Las insólitas experiencias en el restaurante que acepta seguidores como forma de pago

Fuente: TN Tecno ~ En un local milanés podés comer gratis si tenés muchos followers en Instagram. Uno de los responsables del emprendimiento le contó a TN Tecno que la idea es redituable, y que también atrae a clientes excéntricos.

«Ofrecemos experiencias no convencionales a nuestros clientes», nos había dicho desde un restaurante que acepta seguidores como forma de pago y que ahora prepara su propia serie que se transmitirá en la Web. Pero en aquel local ubicado en Milán, Italia, la excentricidad no avanza en una única dirección: los comensales también tienen sorpresas bajo la manga.

«This Not a Sushi Bar» presume ser el primer restaurante del mundo que permite pagar con followers. La propuesta es innovadora y la metodología sencilla: si un cliente tiene muchos seguidores en Instagram, puede comer gratis publicando una fotografía del local y el hashtag que identifica a este emprendimiento en las redes sociales.

Este cartel explica los beneficios: a más seguidores, más beneficios.
Este cartel explica los beneficios: a más seguidores, más beneficios.

“Extendimos esta metodología a todos nuestros restaurantes y nuestras ganancias mensuales crecieron un 15%”, comenta Lorenzo Foti, relaciones públicas del local, con quien TN Tecno volvió a contactarse para seguir la evolución de esta propuesta gastronómica new age. Cuenta que la mayoría de los influencers que los visitan son “micro”, con menos de 50 mil seguidores.

La tendencia se extiende en suelo italiano. Según Foti, varios restaurantes, bares y pizzerías de aquel país adoptaron esta misma fórmula. «Incluso hay un servicio para compartir autos eléctricos en Milán que ofrece descuentos a los clientes con muchos seguidores».

Aceptar followers como forma de pago es excéntrico, ¿los clientes del restaurante también son peculiares?

¡Vivimos muchas situaciones divertidas! Por ejemplo, la noche en la que unas chicas comenzaron a quitarse la ropa dentro del restaurante para subir las fotos a sus redes. Tuvimos que eliminar esas imágenes de nuestra página, ¡eran realmente inapropiadas! Otra vez un chico nos preguntó muy seriamente si hacemos delivery hasta la India.

También fue curioso lo que nos pasó con un cliente que tenía 200 mil seguidores, y quiso engañarnos eliminando su publicación después de comer gratis y salir de nuestro restaurante. Cuando nos enteramos hicimos una «campaña» para avergonzarlo, aunque sin nombrarlo y sólo para divertirnos.

¿Qué hicieron al enterarse de su engaño?

Bueno, él comió gratis todo lo que había en nuestro menú. Cuando se fue, borró su publicación, nos bloqueó en las redes y así se burló del trato que proponemos. Encontramos una forma de contactarnos con él y le preguntamos con gentileza por qué lo hizo. El respondió que nuestra cena no tiene el valor suficiente para ser una de sus publicaciones.

Entonces ideamos una campaña especial usando su nombre, Antonio. El cliente deja pago un menú para que disfrute el próximo cliente en esa mesa, usando el hashtag #SushiSospesoPerAntonio. Esto viene de una tradición común en Nápoles: el «café sospeso» es aquel que se paga para el próximo cliente. En el caso de Antonio, quisimos avergonzarlo aunque sin revelar su identidad. Muchos de nuestros clientes se divirtieron con esto.

Nos enteramos que trabajan en una serie web con el restaurante como protagonista. ¿Cuál será la trama?

Ya teníamos una serie de «This Not a Sushi Bar», pero sólo en texto. Ahora estamos dando el siguiente paso: una serie web. Básicamente ponemos en la serie lo que siempre hacemos: contar historias sobre nuestro equipo y nuestros clientes. Así es como hemos construido una comunidad muy fuerte. Como una familia.

Lorenzo nos dice que todavía es muy pronto para hablar del estreno de la serie, porque en este momento trabajan en un episodio piloto. Mientras tanto, remarca que lograron quitarse de encima el estigma de que su propuesta anula la sociabilidad a la hora de la comida, instando a que los clientes posteen en forma compulsiva.

«Lo que realmente sucede es que las personas hacen conexiones reales mientras comen en nuestras mesas. Es usual que los clientes se acerquen, conversen, se pregunten cuántos seguidores tienen y suban juntos fotos a las redes. Esta fórmula facilita conexiones reales en lugar de virtuales, lo cual no es tan común en un restaurante«, sostiene.

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