puedan entender que hay más allá de lo establecido en determinados mercados», opina por su parte Franco Cabachi, reconocido bartender peruano que actualmente oficia de brand ambassador de BritviC.

La posibilidad de elegir

Hoy las barras porteñas son la vidriera en la que se percibe esta nueva oferta de mixers. En las de Vico, en sus dos locales en Palermo, así como es destacable el gran número de opciones de espirituosas, con muchas opciones súper premium, que permiten elegir con qué gin o whisky o vermut preparar un cocktail, también es posible elegir las tónicas y los mixers para acompañarlos, a partir de la reciente llegada de Fentimans, marca de mixers ingleses que suma sus etiquetas -Connoiseurs Tonic Water, Curiosity Cola, Ginger Ale y Victorian Lemonade, entre otras- a los productos locales.

«En España, Inglaterra o Estados Unidos es usual que, además de la carta de cócteles, te ofrezcan distintas opciones de tónicas o mixers para acompañarlos en una barra -comenta Gabriela Vinocur, socia de Vico y de Coyanco, distribuidora que trae al país Fentimans-. Teniendo en cuenta esta tendencia, en los últimos años se abrió una creciente oferta de tónicas que fue muy bien recibida por los bartenders y los consumidores de estas bebidas, lo que permitió que lo que empezó como una moda ya sea una modalidad de consumo instalada».

Incluso barras de restaurantes como Orilla o Narda Comedor ofrecen hoy esta posibilidad de que el amante de la coctelería encuentre productos de alta gam acordes a su propuesta de alta gastronomía. Así, quienes optan por gins súper premium como Bulldog, Mare o The Botanist a la hora de solicitar un gin tonic, encuentran como contraoferta de parte del bartender la posibilidad acompañar ese salto en calidad con una variedad de aguas tónica de diferentes cualidades.

«En argentina el consumidor es cada vez más exigente en cuanto a lo que quiere y le gusta -sostiene Atienza-. Tonica más amarga o más dulce, con más o menos burbuja ya son cosas que te piden los clientes en las mejores barras del país»

«Hay un consumidor que esta buscando de manera constante la premiunización -coincide Cabachi-. El solo hecho de percibir un valor agregado sobre equis producto que ya hay en el mercado puede que sea determinante para poder elegirlo».

Otro bar notable que se transforma: tras 70 años, el Café Roma cambia de dueños, pero mantendrá su esencia

Fuente: Clarín ~ Este jueves es el último día de Jesús y Laudino detrás de la barra. Una despedida tras casi siete décadas de comandar un bar notable en el Abasto. Sus 91 y 83 años ahora pesan, y estos primos asturianos decidieron pasarle la posta a otra gente. El lugar volverá a abrir sus puertas en febrero, de la mano de cuatro emprendedores gastronómicos, entre los que está Julián Díaz, que ya recuperó Los Galgos. “Roma no cierra. Está construyendo el futuro de su historia”, dirá el cartel que cuelguen este viernes los recién llegados.

El Café Roma está en Anchorena y San Luis desde 1927, cuando ni siquiera había comenzado a construirse el edificio definitivo del cercano Mercado del Abasto. El dato figura en el primer libro de actas del bar, iniciado el 17 de agosto, la misma fecha en la que se conmemora la muerte de San Martín. Un personaje histórico que en este lugar tiene espacio de privilegio: su figura gobierna una de las paredes color durazno, en un cuadro con marco comprado por una clientela agradecida.

“Estamos cansados. Son 67 años”. La respuesta de Jesús Llamedo es quizás menos romántica que lo que los más nostálgicos quisieran escuchar, pero alcanza y sobra para explicar por qué él y su primo Laudino Pruneda prefieren colgar los guantes o, en su caso, el guardapolvo y el repasador.

Trabajan de lunes a viernes hasta las 19. Jesús llega a las 8.30. Laudino, más joven, a las 7. Ni siquiera tienen fin de semana completo: los sábados preparan tostados y cafés hasta pasado el mediodía. Así hace casi siete décadas. Son los únicos que atienden el bar y, también, uno de los principales motivos por los que la gente vuelve.

