De los carritos a la alta cocina: así es el polo gastronómico que se levanta en Costanera Norte

Fuente: iProfesional – El ícono nocturno de los 90 y 2000 renace con espacios que combinan alta gastronomía, coctelería, discotecas y cuidadas ambientaciones frente al río

Tradicional escenario de múltiples fiestas y cenas a orillas del Río de la Plata durante la última década del siglo pasado y principios del 2000, la reactivación de la avenida Costanera Norte aspira a reconstruir el protagonismo perdido ante el auge de barrios como Puerto Madero en aquellos años. Tras años de altibajos, esta renovación ha dado paso a un resurgimiento comercial fomentado por el sector privado que ha «designado» a este emblemático paseo ribereño como elnuevo centro del ocio nocturno porteño

A los tradicionales carritos de comida, ahora devenidos en modernos food trucks con propuestas más innovadoras, se ha sumado una nueva generación de restaurantes de alta gama con sabores sofisticados y una cuidada ambientación frente al río que la reafirman como un destino gastronómico de referencia en la ciudad.

Un claro ejemplo de lo mencionado se encuentra en la avenida Costanera Rafael Obligado 185, donde es imposible no detener la mirada: una estructura de maderas blancas onduladas, desplegada sobre 2.000 metros cuadrados, parece seguir el ritmo apacible del oleaje del río.

En ese rincón se encuentran Fabric Dragón Blanco y Tigre Morado Costanera, dos espacios inaugurados en marzo de este año concebidos con una impronta bien definida, pero que comparten una puerta de entrada común que marca el comienzo de una experiencia integral. Al cruzar el umbral, los comensales son recibidos por un bar de antesala, ideal para comenzar la noche antes de pasar a la mesa.

La estructura está inspirada en formas de la naturaleza, como erizos de mar o exoesqueleto

La estructura está inspirada en formas de la naturaleza, como erizos de mar o exoesqueleto

La estructura, de unos 1.000 m2, «fue inspirada en formas naturales como un erizo de mar o un exoesqueleto, la piel del edificio está compuesta por 150 lamas verticales dispuestas equidistantes que generan un frente coherente, fluido y dinámico que dialoga con el viento y el río, filtrando visuales y generando un juego cambiante de luces y sombra», comentan los arquitectos Gonzalo Benitez y Paula Peirano, responsables del desarrollo.

A la izquierda se despliega Fabric Dragón Blanco, una travesía culinaria por lo mejor de Asia, donde los sabores de Tailandia, Japón y China se entrelazan en una propuesta que combina cocina de autor con una estética minimalista y sofisticada. Pero lo que realmente roba todas las miradas es el imponente dragón blanco que serpentea por el techo del salón: una escultura demás de 20 metros de largo, realizada por artistas argentinos en símil piedra, que le da nombre e identidad al lugar.

La ambientación cautiva con mesas de mármol y sillones de terciopelo rojo, un contraste de colores que refuerza la impronta japonesa del espacio. En el exterior, se suma un sector semicubierto y otro al aire libre, ambos diseñados en sintonía con la estética del restaurante.

A la derecha, Tigre Morado ˗un tributo vibrante a la cocina peruana, donde los sabores de la selva, la sierra y el mar se entrelazan con técnicas contemporáneas˗ presenta una cuidada combinación de materiales: mesas de mármol, sillones de terciopelo amarillo y lámparas de vidrio que aportan calidez y sofisticación. En el exterior, un deck con vista al río completa la propuesta y permite disfrutar del entorno natural.

El elemento central del espacio es una escultura de un dragón blanco de más de 20 metros de largo,

El elemento central de Fabric es una escultura de un dragón blanco de más de 20 metros de largo

El complejo, entero, añade un atractivo adicional: un acceso directo a Caramelo, la discoteca situada en el segundo piso, que abre sus puertas cuando se apagan las luces del salón para prolongar la experiencia hasta bien entrada la madrugada. Además, karaokes, shows en vivo y una versión renovada del clásico bingo forman parte de las ofertas en el predio, consolidando una apuesta por un concepto integral que busca redefinir los estándares del entretenimiento en Buenos Aires.

Sin dudas, «la Costanera Norte está viviendo una transformación única: pasó de ser un paseo tradicional a convertirse en un punto de encuentro moderno, con propuestas gastronómicas cada vez más ambiciosas. La renovación del espacio público, la cercanía al río y la energía que se respira en la zona fueron claves para que eligiéramos esta locación», detalla Máximo Pellegrino, gerente general de Grupo Fabric.

