Estos son los 9 mejores restaurantes de Buenos Aires según los «50 Best»

Fuente: Filonews ~ Esta semana se entregaron los premios 50 Best Restaurants in the World, y el puesto número se lo llevó el restaurante del argentino Mauro Colagreco. Muy bien por él, que trabaja en Francia hace más de 20 años, cuando llegó desde La Plata a París sin escalas con tan solo 25 años. Sin embargo, para tristeza de muchos compatriotas, es muy dífícil probar su comida: no solo Mirazur, su restaurante, queda en Menton, un pueblo francés lindero a Italia, sino que su menú fijo cuesta al día de hoy la módica suma de 260 euros. 

Pero a no desesperar. El año pasado se entregaron los premios «50 Best Restaurants de Latinoamérica» y para nuestra suerte (y no tanto la de nuestro bolsillo) hay varios locales de Buenos Aires que integraron la lista.

Estos son los mejores restaurantes de Buenos Aires según la organización, a los que sí podés ir:

  • Don Julio

  •  La parrilla palermitana está en boca de todos, no solo porque tuvo el puesto más alto en la lista latina, sino que además, fue el único restaurant de nuestro país en integrar la lista mundial, en el puesto 34. Comanda por su dueño Pablo Jesús Riviera, con Pepe Sotelo en parrilla y Guido Tassi como asesor, se merece todo lo que le está pasando. No es fácil tomar algo tan cotidiano y popular como es la carne a la parrilla, y llevarlo a un nivel de excelencia sin precedentes y no caer en la pretensión o sobre exigencia. La carne es perfecta, siempre, la cava de vinos es inmensa, honesta y muy variada y el servicio es realmente impecable.
  • Qué pedir: Entraña o bife de cuadril, papas fritas y la ensalada de estación.
  • Consejo: No vayas sin reserva.
  • Guatemala 4699 – Palermo
  • Tegui

  • El mega reconocido y ya a esta instancia histórico proyecto de Germán Martitegui sigue ocupando los primero puestos de la lista. Con un precio fijo, es una experiencias gastronómicas por pasos pionera en la utilización de producto local de altísima calidad. Todos los pasos están maridados por vinos especialmente seleccionados.
  • Qué pedir: ir por el menú maridado, ya estás gastándote la mitad de tu sueldo.
  • Consejo: Ir temprano y sentarse lo más cerca de la cocina posible, para poder ver el detrás de escenas.
  • Costa Rica 5852 – Palermo
  • Mishiguene

  • Tomás Kalika es un cocinero argentino enfocado en dar una experiencia basada en el judaísmo, tanto cultural como gastronómicamente. Vivió un tiempo en Israel, y de allí se trajo toda la reconexión que tuvo con su colectividad, y la transformó en uno de los proyectos más jugados de los últimos años. Todos los platos (además de deliciosos) tienen una historia que contar, y en general, esta se relaciona a la vida de Kalika y sus raíces judías.
  • Qué pedir: el pastrón con hueso, si o si, y el coliflor con cordero.
  • Consejo: ir los viernes, se arma fiesta de Shabbat con banda en vivo.
  • Lafinur 3368 – Palermo
  • Elena

  • Elena es probablemente el lugar donde más sofisticado te sientas comiendo un bife de chorizo en Buenos Aires. Son pioneros en temas de maduración de carnes, y la cocina comandada por Juan Gaffuri representa nuestro país a la perfección con sus cortes exquisitos: atención al ojo de bife y las mollejas
  • Qué pedir: T-Bone madurado
  • Consejo: los domingos tienen un brunch buffet con vino libre que parece sacado de nuestros sueños.
  • Posadas 1086 – Recoleta
  • El Baqueano

  • El cocinero Fernando Rivarola hace una búsqueda incansable de productos locales de todas partes de Argentina, como llama o yacaré y te las sirve en un ambiente cuidado, pero relajado y amigable. La lista de vinos acompaña en diversidad, y la atención también es impecable.
  • Qué pedir: carpaccio de llama.
  • Consejo: siempre es mejor dejarse llevar por el cocinero y sommelier.
  • Chile 499 – San Telmo
  • Gran Dabbang

  • Tal vez uno de los restaurantes de la lista más difíciles de encasillar. Dabbang no dice mucho de afuera, es un local pequeño sobre Scalabrini Ortiz donde casi todas las noches hay gente esperando por una mesa. La comida tiene mucha influencia de platos y street food asiático, pero no es un restaurante asiático. Se siente bastante argentino, porque en argentina si algo define nuestra gastronomía, es la mezcla y fusión. Hay fainá y burrata, pero también curry de cordero, pakoras, y sobre todo mucho sabor. La lista de vinos es corta pero muy bien pensada para acompañar tal explosión gastronómica, realizada por la sommelier Mariana Torta.
  • Qué pedir: las pakoras, que son un clásico, perfectas en su picor y crocante.
  • Consejo: ir apenas abre para conseguir mesa, y acompañar la comida con vino blanco.
  • Scalabrini Ortiz 1543 – Palermo
  • Aramburu

  • Gonzalo Aramburu fue el primero en aplicar técnicas de la cocina molecular en un restaurante de Buenos Aires, haciendo casi una obra de teatro comestible en su pequeño local para 16 comensales. El menú es fijo y consta de 12 pasos con ingredientes y combinaciones que probablemente nunca hayas probado. 
  • Qué pedir: el menú completo de 12 pasos.
  • Consejo: ir para una ocasión especial y con la cabeza bien abierta.
  • Vicente López 1661 – Recoleta
  • Proper

  • El proyecto independiente de Leo Lanussol y Augusto Mayer está haciendo ruido desde que abrió en Abril del 2016. De afuera este garage sobre calle Araoz poco te va a llevar a un restaurante en esta lista, pero todo eso se borra cuando probás el primer plato. Proper es pionero en el estilo de “pedir muchos platitos y compartir”, y todo es rico, con un buen balance de acidez y “crocancia”. El flan de dulce de leche es famoso, perfecto, y merece un artículo aparte. 
  • Qué pedir: el plato de calamar, brócoli y alioli de porotos, el bife (está fuera de carta) y obviamente, un flan de dulce de leche por persona.
  • Consejo: ir apenas abre para conseguir mesa y en grupos pequeños.
  • Aráoz 1676 – Palermo
  • Narda Comedor

  • Finalmente podemos ir a comer un poco de lo que Narda tanto nos mostró en libros y televisión, y estamos muy agradecidos por ello. El Comedor en el bajo Belgrano tiene desayunos, almuerzos, meriendas y cenas, uno más rico que el otro. La atención es cálida y eficiente, los platos son para compartir y el único sello que tienen es el de lo impredecible: tanto en sabores como en origen. Por ejemplo, el Bimbimbap, que es un plato de arroz y kimchi coreano, es increíble, como así también el Poutine, un plato canadiense con carne jugosa, papas y gravy.
  • Qué pedir: un poco de todo, pero no dejés de probar el plato de palta y halloumi.
  • Consejo: los días de semana al mediodía tienen un menú fijo, que es ideal para conocer la comida y el lugar. sin gastar tantísima plata.
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