Burger54: La cadena argentina de hamburguesas con ingredientes de calidad y servicio excepcional

Fuente: Panorama Directo – Burger54, la reconocida cadena argentina de hamburguesas, fue fundada en el año 2014 con el objetivo de reinventar las hamburguesas y volver más rico lo que ya era rico. Utiliza ingredientes frescos y de gran calidad, cuidando meticulosamente cada detalle para asegurar un producto final que supera todas las expectativas. 

Pertenece al grupo familiar Bistro, dedicado a la gastronomía desde 1999 – propietario de otras marcas como Kansas y Deli Dips. Con un legado de superioridad y servicio excepcionales, tiene un lugar muy especial en la escena gastronómica. 

Su nombre tiene su origen en dos elementos: 54, el código de área de Argentina y la abreviación ‘burger’. Esta combinación única refleja la esencia del restaurante, fusionando la identidad argentina con la pasión por las hamburguesas. De este modo se rinde homenaje a la popularidad y al sabor atemporal de este plato, que trasciende las fronteras culturales y lingüísticas.

Burger54

B54 es reconocido en el mercado por su dedicación y elaboración artesanal. Sus productos son elaborados en el momento manteniendo siempre estándares de alto nivel. Usan pan de papa para sus hamburguesas que les proporciona la fábrica Delidips. Su carne es de exportación, sin el uso de antibióticos u hormonas y es picada en el día para mantener su frescura. Se usa pechuga de pollo para los chicken sándwich, algo que lo diferencia en el mercado.

Su dedicación hacia la perfección se refleja en cada bocado, con ingredientes seleccionados cuidadosamente para garantizar una experiencia gastronómica única, replicando la calidez del hogar y el sabor casero. La amplia variedad de opciones incluye alternativas libres de conservantes, aptas para vegetarianos, veganos y celíacos.

«Burger54 reafirma su objetivo diario de brindar la mayor satisfacción a sus clientes de forma rápida, cómoda y segura. Nos esforzamos por ofrecer experiencias que trascienden las expectativas tradicionales de consumo, apostando por la innovación y la excelencia en cada interacción. Estamos comprometidos a establecer nuevos estándares en la industria alimentaria, donde la calidad y la satisfacción del cliente son nuestra prioridad absoluta», destacan desde la firma.

Burger54

Recientemente Burger54 lanzó su app, que permite acceder a múltiples beneficios, incluyendo:

  • Regalo de bienvenida
  • Obsequio por cumpleaños
  • Recompensa por invitar a un amigo a descargar la app
  • Cupones de descuentos
  • Acumulación de puntos por cada compra, que se podrán canjear por productos
  • Tarjeta virtual de visitas: tras 8 compras, se obtendrá una recompensa

Su público abarca una amplia gama de edades, desde adolescentes hasta adultos jóvenes y familias en busca de una buena experiencia gastronómica, informal y sabrosa. Valoran la conveniencia y la rapidez en el servicio, así como la calidad y el sabor de los alimentos. Sin duda representa una opción confiable para disfrutar de una comida deliciosa en todo momento del día.

B54 se compromete a reducir su impacto en la comunidad a través de diversas iniciativas. Estas incluyen la minimización de los efectos ecológicos derivados de sus operaciones y la provisión de herramientas para que los clientes puedan separar y reciclar sus residuos de manera eficiente. Asimismo, ha contratado a dos cooperativas para retirar el aceite y convertirlo en biodiesel; y para recoger los cartones y los plásticos. De este modo, no solo contribuye a preservar el medio ambiente, sino que también fomenta prácticas sostenibles dentro de la comunidad.

Sus locales están ubicados en Capital Federal: en Avenida Santa Fe 1946 (Barrio Norte), Nueva York 4074 (Devoto) y en el Gran Buenos Aires: Avenida del Libertador 13632 (San Isidro), Agustín M. García 7454 (Nordelta) y Avenida Santa Rosa 1471 (Castelar).

Para quienes prefieran consumir los productos o combos desde su vehículo y disfrutarlos cuando lo deseen, ya sea por prisa o por comodidad, la cadena de hamburguesas brinda el servicio de Drive Thru, en el local ubicado en Nordelta (opera de domingo a jueves de 11 a 23h/viernes y sábados de 11 a 00h). 

Burger54

Burger54, donde la pasión por las hamburguesas se fusiona con la excelencia gastronómica.

Tiene 34 años, se fundió, se endeudó y hoy tiene dos restaurantes: “Pasé el prejuicio de ser la rubia de zona norte”

Fuente: La Nación – Un accidente infantil marcó su tenacidad, la misma que la llevó a recuperarse ante los obstáculos que se le presentaron en su camino a realizarse como cocinera, su pasión.

En la casa de Loli siempre se comió rico, no daba igual lo que se comía, el delivery no era opción y para su mamá hacerse un sándwich antes de ir a dormir incluía panceta frita, pan con manteca, huevo frito y queso. No era así nomás. Y eso fue dejando una huella, “la comida rica y hecha con cariño convoca. Si tenés un amigo que te recibe bien, con el vinito a temperatura y el quesito cortado, te gusta ir a lo de ese amigo. Y eso quiero hacer yo, que lo que yo pueda cocinar saque sonrisas, que a la gente le guste, lo comparta, que quiera venir a casa a comer, me parece que es un lindo canal para dar amor”, cuenta Loli, con su sencillez.

Pero cuando terminó la secundaria por el mandato de estudiar una carrera universitaria comenzó Nutrición, duró un año y su vocación, que era más fuerte, la llevó a anotarse en el terciario de gastronomía. Admite que no conocía mucho cómo era el trabajo de chef, más allá de lo que veía en televisión, pero se enamoró a primera vista.

En su viaje por Europa
En su viaje por Europa

El comienzo no fue fácil, “yo quería hacer esto y hacerlo bien, mostrar que genuinamente me encanta. Pero en mis primeros trabajos me veían y pensaban bueno, rubia, de zona norte, vení a hacer una torta. Y yo quería cocinar. Es un super estigma, quería estar despachando, fraccionando el pato, pero estaba el prejuicio de que no iba a durar ni dos minutos haciendo eso”, cuenta Loli.

Un comienzo duro y otra oportunidad

Loli Dodds (34) es la sexta de nueve hermanos. Creció en una casa en Victoria, San Fernando junto a sus padres casados hace 44 años. Tuvo una infancia feliz pero con un comienzo duro aunque ella no lo recuerde. Para su familia Loli renació a los dos años cuando, como todos los veranos, se fueron para Ayacucho al campo de su abuela, el programa incluía primos y tíos. Un día durante el trabajo de manga, fueron todos a modo de espectáculo a mirar cómo vacunaban y arreaban vacas. En un descuido Loli cayó en el bañadero de vacas de un metro y medio de profundidad y seis metros de largo, lleno de agua podrida y con verdín. Desesperada la madre se tiró a buscar a su hijita, encontró el chupete pero no a ella, en esas condiciones era difícil dar con su paradero. Mientras el abuelo materno, el encargado y el peón continuaban con la búsqueda la mamá de Loli se marchó caminando junto a sus hijos a la casa para dar aviso a su marido, en el camino rezaban por el alma de Loli que se fue al cielo. Pero mientras tanto con un gancho en desuso lograron pescar a Loli, le hicieron resucitación y si bien tenía los ojos desorbitados le salió una burbuja por la nariz que les dio el indicio de que aún estaba con vida. A toda velocidad fueron al hospital donde el médico, según cuentan, le inyectó corticoides para el tamaño de un caballo y quedaron a la espera de los daños neurológicos. Al día siguiente la pequeña Loli se despertó como si nada hubiera pasado y pidió su chupete.

A los dos años su mamá pensó que se había muerto
A los dos años su mamá pensó que se había muerto

Un viaje gastronómico por Europa y el comienzo del emprendimiento

No se iba a rendir, no lo hizo a los dos años cuando luchó por su vida, ¿por qué lo iba a hacer ahora luchando por su vocación? Consiguió su trabajo en un restaurante de Palermo a puertas cerradas y con menú degustación de 13 pasos. Era la bachera y le pagaban los viáticos, “de repente me decían vení a armar el primer paso de tal mesa y me temblaban las manos, tenías que poner el brote exacto arriba de la croqueta frita. Arranqué ahí y me voló la cabeza porque empecé en un lugar que trabajaba materia prima no frecuente”, recuerda Loli. Así aprendió que no necesitaba el horno más sofisticado porque con una cocina industrial, un freezer hogareño y una batidora de mano el producto final era espectacular.

Loli se describe como una mujer inquieta: “iba a estudiar en patines, porque mis viejos vivían lejos del transporte, los dejaba en lo de una amiga y me tomaba el tren. Y de la facultad a laburar a Plaza Italia hasta las dos de la mañana y a dormir a lo de mi abuela. No paraba nunca, si había algún plan me prendía mas tarde”.

En su viaje gastronómico por Europa
En su viaje gastronómico por Europa

Entre los sueños de Loli estaba el de hacer un viaje gastronómico. A los 23 años consiguió una pasantía de tres meses en Mirazur, el restaurante del famoso Chef argentino Mauro Colagreco, con pasaje en mano y las valijas a punto de cerrar le dieron la noticia de que la pasantía se extendía por seis meses pero sus ahorros no le alcanzaban para vivir tanto tiempo en el exterior. Así dio un giro a sus planes y se fue igual con visa turista de tres meses a Barcelona, Francia e Italia a trabajar en restaurantes y conocer la materia prima de las mejores ciudades gastronómicas.

Volvió con nuevos conocimientos, y experiencia adquirida, a trabajar en un restaurante francés de zona norte donde cocinó y aprendió del servicio de noche y lo que significa el volumen de gente, mientras planificaba y llevaba a cabo lo que sería su primer emprendimiento y, sin saberlo, su camino a ser la dueña de la cocina.

En una casita en desuso en la casa de sus padres armó una cocina, llevó el gas, puso una mesada, una heladera, azulejos y de a poquito fue dando forma a un espacio de sueño con luz natural y rodeado de verde.

