Peñón del Águila presentó su rauchbier edición limitada

Fuente: Pulso Cervevero ~ La cervecería de Córdoba, Peñón del Águila, presentó su cerveza lager ahumada color cobre oscuro con el característico sabor a panceta. Con 4,9% de alcohol, la rauchbier de Peñón estará disponible tirada en los 16 bares de la marca y en lata de 473 cc.

Según Marcelo Roggio, biermaster de la cervecería, “su sabor traslada a esos momentos de parrilla, donde disfrutás cada etapa de la cocción. En aroma prevalece un rico perfume ahumado, con notas a madera, humo y caramelo que invitan a probarla. El final es limpio y seco gracias a la fermentación lager típica del estilo. Definitivamente, una cerveza para deleitar todos los sentidos”.

Por su peculiar sabor, las cervezas Rauchbier es ideal para maridar con carnes ahumadas y de cocción lenta, también con chocolates y postres ricos en cacao.

Vuelve Burger Fest al Hipódormo de Palermo

Fuente: Ambito ~ QBurger Fest, el primer festival gastronómico dedicado a los fanáticos de las hamburguesas, regresa al Hipódromo de Palermo el próximo 16 y 17 de noviembre de 12 a 23. Desde 2016 visita distintos puntos de Buenos Aires convocando a más de 30.000 personas en cada edición y reuniendo a las mejores hamburgueserías en puestos y food trucks, con entrada gratuita.

La estrella principal del evento es la hamburguesa, el ícono de comida rápida que cada día suma nuevos adeptos. En un colorido paseo al aire libre, más de 30 participantes diferentes ofrecerán hamburguesas en versiones clásicas y gourmet, con medallones caseros de carne vacuna, de cerdo, de pescado, de legumbres y vegetales, con panificados artesanales y originales toppings. Entre todas las opciones, siempre hay alternativas veganas y aptas para celíacos.

Además, en Burger Fest tienen lugar otros emprendimientos de cocina callejera. Para contentar a los paladares ávidos de variedad, habrá bagels, tacos, crepes, arepas, hot dogs, sándwiches de autor y otras preparaciones ideales para disfrutar al paso.

Como no puede ser de otra manera, el festival cuenta con su propio patio cervecero, con las mejores propuestas de cerveza artesanal. Para aquellos que busquen otros acompañamientos, también habrá espacios destinados a los vinos, cócteles y jugos naturales. Por último, pero no menos importante, las heladerías, pastelerías y cafeterías favoritas del público dirán presente con sus exquisitos postres, chocolates, helados, tortas e infusiones, poniendo el broche de oro a cada edición del evento.

Fiesta de la Cerveza: ¿De cuánto fue el ticket promedio?

Fuente: ON24 ~ El titular de Paseo Pellegrini, Alejandro Pastore, afirmó a ON24 que el balance de la octava edición de la Fiesta de la Cerveza, que se realizó el sábado desde las 18 horas en la avenida rosarina “es muy positivo” tanto desde lo económico que dejó para los comerciantes como desde la concurrencia que fue superior al año pasado, con unas 120.000 personas, según estima la organización.

“Es muy destacable que en una ciudad como Rosario, con todos los problemas de seguridad que tiene, se haya podido realizar este evento en la vía pública con este volumen de gente y sin incidentes mayores”, afirmó.

En ese sentido se refirió a los disturbios con agresiones a efectivos policiales y tres detenidos en Pellegrini y Entre Ríos, ya cuando la jornada llegaba a su fin y expresó: “Fue un incidente menor, de hecho en el reporte del final de la fiesta no se habían registrado y después nos enteramos de que hubo tres detenidos por golpear a un patrullero y luego balas de goma al aire para liberar el tránsito”.

“Los comerciantes respetaron el corte de venta de bebida alcohólica a la 1 am, pero había mucha venta ambulante que en realidad no debió haber estado y vendió hasta la hora que quiso. Eso condicionó un poco el final de la fiesta con gente algo reticente para irse. Y en ese contexto, se produce el incidente. Una pena porque fue algo breve en la magnitud de la fiesta”, explicó. “Tal vez se podría haber intentado liberar la calle con un poco más de paciencia”, consideró.

En tanto, consultado sobre el impacto que genera esta Fiesta en la caja de los comerciantes gastronómicos, en un momento de declive del consumo y aumentos de costos, Pastore destacó que fue “significativo”, porque calculó que se duplicó la facturación habitual de un sábado. “Fue muy positivo en lo económico”, recalcó.

Hay que tener en cuenta que el evento conllevó un costo solo de organización de casi $ 2 millones, entre operativo, escenario y artística, a lo que hay que sumarle la mercadería de cada uno de los 36 negocios adheridos, “por lo que cada comerciante estuvo arriba de los 50 mil pesos de costo”, indicó.

De acuerdo a lo estimado, el valor del ticket promedio fue de $ 300 por persona, aunque no necesariamente todos los presentes compraron en los negocios, por lo que “la venta global no la relevamos”, señaló Pastore y agregó: “Se vendió mucha cerveza industrial, también premium industriales y mucha artesanal. Cada comerciante trató de llevar todas sus canillas a la puerta y esa intención de apostar e invertir para dar un buen servicio a la gente se notó para que tengan la misma experiencia en la vía pública que en el local”, resaltó el empresario gastronómico.

Por último, Pastore sostuvo que el sábado “daba la impresión de que no entraba más gente” en la avenida, que no tiene una capacidad infinita, por lo que hay que hacer una lectura correspondiente y una evaluación junto con el Municipio -que es el principal encargado del espacio público- para ver en qué puntos hay que mejorar año a año”.

