Oportunidad: el barrio porteño que se está convirtiendo en un nuevo polo gastronómico y comercial

Fuente: IProfesional ~ Está en pleno esplendor comercial, no sólo por la expansión gastronómica sino también por reapertura del shopping. Poca oferta de locales no cubre demanda.

Cualquier persona que esté pensando en desembarcar en el centro comercial de Villa del Parque con alguna franquicia gastronómica low cost o con un emprendimiento de cualquier otro rubro, tiene una tarea extremadamente difícil por delante. Y esto es porque la ocupación de los locales comerciales en todas las microzonas del centro comercial del barrio es plena.

La demanda obedece, según cuenta la Presidente de la Unión de Comerciantes y Profesionales de Villa del Parque, Elisabet Piacentini, a que «luego de la pandemia, cuando muchos comerciantes debieron cerrar sus negocios para siempre y desalquilar sus espacios, hubo un crecimiento exponencial en la apertura de locales gastronómicos». Debido a ese fenómeno, la fisonomía del centro comercial se fue modificando y por ejemplo, «dónde había una marroquinería abrió una casa de golosinas o en un local en el que había una zapatería, hoy funciona una fiambrería boutique», dice.  

Esta expansión de lugares nuevos para comer o tomar algo, cree Piacentini que está vinculada a que «la gente gasta casi exclusivamente en gastronomía lo que antes gastaba en viajar; además, los valores tan altos de la ropa o de otros bienes, hacen que el poco resto que queda se vuelque a salidas de este tipo». 

El broker inmobiliario Francisco Nigro cuenta que los niveles elevados en los precios de los locales son un fenómeno que también se ve en otros barrios peor que «en el caso de Villa del Parque, lo que sucede, es que hay un movimiento muy alto en la zona a nivel construcción de edificios y eso hace que muchas personas vean a futuro lo que puede llegar a pasar en la zona y se anticipen». 

Escasez de locales comerciales y aumentos de hasta el 40%

De acuerdo a los especialistas comerciales e inmobiliarios, quiénes firmaron contratos de alquiler de locales comerciales durante la pandemia lo hicieron con valores que hoy, están totalmente desactualizados. 

«Esto es porque frente a comercios que se iban definitivamente, los propietarios estaban desesperados y asignaban valores muy bajos, ahora, cuando tengan que renovar esos contratos, los aumentos van a ser bastante considerables», señala Piacentini.

Un local chico, por ejemplo, sobre la calle Cuenca -que es la más valorada y por ende la más cara- está alrededor de los $200.000 de alquiler mensual. Y esto es porque es la zona de mayor densidad de personas que circulan a pie durante todo el día y dónde todavía, se encuentra de manera bastante fácil, lugares para estacionar.

«A media cuadra de la plaza del barrio, por ejemplo, hoy es casi imposible encontrar un buen local para alquilar», señala Nigro. Y cuenta que, de acuerdo a lo que pudieron observar en el comportamiento del último año, «el valor de los locales tuvo un incremento de aproximadamente el 40%, un valor bastante razonable, porque habían aumentado incluso, un poco más hace unos meses y ahora encontraron un equilibrio». 

Casonas antiguas convertidas en bares y construcción de locales nuevos

La altísima demanda de lugares para ocupar con fines comerciales produjo un fenómeno que ya se venía dando en otros barrios y que está relacionado con las viviendas familiares en planta baja o de dos pisos que quedaron cerca de las grandes arterias del barrio y se revalorizaron ya no como casa para residir sino como locales gastronómicos.

Pero por otro lado, también se ve en infinidad de manzanas, edificios nuevos que construyen sus plantas bajas con locales. «El barrio va a seguir creciendo, incluso más allá del propio centro comercial, que fue corriendo sus límites hacia la zona de la plaza; hoy allí  se pueden encontrar casonas convertidas en bares, vinerías y lugares de tapeo».

Esa modalidad de transformar unidades de vivienda en locales gastronómicos provocó, además, una catarata de ventas express en calles como Helguera y Campana hacia Beiro, dejando en evidencia que el movimiento incesante de transacciones inmobiliarias con fines comerciales es una tendencia que irá en aumento.

Sobre los edificios a estrenar, Francisco Nigro explica que «cada dos manzanas hay una obra en construcción -cerca de Beiró y de la plaza incluso es una por manzana- las cuales prevén en su planta baja, contar ya no con cocheras sino con locales comerciales. El fenómeno, asegura, es un «efecto derrame de lo que está sucediendo en Devoto con el polo gastronómico porque allí ya no quedan terrenos ni casas que puedan reconvertirse».

En el barrio lindante se presenta un problema muy grande y es «la falta de lugar para estacionar; de hecho tuvieron que habilitar el estacionamiento a 45 grados en algunas calles porque se tornaba imposible transitar». La consecuencia, explica el broker, «es que los emprendedores y desarrolladores, tuvieran que trasladarse a Villa del Parque y, sumado a eso, el código urbanístico ofrece la posibilidad de construir muchos inmuebles en las esquinas por lo que se está pensando en  consolidar en un futuro no muy lejano un polo gastronómico como el que hubo en Devoto cuya capacidad hoy es casi nula». 

Los consumidores quieren tener los servicios a mano

Sobre las razones por las cuáles los vecinos eligen para hacer sus compras cada vez más comercios barriales, Elisabet Piacentini sostiene que «la gente ya no quiere viajar a otro punto de la ciudad para comprar una especialidad porque en muchos casos, tampoco lo está haciendo para ir a trabajar». 

Hubo un acostumbramiento a «viajar menos y a comprar en los locales de cercanía, por eso funcionan tan bien los comercios a cielo abierto de los barrios». Además, «también se sumaron en los barrios servicios médicos, profesionales de todas las áreas, consultorios y centros de estudios que revalorizaron el lugar de residencia».

Y es por eso mismo que muchos de los emprendimientos nuevos apuntan a «un consumidor final relacionado con la vivienda de parejas jóvenes o con profesionales que buscan consultorios», explica el empresario al frente de Like Propiedades.

El valor promedio de venta para un departamento de pozo en Villa del Parque, es de u$s1.800 el metro cuadrado y «en su mayoría se trata de unidades de 2 y 3 ambientes». Francisco Nigro señala que en Capital Federal hay «más de 5.100 edificios y Villa del Parque es una de las zonas de mayor crecimiento junto a Palermo, Villa Urquiza, Devoto, Belgrano, Caballito y Saavedra». 

La reapertura del shooping

Luego de 3 años de permanecer cerrado, el 15 de diciembre reabrió sus puertas el ex Shopping de Villa del Parque. La nueva propuesta trata de un shopping outlet de marcas premium denominado Del Parque Sustentoutlet ubicado sobre la calle Cuenca.

El complejo comercial tendrá entre 30 y 40 locales de marcas premium y un market gastronómico en la terraza. En relación al potente proyecto, «los pequeños comerciantes de la zona estaban con mucha incertidumbre porque no les convencía el modelo de negocios, sin embargo, es una propuesta que suma porque es un outlet de marcas premium que también va a ofrecer prendas de la nueva colección y cuyo patio de comidas está orientado a productos sustentables, veganos y vegetarianos», aclara Piacentini.

De hecho, señala que durante los años en los que estuvo cerrado, «en los alrededores había suciedad, inseguridad y la zona estaba totalmente desvalorizada, por eso celebramos la reapertura». 

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