19 Abr, 2024
 

Proyecto para que bares y restó porteños implementen el Derecho de Jarras de agua

Fuente: Noticias Urbanas ~ La iniciativa presentada por el Bloque Peronista incluye también a establecimientos privados y entidades públicas.

El legislador porteño Santiago Roberto (Bloque Peronista), presentó un proyecto de ley para garantizar el acceso al agua potable, libre y gratuita en bares, restaurantes, establecimientos privados, entidades públicas, espectáculos, recitales y eventos culturales en todo el ámbito de la ciudad de Buenos Aires.

Roberto explicó que “el ‘Derecho de Jarras’ busca ampliar los derechos del consumidor, en el sentido de fortalecer el acceso a un derecho humano básico y esencial como es el agua potable, un bien de primera necesidad, fundamental para la vida”.

El proyecto detalla que “los comercios en los cuales se sirven o expenden comidas, deberán poner a disposición de sus clientes un mínimo de 500 centímetros cúbicos de agua apta para el consumo, por persona, de forma gratuita, no pudiendo ser obligatoria la consumición onerosa de bebidas”.

Asimismo, propone extender el derecho del ciudadano al agua potable, libre y gratuita a todos los ámbitos laborales públicos y privados de la Ciudad. “Todo trabajador debería contar con la facultad de poder acceder como mínimo a dos litros de agua potable, por jornada, en sus lugares de trabajo”.

El proyecto también incluye “establecer un mínimo de un bebedero por plaza, parque o paseo público de la Ciudad”

También debe alcanzar “a toda persona que realice trámites en ámbitos públicos o privados de la Ciudad. Por ejemplo: jubilados, pensionados, personas que tengan que hacer pagos de impuestos y demás actividades que impliquen insumo de tiempo y energía para la ciudadanía”.

A su vez, la iniciativa plantea “establecer un mínimo de un bebedero por plaza, parque o paseo público de la ciudad, ya que no puede haber impedimento técnico que restrinja un derecho tan básico como el acceso a una boca de agua potable”.

El proyecto incluye además a empresas donde el Estado de la Ciudad tenga participación, organismos descentralizados, los poderes Legislativo y Judicial,  a las empresas del sector privado radicadas en la Ciudad; así como también a todo espectáculo público, deportivo, bailable, recitales y eventos culturales “donde se debe garantizar a los asistentes el libre acceso al agua potable”.

Nuevo circuito gastronómico: Avenida Caseros amplía su oferta

Fuente: Clarín ~ A pocos metros del Parque Lezama sigue consolidándose un polo gastronómico con una amplia oferta de platos.

El antiguo barrio de San Telmo tuvo un resurgir noctámbulo varias décadas atrás y hoy la zona es vidriera atractiva de muchos polos gastronómicos. Entre las avenidas Belgrano y San Juan, la oferta explota. Restaurantes, bares, cervecerías y cafés en casi todas las cuadras son visitados por cientos de turistas y, por supuesto, por el público local. Además, en los últimos tiempos este barrio tan bonito, con su famoso mercado -patrimonio cultural de la Ciudad-, anticuarios muy cotizados y plazas apacibles, tiene un oasis culinario escondido en la calle Caseros, entre Bolívar y Defensa. En tan sólo cien metros, nueve locales dan vida a una de las cuadras más parisinas de la Ciudad, sobre todo por el estilo de sus cálidos boliches. Hermosos y frondosos árboles otorgan sombra a los visitantes que se resisten a dejar el ritual del verano, y aunque las temperaturas otoñales a veces requieren un abrigo, eligen las mesas de la calle.

El + Acá Club Social propone un paseo completo: librería, restaurante y actividades culturales.

El + Acá Club Social propone un paseo completo: librería, restaurante y actividades culturales.

Casi en la esquina, llegando a Bolívar, medio escondido tras una fachada de blanco inmaculado, se encuentra El + acá Club Cultural. Un elegante edificio del año 1929, que requirió cuatro años de restauración, para ahora lucirse con un restaurante muy luminoso. Pero la cosa no termina ahí. El centro cuenta con una galería de arte, una librería, mini cine y salones multiuso donde se dan clases de yoga, talleres literarios, entre otras actividades culturales. El restó propone menú ejecutivo para los mediodías y la carta muestra sándwiches fríos, esmeradas ensaladas, tablas de fiambres o vegetarianas para compartir, tapeos para los que sólo quieren picar algo y clásicos de clásicos como milanesas u omeletes. Ofrecen tardes con meriendas y la posibilidad de pispear libros sin la obligación de compra. Los viernes y sábados hay cenas con platos más elaborados. Para los días soleados, el patio, ubicado en el fondo del local, tiene mesas y plantas que prometen un ambiente calmo y “un afuera” sin ruidos urbanos molestos.

Un bodegón con gran oferta de tortillas (Silvana Boemo)

Un bodegón con gran oferta de tortillas (Silvana Boemo)

La Popular de San Telmo es un bodegón con onda palermitana. Las mesas de afuera, sobre la esquina, son las más codiciadas. El salón está decorado con sifones antiguos y banderines. De lunes a viernes ofrecen un menú ejecutivo hasta las 16.30, en un ambiente agradable con platos bien caseros. En la puerta, una pizarra invita a probar los diecinueve estilos de tortilla de papa que ofrecen, entre los que se destacan la de langostinos, morcilla y de ciervo.

