Crece un polo gastronómico en el Sur con restoranes gourmet y cervecerías artesanales

Fuente: Clarín ~ Hamburguesas gourmet, cerveza artesanal, café “de especialidad” y platos veganos: Bernal está cambiando. Particularmente, unas cinco manzanas pegadas a la estación del Ferrocarril Roca del lado Oeste, ubicadas entre Avenida San Martín, Avellaneda, Lavalle y 9 de Julio. Allí comenzó a surgir un polo gastronómico que se afianza cada vez con más fuerza: en los últimos dos años abrieron cerca de una decena de locales. Traen una onda “palermitana”, joven y renovada. Los comerciantes cuentan que reciben a vecinos, pero también gente de Avellaneda y otros puntos del Sur, que buscan opciones difíciles de encontrar en la región.

“Bernal está creciendo y cada vez hay más gente joven. Creo que este cambio tiene que ver con eso”, cuenta Sara Brunengo, que junto a su novio, Marcos Lapponi, abrió en junio del año pasado El brote, un negocio “al paso” de comida vegetariana y vegana ubicado en Pringles y Avellaneda. “Empezamos vendiendo comida desde casa y hace poco más de un año nos animamos a abrir el local. Vimos que acá había una movida que se estaba consolidando y que no existían, en ese momento, opciones vegetarianas por la zona. Era necesario ir al centro de Quilmes”, explica.

“Cuando salimos a buscar zonas para inaugurar una nueva sede nos encontramos con Bernal y entendimos que era una ‘perlita’ del Sur”, afirma Mauro Lovecchio, uno de los dueños de Viri Burguer, una hamburguesería que abrió su primer local en 2016 en Lanús, sobre la calle Del valle Iberlucea, y que en noviembre del año llegó a Bernal, a la cuadra de 25 de Mayo entre Lavalle y Belgrano.

“Le vimos mucho potencial a la zona y nos gustó el espíritu del bernalense, que es muy orgulloso de su barrio. El hombre que nos alquiló el local, por ejemplo, fue a ver la hamburguesería de Lanús para ver si le gustaba nuestro estilo. Nos contó que era vecino y que quería asegurarse de que fuéramos a hacer algo lindo para el barrio. Hay mucho sentido de pertenencia”, asegura. Ofrecen hamburguesas gourmet caseras que salen con patas fritas, batatas o bastones de polenta.

En el nuevo polo, también hay cervecerías, restoranes y una pastelería donde se consiguen todos los dulces del momento: nude cakes, macarons o cakepops. “Soy de Bernal de toda la vida, estudié licenciatura en Gastronomía y en junio de 2017 pude finalmente abrir mi local. Hago pastelería tradicional y moderna, porque en Bernal de a poco vamos incorporando las nuevas tendencias. Me encargo de todo yo: cocino y atiendo. Mi idea fue hacer productos que no se conseguían en esta zona, como macarons. Por suerte hay muy buena recepción”, afirma Victoria Luna, de Delicake, una pastelería que está ubicada en Pringles 490.

El movimiento de gente, cuentan en los locales, se da durante todo el día: en los alrededores hay colegios, bancos y varios centros de salud. Están a pocas cuadras del registro civil y del otro lado de las vías se encuentra la Universidad Nacional de Quilmes. En Belgrano y 25 de Mayo, tiene sede la Biblioteca pública y complejo cultural Mariano Moreno, donde hay obras y muestras, y a dos cuadras del polo gastronómico, en Belgrano 280, el Teatro Don Bosco.

Los nuevos negocios se suman a los históricos, que van desde parrillas a confiterías clásicas, y a algunos bares pioneros que se animaron a llevar propuestas distintas antes de que este boom comenzara a afianzarse. Así, la zona se consolida y atrae no solo a vecinos de Bernal, sino también de otros puntos del Sur.

“Tenemos clientes de Avellaneda y Wilde. Ofrecemos un café de especialidad (no industrial y con variedades elegidas por un sommelier) que no es fácil de encontrar en esta zona. Buscamos armar un concepto parecido al de algunas cafeterías de Palermo y eso gusta”, cuentan en Monk Coffee, sobre Belgrano entre 25 de Mayo y 9 de Julio. “Abrimos hace un año y medio y en ese momento había pocos locales nuevos. Cada vez se suman más”, aseguran.

Una ubicación clave
Hay un factor clave sobre el que sobre el cambio en esta parte de Bernal: la ubicación. O, mejor dicho, la facilidad para acceder. La zona está a diez cuadras de la bajada de la Autopista Buenos Aires- La Plata y se llega muy fácilmente a partir del túnel que inauguraron en julio del año pasado en Avellaneda y San Martín. También cerca del Acceso Sudeste. Y está pegada a la estación de tren. Del otro lado de las vías, se encuentra la Universidad de Quilmes.

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