El boom de las cervecerías y hamburgueserías

Fuente: Clarín- Revista Pymes ~ En paralelo al cierre de restaurantes larga trayectoria, parece haber un segmento ajeno a esa realidad. Si una imagen vale más que mil palabras, es la que muestra al público mientras bebe cerveza artesanal o disfruta de unas hamburguesas premium, de parado en la vereda de un local abarrotado.

Se puede ver en los barrios porteños: Palermo, Caballito o Colegiales, para verificarlo. Algunas cervecerías artesanales, hamburgueserías premium y gastropubs para nada ven resentida su demanda. Por el contrario, se están quedando con tajadas cada vez más grandes del mercado.

¿Es una nueva moda de negocio, pasajera, como ocurrió en las últimas décadas con la proliferación (seguida de masivos cierres) de canchas de paddle, fútbol 5 o videoclubes? Para algunos de los protagonistas de este negocio, el umbral de acceso ya resulta más alto y en barrios saturados de oferta como Palermo, se comienza a registrar un “crecimiento neto negativo”.

“Solemos consumir aquellos conceptos que vienen importados de otros lugares como tendencia. Y éste es un caso de ésos. Es una moda instalada desde Nueva York”, apunta Damián Izcovich, director de la consultora gastronómica Conga, que asesora a varias propuestas de este estilo.

“Por un lado, se generó una cultura de salida juvenil, que elige estos lugares para juntarse con amigos, en vez de los boliches. Principalmente, buscan un sitio más relajado y tranquilo y, a la vez, más económico. Por otro, el horario after office también jugó un papel relevante. Tomar una cerveza luego de la jornada laboral permite ver personas en los locales desde las 18, y eso atrae a más clientes”, analiza. El principal motivo por el que la gente entra a un local gastronómico es porque ve a otras personas que ya están en su interior. Con ese concepto como premisa, Martín Casanova y Manuel Miragaya concibieron precisamente la comunidad cervecera Growlers, que ya cuenta con cuatro locales: dos enfrentados en la misma esquina de Palermo Soho, uno en Caballito y un restaurante en Recoleta, para dar forma a una capacidad de atención sumada no menor a los 800 clientes por mes y por local.

Casanova señala que la gastronomía tradicional, con mano de obra intensiva y servicio a la mesa, enfrenta ventas en picada. “Tuvimos un restaurante, Vermelho, en Tucumán y Reconquista, de 2012 a 2017, y lo vimos claramente”, asegura. “En nuestro caso, privilegiamos achicar el gasto en personal para volcarlo en el producto, que es lo que ofrece una real diferencia, no la atención a la mesa. Si bien en nuestros locales trabajan 47 personas, la escala es la que nos permite limitar el gasto. Siempre pensamos en tener una cadena y apostar al volumen, porque el margen de rentabilidad no supera el 10% y es estacional”, continúa.

Miragaya plantea que el negocio de las cervecerías  ya “está en plena depuración” y plantea a los jugadores nuevos un umbral de acceso más alto que dos o tres años atrás.

“La propuesta se está gastronomizando cada vez más y se transforma en un negocio de recupero más largo. Por lo tanto, hay que tener espalda de marca. Nosotros empezamos en Palermo porque consideramos que eso iba a permitir expandirnos luego a otros barrios, lo que no suele pasar al revés. De hecho, prevemos abrir el próximo local en una zona sin saturación, ya que hoy es neto el cierre de cervecerías en Palermo”, insiste.

Un barrio, 150 cervecerías

Enrico Tessarolo dio sus primeros pasos en el rubro con el restaurante temático musical Johnny B. Good. Hoy es socio de 15 locales, entre ellos cuatro de la reconocida marca cordobesa de cerveza artesanal Peñón del Águila, cuya franquicia compró a fines de 2017, en Buenos Aires y en Rosario, donde en total trabajan 40 personas.

“La cerveza artesanal puede seguir creciendo. De hecho, en Estados Unidos ya representa el 20% del consumo total de bebidas alcohólicas, mientras que acá en la Argentina sólo llega al 5%. Pero el boom hoy está empezando a decrecer. Es que sólo en Palermo hay 150 cervecerías artesanales, cuando en Recoleta no pasan de 20. La competencia está generando que muchas se terminen fundiendo”, dice desde el local de Peñón del Águila de Palermo Hollywood.

“Hoy, la rentabilidad bajó de 25% a no más de 15%. De hecho, aumentamos la cerveza un 15% en el último año y la carta un 28%, cuando la inflación fue mucho más elevada. Pero si trasladamos todas las alzas de costos, no hay manera de que la gente siga viniendo. Por eso estoy todo el día: trabajo más para ganar menos, con la suerte de que amo lo que hago”, sostiene.

El ticket es clave

Cenar en una de estas propuestas resulta, obviamente, mucho más barato que hacerlo en un restaurante formal que, a diferencia, cobra un cubierto en ocasiones no acorde con el servicio y en el que la propina es poco menos que obligatoria. Claramente, ahí está una de las ventajas competitivas a la hora de capturar la demanda.

“Además de que los costos fijos relacionados con el personal que se necesita para llevar adelante este tipo de negocios son menores que los de un restaurante tradicional, la rotación de consumidores y la posibilidad de vender a una mayor cantidad de personas, sin estar limitado por los asientos disponibles, aumenta la cantidad de tickets”, explica Izcovich desde su rol de asesor.

No obstante, asegura, para ofrecer un ticket promedio más económico, de la misma manera que en cualquier negocio gastronómico, idealmente el costo de la materia prima no debe superar el 30% de los costos. “Esto significa prestar atención permanente a las compras, comparar proveedores y actualizar cálculos y precios, ponderando el costo individual de cada producto por su incidencia en las ventas totales”, sostiene.