“Hacía doble fila en Las Heras con la caja de telgopor en la cabeza”

Su primer emprendimiento llamado La Comanda, consistía en la venta de comida congelada y al vacío para los recién casados. Le empezó a ir tan bien que tuvo que renunciar al restaurante francés para dedicarse tiempo completo a su emprendimiento. Realizaba envíos por capital y zona norte con un auto gol lleno con cajas de telgopor y hielo, “iba temprano para evitar el tráfico pero la doble fila en Las Heras, con la caja de telgopor en la cabeza, tocando timbre para que la gente baje no faltaba”, recuerda entre risas.

Acondicionó un cuartito de la casa de sus padres para su primer emprendimiento
Acondicionó un cuartito de la casa de sus padres para su primer emprendimiento

En el medio se casó con José y en el 2017 Joaquín, a quien todos llaman Coco y es amigo de su marido le propuso lo siguiente: él tenía una cadena de crossfit con un local de 1000mts2 en microcentro, el plan era vender comida para los clientes pero los números no les cerraban porque tercerizaban todo.

“A nivel producto no me sentía identificada, pero me pareció copado el desafío”, admite Loli. El local estaba ubicado en Sarmiento y Florida, entonces propuso abrir la venta no solo a los clientes del gimnasio sino también a todos los que pasaban por la puerta. Loli empezó por primera vez un nuevo rol: el de coordinar equipos, que la gente trabaje uniformada, vaciar y limpiar freezers, ocuparse de la seguridad e higiene para montar un local de venta de ensaladas, yogur con granola, el plato del día y muchísimas medialunas que los clientes llevaban a la oficina o disfrutaban en el local.

La angustia de lo inesperado

Vendía 350 tickets por día hasta que llegó la pandemia. En esa ubicación imposible, no podíamos ni sacar los remos porque no había a quien remarle, mi cliente estaba en su casa en Pilar, no le podíamos repartir”, recuerda con tristeza Loli. Como tantas personas en la pandemia tuvieron que ver el local caer a pedazos, la comida se pudría, ella embarazada de ocho meses de su segunda hija sin poder hacer nada, la angustia era grande, a mitad de año cerraron definitivamente el negocio, sacaron un crédito para pagar el sueldo a los empleados y proveedores. Ese crédito lo terminaron de pagar hace poco.

Conjugar la maternidad con el trabajo no es fácil
Conjugar la maternidad con el trabajo no es fácil

Pero de algo había que trabajar, Loli tenía que reinventarse, y con la fuerza y el entusiasmo que tiene desde niña buscó el modo: comenzó a dar clases virtuales en la facultad donde había estudiado gastronomía, a subir contenido de calidad en sus redes sociales, grabó dos cursos online de comida salada y repostería. Iba de acá para allá con su bebita, “mi hermana me hacía el aguante, capaz lloraba y yo con las manos llenas de ñoquis, fue tremendo”, recuerda. Su marido se quedó sin trabajo y se convirtió durante un tiempo en su ayudante de cocina, mientras se flexibilizaba la cuarentena hizo eventos particulares con 20 personas como máximo, hacía un menú de pasos y se vinculó con aquel primer producto que tanto le había gustado.

“Gracias”, en su brazo

En febrero de 2021 la llamó Coco para contarle que se liberaba un local en San Isidro, que tenía un inversor y le propuso abrir una heladería o una franquicia. A Loli la idea no le entusiasmó, ella sentía que podía dar mucho más. Pensaron opciones y entre Coco, su mujer Belén y Loli dieron forma a lo que hoy es su local Afines. Se dieron cuenta de que en la zona había una necesidad de cafetería y brunch, un sitio donde sentarse un rato a compartir mientras se disfruta de algo rico o comprar para llevar. Lo pensaron como un lugar a donde ellos irían con su familia y amigos. “Estamos en un público que no le da lo mismo, que valora las cosas buenas, que está dispuesta a pagar pero tampoco te vas a ir a las nubes y poner precios prohibitivos”, se sincera Loli. Con el desafío en mano de lo propio, de dar color a las paredes, al logo, al menú y armar de cero un local con capacidad para 32 cubiertos, el 7 de octubre de 2021 inauguraron lo que hoy es un éxito en la zona.

En la inauguración de su local Afines
En la inauguración de su local Afines

El sueño se cumplió: Loli ejecuta sus platos, escucha a los clientes, habla con sus socios, juntos dan formas a nuevos platos, y se aventuran a más: hace poco abrieron un nuevo local más grande en Rincón de Milberg.

Loli tiene tres hijos de seis, cuatro y un año. Acomodar la maternidad con el trabajo de Chef y dos locales no es fácil. Tienen muchas manos extras que la ayudan y confía. “Con una mirada de optimismo de que si lo querés hacer, podés. No es fácil y no es que no te cueste ir con el sacaleche para todos lados o tener que desapegarte de un bebé que es un amor, o perderte cosas. Los fines de semana son difíciles a nivel pareja también. Pero es clave organizarte y saber que están bien, que tienen la comida, los afectos, el cuidado. También trasmitir que te vas porque te gusta lo que haces, porque el trabajo dignifica y hace que vayamos para adelante, porque el trabajo da trabajo. Lo que más me cuesta es el saber que me extrañan”, explica y aconseja Loli.

Sabe que cuando llega a casa es tiempo de oro con sus hijos, nada más la distrae, lo mismo los lunes que los locales están cerrados. Conjugar la maternidad con su trabajo no es fácil, pero Loli demuestra que se puede, y admite que tiene la ventaja de que es un trabajo móvil, muchas veces lleva a sus hijas mas grandes al local para tener un rato de exclusividad y ellas disfrutan de todo el entorno del trabajo de su mamá.

Hace poco Loli se tatuó en el brazo “Gracias”. Es un recordatorio, es su lugar para pararse a ver las cosas, desde la gratitud. No sabe qué esperar del futuro, espera ir sorprendiéndose, tal vez en algún momento publicar un libro de recetas. Pero haga lo que haga hay algo que tiene en claro, cuidar su familia y su vida personal para seguir creciendo con convicción y sobre tierra firme.

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Omakase: 5 restaurantes para comer sushi en la barra y ponerse en manos del chef

Fuente: La Nación – Desde hace unos años el formato prendió con fuerza. Y aunque bajo su paraguas conviven muchas variantes, todas tienen un denominador común: ofrecer productos nobles de temporada tratados con técnicas japonesas.

La escena es siempre la misma: 10 o 12 comensales sentados en una barra, inmersos en un ambiente calmo y una estética minimalista pensada para que nada distraiga de lo más importante: la comida. Disfrutar de la experiencia omakase requiere concentración, poder comer de todo –acá no valen restricciones alimenticias ni peros de ninguna clase– y ponerse en manos del itamae, un experto en cocina japonesa. Literalmente, “el que está detrás de la barra”.

Omakase viene del verbo makaseru, que significa “confiar”, algo así como abandonarse a la santa voluntad del itamae. En Buenos Aires, el formato prendió en los últimos años y su multiplicación es un hecho. Las variantes pueden ser muchas, desde los restaurantes con gastronomía de “alta costura” hasta los que prefieren una fórmula prêt-à-porter. En cualquier caso, la desnudez de la cocina nipona, tan falta de maquillaje, exige productos de temporada y de calidad: eso no se negocia. Del otro lado del mapa, la regla de oro es respetar la naturaleza y los ingredientes, tengan la procedencia que tengan.

El itamae es un experto en cocina japonesa. Literalmente, “el que está detrás de la barra”. Uni Sushi
El itamae es un experto en cocina japonesa. Literalmente, “el que está detrás de la barra”. Uni SushiDamian Liviciche

En la reina del Plata, algunos itamaes trabajan con pesca de anzuelo que les llega de Neuquén y de Mar del Plata; otros, con pescados del barrio chino que seleccionan con lupa. En ciertos sitios se usan aderezos y salsas, como la de soja, que se producen in situ, aunque también están los que los importan de Japón, igual que las arroceras, los cuchillos de hierro, de acero o de acero inoxidable, afilados como bisturís, y también las tablas especiales que evitan que se desafilen. Todo cuenta, pero el arroz merece un capítulo aparte. De su cocción –con azúcar y vinagre o con blends de vinagres que concentran azúcares naturales– depende que un nigiri llegue a buen puerto o no. Más que fracaso a secas, un Koshihikari o un Fortuna mal preparado, poco sedoso y que no se desgrane fácilmente en la boca es sinónimo de catástrofe, porque esta materia prima representa la piedra angular del sushi y, a su vez, el sushi es la columna vertebral de nuestros omakase. Las opciones que ofrecen los sushimen vernáculos en sus locales difieren unas de otras, siguiendo el esquema del país nipón con mayor o menor perfil tradicional.

Para los curiosos de la cocina japonesa, aquí una selección de cinco lugares que se ganaron el podio.

Sashimiya
Sashimiya

Nika Club Omakase

EL DREAM TEAM DEL SUSHI

Si la puerta de entrada no da ninguna pista, el salón del primer piso dice mucho sobre este lugar: mesas y sillas de madera clara, iluminación estratégica, estética net y una barra donde se exhiben cortes de pescado como en una joyería. En otro sector, fermentos, shōchū, miso, soja, conservas. Más allá, una cava equipada con muchísimas etiquetas argentinas y del mundo, y una sala para eventos.

Sushi y cerdo en la mesa opulenta de Nika.
Sushi y cerdo en la mesa opulenta de Nika.

Nika es un omakase que promete una “apuesta simple y una vara alta: darle a la gente el mejor sushi de la Argentina y del mundo”. La ambición que cabalga sobre esta iniciativa es proporcional a la inversión que le imprimió Roberto Costa, su fundador, un empresario del palo de la producción musical con gran rodaje gastronómico: la lista de proyectos incluye M San Telmo, Bar du Marché, M Club Omakase, M Street y M Salumería.

Para darle vuelo a la cocina de su nuevo chiche, conjugó el talento creativo de Leo Lanussol y la mano de Fabián Masuda, garante de la precisión en los cortes y de la excelente preparación del arroz. Como sommelier, Costa eligió a Leo Fernández Aquino. Nati Rocca es la manager y Belén Higa la pastelera. Se puede pedir a la carta, pero también omakase y, como su ley manda, la nobleza de las materias en este tipo de menú está fuera de discusión. La pesca es artesanal, de anzuelo. Muchos de los aderezos y salsas se producen aquí mismo, pero hay herramientas de cocina que se importan de Japón.

