Food trucks. El negocio de moda que cayó en desgracia

Fuente: La Nación ~ En todo el país hay cerca de 2000 trucks que venden mayoritariamente comida y están detenidos en garajes desde hace semanas. Y es que este sector, que supo tener un boom entre 2017 y 2018, se encuentra particularmente golpeado, ya que su facturación está asociada a los eventos masivos que fueron cancelados previo a que se estableciera la cuarentena por el coronavirus y que seguramente tardarán más tiempo en volver que otras actividades, incluidos los restaurantes .

«El día en que el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, suspendió los eventos masivos (el 12 de marzo pasado) era el recital de Maroon 5 en el Campo Argentino de Polo y 16 negocios móviles tuvimos que suspender nuestro trabajo con la consiguiente pérdida de la mercadería comprada. También estaba Expo Agro en San Nicolás y se tuvo que terminar un día antes con la pérdida correspondiente, ya que nosotros pagamos por trabajar en un lugar o evento», recordó Sergio de Acha, presidente de la Cámara Argentina de Negocios Móviles. Coronavirus hoy en Argentina: cuántos casos se registran al 1 de Mayo

Y no solo tuvieron esas bajas inmediatas sino que para los siguientes días también estaban programados el Lollapalooza, un recital de Metallica y el de Kiss. «Son todos eventos que se suspendieron, más todas las ferias en las plazas de Capital Federal y provincia de Buenos Aires. Todo se suspendió por completo y hay una incertidumbre total acerca de cuándo se va a poder reunir la gente por lo que corre peligro nuestro trabajo», agregó. Según de Acha, en la ciudad de Buenos Aires hay 77 trucks habilitados y en el país habría unos 2000 operativos, con lo cual hay unos 6000 puestos de trabajo en riesgo, ya que se calculan tres empleos directos por camión.

Por su parte, Adriana Corigliano, presidenta de la Asociación Argentina de Gastronomía Móvil (Asargam), dijo que sus 16 asociados están en peligro. Ella tiene un emprendimiento que se llama «Morfables 21», un food truck atendido por jóvenes con síndrome de down entre los que se encuentra su hija.

«Los food trucks no entramos en ninguna medida que escuches. Cuando no tenés local es muy complejo. Yo tengo dos chicas que cocinan y dos chicos con síndrome de down que atienden, todos sin trabajar, y aparte hacíamos caterings, que es otro trabajo que no se sabe cuándo volverá. Y, mientras tanto, sigo pagando Afip, el seguro gastronómico, el del food truck y el garaje para mantenerlo guardado», explicó.

En tanto, Maite Gonzalez Poljak, del food truck D&D, sumó que muy pocos camiones ofrecen un servicio de delivery como para subsistir y que para la vuelta a la actividad están pensando en trabajar directamente con los municipios en vez de dedicarse solamente a los eventos privados.

En este sentido, el productor gastronómico Pablo Erli dijo que en los Estados Unidos las empresas de food trucks están proponiendo que se usen estacionamientos para albergar a dos o tres camiones con un sistema de geolocalización y que la gente pueda bajar a comprar con turnos reservados a través de Internet.

«Sé que es algo difícil de aplicar aquí porque no tenemos ese tipo de establecimientos y también por ley no podemos estar a menos de 200 metros de un restaurante, pero el gobierno de la Ciudad va a tener que empezar a moverse. No sé si a través de Buenos Aires Capital Gastronómica o cómo, pero al sector de la gastronomía le tiraron una bomba atómica», opinó.

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