Quiénes son los reyes del helado argentino: del cucurucho a expandirse en el mundo

Fuente: Cronista – Con la ola de calor, las cadenas de heladerías viven su temporada alta. Las familias detrás del negocio heladero que crece en el país y planta bandera en la región, Europa y los Estados Unidos.

El helado argentino es uno de los más ricos del mundo. Cada persona consume alrededor de 7 kilos de helado artesanal por año y en verano este número escala a casi 10 kilos per cápita. Y las olas de calor hacen despegar aún más este negocio.

La calidad del producto nacional llevó a que algunas heladerías de barrio se agrandaran con fábricas industriales, franquicias e incluso aperturas en el exterior. Estas son algunas de las marcas más relevantes dentro de la industria y la historia detrás de ellas.

Freddo

En 1969 abrió la primera sucursal de Gelateria Freddo en la esquina de Callao y Pacheco de Melo, en Recoleta. La cadena nació de la unión de dos familias italianas: los Aversa y los Guarracino.

Por un lado, Luigi Aversa había llegado a la Argentina junto a su primo y fundó la heladería Pérsico en La Plata. En tanto, Giovanni Guarracino pisó suelo nacional unos años después e hizo sus primeros pasos como emprendedor con una frutería sobre avenida Callao. Uno de sus hijos, Salvador, se casó con María Aversa, hija de Luigi. Entonces ambas familias decidieron combinar su conocimiento heladero con la experiencia en el mundo de las frutas.

Los Guarracino y los Aversa fundaron la cadena en 1969 y ahora la maneja el fondo Pegasus.

Freddo recién se expandió en los 90 y en poco tiempo alcanzó las 40 sucursales. Desde 2004 la marca está en manos del grupo Pegasus, que en 2018 cambió el modelo de negocios al transformar todos los locales en franquicias y tercerizar la producción. Si bien la compañía continúa con presencia en el mercado local, su principal negocio está en los Estados Unidos con heladerías y venta retail.

Los Aversa y los Guarracino siguieron ligados al rubro heladero. Juan Martín Guarracino, hijo de Salvador, y Federico Aversa, nieto de Luigi, fundaron Persicco en 2001 y en la actualidad pertenece a Grupo Financiero Tutelar. En tanto Leandro y Silvina Aversa, hijos del fundador de Freddo, crearon Un’Altra Volta. Ella ahora maneja su propio proyecto, la cadena de heladerías Aversa.

Freddo planea crecer en los Estados Unidos con heladerías y venta directa al público en supermercados.

Y la tercera generación también incursionó en la industria. Santiago Dapolito y Tomás Guarracino, nietos de Salvador, desarrollaron Kaira, una etiqueta vegana, y Benlive, una marca de helados proteicos, respectivamente.

Grido

Oscar Lucas Santiago se separó de sus hermanos, que manejaban una fábrica de cucuruchos, para abrir su propia heladería, Marvic, en Alberdi, Córdoba. El consumo per cápita de helado era bajo, entonces Santiago ideó un modelo de negocios para impulsar la penetración del producto entre los argentinos. Su proyecto se centraba en precios bajos, locales chicos para reducir los costos, producción industrial con sabor artesanal y tener presencia en localidades y zonas descuidadas por el resto de las cadenas.

En 2000 abrió las primeras cuatro sucursales de Grido junto a sus hijos, Lucas, Sebastián, Celeste y Gonzalo. La idea original era que la cadena se llamara Kriko, sin embargo se dieron cuenta que el nombre ya estaba registrado por otra compañía y decidieron modificarlo pero cambiando la menor cantidad de letras posibles.

Grido no solo es la cadena de heladerías más grande del país, sino que está en el top 4 mundial.

La firma se expandió rápidamente a través del modelo de franquicias y creció en la región con sucursales en Uruguay, Chile y Perú. Es la cadena de heladerías más grande de la Argentina y una de las cuatro más importantes del mundo. Su fábrica en el Parque Industrial Ferreyra elabora alrededor de 90 millones de kilos de helado por temporada.

