Empresarios pizzeros ya advierten que «va a ser muy difícil pagar los sueldos»

Fuente: Ambito ~ Lo aseguró a Ámbito Antonio Vázquez, presidente de APPYCE (Asociación de Propietarios de Pizzerías y Casas de Empanadas). «Se va a necesitar que el Gobierno nacional vea la situación de las empresas que no podemos abrir y trabajar», dijo

En el marco del decreto de aislamiento obligatorio dispuesto por el Gobierno nacional en medio de la pandemia de coronavirus, uno de los rubros altamente afectados es el de la gastronomía. En ese sector, desde la cámara que nuclea a pizzerías y casas de empanadas, ya advierten que “va a ser muy difícil pagar los sueldos, los impuestos y los servicios”.

“Los restaurantes, locales de comidas preparadas y locales de comidas rápidas, podrán vender sus productos a través de servicios de reparto domiciliario, con sujeción al protocolo específico establecido por la autoridad sanitaria. En ningún caso podrán brindar servicios con atención al público en forma personal”, establece la excepción publicada días atrás en el Boletín Oficial.

“El delivery es realmente algo muy mínimo de nuestro movimiento. Es muy poca la gente que pide, especialmente en los grandes locales”, aseguró a Ámbito Antonio Vázquez, presidente de APPYCE (Asociación de Propietarios de Pizzerías y Casas de Empanadas), tras aclarar que “el resto de la actividad está totalmente parada”.

En ese sentido, sostuvo que la entrega a domicilio es algo que funciona bien en los barrios, pero no alcanza al total del sector. A modo de ejemplo, detalló: “Las pizzerías tradicionales están cerradas. Para los negocios que están en microcentro el delivery no es opción, porque hay muy poca gente, ya que el 95% de las oficinas están cerradas o haciendo teletrabajo”.

Vázquez aseguró que será imprescindible ayuda oficial para transitar las consecuencias de la cuarentena en estos comercios. “Se va a necesitar que el Gobierno nacional vea la situación de las empresas que no podemos abrir y trabajar”, dijo el empresario de la pizza.

“Nosotros estamos trabajando conjuntamente con el Sindicato de Pasteleros para tratar, junto con el Gobierno, de ayudar a las empresas. Lo último que queremos es un escenario de despidos”, aclaró. En esa línea, mencionó: “Obviamente, necesitamos ayuda, porque el trabajo se cortó prácticamente desde el 15 de este mes. En esta situación va a ser muy difícil pagar los sueldos, los impuestos y los servicios”.

En cuanto a una posible disposición gubernamental que los incluya, afirmó que lo que se busca “es una medida sencilla y rápida”. “Por ejemplo, como se hizo con los monotributistas; medidas sencillas que se puedan a hacer vía Internet y que sean de acceso a todos los comerciantes, que no te obliguen a presentar papelerío y un montón de cosas, porque en el medio se nos va el negocio”, concluyó.

Los dueños de las pizzerías no confiaban en él y en 70 años les construyó el horno a casi todas

Fuente: Clarín ~ Acostado o de rodillas, envuelto en arpillera y con la nariz que quema. Walter Cossalter está, literalmente, en el horno. La escena ocurre adentro de una cámara que hace un rato ardía a 300 grados, en algún momento de los últimos 70 años -el tiempo que viene construyendo hornos de forma artesanal- y en alguna de las decenas de pizzerías porteñas que ostentan sus obras de arte, en las cuales debe meterse a veces para hacer mantenimiento.

La profesión es fumista, aunque algunos lo llamen hornero. En Buenos Aires, tiene un sinónimo más: Cossalter. Fueron sus manos las que dieron forma a la mayoría de los hornos de las pizzerías porteñas. “Un colega me dijo: ‘No te pelees con él, porque es el único’. Hay otros que hacen hornos, pero Walter es el que tiene más experiencia”.

La sentencia es de Julián Díaz, uno de los dueños de los bares Los Galgos, 878 y La Fuerza, y ahora también del antiguo Café Roma, que ofrecerá pizzas salidas de un horno de Cossalter. “Mi abuelo Antonio lo eligió hace 50 años, y nosotros seguimos esa tradición”, aporta Diego Banchero, de las pizzerías del mismo nombre. “Cuando pienso en un horno, automáticamente lo llamo a Walter, no busco otro”, resalta Javier Fernández, al frente de Imperio de Medrano y de Scalabrini Ortiz.

Kentucky, Güerrín, La Americana, Angelín, Los Inmortales, Romario, La Continental, Pizza Cero. La lista completa de pizzerías porteñas con hornos de Walter no entra en una nota. También trabajó en Chile, Honduras, México y Estados Unidos. “Hasta construí uno en la Confitería Ideal en los cincuenta, que ahora me ofrecí a arreglar. Al final lo tiraron abajo”, lamenta Cossalter, ahora sentado a una mesa de Banchero de Talcahuano, donde construyó dos hornos en 1967.