En la vitrina, pescados exhibidos como joyas: lo son.
En la vitrina, pescados exhibidos como joyas: lo son.

En Nika no siempre las sazones siguen el patrón tradicional y, en general, las licencias que Lanussol se toma son sensatas. Entre los snacks, el mejor es el hand roll temaki, con fideos de arroz, palta y pescado. De la cocina, sobresale el pulpo de Rawson al kamado, chiquito y delicioso. El sushi delata un arroz de cocción inobjetable, ausencia de salmón rosado y de maracuyá (¡aleluya!). Por su parte, el usuzukuri –sashimi muy fino que requiere de un gran control del cuchillo– da muestras del expertise de Masuda, sushiman que hoy brilla en este sitio. Confiar en sus manos no implica ningún riesgo.

Ambientación austera, bien de estilo japonés.
Ambientación austera, bien de estilo japonés.
  • Nika Club Omakase Nicaragua 5952. Whatsapp: +54 9 11 3021-5648. Lunes a viernes, de 12 a 16. Cenas, lunes a sábado, de 19 a 23. El omakase queda reservado a la barra y va desde 12 a 25 piezas (más postre).

CON IMPRONTA DE MUJER

Un ejemplo de omakase fuera de molde, inmerso en un domo y escondido en el jardín del restaurante Raggio Osteria. En los fogones, Romina Roux, una chef con una vocación que empezó en su casa: tenía una abuela francesa y otra boliviana, un papá que le enseñó a limpiar los pescados que pescaban juntos en un muelle de Mar del Plata y un apellido que funcionó como mandato. A Romina el amor por la cocina le llegó con los genes. Después, se fue empapando del conocimiento y los secretos de los fogones nipones de la mano de Patricio Farrell, en el restaurante Inoue, donde se hizo experta en la exactitud de los cortes, la sazón de las salsas, la cocción del arroz.

El domo en un omakase fuera de molde.
El domo en un omakase fuera de molde.Santiago Ciuffo

camina a contrapelo de los restaurantes en los que el salmón reina; la idea de su mentora es homenajear nuestra enorme diversidad marina a través de un menú de 10 pasos que va cambiando según lo que dé la estación. No esperen en este lugar una réplica fiel de tradiciones niponas: en primer lugar, está a cargo de una mujer y no de un hombre, como sucede habitualmente (Romina rompe el mito), y además su abanico de técnicas e ingredientes está abierto a otras culturas, como la francesa. Cómplices de estas licencias son la cocinera Cecilia Vera, partenaire en el emprendimiento, y su colaborador, Lautaro (ex La Bourgogne).

Delicadas vieiras con caviar.
Delicadas vieiras con caviar.Santiago Ciuffo

Desde su barra para 12 comensales se puede observar a Roux servir en un cuenco el caldo de cangrejo que da pie al omakase y disponer las piezas de sashimi en el plato mientras anuncia la secuencia de nigiris: “palometa de mar con pimienta de Sichuan, anchoa de banco marinada con salsa de soja tamari, boquerón marplatense con aceite de oliva y furikake (condimentos)”. Una de sus mejores ocurrencias: el snack de papel de arroz frito y relleno de paté de trucha, gravlax de lomo de trucha y quinoa frita, sabor emocionante y mil texturas en la boca.

El domo en un omakase fuera de molde.
El domo en un omakase fuera de molde.Santiago Ciuffo

La comida se combina con sakes, cerveza, sidra Griffin y vinos de etiquetas poco evidentes. También hay whiskies japoneses. Algunos detalles entrañables: la vajilla fue creada por su mamá y su hija, los cubiertos antiguos pertenecían a sus abuelos. Todo queda en familia. Y ese cariño llega al plato.

  • Gurruchaga 2121, detrás de Raggio Osteria. +54 9 11 4426-8072. Sólo con reserva al instagram

Shimada Omakase

LA PRECISIÓN DE TAKESHI

Abrió en Belgrano en noviembre de 2023 y forma parte de Mixtape Listening: un tres en uno que funciona en la planta alta del restaurante Haiku, de Quique Yafuso, gastronómico con amplia trayectoria en Buenos Aires. Junto con el humorista y empresario Cabito Massa Alcántara, Yafuso le dio forma a este proyecto que involucra a otros protagonistas y otros espacios. Por un lado, está el bar que emula a los kissa –sitios clandestinos donde se toman destilados y se escuchan vinilos– con música en vivo seleccionada por Bobby Flores y cócteles que llevan la firma de Pablo Pignatta, como el Apple Martini (vodka, cordial de manzana granny Smith y sauco). Por otro lado, la terraza con sillones y mesitas al aire libre donde beber al fresco. Y al fondo, escondido detrás de una cortina, el omakase que comanda el gran Takeshi Shimada, un sushiman que aquí se luce tanto como en su local Tokyo Bistró.

Pieza de sushi de calamar en Shimada.
Pieza de sushi de calamar en Shimada.

Cada mañana, Takeshi corre hasta el barrio chino para buscar el mejor pescado del mercado, unas 12 variedades que más tarde filetea detrás de la barra. Mientras alista los nigiris de trucha patagónica, pescadilla real, bonito tostado con ajo negro, lisa, pulpo o chernia; la caballa y la anchoa en temaki con jengibre y ajo que forman parte del menú de 15 pasos, cuenta historias de su país en un argenjapo con frases que a veces se pierden.

Sushimen sonrientes detrás de la barra
Sushimen sonrientes detrás de la barra

Lo que no pierde Shimada es el ritual de limpiar el cuchillo después de cada corte: “Si no, los cuchillos de acero se oxidan”, aclara. Tampoco pierde la sonrisa. Es un japonés alegre y agradecido de este país al que llegó hace 38 años. “A veces, aquí gané y otras veces no me fue nada bien, pero con crisis y todo, la Argentina me gusta”, dice y enseguida explica las claves de un buen yakitori –brochette– de alitas de pollo: “Si el chef hizo bien su trabajo, el huesito se desprende limpio de la carne”. Salió impecable, bien por Takeshi.

  • Shimada Omakase Franklin D. Roosevelt 1806. +54 9 11 4072-8374. Martes a domingo, de 21 a 00. @shimada.omakase

Uni Omakase

UN RECOMENDADO MICHELIN

¡Irasshaimase!, saludan Iván Cameos y Nicolás Guevara a modo de bienvenida al entrar al restaurante. Detrás de la barra de madera en tonos claros, estos dos sushimen hacen alarde de una precisión quirúrgica en el corte del pescado. Cuidan el producto como a un hijo y sazonan con mesura, pero no al extremo de Japón, donde la sutileza a la hora de condimentar puede hacer que la comida resulte sosa al paladar occidental, acostumbrado a un universo de sabores más obvio.

Variedad de textura y colores en el sushi.
Variedad de textura y colores en el sushi.

Damián Shiizu –alguien con gran rodaje gastronómico que del tema sabe– es la cabeza del proyecto y el ojo avizor al que no se le pasa detalle. Aquí se trabaja con pulcritud y con respeto nipón por el comensal. “La regla oriental es entregarle todo sin pedir nada a cambio”, dice Shiizu. No en vano Uni (“erizo”, en japonés) fue uno de los restaurantes recomendados por la guía Michelin en 2023.

Damián Shiizu está al frente de Uni.
Damián Shiizu está al frente de Uni.Damian Liviciche

Desde hace dos años, y durante dos horas, Shiizu garantiza una secuencia de bocados elegantes que pueden arrancar con un platito de edamame, soja y sésamo y seguir por una sopa perfumada y liviana a cargo del cocinero Javier Alanís. Así se compone la previa del sushi edomae, similar al de la época de los samuráis, por eso el arroz noble que utilizan –koshiibuki– está tratado con blends de vinagre, y tiene un leve tono marrón. A muchos les sorprenderá este detalle poco común en los omakase de este lado del mapa, igual que la intimidad del ambiente y la barra en altura que permite ver el trabajo del itamae: golazo para los clientes curiosos y para los instagramers.

La barra tiene capacidad para 12 personas.
La barra tiene capacidad para 12 personas.

Hay muy ricos sashimis de trucha con caviar, pez limón; nigiris de langostino crudo, de trucha madurada, o de calamar con huevas de trucha; además de platos como el tartar de trucha con salsa ponzu y tempura de shiso, el temaki abierto con pesca y una tempura crujiente, o las ostras con yema de codorniz, caviar beluga y pepino japonés. Todo se acompaña con vinos del mundo, sakes de perfiles aromáticos diferentes y se termina con un postre y un té. Nada defrauda.

  • Uni Omakase Guía Michelin 2024. Guatemala 5820. T: (11) 7615-9486. Martes a domingo, de 20 a 00.

Sashimiya

LA HUELLA DE LOS KANEMOTO

La historia de Sashimiya es la historia de una familia y, de alguna manera, también la del devenir de la cocina japonesa en Argentina. “Nací en Okinawa, vine a la Argentina a los 6 años, pero empezamos con la gastronomía de grandes”, cuenta Naomi Kanemoto, al frente de este restaurante junto con su marido, Marcelo Arakaki. “En 2015, mi papá abrió una pescadería. No sólo porque era amante de la pesca, sino también porque a la hora de comer platos japoneses no resignaba la frescura del pescado, y en aquel momento esa era una materia prima difícil de conseguir en Balvanera”, aclara. Después llegó la rotisería marina, en la que preparaban sushi a la vista.

Marcelo Arakaki ofrece un hand roll de trucha en su barra.
Marcelo Arakaki ofrece un hand roll de trucha en su barra.

De aquella época, Naomi recuerda que en el barrio restaurantes como Okiren, Casa Japonesa, Ichisou, Yuki, Kitayama y Nihonbashi recibían más que nada empresarios nipones o gente de la comunidad, y el público no estaba muy familiarizado con el sushi. Entonces nace la idea de abrir un restaurante y se arma un proyecto familiar que ya lleva 18 años en danza con una propuesta de platos a la carta y otra de un omakase diferente que siempre cambia, y va in crescendo desde el bocado más delicado hasta el más potente.

Plato de trucha.
Plato de trucha.