Lucciano’s

Daniel Otero y su hijo, Christian, querían crear la mejor heladería del país. Si bien no tenían experiencia en el rubro, ellos viajaron a Italia para conocer las técnicas más innovadoras, traer materia prima premium e incluso comprar vitrinas para tener una exhibición deluxe. En 2011 cortaron cinta del primer local de Lucciano’s en Mar del Plata y crecieron a nivel nacional de la mano de la popularidad de sus paletas heladas.

La familia Otero llevó Lucciano’s a Europa y los Estados Unidos con fábricas propias y locales.

En 2020 se abrieron camino en los Estados Unidos, luego plantaron bandera en Uruguay y en 2022 dieron un gran paso al inaugurar su primera sucursal en Italia, más precisamente en Roma. España fue el siguiente destino en Europa y el año pasado adquirieron una fábrica propia en Italia para abastecer su expansión en el viejo continente.

Recientemente Lucciano’s también incorporó una planta productiva en los Estados Unidos que se suma a su megafábrica en Mar del Plata, que elabora cerca de 2 millones de paletas por año.

Helados Daniel

Cuando tenía 12 años, Daniel Paradiso pasaba todos los veranos trabajando en Helados Roberto. Después de recibirse de técnico electrónico decidió lanzar su propio emprendimiento con el apoyo de su exempleador. En 1978 abrió Helados Daniel en su Victoria natal.

Su heladería se volvió popular en el barrio por sus precios económicos y el amplio menú de gustos. El gran despegue de la marca se dio en 1981 cuando Paradiso creó el «súper dulce de leche» al combinar helado con dulce de leche repostero. Cuatro años más tarde abrió su segunda sucursal y a fines de los 90 empezó a otorgar licencias para abrir locales con su marca.

Daniel Paradiso se hizo popular con su «súper dulce de leche» en Helados Daniel.

Desde 2015 Helados Daniel cuenta con una fábrica en Garín con capacidad para producir 1,5 millones de kilos de helado por año. Además, cada 4 de octubre celebra el «Día del helado Daniel» con vasos de helado gratis para todos los que se acercan a una sucursal de su cadena.

Chungo

En 1973 Jorge Davalli compró el fondo de comercio de una heladería en Saavedra. En vez de rebautizarla, el emprendedor decidió conservar el nombre original y a partir de 1989 sus hijos empezaron la expansión de Chungo. La segunda generación también encaró un cambio en el modelo con la apertura de una fábrica industrial en el mismo barrio donde todo comenzó.

Ariel Davalli, hijo de Jorge, está a cargo de Chungo y planea expandir la marca en la región.

En 2023 la compañía anunció una inversión de u$s 600.000 para duplicar su volumen de producción de 1,4 millones de kilos por año. Alrededor de un 20% del total lo exportan a Chile para vender en supermercados a través de la marca propia de una cadena. La cadena tiene planes de expandirse con franquicias en Paraguay, Uruguay, Chile y Bolivia.

Sei-tu

Juan Stranges llegó desde Italia con 4 años y desde muy joven empezó a trabajar como chapista. Cuando cumplió 19 años abrió su propio taller y fue incursionando en otros rubros, desde vender autos hasta invertir en propiedades. Un cliente le propuso abrir una heladería en un local vacío y se metió en el negocio después de un curso intensivo de cómo armar cucuruchos.

La heladería se convirtió en distribuidora, sin embargo su principal cliente abandonó el negocio. En 2010 Stranges le compró Sei-tu a su compatriota, José Laisé, que había fundado la marca a fines de los 80 y la había hecho crecer con su política de precios bajos. Hoy la cadena multiplicó su presencia a través del modelo de franquicias y con sus productos en los freezers de los supermercados.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *