Eduardo Rosso dejó la Argentina en 2002, es chef en Alemania y está por ganar una estrella Michelin

Fuente: TN ~ A pesar de que para muchas personas el encierro que provocó la pandemia del coronavirus fue una verdadera tragedia, para otras significó una gran oportunidad para disfrutar de un bien muy preciado: el tiempo. “Un año en mi casa me permitió estar más tranquilo, ideando y creando”, contó Eduardo Rosso en diálogo con TN.com.ar.

El hombre de 49 años es uno de los tantos argentinos que después de la crisis del 2001 se fue del país, buscando no solo nuevas posibilidades de trabajo sino una mejor calidad de vida. Desde el 2012 está con su familia en Düsseldorf, Alemania, pero antes vivió en Italia, España, Suiza y Francia.

Eduardo Rosso junto a su familia. (De izq. a der) Nina, Julia y Edna. (Crédito: Eduardo Rosso)

En Barcelona, donde estuvo once años, se formó como chef ejecutivo y hoy está por recibir una distinción que jamás había pensado. El restaurante Essgold, que funciona dentro del hotel homónimo, y cuenta con un menú de ocho, once y dieciséis platos, tendrá una estrella Michelín por su calidad e innovación culinarias.

“El estilo de la cocina se caracteriza por un toque sureño con influencias regionales, con atención de temporada a los productos seleccionados. Solo se utilizan ingredientes frescos, con pasión y creatividad”, describen en el sitio web del lugar.

Si bien Rosso recuerda que la gastronomía le gustó desde siempre porque pasó “horas encerrado en las cocinas” de los hoteles que su papá tenía en Bariloche, le contó a TN.com.ar que en España sus días fueron “bastantes duros porque estudiaba y trabajaba a la vez”.2 / 6

Uno de los platos que ofrecen en el menú de Essgold. (Crédito: instagram/chefedro)
«El esfuerzo de los últimos 20 años va a ser reconocido», dijo el chef argentino. (Crédito: instagram/chefedro)

De ese tiempo también rememora que integró durante seis meses un equipo que hacía cocina molecular, una rama que combina la ciencia y el arte del propio chef, y busca entender y analizar los mecanismos químicos de los alimentos al momento de cocinarlos. “Venía de una cocina muy clásica, por no saber lo que estaba haciendo me fui y quizá fue una equivocación, pero también inspiración porque descubrí nuevas formas de crear”, relató el profesional.

“Es muy difícil llegar hasta acá. Cuando estaba en la Argentina ni sabía lo que era una estrella Michelin, pero todo el esfuerzo de los últimos veinte años va a ser reconocido”, dijo Eduardo y señaló que de no haber estado cerrado Essgold por las restricciones impuestas por la pandemia, “la estrella hubiera llegado a fines del 2020”.

Rosso reconoce que en nuestro país “la formación del chef y la calidad de los platos mejoró muchísimo” con los años, y que incluso tiene pensado llevar gente de la Argentina a trabajar a Alemania. “Si sos buen cocinero conseguís trabajo enseguida. Hay que mostrar creatividad porque es como jugar en la Champions League y tiene sus riesgos: si te equivocás puede salir muy caro, pero si no, ganás mucho”, destacó el chef y afirmó que pese a todas las comidas que conoció en sus viajes y durante su formación profesional, las milanesas a la napolitana siguen siendo su plato favorito.

Por último el chef ejecutivo destacó que si bien está feliz por el reconocimiento a su trabajo, no buscará una segunda estrella Michelin. “Ya está, esto era lo que quería. Ahora tengo el desafío de seguir manteniendo la calidad, la creatividad, y no quiero entrar en la locura”, aseguró.

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