El ocaso de un polo: Las Cañitas se «apaga» como plaza de la gastronomía y estas son las causas detrás del derrumbe

La zona supo concentrar una distinguida oferta de restaurantes pero eso comenzó a cambiar en los últimos años. Los emprendimientos que se van consolidando

Fuente: Iprofesional ~ Consolidada durante años como una de las plazas clave de la gastronomía en la Ciudad, la zona de Las Cañitas transita hoy un sendero marchito que se amplió de la peor forma a partir del combo «Covid-19 + cuarentena». Ese apartado de la Capital Federal dejó de ser la base de al menos una treintena de restaurantes y bares para, sobre todo en el último lustro, despegar como un punto con predominio de la residencial y el lanzamiento permanente de complejos habitacionales.

«El ´boom´de la gastronomía duró lo que demoró la construcción de la mayoría de las unidades de departamentos. Una vez que eso se consolidó, la oferta de restaurantes se vio muy acotada en su movimiento comercial y comenzó a migrar a otros barrios de la Ciudad. Palermo Hollywood, por ejemplo, creció a la par de que Las Cañitas comenzó a achicarse. Hay una relación entre una cosa y la otra», comentó a iProfesional Lorenzo Raggio, gerente general de Interwin.

De la cola en las veredas de algunos restaurantes el área pasó a acumular obras inmobiliarias y una oposición vecinal al funcionamiento de boliches y bares, con articulación en denuncias por ruidos molestos, que complicaron a los emprendimientos comerciales.

Al mismo tiempo, la misma Ciudad tomó nota del cambio de perfil de la zona y, a tono con los pedidos de los habitantes de Las Cañitas, comenzó a retacear la entrega de habilitaciones para nuevos locales de ese rubro.

«El furor de la zona como polo gastronómico hay que ubicarlo en torno al año 2005. Después comenzó la baja, que se empezó a notar sobre todo en el movimiento durante los días de semana. En 2019 se evidenció un cierre muy fuerte y ya este año tenemos la pandemia. A la par, acelera la parte residencial. Las personas que se instalaron comenzaron a oponerse, por ejemplo, a la movida nocturna. Mientras tanto, los comerciantes enfrentaban alquileres que no dejaron de revalorizarse año tras año», contó al directivo.

Otro aspecto que jugó en contra de restaurantes y bares, relacionado también con la expansión del residencial, estuvo en la falta de lugares para estacionar. En Las Cañitas funcionan sólo tres playas privadas que brindan ese servicio. Buena parte de los edificios levantados en la última década, en tanto conglomerados de unidades chicas, fueron levantados directamente sin cocheras por lo que se multiplicó el rango de vehículos de los nuevos vecinos en las calles.

«Eso aceleró un problema que venía de antes: la falta de lugares de estacionamiento. En la zona, entonces, se fue combinando la expansión en el número de habitantes estables, la oposición a la actividad nocturna, la recesión que achicó fuerte el consumo, alquileres que tuvieron su aumento y la falta de estacionamiento. Todos factores a los que ahora se sumó la pandemia», precisó Raggio.

El declive se hace cuerpo en la actualidad con la oferta de inmuebles vacíos que se ofrecen en las principales páginas del rubro inmobiliario. Sólo en esa zona, según pudo comprobar iProfesional, hoy se promocionan al menos 25 puntos comerciales de Las Cañitas, con rentas propuestas a valores que van de los 35.000 a los 500.000 pesos.

Desde la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés (AHRCC) su titular, Ariel Amoroso, coincidió en que la propuesta gastronómica en ese punto de la Ciudad decayó a la par de la expansión de los complejos de viviendas y el incremento en el valor de las locaciones.

«El primer problema con el que chocaron los restaurantes y bares fue el estacionamiento. La falta de lugares. Después, en cuanto la zona se puso de moda volaron los precios de los alquileres. A eso se fue añadiendo el malestar de los vecinos por los ruidos, la nula posibilidad de incrementar la cantidad de clientes por el problema para estacionar y el negocio de la construcción. Todas esas variables se combinaron en contra de los comercios de la zona», dijo a iProfesional.

Ganó el residencial

En diálogo con iProfesional, José Rozados, CEO de Reporte Inmobiliario, expuso al avance de los emprendimientos residenciales como el factor que mejor explica la merma de Las Cañitas como zona comercial.

«Desde el 2005 a esta parte lo que tenemos es una tendencia sostenida en términos de desarrollos para vivienda. El pico tuvo lugar en 2007, con hasta 52 proyectos en marcha. De ahí para acá el promedio anual nunca bajó de los 25 a 27 emprendimientos en construcción. Hoy, justamente, tenemos 27 que se están llevando a cabo», detalló.

«Es una zona con mucha tierra que se puede reconvertir y es lo que está ocurriendo. La mayoría son lotes subexplotados, que pueden generar proyectos de buena capacidad constructiva. Donde hoy tenés una o dos plantas de seguro podrías llevar a cabo diez o más. Y siempre con la perspectiva de que la demanda de unidades volverá aumentar», añadió.

Si bien el valor del metro cuadrado construido nuevo cayó 14 por ciento de 2019 a esta parte, Rozados dio por descontado que las obras en la zona seguirán aumentando. «En nuestro último relevamiento -septiembre- ubicamos 14 proyectos que tienen un avance leve, del orden del 5 por ciento. La cantidad de propuestas es importante y sostenida. Todo invita a pensar que seguirán apareciendo nuevos emprendimientos como hasta ahora», afirmó.

A tono con lo dicho por Rozados, el mismo Raggio, de Interwin, expuso que Las Cañitas es escenario de una oleada de emprendimientos residenciales desde hace 15 años.

«En nuestro caso, estamos comercializando hasta 10 proyectos que están en distintas etapas de obra. El valor del metro cuadrado bajó pero hoy es muy difícil determinar un precio estándar aunque siempre la perspectiva es de futura nueva suba», dijo.

«El metro cuadrado de la unidad nueva se ubica en el orden de los 3.200 dólares, y para los usados se ubica en torno a los 2.800 en la misma moneda. Hoy la demanda viene más por el lado residencial antes que relacionada con lo comercial. Con el correr de los años el cambio ha sido grande y ahora es común encontrar un edificio donde antes, en el 2005 o 2007, tenías un restaurante», concluyó.

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