El + Acá Club Social

El + Acá Club Social

Pero si hablamos del barrio, fue Caseros el primero en plantar bandera en la zona hará unos diez años. El salón es muy luminoso gracias a enormes ventanales que permiten ver desde el interior las mesitas blancas de la calle. La cocina de Santiago Leone es porteña, o como él prefiere decirlo, “con diferentes raíces inmigrantes”. Coletazos de corriente italiana, española y el mix porteño. Toda la pasta es casera, destacándose los malfatti, que están desde los inicios del local y que son un clásico que los vecinos han elevado casi a la categoría de inamovible. También se puede probar risotto con vegetales, carnes asadas y ensalada de salmón. El ambiente es muy tranquilo, con música suave que se disipa con los altos techos.

Como en todo circuito gastronómico, no podía faltar una cervecería. On Tap Craft Beer dice presente con su oferta de 20 canillas de cerveza artesanal, 100% nacional, incluidas las de la Patagonia. En los happy hour (de 17 a 20.30) la birra tiene un descuento. Es un espacio pet friendly (aceptan mascotas, con platitos con agua para nuestros mejores amigos…). La comida es pensada en función del maridaje con cerveza: hamburguesas caseras preparadas con distintos cortes de carnes, platos vegetarianos y veganos, papas rústicas, alitas de pollo y otras ofertas con la misma onda.

Pegadita se encuentra la única heladería de la cuadra: El Fundador. Esta empresa, establecida en 1914, ofrece cremas y postres helados artesanales. La pizarra muestra al menos sesenta sabores, entre los que se destacan algunos exóticos como vodka con naranja, crema de whisky, fernet con cola, cerveza, Aperol y limoncello. También tienen versiones freakys sin alcohol como helado de palta, maní, rosa mosqueta o sauco. Para comer in situ o para llevar.

Las mesas en la vereda son un gran atractivo de la cuadra (Silvana Boemo)

Las mesas en la vereda son un gran atractivo de la cuadra (Silvana Boemo)

Mucha gente se agolpa en la puerta de Hierbabuena, un espacio con mesas rústicas en la vereda, y un salón lookeado como bodegón antiguo cool. El menú es vegano, apto para celíacos. Aunque tienen una mínima propuesta que incluye pollo y salmón, el corazón del local es verde. La gran mayoría de los productos son elaborados con mercadería orgánica. Ofrecen desayunos saludables y meriendas. Un cartel indica que es un juice bar, y la carta con treinta opciones naturales lo confirma. Los fines de semana se brunchea y entre semana proponen menú ejecutivo. Pared de por medio está el market, una encantadora tienda que ofrece una variada pastelería, pasta seca italiana, panes, especias, aceites importados y muchas delicatessen más. Un paseo obligado.

A las 17, el Club Social De Luxe levanta su persiana para deleitar al barrio con una cocina americana-francesa. Platos muy elaborados, adaptados al paladar argento. Las hamburguesas son uno de los platos más pedidos, seguidos por el bife de chorizo. Por las tardes hay promos de papas con cheddar y cerveza y happy hour en coctelería. El interior del salón tiene mesas vestidas y la enorme barra muestra una antigua vitrina que alberga cientos de botellas. Los fines de semana hay shows musicales en vivo, y los domingos al mediodía (único día que abre temprano) también.

Pizza gourmet en un ambiente cool (Silvana Boemo)

Pizza gourmet en un ambiente cool (Silvana Boemo)

Y en esta cuadra tan variada, para satisfacer el exigente paladar de porteños y foráneos no podía faltar una buena pizzería. The pizza ofrece productos gourmet de fermentación natural, elaborados con blends de harinas orgánicas. Se pueden elegir entre trece opciones, todas con ingredientes top: pulpo español, trufas negras, gravlax de salmón ahumado y otras especialidades. El salón es amplio, con boxes y mesas tanto adentro como en la vereda también.

Un salón enorme con antigüedades a la venta, ofrece comida italiana. Panes y pizzas se elaboran a la vista de los comensales. (Diego Waldmann)

Un salón enorme con antigüedades a la venta, ofrece comida italiana. Panes y pizzas se elaboran a la vista de los comensales. (Diego Waldmann)

Cruzando el boulevard, lleno de glamorosas plantas “colas de zorro”, se encuentra Nápoles. La vidriera con letras doradas no permite llegar a descubrir toda la oferta del local, pero los enormes muñecos de soldados ingleses -como escapados de una película navideña Made in Hollywood- pueden dar una pista. El interior del salón, de unos cincuenta metros de largo, huele a pasta fresca y a pan recién amasado. Durante las mañanas se amasa el pan a la vista de los clientes y por las noches es el turno de la pasta y las pizzas. Cada una de estas tres especialidades tiene su barra. Tiempo atrás, el local era un anticuario, por lo que la ambientación es digna de ver: viejas bibliotecas, un caballo de madera, metegoles y bicicletas se entremezclan en las mesas iluminadas, aún a plena luz del día, con velas y candelabros. La pizza no es ni a la piedra ni al molde, es el espíritu de Nápoles redondo, con harina y complementos al estilo.