El arranque es con chawanmushi, sopa con base de pescado y huevo que se sirve con distintos toppings; tsukemono (encurtidos) y nasu dengaku (berenjena y miso dulce, no sale del menú). El banquete sigue con un plato a base de pescado (aquí siempre tienen cinco o seis variedades) o de vegetales; un pescado macerado o madurado, dos o tres nigiris elaborados con arroz Fortuna 00000 de Entre Ríos y algún pescado blanco, trucha, y un flambeado; gunkans –rollos envueltos en alga nori– como el de vieira o el que lleva huevas de trucha; y termina con un ramen elaborado por Alejandro Aizawa (@kyoen). La pastelera Angie ShimabukuHenko se llama su emprendimiento– es la encargada de los sutiles wagashi (dulces japoneses): un yon kan a base de poroto y un postre con helado y mochi. De beber, sakes, shōchū –aguardiente a base de arroz o de batata–, chu haishōchū con zumo de frutas– y té.

  • Sashimiya México 1965. +54 9 11 7362-9338. Lunes a sábado, de 19 a 22.30. Cena omakase, los miércoles.

Tres bares de Buenos Aires fueron elegidos entre los diez mejores de Latinoamérica

Fuente: Clarín GourmetTres bares de Buenos Aires fueron distinguidos entre los diez mejores de Latinoamérica por Tales of the Cocktail Foundation, la organización de la industria de la coctelería que desde 2007 realiza año tras año la entrega de los Spirited Awards en la que los que bartenders, dueños de bares, representantes de marcas y periodistas especializados de todo el mundo votan a los mejores candidatos de una gran variedad de categorías.

En este caso tres bares del barrio de Palermo, La Uat, Oh No! Lulu y Tres Monos, quedaron en el top ten de Los mejores bares de cócteles de Latinoamérica. Pero no fueron los únicos, los también palermitanos CoChinChina y Niño Gordo entraron entre los diez mejores bares de restaurantes de la región. Y algunos se llevaron doble reconocimiento ya que en el top ten de la categoría Mejor equipo de bar de Latinoamérica también se posicionaron CoChinChina, La Uat y Tres Monos.

Un solo establecimiento local entró en la categoría Mejor nuevo bar de Latinoamérica. Se trata de Sofá (Dorrego 1301), ubicado en una esquina del barrio de Chacarita y llevado adelante por las jóvenes bartenders Sabrina Traverso y Agostina Elena, ganadora del reality Gran Bartender.

Cómo son los bares de porteños que entraron entre los mejores de Latinoamérica

La votación de Tales of the Cocktail se divide en distintas etapas hasta obtener un top 4 para cada categoría. A fines de julio conoceremos a los ganadores, durante una semana de eventos que tendrán lugar en New Orleans (Estados Unidos). El 29 de mayo se difundirá el Top 10 de los nominados mundiales y en julio, los ganadores del año.

Tres monos (Guatemala 4899) es el bar de Sebastián Atienza, Charly Aguinsky y Gustavo Vocke, que actualmente se encuentra en el puesto 11 del mundo según el ranking The World’s 50 Best Bars y que el año pasado fue premiado con el Michter’s Art Of Hospitality Award 2023.La fachada de Tres monos, uno de los mejores bares de Latinoamérica según Tales of the Cocktail Foundation.La fachada de Tres monos, uno de los mejores bares de Latinoamérica según Tales of the Cocktail Foundation.

Fundado en 2019, el alma del lugar siempre estuvo por encima del glamour o el lujo. El salón es descontracturado con estética punk y luces de colores. En materia de coctelería su búsqueda pasa por un equilibrio entre clásico e innovador, con gran foco en la sustentabilidad y en los productores locales.

Los mismos dueños son propietarios de la UAT (Thames 1627), el bar de local gastronómico Cacho Rotisería. Inspirado en las boites de los años ‘70s y ‘80s de Buenos Aires, como Nave Jungla o Mau Mau, reversiona cócteles ochentosos y tiene una estética retro con neones y música que garantiza que la casa vibre toda la semana.

Por su parte Oh no Lulu (Araoz 1019) es todo palmeras, exuberancia verde, ídolos polinesios y una iluminación rojiza que le imprime un clima particular. Hacen coctelería tiki (playera a base de rones, frutas y decoraciones llamativas) y platos de inspiración hawaiana como el “Poké”.Cochinchina, entre los diez mejores bares de restaurante de la región. Cochinchina, entre los diez mejores bares de restaurante de la región.

Dentro de la categoría Mejores bares de restaurantes brilló Cochinchina (Armenia 1540), espacio liderado por la bartender Inés de los Santos, que juega con la contracultura entre Oriente y Occidente y que el año pasado quedó en la posición 26 del ranking The World’s 50 Best Bars. Y también Niño Gordo (Thames 1810), la marca más popular de la dupla de cocineros y empresarios gastronómicos compuesta por Germán Sitz y Pedro Peña.

Trabajaron en Asia y Europa con grandes como Gordon Ramsay y volvieron para abrir una nueva pizzería en Palermo

Fuente: Clarín Gourmet by María Florencia PérezLa simpleza y la voluptuosidad de la cocina italiana vive un gran momento en estas latitudes con sucesivas aperturas de restaurantes que estrechan los miles de kilómetros de distancia que nos separan con la tierra de los abuelos de no sólo de millones de argentinos sino también del ADN de nuestra idiosincrasia toda.

En este caso la novedad es la reciente inauguración de una pizzería de estilo romano en esa zona de Palermo fronteriza con Almagro y Recoleta que todavía no sucumbió a la superpoblación de oferta culinaria del barrio gastronómico por antonomasia.

Detrás de la propuesta se encuentran Juan Zuliani y Juan Carlos (Junior) Castiglione, chefs, socios y compañeros de ruta con gran kilometraje en cocinas locales (del memorable Au Bec Fin al Faena Hotel y Los Petersen Cocineros) pero también en resonantes nombres del exterior que los foguearon en los estándares de exigencia de la alta gastronomía internacional.

Cómo es la nueva pizzería Bravo en Palermo

El local luminoso, abierto, de dimensiones moderadas y con vibrantes detalles en azul, magenta y amarillo palpita energía. Una foto de Luciano Pavarotti en una hamaca paraguaya, con las mejillas infladas como zepelines y una porción de sandía en la frente sintetiza el espíritu de la casa: italianidad, alegría y dolce far niente.

Pero todas las miradas se las roba el mostrador con once variedades de pizza donde los clientes se acercan a elegir sus porciones. Porque en estas coordenadas hay que salir del dogma porteño de la grande de muzza redonda para compartir y atreverse a una dinámica más amigable con el concepto “al paso” y donde el sabor entra por los ojos, cualidad que, para quienes hayan estado en Roma representa todo un déjà vu que sabrán valorar.Algunas de las variedades de pizzas que se pueden degustar en Bravo. Fotos: Emmanuel Fernández Algunas de las variedades de pizzas que se pueden degustar en Bravo. Fotos: Emmanuel Fernández

Parece simple y lo es pero como siempre, la perfecta ejecución de lo sencillo requiere experiencia y autenticidad. Ahí entra en juego la trayectoria de los dueños de casa que durante 10 años hicieron base en Londres para incorporarse en diversos proyectos que incluyeron desde más de veinte aperturas de restaurantes hasta consultorías.

En sus currículums aparecen nombres resonantes. Zuliani durante un tiempo vivió entre Riad y Abu Dahbi porque era el encargado de armar los menúes del rey de Arabia Saudita. Castiglione trabajó para dos de los chefs/celebrities más populares del Reino Unido, el “villano de los realities” Gordon Ramsay y el más “apacible” Jamie Oliver.El mostrador de Bravo en Palermo. Fotos: Emmanuel FernándezEl mostrador de Bravo en Palermo. Fotos: Emmanuel Fernández

“Por ejemplo, para Ramsay trabajé en Petrus, que es uno de sus primeros restaurantes de alta cocina que obtuvo estrellas Michelin. Son lugares donde es muy alto el nivel de exigencia y la demanda de perfeccionismo, disciplina y responsabilidad. Algo de esa estructura y esa constancia quisimos traer acá sin que Bravo deje de ser un lugar de trabajo divertido”, aporta Castiglione.

Qué comer en la nueva pizzería Bravo de Palermo

La clásica Margarita con mozzarella, tomates confitados y albahaca; otra bien voluptuosa con mortadella, straciatella, pistachos y mostaza de Dijon; una de papas crocantes con provolone, salsa blanca y romero o la bien suculenta con albóndigas de carne, ricota, mozzarella y pomodoro. “Las nuestras son pizzas hechas desde la mirada de un cocinero, el gran desafío para nosotros era sobre todo lograr una buena masa”, explica Zuliani.

Es que la pizza romana tiene sus particularidades: además de cocinarse en un molde rectangular y venderse al corte (por porción) tiene que tener una crocancia y una ligereza que sólo puede ser garantizada por una elaboración metódica.Los anfitriones de Bravo frente al  local. 
Fotos: Emmanuel Fernández.Los anfitriones de Bravo frente al local. Fotos: Emmanuel Fernández.

“No se hace a partir de masa madre sino de una biga (N. de la R: una preparación específica que se usa como pre fermento) y la masa descansa en frío unas 72 horas que le garantizan esos alveolos tan característicos”, detalla el cocinero. Si alguien encuentra extravagante el hecho de que en Bravo las porciones se corten con tijera, se le explica que no se trata de una cuestión de snobismo sino que es la mejor manera de preservar esas codiciadas burbujas de aire producto de una buena fermentación.

Los dueños de casa saben que esta apertura es oportuna en un momento en que el paladar local salió del tradicional binomio de la pizza de molde o a la piedra para explorar las más diversas variedades de otras latitudes. Sin embargo, entre sus sabores incluyeron algunos guiños a la tradición porteña como la pizza de jamón natural con morrones asados.

