Secretos de la pizza porteña: un negocio que mueve más de $ 3.500 millones al año

Fuente: Ambito ~ En Buenos Aires hay 1.200 pizzerías. Se estima que se venden 14 millones al año y, en el podio del negocio gastronómico, ocupan el primer puesto. Los datos se desprenden de «Nuestra Pizza. Una pasión redonda», de Joaquín Hidalgo y Martín Auzmendi (Editorial Planeta), ambos creadores del Muza5K. El negocio que representa este alimento es más que importante: no sólo por su mística sino por sus números. Estas 14 millones de unidades, a un promedio de $ 250, significan $ 3.500 millones anuales. Sólo Güerrín, por ejemplo, vende aproximadamente 1.500 pizzas por día. A $ 280 cada una, son $ 420.000 diarios, lo cual representa en un mes, $ 12,6 millones.

Este fenómeno gastronómico surge entre 1930 y 1950. «Las pizzerías empiezan en el sur de la Ciudad, en La Boca, justamente cuando La Boca estaba llena de actrices, de actores, de farándula, era un centro cultural fashion de la época», dijo Auzmendi a ámbito.com. Con el peronismo, la pasión por la mozzarella se democratizó y multiplicó: «La llegada a Corrientes tiene que ver con el ensanchamiento de la avenida, con que se transforma en un lugar de esparcimiento. Empieza a haber gente con acceso a consumos que antes no tenía, mucha más personas empiezan a poder ir al teatro y al cine y ciertos consumos se masifican. Y ahí empiezan a abrir las pizzerías».
«Nuestra Pizza. Una pasión redonda», de Joaquín Hidalgo y Martín Auzmendi (foto)

Entre las tradicionales, los pesos pesados son, entre otras, Las Cuartetas, Imperio, Angelín, Pin Pun, Güerrín, El Cedrón, El Cuartito, El Fortín, La Mezzetta, Banchero y Santa María.

Sin embargo, la receta no siempre fue la misma y el estilo de lo que hoy se define como pizza porteña se transformó con los años. Según el autor, «la pizza, desde su origen italiano tal como llegó a Argentina, era una masa finita sin queso, con salsa de tomate, que se comía en la calle. Eso va cambiando a lo largo del tiempo, se va transformando en una pizza más ancha, hecha en estos grandes hornos panaderos. Cuando va llegando la influencia española, entre los años 30 y 50, llega el queso, llega esta cosa bien española que también ves en la comida de bodegón, de ponerle mucho de todo».

El secreto del éxito de esta comida, según Auzmendi, pasa por la enorme variedad de propuestas. «Hoy Buenos Aires tiene una gran diversidad de pizzas, resume todas las tendencias del mundo: tenés una napolitana muy buena; tenés una interpretación nuestra de la romana; tenés pizza por metro; tenés pizza a la piedra, que es un fenómeno de los últimos 60 años y es la que la gente prefiere cuando aparecen encuestas; pizza a la parrilla, que es un invento argentino; y después, la más tradicional, que es al molde y es la que nosotros empezamos a hablar a través de la maratón de la pizza».

¿Qué diferencia a la pizza tradicional de molde del resto de opciones? «Es una pizza con abundancia de ingredientes: una masa grande, mucho queso. Te encontrás de todo adentro: jamón, morrones, longaniza, palmitos, ananá, rúcula, jamón crudo, champiñones. En estas pizzerías mirás el menú y hay entre 50 y 70 variedades de pizza, más allá de las más tradicionales que son 6 o 7», sostuvo el «sommelier de pizza».

A la hora de pasar por estos emblemáticos locales, no sólo el sabor es lo que los argentinos eligen. Probablemente haya un plus de carga emotiva al sentarse a degustar una buena «mozza». «Hay mucho de mística y también es muy valorada esta cuestión de la abundancia de ingredientes. Está en nuestro ADN cultural», afirmó Auzmendi. Y añadió: «Cuando vas a las comidas populares más queridas, el tema de la cantidad es importante para la gente».

Para defenderla, el autor no duda enfrentarse al resto del mundo: «Los napolitanos dicen que la única pizza que existe es la napolitana y el resto no es pizza. Y nosotros decimos: Argentina tiene una tradición, más de 140 años de historia con pizza; tiene un estilo propio, que es esta pizza tradicional porteña; y tiene una identidad: por lo cual es pizza y es nuestra».

A diferencia de otros negocios gastronómicos, las pizzerías tradicionales sobrevivieron a las peores crisis económicas nacionales. «Salir a comer es el principal plan de los porteños, es lo que más le gusta. La pizzería ofrece una salida accesible, con un precio muy elástico y apto para todo público: una familia, un grupo de amigos, lo que sea. Es el colchón donde podés caer», explicó el cocreador de la Maratón de la Pizza. Y amplió: «El año pasado hablé con un pizzero que me decía: ‘Nosotros tan mal no estamos porque la gente que ya venía quizás viene menos o gasta un poco menos, pero recibimos al tipo que iba a un restaurante y tiene que bajar un poco el gasto pero no quiere resignar la salida'».