La oferta gastronómica es bien “tana”: burrata y entremeses acompañan la pasta fatta in casa y las crocantes pizzas. También ofrecen carnes y productos de pesca. El paseo por la zona no es sólo gastronómico: luego de disfrutar una buena comida se puede comprar todo lo que se ve en el anticuario. Desde un mínimo adorno hasta un auto, pasando por ropa nueva y usada de primerísimas marcas.

En Napoles tambien se puede comprar ropa de primera calidad.(Diego Waldmann)

En Napoles tambien se puede comprar ropa de primera calidad.(Diego Waldmann)

Terminando el recorrido se encuentra Bacán, como su nombre lo indica, un ambiente coqueto y luminoso con largos sillones Chesterfield e impecable puesta en escena. La cocina está comandada por el chef Martín Carrera, que muestra su larga trayectoria en la calidad de cada plato. Es un restaurante que pretende que la comida sea lo más importante, sin espumas ni esferas, con tintes italianos y franceses que se mezclan con los toques porteños. Ofrece mollejas doradas, pastas caseras, parrilla, pescados y ensaladas. La carta se renueva siempre en busca de lo mejor del mercado.

¡Pasen y vean entonces! No se pierdan este nicho de San Telmo remixado y recargado. El nuevo polo, ya consolidado, es una fiesta y los espera.

Buscan que por ley exista la propina sugerida en bares y restaurantes de Mendoza

Fuente: Los Andes ~ La iniciativa fija un monto del 10% de la consumición total y es para beneficiar el trabajo de mozos y mozas provinciales.

Un proyecto de ley busca que mozos y mozas de bares y restaurantes de Mendoza gocen de una propina gastronómica sugerida que figure en las facturas de las consumiciones.

El proyecto presentado por el diputado mendocino Guillermo Pereyra hace hincapié en el monto que será del 10% de la consumición total, que no podrá ser descontado de su remuneración ni de los adicionales que perciba el mismo de conformidad.

La iniciativa contempla además que los ingresos percibidos como consecuencia de esta ley se repartan en partes iguales entre los mozos y todo el personal de cocina.

No obstante, el consumidor podrá solicitar que se elimine la propina sugerida de la factura cuando el servicio fue prestado de modo insatisfactorio o deficiente. El reclamo podrá asentarse en un libro de quejas.

“Si bien el artículo 113 de la ley de Contratos de Trabajo tiene incorporada la propina esta ley sería de ayuda para el consumidor y para el empleado, ya que informaría de forma fehaciente lo que por costumbre es la propina mínima que se paga y facilitaría al consumidor su cálculo, además ayudaría a incentivar al trabajador que se esmeraría en su atención para la propina», expresó el diputado mendocino.

Muchos restaurantes cobran recargos por compartir un plato

Fuente:  Nueva Ciudad ~ Cada vez más restaurantes cobran hasta $ 100 más por una misma porción, si es para comer entre dos o más personas. Para algunos es abusivo, pero el Gobierno dice que no es ilegal.

Sucede que en muchos restaurantes porteños se está cobrando un recargo cuando los comensales comparten un mismo plato. Esta práctica se volvió bastante común en los últimos cuatro años cuando los locales gastronómicos empezaron a facturar precios diferentes para los mismos productos, según cuántas bocas vayan a ingerirlos. Y actualmente, debido a la crisis económica, la práctica terminó por instalarse.

 Muchos restaurantes reconocidos están aplicando recargos por plato compartido que van de $ 40 a $ 100 y que pueden encarecer el valor de las porciones hasta un 40%. A veces se da en locales que no cobran servicio de mesa. Otras veces, ambos cargos se suman. Y en casi todos los casos la controvertida cláusula aparece avisada en los menús, pero en letra chica, por lo que muchos clientes terminan sorprendidos cuando les llega la cuenta.

«Estos cobros surgieron ante la disminución del consumo. Se han naturalizado y no siempre está claro con qué criterio se realizan. Hay locales que los aplican incluso cuando lo único que se comparte es la entrada, y luego cada uno pide un plato principal, algo que es costumbre para muchos», comentó a Clarín Claudia Collado, presidenta de Acción del Consumidor (Adelco).

«A veces dos personas piden una sola entrada y un solo plato principal para los dos, ambos para compartir, y les están cobrando igual el recargo, pese a que pidieron dos platos en total. En casos así resulta muy discutible. La gente, cuando se encuentra con estas cosas por primera vez, se sorprende y se indigna, no lo puede creer. Resulta chocante que se castigue de esa manera a quienes comparten, no sólo por una cuestión económica, sino porque no desean comer tanto», suma Sandra González, de la entidad de consumidores Adecua.

«Cuando uno sale a comer con chicos, por ejemplo, compartir es necesario para no desperdiciar comida ni dinero, y con el recargo el costo termina siendo mucho mayor al previsto. Si lo que vos comprás es un plato, no debería tener más de un precio. Por sentido común, resulta abusivo», considera Daniel Presti, abogado y legislador porteño del PRO que había presentado en 2017 un proyecto de ley para prohibir a los restaurantes cobrar y facturar montos extra «por platos compartidos».

«Esta práctica muestra una desfavorable tendencia a convertirse en un uso o costumbre, que no debe ser aceptado por habitual, ya que indudablemente se trata de un acto de mala fe por cuando se factura un servicio que muestra cierta ambigüedad, además de aumentar significativamente la cuenta, perdiendo sentido entonces los precios publicados al público», se planteaba en los fundamentos de ese proyecto.