Hace poco hizo el del renovado Café Roma, que reabrirá en breve en su tradicional esquina de San Luis y Anchorena, de la mano de Díaz, Martín Auzmendi, Sebastián Zuccardi y Agustín Camps. Frente a ese iglú de cemento y ladrillo refractario se toma las fotos para esta nota.

Días antes construyó el del nuevo Tuñín, que volverá a abrir sus puertas en un mes en Rivadavia y Castro Barros. Y en dos semanas armará otro para uno de los puestos gastronómicos del Mercado de los Carruajes, que inaugurará entre abril y mayo en Alem y Tres Sargentos. Walter no para, excepto para jugar con sus nietas Faustina (5) y Francesca (2).

“Llegué a Buenos Aires a los 16 años, el domingo 20 de abril de 1952. El lunes 21 empecé a hacer hornos”, explica este fumista nacido en Verona, Italia, hace más de 80 años (no quiere revelar exactamente cuántos). Primero trabajó con su padre en una empresa ya desaparecida, Casa Paván. Después ambos arrancaron por su cuenta, aunque la juventud de Walter le jugara en contra. “Los dueños de las pizzerías no confiaban en mí y me tomaban una especie de examen. Yo era muy joven, y el prototipo del hornero era viejo y gordo e italiano. Ahora además de italiano soy viejo y gordo, así que siento que llegué al punto más alto de mi oficio”, dice con picardía.

Un oficio que tiene sus contras, como tener que hacer arreglos a altas temperaturas por dos o tres minutos o lo que el cuerpo aguante, con el horno apenas enfriado, porque el tiempo es pizzas y las pizzas son dinero. Un oficio que, también, dice Cossalter, da sus satisfacciones. “Soy un enamorado de este trabajo. Me gusta que sea artesanal y que siga haciéndose más o menos igual después de tantos años. Más chico o más grande, abovedado o iglú, sigue siendo lo mismo: un cajón con fuego adentro”, resume.

Más sintética aún es su fórmula del éxito: “Ladrillo refractario, cal, arena y cemento”, enumera. “Para que la pizza salga bien, el horno tiene que ser de material, porque así puede prenderse fuego arriba y abajo. Abajo, para que se cocine la masa, que pesa entre 400 y 500 gramos. Arriba, para gratinar bien la muzarella. Con un horno metálico no podés hacer eso”, dice Walter, que se considera “un estudioso” en la materia. Supo transmitirles esos saberes a sus hijos, especialmente a Sebastián, quien trabaja con él y reconoce ser su “mano derecha desde chiquito”.

A sus estudios para ser maestro mayor de obras se les suma una búsqueda que lo llevó a ajustar sus hornos al espacio disponible o al nivel de venta actual. “En los cincuenta, eran una estructura demasiado grande y pesada. Hice los cambios para adaptarlos a los tiempos que corren -detalla-. A algunos los hago más chicos, para ganar lugar o para que sean más económicos. Ya no se venden tantas pizzas como antes”.

Hubo otra cosa que cambió en su oficio en estas siete décadas: el uso de la leña como material de combustión principal. “Se pasó a gas porque es más práctico, pero da un calor más húmedo. Por eso siempre le dejo a los hornos un espacio para encender leña y así secar el ambiente -reconoce Walter-. De pino para hacer la llama, y de quebracho para dar el calor. Es lo que hace a su sabor característico”.

El resto de la fórmula es darle a cada cosa su debido tiempo: 10 días para construir el horno, 15 días para curarlo, 30 minutos para calentarlo. “A veces hay que esperarlo un poco a Walter porque está sobredemandado -explica Fernández-. Pero vale la pena. Sus hornos pueden durar 100 años”.

Estas son las mejores pizzerías de Buenos Aires

Fuente: IProfesional ~ La pizza es un clásico de las mesas argentinas; acá, una lista de los mejores lugares para comer este menú infalible con amigos, familia o en soledad

La pizza es un clásico. Indudablemente, es una comida que no puede faltar en una reunión familiar, una salida o una juntada en una casa, ya sea con cerveza, con gaseosa o incluso con vino, para cortar la semana o un sábado a la noche. Es una comida que tiene que estar y que siempre queda bien, en cualquier contexto.

En Argentina se ha reversionado un poco el clásico plato italiano, que llegó al país de la mano de miles de inmigrantes que desembarcaron hace ya muchas décadas, y hoy en día es uno de los productos más consumidos por los argentinos. Con algunos ingredientes autóctonos, y con el toque que el porteño no puede evitar darle a todo, la pizza hoy en día se ha transformado en una comida infalible. 

