Fuente: iProfesional – La combinación de calidad, precio justo y atención personalizada lo posiciona como uno de los mejores cafés de la Ciudad de Buenos Aires
En una ciudad como Buenos Aires, donde la cultura del café se respira en cada esquina y forma parte del ocio de las tardes, encontrar un rincón que combine todo lo que a los porteños les gusta, no es sencillo, Sin embargo, en el corazón de Almagro, uno de los barrios más tradicionales y vibrantes de la capital, un pequeño local se alza como el nuevo secreto mejor guardado para los fanáticos del buen café, Ekeko, café y vino.
Lejos del ruido de las grandes cadenas y de las cafeterías colmadas de laptops y reuniones interminables, Ekeko se presenta como una joya discreta, casi escondida en Bulnes 873. Con apenas tres mesas en su interior, algunas más sobre la vereda y una pequeña ventana que invita al café al paso, este espacio se ganó un lugar privilegiado en el barrio y es de los más elegidos entre de los vecinos y visitantes gracias a su propuesta simple pero contundente, café de especialidad, pastelería casera y precios que sorprenden por lo bajos.
La cafetería más barata de Ciudad de Buenos Aires
Ekeko no se deja ver a simple vista como los grandes cafés de avenida. Pero quienes lo descubren no tardan en volver. Su estética vintage, sin estridencias ni pretensiones, propone un refugio tranquilo para quienes buscan una pausa en medio del ajetreo porteño. El ambiente relajado, con música suave y atención personalizada, invita a quedarse, a charlar o simplemente a disfrutar de un café bien hecho.
A pesar de su tamaño reducido, el lugar tiene una energía particular. En el mostrador, los carteles escritos a mano y una amable recomendación de la casa: «Vení al mostrador, algo fuera de la carta vas a encontrar», resumen la filosofía del lugar. No hay menús gigantes ni modas pasajeras, sino productos frescos, recetas propias y una atención al detalle que se siente en cada taza.
Café de calidad, sabor casero y precios justos
La especialidad de Ekeko es, sin dudas, el café. Se sirve en todas sus versiones, espresso, con leche, americano, frío, entre otros. Pero lo que realmente destaca es la calidad del grano y el punto de cocción. No es casual que en Google tenga una calificación casi perfecta: 4,9 sobre 5 estrellas, con cientos de comentarios que elogian la consistencia del café, el trato amable y los precios accesibles.
Quienes lo visitan no tardan en tentarse con su pastelería artesanal. Todo lo que se ofrece es elaborado en el lugar, desde el clásico budín de banana hasta una babka de chocolate que ya tiene sus propios fanáticos. También hay carrot cake y torta invertida de naranja, entre otras delicias que varían según el día. La frescura es clave, y eso se nota desde el primer bocado.
Pero la propuesta va más allá del café. Ekeko también ofrece tragos y bebidas originales como las Soditas Ekeko —gaseosas preparadas con jugos naturales de frutas—, vino de bodega jujeña y un vermut ideal para quienes quieren cortar la tarde con algo distinto. Para un desayuno potente o un brunch improvisado, hay opciones saladas como huevos revueltos con focaccia y sándwiches que combinan sabores simples pero sabrosos, como mortadela y queso con pesto de albahaca.
Cómo llegar a Ekeko y sumarse al club de fans del café bien hecho
Ubicado a pocas cuadras de la estación Medrano de la Línea B de subte, Ekeko es de fácil acceso para quienes vienen de distintos puntos de la ciudad. También hay múltiples líneas de colectivo que circulan por la zona, como el 105, 127, 146, 151 y 160, lo que lo convierte en una parada ideal para quienes buscan una experiencia distinta sin alejarse del circuito urbano.
El horario de atención es amplio: abre de martes a domingo, de 9 a 20, lo que permite disfrutarlo tanto para un desayuno temprano como para una merienda extendida. Los lunes permanece cerrado.
Ekeko representa una bocanada de aire fresco. Su combinación de calidad, precio justo y atención personalizada lo posiciona como uno de los mejores cafés de la ciudad, especialmente para quienes valoran la autenticidad por encima del marketing.