Peligra un clásico. La cuarentena amenaza la supervivencia de la cerveza artesanal

La cuarentena se está llevando puesta a uno de los íconos de la economía macrista. Las cerveceras artesanales alertaron sobre una situación casi terminal para una industria que hasta apenas tres años vivía un boom de aperturas. El panorama actual es completamente diferente: el 80% de las empresas elaboradoras de variedades de IPA y APA hoy tienen su producción paralizada debido al cierre de su principal canal comercial (los bares y confiterías) y nueve de cada diez firmas reconocen que deberán bajar las persianas en forma definitiva a menos que reciban una ayuda del Estado.

«Ninguna empresa del sector pudo acceder hasta ahora a los créditos para el pago de sueldo. Lo que pasa es que, según el DNU, la elaboración de cerveza es una actividad esencial, pero nuestro principal canal es el gastronómico, que hoy está prácticamente cerrado. Y algo pasa con los servicios de delivery que tampoco están trabajando en muchas provincias», señaló Juan Manuel Insfrán, presidente de la Cámara de Cerveceros Artesanales de Argentina y dueño de la marca Neffer.

Los datos sobre la actualidad y las perspectivas del sector se desprenden de un informe que elaboró la cámara a partir de un relevamiento hecho entre 590 productores y bares de cerveza artesanal. «Los resultados del informe son alarmantes. Entre otras cosas, indica que más del 90% de los productores vieron reducidas sus ventas en más de un 90% desde el 16 de marzo, cuatro días antes de que se declarara la cuarentena obligatoria . Esto se explica porque cerca del 80% de las empresas vende casi la totalidad de su producción a bares y restaurantes que hoy están cerrados», explicaron en la entidad.

El informe también indica que el 75% de los productores ya se encontraba con deudas antes del comienzo de la cuarentena y gran parte ha tenido que cortar la cadena de pagos. «Debido a la profundización de la crisis, un 57% de las empresas piensa que necesita la asistencia del Estado para no reducir personal o cerrar sus puertas, y el 91% de cree que si el Gobierno no brinda soluciones, deberá tomar decisiones drásticas dentro de los próximos 60 días «, señaló el informe.

El panorama es especialmente duro para los bares cerveceros que, a diferencia de las plantas elaboradoras, hoy se encuentran dentro de los rubros considerados como no esenciales -es decir que no pueden abrir al público-. Sus perspectivas no son muy alentadoras: al igual que los restaurantes y confiterías todo indican que serán de los últimos en verse beneficiados por un levantamiento de la cuarentena.

Para complicar aún más la situación del sector hay que tener en cuenta que la cerveza también se quedó fuera del boom que vivieron otros productos de la canasta básica -principalmente alimentos y artículos de limpieza-, cuya demanda para el consumo hogareño pegó un fuerte repunte en las últimas semanas.

De acuerdo a los datos de las cerveceras industriales , desde que arrancó la cuarentena a mediados de marzo, la demanda cayó un 25% frente al mismo período de 2019. Y en las primeras dos semanas abril los números empeoran, con una baja interanual del 37 por ciento. «Si bien hemos tenido un incremento en todo lo que es venta online y canales de e-commerce, esto no compensa la caída en el off (supermercados y comercios). Y a esto se suma además el cierre completo de bares y restaurantes», explicaron en una compañía del sector industrial.

El negocio de las cervezas artesanales vivió una explosión en los últimos años, al punto de que en su momento la administración macrista propuso a la actividad como u na salida laboral para los desempleados de otras industrias https://www.lanacion.com.ar/politica/los-cinco-fallidos-de-esteban-bullrich-que-sacudieron-la-campana-nid2051084 Según los datos del sector, en la actualidad la industria reúne a más 1000 empresas productoras, incluyendo algunos jugadores relevantes (como Antares, Berlina, Rabieta), muchas pymes y una gran mayoría de microemprendimientos. «En total, el sector emplea en forma directa a 6500 familias, pero si cuenta todo el circuito de bares y confiterías el total llega a 50.000 personas «, destacó Insfran.

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