La Lanusita, el polo gastronómico del sur

Fuente: Ambito ~ En el último año, el centro comercial de Lanús Oeste creció más de un 30 por ciento y se instaló como uno de los espacios más concurridos por vecinos locales y de zonas aledañas. Un recorrido por el boom inmobiliario.

El sur también existe. El desfile que corre por la calle Del Valle Iberlucea un jueves a la noche, es la prueba irrefutable. Algunos vienen, otros van. Hay sonrisas en la noche. De esas que convidan. Que brindan. Un punto de encuentro que se agranda. Y crece. Y es que La Lanusita, como la conocen los vecinos, es la oportunidad ideal para compartir. Para ser parte de una experiencia propia que, con el correr de los meses, cada vez tiene más participación de los habitantes de los distritos aledaños y de los porteños.

Un punto en común en el mapa de Lanús que ya alcanzó la categoría de polo gastronómico y que, todavía, va por más.

Son siete cuadras, entre 25 de Mayo y Amancio Alcorta, pero pronto podrían ser más. Del Valle Iberlucea funciona como la arteria principal donde confluyen la mayoría de los locales que, desde 2015, comenzaron emerger. Un comercio llevó a otro que su vez se convirtió en un nuevo. Y así sucesivamente hasta alcanzar los 30 negocios.

Un boom inmobiliario acompañado por el Municipio en materia de luminarias led, reparación de veredas, demarcación de calles, trabajos de limpieza y la finalización de una importante obra cloacal. Una decisión política bien recibida por los emprendedores.

En La Lanusita hay toda clase de oferta: desde la mejor opción en pastas hasta el rey de las minutas pasando por cervecerías de todas las formas y tamaños, hamburgueserías, heladerías, cafés y pizzerías. «Llegamos hace 10 meses, y todavía era una barrio. No había mucho. Cuando vi esta esquina no dudé en señarla pese a que enfrente también iban a poner una cervecería», cuenta Daniel, uno de los socios de Kick Off (José María Moreno 98). Y confirma la decisión: «Si hay más, mejor. La gente llama a la gente. La idea del polo te lleva a un rebote de gente, que después elige donde le gusta estar».

En la misma línea, Romina, la encargada de Prosciutto (Carlos Tejedor 125), sostiene que «el barrio se vio movilizado por la llegada de un resto que se conoce mucho en Capital pero que no tenía presencia en Provincia. Tenemos una repercusión hermosa. Todavía no tenemos una competencia en nuestra especialidad, que son las pastas. Pero si aparece otro local, va a estar bueno. Mientras más haya, más crecés. El ejemplo está en las cervecerías: cada vez hay más y todas trabajan.

La comodidad y la proximidad no son un dato menor en estos tiempos. Y eso, en La Lanusita, se nota. La experiencia de pasear, comer, beber y tomarse un helado puede darse todo en una misma cuadra. Livio, dueño de la heladería La Veneciana (Del Valle Iberlucea 2714), lo explica mejor. «La tendencia está en la descentralización de los centros urbanos. El tiempo cada vez es más valioso. La gente sale de su casa y quiere tener todo cerca». Y agrega que «es increíble el desarrollo que se está dando. Cuando llegamos hace cuatro años, éramos nosotros y una pizzería que ya no está. Hay muchas marcas conocidas y acreditadas».

Retoma Romina. «A veces hay un prejuicio con la zona por desconocimiento. Antes todos los que vivimos cerca, nos teníamos que ir a Quilmes. Y hoy lo podés disfrutar acá: a 20 minutos de Capital. Y aprovecha para contar una anécdota: «Hace poco vino un hombre de Chascomús que me llamó diciendo que estaba en el medio del campo pero que necesitaba reservar una mesa para 9 personas. Y se hizo 100 kilómetros y vino. Son grandes incentivos. Como lo agradecida que se va la gente después de probar nuestro jamón o el pan dulce. Y ni hablar de los 14 tipos de pastas que podés pedir en el local»

¿Pero cómo invertir en estos tiempos? «Es maravilloso lo que pasa acá, en relación a cómo está la Argentina. Nosotros vamos a ver el crecimiento desde cero. Somos un poco transgresores y significa un desafío», dice Romina. Y suma que «hay algo que está pasando. Los locales le ponen mucha onda. El municipio está ayudando, también, porque no es fácil, y empuja. Lanús creció mucho año a año. En otros lugares te ponen trabas. Acá se fomenta el comercio local. Nosotros tenemos más de 200 cubiertos y somos una fuente de trabajo importante con más de 40 empleados. Un montón de familias».

En La Veneciana sucede algo similar. «Nosotros volvimos a Lanús con mucho éxito. Y ahora estamos viviendo este fenómeno que es La Lanusita. No estoy casado con ningún gobierno, pero recibimos toda la ayuda posible. Me sorprendió porque no es algo que pase en otros distritos. Gracias a eso hoy podemos tener 30 puestos de trabajo en relación de dependencia», dice Livio. Daniel agrega que «es complicado tener un local en estos tiempos porque el costo fijo varía, pero la peleamos como todos porque hay una economía en movimiento».

La variedad de cervecerías es común en todos los polos. El negocio, que tuvo su etapa de máximo desarrollo, hoy se sostiene pese a la gran cantidad de oferta. «Marcamos la diferencia al ofrecer coctelería, pero además tenemos 20 canillas de cerveza con 7 marcas. Somos alrededor de 7 cervecerías en siete cuadras, pero el sol sale para todos. Tenemos una hamburguesa casera que un boom. La gente consume un muy buen producto. La carne se paga cara, pero sé que no le erro. Además, tenemos mucha variedad en picadas calientes».

Y suma que «tenemos muchas familias cerveceras que vienen con sus hijos. Pasa que la familia termina de comer o de tomar una cerveza y los lleva a La Veneciana. Está bueno interrelacionarse».

Cierra Romina: «El bonaerense es muy familiero. Le gusta salir con todos. Y nuestro resto apunta a eso. No tenemos el target de una cervecería. Somos más bien para los mayores de 35. Pero principalmente queremos que la familia se siente a la mesa y comparta, porque la comida es una gran forma de unir».

En una economía en recesión, La Lanusita se erige como un polo gastronómico ideal para el sector sur. Un espacio sin techo que busca expandirse y que genera un movimiento económico fuerte. Un lugar para comer, beber y pasear. Y para recordar que el sur también existe.

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