Santiago Olivera y Marcelo Pirogovsky son socios de nueve locales gastronómicos, cinco de los cuales corresponden al segmento de cervecerías, hamburgueserías y gastropubs: dos de La Choppería en Palermo y Colegiales, abiertos en 2017; otros dos de DIGGS, frente a Plaza Serrano y a Plaza Armenia, desde 2015, y el de Bad Toro, también en una esquina de la plazoleta Julio Cortázar a partir del 2012. Saben definir las armas con las que compiten.

“El éxito de La Choppería se basó en el precio muy económico tanto de la cerveza como de la comida. Claro que lo pudimos ofrecer porque contamos con un poder de compra para nueve negocios”, dice Olivera, quien asegura que la rentabilidad de sus cervecerías es del 15%, con ocho personas por local y diez empleados, en los dos negocios de DIGGS.

“El consumidor aceptó la propuesta. Sin embargo, acá en Palermo hay una variable muy importante que es el costo de mantener el local. Ahora que bajó el consumo, los alquileres siguen por encima de los $250.000 por mes”, sostiene el empresario. De hecho, a su juicio, ese factor explica la generación de micropolos cercanos, con superficies reducidas y ambientaciones económicas, además del concepto de street food que, de por sí, no requiere demasiado personal en la cocina.

“Las cervecerías y hamburgueserías, a las que yo ubico en el mismo segmento gastronómico, o bien compiten por calidad, con un valor más alto, o bien por precio. Pero se diferencian por un conjunto de factores que incluyen también el concepto y la ubicación. No les va bien a todas. Pero es verdad que el producto tiene bastante buena rentabilidad. Y que la inversión de entrada, no en Palermo pero sí en un barrio, es económica”, dice su socio Pirogovsky.

“La clave es definir el público. Si la propuesta no es clara, es muy difícil sostener un local con pérdida en Palermo más allá de los cuatro meses. Pero al mismo tiempo, si bien no es lo que era antes, el turismo sigue viniendo. De hecho, La Choppería en Colegiales trabaja básicamente con la gente del barrio. En cambio, en Palermo salimos a precios muy buenos y captamos al público que viene a tomar algo y a divertirse”, continúa. Y sintetiza: “Si el negocio funciona, el margen es mayor que el que promedia el mercado gastronómico, donde con suerte llega al 10%. Pero sólo si se logra encontrar el nicho”.

Siempre encima

Sobre la base de un concepto parecido, Tomás Caruso creó en 2015 The Burger Company, con sede en Palermo Soho. Es dueño también de las parrillas Solomía y La Brasería.

“Tener dos restaurantes es complicado por el personal, los proveedores y los clientes, además de la inflación. Para que todo salga bien, hay que estar siempre encima. De lo contrario, no funciona. Como las dos parrillas están una enfrente de la otra, tengo la oportunidad de hacerlo. La cuestión es que quería seguir creciendo, pero ese formato no me lo permitía. Por eso, pensé que tenía que buscar algo de calidad, pero más sencillo de gestionar”, explica.

“Al no tener mozos y contar con cocineros que no requieren de gran capacitación para hacer hamburguesas y papas fritas, la reducción de costos es importante. Además, sólo se necesita manejar la provisión de carne, pan, queso cheddar, verduras y bebidas, mientras que en las parrillas tengo más de 200 insumos. Acá, entonces, puedo delegar en un encargado, porque es más fácil el control, ya que todo está medido. El cliente, al mismo tiempo, es más dócil, porque sabe lo que paga y por qué: una hamburguesa premium en un lugar lindo y limpio, con iluminación y música acorde”, detalla.

“El ticket promedio es menor al de las parrillas, Pero allá la utilidad es de 10% y acá va de 15 a 18% y el volumen es mucho mayor”, puntualiza.

El emprendedor indica que “todo lo que se come está preparado en el día”. Pero aclara que el volumen de la demanda exige industrializar distintas partes del proceso, en particular el pesaje de los ingredientes. “Tampoco es posible amasar el pan todos los días. Por eso, busqué un aliado que fabrica mi receta en exclusividad para el local”, indica. Y añade: “De esta manera, nos aseguramos de que la calidad siempre sea la misma y ponemos la atención en brindar la mejor experiencia y en que los pedidos no demoren más de 10 minutos”.

En paralelo, Caruso considera que su experiencia es atípica dentro del rubro. “Desde que abrimos, la repercusión fue la que esperaba”, confirmando que un local con capacidad para 200 personas, en Palermo, no puede mantenerse de otra manera. Pero también desde las decisiones que tomó. “Estuve por abrir un nuevo local de carnes premium, pero con la primera devaluación del año pasado desistí. Como la crisis pega distinto en los diferentes niveles socioeconómicos, consideré que el derrumbe del consumo en otras propuestas más caras podía beneficiarnos. Además, con el cierre de restaurantes, la oferta iba a acompañar a la demanda”, analiza.

“Nuestra estructura está formada por 30 personas que trabajan en cada local más otras 30 que se desempeñan en la administración, el marketing y distintos servicios. Por eso, con la ayuda de ellos, llevé adelante un plan para ajustar los costos sin bajar la calidad, y destinar ese ahorro a invertir en marketing online. Y salió bien. De hecho, crecemos en los tres locales un 10% real respecto del año pasado, aunque sacrificando utilidad. Pero lo importante era mantener el nivel de ventas, e incluso lo incrementamos. El delivery también impactó y hoy ya representa el 20%”, completa.

Diferenciación

Si de diferenciarse se trata, contar con la mejor hamburguesa de Buenos Aires, según el resultado de un concurso organizado por BA Capital Gastronómica a través de Facebook, en el que votaron más de 16.000 personas, representa un hito más que importante. Así lo asegura Alejo Pérez Zarlenga, socio de Williamsburg, cuyo producto se hizo acreedor del galardón.