“Alquilé el fondo de comercio en 1952, a gente que venía de Navarra. Antes yo había atendido otro bar en Parque Patricios con mis tíos, y después estuve dos años en La Embajada, en Santiago del Estero e Hipólito Irigoyen, que todavía está”, cuenta Jesús, mientras Laudino corta fiambre para hacer un sándwich. Justamente, fiambrería era uno de los rubros del Roma en sus inicios, junto con el de despacho de bebidas y almacén.

En los años previos a que Jesús tomara el negocio, el café pasó por distintos dueños, entre los que nunca hubo un italiano, pese a lo que podría hacer creer el nombre del lugar. En 1953, un año después de que tomara el bar Jesús, se sumó Laudino, que con 17 años se convirtió en colega y socio.

Desde ese tiempo hasta ahora, Roma fue testigo de todo: de gobiernos de derecho y de hecho, de mundiales vistos en cocina al fondo con parroquianos de confianza, de disputas en el metegol que luego sería removido, cuando los prohibió Aramburu, de filmaciones de series como El Garante, del correr de litros de cerveza a hielo, de las charlas de hombres que se acodaban al estaño durante horas, escapando de una casa familiar tan chica como pieza de conventillo.

También vio pasar a visitantes ilustres, como Norma Aleandro, María Vaner, Leonardo Favio y Luis Alberto Spinetta, cuenta Jesús. De hecho, relata, fue el Flaco quien le sugirió que este café debía ser notable, título que finalmente obtuvo en 2014.

Pero toda esta etapa llegará a su fin el viernes, cuando los nuevos administradores del café tomen posesión del local, para terminar de definir los detalles de la obra, que arrancará en diciembre. Son Sebastián Zuccardi, Martín Auzmendi, Agustín Camps y Julián Díaz, el mismo equipo que fundó en Chacarita el bar La Fuerza, elegido por la revista Time entre los 100 lugares del mundo para visitar.

Díaz sabe de qué se trata recuperar cafés notables: junto a la ilustradora y diseñadora Florencia Capella, reabrió a fines de 2015 el bar Los Galgos, un clásico de Callao y Lavalle. Para eso, reconstruyeron el local con materiales originales y le dieron una vuelta de tuerca a la propuesta gastronómica.

La idea en Roma también es ampliar y modernizar la carta, aunque preservando casi sin cambios la estética y el espíritu del bar. “La clave es que se mantenga tal cual, con todo lo que enamora: sus botellas características, sus mesas y sillas, su cuadro de San Martín, su grifo con cuello de cisne. Por eso va la gente, no lo vamos a sacar”, aclara Díaz.

Es esta autenticidad, esta postal típica sin impostaciones, lo que atrae a quienes frecuentan el Roma. “Entrar allí es viajar al pasado. No se trata de la puesta en escena de otros cafés notables ‘vestidos’ a semejanza del pasado con ropa prestada o con olor a pintura fresca. No, el Roma envuelve los cinco sentidos con su vejez auténtica y sufrida”, escribió hace tres semanas el periodista Damián Profeta en su cuenta de Instagram @cafesnotablesok.

Lejos de romper entonces con sus componentes más genuinos, la obra prometida se enfocará en lo que no se ve más que en lo que está a la vista: baños, ventilaciones, instalación eléctrica y sanitaria, “porque tienen muchos años de desgaste”, explica Díaz.

El estudio a cargo es el mismo que trabajó en Los Galgos, CHD. “La similitud entre ambos proyectos es la búsqueda de reivindicar una calidad y una identidad ligadas a las tradiciones porteñas, y que en el caso de Roma hacen a la diversidad de un barrio con un cruce de colectividades impresionante: italiana, española, luego judía, peruana -enumera Díaz-. Hay una mezcla cultural que nos encanta”.