Por último, destacó el rol de este alimento a la hora del almuerzo laboral: «Es una comida cotidiana para un montón de gente que trabaja, que anda por la Ciudad, que está de paso. Kentucky, que está llegando como a 40 sucursales, tiene promociones muy agresivas, donde por $ 100 almorzás, comés dos porciones de pizza, una de fainá y una bebida. Si te vas más abajo, en Uggis, con 84 sucursales entre Capital y GBA, comés por $ 50 o $ 60».

Una pizza de molde requiere entre 30 y 40 gramos de levadura; una base de entre 34 y 38 centímetros; un horno a un mínimo de 280 grados y un maestro pizzero que recibe la receta de un trabajador anterior y la cuida como a su vida. El resto de los secretos, van de la mística a lo confidencial.

Pizza Pronta Delivery proyecta 15 nuevos locales

Fuente: InfoNegocios ~ Pizza Pronta -la cadena de franquicias de pizzas, lomos y empanadas- es otra de las marcas que ofrece su propuesta en el rubro más demandado del ecosistema de franquicias: el gastronómico.

La empresa se fundó en 1998 y en 2004 formó la primera franquicia. Hoy cuenta con 23 locales (dos propios y 21 bajo el formato de franquicias) que operan en Córdoba, Catamarca, Buenos Aires, Tierra del Fuego y Santiago del Estero.

¿Cuáles son los números para obtener una franquicia Pizza Pronta? Con una inversión total de $ 960.000 ya se puede ser parte de esta cadena ($ 80.000 canon de ingreso, inversión inicial sin stock $ 800.000, stock inicial $ 80.000). La facturación anual promedio por local es de $ 5 millones, con un recupero de la inversión previsto en 12 meses.

Entre las ventajas de esta franquicia, se destaca el “fácil manejo del negocio, la homogeneidad de productos e insumos (toda la mercadería distribuida desde casa central), eficiencia en el sistema de delivery, seguimiento y capacitación constante de franquiciados y sus empleados, y manejo en inversión en diversas herramientas publicitarias.

Este año, Pizza Pronta está cumpliendo 20 años en el mercado y proyectan expandirse en la provincia de Buenos Aires. Ya inauguraron la primera sucursal en Luján y la próxima localidad es Trenque Lauquen. También apuntan al crecimiento en otras provincias y en poco tiempo inauguran una franquicia en Valle Viejo (Catamarca). En total, la proyección de nuevas aperturas suman 15 nuevas bocas.

Para conocer todos los detalles de esta marca de franquicia, pueden acercarse a la próxima Expo Franquicia 2018 el próximo 4 y 5 de septiembre en el Sheraton Hotel

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Venden helado «aspiracional» en el Conurbano y facturan $107 millones

Fuente: La Nación ~ Estos son los pasos para hacer del helado un producto aspiracional para la clase media del Conurbano bonaerense según dos emprendedores argentinos. Primero, abrir locales en esquinas de José C. Paz , Grand Bourg y Moreno, pero también en los barrios porteños de Cañitas y Palermo .

Segundo, pelearse con los proveedores para que entreguen las mismas sillas y mesas para todos los locales, sin importar la ubicación

Tercero, hacer verdadero helado artesanal, cobrar el kilo solamente $60 menos que las principales cadenas para un público de mayor poder adquisitivo, pero compensar con locales abiertos 16 horas al día y compartidos con los sándwiches de Subway para aumentar la oferta.

Los primeros esbozos del plan para desacralizar el helado artesanal comenzaron cuando, a través de sus esposas, Esteban Wolf y Gustavo Tonietti se conocieron. Tonietti había fundado Chocorísimo con un local en Zárate en 1998, y en 2013 contaba con dos sucursales más.

Ese mismo año, Wolf abandonó Progen, la distribuidora de medicamentos genéricos que había fundado una década atrás y se sumó al proyecto. En menos de cuatro años, la cadena de heladerías llegó a 25 locales, de los cuales 12 son franquicias.

El avance en Capital Federal y el Gran Buenos Aires llevó una inversión de más de US$4 millones. Este año, la facturación proyectada será de $107 millones y Chocorísimo abrirá locales en Bahía Blanca, Villa Ballester y Olavarría.

«Somos el Starbucks de cada lugar donde vamos. Ponemos locales tan lindos como las cadenas más top en Grand Bourg, San Miguel y José C. Paz. Nos preguntan: ‘¿A quién se le ocurre poner esto acá?’, pero a nosotros nos interesa poder darles a todos los clientes la misma calidad», dice Wolf.

