Las franquicias de gastronomía ya son un boom en Rosario

Fuente: La Capital ~ Cada vez llegan más, principalmente a los shoppings, Pichincha y Paseo del Siglo. Poco riesgo y menor margen de ganancia, las claves del fenómeno

Como un fenómeno que se fue afianzando en los últimos años, y especialmente tras la pandemia, cada vez llegan a la ciudad más franquicias de gastronomía. El formato de inversiones, que a veces tiene menor riesgo pero también puede dejar menos margen de ganancia, es elegido por muchos como una forma de entrar al negocio con un background positivo asegurado y muchos elementos ya constituidos, como la identidad, la idiosincrasia, el perfil de producto, las cartas, la política comercial y la comunicación.

Los lugares más elegidos para la instalación de locales bajo este modelo son los shoppings Alto Rosario y Del Siglo, los barrios Pichincha y el Paseo del Siglo en general. Un poco más atrás pero ganando terreno aparece Tiro Suizo, que creció mucho cuando hubo restricciones y se consolida como una boca gastronómica fuerte que ha fidelizado enormemente como clientela a los vecinos de zona sur. Hace unos años, era un punto inimaginable para este tipo de desembarcos.

El Club de la Milanesa, Green Eat, Tea Connection, Mostaza, Sbarro, Dandy Deli, Tostado, Sushi Pop, Lucciano’s, Peñón del Aguila y Rock&Feller’s son algunas de las marcas conocidas que instalaron locales en los últimos años en diferentes puntos de la ciudad bajo ese sistema.

El modelo

Armar un negocio significa construir una identidad, y quien invierte en una franquicia sabe que apuesta por una marca que ya la tiene. De este modo, no tiene que lidiar con el know-how de un emprendimiento, que a veces tiene dificultades para ser organizado. Los manuales de marca y las auditorías solucionan esa complicación, y todos los elementos están mucho más tabulados, desde la ambientación hasta los espacios.

«Hay mucha gente buscando por la tranquilidad que transmiten las franquicias serias, que son modelos de negocio ya probados. Entre manuales, capacitaciones y muchas ventajas que tienen, está el hecho de que funcionan en otros lugares, entonces uno puede ver realmente qué compra», comenta un referente de Pichincha con mucha experiencia en el rubro.

Algunos creen que eso lo convierte en un negocio que muestra mayores garantías de que funcione a cambio de resignar un porcentaje de la ganancia. Pero hay de todo. «Las regalías van del 3% al 8%. Hasta 5% para mí es un negocio sano, pagar más hoy en día en Argentina está muy complicado», agregó.

Quienes están en el paño dicen que el mejor consejo que se le puede dar a alguien que está mirando una franquicia es hablar con otro franquiciado, no con el que la vende. «Hay franquicias que son buenas, otras que prometen rentabilidades que después no terminan sucediendo. Recomiendo buscar gente de distintas ciudades y preguntarle a ellos si están contentos con la marca, si te capacitan, te tratan bien, son respetuosos de los acuerdos, te dan mercadería a tiempo, si cumplen con todas las condiciones pactadas», aporta la fuente.

Expansión

El crecimiento sucedió en los últimos 15 años a esta parte, pero se aceleró tras la pandemia, cuando muchos locales quedaron vacíos y cambiaron de manos, y los inversores empezaron a no querer tomar tantos riesgos. Sin embargo, no es el modelo de negocio más usual. Todavía la gran mayoría emprende desde una identidad propia y son espacios locales.

«Creo que por la inseguridad los shoppings van a ir concentrando cada vez más público, ya que garantizan un marco de protección y estacionamiento que hoy se valora mucho», marcó Eugenio Malaponte, quien estuvo detrás del desembarco de la pizzería Sbarro en Rosario.

En cuanto a qué tipo de franquicias son las que más están en auge, apuntan a aquellas en las cuales aparecen productos que son un éxito en el mundo. «Por ejemplo, ahora hay toda una cultura gastronómica detrás del K-pop coreano que seguramente va a aterrizar en nuestra ciudad en algún momento», manifestó.

Respecto a las ganancias, opinó que el riesgo nunca desaparece: «De hecho, a veces es más riesgoso si se trata de un producto no muy comprobado. Recordemos que de arranque hay que pagar la regalía de la marca, te vaya bien o mal. La ventaja que existe es que no tenés que salir a inventar la pólvora, sino simplemente aplicar un esquema de negocio que en otros lugares ya funcionó», explicó el empresario.

Exportar

¿Por qué a Rosario llegan tantas marcas de Córdoba y Buenos Aires, pero no hay rosarinos que se expandan a esas ciudades? «Quizás nuestros empresarios no están tan acostumbrados a pensar en desarrollar la franquicia de sus marcas cuando son exitosas, pero tienden a expandirse comercialmente dentro de la misma ciudad o en localidades vecinas», explicó la subsecretaria de Producción Municipal María Eugenia Giovannoni.

La funcionaria explicó que desde su cartera también articulan muchas veces con gobiernos de otras ciudades, como Funes, a fin de colaborar en la expansión comercial de las empresas rosarinas, pero Rosario sigue marcando una fuerte diferencia en facturación. «Es una ciudad donde la gastronomía sigue creciendo fuerte y el negocio cada vez funciona mejor. Es un polo interesante para las inversiones gastronómicas», destacó.

Un jugador del rubro que se caracteriza por traer franquicias, pero también tiene marcas propias, opina que a las marcas locales todavía les falta más experiencia para salir a jugar afuera, y hay mucha seriedad antes de salir a comercializar algo, para estar seguros de lo que se le va a ofrecer al franquiciado.

«Hay marcas con buena proyección, pero se busca primero probar el modelo de negocio a nivel Rosario y consolidarse antes de salir a vender una franquicia. Nosotros tenemos 4 locales y recién cuando tengamos 6 y todos más o menos iguales en cuanto a modelo de negocio, nos animaríamos por ahí a exportar la marca», indicó.

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