Fuente: IProfesional ~ Uno de los secretos mejor guardados del nuevo mapa gourmet porteño es el de los «mini restaurantes», propuestas en las que te hacen sentir como en casa.
El boom que atraviesa la escena gastronómica argentina en general –y porteña en particular– ha hecho explotar propuestas de todo tipo. Desde las mil y una variantes de cocinas étnicas hasta las reinvenciones de la cocina argentina y la nueva edad de oro de la coctelería, pasando por expresiones de interiorismo de altísimos vuelos.
Dentro de esta fiebre, uno de los secretos mejor guardados del nuevo mapa gourmet porteño es el de los «mini restaurantes»: locales minimalistas en los que suelen aflorar elaboraciones culinarias muy creativas, complementadas por experiencias originales, en las que la interacción entre comensales, cocineros y camareros funciona como un guiño de intimidad compartida.
En esta nota, una selección con cinco de estas propuestas que te van a hacer sentir como en casa.
Restaurante Alfonso
Alfonso tiene capacidad para 14 comensales a los que se les suman 12 más en la mesas de la vereda
Creado por Federico Frutos a fines de 2019, Alfonso nació con la idea de captar al público oficinista con un buen menú de mediodía, pero a los tres meses de su inauguración la pandemia del coronavirus cambió sus planes. Ubicado técnicamente en el barrio de Montserrat –aunque muy cerca de San Telmo– lleva el lema de «cocina nómade» para explicar su propuesta de comida simple elaborada con muy buena materia prima y que no sigue un menú fijo, sino que se va adaptando a los productos de estación y a la inspiración misma de Federico.
«No trabajamos con carta porque un poco Alfonso está rotando todo el tiempo todo. En la semana seguimos teniendo un menú ejecutivo de mediodía y después a la tarde/noche es una propuesta más amplia con la parrilla como fuerte», cuenta Frutos a iProfesional.
Alfonso tiene capacidad para 14 comensales a los que se les suman 12 más en la mesas de la vereda cuando el clima acompaña (con hermosas vistas a la Avenida Belgrano). Para Federico, esta idea de «restaurante pequeño» es un poco la magia de su propuesta: «Siempre me gusta trabajar con lugares chicos porque los dominás un poco mejor. Además, surgen charlas con los clientes que me encanta porque te da la posibilidad de generar otro lazo más allá de la comida, y creo que es parte de una experiencia».
En las bebidas, lo que más se vende son los vermuts
Algunos de sus platos incluyen espárragos con salsa romesco picante, huevo frito y jamón crudo estacionado o un calamar entero a la parrilla con ensalada de papa con frutillas fermentadas y hojas de alcaparras. En las bebidas, lo que más se vende son los vermuts: hay blanco con alcaparrones y soda, tinto con rodaja de naranja ahumada y rosado con tónica, granada y limón.
Cuánto: el menú de mediodía entre semana ronda los 1.500 pesos y las cenas promedian los 3.000 pesos por persona, dependiendo de la bebida.
Dónde: Avenida Belgrano 782.
Restaurante Restó SCA
Con un gran foco en el producto, el bistró ofrece comida francesa de nivel
Este bistró francés con capacidad para 30 comensales tiene el encanto de estar ubicado dentro del hermoso edificio antiguo que alberga a la Sociedad Central de Arquitectos. Fue fundado por la actual directora de CAVE, la sommelier María Barrutia, quien se formó con el reconocido chef francés Michel Bras. Luego fue heredado por Guido Tassi (ahora detrás de El preferido y Don Julio) y siguió su legado de la mano de la chef María Magdalena Piaggio –también formada con Bras y Tassi– quien continúa hoy al frente de Restó.
Con un gran foco en el producto, el bistró ofrece comida francesa de nivel con platos emblemáticos como codorniz rellena, cordero de la Patagonia, trucha arcoíris y pechuga de pato Pekín acompañados por una completa variedad de vinos y aperitivos.
La carta propone tres pasos de entrada, principal y postre que cada comensal puede armar según sus gustos en base a distintas opciones. Además, algunos meses al año se unen con diferentes bodegas para ofrecer menú fijo con maridaje de vinos los jueves y viernes por la noche.
La chef María Magdalena Piaggio es quien está hoy al frente de Restó
«El menú mantiene siempre el mismo estilo, aunque al mediodía trato de darle algo más informal porque los comensales luego siguen con su día de trabajo. Nuestra materia prima se compra en el mercado central de Buenos Aires y tenemos relación de años con los demás productores y proveedores, como Cabañas Kavanagh que nos da las codornices», explica Piaggio.
Cuánto: al mediodía, el promedio de gasto por persona es de 4.500 pesos. Por la noche, 6.500.
Dónde: Montevideo 938.
Restaurante Argot Café
Argot cuenta con mucha pastelería propia
Una de las características más llamativas de Argot es que está ubicado en una pintoresca esquina de Villa Santa Rita, un tranquilo barrio porteño alejado de los polos gastronómicos más concurridos de la ciudad.