El emprendedor asegura que es muy común que sus sucursales se encuentren con un Grido enfrente, la cadena cordobesa de helado low cost que es la mayor del país en cantidad de locales, pero que, a pesar de que comparten ubicación, no compiten por público.

El kilo de Chocorísimo está más cerca de los $300 que de los $400, como las marcas más caras, explica Wolf. En otras palabras: son más baratos, pero no tanto como la oferta que apunta a quienes quieren gastar mucho menos. Y añade que el contexto y la competencia obligan a hacer promociones agresivas para darse a conocer. «Nosotros consideramos que el público de clase media y media baja debe poder acceder a una calidad artesanal», señala.

La adversa coyuntura local no va a frenar sus planes de expansión, dicen, a pesar de que espera que hasta octubre no haya un buen nivel de ventas por la estacionalidad del invierno y las tarifas de luz y gas que llegarán en los próximos meses.

«La Argentina nunca tiene un buen contexto para invertir, si uno va a esperar a que la economía de este país cambie nunca va a hacer nada», concluye. ~ Suscribite a Info Gastronómica aquí

Comer Sano Córdoba aprovecha los nuevos vientos: 80 puntos de llegada

Fuente: InfoNegocios ~ Comer Sano Córdoba, es un emprendimiento familiar que fabrica, distribuye y comercializa productos veganos y saludables. Distribuyen a 80 puntos de venta entre dietéticas y verdulerías en Córdoba. Ya cerraron acuerdo con Prama para distribuir sus productos. Facturan por mes un promedio de $ 450.000.

Hace tres años comenzaron haciendo milanesas en la cocina familiar y hoy tienen un local en el Talar de Mendiolaza donde producen sus productos y fraccionan otros que se distribuyen en 80 puntos de venta entre dietéticas y verdulerías de Córdoba Capital.

También lo hacen en Alta Gracia, Río Cuarto, Villa María y además llegan a CABA, La Plata, Chaco, San Luis, La Rioja, Catamarca y San Juan.

Jorge Manzur es cocinero y el creador del espacio junto a Patricia Cerutti, su socia y esposa. Su hijo Nacho también está involucrado en el emprendimiento. “Empecé a cocinar más sano para tratar un síntoma físico y cuando menos lo imaginé Comer Sano pasó a la cochera de nuestra casa y luego a un local dedicado a la producción y venta”, cuenta.

Arrancaron con las milanesas y después vinieron los quesos, las pizzetas, los quesos veganos y las hamburguesas. Actualmente comercializan once variedades de milanesas, seis de hamburguesas, seis de quesos, más pizzetas veganas listas para el horno y los sandwichs veganos.

El paquete de cinco unidades de milanesas simples rebozadas con pan rallado, avena y semillas de lino, aptas para freezar, cuesta $ 37 para las dietéticas y las verdulerías. Entre las variedades se mencionan de arroz yamaní con granos de choclo, zanahoria y verdeo; con sésamo tostado, curry hindy y zanahorias; con verduras; porotos aduki, pimiento morrón, algas nori, tomate desecado, o lentejas, trigo burgol y maní tostado, entre otras.

“Las milanesas son hechas de cereal, evitamos utilizar la harina de cereal sino que trabajamos con los granos y los combinamos con verduras frescas. Se galvanizan con avena y semillas de lino y tienen un alto valor nutritivo”, describe Patricia Cerutti.

En cuanto a los quesos veganos, están envasados al vacío, duran 30 días y están elaborados con frutos secos y gelatina vegetal que les permite derretirse en el calor del horno. “Tienen una buena consistencia, requieren refrigeración pero no son aptos para frezar”, señala la empresaria. Vienen en seis variedades: de pistacho, almendras, castañas de cajú, sésamo blanco, sésamo y nuez y quínoa. Los paquetes son de 250 gramos y cuestan 60 pesos por unidad. “Este es uno de los productos que más se venden y son aptos para veganos, vegetarianos y para los que tienen intolerancia a la lactosa”, describe Cerutti.

Y el otro producto que más salida tiene son las hamburguesas gluten free que producen y están libres de harinas. Son medallones de 12 centímetros de puro cereal y verduras sin harina de trigo. Duran 30 días en la heladera, y son aptas para veganos, vegetarianos o para quienes están haciendo alguna dieta proteica o tienen intolerancia a las harinas. “Tanto las milanesas como las hamburguesas no utilizan alimentos transgénicos, están libres de soja y derivados”, distingue Cerutti.

