Polémica inclusiva: ¿Los restoranes veganos no deberían tener una opción de carne?

Fuente: Clarín ~ Las minorías están logrando ser mayorías. Una maquinaria formidable. Generalmente lo logran a través de leyes. Pero lo importante es llegar y subirse a una tribuna para gritar lo más fuerte posible. Las mayorías se adaptan. ¿Será este el método de la diversidad en una sociedad, evidentemente, no diversa?

Estamos hablando del auge de los restoranes inclusivos.

A veces uno se pregunta si es válido ocuparse de cosas importantes en un país que se mueve a golpe de decretos de necesidad y urgencia.

La última novedad es que presentaron un proyecto para que los locales gastronómicos porteños –todes-, ofrezcan obligatoriamente una opción vegana.

Un plato vegano de Krishna, gastronomía Hindú.
Un plato vegano de Krishna, gastronomía Hindú.

Estallaron las redes y los comentarios en los artículos publicados sobre el tema:

NO!!! EL RESTAURANTE TIENE QUE OFRECER LOS PLATOS QUE SE LE ANTOJEN!!!!

BASTA DE QUERER REGULAR TODO!!!

Cuando los veganos mueren, ¿reencarnan o reenverduran?

Una imagen de asado a la parrilla.
Una imagen de asado a la parrilla.

Diputada Laura Velasco vamos camino a los 100.000 muertos por covid !!!!!!

Y quien obliga a los veganos a ir a esos restaurantes?

¿Ahora todo el mundo se tiene que adaptar a la gente rara. Es increible lo que logro la lucha d las minorías Es mas o menos como ofrecer comida kosher en un restorán iraní!.

Imaginate ir a un restaurante y comer sano…

“Bueno entonces propongo que pongan por lo menos un menú de carne en cada restaurante vegano porque soy carnívoro”.

Joaquín Espinacas, vegano: "La medida es ridícula. Solo tiene sentido en lugares donde las personas están obligadas a consumir dentro del establecimiento".
Joaquín Espinacas, vegano: «La medida es ridícula. Solo tiene sentido en lugares donde las personas están obligadas a consumir dentro del establecimiento».

La información dura y protocolar dice que la diputada porteña Laura Velasco (Frente de Todos) presentó un proyecto de ley para impulsar y promover la comida vegana en establecimientos gastronómicos del distrito porteño.

Una iniciativa acorde al estado de ánimo de las grandes metrópolis: energías épicas y rabiosamente contemporáneas que buscan ir en contra de lo ancestral, lo hereditario y lo supuestamente opresivo.

Todos los restaurantes y bares deberían incorporar opciones de comida que no contengan ingredientes de origen animal ni derivados en sus cartas.

“Este proyecto no busca promover la dicotomía entre carne y verduras, sino aumentar las entradas, platos, bebidas y postres veganos y vegetarianos en las cartas. Queremos que la oferta gastronómica sea cada vez mejor y más variada para que aquellas personas que eligen este tipo de alimentación no se vean obligadas a conformarse con las guarniciones de platos elaborados con algún tipo de carne o consumir las muy pocas opciones que hoy se ofrecen”, explicó Velasco.

El año pasado la consultora Kantar hizo un estudio donde se refleja una tendencia insoslayable: el 12% de población es vegana y/o vegetariana -más de cinco millones de habitantes-, y la cuarta parte se sumó entre 2019 y el año pasado.

Le preguntamos a Joaquín Espinacas, asesor en cuestiones saludables y «mentor en estilos de vida consciente».

-Si la ley obliga en una dirección, ¿para compensar ustedes no deberían tener un menú en base a carne?

-La verdad que pedir una opción cárnica en los restaurantes exclusivamente veganos suena lógico. Sin embargo también es cierto que las personas omnívoras, las que comen carne y derivados de plantas, pueden comer cualquier plato dentro de un menú vegano. No es lo mismo a la inversa. Un vegano no puede comer cualquier plato dentro de un menú carnívoro.

-O sea que estás a favor del proyecto…

La medida es ridícula. Solo tiene sentido en lugares donde las personas están obligadas a consumir dentro del establecimiento. Por ejemplo hospitales, clubes, comedores de escuelas, aeropuertos, museos, edificios públicos. En esos lugares, las personas no tienen otra opción más que consumir lo que el establecimiento ofrece. Entonces en ese caso sí creo que poner una opción vegana obligatoria tiene sentido. Al igual que una opción libre de gluten, y una kosher y cualquier otra opción que incluya los diferentes estilos de vida. En restaurantes de en la vía pública, donde las personas tienen la opción de elegir los establecimientos, o de simplemente comer en otro lugar, creo que se debería dejar la libertad de armar el menú que se desee. Ya sea vegetariano, vegano o cárnico.