«El local era un café muy viejo y cuando lo vimos en alquiler nos pareció espectacular», cuenta Kenya Amado, fundadora de Argot junto con su socio y pareja, Alejo Benítez. Con sólo un año de vida, el restaurante se presenta a sí mismo como un bodegón clásico que busca darle una impronta más moderna a cada uno de sus platos.
El menú cambia todos los meses y se caracteriza por el producto artesanal, elaborado por Kenya y Alejo ahí mismo. Tienen platos como tortilla de papa o sándwich de pastrón con pan casero y mucha pastelería propia como medialunas o palmeritas. La carta de bebidas incluye todos vinos naturales y vermut y cerveza artesanales.
Argot es un bodegón clásico que busca darle una impronta moderna a cada plato
«Estamos re contentos porque tenemos un montón de clientes del barrio, hay gente que viene todos los días. Y los fines de semana viene gente de todos los barrios de capital. Tiene una buena convocatoria. A los clientes los conocemos, los saludamos, sabemos lo que hacen. Es algo distinto», responde Kenya cuando se le pregunta por el atractivo de llevar adelante un restaurante pequeño con capacidad para 20 comensales.
Cuánto: los almuerzos rondan a partir de los 2.000/2.500 pesos por persona. Todos los jueves ofrecen una cena por pasos con menú fijo que cuesta 3.600 pesos.
Dónde: Av. Álvarez Jonte 2744.
Restaurante Beba Cocina
Tienen una capacidad máxima de entre 20 y 25 personas
Fundado hace cuatro años por los socios Oscar Molteni y Juan Francisco Femenias, Beba está ubicado dentro del Mercado de San Telmo y ofrece una propuesta de platos típicos argentinos con una pequeña vuelta de tuerca.
Tienen pastel de papa hecho con bondiola braseada, croquetas de hongos con chimichurri de verdeo y puerro o palmeritas de hojaldre con emulsión de roquefort, pickles de ananá, pimienta y albahaca, aunque también ofrece clásicos como sándwich de milanesa o buñuelos de acelga.
La oferta de bebidas incluye variedades de vermut y una carta de vinos de Catena Zapata con variedades como malbec, chardonnay y naranjo, además de limonada casera y gin tonic clásico, de maracuyá o de hibiscus.
Beba está ubicado dentro del Mercado de San Telmo
Los fines de semana –cuando el mercado explota de turistas– conseguir lugar en Beba requiere quizás un poco más de tiempo ya que tienen una capacidad máxima de entre 20 y 25 personas. Sin embargo, Oscar Molteni, uno de sus dueños, no duda de los beneficios de ser un restaurante pequeño: «El turista no se fija mucho en esas cosas porque busca donde haya carne y vino, pero quienes conocen bien el mercado de San Telmo prefieren los lugares chicos donde atienden los mismos dueños. Los lugares así son más acogedores y suelen tener mejor gastronomía, con productos artesanales elaborados en el mismo lugar».
Cuánto: el gasto promedio por persona es entre 1.400 y 2.000 pesos.
Dónde: Mercado de San Telmo (Carlos Calvo 455).
Restaurante Ada Café
Tienen una gran variedad de pastelería y panificación de producción propia
Inaugurado hace un año en el corazón de Once, Ada Café funciona en la semana como un lugar perfecto para hacer el almuerzo laboral y los fines de semana es un oasis de tranquilidad entre quienes buscan alejarse del bullicio propio de los polos gastronómicos más convencionales.
«Los sábados se acercan quienes vienen a hacer la experiencia de estar en un barrio donde no hay tanto movimiento, porque el Once queda desolado, es fácil encontrar lugar para estacionar y llegás fácil en transporte público», explica Pocho Álvarez, uno de sus fundadores.
Su especialidad es el café –trabajan con granos importados por Puerto Blest que van cambiando– y tienen una gran variedad de pastelería y panificación de producción propia. Entre los platos se destaca el prensado de dos quesos, la tostada de pan jalá con palta y el balanceado macrobiótico, que consiste en una combinación de cereal, proteína y verduras cocidas y crudas.
Ada Café funciona en la semana como un lugar perfecto para hacer el almuerzo laboral
La oferta de bebidas busca salirse de las propuestas industriales. En cambio, ofrecen soda, agua, limonada, jugos del día y kombucha. Dentro de lo alcohólico hay vino, cerveza en lata y vermut.
Si bien el local original tenía capacidad para 26 comensales, acaban de inaugurar hace unos días una ampliación que lo llevó a los 40 cubiertos pero sin cambiar la impronta de Ada: «Siempre buscamos trabajar con materia prima noble, con productos de cercanía. Hace muchos años que no consumo alimentos industriales y nos interesa transmitir eso, que se sepa de dónde viene lo que comemos», agrega Álvarez.
Cuánto: los platos principales rondan los 1.200 y 1.800 pesos.