Pero, como la iniciativa no llegó a ser tratada antes de diciembre pasado en la Legislatura, perdió estado parlamentario. Presti, sin embargo, dice a Clarín que «evalúa volver a presentarla» porque en los últimos dos años «la conducta siguió creciendo». Es que, a su parecer, va en contra del principio de que al consumidor debe tratárselo digna y equitativamente, tal como ordenan la Constitución Nacional, la porteña y la Ley de Defensa del Consumidor 24.240.

Existen locales en los que compartir plato no conlleva un gasto adicional, sino que está directamente prohibido. «Las promociones no se comparten» o «no se puede compartir» son, en este caso, las leyendas que figuran en los menús. «Si los recargos por plato compartido son discutibles, que te impidan compartir ya es un despropósito absoluto. Sin dudarlo, hay que levantarse e irse a otra parte», propone González.

En la Cámara de Restaurantes de la Ciudad consideran estas prácticas «aceptables». «Habría que analizar cada caso en particular, pero en principio no parece inadecuado cobrar recargos por compartir plato, siempre que se le avise eso claramente al cliente y que lo que se cobre sea razonable, sin desvirtuar el valor del plato”, explicó a Clarín Verónica Sánchez, presidenta de la entidad.

Los empresarios argumentan que, cuando la gente comparte un plato, incurren en mayores costos, como tener que lavar otro plato y otro par de cubiertos, al mismo precio. «Si no te cobro cubierto, no está mal un recargo por compartir. Si no, pueden entrar cinco personas, ocupar tres mesas y pedir sólo una coca y una milanesa con papas fritas», grafica Sánchez.

En la Cámara de Restaurante destacan, además, que hoy ninguna ley prohíbe expresamente cobrar el extra. «Si se informa y todo es claro, es una condición que forma parte de la relación de consumo. Es parte de la política comercial que cada local tiene la libertad de definir. Y el juez, finalmente, será el cliente, que aprobará o no esa política con su decisión de consumo», asegura Sánchez, quien cuenta que su sector está trabajando con una merma de comensales del orden del 30% al 40% respecto del año pasado. «La gente está mucho más prudente al ordenar. Es probable que, en este contexto, muchos pidan para compartir. La gente pregunta más que antes si los platos son para dos», agrega.

En Defensa al Consumidor, que es la entidad oficial donde la gente podría eventualmente denunciar la práctica de cobrar recargos por compartir plato, respaldan la postura de los empresarios gastronómicos.

«La ley no lo prohíbe. Si está debidamente informado en forma previa al consumidor, rige y será decisión del cliente tomar el almuerzo o cena allí, en esas condiciones, o ir a otro lugar donde no realicen la práctica«, dijeron a Clarín en el organismo nacional, dependiente del Ministerio de Producción y Trabajo.

En su par porteño, en la misma sintonía, señalaron que “los restaurantes deben cumplir con el derecho a la información”, exhibiendo en el ingreso y en la mesa “todos los precios de los platos y los cargos adicionales que pretendan cobrar a sus clientes”.

Sin embargo, hay expertos en derechos del consumidor que interpretan que los recargos deberían considerarse ilegales, por ser cláusulas «abusivas» y «discriminatorias». Es porque creen que implica cobrar dos veces por un mismo producto y darle un trato desigual a las personas que tienen estómago chico o poco dinero, lo que violaría los principios de la ley de Defensa del Consumidor 24.240.

«El comerciante, por más que avise, no puede avisar cualquier cosa. Sus condiciones deben ser razonables. Y esto no lo es. Va contra el trato digno y equitativo que pide la ley. Es un abuso y desde el Estado se debería limitarlo, en vez de proteger al extremo la libertad de mercado», critica Héctor Polino, fundador y representante legal de Consumidores Libres.

«Los que comparten suelen ser personas de tercera edad o chicos, que no tienen capacidad de comer un plato entero. El producto ya lo están cobrando, lo consuma una o dos personas. Y el mayor costo en el que incurre el restaurante por la vajilla es algo mínimo. De ningún modo eso justifica un recargo semejante», añade Polino.

Ranking de precios de 13 tradicionales pizzerías porteñas: de la más barata a la más cara

El relevamiento llevado a cabo por ámbito.com incluye a los locales más emblemáticos del sector, comiendo en el salón.
Siempre que se habla de platos típicos argentinos se hace alusión al asado, al locro o a las empanadas. Sin embargo, los porteños tienen entre sus tradiciones más arraigadas salir a comer una “grande de mozza” en alguna de sus numerosas y emblemáticas pizzerías. Aunque muchas están distribuidas a lo largo de la Avenida Corrientes, el recorrido no termina allí: La Boca, Monte Castro, Núñez y Boedo también cuentan con locales que ya son historia entre los fanáticos de la pizza.

Según el relevamiento realizado por ámbito.com, sentarse en uno de estos tradicionales salones a degustar una pizza cuesta entre $ 300 y $ 500. Llevarla a casa, en tanto, es en algunos de estos comercios algo más barato. Aquí, el ranking de precios de las pizzerías porteñas tradicionales, de menor a mayor.

La Mezzetta

Tanto en el local (donde sólo se come de pie, en las barras o el mostrador), el valor de la pizza grande de mozzarella es de $ 300. Medios de pago: tarjeta de débito o efectivo. Av. Álvarez Thomas 1321.