Pero también hay que saber dónde comer este clásico, porque no todas son iguales, ni tampoco todas se adaptan a los gustos de cada uno. La ciudad de Buenos Aires tiene muchas pizzerías; conocé cuáles son las mejores, donde no te vas a arrepentir de haber ido y donde seguro vas a querer volver.

Banchero

Banchero nació de la idea de un inmigrante genovés, Juan Banchero, y sus dos hijos, Antonio y Agustín, en el año 1932. En aquel momento su primera creación fue la fugazza con queso.

Casi 90 años después, Banchero tiene cuatro locales; mantiene el original en el Barrio de la Boca, y a ese se le agregaron dos sobre la calle Corrientes y otro en el shopping Torres del Sol de Pilar.

El tradicional local de la pizzería Banchero, en La Boca

El tradicional local de la pizzería Banchero, en La Boca

¿Un dato curioso? Banchero es la pizzería más antigua que continúa en manos de la familia fundadora. Y la fugazza con queso todavía es de las pizzas que más sale, junto con la de muzzarella, tomate y albahaca.

¿Dónde? Av. Corrientes 1300, Microcentro.

La Guitarrita

La Guitarrita es una tradicional pizzería de Buenos Aires. Fue fundada en 1963 por dos ex–jugadores de fútbol de los clubes Boca Juniors y San Lorenzo de Almagro: Mario Boyé y René Pontoni. Durante 40 años recibió a importantes figuras del ámbito deportivo y artístico de la Argentina en su local del barrio de Belgrano.

La casa ofrece una gran variedad de pizzas a la piedra, elaboradas en el momento en horno a leña y empanadas artesanales, fainá y postres caseros.

Dentro de las especialidades de la casa se encuentran la «Farineta»: pizza rellena con cebollas, rodajas de tomate, jamón y muzzarella y la Veneciana: cebolla, jamón, rodajas de tomate y huevo duro.

La pizzería La Guitarrita, repleta de comensales

La pizzería La Guitarrita, repleta de comensales

Sin embargo, las clásicas de muzzarella y la napolitana con abundante ajo y hojas de albahaca, son las más pedidas por sus clientes.

¿Dónde? Cuba 3330, Nuñez.

Pizzería Nápoles

Nápoles fue fundada en 1958. Nació como restaurante promovida por un grupo de españoles que dejaban atrás la postguerra. Nápoles albergó desde hinchas de fútbol hasta artistas y escritores pasando por niños de escuela y jubilados que ocupaban sus tardes jugando al scrabble.

Desde su fundación y hasta el año 2009 ocupó la emblemática esquina de Corrientes y Serrano, y para mediados de los sesenta se convirtió en un ícono indiscutible para el barrio de Villa Crespo, más de 3 generaciones formaron parte de su historia. Un clásico de la casa son las pizzas de muzzarella y la de jamón, morrones y aceitunas.

¿Dónde? Av. Corrientes 5588, Villa Crespo.

Angelín

En Córdoba 5270, justo en el límite entre Villa Crespo y Palermo, se encuentra Angelin, una de las pizzerías históricas de Buenos Aires. Es famosa por ser «los creadores de la pizza canchera», una pizza de 16 porciones, creada por el abuelo del actual dueño del local, Gustavo Pintos, para vender a quienes salían de la cancha.

Angelín, que data de 1938, es un lugar de culto de rockeros, escritores y actores, que se sientan a comer en el fondo del salón, donde logran tener privacidad. El interior del local no deja de ser el típico de las pizzerías barriales, con paredes azulejadas, pisos damero blanco y negro y la infaltable botella de moscato en cada mesa esperando a los clientes. Si se está apurado, siempre se puede comer de parado en el mostrador de adelante.

Según Pintos, el secreto del éxito de Angelin es no bajar nunca la calidad y seguir ofreciendo los mismos buenos ingredientes de siempre como lo es el exclusivo blend de diferentes tipos de muzzarella. Sus pizzas estrellas son la canchera, con salsa de tomate y masa, la fugazzetta rellena y la muzzarella.

¿Dónde? Av. Córdoba 5270, Villa Crespo.

Pizzería Güerrín

Ya es casi un templo urbano. Ubicado en pleno centro porteño, es un lugar con una mística que logra pasar de padres a hijos sin perder ni un poco de fuerza. En parte, es la esencia del lugar, pero sin dudas son el sabor y la personalidad de la pizza plasmados en el año 1932, que siguen intactos, los que constituyen el principal atractivo de este espacio.

El frente de uno de los clásicos de Buenos Aires, la Pizzería Güerrín

El frente de uno de los clásicos de Buenos Aires, la Pizzería Güerrín

El top tres de las variedades que más salen está compuesto por la clásica de muzzarella, la de napolitana y la de jamón y morrones. Tres clásicos que se comen en una pizzería clásica de la Ciudad de Buenos Aires. Eso sí, antes o después del teatro.

¿Dónde? Av. Corrientes 1368, Microcentro.