Es sobre esa búsqueda identitaria que trabaja Auzmendi, quien reconstruye pieza a pieza la historia del bar desde sus inicios, e indaga en el origen mismo de su nombre. “Balvanera era un barrio donde la proporción de italianos era mayor a la de otros barrios porteños. Creemos que por eso el café se llama Roma, como una forma de ser atractivo para la población mayoritaria de acá“, razona este emprendedor y autor, que también cocreó la maratón de comedores de pizza al corte #Muza5k.

Además de entrevistar a gente del barrio y bucear en papeles administrativos y recortes de diario, Auzmendi también habilitó la cuenta de Instagram @romadelabasto, para quien quiera hacer llegar sus historias en el bar. Pero también, sobre todo, para mostrar el proceso de puesta en valor del lugar hasta su reapertura, en febrero.

Aunque ya no trabajen allí, Jesús y Laudino planean seguir yendo al café, algo que los nuevos dueños apoyan: “Queremos que sigan estando en el lugar, sin trabajar, pero quedándose todo el tiempo que quieran”, resalta Díaz. El que sí dejará el bar, al menos durante la obra, es Roma el gato. Además de enamorar a los clientes, la mascota mantiene lejos a los gorriones, que años atrás “entraban y hacían un desastre”, cuenta Laudino.

“Vengo por el gatito, y también por Jesús y Laudino, que son entrañables”, dice y se ríe Juan Carlos Yamamoto (62), que vive cerca pero conoció el bar recién hace tres meses. A dos mesas de distancia, Diego Pérez Lozano (56) empuja un árabe de tomate y queso con un cortado en vaso pequeño. Él sí viene desde hace tiempo, “por lo menos 15 años”, muchas veces entre clase y clase de Diseño Gráfico, que dicta en la cercana Universidad de Palermo. “Acá me pasaron muchas cosas, hasta me enteré de cuando murieron mis padres. Forma parte de mi vida”, admite. Y muestra todo el espacio que puede ocupar un café notable en la memoria emotiva individual y colectiva.

El cordero misionero fue la estrella del primer encuentro gourmet

Fuente: Misiones On Line ~ Reconocidos chefs de la región y extensionistas del INTA y el IFAI expusieron distintas maneras de depostar, cortar y cocinar carne de cordero en un evento realizado hoy con el objetivo de promover el consumo de ese producto.  Como estrategia para mejorar la comercialización, se destacó la necesidad de llegar al mercado con cortes y no solo con el animal entero. Los cocineros ofrecieron alternativas para consumir partes del animal que por lo general son desaprovechadas.

El ganado caprino se consolida como una alternativa productiva, especialmente entre pequeños productores del sur de la provincia. Una de las claves para el crecimiento de este tipo de ganadería es que da mejores resultados que los bovinos en pequeñas superficies.  Susana Rodríguez, extensionista Instituto de Fomento Agroindustrial (IFAI) de Misiones lo explica con una ecuación muy sencilla: “con buen manejo podés tener 10 corderos en una hectárea, en el mismo lugar que con suerte podrían tener a un solo ternero”, explicó.

En los últimos tres años, la cantidad de corderos en manos de pequeños productores pasó de unos cientos a más de 5.000. “Los productores que están más comprometidos pasaron de 30 a 200 cabezas. La cuenca aumentó muchísimo”, indicó Rodríguez.

El mayor desafío para que la actividad continúe creciendo pasa ahora por promover el consumo y mejorar distintos aspectos relacionados a la comercialización. El IFAI dio un paso importante este año al dedicar un puesto del Mercado Concentrador de Posadas a la venta de cordero, vía a través de la cual se venden actualmente unos 120 animales por mes.

Con el mismo objetivo de promover el consumo, se realizó hoy el Primer Encuentro Gourmet del Cordero Misionero en el salón del complejo Allaité, en Garupá. La jornada comenzó con una exposición a cargo de extensionistas del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en la que se explicaron distintas maneras de depostar un cordero.

El asunto resulta relevante porque hasta ahora casi todos los pequeños productores solamente venden los animales enteros, que por su alto costo y difícil manipulación resulta una opción poco atractiva para el común de los clientes.