El Cuartito

Mismo valor para comer en el lugar que para llevar: $ 320. Medios de pago: tarjetas de crédito, débito o efectivo. Talcahuano 937.

San Antonio

El clásico de Boedo ofrece la grande de mozzarella a $ 330, tanto en el salón como para llevar. Medios de pago: tarjeta de débito o efectivo. Avenida Juan de Garay 3602, Boedo.

La Guitarrita

Precio único de $ 340 tanto en el local como para llevar. Medios de pago: tarjetas de crédito, débito o efectivo. Cuba 3300, Núñez.

El Fortín

Mientras que llevarse la pizza a casa cuesta $ 330, comer en el lugar sube a $ 350. Medios de pago: tarjetas de débito o efectivo. Av. Álvarez Jonte 5299, Monte Castro.

El Imperio

La grande de mozzarella para llevar, $ 310; para comerla en el salón, $ 350. Medios de pago: tarjetas de crédito, débito o efectivo. Av. Corrientes 6891, Chacarita.

Santa María

Precio único: $ 350. Medios de pago: tarjetas de crédito, débito o efectivo. Av. Corrientes 6801, Chacarita.

El Cedrón

Por $ 340, una pizza para llevar. Comiendo en la pizzería, $ 360. Medios de pago: tarjeta de débito o efectivo. Av. Juan Bautista Alberdi 6101, Mataderos.

Güerrín

Estratégicamente ubicada entre teatros y librerías, la carta ofrece a $ 340 la pizza para llevar y a $ 390 para comer allí. Medios de pago: tarjeta de débito o efectivo. Av. Corrientes 1368.

Los Inmortales

Comer en el lugar o llevarse la pizza cuesta lo mismo: $ 390. Medios de pago: tarjetas de crédito, débito o efectivo. Av. Corrientes 1369.

Banchero

Aquí es donde más diferencia hay entre los precios de la pizza para llevar o para quedarse en el local. Mientras que la primera sale $ 340, la segunda sale $ 420. Medios de pago: tarjetas de débito o efectivo. Av. Almirante Brown 1220, La Boca.

Las Cuartetas

Una de las dos más caras de la Ciudad. Único precio: $ 500. Medios de pago: tarjeta de débito o efectivo. Av. Corrientes 838.

El Palacio de la Pizza

Para llevar: $ 480. En el salón: $ 500. Medios de pago: tarjeta de débito o efectivo. Av. Corrientes 751.

Un restaurante reemplazó el pan de los sándwich por pepinos y se convirtió en todo un fenómeno gastronómico

Fuente: TN ~ Se trata de un establecimiento ubicado en Nueva Jersey que logró mucha popularidad tras ese simple cambio en su menú.

A nadie se le ocurriría dudar de que el ingrediente principal de un sándwich es el pan, pero en el mundo de la cocina no se puede dar nunca nada por sentado. Un restaurante de Nueva Jersey decidió reinventar este clásico y se convirtió en todo un fenómeno gastronómico.

Resulta que el local estadounidense decidió reemplazar el pan en sus sándwiches por una verdura: los pepinos. De ese modo, este alimento se rellena con un sinfín de ingredientes distintos, desde queso cheddar a cebolla, tomate, brotes de soja, atún, jamón o salmón.

«Nos ocupamos de un estilo de vida libre de gluten. Es nuestro sincero honor mirar a nuestros huéspedes con una selección de sándwiches y burritos elaborados con nuestros propios pepinos», aseguran en su página de Facebook.

Aunque esa no fuera su intención principal, el pepino es un producto muy recomendable para incorporar a la dieta. Para empezar, contiene una gran cantidad de agua, de hecho, el 97% del mismo, siendo uno de los alimentos que hidratan más.

También es un gran aliado para cuidar la salud de los huesos. El pepino es rico en vitamina K, fundamental para la parte ósea. Una taza este vegetal brinda más del 20% de la dosis diaria recomendada.

Al tratarse de un a verdura baja en calorías pero con fibra y agua, el pepino es ideal para incorporar en las dietas orientadas a bajar de peso. También es aconsejable para equilibrar un plato si quisieras comer algún alimento un poco más potente.

Por otro lado, el pepino tiene propiedades desinflamatorias y reduce la irritación. La pulpa está compuesta de agua, vitamina C y ácido cafeico, por eso se suele usar en distintos tratamientos de belleza.

Finalmente, al agua que contiene el pepino junto a la saliva que se produce al masticarlo ayuda a limpiar la boca y a eliminar los restos de comida que quedan atrapados entre los dientes. Por eso, es un remedio natural para combatir el mal aliento.

Restaurantes temáticos: cómo buscar clientes más allá del menú

Adoptar una temática en particular para distinguirse de la competencia. Esta parece ser la premisa de varios estableciemientos gastronómicos de la provincia, que buscaron un tópico para atraer al público de una manera distinta.

Los Andes consultó a tres emprendimientos que se destacan por darle a sus lugares valor estético agregado. Se trata de Espacio Jereb (Lago del Monte 4400, Luján de Cuyo), Juglar Cultura Bar (Hipólito Yrigoyen 27, Ciudad) y Gran Ciervo (Arístides Villanueva 198, Ciudad).

Cada uno de estos sitios, a partir de una propuesta llamativa, buscan atraer a clientes interesados por la temática, pero también a aquellos curiosos que pretenden no solo una experiencia gastronómica sino también recrear la vista.