La Mezzetta

Fundado en 1939, La Mezzetta no empezó haciendo pizza, aunque poco se sabe de sus comienzos. Sí es conocido el dato que comenzó a ser atendida por Abelardo, Gervasio y Marcelino con sus tortas de ricota, pastafrola, budín de pan, tarta de coco y solamente cuatro gustos de pizzas y empanadas fritas. Sus dueños recuerdan que donde hoy está ubicada la famosa «Plaza San Miguel de Garicoits» sobre Alvarez Thomas y Virrey Loreto, antes era el cine «El Atlántico» y en el intervalo los vecinos disfrutaban de sus pizzas.

El top tres de las pizzas del clásico de Colegiales son la de fugazzetta, la napolitana y la pizza de jamón y morrones. Tres infaltables para compartir con amigos o con familia.

¿Dónde? Av. Álvarez Thomas 1321, Colegiales.

Alternativas a las tradicionales pizzerías

La pizza tradicional es infalible, eso ya quedó claro. Sin embargo, a lo largo de los años se han hecho muchas versiones de este clásico italiano, y también porteño, que ha apuntado precisamente a reversionar la original. Así nacieron una serie de emprendimientos, muchos ya son cadenas al día de hoy, que ofrecen alternativas diferentes a las ya conocidas.

Pizza vegana

Desde el 2015 decidieron crear una pizza rica y sana, consciente, sin utilizar ingredientes derivados de origen animal, 100% vegetales, libre de lactosa y libre de gluten.

Pizza Vegana, una alternativa para quienes no consumen productos de origen animal

Pizza Vegana, una alternativa para quienes no consumen productos de origen animal

Hoy en su top 3 de las más elegidas tienen «Caramelita» con nuestro queso artesanal ‘Paparella’, cebolla caramelizada, orégano, azúcar integral y aceite de oliva; la «Super Mario» con champignones salteados, semillas de girasol tostadas y alioli de provenzal; y la «Bolonia» soja texturizada al vino tinto orgánico y salsa de tomate casera, aceitunas verdes y aceite de albahaca.

Pero se puede elegir sobre más de doce sabores como cebollas caramelizadas, puerros salteados y ají molido, berenjenas grilladas con curry, acelga al vapor con crema de girasol, morrones rojos y verdes, hummus rústico de garbanzos y calabazas, que son solo algunas de sus propuestas de sabor en sus 15 locales.

¿Dónde? Fitz Roy 1962, Palermo.

Pizzaburger

Pizzaburger es una innovación gastronómica en que la que se ha fusionado la pizza y la hamburguesa, las dos comidas más populares a nivel mundial, en un solo producto. Consiste en el relleno de la hamburguesa recubierto con la masa de pizza y encima la cubierta de muzzarella con una variedad de topping. «Brindamos una nueva opción a las personas cansadas de las comidas convencionales y arriesgadas a probar algo distinto con un concepto diferente», dijeron sus dueños a Infobae. El sistema es solo delivery mediante aplicaciones o por sus redes sociales.

Su menú consta de dos partes, donde el cliente selecciona primero el topping de la pizza y luego el relleno de la hamburguesa. El topping de pizza varía entre la vegetariana, hawaiana (jamón y ananá) y salame.

¿Dónde? Castillo 1336, módulo 11, Palermo.

Punto Pizza

1999. Ese fue el año en que comenzó la historia de este local. ¿El lugar? Italia. Allí, su fundador, Luigi, se vinculó con el negocio gastronómico. En sus años de trabajo en el viejo continente se convirtió en un entusiasta de la pizza al estilo italiano y las técnicas de gestión de las cadenas gastronómicas internacionales.

Allí empezó a soñar con su emprendimiento y con la creación de una gran cadena de pizzerías. A fines del 2001 regresó a la Argentina y, en plena crisis local, decidió instalar su primer negocio.

La pizza de «pepperoni» con mozzarella y salame tipo americano, la «bacon cheese», la burger pizza, de carne vacuna, tocino, cheddar, cebolla colorada, mozzarella, aderezo BBQ y la «chicken bbq», con pollo con salsa barbacoa, pimientos verdes, cheddar, panceta ahumada, mozzarella, son las especialidades que más salen.

¿Dónde? Laprida 2157, Recoleta.

Cuáles son los sabores de pizza más consumidos por los porteños?

