Reinvención: la comida congelada apuesta al mundo gourmet

Fuente: La Nación ~ La pregunta del millón «¿Qué vamos a comer hoy?» es lo que se cuestionan diariamente en todos los hogares. Nadie queda exento. Los que viven solos, los que conviven con su pareja e incluso las familias tienen que pensar el menú de cada día. No solo pensar, también comprar los ingredientes, para después cocinar. Para simplificar ese proceso, cada vez son más los que eligen la comida congelada como una solución práctica de comer saludable en la vorágine actual.

Las empresas que se imponen en el mercado con la comidas congelada son de venta telefónica u online y rompen con el mito de que al » freezar» los alimentos estos pierden sus propiedades, son «duros» o no tienen gusto. El método de ultracongelado con el que los enfrían permite que conserven todos lo nutrientes y propiedades. Además de eso, ofrecen la posibilidad de tener diferentes menús en el freezer listos para comer en menos de 20 minutos

Existen dos tipos de negocio los que venden platos gourmet ya elaborados en bolsas envasadas al vacío, que se calientan durante cinco minutos o aquellos que ofrecen diferentes ingredientes por separado para preparar tu propio plato.

Las opciones de la carta de un restaurante en el freezer: lomo al champignon con puré, penne rigate con crema de hongos o suprema rebozada en semillas con calabazas asadas, son algunas de las alternativas gourmet entre las que pueden optar los clientes. «Por el método de cocción y congelado, son platos que parecen cocinados en el momento», explica Tomás Iakub, cofundador y CEO de Simpleat.

Simpleat es un e-commerce que entrega desde hace dos años más de 35 platos distintos de comida de ese tipo en la ciudad de Buenos Aires todos los días. «Rompimos barreras sobre el significado de la comida congelada, lo que nos permitió crecer bastante rápido. La gente cada vez está más ocupados, con menos tiempo para cocinar y además quiere comer mejor.», indica Iakub. A partir del próximo mes la empresa empieza a comercializar sus productos en Chile, con una ronda de inversión de US$600.000, con lo que también aspira a expandirse por Colombia y México.

«El proceso de producción del plato es exactamente igual que el de un restaurante. No se utilizan conservantes porque el mismo frío actúa como tal. La única diferencia es que una vez cocinado se debe congelar de manera inmediata», explica Joaquín Bustillo, Fundador de Cómodos. La técnica de ultracongelado, consiste en una congelación en menos de dos minutos a una temperatura inferior a menos 40°C. En el caso de Cómodos que al igual que Simplest, venden productos envasados al vacío, se empaquetan los alimentos antes de someterlo a las bajas temperaturas.

«Logramos que la gente no tenga que recurrir solo a la pizza freezada cuando no tiene tiempo para cocinar», explica Bustillo. Cómodos comenzó en 2016 vendiendo cuatro productos en Tandil. «Nos parecía un montón porque lo habíamos pensado para cuatro veces al mes, pero había clientes que lo consumían todos los días principalmente para la comida de la noche y nos pedían más variedad», cuenta Bustillo. Hoy cuentan con más de 30 opciones de platos, ocho puntos de venta y su propio local de venta directo al público en Palermo.

Consumo importado

El consumo de alimentos congelados llega importado, principalmente desde Europa y los Estados Unidos. En Alemania e Inglaterra se consumen cerca de 45 kilos de este tipo de alimentos por año y en Estados Unidos supera los 35 kilos. Mientras que en Latinoamérica no llega a superar los 4 kilos por persona.

«La diferencia de estas 10 o 12 veces de proporción no es porque tenemos diferentes preferencias de comida sino simplemente porque el acceso a lo congelado en Latinoamérica suele ser caro», explica Adolfo Rouillón uno de los fundadores de Frizata una empresa que se dedica a la venta de alimentos congelados.

Ofrecer precios accesibles y lograr así que los congelados ganen protagonismo en la mesa de los Argentinos, fue una de las razones por las que Rouillón junto a José Robledo decidieron crear su propia marca de comida congelada a principios de 2018 en Rosario. Con una inversión de US$8 millones, lanzaron Frizata en Buenos Aires y están próximos a abarcar el Gran Buenos Aires, incluida La Plata. Además aspiran a cruzar la frontera antes de que se termine el año. «Vamos a dar el primer paso en Brasil tenemos planes de abrir una operación en una región de San Pablo en el segundo semestre del año», explica Rouillon. La empresa ofrece alimentos congelados con los que los clientes pueden elaborar diferentes platos.

Productos más clásicos como vegetales, hamburguesas y otros más elaborados como milanesa de soja, de espinaca, pastel de papa. Actualmente cuentan con 43 productos y en 2020 estiman llegar a ofrecer 70 productos con una amplia variedad. Además hay una gama de alimentos 4.0, como la Freeburger que es una hamburguesa elaborada a base de plantas pero con la textura, el sabor y la experiencia de la carne.

Las empresas se encargan de producir, vender y entregar el producto de manera directa a los clientes. Para que los alimentos lleguen al hogar de sus consumidores, ofrecen dos vías diferentes. Por un lado el envío a domicilio. En este caso se elige un día y un rango horario estimativo. Otra opción es que el mismo consumidor lo retire por los llamados pick up points. Son locales que están asociados a la empresa, en donde dejan el producto y el comprador los puede retirar dentro de las 48 horas. «Entendemos que es la forma de darle accesibilidad a mucha gente que a veces no está en su casa o no sabe cuándo va a estar», explica Rouillón.

Precios cuidados

Los precios varían según el tipo de productos. En el caso de los platos que ya vienen preparados, parecido a una vianda, en porciones individuales de entre 400gr y 600gr su valor esta entre los 250 y los 400 pesos. «El precio de este tipo de producto se encuentra entre medio de pedir un delivery y comprar en un supermercado», explica Iakub.

En tanto que los que venden los productos separados que rinde para más de una porción su precio está entre los 300 a 500 pesos. Rouillón explica que como la misma empresa se encarga de comercializar y distribuir los alimentos congelados en forma directa al hogar, les permite evitar los costos de logística e intermediación.

«Al ahorro generado por la desintermediación lo destinamos a mejorar la calidad de los productos y esto nos permite bajar los precios», explica Rouillón. Que asegura logran los «precios éticos» son hasta un 60% menores al de los supermercados. «Gracias a que ofrecemos productos accesibles tenemos familias que están consumiendo cerca de 30 kilos por persona por año», agrega Rouillón

En el caso de Cómodos también cuentan con local de venta directa al público en Palermo. Dos minutos para comprar la comida de todo un mes. Las empresas ofrecen dentro de la experiencia de compra online la posibilidad de optar por paquetes que incluyen una amplia variedad de menús y productos a un mejor precio. «Es como ir a hacer la compra del mes del supermercado pero llega todo cocinado», dice Iakub.

En el caso de Simple también ofrece el servicio de suscripción que permite elegir de entre 7 a 28 diferentes platos de comida por mes, dependiendo el plan que elija el cliente. Esto se renueva todos los meses. Además todos ofrecen la posibilidad de comprar en grandes cantidades para obtener así descuentos.

2 – Consumo: Son kilos anuales por persona que en promedio consume de alimentos congelados cada argentino

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