Comer Sano Córdoba comenzará a distribuir los productos de Prama, una marca muy reconocida de Traslasierra, que además tiene un centro depurativo para el tratamiento naturista de enfermedades y para alimentación saludable.

Nuevos productos

Considerando las necesidades de los consumidores de productos saludables, en Comer Sano Córdoba están preparando sandwiches veganos envasados al vacío. “También estamos lanzando una nueva variedad de quesos fermentados con probióticos con tres tipos de semillas de cajú, de almendras y de nueces”, adelanta Patricia. Además están distribuyendo una línea de caldos de Catamarca “El Alquimista” que viene en dos variedades, una para vegetarianos con Ghee y otra para veganos con aceite de coco. “Rinde unas veinte porciones”, agrega Patricia Cerutti.

Su estrategia de diferenciación de los productos pasa por elaborar los alimentos en forma artesanal, bajo el concepto de menos industrializado y más natural. “Creemos que sabor y salud van de la mano y creemos en la experiencia de que lo sano también puede ser rico”, sostiene Cerutti.

“Cada vez hay más personas con intolerancia a distintos tipos de alimentos, entonces tratamos de producir y distribuir alimentos saludables sin conservantes, ni aditivos, y esto nos genera un desafío con la logística de nuestros productos. Todas las semanas, una o dos veces por semana enviamos pedidos a las dietéticas, también al resto del país”, grafica la socia de Comer Sano Córdoba.

Importan algunos productos como almendras de San Juan, aceite de coco y los cereales frutos secos, granolas, azúcar mascabo, los fraccionan y venden en las dietéticas. Además distribuyen productos que producen otros productores con los estándares de calidad exigidos a nivel nacional y provincial.

Uno de los productos que comercializan es una línea de yerba misionera, “Picada Vieja”, que tiene un sistema de secado tradicional con barbacuá, se seca la yerba con leña y confiere un ligero sabor ahumado. Está cosechada sin pesticidas y tiene un estacionamiento natural de dos años. Viene envasada en paquetes de medio kilo y sale $ 42 y el pack de 20 unidades de medio kilo, el precio del pack es de $ 850. Además tienen aceite de coco en presentaciones de 660 cc a 230 pesos y en presentación de 330 cc a $ 130.

También comercializan una línea de probióticos, Vita Biosa, una bebida que contiene ocho cepas de bacterias completamente natural y altamente concentrada, que se fermenta delicada con 19 hierbas elegidas por sus efectos benéficos en el organismo. Viene lista para ser consumida en dosis de 30 mil diarios que aportan los microorganismos necesarios para mantener sano el sistema digestivo. Suscribite a Info Gastronómica aquí

 

Empezó haciendo tortas y hoy dirige una de las principales cadenas de panaderías

Fuente: Apertura ~ Luis Videla, fundador de La Tortería, mantuvo la esencia del maestro pastelero y panadero. Hoy, con el nombre Costumbres Argentinas, el Grupo Almar comercializa panificados, congelados, tortas y budines a precios accesibles.
Empezó haciendo tortas y hoy dirige una de las principales cadenas de panaderías.

El negocio de Luis Videla, fundador de La Tortería, mantuvo la esencia del maestro pastelero y panadero. En 2002, cuando fundó la empresa que proveía a supermercados, el core eran las tortas

Hoy, con el nombre Costumbres Argentinas, el Grupo Almar comercializa panificados, congelados, tortas y budines a precios accesibles. “Mi idea para el futuro es expandirme y fundar una industria completa”, decía en 2007 a APERTURA. Hoy, Costumbres Argentinas tiene 53 locales, con la proyección de abrir 16 más este año. En total, las sucursales facturan más de $ 50 millones mensuales.

Costumbres Argentinas empezó hace tres años y medio, apalancado por el sistema de franquicias. Antes el negocio pasaba por la fabricación sin marca para terceros. “La Tortería nos encajaba solo en tortas y queríamos vender más productos. Empezamos con panificados, pastelerías y agregamos más, como helados en paletas, congelados, prepizzas”, detalla.

A pesar de los precios accesibles, Videla sostiene que no es 100 por ciento un negocio de volumen, ya que las cantidades vendidas todavía no son las esperadas por la recesión general del consumo. Para seguir creciendo, busca incorporar nuevos productos a su portfolio. En los últimos cuatro años la empresa invirtió anualmente entre US$ 2 y 3 millones para adoptar líneas industriales.

“Antes era todo artesanal, pero tuvimos que convertirnos para no ser tan caros. A bajo costo por volumen producido podemos llegar a un buen precio al punto de venta”, explica sobre la operación de la planta en Don Torcuato, de 6000 m2. La comercialización a supermercados a nivel nacional y en el exterior sigue siendo el principal ingreso, con un 45 por ciento de la facturación. Suscribite a Info Gastronómica aquí