La premiación le permitió dar el salto desde el primer local, fundado en agosto de 2016, a otros cuatro instalados durante el año pasado y a un sexto inaugurado ya en marzo de este año, todos en los barrios de Palermo y Belgrano, con capacidades para 120 comensales y un servicio de 20 personas por ubicación. “Desde el comienzo, concebimos el proyecto como una marca para una cadena”, asegura Pérez Zarlenga.

Dice que “la facturación de cada local bajó en promedio un 20% respecto del año pasado, incluso porque con las nuevas aperturas nos hicimos un poco de competencia nosotros mismos”. También destaca que “no pudimos trasladar la inflación mayorista, que fue del 70%, porque la gente no la paga. Antes teníamos una rentabilidad del 20% y ahora llega al 12%”.

Sin embargo, reflexiona que lo más difícil es garantizar la calidad al incrementar la escala del negocio. “Hoy no somos tan grandes pero tampoco tan chicos. Es decir, aún no tenemos el poder de compra para negociar con los proveedores como nos convendría. Pero tampoco podemos cambiar ni tomar decisiones tan rápidamente como si tuviéramos un solo local”, analiza.

Por ese motivo, además de que la recuperación de la inversión se alargó de un año y medio a tres luego de la corrida cambiaria del año pasado, Williamsburg puso en pausa su expansión. “Nuestro plan es optimizar lo que ya tenemos, poniendo el foco en operar muy bien y seguir construyendo la marca”, completa el emprendedor.

Diferenciación extrema

En mayo de 2017, seis socios abrieron Desarmadero Bar en Palermo. Este año, la propuesta se expandió a Desarmadero Session, justo enfrente del original.

“Empezamos con 13 canillas y hoy ya tenemos 23 en Desarmadero Bar, más otras cinco en la terraza y 14 en el nuevo local Session. Pero, además, había que acompañar esa propuesta con algo a lo que la gente no estaba acostumbrada: comer rico en un bar”, subraya Carolina Ochoa, una de las socias, especialista en marketing. “Si bien nos enfocamos mucho en los proveedores de cerveza, también decidimos ofrecer servicio a la mesa. Y construimos un mural de la puerta, que fue una acción de marketing en sí misma. Resultó un llamado de atención para la gente, que estuvo esperando la apertura mientras estábamos en obra. Pero después tuvimos que cumplir con esas expectativas. Por eso, trabajamos siete meses en el desarrollo del menú y las pruebas de las cervezas”, agrega.

“Dado que la propuesta mantiene un espíritu de bar de la esquina con clientes fieles, pero también tenemos rotación, tratamos de no imponer un tipo de consumo, sino que ofrecemos diferentes opciones. Los clientes son variados. Por eso, nuestra propuesta está pensada para todo tipo de público. Lo que más se diferencia tiene que ver con los horarios: temprano vienen las familias y más tarde los jóvenes”, continúa. Con ese propósito, según indica, trabajan 35 empleados fijos y otros diez por jornales.

El nuevo local representó, de este modo, una oportunidad de negocio. “Pero también lo abrimos para probar ideas distintas, con nuevas opciones de menú y otra estética, para que logre una identidad propia. De hecho, en Session abrimos de lunes a viernes desde el mediodía y los fines de semana a la noche. Mientras, enfrente lo hacemos de lunes a viernes a la noche y los fines de semana desde el mediodía”, dice otro de los socios, Nicolás Harry Salvarrey.

Ambos socios indican que su rentabilidad ronda entre el 10 y el 12% sobre ventas. “Tenemos más empleados que en el formato cervecero tradicional. Y no aumentamos según la inflación, ya que nuestro desafío es retener a los clientes. De hecho, pensábamos recuperar la inversión en dos años, pero ahora vemos que ese período se va a alargar”, admite Ochoa.

Cómo surgió La Noche de las Birrerías y cómo será la edición 2019

Fuente: Clarín ~ Ir a tomar cerveza con amigos, pareja o familia siempre es un buen plan para quienes aman esta bebida. Para ellos, la Noche de las Birrerías se presenta además como una oportunidad para conocer nuevos bares temáticos y nuevos productos.

El evento, una iniciativa de un grupo de amigos fans de la cerveza, va por su séptima edición y año tras año crece de manera exponencial por la cantidad de bares participantes, por las variedades de cerveza artesanal que se puede elegir y por la cantidad de gente que asiste.

La Noche de las Birrerías 2019 es el sábado 9 de noviembre de 19 a 2 de la mañana y participarán 95 bares distribuidos en 13 circuitos de la Ciudad de Buenos Aires: Centro, Colegiales, Devoto, Núñez, Palermo Hollywood, Palermo Norte, Palermo Soho, San Telmo, Recoleta, Villa Crespo, Villa Urquiza, Belgrano y Caballito.

«Es una manera de llevarle al gran público la movida de la cerveza artesanal, que en las estadísticas actuales ocupa solamente entre el 3 y el 4% del total de consumo total de cerveza en la Argentina. Eso significa que hay un mundo de gente que todavía no conoce la bebida o que la escuchó nombrar pero no la toma», dice Pablo Mileo, uno de los organizadores, en diálogo con Clarín. «Lo que el evento busca es que esa noche haya miles de personas por la ciudad que salgan a conocer lugares y probar cervezas excelentes y premiadas a un precio igual o menor al de las industriales. La cerveza artesanal, directa o indirectamente, genera cada vez más puestos de trabajo y eso es para celebrar en este contexto económico. Por eso queremos que siga creciendo», agrega.