La Escuela Profesional Appyce hizo una investigación en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (pizzerías asociadas) y la pizza «Muzzarella» fue elegida por el 32% de los encuestados. La pizza de «Jamón y morrones» es la segunda pizza elegida con un 23%, mientras que «Napolitana» tiene el 21% y por último la «Fugazzeta» con el 13% de los encuestados.

https://www.appyce.com.ar/

La mutación de la pizza: napolitana, porteña y cosmopolita

Fuente: La Nación ~ Atrás quedaron los tiempos en que ir a comer pizza era un programa rápido y poco sofisticado para salir del paso. Las pizzerías en Buenos Aires se gourmetizan, amplían sus opciones (masas fermentadas, veggie, neoyorquinas, romanas) y apuestan a más desde la propuesta estética y ambiental de los lugares, reposicionando a este ítem gastronómico hoy entre la alta cocina. «Salir a comer pizza ya no es solo un programa de domingo, está mano a mano con cualquier lugar que uno elige a la hora de comer algo rico. Cuando abrimos Cosi Mi Piace, la primera pizzería romana en la Argentina, pensamos en un espacio donde puedas disfrutar una pizza de calidad y saludable, desde el inicio hasta el final. Planificamos cada detalle tanto del espacio, como de los productos de cada plato», abre el juego Natalia Czerwonogora, emprendedora y dueña de Cosi Mi Piace, parte de la nueva generación de pizzerías que por la calidad de su propuesta tranquilamente le compite a un restaurante de alta gama.

Se sabe, el argentino -y en particular el porteño- tiene un affaire con la pizza que se remonta al flujo migratorio de italianos que llegaron la primera mitad del siglo XX, y que con ellos trajeron sus costumbres y rituales. Si bien a los italianos les encanta decir que acá comemos mal la pizza, que es demasiado gruesa, que el queso es diferente o que nuestras exóticas combinaciones desafían toda definición de lo tradicional, con cientos de pizzerías en la ciudad, nuestra propia maratón (Muzza 5K) y ahora un pizza boom que aloja nuevas variantes y apela a distintos públicos, la pizza argentina le compite de igual a igual.

«Hoy la pizza como producto está mutando: se debate entre nuestra tradición y las italianas. Pero además las pizzerías tienen algo que te acerca al bar mediante la propuesta musical», explica Agustín Lucero chef ejecutivo de Francisca del Fuego. De los mismos dueños de Avant Garten y Komyun llega este espacio en los Arcos del Rosedal (el arco 14, más específicamente) que ofrece, además de exquisitas variedades todas elaboradas con masa madre (la gran novedad dentro del mundillo pizzero) en horno de barro una experiencia completa con DJ, carpa marroquí y ambiente bien festivo. Sin dudas, un combo ganador al que se suman tapas, cocktails, sidra y una carta de tintos para degustar en las noches de verano.

«Digamos que ya no son solo pizzerías, sino que empieza a haber arte en sus distintos formatos. Está el show en vivo, la música ambiente, las exposiciones… Esto sin dudas ayudó a que nos podamos expandir más allá de la cultura de la pizza. Y otra cosa importante es que a la pizza no se la acompaña solo con una cerveza: hoy distintos lugares ofrecen otras combinaciones posibles. Nosotros, por ejemplo, tenemos una carta amplia de tragos de autor y jugos naturales excelentes», asegura Lucero.

Orno, del grupo Mezcla es otro emprendimiento joven con impronta moderna que busca revitalizar el circuito pizzero de Olivos, con pizzas hechas a 400 grados en un horno Grimaldi (proveniente de Italia, respetando la tradición napolitana) y masa diseñada por el peruano Renato Peralta y materias primas de altísima calidad. El local tampoco que no descuida la estética: mesas de madera largas, azulejos blancos y colores pasteles componen un ambiente casi costero. La carta de vinos y cocktails completan la buena propuesta gastronómica.

En verano además ganan terreno las opciones al aire libre y que le dan una vuelta de tuerca al menú bebible, abriéndose a otras tendencias como los tragos, los mocktails (tragos sin alcohol), los jugos verdes y detox, el vino en lata y la sidra. «Con el clima, la salida de una pizza fina, menos pesada que la de siempre, más una cerveza bien fría nos gusta. Además podemos elegir distintos estilos que jamás hubiésemos comido. Está buenísimo. El lugar es cálido, fresco y los nuevos sabores, que no conocíamos, nos atraen cada vez más», cuentan Carola De La Colina (23) y Paz Além Parisi (23), dos amigas que convirtieron al ritual de ir a comer pizza en una de sus salidas gourmet preferidas.

Para todos los gustos

Sin repetir y sin soplar, ¿cuántas variedades de pizza podés decir en un minuto? Dada la variedad de estilos, técnicas y nuevos sabores hoy la cosa podría complicarse. Los gustos clásicos para los más ortodoxos siguen estando, pero son las nuevas variantes de pizzas las que cautivan al público joven: vegetarianas y blancas (sin salsa), fermentadas por más de 24 horas como las de Antonio’s Pizza (nuevo reducto del microcentro), o las de masa madre servidas en espacios descontracturados y cool como Local en Palermo (donde además hay ferias, muestras de arte y espacio de tattoo) o Francisca en los Arcos.