“Y bien al estilo argentino, las más pedidas son las opuestas. Por un lado, la más tradicional, la margarita que nosotros hacemos con fior di latte, y la de boniato asado con panceta, queso azul y jalea de chiles”, enumera Zuliani. Las porciones parten de los $ 2.400 y aunque cuentan con una buena selección de vinos (desde $ 3.000 por copa) y aperitivos, el hábito vernáculo manda y salen mucho con cerveza (balón desde $ 2.800).Las suculentas pizzas de Bravo. 
Fotos: Emmanuel FernándezLas suculentas pizzas de Bravo. Fotos: Emmanuel Fernández

Un capítulo aparte son los suppli o arancini, una buena previa del almuerzo o cena en Bravo, que son tradicionales croquetas de risotto, pomodoro y mozzarella o pasta salsa bolognese y mozzarella (desde $ 1.500) y las almendras tostadas y caramelizadas con ají, salvia, limón y oliva ($ 2.200) para un picoteo italianísimo.

Y como en Italia de 17 a 19 horas, todos los días ofrecen el spuntino: con la compra del vermouth, Bravo invita unas aceitunas marinadas, crostines de pan y bastoncitos de fainá crocantes para picar mientras suena la música de Mina entre otros popes de la canción de ese país. Un “happy hour madrugador” que pone a prueba nuestras costumbres y confirma la voluntad de la casa de convertirse en una porción de Roma en Buenos Aires.

Bravo, pizza romana a la tijera. José Antonio Cabrera 3533, Palermo. De lunes a sábados de 9 a 24 horas y domingos de 17 a 24 horas. IG: @ganasdebravo

El Hard Rock argentino: la historia del restaurante que arrancó en Córdoba, triunfa en Rosario y es furor en Buenos Aires

Fuente: La Nación – El restaurante y bar temático del rock que lleva más de 25 años en el interior, crece en Buenos Aires con nuevas sedes y llega a la Capital; la historia contada por el emprendedor que lo creó.

El restaurante y bar temático decorado con la historia del rock internacional suma sucursales y revela su biografía. Surgió en Córdoba, lleva más de 25 años en Rosario, se instaló hace unos años en Pilar, abrió recientemente sus puertas en Unicenter, Martínez, y proyecta otra sede en el moderno Paseo Gigena de Palermo, entrando así en la ciudad de Buenos Aires.

Rock&Feller’s nace en Córdoba en el año 1996, con un nombre que alude a un género musical que abarca varias generaciones, y con una segunda palabra que, en una especie de lunfardo de Estados Unidos, hace referencia a los amigos. Guillermo Fernández Christe, uno de sus socios fundadores, conversó con LA NACION y contó cómo fue el paso a paso de este emprendimiento que hoy se posiciona como el Hard Rock made inArgentina.

Rock & Feller´s se funda en Córdoba en el año 1996
Rock & Feller´s se funda en Córdoba en el año 1996EstebanColombo

Oriundo de La Falda, Córdoba, Guillermo se encontraba cursando la carrera de arquitectura en la capital de la provincia, cuando decidió hacer un emprendimiento paralelo a los estudios: optó por abrir un bar junto a varios amigos. Con la mirada observadora propia de los que se dedican a su profesión, fue detectando elementos y detalles que cambiaban completamente la experiencia del consumidor en un local gastronómico: “Noté cómo logrando una buena iluminación se generaba una sensación de placer en las personas; detecté que el sonido también juega un papel clave en la experiencia del cliente”.

Fernández Christe fue combinando poco a poco la comida con la arquitectura y con el tiempo se fue especializando en las operaciones gastronómicas. Llegó un momento en que contaba con emprendimientos paralelos de bares y restaurantes, pero con ritmos en los que advertía que se perdía tiempo: “El horario fuerte de un bar no coincidía con el del restaurante. Eso te obligaba a disponer de una infraestructura que no se optimizaba, que tenía mucho tiempo ocioso; entonces, empecé a pensar en la idea de juntar los dos emprendimientos”.

Uno de los locales de Rosario está ubicado en la esquina de Boulevard Oroño y Jujuy
Uno de los locales de Rosario está ubicado en la esquina de Boulevard Oroño y Jujuy

El empresario se percató de que en otros países ya se daba esta particularidad: en el mismo lugar la gente tomaba un trago, almorzaba o cenaba. Tenía especial afición por los pubs ingleses, donde se manejaba este modelo y “eso no ocurría en Córdoba por los años 90, por lo que pensé en desarrollar algo que unifique ambos conceptos: el de bar y el de restaurante”. En el afán por lograr esto, puso como condición la particularidad de que pudiera tener crecimiento; observaba que los pubs eran más artesanales en su atención y en la cocina, y él buscaba algo que sea más estandarizado en sus operaciones, que le permitiera replicarlas y crear una franquicia con ese emprendimiento.

El producto que resultó de esta investigación y fruto de una exhaustiva consultoría con expertos de Harvard, fue el desarrollo de un bar y restaurante con seis tramos horarios (desayuno, almuerzo, merienda, after office, cena y after hour (posterior a la cena), todo girando en torno a la temática musical. El Hard Rock argentino estaba tocando sus primeros acordes.

Los locales de esta marca hacen un recorrido por la historia del rock con toda su memorabilia: fotos, discos, vestuario e instrumentos
Los locales de esta marca hacen un recorrido por la historia del rock con toda su memorabilia: fotos, discos, vestuario e instrumentos
Rock & Feller´s ofrece servicios en una amplia franja horaria de seis tramos: desayuno, almuerzo, merienda, after office, cena y after hour
Rock & Feller´s ofrece servicios en una amplia franja horaria de seis tramos: desayuno, almuerzo, merienda, after office, cena y after hour

Un viaje por la historia del rock en distintos puntos del país

Es así como en 1996 abrió el primer Rock&Feller’s en Córdoba y dos años después desembarcó en Rosario, donde hoy cuenta con tres locales. Uno de ellos ubicado en la esquina de Boulevard Oroño y Jujuy, otro en el Alto Rosario Shopping y un último en el histórico Hotel Savoy.

En Buenos Aires la marca desembarcó en 2017 en Pilar, y abrió el mes pasado una sucursal en Unicenter. Además, cuenta con un proyecto en otra zona pujante de la Ciudad: en la esquina de Avenida del Libertador y Dorrego, frente al Hipódromo y al Campo de Polo, se encuentra en su fase final la obra del Paseo Gigena. Este complejo de usos mixtos albergará oficinas y una variada propuesta de ofertas comerciales, entre las que se encuentra una nueva sucursal de Rock&Feller’s.

En cada uno de ellos, se cuenta la historia del rock, desde sus comienzos hasta la actualidad. A través de imágenes, vestuarios, accesorios e instrumentos están representados los diferentes ídolos de este género musical con bandas y estrellas nacionales e internacionales “En los inicios le solicitábamos a las estrellas del rock nacionales o que visitaban la Argentina que firmaran instrumentos o accesorios vinculados a ellos”, detalla Fernández Christe. Es así como cuentan con guitarras con el autógrafo de Luis Alberto Spinetta o Charly García, entre otros.

En Rosario existen ya tres locales de esta cadena
En Rosario existen ya tres locales de esta cadena
Los locales están repletos de vestuario, accesorios e instrumentos del rock
Los locales están repletos de vestuario, accesorios e instrumentos del rockEstebanColombo

Además, varios de los elementos de decoración que se lucen en los locales son réplicas exactas de vestuarios o accesorios icónicos de famosos. Entre ellos, una conocida máscara de Madonna que utiliza en un videoclip, que fue hecha por la misma diseñadora que se la produjo a la reina del pop. Hay imitaciones de un traje de la guardia inglesa que utilizó Mick Jagger en un recital, zapatos de Elton John e trajes de Elvis Presley, hechos por vestuaristas famosos, que se dedican a replicar estas vestimentas.

Al explicar el motivo por el cual eligieron el rock como género musical para decorar los espacios, señala que, en la génesis del proyecto, buscaban apuntar a un target amplio. “Para que sucediera eso, la música nos ayudaba. El rock internacional abarca muchas edades: chicos de 20 y adultos de 70 escuchan a los Rollings”, señala el emprendedor y agrega: “Además nos permitía una decoración llamativa, ya que son inagotables las posibilidades. Fuimos generando un verdadero museo de rock”.

Los locales de la marca fundada por Fernández Christe llegaron a ser cuatro en Córdoba, que luego se convirtieron en franquicia, pero después de que el funcionamiento no convenciera a los fundadores, dejaron de formar parte de la marca. Hubo también un intento de desembarco en Estados Unidos (en 2003) y en Bolivia (2001), pero se vendieron a terceros, ya que resultó difícil gestionarlos a la distancia.

Un modelo de producción innovador

El restaurante cuenta con un modelo particular de atención, abastecimiento y producción, en el que combina puestos de trabajo, estaciones de preproducción y un servicio a la mesa peculiarmente personalizado. “Manejamos alrededor de 2000 comensales diarios, por lo que la atención no se podía hacer con un sistema tradicional”, señala Fernández Christe.

Los platos son preparados a través de una cadena de producción, por lo que terminan siendo elaborados por 6 o 7 personas diferentes
Los platos son preparados a través de una cadena de producción, por lo que terminan siendo elaborados por 6 o 7 personas diferentesEstebanColombo

En un restaurante, la clásica forma de trabajar es solicitando un plato, que es luego cocinado por el chef. En el caso de estos locales, se trabaja con diversos puestos operativos, cada uno se ocupa de una parte distinta del producto. De esta forma, los platos terminan siendo elaborados por seis o siete personas diferentes. En su proceso de trabajo, incluyen la preproducción: una vez que ingresa la mercadería, se preproduce lo más que se puede, se fracciona y se almacena, hasta que el cliente pide el producto. Una vez allí, se activa lo que falta para terminar el plato y se sirve al cliente.

Los mozos en esta cadena son camareros que cumplen el rol de anfitriones: reciben y atienden en todo momento al cliente. Por otro lado, están los runners que se encargan de buscar la comida de la cocina y de retirar la vajilla sucia. Un sistema que permite garantizar una atención constante y una experiencia del consumidor agradable, tan buscada por su fundador.

Las ingeniosas estrategias de los restaurantes porteños para no perder más clientes

Fuente: La Nación – Los empresarios gastronómicos consultados coinciden en que las caídas en las reservas están entre el 20 y 40 por ciento.