Cómo surgió La Noche de las Birrerías y cómo será la edición 2019

Tres amigos amantes de la cerveza artesanal se empezaron a mandar mensajes vía Twitter. Primero como un chiste, pero los freudianos bien saben que «todo chiste, en el fondo, encubre una verdad».  Poco a poco -y después bien rápido- la broma fue tomando seriedad: «Si hay una Noche de los Museos, Noche de las Librerías, Noche de las Disquerías: ¿por qué no hacer una Noche de las Birrerías?», fue el disparador para que Emiliano Cortés, Pablo Mileo y Facundo Enrique Soler pusieran manos a la obra.

En abril de 2017 se realizó la primera edición de La Noche de las Birrerías y unas 500 personas desbordaron cuatro bares. Ese mismo años se realizaron tres eventos más y en cada uno creció el número de birrerías participantes y el de la gente que se acercaba a probar nuevas cervezas, de la mano de la explosión y el auge de la cerveza artesanal.

En 2018 ya eran 45 los bares que se sumaron a la movida y unas 11.000 personas pasaron por ellos para -pinta en mano- relajarse con las diferentes variedad que ofrecían los ya clásicas pizarras.

Emiliano Cortés, uno de los organizadores, explica: «Es una manera de democratizar la cerveza. Las pintas anticipadas cuestan 100 pesos: lo mismo para todas las cervecerías y cualquiera de los estilos que tienen en pizarra. Hay birras premium, con maltas importadas, nacionales, con lúpulos ingleses, premiadas… Todas valen lo mismo. Es ideal para animarse a probar y descubrir otras opciones que tal vez en otro momento no eligen porque prefieren ir a lo seguro. Además, evitan hacer fila en una noche de mucha concurrencia«.

En qué consiste el evento

La propuesta consiste en una jornada especial en la que varias cervecerías en simultáneo ofrecen probar distintos tipos de cervezas que se pueden comprar a un precio anticipado de $ 100 la pinta. Quienes no compren antes y asistan el sábado 9 a los bares del circuito pagarán el precio habitual de lista del bar, que, según el local y el tipo de cerveza, suele costar entre un 25 y un 50% más.

Además, en cada bar se puede disfrutar de diferentes espectáculos y atracciones, como bandas y Djs tocando en vivo, magos, tarotistas, muestras de arte, teatro, competencias de freestyle, karaoke, arcades, ferias y juegos de ping pong.

Hay bares en diferentes barrios pero el circuitos está diseñado para que pueda ser recorrido a pie. De este modo, además, se fomenta un consumo responsable y que nadie tenga que conducir.

Cómo comprar pintas con descuento de manera anticipada

Para poder comprar pintas anticipadas con descuento hay que ingresar al sitio https://www.passline.com/sitio/la-noche-de-las-birrerias y elegir el bar o los bares al o los que se va a concurrir el sábado 9 de noviembre. Luego se selecciona la cantidad de pintas (hay un máximo de 10 por cada operación).

Para realizar la compra se pide nombre y apellido, email, teléfono y DNI y medio de pago que se utilizará, que puede ser Mercado Pago, Paypal, tarjeta de crédito o débito, o efectivo a través de Pago Fácil. Por cada pinta comprada, el comprador recibe en el email un código QR en su email que debe presentar esa noche en el bar. Puede llevarlos impresos o presentar el celular. Atención: ese código es el comprobante de pago. Sin código, no hay cerveza.

Y el mejor cóctel de autor de Córdoba es… El Boticario (una barra móvil)

Fuente: InfoNegocios ~ Señoras y señores, y amantes del buen beber ayer comenzó la “Semana de la Coctelería y tapas” en Córdoba y el evento de iniciación fue la elección del mejor cóctel de autor. Participaron de la competencia 10 bartenders de diferentes bares y restaurantes de la ciudad y un jurado a cargo del bartender Matías Leanez (La Cova del Drac) que integró InfoNegocios.

Si te gusta la coctelería esta es la semana para darte un gustito (a precio especial) porque arrancó la “Semana de la Coctelería y tapas” que organiza la Municipalidad de Córdoba, Circuito Gastronómico y Appetizer.

Hasta el 3 de noviembre más de 30 bares y restaurantes especializados ofrecerán cócteles y tapas a precio promocional (y si pagás con código QR de Mercado Pago tenés un 25% de descuento extra).

Francis, Brindisi, X Bar, Vermutería, The Journey, Colores Santos, Apartamento, Glotón, Cientovolando, Bullanga, Panicafé, Patio Burgués, Sale 1729, Tea Shop, BackerHaus, Cruz Espacio, Encontraté Laboratorio, Tucson Núñez, Tucson Rogelio Martínez, Pan Plano Bº Jardín, Pan Plano Urca, Pan Plano Güemes, La Tasca, Paseo Kermés, Martinoli, Le Marine, Albufera, El Celta, La Sifonda, La Sifonda Paseo Rivera, El Patio de los Naranjos, Bistró del Poeta, Goulu y Pugliese son algunos de los locales gastronómicos que van a participar de la iniciativa.

Todos estos establecimientos propondrán un menú de cóctel más una tapa especial durante esta semana. Además, se organizarán eventos como clases, cursos y talleres de coctelería y promociones especiales con cócteles elaborados con Campari, Santa Julia, Beefeater, Havana y Jameson. Todo a precio promocional.

Y el mejor es…

El evento “bautismo” de la semana fue la elección del mejor cóctel de autor de la ciudad de Córdoba. El concurso se desarrolló ayer en Mosto y participaron 10 bartenders de: X Bar, Glotón, The Journey, Tucson, Colores Santos, Vermutería, Tea Shop (El Boticario, barra móvil), Ciento Volando, Brindisi y Sale 1729.

El jurado a cargo del bartender Matías Leanez y un grupo de periodistas (del que fue parte InfoNegocios).