Pero si de nuevas variedades y estilos hablamos, sin duda la masa madre es la nueva gran vedette de la escena, con más espacios ofreciendo este estilo de masas, que al hacer las pizzas más livianas le suma un plus a los que valoran la comida saludable. «Creo que la tendencia en hacer pizza Napolitana ayudó a ver que hay muchas más pizzas en Italia. En Francisca la masa es de receta tradicional pero le agregamos un porcentaje de masa madre. Este método ayuda a que la pizza sea mucho mas ligera y no caiga en absoluto pesada», cierra Lucero quien también emplea vegetales biodinámicos (cultivados a partir de principios astrológicos, teniendo en cuenta la interrelación entre suelos, plantas y animales) para todas las preparaciones.

Romana vs. napolitana

Aunque pocos se animen a admitirlo, dentro del mundo pizzero también existe una grieta insalvable . ¿Romana o napolitana? El tipo, densidad y elasticidad de la masa es muy distinto, y hace que haya fanáticos y detractores de uno y otro lado. Como Nanci Ortiz, que se ubica del lado de la romana: «Para mi ésta es la verdadera pizza, viví en Italia muchos años entonces la busco siempre que puedo. Me hace sentir que estoy allá de vuelta por un rato. Hoy traje al resto de mi familia para que venga a probarla. El plan es ideal. Una buena pizza romana, con sabores tradicionales pero en mi tierra», dice Nanci, que vino a Cosi Mi Piace acompañada por su familia.

«Por empezar la pizza romana no tiene casi borde, lo que hace que la cantidad de harina sea muy baja. Es finita y crujiente. Eso sumado a su fermentación natural, hacen que la pizza sea liviana, y los ingredientes de gran calidad, hacen que el producto se posicione a otro nivel gastronómico», asegura Czerwonogora, la dueña de la pizzería de Palermo.

En otra mesa, Soledad Musheli y Francisco Panyagua disfrutan de su salida que se volvió hábito. «Venimos una vez por mes a comer acá. Nos gusta porque es más liviana. Es como el clásico plan de salir a comer pizza y cerveza pero con un extra un poco más gourmetero. Se convirtió en una costumbre que disfrutamos mucho. También nos gusta la clásica pizza porteña, pero este nuevo estilo tiene otro qué sé yo, que le da un toque más acogedor a la típica salida de la pizza».

Otra cuestión que Czerwonogora resalta es que el hábito de comer pizza cambió. «Ya no se come a las apuradas con un vaso de gaseosa o cerveza, y los ingredientes no tienen nada que envidiarle a un plato o ensalada de cualquier restaurante: ricota de oveja, morcilla, bresaola, stracciatella, espárragos, papa, panceta, remolacha, palta, longaniza napolitana, berenjena, muzzarella fiordelate, kale», enfatiza Czerwonogora, que busca marcar la diferencia de las propuestas premium de otras de menor calidad.

En Cincinnati, reducto del estilo napolitano (de borde alto y centro finito y masa elástica), no pierden de vista las nuevas tendencias ni la necesidad de adaptar su pizza al gusto o paladar argentino. El cuidado por la técnica y la calidad de la materia prima, hace que los comensales que se sientan a degustar la variedad napolitana tengan más de 30 años. «Es un público que aprecia por un lado la particularidad de la pizza napolitana pero también llegan atraídos por el ambiente y la barra de coctelería variada. Además, como novedad, tenemos cervezas italianas y por el momento es el único lugar en Argentina donde se puede tomar la cerveza Menabrea, la más antigua de Italia, elaborada en Biella con aguas de la zona de Los Alpes», destacan desde Cincinnati.

La influencia neoyorquina

Está claro que Italia es la cuna y la principal inspiración de la pizza que consumimos en Argentina, sin embargo, no es la única influencia, En este sentido, Hell’s Pizza viene ya hace más de un año imponiendo el estilo americano que tienen un mayor tamaño (45 cm de diámetro) y parte de una masa que contiene semolina, y cuya particularidad es su largo proceso de levado en frío.

En la actualidad Hell’s, que se ha expandido por todo Buenos Aires, ofrece nueve variedades de este estilo de la mano de un especialista con larga trayectoria, Danilo Ferraz. Además también innovan con pizzas veggie con vegetales orgánicos provenientes de pequeños productores locales, aprovechando el creciente público millennial que elige cada vez más esta alternativa saludable. Sea por sus locales muy llamativos con neón, graffiti y esculturas gigantes que los hacen totalmente instagrameables (sin duda uno de los secretos de su éxito), o porque todos quisimos alguna vez probar estas pizzas protagonistas de series icónicas como Seinfeld o Friends, está comprobado su éxito con la franja joven y centennial. También pueden encontrarse en otros espacios como La Choppería donde se especializan en pizzas by the slice (porción) estilo NY y cerveza tirada artesanal.