“Tenés que ponerte creativo. El consumo cayó, los restaurantes no quedaron exentos y es cierto que cuando salís a comer afuera, el valor del ticket impresiona. La gente se asusta, pero en estos 30 años que llevo en el mundo de la gastronomía hemos salido de muchas. Soy optimista por decisión”, dispara el maestro pizzero Danilo Ferraz, al frente de las cocinas de las cadenas Morelia, Hell’s Pizza y Mil y Pico, en Chacarita, que se caracteriza por su cocción a la parrilla y su masa finita y crocante.

Mientras Ferraz conversa con LA NACION, la encargada del local que está en la esquina de Dorrego y Fraga le informa que acaba de llamar un grupo de 15 personas para consultar si tenían mesa disponible. “Llegan 15, les bailo y los recibo con bombos”, dice mordaz el emprendedor gastronómico, y cuenta que, ante la caída de las reservas y con menos gente en los salones de los restaurantes, decidieron poner en marcha algunas acciones que, en otro momento, hubieran sido impensadas para su negocio.

Roberto Cardini, fundador del grupo que comanda el bar Sede Whisky y la vermutería Sifón Sodería, confirma la caída en las reservas en el primer trimestre del año
Roberto Cardini, fundador del grupo que comanda el bar Sede Whisky y la vermutería Sifón Sodería, confirma la caída en las reservas en el primer trimestre del añoGentileza

“En Hell’s hicimos una movida inesperada que arrancó en el verano, y funcionó tan bien que hoy continúa en la mayoría de las franquicias, que son como 30. Pusimos pizza libre los miércoles, y el primer día fue tan exitoso que desbordó todo. Fue algo que hicimos con miedo, porque decir pizza libre suena mal, pero la calidad de nuestro producto es la misma. Arrancó con un valor de 4000 pesos y ahora está alrededor de 8000 pesos. La gente quiere promociones y va donde pueda gastar un poco menos”, asegura Ferraz.

Según cifras de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en marzo las ventas minoristas de los comercios cayeron un 12,6% frente al mismo período del año pasado, lo que genera un retroceso que se acerca al 25% en el primer trimestre del año. Este proceso, que convivió con una aceleración de la inflación en los primeros meses del año y una caída en el poder adquisitivo de los consumidores, pegó de lleno en los salones de los restaurantes, y los empresarios gastronómicos consultados coinciden en que las caídas en las reservas están entre el 20 y 40 por ciento. En algunos casos más.

La aceleración de la inflación en los primeros meses del año y una caída en el poder adquisitivo de los consumidores pegó de lleno en los salones de los restaurantes
La aceleración de la inflación en los primeros meses del año y una caída en el poder adquisitivo de los consumidores pegó de lleno en los salones de los restaurantes

Un restauranteur de renombre que pisa fuerte en Palermo, y que prefirió el anonimato, asegura que enero y febrero pasado fueron dos meses muy malos. Dice que marzo llegó con un tímido repunte, pero que la baja es fuerte y preocupante.

“Encima dejamos de ser baratos en dólares para el turista internacional. Un cubierto que el año pasado costaba 20.000 pesos ahora cuesta 40.000. El valor para el extranjero se duplicó en dólares, y Buenos Aires deja de ser una plaza atractiva. Ni hablar para un porteño que de vez en cuando quiere darse el gusto de ir a un buen restaurante. Hoy, una pareja que sale a comer afuera, con una botella de vino de gama media, tiene un ticket que ronda entre los 70.000 y 100.000 pesos”, dice el empresario, que tiene a su cargo unos 180 empleados. Además, agrega al conflicto los aumentos en las tarifas de los servicios, como la luz. Sobre este punto, precisa: “Pasamos de pagar 600.000 pesos a 2.200.000, y ahora viene la sorpresa del gas”.

Un viaje al Mediterráneo en pleno Palermo

Con una estética que recuerda a las construcciones del Mediterráneo, con paredes blancas, puertas y ventanas de color azul y un salón luminoso, abrió el restaurante Mero hace cuatro meses –sobre la calle República Árabe Siria, en Palermo– con un concepto donde la pesca fresca es la atracción.

“Se nota una baja, es real, pero creo que en gastronomía hay distintos perfiles, y algunos sufren más que otros”, apunta Lucas Roballos, uno de los socios fundadores de Grupo Bla, detrás también de otros proyectos como la disco Afrika; Invernadero, el bar de gin y tapas; el rooftop Arriba y Spritzza, con gran variedad de pizzas y spritz.

Mero es su quinta apertura, y según afirma el emprendedor gastronómico, la más foodie de todas las propuestas. “En términos globales cayó el consumo, es cierto, pero si te aggiornás, competís y ofrecés algo distinto, trabajás más”, apunta.

Los costos, una obsesión que no da tregua

Es verdad que Mero, argumenta Roballos, está en un zona donde la baja golpea menos, pero el empresario también cree que, a pesar de la gran variedad de propuestas gastronómicas que hay en la ciudad, aún hay espacio para cosas nuevas.

“En Buenos Aires podés comer pescados y mariscos, pero generalmente son lugares más clásicos o tienen impronta de bodegón. Faltaba una experiencia de este estilo, más canchera, en un ambiente que te transporta directo a una casita del Mediterráneo –describe–. Sentíamos que había un vacío que podíamos ocupar. Y funcionó. Los fines de semana se trabaja muy bien, con el salón lleno”.

Mero queda sobre la calle República Árabe Siria, en Palermo
Mero queda sobre la calle República Árabe Siria, en PalermoDIEGO SPIVACOW / AFV

Roballos tampoco oculta la situación de estar en una lucha constante con los costos, los proveedores y los aumentos.

“Es un trabajo enorme, hay que estar encima de los costos de manera constante y es una unidad a la que tenés que dedicarle mucho tiempo. Es desgastante –reconoce el empresario–. Hasta el año pasado, la inflación que había la íbamos trasladando a los precios, pero cada vez cuesta más y no es viable. Hay que probar otras alternativas. Nosotros tenemos un archivo de cartas con cada uno de los platos, y la semana pasada sucedió que hubo un aumento desmedido en las verduras. Para dar un ejemplo, el costo de un plato que de 600 gramos de pescado y diferentes verduras pasó de 12.000 a 18.500 pesos. Hay que buscar reemplazos de ciertos productos y ser muy buen administrador, porque sino sufrís grandes pérdidas”.

Promociones, eventos y cambios en el menú

Al igual que sus colegas, Roballos admite que la inventiva es constante. “Quizá nosotros corremos con ciertas ventajas porque somos un grupo que viene del entretenimiento y boliches, donde estás acostumbrado a traccionar gente todo el tiempo. Hacemos acciones con chefs, con bodegas, cambiamos el menú y ofrecemos una experiencia que el consumidor valora. Hay que estar muy atentos y cuidadosos en el día a día, pero hay un horizonte donde se ve que las cosas en la Argentina pueden mejorar”, intuye.

Como suele suceder en épocas de bolsillos flacos, el estado de ánimo de los argentinos se ve condicionado por esa vertiginosa sensación de sentir que ya no se puede comprar lo que uno desea. Y como sucede desde hace varias décadas como una de las formas más efectivas para atenuar esa caída del mapa del consumo, se larga la carrera por las promociones, que siempre son una buena estrategia para captar clientes nuevos, fidelizar los que ya se tenían o bonificar al consumidor con un porcentaje de ahorro. O, al menos, cambiarle el humor cuando siente que “engancha un buen descuento”.

Pintó Bodegón es una de las propuestas que estuvo activa esta semana en más de 70 bodegones de la ciudad. Con descuentos del 20% y promociones especiales, hoy terminó la segunda edición del evento, que fue organizada por la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés, junto al Ministerio de Desarrollo Económico de la Ciudad y BA Capital Gastronómica.

“Tratamos de generar campañas que acerquen a la gente a los restaurantes, sobre todo a los establecimientos más pequeños –cuenta Ana Lía Toccalino, secretaria de la asociación–. La realidad de la caída es general, y si bien no hay acción que recupere la pérdida del 30% que afecta al sector gastronómico, hay que ser creativos y darle una vuelta de tuerca a la situación. Tratar de no tocar los precios del menú es una ecuación bastante compleja para los comercios, sobre todo ahora que llegan los aumentos de luz y gas. Pero hay que activar el ingenio, buscar platos más autóctonos, con ingredientes de estación y opciones más económicas. Comeremos palta cuando esté barata, y si no, no la comeremos”.

Los tragos de autor, casi un lujo

Esta semana también fue la oportunidad para tomar uno de los tragos que volvió a estar de moda en las barras de los bares, y un puñado de locales donde se preparan los más emblemáticos cócteles lanzó la Old Fashioned Week, que termina mañana y donde se puede comprar a precios especiales el mítico trago a base de whisky, que no necesita coctelera en su preparación y se sirve en vaso ancho y con algunas rocas de hielo.

“Comparado con el último mes de noviembre, que fue lo mejor del año pasado, este primer trimestre del año vino en caída”, coincide Roberto Cardini, que tiene 36 años y es uno de los fundadores del grupo que comanda el bar Sede Whisky, en Chacarita, la vermutería Sifón Sodería, en el mismo barrio y otros restaurantes como Madre Rojas, especializado en carnes, y Ostende, una propuesta más gourmet en Colegiales.

Ostende
Ostende

“La coctelería es uno de los rubros que cuesta más levantar. Pedir un trago de autor en un bar hoy es casi un lujo –asume Cardin–. En Sede, inicialmente, teníamos una propuesta solo de whisky, y ahora incluimos otras bebidas blancas para tener más opciones. Un trago promedio cuesta entre 6000 y 7000 pesos, y con este tipo de acciones [como la Old Fashioned Week], la idea es que haya un precio promocional, con el beneficio de que la gente pueda sumar más descuentos cuando visita otros bares que participan del programa, como Verne, 878 y El Limón”.

Para Cardini, todos los emprendimientos que lideran van más allá de un negocio. “Somos apasionados por la gastronomía. Siempre vamos a apostar al encuentro, a salir en familia o con amigos, a compartir una charla y disfrutar de un rico plato. Ir a un bar o un restaurante es mucho más que ir a comer, forma parte de un momento social muy importante que está en el ADN de los porteños. Mientras se pueda hay que ponerle el pecho, y seguir adelante”, concluye Cardini.