Arte y comedor

Espacio Jereb, ubicado en Luján de Cuyo, es heredero de Espacios del Monte, del artista Pablo Lavoisier. Actualmente es administrado por los hermanos Jereb: Fernando, Paula, Marcela, Mariela, Carlos y Silvina.

“El concepto es seguir manteniendo una línea. Sigue presente el espacio de arte y el comedor, pero también es un lugar de trabajo”, contó Fernando, quien agregó que el concepto es el de coworking, es decir de trabajo colaborativo, pero familiar, ya que Paula tiene allí su estudio de arquitectura, Marcela y Mariela una tienda de indumentaria sustentable, Carlos elabora pastas y Fernando posee su atelier y sala de exposiciones.

Pinturas y comida. Espacio Jereb apunta a los apasionados por el arte y los lugares apacibles. | Patricio Caneo / Los Andes

Si bien el espacio está abierto de lunes a lunes, por las actividades que realizan los hermanos, los viernes, sábados y domingos al medio día es cuando la cocina del lugar es la que manda.

“Lo atendemos todos. La intención es que la gente se sienta como en su casa, como si estuviéramos realmente recibiendo a amigos”, explicó Fernando. Para explicarlo mejor, dijo que el espacio surgió como respuesta a una necesidad de todos los Jereb, que necesitaban un cambio o un “clic”, como detalló uno de sus dueños.

Así, rodeados de chañares, algarrobos, cardales y un contexto de verdadera tranquilidad, abrieron este lugar. “Es un secreto guardado de Mendoza. Cuando uno entra, se transporta a otro mundo”, describió Jereb. 

Mercado musical

Juglar Cultura Bar está ubicado en el viejo sitio donde estaba el Mercado Cooperativo Barraquero, cuyo galpón estuvo abandonado durante 35 años, ya que solo se utilizaron para alquiler los locales frentistas. Es un lugar atípico, ya que no cuenta con cartel que lo identifique.

Jony Moyano fue quien lo descubrió un día, camino al psicólogo. “Soy músico de toda la vida y conozco la necesidad desde ese lado. Así que un día, caminando por la zona, vi el lugar y donde todos veían caos yo veía el bar con un escenario y una barra”, comentó, agregando que empezó a trabajar en el establecimiento pensando en la música.  Como puede verse, es un lugar muy pintoresco, preparado para una acústica excelente para poder recibir a grandes artistas locales y nacionales.

Por ejemplo, Moyano cuenta que junto a Franco Masoti colocaron 250 metros de lana de roca para acustizar junto con lienzo y madera (que obtuvo del piso de una casa que iba a ser demolida).

Patricio Caneo / Los Andes

“La onda es cultural. Está hecho para que el público pueda disfrutar de un buen espectáculo y que el artista tenga la comodidad que merece”, indicó el dueño del local, agregando que allí ya ha tocado Lisandro Aristimuño, el dúo Orozco Barrientos, Altertango, Javier Montalto, Mariana Paraguay, Spaghetti Western, Francisca, Alejo y Valentin, Altertango, Fer Alemán y Paula Neder entre otros.  

“El ambiente es muy familiar, lo atendemos mi mujer y yo, junto a los mozos que nos acompañan. Buscabamos calidad, intentando lograr un ambiente anti-Arístides”, señaló Moyano advirtiendo que abren todos los días menos el lunes.

Pensado para montañeros

En la esquina de Arístides y Rodríguez se encuentra Gran Ciervo, un emprendimiento que tiene la intención de darle “refugio” a los amantes de la montaña. Su dueño es Fausto Manrique quien señaló que la idea fue que los montañeros tuvieran un bar con el que se sintieran identificados.

“El bar surge de un viaje a Las Leñas. Mirando las montañas, pensé que sería bueno replicar ese ambiente, con los materiales de los sitios que hay en la montaña. Sobre todo teniendo cerca el Aconcagua, el Cordón del Plata”, detalló Manrique. 

Si uno visita Gran Ciervo podrá notar que la arquitectura del negocio es similar a aquellos que se encuentran al final de una telesilla. Además, tiene paranieves que son idénticos a los que a los de las vías del tren.

En este sitio es frecuente que se realicen charlas vinculadas a la pared de piedra que enmarca a la provincia por el oeste. De hecho, este año las cholitas bolivianas realizaron una conferencia de prensa aquí, luego de lograr la cima del coloso de América.

Patricio Caneo / Los Andes

“Tenemos público que se baja de la montaña y viene a tomar una cerveza o a comer un plato típico”, contó el dueño del local solo por mencionar una parte de la carta.

Para terminar, rodeado de imágenes del Aconcagua, raquetas de nieve y olor a manjares cuyanos, Manrique dijo que se intenta difundir la cultura de la cordillera de los Andes desde el corazón del microcentro mendocino: “Buscamos que se genere un ambiente cálido, con música que no sea invasiva. Por ejemplo ahora estoy escuchando a Los Cafres. Esa es la impronta”.

Mercado mayorista autogestionado

Fuente: Página 12 ~ El nuevo mercado, ubicado en Lanús, busca incrementar el volumen de ventas mayorista y minorista para evitar los intermediarios.