Un rasgo fundamental a tener en cuenta es no sólo cómo se hace la masa y qué ingredientes lleva la pizza, sino dónde se cocina. Los hornos (si son de barro o a leña, de piedra, importados, etcétera) son determinantes en el resultado final. Cincinnati tiene dos grandes hornos que sin dudas son las estrellas del salón principal, uno eléctrico traído desde Italia y especialmente diseñado para hacer pizzas de estilo «napoletano». El mismo se encuentra recubierto con piedra volcánica por dentro y alcanza los 450° y 500° grados, lo que permite obtener ese borde distintivo de la pizza napolitana. El segundo horno es de leña o a gas y se utiliza para darle el toque final a los platos.

En Hell’s por su parte, se cocina en hornos a la piedra especiales con techos bajos que generan más calor, lo que permite una masa fina, más flexible y crocante, y en Cosi el horno de leña fue traído de Italia para que el sabor sea el original y para hacer sentir como en casa a los italianos que los visitan a diario, según cuentan sus dueños. «Nos dejan carteles en la pared, que se sintieron como casa. El horno italiano, la salsa de tomate italiana (otra gran secreto del sabor), productos autóctonos argentinos, hacen una combinación exquisita, dejando la pizza a otro nivel». También se trata de buscar asesoría ultra especializada, en Antonio’s tienen su horno made in Nápoles pero las recetas las hizo un pizzaiolo italiano formado en la Asociación de la Verace Pizza Napolitana.

La pizza se reinventa y es la nueva estrella gourmet. Los fanáticos se preguntan: ¿acaso dejó de serlo alguna vez?

De Nápoles a Buenos Aires: la hora de los hornos

Fuente: La Nación ~ Pasado mañana abrirá un nuevo local gastronómico: se trata de una pizzería con sabor e impronta napolitana, es decir masa liviana, de mucha fermentación, borde esponjoso y tamaño de pizza mediana individual, como marca la tendencia. El emprendimiento, para más detalles, se llamará Antonio’s, tiene un horno traído de Nápoles y, ubicado a metros de Avenida de Mayo, ofrece precio accesible. Será regenteada por un descendiente de italianos y uno de españoles, acaso como una síntesis de la gastronomía local y de la pizza en particular.

Es curioso: en medio del boom foodie local del siglo XXI a la pizza no le había llegado su turno hasta aquí. Siendo el mayor icono de la historia gastronómica de Buenos Aires de los genoveses de comienzos de siglo para acá, no había sido revisitada por los grandes chefs o por la modernización de su gusto (como pasó hasta con las hamburguesas con la ola de aperturas recientes y la alianza estelar de Carne, de Mauro Colagreco). Según rankings de delivery, actualmente es superada por las empanadas y hasta por el sushi, pero su transformación sucede en los locales, donde se altera el modo de comerla: cerca del horno y del maestro pizzaiolo.

En nuestra historia pizzera están la migración de Banchero de la boca del Puerto al centro con la bohemia y el espectáculo, los cortes de cancha y su impronta popular. Se suman algunos hitos renovadores exitosos desde los 80: el estilo neoyorquino, Piola, la impronta arty de Filo con Denni DeBiaggi con noches de DJs, los 90 de Pizza Cero y hasta Romario como modernizadores del delivery en patines. También 1893, antecedente directo de Hell’s Pizza.

Si el fenómeno alrededor de la maratón de la calle Corrientes #Muzza5K reafirmó los valores tradicionales de la pizza al paso, de molde, por porción, pesada y cargada de mozzarella, esta nueva etapa está caracterizada por el rescate de una impronta más tradicional: el reinado de los hornos.

En febrero, también, los responsables de vermú La Fuerza abrirán un nuevo espacio y ofrecerán pizza. Se llamará Roma y ocupará un local tradicional de Almagro / Balvanera. Martín Auzmendi, uno de los responsables y mentor de la maratón de la pizza, da algún detalle: «Hay una pasión única por la pizza y queremos sumarle calidad y alguna originalidad al proceso y los ingredientes».

En Italia el debate, hoy, es si hay pizza verdadera si no es la oriunda de Nápoles; el resto, dicen los ortodoxos, son versiones. Se discuten temperaturas, fermentación, espesor del centro y bordes, tamaño individual contradiciendo hasta el emoji que viene en porción. Para nosotros ese fenómeno es además curioso: conocemos la napolitana apenas como la que agrega tomate natural en rodajas y ajo.

Sorba: «En el mundo hay cinco tipos de pizza y una es la de Buenos Aires»

Fuente: Hipercritico ~ (Archivo Entrevistas 2019) Sin lugar a dudas la ciudad de Buenos Aires es uno de los lugares del mundo que cuenta con la mayor cantidad y calidad de pizzerías. A su vez, la pizza porteña/argentina es una especialidad que comienza a tener renombre en muchos países y que genera gran interés en el turismo que llega a la ciudad. En el marco de la realización de la Semana de la Pizza y la Empanada en septiembre de 2019, «La tarde de la CNN» dialogó con el gran autor y crítico gastronómico, el genovés Pietro Sorba. En el intercambio el especialista detalló las cualidades que debe tener una buena pizza en Buenos Aires, y en cualquier parte.