Cuáles son los bares y bodegones notables de Rosario: un nuevo circuito que no te lo podés perder

Fuente: El Ciudadano Web – Este jueves se aprobó una ordenanza que crea el Catálogo de los Bares y Bodegones Notables de Rosario con el objetivo de fomentar la puesta en valor. La iniciativa fue impulsada por la concejala Anahí Schibelbein, del bloque radical.

Este jueves se aprobó una ordenanza que crea el Catálogo de los Bares y Bodegones Notables de Rosario con el objetivo de fomentar la puesta en valor de los mismos. La iniciativa fue impulsada por la concejala Anahí Schibelbein, del bloque Radical, a quien acompañaron Alicia Pino y Manuel Sciutto, del bloque Socialista; Hernán Calatayud, de Volver a Rosario, y Ana Laura Martínez, del Pro.

Se precisa que se considerará como notable “a los bares y bodegones que estén relacionados con hechos o actividades culturales de significación histórica para la ciudad, y aquel cuya antigüedad y relevancia local le otorguen un valor propio”.

En el ámbito de la normativa se crea la Comisión de Protección y Promoción de los Bares y Bodegones Notables de Rosario, la que estará integrada por dos representantes del Departamento Ejecutivo, específicamente que participen en las secretarías de Cultura y Educación y de Deportes y Turismo; tres representantes del Concejo, respectivamente de las comisiones de Cultura y Educación, Producción y Promoción del Empleo y Deportes y Turismo y cinco titulares de locales gastronómicos que integren el Catálogo.

Tendrá por objetivo la comisión la actualización del Catálogo y su difusión en los centros de actividad turística; promover la participación de los locales catalogados en la actividad cultural y turística de la ciudad, impulsando en éstos actividades artísticas acordes a sus características y ampliar la oferta de itinerarios turísticos, generando recorridos que tengan como puntos de interés estos locales, dando cuenta de la historia de los barrios que los albergan.

También se plantea difundir los espacios en los centros de actividad turística, tales como hoteles, agencias de viaje y recorridos turísticos privados; desarrollar una campaña de difusión y propaganda en canales oficiales de comunicación de la Municipalidad, entre ellos redes sociales, centros de distrito, pantallas digitales en la vía pública y en el transporte urbano de pasajeros, al igual que en los bares y bodegones que forman parte del Catálogo.

Se precisan como criterios para integrar el catálogo, contar con una trayectoria en la ciudad como mínimo de 30 años; que sean reconocidos por la comunidad del barrio como un espacio de referencia y que sean espacios vinculados a hechos y personalidades destacadas de la historia y la cultura rosarina.

Integran el Catálogo:

– Bar El Riel, ubicado en avenida Rivadavia 2501, del año 1915.

– El Resorte, ubicado en Jujuy 2498, de 1939.

– Comedor Balcarce, Brown 2093, de 1962.

– Gorostarzu, Italia 299, de 1928.

– La Bella Nápoli, Tucumán 3598, de la década del ’70.

– Il Piccolo Navío, San Luis 709, de 1961.

– El León, Alem 2291, de1916.

También comprende el Catálogo:

– El Bar Junior, Mitre 849, 1953.

– El Cairo, Santa Fe 1102 y Sarmiento, 1943.

– La Buena Medida, Buenos Aires y Rioja, aproximadamente 1910.

– Pasaporte Bar, Maipú 509, esquina Urquiza, 1980.

– Confitería Augustus, Corrientes y peatonal Córdoba, 1964.

– La Sede, Entre Ríos 599, esquina San Lorenzo, 1993.

– El Ancla, Maipú 1101, esquina San Juan.

– Comedor del Colegio de Escribanos, Córdoba 1852, 1978.

– La Marina, 1º de Mayo 890, esquina Rioja, 1970.

– Bar Blanco, Alem 1701, esquina avenida Pellegrini, 1922.

– Sunderland, avenida Belgrano 2010, década del ’30.

– Wembley, avenida Belgrano 2012, 1903.

– Bar Las Heras, avenida San Martín 5398, 1962;

– Bar Lido, avenida San Martín 3142, 1981.

– Pizzería Santa María, Garay 970, y avenida San Martín, 1960.

– La Cautiva, San Nicolás 2256, 1980.

– Bar El Rosarino, San Nicolás 206, 1923.

– Rugantino, bulevar Avellaneda 898, 1987.

– Vía Appia, avenida Pellegrini 961, 1966.

– Restó Bar Viejo Munich, Ituzaingó 709, esquina Buenos Aires, 1994.

Cabe destacar que sumaron su firma a la iniciativa Leonardo Caruana, del Frente Amplio por la Soberanía; la presidenta del Concejo, María Eugenia Schmuck; Verónica Irizar, del bloque Socialista; Lucas Raspall, de Arriba Rosario y Julia Eva Irigoitia y Mariano Romero, de la bancada Justicialista.

Cocina de autor. La joya gastronómica oculta en la Recoleta que fue destacada por la Guía Michelin

Fuente: La Nación – Restó SCA es un amable bistró ubicado en el fondo de un antiguo edificio de la calle Montevideo que se luce con sus platos elaborados con mucha técnica y productos de estación y es elegido por turistas y famosos.

En pleno barrio de Recoleta, al fondo de un antiguo edificio de mediados del siglo XIX con portón de madera de estilo art decó, hay una verdadera joyita arquitectónica y gastronómica que suele pasar desapercibida: Restó SCA, ubicado en la calle Montevideo 938, en la Sociedad Central de Arquitectos, fundada en 1886. Se trata de un secreto a voces en la ciudad, con cocina de autor, que recientemente fue mencionado por la Guía Michelín. “El restaurante tiene un ambiente discreto de estilo bistró con solo unas pocas mesas y un bar que alberga una atractiva exhibición de quesos. Anteriormente estuvieron aquí chefs de renombre como María Barrutia y Guido Tassi, aunque ahora es el turno de María Magdalena Piaggio, una chef que conoce en profundidad la cocina francesa y cuyas recetas frescas, mediterráneas e internacionales, se basan en ingredientes argentinos”, lo describieron desde la prestigiosa guía. El restó, que abrió sus puertas en 1997, siempre se mantiene fiel a su estilo: cocina con mucha técnica y productos frescos de estación.

Restó SCA tiene un ambiente discreto y con pocas mesas, pero con una cocina destacada por la Guía Michelin
Restó SCA tiene un ambiente discreto y con pocas mesas, pero con una cocina destacada por la Guía MichelinMariana Roveda
Restó SCA tiene platos de la cocina internacional realizados con ingredientes nacionales
Restó SCA tiene platos de la cocina internacional realizados con ingredientes nacionalesMariana Roveda

El reloj marca la una en punto del mediodía y el cálido salón, situado en una antigua cochera de carruajes, está concurrido. Hay oficinistas y también varios turistas (de España, Francia y Estados Unidos), que se acercaron cautivados por las positivas reseñas que leyeron de este rincón con aires parisinos. La decoración es cálida como su iluminación: hay cuadros, espejos, libros de cocina, sillas Thonet y pisos de madera originales. De fondo se oye música bossa nova, se entremezcla con el murmullo de las mesas. Aunque la verdadera protagonista de esta historia es la pequeña cocina a la vista, allí desfilan la variedad de platos, que van desde unas lengüitas de cordero al escabeche, pasando por un delicado conejo confit hasta una codorniz rellena con humita. La chef María Magdalena Piaggio, mejor conocida como “Magui”, luciendo una impoluta chaqueta blanca, está supervisando cada detalle, nada se le escapa. Mientras, emplata un bife de novillo con garbanzos y salsa de ají amarillo, comienza a preparar unos tortellini rellenos de ricota con tomate confit y castañas de cajú, que solicitó otra mesa.

Una chef con oficio al frente de un clásico porteño

Magui tiene oficio. Desde pequeña tiene amor por los productos locales. Sin dudas, la marcó su infancia en la Aldea San Antonio, Entre Ríos, un pueblo de 2000 habitantes, en donde la leche fresca, los huevos de campo, las verduras de la huerta y la miel, no faltaban en su hogar. De su abuela paterna italiana heredó la pasión por las pastas caseras y de la materna alemana recetas de pastelería y fiambres como el pastrón. Cuando terminó la escuela secundaria la jovencita tenía una idea clara: estudiar cocina. En el 2003 se mudó a Buenos Aires para cursar en el Ott College la Tecnicatura en Gastronomía.

Restó SCA está ubicado en un edificio antiguo en Montevideo al 900, perteneciente a la Sociedad Central de Arquitectos
Restó SCA está ubicado en un edificio antiguo en Montevideo al 900, perteneciente a la Sociedad Central de ArquitectosMariana Roveda
Magui Piaggio está a cargo de la cocina de Restó SCA desde hace varios años
Magui Piaggio está a cargo de la cocina de Restó SCA desde hace varios añosMariana Roveda
María Barrutia y Guido Tassi en los cominzos del Restó SCA
María Barrutia y Guido Tassi en los cominzos del Restó SCAGza Restó SCA

En la gran ciudad, la recibió su tía Aurelia. “Para mí fue un mundo totalmente distinto. Me tomé el subte y el colectivo por primera vez en mi vida. Me acuerdo que al principio estaba un poco perdida. Salía con la Guía T a todos lados”, confiesa Piaggio, entre risas, mientras cuenta sus inicios en el rubro. Una de las primeras recetas que preparó en su clase de pastelería fue un pionono. De su profesor francés el chef Olivier Hanocq recuerda varios consejos, entre ellos “continuar practicando las recetas en casa”.

Meses más tarde, llegaron las pasantías laborales. Su primera experiencia fue en el elegante Claridge Hotel en el sector de pastelería. Junto a otros colegas eran los encargados de preparar los dulces para el té inglés de la tarde. “La cocina era gigante. Elaborábamos todo casero para el carrito de tortas. Me acuerdo que yo hacía la masa para el strudel”, relata, quien en el 2003 le surgió la posibilidad de realizar una pasantía en un pintoresco bistró de Recoleta: Restó SCA, creado por María Barrutia, sommelier y directora de CAVE (Centro Argentino de Vinos y Espirituosas) y quien se formó en la cocina del chef francés Michel Bras. Años más tarde, le dejó el mando al chef Guido Tassi.