“Lo importante es que empecemos a entender que el cordero a la parrilla no es la única opción, porque es muy rico pero no se puede hacer todos los días. Tenemos que trabajar para incorporar al cordero a la mesa diaria y para eso hay que venderlo trozado y tiene que estar bien cortado para que después sea más fácil cocinarlo”, indicó Luis Rivero, extensionista del INTA Mercedes.

Además de la facilidad en la manipulación y el almacenamiento de la carne (no es fácil encontrarle lugar en el frezer de un hogar a un cordero entero) el costo es otro motivo para vender al animal trozado. “Hoy un cordero vale 3500 pesos, nadie tiene esa plata para comprarlo entero, pero si lo ofrecés en pedazos más pequeños también el costo baja y resulta más fácil vender”, argumentó.

El técnico lamentó que a pesar de que todos los productores coinciden respecto a la necesidad de vender trozado el cordero, casi nadie lo hace.

La comercialización del animal por partes también permitiría faenar animales más grandes, lo que resultaría en una mayor rentabilidad para el productor. “Saldríamos de un cordero típico de 8 a 10 kilos a un animal de 15 a 20 kilos. Ese productor va a tener más carne por animal, va a ser más eficiente y va a tener mayor rentabilidad”, explicó el técnico.

Después llegó el momento de las sartenes y las cacerolas. Los chefs Ulises Baez, Santos Leguiza, Gabriela Machel y Facundo Tenaschuk se calzaron sus delantales y cocinaron en vivo con la premisa de utilizar cortes no tradicionales. “Queríamos mostrar que todo el animal se puede aprovechar”, señaló Facundo Tenaschuk, quien preparó distintos platos utilizando cogote y vísceras de cordero.

Para Tenaschuk el desarrollo de la cría de corderos en Misiones resulta una gran noticia para los cocineros de la región porque aporta una materia prima con un sabor muy característico y muy buenas propiedades nutricionales. “Es un animal que come lo que sea y todo lo asimila en carne, tiene buena grasa. A diferencia de los corderos patagónicos o del centro del país, el de Misiones tiene un sabor un poquito más intenso por las hierbas que come. La alimentación del animal en el campo es distinta. El cordero patagónico come hierbas de un suelo más salino, eso se nota en la carne, el mismo animal acá come hierbas que crecen en un suelo más ferroso”, explicó.

Advirtió empero que su consumo todavía no está extendido.  “Si uno dice cordero en Argentina uno piensa en Córdoba, Santa Fe o el Sur, hay que animarse a probar también el de Misiones, no es algo cotidiano por eso se hacen estos eventos para aprender a aprovechar todos los cortes del animal”.

Ferrán Adriá: «No es lógico que en la Argentina la parrilla no haya evolucionado»

Fuente: Clarín ~ «Yo ya lo he consigo todo, lo logré casi todo. Cumplí sueños impensados, fui premiado y reconocido, tengo prosperidad, todo inimaginable, pero lo he alcanzado. Entonces, ¿para qué me levanto cada mañana? Para buscar desafíos, para ir por más innovaciones, para crear a los mejores creadores. Es lo que hoy me desvela».

Lo dice el número uno de la gastronomía, el catalán Ferrán Adriá, quien vino por un puñado de horas a Buenos Aires para participar del Forum Excelencia, en el que brindó una charla sobre la innovación en relación con la eficiencia.

«Hacemos cosas que no pensamos demasiado y pueden funcionar más o menos bien. Pero si queremos algo importante, si queremos jugar en las grandes ligas, necesitamos imaginación, creatividad, innovación y mucha dedicación», fue el comienzo de su ponencia.

«Llevamos más de dos millones de años cocinando en esta tierra. Y yo, oportuno -acota con ironía- me iba a dedicar a esto, a la cocina, entonces pensé: ‘¿cómo hacer algo distinto, disruptivo?’. Me puse a estudiar, a pensar en cómo crear en un mundo en el que ya estaba todo inventado«, argumenta el creador de la llamada cocina molecular, que deja un consejo a modo de advertencia: “No miren la innovación como algo divino que viene del cielo; te pones a trabajar, aprendes, haces, trabajas, estudias… y así”.