El mejor fue el cóctel que preparó Matías Macensa, representación de Tea Shop y El Boticario; desarrolla cócteles con té y en esta oportunidad sorprendió al jurado con un vermut elaborado con tres alcoholes (gin, vermut y Campari) y té rojo.

Barras porteñas for export. ¿Por qué conquistan el mundo?

Fuente: La Nación ~ «No tomamos más reservas, no hay más lugar estar noche. Si quiere venga y cuando se desocupe un lugar en la barra se sienta», dice al teléfono la mujer que atiende la coqueta florería ubicada en Arroyo 872, en el barrio porteño de Retiro. Es viernes, 21 horas, afuera va tomando fuerza el temporal. Abro la puerta que conduce al subsuelo del local y me encuentro con personas paradas en la semipenumbra de la escalera. Algunas hablan castellano, otras inglés, otras -presumo- japonés. Le han hecho caso a la mujer de la florería: esperan a que se desocupe un lugar en la barra del bar que ocupa el puesto Nº 3 de Los 50 Mejores Bares del Mundo 2019.

Con sus paredes ilustradas con monstruos marinos, Florería Atlántico es uno de los bares que a fuerza de premios internacionales, pero también de consistencia y creatividad, ocupan un lugar destacado en la coctelería argentina.

Buenos Aires se ha transformado en el epicentro de una escena bartender que brilla en rankings y revistas especializadas que invitan a conocer sus barras para probar cócteles clásicos o de autor -como Time, que destacó a La Fuerza dentro de los 100 lugares del mundo a visitar -. Algunas propuestas son temáticas, otras más conceptuales; las hay clásicas -como Isabel, que la semana próxima celebra 10 años y por cuyas barras han pasado referentes-, más innovadoras o basadas en la perfección de lo simple, como ocurre en el flamante y pequeño Tres Monos, en Palermo: un bartender que recibe con una sonrisa y un trago perfecto.

Lo que sigue es una guía con ocho de esos bares emblemáticos que hoy no se pueden dejar de visitar.

Baum presentó su Four Pack de latas y allí estuvimos

Fuente: Mundo Cerbeza ~ Estuvimos en la presentación del Four Pack de latas de Baum en el local que la cervecería marplatense tiene en San Telmo, en la Ciudad de Buenos Aires. Fue el miércoles último con el marco del mal clima imperante en casi todo este octubre que no da tregua.

Pero, como ya lo hemos expresado en otras oportunidades, al mal tiempo buena birra. Y así fue. Entre charlas con colegas e invitados especiales y un ambiente de buena onda constante, degustamos los cuatro estilos que integran el pack: la refrescante California Session IPA,  el característico sabor de café y chocolate de la particular Gladstone Stout, la potente Old Ale y la singular Maldita Honey.

Lucas Lizandra, embajador cervecero de Baum, fue el encargado de anunciar brevemente de qué se trata la nueva opción cervecera. Al respecto señaló: “Es un producto que nos permite mantener las condiciones de cada estilo”. Y anunció que “por ahora vamos a lanzar cuatro estilos».

Para quienes quieran hacerse de la original propuesta, Lizandra puntualizó: “Van a poder conseguir el four pack, con una lata de cada variedad, en todos los Baum, en vinotecas y en locales multimarcas”.

Cerveza artesanal: entre sortear la crisis y esperar tiempos mejores

Fuente: Río Negro ~ Bariloche es líder en la fabricación de esta bebida pero la dolarización de los insumos y la caída de la demanda obliga a repensar el negocio. Luego de muchos años de crecimiento a tasas disparadas, el sector trata ahora de acomodarse para ver si lo que viene marca una recuperación.

Las microcervecerías “nacidas y criadas” en Bariloche iniciaron a mediados de la década pasada un período de auge que parecía indetenible, pero la multiplicación de la oferta y la caída en la capacidad de consumo sofrenaron ese impulso. Los cerveceros debieron resignar rentabilidad y desplegar estrategias de supervivencia hasta que el ciclo se revierta.

Desde el municipio subrayaron que la cerveza artesanal “ya es una actividad distintiva de Bariloche”, pero la recesión la afectó “como a todos los comercios y los emprendedores en general”.

La coordinadora de la subsecretaría municipal de Innovación Productiva, Vanina de Nicola, dijo que hay una visible caída de ventas porque “el bolsillo de la gente común se achicó, se miden, comparten platos y gastan menos”. Sostuvo además que ese escenario se complica porque el número de cervecerías se expandió “y en el último tiempo fueron demasiadas”.

El presidente de la Cámara de Cerveceros Artesanales de Bariloche, Guido Ferrari, definió la situación como “desafiante”. Dijo que más allá de la creatividad que puedan aplicar, “la recesión es lo que marca el paso” y la devaluación del peso los puso en serios problemas porque el precio de las maltas, el lúpulo y la levadura cervecera están dolarizados.

También habló de una “saturación” del mercado a nivel local, lo cual les impide avanzar con las tasas de crecimiento que tuvo la actividad entre 2005 y 2015.

En Bariloche existen alrededor de 35 fábricas de cerveza artesanal cuyos titulares se dedican “full time” y también generan empleo. Además se le suman un número indeterminado de emprendedores que comenzaron a “cocinar” cerveza casera como hobby, luego comenzaron a vender y lo mantienen como una ocupación accesoria, pero no como principal fuente de ingresos.

Por ese grado de informalidad es difícil tener números precisos sobre el volumen total de producción. Ni el municipio ni la cámara aportaron esa clase de datos. Pero algunos productores estimaron que Bariloche en su conjunto fabrica actualmente unos 4.000 hectolitros mensuales en promedio, que pueden subir a 5.000 ó 6.000 en temporada alta.

En un país dólardependiente como éste, es complicado crecer con continuidad. La situación se va a acomodar”.

