Son argentinos y crearon en Buenos Aires un modelo de tour gastronómico que replicaron hasta en Londres

Fuente: iProfesional – Nació en Buenos Aires y ya llegó a Londres, Ciudad de México y Ámsterdam. Sherpa propone caminar, probar y conectar con la ciudad desde sus sabores
La cita es a las siete de la tarde en Palermo. Llueve. Pero nadie cancela. Al contrario: paraguas en mano, un grupo de turistas sigue a un guía entusiasta que, entre relatos de anécdotas del barrio, los conduce hacia la primera experiencia gastronómica. En tres horas y media probarán empanadas, milanesa, helado y chocolates. Se irán con historias que no figuran en ningún folleto turístico y, quizás, con un nuevo grupo de WhatsApp llamado «Palermo Foodies». Así funciona Sherpa Food Tours, un emprendimiento fundado en 2019 por Guillermo Borthwick y Alex Pels que arrancó en Buenos Aires y ya funciona en Londres, Ámsterdam y Ciudad de México.
El proyecto surgió del deseo de crear experiencias reales, sensoriales y humanas, basadas en la autenticidad y la pasión por la comida. Desde el principio, nos propusimos alejarnos de los clichés turísticos para ofrecer algo genuino, enfocado en lo local, en lo cercano, y con una mirada fresca y sensible», explica Borthwick en diálogo con iProfesional.
En Sherpa no hay micrófono ni sombrilla con logo. Cada tour incluye entre cuatro y cinco paradas gastronómicas. «La selección de restaurantes se realiza con una cuidadosa curaduría. Elegimos lugares auténticos: desde clásicos que mantuvieron la calidad a lo largo del tiempo hasta espacios reconocidos por la Guía Michelin o propuestas que reversionan la cocina tradicional con un enfoque moderno», detalla.
Después de consolidarse en Buenos Aires, Sherpa comenzó su expansión internacional eligiendo ciudades con fuerte identidad gastronómica y trabajando con talento local. Así llegaron a Londres, Ciudad de México y Ámsterdam, y planean seguir creciendo en destinos como Oaxaca, Cancún, Lima, París, Barcelona, Madrid, Roma, Lisboa, Atenas, Estambul, Seúl, Ciudad del Cabo y Tokio.
«La expansión fue orgánica, basada en el potencial gastronómico de cada ciudad. Se buscó siempre trabajar con talento local y aliados estratégicos, priorizando destinos con fuerte identidad culinaria. Cada ciudad se opera con anfitriones que conocen la cultura desde adentro y no abrimos hasta dar con la persona adecuada», señala.
El equipo de anfitriones es una pieza clave de Sherpa. «Para nosotros es de suma importancia que quienes guían nuestros tours lo hagan con la convicción y la pasión con la que lo hace la Tour Leader, Katherine Martínez, en los tours de Buenos Aires, Lucas Rey en Ciudad de México, Sevina en Londres y David en Ámsterdam. Quienes tienen la oportunidad de asistir a alguno de nuestros recorridos entienden esto mejor que nadie», destaca orgulloso.
Uno de los grandes hitos llegó en 2024, cuando TripAdvisor los distinguió como el Mejor Food Tour del mundo. «Nos premiaron por algo que nos apasiona y todavía no lo podemos creer. Sabemos que trabajamos como una de las principales operaciones del mundo, pero llegar a ser el número 1 nos tomó por sorpresa», confiesa. «Es un reconocimiento al equipo que trabaja todos los días con los clientes y que hacen que Sherpa sea una fábrica de felicidad«.
Comer, caminar, conectar: así funciona Sherpa
Los recorridos se realizan caminando, tienen una duración aproximada de tres horas y media y no se cancelan por lluvia. Cada tour combina paradas gastronómicas con puntos emblemáticos elegidos por su valor cultural, histórico o artístico.
Desde Buenos Aires hasta Londres, los anfitriones comparten cultura, comida y anécdotas
«La experiencia se potencia gracias a los anfitriones (nativos o inmigrantes que hicieron propia la ciudad), y al uso de mesas compartidas que generan un ambiente comunitario. El resultado: un espacio de conexión cultural y emocional«.
En Buenos Aires, uno de los tours más populares es el premium en Palermo. Incluye cinco paradas: arranca con empanadas y fugazzeta en Picsa, sigue con una milanesa de pollo y fainá en El Preferido, continúa con parrilla en Lo de Jesús, chocolate de postres en Pinocha y finaliza con helado en Antiche. Cada plato se marida con vinos seleccionados, y hay opciones para personas con restricciones alimenticias. «Solo pedimos que se notifique con anticipación para poder ajustar el recorrido», aclara Borthwick.
La tarifa es de u$s115 e incluye todas las comidas, bebidas, la guía local y la organización integral. El tour tradicional cuesta u$s90 y el de San Telmo, u$s55, solo por nombrar algunas de las opciones que se ofrecen la ciudad de Buenos Aires. «Cada experiencia está diseñada para ser vivida sin preocuparse por gastos extra: todo está contemplado en la tarifa para que el foco esté puesto en disfrutar, aprender y conectar», remarca.
Para que la experiencia sea íntima, los grupos son de hasta diez personas. Sherpa también ofrece experiencias personalizadas: tours privados, temáticos o centrados en platos específicos.
La mejor forma de conocer una ciudad es caminando… y comiendo
El perfil del público que los contrata son mayormente turistas extranjeros de entre 20 y 80 años, provenientes principalmente de Estados Unidos y Brasil. «Todos están buscando algo que sea diferente al típico recorrido turístico y los lleve a unir dos intereses como el de la gastronomía y conocer a otros viajeros», concluye Borthwick.
Ese parece ser el verdadero secreto de Sherpa Food Tours: este emprendimiento no solo ofrece una experiencia gastronómica, sino también un puente para conectar turistas con culturas, locales e historias. No es solo un paseo con buena comida, es una invitación a mirar la ciudad con otros ojos, entre bocados, charlas y pasos compartidos. Porque, finalmente, conocer una ciudad también es sentarse a su mesa.