Si se habla de Ferrán Adriá, hay que hablar de El Bulli, un restorán de Cataluña, que estuvo abierto entre 1962 y julio de 2011, y fue conocido internacionalmente por la labor gastronómica desarrollada por los cocineros españoles Ferran Adrià y Albert Adrià. Ferrán entró en 1984 y el El Bulli -nominado cinco veces como mejor restaurante del mundo- logró una tercera estrella Michelín en 1997 y un enorme reconocimiento internacional por su gastronomía innovadora.

Para Ferrán Adriá hay que pegar el volantazo. «Sólo llegan los que se preparan, los que tienen capacidad de trabajo, innovación y gestión. Los que arriesgan con alguna locura». Foto German Garcia Adrasti

Considerado por la revista Time como una de las cien personas más influyentes del mundo, Ferrán Adriá cree que tanto la innovación como la creatividad, «ambas vertientes muy importantes de un mismo camino, hay que entenderlas de una forma holística: desde su relación con la ciencia como con el mundo del arte, pasando por la publicidad, el marketing, la arquitectura o el diseño».

Una vez terminada su exposición, en el Palacio de las Aguas Corrientes, el catalán de 57 años conversó con Clarín y su primera reflexión ante la consulta es inapelable: «Los cocineros debemos dejar el ego de lado y tener un poquito de humildad. Por empezar dejemos de dar lecciones de cómo mejorar el mundo. Y yo tengo parte de la culpa».

-¿Por qué lo decís?

-Porque ellos, nosotros, parece que tenemos respuesta para todo. Y hay mucha gente que la está pasando mal en el mundo, hay 4.000 millones de personas que ganan dos euros por día y los cocineros hablan y opinan como expertos, como si fueran Bill Gates.

-¿Qué hay con eso de que se creen rock stars?

-Los que se lo creen son cuatro o cinco, esos que salen en la tele, el resto es un cuento chino. Sí hay muchos chefs que dicen que ganan millones como los futbolistas, pero nada que ver. Somos muy pocos los privilegiados. Restoranes como El Bulli hubo contados con los dedos de una mano. Hay que tener cuidado con lo que se dice…

-¿Por qué?

-Porque después chicos y chicas dicen que quieren ser chef por la fama y el dinero, y sólo llegan los que se preparan, los que tienen capacidad de trabajo, innovación y gestión. Los que arriesgan con alguna locura.

-¿Locura?

-​Sí, el que se sale del molde, el que rompe las estructuras. Hoy falta valentía para hacer algo disruptivo.

-¿Cómo ves al mundo de la gastronomía mundial?

-Medio estancado, no ha habido una innovación importante en los últimos 35 años. Recién hace unos años el cocinero dejó de trabajar de manera automatizada para ponerse a pensar y eso es gracias a El Bulli, que ha formado a cocineros y hoy esos cocineros ahora piensan -reitera-. Antes no pensábamos, solamente reproducíamos.

-¿El Bulli les dio esa capacidad?

-Por supuesto. Piensen en lo que quieran, pero piensen, tómense su tiempo, piensen y elaboren.

-Ese estancamiento, ¿lo ves en Argentina?

-Me parece que no es lógico que no haya una evolución alrededor de la parrilla.​ Argentina es el país número uno a la hora de cocinar parrillas, pero desde 1998 que vengo aquí, no veo un crecimiento. Quizás es una decisión no querer cambiar nada y me parece respetable.

-¿Te parece que la parrilla no ha evolucionado?

-Bueno, no en la proporción que esperaba, pero no soy quién para opinar, yo vengo aquí cada tanto. Me permito decir que por una cuestión de lógica, debió haber una explosión con las parrillas argentinas, nada más. Pero, a la vez, ¿por qué tiene que evolucionar? No es obligatorio.

-Aqui una parrilla, algo que parece tan simple, fue elegida en la lista The World’s Best 50 Restaurants y se encuentra entre las mejores del mundo…

-¿Tu caminas aún? ¿Y también viajas en avión? Es genial la cocina molecular y también una parrilla. En definitiva, se impone la calidad.