Santiago Wesley, uno de los dueños de la cervecería que lleva su apellido.

Más allá de la danza de números, la consigna para todos es “asegurar la calidad” antes que multiplicar volúmenes. Las inversiones para expandir la producción son muy altas, el crédito no existe y el costo de incorporar personal también es un limitante.

Santiago Wesley, copropietario de la cervecería de ese nombre, dijo que “hay unidades súper rentables” en las que trabajan dos personas en un garaje acondicionado y produce hasta 5.000 litros por mes. “Con más empleados es muy costoso”, aseguró.

El envasado es una opción pero con ciertas condiciones de transporte. (Foto: Alfredo Leiva)

A su juicio, “en un país dolardependiente como éste es complicado crecer con continuidad”, pero confió en que “la situación en algún momento se va a acomodar”.

Otro productor de larga trayectoria, Ángel Perticará (cerveza Konna), dijo que la actividad está en jaque porque desde 2015 en adelante “los costos aumentaron 270% y el traslado a precios sólo fue del 70%”.


Precios deprimidos


Perticará aseguró que la continuidad de las cervecerías se mantiene “con mucho esfuerzo y a partir de lo ya invertido”, pero evaluó que “si no se frenan el dólar y la inflación” el negocio para mucho será inviable.

Dijo que en el mejor momento las cervecerías de Bariloche crecieron al 150% anual y “la verdad que era extraño”, pero eso les permitió consolidar sus microempresas sin endeudarse. “Hoy es el otro extremo: trabajamos sin utilidad”, señaló.

¿Cuántas pintas?

400.000
litros por mes se estima que se fabrican en Bariloche, con picos de entre 500.000 y 600.000.

La venta a granel tiene como valor piso el de 120 pesos/litro, pero la referencia más a mano es el precio de la pinta en un bar o cervecería del circuito local, que en promedio es hoy de 150 pesos. Las hay también de 180 pesos. En “happy hour” es posible encontrar ofertas de 70 a 120 pesos.

Pero los fabricantes dicen que quedaron atrasados porque “históricamente” cobraron 5 dólares la pinta, de modo que hoy el precio al público debería ser de 300 pesos.


Búsqueda de alternativas


Este diario ya publicó un informe sobre el tema en abril pasado que describió las consecuencias de la crisis en el sector y la necesidad reconocida por los cerveceros de contener los precios para no perder más ventas.

Guido Ferrari dijo que pasados varios meses el panorama “no cambió mucho” y el contexto de parálisis general de la economía se hace sentir. Insistió en que “los costos son internacionales pero los precios de venta no”.

Señaló que las firmas locales ya tienen bien cubierta la demanda de Bariloche y que la salida es “colocar cerveza en otras plazas”.

(Foto: Alfredo Leiva)

Dijo que por los contactos que mantienen con colegas de todo el país saben que “la venta bajó mucho en todos lados” y en algunas localidades “se ven ya las consecuencias de la sobreoferta”. Dijo por ejemplo que en Mar del Plata, donde se realizó un congreso del sector el último fin de semana, “ya existen cien cervecerías”. Tres veces más que en Bariloche.

Otra plaza difícil es Buenos Aires, porque hay mucha cantidad y variedad. Las cervezas barilochenses alguna vez fueron muy valoradas en ese mercado pero hoy les cuesta entrar.

Según Ferrari, la dificultad en el distrito porteño es que “hay muchas cervecerías y también mucha informalidad”, con productores que no pagan impuestos ni cumplen con las exigencias bromatológicas. “Competir con ellos en precio es imposible”, reconoció.

Perticará dijo por ejemplo que el 40% de su producción se vende en Bariloche y el resto afuera. Pero en Buenos Aires llegó a vender 10 mil litros mensuales y ya no envía más. Las plazas que le resultan rentables son Rosario, Santa Fe y Córdoba, “que son lugares donde el consumo de cerveza anda en los 46 ó 47 litros anuales por persona, mientras que en Bariloche no pasa de 20”.

Las fábricas formales de Bariloche son 35. (Foto: Alfredo Leiva)

Por los costos de flete, otras por concentrarse en Bariloche y en la región, entre Neuquén y Comodoro Rivadavia.

Perticará dijo que el contexto es complejo y les obligó a cambiar la mentalidad. Consideró que los cerveceros artesanales tienen que tomar nota de esas señales, a riesgo de quedar en el camino. “Esto perdió el romanticismo y se convirtió en un negocio a secas”, graficó el titular de Konna.

Tomás Gilbert, de la cervecería ubicada en Circuito Chico que lleva ese nombre, consideró que la competencia es buena “porque mantiene la calidad” y que los precios al público no pueden subir más porque si no se caería el consumo. Pero dijo que para ellos “es positivo tratar con clientes que cada vez son más selectivos y están más informados”.


La necesidad de generar una cultura


La cerveza artesanal empezó a definirse como negocio en Bariloche hace 30 años, con Blest como marca pionera, y con el tiempo alcanzó un desarrollo y una fidelidad que muchos ya comparan con el chocolate.

A la calidad de los productos se suma un circuito cervecero que funciona entre las calles Juramento, 20 de Febrero y Neumeyer más su continuidad con Elflein y se convirtió en un atractivo turístico en sí mismo. El visitante no se inclina tanto por llevarse cervezas sino por consumirlas “in situ”, asociada a una gran variedad de propuestas gastronómicas.

Varios de los productores consultados señalaron que para aumentar y sostener la producción es clave trabajar en la “cultura cervecera”. Uno de ellos subrayó (”después de haber viajado por todo el país”), que el barilochense conoce más que el público promedio sobre calidad, estilos y materias primas. “La calidad es desigual y acá la gente se da cuenta y elige. No pasa lo mismo en otros lados”, dijo Tomás Gilbert.