Después de la experiencia de los verdurazos, la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) se prepara para abrir el primer mercado mayorista de hortalizas y frutas agroecológicas. Va funcionar, desde este sábado, en Lanús, para ofrecer sus productos a restaurantes y verdulerías. El paso es una apuesta a ampliar el acceso a los alimentos agroecológicos, pero también una necesidad propia para su desarrollo: “Si no aumentamos el volumen de venta, no podemos seguir creciendo en la escala productiva”, indican en la organización.

El mercado de abasto va a abrir lunes, miércoles y viernes para la venta al por mayor y los sábados también para el consumo familiar. La inauguración está anunciada para este sábado, a las 11 horas, con un acto y una feria minorista abierta a los vecinos y vecinas del barrio. La dirección es Patxot 945, de Valentín Alsina, Lanús.

“Desde hace más de 4 años venimos pensando alternativas  de comercialización”, cuenta sobre la apertura Juan Pablo Della Villa, secretario de comercialización de la UTT. “Fuimos sumando posibilidades: bolsones a domicilio, venta en los espacios públicos, almacenes propios, nodos en la capital y el conurbano, la campaña de los feriazos. Al por mayor tenemos ya estábamos trabajando, tenemos unos 70 clientes entre verdulerías y restaurantes. Lo de ahora es cantar truco y es que en la Argentina, no podemos pensar en dar vuelta el sistema productivo si no construimos a escala. Necesitamos una escala que deje de especular con los alimentos como si fueran commodities”.

Conocida por sus feriazos, la Unión de Trabajadores de la Tierra reúne a unas 16 mil familias de quinteros distribuidas en 15 provincias. No toda su producción es agroecológica, pero vienen dándole un impulso fuerte a la siembra sin químicos.

“A lo largo de nuestros diez años de construcción fuimos creciendo y teniendo muchas victorias y muchas luchas, pero la agroecología y la profundización de un modelo de producción sano, saludable sustentable, es una de las victorias mayores”, dice Nahuel Levaggi, coordinador de la UTT. “Para nosotros es la oportunidad de unir la producción libre de químicos como propuesta política, a un modo de trabajo digno, libre y cooperativo”.

Con la agroecología adoptaron un método de capacitación de quintero a quintero, que tiene el asesoramiento de ingenieros agrónomos pero está centrado en la cercanía que tienen las familias de quinteros entre sí. De esta manera pasaron de unas pocas hectáreas a más de 200 sembradas sin agrotóxicos.

“Logramos producir y cosechar, pero sin embargo, en la distribución nos topamos con un cuello de botellas. Sin bocas de expendio todo termina en que cobramos 2 pesos la acelga”, señala Della Villa.

El trabajo autogestivo lleva mucho esfuerzo. Salvo dos colonias en tierras a las accedieron en comodato durante el gobierno anterior, la mayor parte de la tierra es alquilada por los quinteros. La UTT paga los fletes para llevar la verdura a los feriazos porque no tiene logística propia. Hace los repartos con camionetas privadas y sus almacenes funcionan en locales también alquilados. “En esta situación, mientras en el mercado convencional el 30 por ciento del precio se lo queda el pequeño productor y el 70 por ciento los intermediarios, en el mejor de los casos, en los Almacenes de Ramos Generales de la UTT garantizamos la relación es la inversa: el 70 por ciento lo gana el productor y el 30 por ciento a la logística y comercialización”, asegura Della Villa.

Con el galpón para la venta mayorista tienen el objetivo de abastecer al polo gastronómico que va de Las Lomitas a Lanús, y llegar con menos esfuerzo a la Capital Federal, hasta donde hay 15 minutos de viaje. La meta es mover por semana 60 mil kilos de verduras fresca, 24 mil de papa, zanahoria y cebollas y 84 mil kilos de frutas.

En coordinación con otras cooperativas de trabajo también van a ofrecer otros productos, como quesos de cabra del norte, dulces de Santiago del Estero,  mandioca y yerba de Misiones y vinos de Mendoza. En la UTT aseguran que se puede crear y sostener un sistema de comercialización justo, controlado por los quinteros. “La escala y la rentabilidad no son exclusivas de la Sociedad Rural ni de los grandes pooles de siembra”.

¿Por qué un bife de chorizo no baja de $ 400 en una parrilla porteña?

Fuente: Clarín ~ Todos los costos, desde que la carne llega envasada del frigorífico hasta la mesa del restaurante.

Uno de los platos emblemáticos de la parrilla porteña está cada vez más salado, pero no por error del cocinero sino por los altos costos involucrados en su preparación. Así, un bife de chorizo de aproximadamente medio kilo arranca en $ 400 en un bodegón, precio mínimo que pudo registrar Clarín en un parrilla al paso, con mesas sin mantel.

En el otro extremo, por ejemplo en Puerto Madero, o en algunas parrillas de Palermo o San Telmo, el precio es mucho mayor y hay razones para ello: pagan más por la carne (promedio $ 380), tienen mucho personal y toda la cadena de costos es exorbitante: el alquiler de un restaurante en Puerto Madero oscila el millón de pesos al mes.

A pedido de Clarín, empresarios de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés (AHRCC) describen toda la cadena de precios, desde que la carne que llega del frigorífico pasando por el mozo, el carbón y el lavado de las servilletas, para explicar el precio final más económico del bife de chorizo.