Música, marcas y DJ: las noches se encienden en la Costanera

Un poco más atrás, en dirección a Ciudad Universitaria, se ubica un nuevo espacio cuyo nombre sintetiza tanto su localización como la propuesta que lo inspira: Costa 7070 (Av. Costanera Rafael Obligado 7070). Inaugurado en octubre del año pasado, aquí va el primer dato de color: este proyecto gastronómico y de entretenimiento impulsado por dos reconocidos referentes de la coctelería y la cocina como Inés De Los Santos y Pedro Bergero ha sido destacado por la revista Time en 2025 como uno de los 100 destinos imperdibles en el mundo.

La propuesta combina una cocina de inspiración española (con platos que van desde arroces y paellas hasta mariscos y tapas) con una coctelería de autor, pensada para acompañar cada momento del recorrido gastronómico y nocturno.

Costa 7070 tiene un sector con vista directa a la barra inferior, rematada por un gran cubo de led

Costa 7070 tiene un sector con vista directa a la barra inferior, rematada por un gran cubo de led

Con una superficie de 1.500 m2, el local se despliega en múltiples sectores, cada uno con su propia impronta. En el primer nivel, una barra central concentra la actividad principal. En el nivel superior, una segunda barra complementa el área diseñada para el formato boliche.

Este sector, orientado a la pista y con una configuración más abierta, tiene vista directa a la barra inferior, que está rematada por un cubo de led de gran tamaño cuyas proyecciones audiovisuales marcan el ritmo de cada noche.

«En este espacio, cada persona puede construir su propio recorrido: ya sea comiendo o conversando en cualquiera de los niveles disponibles», destacan sus responsables. Todos los jueves, una vez finalizada la cena, el lugar continúa con propuestas musicales a cargo de DJs invitados, que extienden la jornada con sesiones de música en vivo de la mano de la productora Bealive Club.

A pasos de Costa 7070, hay otro espacio gastronómico que fusiona la cocina ítalo-argentina con una coctelería de autor: Enero (Rafael Obligado 7180). Su nombre evoca una invitación para romper con la rutina y transportarse a un «modo vacaciones» que se respira desde el salón interior, con una ambientación que combina plantas selváticas, detalles originales y guiños constantes a la Costa Azul mediterránea que refuerzan el clima de relax que define la propuesta

Enero posee una ambientación que combina plantas selváticas y detalles originales

Enero presenta una ambientación que integra vegetación selvática con elementos de diseño distintivo

El deck aterrazado, de 350 m2, alberga mesas para grupos grandes y pequeños, rodeadas de vegetación. Una barra de coctelería, decorada con lámparas de hilo kraft y plantas colgantes de estética «tulumesca», suma protagonismo. En el primer piso, una terraza a cielo abiertocon mesas y sillones completan la experiencia. 

De jueves a sábado, el lugar cobra ritmo con sets en vivo de DJs referentes de la escena electrónica, tanto nacional como internacional, y se convierte en sede de eventos y activaciones con marcas y artistas reconocidos del país.

La decoración que anticipa la experiencia

En el extremo opuesto del Aeroparque Jorge Newbery, dentro de Punta Carrasco, una nueva propuesta gastronómica busca transportar a los comensales lejos del ritmo urbano sin salir de la ciudad. Se trata de una extensión del clásico Malloy’s de San Isidro, que ahora aterriza en CABA con un local sofisticado inaugurado a principios de 2025.

Inspirado en el espíritu relajado de un bar de playa, el espacio despliega una amplia terraza que se abre directamente hacia el río que invita a vivir una experiencia sensorial frente al agua con una propuesta gastronómica de alto nivel y platos sofisticados con cocina internacional que incluye comida fusión asiática, cocina argentina a las brasas y hasta gastronomía italiana.

Todos los locales se destacan con propuestas gastronómicas cada vez más ambiciosas

Todos los locales se destacan con propuestas gastronómicas cada vez más ambiciosas

El ingreso a Malloy’s anticipa la experiencia: un largo pasillo de bienvenida conduce a un salón principal de generosas dimensiones. La decoración, combina madera, mimbre y abundante vegetación, junto a ventanales que inundan el espacio de luz natural, crea un ambiente cálido y relajado. Al aire libre, el restaurante despliega un amplio deck con sectores diferenciados: pérgolas con sillones para grupos, mesas individuales y una barra donde se preparan tragos de autor.

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