(Foto: Alfredo Leiva)

Mencionó también a la actividad vinícola como un caso comparable. “Los vinos han encontrado un equilibrio. Hay caros y la gente los toma porque lo valen. Hay otros más baratos y también tienen público” explicó. En su opinión, la cerveza artesanal mirarse en ese espejo y transitar “hacia un rango más amplio de calidad y precios”.

Sobre ese punto, Guido Ferrari dijo repetir lo que ocurre con el vino sería “una consecuencia de la evolución del mercado, pero tomará su tiempo”. Opinó que no es sencillo alcanzar ese estándar “en un país vinero como este”. Señaló que el conocimiento del público sobre estilos y variedades de cerveza “es algo relativamente nuevo”.

Ferrari dijo que para comercializar mejor en el momento actual se ve como recurso válido “la promoción por precio, descuentos y combos”. Algunos también apuntan a la provisión de restoranes y fondas y lugares no convencionales como barberías. Otros observan que el “truco” de algunas cervecerías, al no poder aumentar precios, fue achicar los vasos y venden como “pinta” una cantidad que no se acerca al medio litro.


Algunos ejemplos de otros países


Al hablar de metas o ideales a seguir, los microcerveceros apuntan a Estados Unidos, donde la instalación de las artesanales empezó antes que en la Argentina y hoy compiten mano a mano con las cerveceras industriales, al punto de asegurarse un 14% del mercado en ese país.

Hay plazas europeos donde ronda entre el 6 y el 8% y en la Argentina, aun con el auge de los últimos años, las artesanales apenas alcanzaron el 3%. Aun así han generado fuerte inquietud en la gran industria, que busca satisfacer esa nueva demanda con sus propios productos y con ofertas diferenciadas en las góndolas de los supermercados, como era imposible encontrar hace unos pocos años, como es el caso de Patagonia, que desde Bariloche extendió su marca a todo el país. Sus dueños, el grupo Inbev, hacen lo mismo en Estados Unidos.

(Foto: Alfredo Leiva)

Santiago Wesley explicó que para dar un paso en el mismo sentido que las artesanales estadounidenses tendrían que incursionar seriamente en el envasado.

“Allá se vende mucho en botella y en lata, lo cual demanda grandes inversiones para las líneas de embotellado y la logística de distribución –refirió–. Es complicado porque el problema de la botella es que está pensada para un traslado y acopio sin frío. En esas condiciones la cerveza así es más sensible a la oxidación, especialmente las muy lupuladas. Ellos lo manejan de manera espectacular, por los grandes volúmenes. Pero acá todavía la mayor parte de la cerveza circula en barriles y refrigerada”.

Igual Santiago dijo que Wesley ya trabaja en esa diversificación y comercializa el 15% de su producción en botella, “pero lleva más laburo que el otro 85%”.

Tomaron la “Pinta de la Paz”: la sociedad entre Quilmes y una cervecería artesanal

Fuente: Clarín ~  Desarrollaron una cerveza que combina los dos estilos. La sirven en el Parque Cervecero. “Hay cierta rivalidad entre dos grupos y tratamos de cerrar esa grieta”, dicen.La grieta entre los argentinos está vigente y hay que cerrarla. ¿Hablamos de política? ¿O de fútbol, o música? No: de cervezas.

Hace algunos años, cuando comenzaron a ganar terreno y consumidores las cervecerías artesanales, empezó también a generarse una rivalidad que con el paso de los años fue creciendo, entre los amantes de las recetas “de autor” y quienes siguieron fieles a las etiquetas tradicionales.

Ya sea realidad o un mito, el objetivo de la cervecería Quilmes y la fábrica artesanal Mesta Nostra -última ganadora de la Copa Argentina de Cervezas- fue contrarrestar esa idea. Así se gestó la “unidad cervecera” a partir de la cual crearon, juntos, lo que bautizaron como la “Pinta de la Paz”.

“Hay una cierta rivalidad o grieta entre las cervecerías, es cierto, pero nace de un grupo -analiza Luis Dimotta, maestro cervecero de Quilmes– Con esta creación tratamos de mostrar que en general eso no sucede y que lo industrial puede convivir con lo artesanal y viceversa”.

Para Dimotta, el fenómeno de las cervecerías chicas fue beneficioso para todos. “La gente comenzó a consumir más y eso hizo mejorar el mercado de la bebida. Hoy está difícil por la situación económica”, explica.

Y agrega: “Con esto buscamos compartir conocimientos tanto de nuestro lado como del de ellos con respecto al mundo cervecero”, cuenta.

En la Pinta de la Paz combinaron dos tipos de levaduras: lager -utilizada en el ámbito industrial y ale, empleada en el área artesanal.

“El tema de definir qué cerveza queríamos obtener nos llevo alrededor de una semana. Después de eso hicimos dos pruebas cambiando algunas cosas y agregando otras. Se terminó de cocinar en la planta (de Quilmes) de Zárate”, cuenta Yuri Werefkin, gerente de producción en Mesta Nostra.

Como resultado obtuvieron una cerveza de tinte rojizo que incorpora toques bien nacionales.

“Le adicionamos cedrón como un símbolo argentino y para combinarlo con el perfil de lúpulo mapuche, que es cítrico. Creemos que está en sintonía con el estilo amber”, detalla Werefkin.

Por el momento, la Pinta de la Paz se puede tomar en el Parque Cervecero de Quilmes y en los “Clásicos”, bares que la empresa abrió en Capital Federal.

“Tratamos de ubicar la cerveza en puntos de venta donde el estilo artesanal no sea el primordial -concluye Werefkin-. Lo que buscamos fue enfocarnos en la gente que no consume habitualmente este estilo de bebida”.