La materia prima. El bife de chorizo envasado al vacío, ya se está pagando arriba de los $ 300 por kilo. Un bife de 500 gramos tiene entonces, crudo y bajado del camión, un valor mínimo de $ 150.

La conservación. La carne es recibida y almacenada en cámara por dos personas. El costo mensual de la cámara frigorífica y del salario de los responsables de su manipulación es, por cada kilogramo de carne, de $ 40, por lo que un bife demandaría $ 20.

La cocción. La realiza una persona en la parrilla, sólo con sal y carbón (por estos insumos, $ 10 pesos por bife), y es despachado por otra persona en la cabecera. De salarios, $ 15.

El servicio. Acá interviene el mozo que lleva el bife a la mesa, previamente «vestida» con mantel, platos, cubiertos, vasos y copas. Se calcula por mesa un costo de $ 10 de lavandería, $ 10 de pan y $ 20 de salario.

Los otros actores. También están en juego los comises que son los que asean y rearman el servicio, un cajero, un encargado, y un lavaplatos. Todos estos son los intérpretes que actúan desde la apertura al cierre de la mesa: un bife pasa por todas estas manos. La mano de obra desagregada se calcula en $ 40 para cada plato.

Gastos adicionales: El resto de los gastos totales (electricidad, agua, impositivos, alquiler del local, comisión de tarjetas de crédito, productos de limpieza, etc.) distribuido por cada bife que se sirve suma aproximadamente $50.

Las viandas, una opción de los restó para sobrevivir

Fuente: LMCipoletti ~  En algunos casos, el servicio representa el 50% de las ventas.

Con creatividad y dinamismo, los comerciantes que tientan el paladar de los cipoleños con un menú a la carta o una vianda de comida no bajan la persiana. Se reinventan todos los días y ofrecen promociones y descuentos para mejorar el volumen de ventas.

El servicio de viandas que ofrecen algunos restaurantes ayuda y mucho y tiene una salida cada vez más fuerte. Si bien no salva las ventas, porque el margen de ganancia es menor al plato de comida que pueden ofrecer en sus salones, es un complemento que da resultados al cierre de cada mes y los mantiene en movimiento.

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“Hoy estamos a los volantazos en la ruta, utilizando la creatividad para no caer, con promociones y descuentos varios, todos los días, buscando siempre mejores precios. A veces nos sale bien, otras veces nos sale mal”, expresó Javier Alcaino, de la parrilla El Nuevo Fogón.

El servicio de vianda los acompaña desde un comienzo, pero ha sido un adicional en franco crecimiento, a tal punto que hoy representa el 50% de sus ventas.

Observó que los cipoleños van y vuelven de sus casas para comer, sobre todo al mediodía. De modo que ofrecer menús económicos, ricos y abundantes fue una opción más que tentadora.

“Tenemos hasta 15 menús para llevar por día, y por la crisis, abarcamos todas las ramas de la gastronomía. De restaurante, pasamos también a ser rotisería e, incluso, ofrecemos café por las mañana. Hay que ser dinámicos y ofrecer descuentos y promociones”, comentó.

Puntualmente, dijo que el servicio de viandas anda muy bien, ya que por poco dinero, el cliente puede llevarse un menú rico y abundante sin tener que cocinar. “En los últimos dos años, la cantidad de viandas que hacemos se triplicó. Incluso lo asimilaron familias enteras que vienen y piden para cuatro”, advirtió el referente de El Nuevo Fogón.

Los descuentos de hasta el 30% en los salones es otra de las formas con las que buscan paliar la crisis.

Desde las 11 hasta las 15:30 ofrecen viandas por 130 pesos la porción. Claro que en otros comercios pueden salir un poco más, a razón de 250 pesos. Pero si el cliente busca precio, en Cipolletti puede encontrar. Además de promociones y descuentos de hasta el 30 por ciento para comer en el salón, la otra forma de sostener abierta la puerta. Sin embargo, es una realidad del rubro que los márgenes de ganancias no son reales, porque el dinero no rinde, y están buscando todo el tiempo mejores precios y ofertas.

Por eso, desde hace algunas semanas que los referentes de la gastronomía cipoleña se vienen juntando para pulir una idea que está muy buena y puede darles un poco de alivio (ver recuadro).

“Hoy el objetivo es vender”, concluyó Javier, mientras que el dueño de La Cocina de Rolo, Ricardo Spatula, apuntó: “Este veranito nos está ayudando, ahora viene la época más dura. Todos estamos con problemas, pero en el rubro nadie cerró la persiana o cambió de negocio. Vamos a ver qué pasa”.

Compras mayoristas para conseguir mejores precios

Ricardo Spatula, de La Cocina del Rolo, comentó que comenzaron a juntarse con otros gastronómicos con la idea de hacer compras mayoristas en todo lo que se consume en los restaurantes. “La situación está complicada, pero si encontramos mejores precios, hacemos compras más eficientes, nos beneficiamos todos. La idea es colaborar entre todos y está bueno porque aparecen oportunidades y nos conviene”, reflexionó.

Según explicó Javier Alcaino, de El Nuevo Fogón: “La idea es unificar proveedores y llevarlos a concurso para que podamos abaratar costos. Hay mucha diferencia de precio entre uno y otro, y tal vez la calidad es la misma”. También se baraja la posibilidad de unir a los restós para ofrecer descuentos de entre el 20 y el 35 por ciento uno o dos días a la semana.

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