-El Bulli cerró el 30 de julio de 2011. ¿Se extraña la adrenalina propia del restorán?

-Viajé anoche de Madrid a Barcelona, llegué esta mañana a Buenos Aires y me vuelvo en unas horas. Te parece poca adrenalina. Pero si cerré el restorán, es porque estoy fascinado con esta nueva faceta, de lo contrario no lo haría.

-¿Por qué cerró?

Porque me apetece más crear creadores que crear platos, que hice durante muchos años miles y miles. Porque llegamos a un límite, no pudimos seguir, no pudimos ir más allá. Nos fuimos con 2 millones de personas en lista de espera.

-Es como quien baja una obra de teatro en pleno éxito…

-Algo así. Y si yo hablo de riesgo, locura y disrupción, tengo que predicar con el ejemplo. No queríamos prostituirnos, buscamos morir con las botas puestas.

-¿Por qué «prostituirnos»?

-Porque en un momento, hay que decir basta, poner ese límite y decir hasta aquí. Ni por más dinero del mundo.

-Cómo recordás aquel 30 de julio de 2011?

-Como el día más feliz de mi vida. Compruébalo en Youtube, entrando a «Last vals». Allí tenés mi respuesta.

Un argentino y un venezolano, detrás del mejor restaurante nuevo de EE.UU

Fuente: La Nación ~ WASHINGTON.- Antes de abrir, cuando ya estaba todo listo luego de varios meses de preparativos, Ezequiel Vázquez Ger y Enrique Limardo juntaron al personal de Seven Reasons y les dijeron lo qué querían lograr: ser el mejor restaurante de la ciudad. Uno de los empleados miró a su alrededor, y les preguntó: «¿Ustedes tienen plata para pagar todo esto?». Apenas seis meses después, el Washington Post cumplió su anhelo: les dio el primer puesto. Y hoy, un mes después, la revista Esquire lo eligió el mejor restaurante nuevo de todo el país.

Detrás de ese ascenso vertiginoso aparece el talento y el empuje de una sociedad atípica entre un argentino, Vázquez Ger, y un venezolano, Limardo, que tejieron un éxito inédito con impronta inmigrante en la pujante y cada vez más sofisticada arena culinaria de la capital de Estados Unidos.

Seven Reasons había despuntado meses atrás en una comida que se transformó en un anhelo, y marcó el inicio de una amistad entre Vázquez Ger, un economista devenido en consultor político, y, luego, en emprendedor, y Limardo, un reconocido chef venezolano que trajo a Washington sus innovaciones en las tradiciones de la cocina latina. Es un vínculo «perfecto», en las palabras del argentino.

«Yo no sé absolutamente nada de cocina, y él no sabe absolutamente nada de números. Yo le digo todo sobre cómo están las finanzas, él me cree; él me dice todo lo que está haciendo en la cocina, y yo le creo», bromea.

Vázquez Ger recibe a LA NACION unas horas después del mediodía de un día de semana en Seven Reasons, que este año abrió sus puertas sobre la avenida 14 de la ciudad, una calle ancha que antaño era un epicentro para las las drogas y la prostitución, y ahora está tapizada de bares, restaurantes, edificios modernos y comercios. El restaurante de dos pisos, paredes de ladrillo visto y sillas de cuero está vacío, pero ya hay movimiento. De fondo suena la música latina mientras cocineros, mozos y el resto del personal -todos jóvenes, y muchos de ellos, también latinos- se preparan para la noche. Desde que el Post lo ungió como el mejor restaurante de la ciudad, las reservas se dispararon. Lejos quedó un inicio fue difícil, cuando el restaurante, de hecho, estuvo a punto de naufragar: casi todos los primeros inversores que había reclutado pacientemente Vázquez Ger desaparecieron cuando les pidió que firmaran y transfirieran la plata.