Al parecer, la idea apunta a que los restoranes “deban incorporar comida vegana a sus menús por cada sección de la carta o listado que posean”. Y “no podrá superar el precio promedio de su equivalente no vegano”.

Actualmente Espinacas está viviendo en Los Ángeles, California. «Tengo entendido que si bien acá hubo varios intentos de poner una ley similar, no es obligatorio todavía. Igualmente, casi todos los lugares tienen una opción vegana porque la gente lo pide. En casi todas las estaciones de servicio venden smoothies, jugos y frutas frescas. El mundo está tendiendo hacia una alimentación basada en vegetales».

Leemos: el plazo para ajustarse a la nueva norma será a partir del año desde que se sancione la ley.

Nos acercamos a Bio, el primer restorán orgánico y vegetariano de la Ciudad. Data de fines de los 80, queda en Palermo y Alejandra Pais es una de las dueñas.

Alejandra Pais, dueña de Bio: "Me parece bien que las minorías logren su cometido". Foto: Lucía Merle
Alejandra Pais, dueña de Bio: «Me parece bien que las minorías logren su cometido». Foto: Lucía Merle

“Bueno, en este caso siento que es más una chicana…”, responde cuando queremos saber si, de prosperar la iniciativa, no correspondería que Bio también ofrezca un plato de carne bien vacuna.

“En realidad esta ley piensa en abarcar a una minoría, en este caso los veganos, para que puedan tener la posibilidad de encontrar algo que no sea de origen animal. Es verdad que siempre hay algo vegano en los restoranes: una porción de papa fritas, una ensalada o una empanada de verdura sin huevo. Quizás es fácil encontrar hasta ofertas veganas en una parrilla, pero creo que el proyecto de ley apunta a visibilizar la situación.

-¿No hay veganos pobres?

-Siento que es algo cultural. En nuestro país la pirámide alimenticia está bien enfocada en todo lo que son productos cárnicos y lácteos, como principales alimentos. Esto tiene que ver con una industria regulada a partir de una identidad muy clara, muy nuestra. Pero no siento que un pobre no pueda ser vegano. De hecho, en la India la gente es muy pobre y nadie consume productos animales. Argentina es un país cárnico de toda la vida y supongo que será muy difícil extirpar esos de nuestras raíces.

El proyecto presentado en la legislatura porteña propone un sistema de beneficios impositivos que implicaría una reducción del 50% del impuesto a ingresos brutos durante un año.

El artículo 1° habla de derecho a la alimentación conforme a “decisiones éticas”. El artículo 3º lo dice con todas las letras: “La ley tiene como objetivo que los establecimientos gastronómicos, bares y afines de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires incorporen comida vegana en sus menús».

-En las redes comentan: ¿Ahora todo el mundo se tiene que adaptar a la gente rara? Es increíble lo que logra la lucha de las minorías.

​-Primero y principal, me parece bien que las minorías logren su cometido. Tampoco siento que se tengan que adaptar, es bastante fácil. Simplemente lo que creo que busca este proyecto es que puedan identificar esas ofertas en los menúes. Que así como hay simbolitos que dicen Sin TACC, me parece bueno que aparezca un simbolito para los veganos. No están pidiendo que los restoranes que no comulgan con lo vegano deban armar platos súper elaborados. Además, cualquier tipo de información sobre nuestros alimentos siempre me va a parecer algo positivo.

-¿Se sabe cuánto tiempo más vive una persona vegana?

-Ni idea. Y podría decirte que soy vegana, pero no lo digo porque hay muchas cosas que no me parecen: yo consumo miel, consumo huevos orgánicos que los veganos no consumen. Y allí, desde esos productos que consumo, me cuesta ver el sufrimiento animal. Los veganos comen cantidades industriales de soja. No están matando una vaca, pero están matando cantidad industriales de pequeños ecosistemas de insectos y de plantas y de campos enteros que quedan absolutamente erosionados y, luego, no se pueden usar por un montón de tiempo. Con la erosión de los suelos o con el desmonte, los veganos deberían tener en cuenta no sólo al animal grande, sino también al entorno.

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