Restó SCA
Restó SCAMariana Roveda
Restó SCA es una verdadera joya gastronómica que casi pasa desapercibida en la Recoleta
Restó SCA es una verdadera joya gastronómica que casi pasa desapercibida en la RecoletaMariana Roveda

“Recuerdo el día de la entrevista como si fuera ayer. Estaba súper nerviosa, pero me eligieron. Primero estuve en entradas y después en los fuegos”, confiesa, quien con los años pasó a ser Jefa de Cocina. “Junto a Guido trabajamos codo a codo por más de una década. Íbamos mucho al Mercado Central a elegir la mercadería fresca de la temporada”, afirma. En el 2017 Tassi se embarcó en nuevos proyectos (como asesorar de la parrilla Don Julio y más tarde con la renovación del bodegón El Preferido de Palermo) y le propuso a Magui continuar con la historia de Restó.

“Para mí fue todo un desafío, pero fue muy lindo poder seguir al frente de este clásico porteño”, dice. A los ya considerados platos tradicionales franceses, que eran un ícono de la casa, optó por sumar otros españoles, alemanes e italianos. Como la tortilla con chorizo colorado, el pastrami artesanal con krein y relish y la variedad de pastas (desde gnocchi hasta tortellini). Aquel año también realizó una pequeña reforma en salón, pero sin que perdiera su esencia. “La casona es muy antigua y el edificio es Patrimonio Histórico. La cocina, de hecho, no se puede agrandar, tiene columnas que sostienen el edificio”, describe la chef mientras recorre las mesas. “¿Les gustó el gazpacho?”, le consulta a unos comensales extranjeros. Ellos asienten con la cabeza y comienzan a saborear los diferentes panes artesanales acompañados con una deliciosa manteca noisette con praliné de maní. Todos los días, temprano por la mañana, la chef amasa cada uno de los panes.

Los platos de Restó SCA se elaboran con materias primas de calidad, en su mayoría productos de estación
Los platos de Restó SCA se elaboran con materias primas de calidad, en su mayoría productos de estaciónMariana Roveda
Los dulces también son un ingrediente vital del Restó SCA
Los dulces también son un ingrediente vital del Restó SCAMariana Roveda

La mejor materia prima y productos frescos

Como fue desde los inicios, la premisa del bistró es sencilla: la mejor materia prima y con los productos frescos del mercado. Magdalena, es muy detallista y está detrás de cada uno de los proveedores. “Me encargo de las compras, estoy pendiente de cada producto y siempre tratamos de mantener la calidad. Para ello a diario tenés que estar en contacto con el proveedor. En la carta ofrecen codornices y conejos de la provincia de Buenos Aires, cordero de la Patagonia, novillos pastoriles, verduras orgánicas y pescados del mar argentino (bonito, anchoa de banco, mero, chipirones, chernia, entre otros). Cada vez que Magui visita su pueblo, Aldea San Antonio, trae bajo el brazo algunos productos locales para sus creaciones: leche, manteca casera, huevos de campo, batatas, naranjas y miel (de una de las colmenas de su padre).

Para comenzar, un ícono de la casa son las lengüitas de cordero al escabeche acompañadas con huevo de codorniz y garbanzos. También se destacan los chipirones con crema de maíz, lima y tabasco y la provoleta de búfala con caponata siciliana. Luego, llega el momento del plato fuerte. Un clásico, desde los inicios, es el de codorniz rellena (según la temporada va variando entre humita o espinaca con ricota).

Magui Piaggio, chef de Restó SCA, junto a una comensal de lujo, Mirtha Legrand
Magui Piaggio, chef de Restó SCA, junto a una comensal de lujo, Mirtha LegrandGza. Restó SCA
Ricardo Darín también es conocedor de la cocina de Restó SCA
Ricardo Darín también es conocedor de la cocina de Restó SCAGza. Restó SCA

Otro imperdible es la pesca del día, con garbanzos, pasas, almendras y perejil. Es imprescindible dejar un lugarcito para el postre. Los golosos suelen encarar por el bizcochuelo de chocolate que fluye acompañado con helado de dulce de leche artesanal. “Le decimos “que fluye” porque en el centro tiene una ganache de chocolate. Utilizamos un cacao amargo al 70%. La receta la aprendimos del chef Michel Bras”, detalla Magui. Además, hay tarta frangipane de pistacho, con ciruela remolacha y helado de amarettis; higos confitados y hasta otro clásico francés: la creme brulée con comporta de ciruelas.

El gran reconocimiento y los habitués famosos

Recientemente, Restó fue destacado por la Guía Michelin. A Magui la llena de orgullo. “Al principio no caía. Fue un reconocimiento a la historia y trayectoria del restaurante. También para todo el equipo de trabajo que día a día intentamos seguir mejorando”, admite, emocionada. Según reconoce también les dio mayor visibilidad: en el último tiempo han recibido mucho público extranjero que se acercó tanto al mediodía como a la noche. “Además de los habitués vino mucho público nuevo. Incluso algunos turistas pasaron más de dos veces la misma semana. Se quedaron encantados”, agrega, quien también ha deleitado con sus platos y dulces a Ricardo Darín, Mirtha Legrand y Martín Caparrós, entre muchos más.

El Restó SCA ofrece declicias con una sofisticada elaboración desde la entrada hasta el postre
El Restó SCA ofrece declicias con una sofisticada elaboración desde la entrada hasta el postreMariana Roveda
El Restó SCA fue destacado en la Guía Michelin
El Restó SCA fue destacado en la Guía Michelin Mariana Roveda

Son casi las tres de la tarde y Magui continúa trabajando en la pequeña cocina: está preparando todos los ingredientes para el turno de la noche. “Estar en la cocina es algo que me encanta, me gusta la adrenalina. Creo que ya es parte de mi esencia”, remata la chef. Su enorme sonrisa lo confirma.

Un bar de Buenos Aires elegido por un medio británico entre los mejores rooftops del mundo

Fuente: Clarín Gourmet by Gimena Pepe Arias – La publicación británica Time Out, que elabora año tras año una lista global de los mejores bares en terrazas del mundo, destacó en el puesto 20 a Trade Sky Bar, uno de los bares más altos de la Ciudad de Buenos Aires.

Esta publicación es una especie de biblia para los viajeros que funciona como guía para recorrer las grandes ciudades del mundo, incluyó a Trade junto a otros destacados bares de París, Londres, Estados Unidos, España, Hong Kong y Dubai, entre otros destinos.

Trade sky bar se destaca por su ubicación privilegiada y su vista única desde su terraza abierta donde se puede ver el Río de la Plata y el centro porteño con sus edificios históricos y el Obelisco.

Cómo es el rooftop argentino que figura entre los mejores del mundo

Ubicado en el histórico edificio Comega (Av. Corrientes y Alem), el primer rascacielos porteño, el bar inaugurado en 2019 ocupa tres pisos (19, 20 y 21) y está ubicado a 88 metros de altura garantizando la vista de las mejores puestas del sol de la Ciudad de Buenos Aires.

Para disfrutar del ocaso del día, los cócteles de autor son los más elegidos, por su estética y originalidad. La carta del restaurante, ideada por el chef Dante Liporace, tiene una impronta porteña y japonesa, donde no faltan las opciones de gluten free y plant based.Así es Trade Sky Bar. Foto: Martin Bonetto Así es Trade Sky Bar. Foto: Martin Bonetto

La nota la firma Sorrel Moseley-Williams, periodista inglesa residente en Buenos Aires hace 18 años, quien asegura que en los días despejados la vista es tan abierta que se puede ver hasta Uruguay. Sobre la ambientación del bar dice que insinúa “los días de gloria yuppie” y que entre sus habitués conviven tanto los oficinistas que lo frecuentan a la hora del almuerzo como los “cazadores de selfies” que lo visitan al atardecer.

“No te pierdas la oportunidad de cenar como un presidente”, dice en referencia a Dante Liporace, chef ejecutivo del lugar que durante el gobierno de Mauricio Macri fue cocinero de la Casa Rosada. La periodista también hace una recomendación gastronómica: probar la hamburguesa de ojo de bife y el tartare de carne.Trade Sky Bar.Trade Sky Bar.

Por su parte, Andrés Rolando, dueño del bar, cuenta a Clarín que haber sido distinguidos por segunda vez es una confirmación del trabajo que vienen haciendo. “Post pandemia pusimos todos los cañones en hacer de Trade un lugar que sea de nivel internacional, un orgullo para Buenos Aires. Creemos que tanto los porteños como los argentinos que vienen de otras provincias y como turistas de otros países redescubren la ciudad al poder observar desde arriba toda su magnitud”.

Destaca la vista privilegiada y considera que la propuesta gastronómica está a la altura del bar. “Se hizo un gran trabajo de coordinación. Son cuatro pisos en total -contando la parte de servicio- para que cada cual pueda vivir una experiencia acorde a la expectativa que tiene”, explica.

Y agrega con alegría que “Trade es el bar más seguidores en Instagram del mundo y eso se logró sin hacer campañas, solamente con el boca en boca digital. La gente sube genuinamente fotos del lugar queriendo que sus amigos vean el buen momento que están pasando, y eso es nuestro activo más importante”.

La lista de los mejores rooftops del mundo según Time Out

1. Sky Bar by Seen, Lisboa

2. Smoke & Mirrors, Singapur

3. Le Perchoir, París

4. Terrasse William Gray, Montreal

5. AER, Mumbai

6. Frank’s Cafe, Londres

7. Chinchilla Rooftop Cafe & Bar, Ciudad del Cabo

8. Wooloomooloo Steakhouse, Hong Kong

9. Cindy’s, Chicago

10. Siglo, Melbourne

11. Bok Bar, Filadelfia

12. Westlight, Brooklyn

13. The Pulitzer Terrace at Hotel Pulitzer, Barcelona

14. Sugar, Miami

15. Ginkgo Sky Bar at VP Plaza España Design, Madrid

16. Saigon Saigon, Ho Chi Minh City

17. The Maze, Río de Janeiro

18. L.P. Rooftop Bar, Los Angeles

19. Folly, Dubai

20. Trade Skybar, Buenos Aires

21. Turtle Bay Bar & Grill, Abu Dhabi

22. Drai’s Beachclub & Nightclub, Las Vegas