«La gente, emocionadísima», recuerda, al hablar de las reacciones al proyecto. «Si, qué divertido, invertimos en el restaurante, el plan es totalmente profesional, está bien sustentado, si, vamos a invertir. Listo. Necesitábamos un millón cien, calculamos que teníamos unos 800, 900 confirmados y el resto lo íbamos a conseguir. Firmamos el contrato de alquiler acá. Teníamos que pagar alquiler el día uno. El día que firmamos el contrato, mandó los documentos a estos posibles inversores que yo creía que estaban confirmados para que firmen y hagan las transferencias, y 90 por ciento se me cae», recopila. Corría junio de 2018. «Así estuvimos hasta diciembre. Al final, conseguimos la plata», cierra.

Primer día

Seven Reasons abrió el 16 abril. «Lo primero que le dije a Enrique es que, si vamos a hacer esto, nuestro único objetivo es convertirnos en el mejor restaurante de Washington. Yo no estoy dejando todo para hacer un restaurante más, estoy dejando todo para ser el mejor. Si no, no me meto. Él, feliz», comenta el argentino. Para Limardo, Vázquez Ger era el socio ideal. Antes de arrancar, juntaron a todo el personal, unas 40 personas, y le repitieron el mismo mensaje.

La idea había nacido en Baltimore. Vázquez Ger, quién está casado con una venezolana, Mafe Polini, había escuchado hablar del restaurante de Limardo, Alma Cocina Latina. Fueron, y quedaron fascinados. «Nos quedamos hablando con él, y le dijimos ‘tenés que venir a Washington, en Baltimore nunca vas a llegar a descubrir todo tu potencial'». No era la primera vez que Limardo escuchaba esa propuesta: les dijo que todos los venezolanos que pasaban por el restaurante le decían lo mismo, y después desaparecían. «Nosotros le dijimos ‘no te preocupes, nosotros vamos a apoyarte'», le respondió.

De a poco empezaron a trabajar, a conocerse más, y a pulir la idea. En enero de 2018, Vázquez Ger le imprimió vértigo al asunto: le avisó a todos sus clientes que dejaba su trabajo de consultor, y le dijo a Limardo que planeaba dedicarse 100% al proyecto. Lo que siguió fue un trabajo fino de «peinar» los restaurantes de la ciudad perfilando el concepto que querían.

«Hoy por hoy en DC la palabra clave es experiencia», señala. «La gente no viene acá porque la comida es latina, viene acá porque la experiencia que se lleva es completa. El ambiente es divertido, la música es buena, es una música que da ganas de bailar, pero no se puede porque es un restaurante. La acústica es muy buena, pueden hablar y tener una buena conversación, el servicio es muy cálido. Y la comida es una comida que no probaron nunca», relata.

Un plato del menú ofrece una mirada a la cocina de Limardo. En Seven Reasons se puede comer una «Milaneas Argentina», pero está hecha con bife de chorizo, montada sobre un Aligot que no está hecho de papa, sino de yuca. Fue uno de los platos que sedujo a Tom Sietsema, crítico del Post. «Enrique está reinterpretando las raíces latinoamericanas. Se conoce la carne argentina, la comida peruana y la comida mexicana. Pero hay mucho más que eso. Enrique quiere reinventar la cocina latinoamericano, los sabores, los ingredientes que la gente no conoce», dice su socio.

Limardo y Vázquez van por más. Inmigrantes, oriundos de países hermanados por las crisis, abrieron otro restaurante que ofrece más sabores foráneos, pero a la hora del almuerzo, junto con una declaración de principios: se llama «Immigrant Food», y está a pasos de la Casa Blanca de Donald Trump. Los socios quieren ofrecer una «mezcla de sabores de diferentes culturas de inmigrantes», pero también apuntan a que el restaurante se convierta en un lugar para unir y ayudar a los extranjeros. Para eso, se asociaron con cinco ONG abocadas a la inmigración. El plan es que el restaurante sirva de «plataforma» social, y luego replicarlo en otras ciudades. El primer capítulo los llevó de Baltimore a Washington. Para los que vienen, no parecen tener límites.