De manera puntual sobre lo que no le debe faltar a una pizza para ser buena y rica, Sorba puntualizó: «Mucho queso, la cuestión tipo de masa es más subjetiva y el pequeño secreto es la pincelada de una mezcla parecida al chimichurri, que refuerza el sabor. Aunque cada pizzería tiene su fórmula y genera un sabor especial. Entonces por eso algunas pizzas nos gustan más que otras», explicó.

En el intercambio Sorba afirmó que él aprecia mucho la pizza argentina, pero que al ser italiano, creció con pizzas diferentes, a las que se comen acá: «por ejemplo en Italia la pizza se come entera, y no en porciones. Y para eso no debe tener una carga de ingredientes excesiva y es finita», afirmó. Y remarcó que su preferida en Argentina es la fugazetta.

El entrevistado explicó que en Argentina existe un modelo de pizza propio y establecido, y remarcó que ese hecho es valorado en muchas latitudes: «En el mundo hay cinco modelos de pizza y uno es el de Buenos Aires. Está la de Nápoles, la de Nueva York, la de Chicago, la de San Pablo y la de Buenos Aires. Y los argentinos son fanáticos del modelo de pizza porteña», concluyó.

En el final del intercambio, Sorba habló de algunas pizzerías destacadas en Buenos Aires y en el mundo, cada una con sus pizzas de características propias.

escuchá la entrevista completa de Luis Majul a Pietro Sorba:

¿Por qué se celebra el Día del trabajador pizzero y pastelero?

Fuente: La Nación ~  El 12 de enero se celebra el Día del trabajador pizzero y pastelero en Argentina, y en una buena parte de Latinoamérica. La jornada surgió como homenaje al origen del sindicato del sector que se fundó en esa fecha, pero en 1946.

Durante el día se homenajea a los trabajadores que se dedican a la elaboración de pizzas y pastelería. La pizza llegó a la Argentina a fines del siglo XIX, gracias a los inmigrantes italianos. De hecho, su comercialización se inició en el barrio porteño de La Boca, una zona muy poblada por los recién llegados al país.

En el sector se estima que hay alrededor de 40 mil trabajadores, quienes tendrán su feriado para celebrar la jornada el lunes 13 de enero, debido a que la fecha original se traspasó porque cae domingo.

Se inspiró en un viaje y abre pizzería ambientada como un subte de Nueva York

Fuente: Punto Biz ~ Sebastián Peralta trabaja desde hace más de 20 años en el rubro gastronómico y ahora decidió apostar por una fórmula que es la última moda: pizza al corte estilo neoyorquino. Al frente de Metro St. Pizza, Peralta gestó el proyecto durante cuatro años, período en el que viajó varias veces a Nueva York para imitar un formato furor en el mundo. Después de varios meses de obra, quiere inaugurar antes de fin de año, un local que estará ambientado como un metro (subte) de Nueva York.

“Buscamos contar historias, educar a los comensales más allá del producto que ofrecemos. En ese caso, decidimos mostrar cómo es el metro en Nueva York. Elegimos esta ambientación porque es en los subtes donde la gente pasa muchas horas del día y es muy representativo de la ciudad, allí se encuentran todas las clases sociales y ocurren muchas cosas”, explicó Peralta a Punto biz, sobre la pizzería ubicada en San Martín 3394, en el sur de Rosario.

Las pizzas se venderán por porción para consumir en el local o enteras para llevar. Hay 12 sabores, entre ellos, los típicos gustos de pizza newyorquina, como queso y peperoni y otros adaptados al paladar argentino. Además se ofrecerá cerveza artesanal y postres.

Peralta cuenta con una importante trayectoria en el rubro y estuvo a cargo, entre otros, de espacios como el “Metropolitan grand bar”. Aunque el de la pizza estilo neoyorquino es un formato “de moda”, el empresario decidió apostar a una zona que se encuentra fuera del circuito caliente como Pichincha o Pellegrini, para hacerse fuerte el corredor comercial de la zona sur de Rosario.

“Elegimos calle San Martín para cambiar un poco de aire. Es un desafío y creemos que va a estar buenísimo. El público de esta parte de Rosario es más familiar, por eso imaginamos que traer una esta propuesta como ésta es una buena idea. Hoy no hay un comercio de estas características en San Martín”, dijo.

Además Peralta tiene importantes objetivos para el año que viene; y espera abrir un “cheesecake factory” y una heladería. Ambas buscarán estar basadas en sus viajes por el mundo.

Almacén de Pizzas lanza su nueva identidad verbal y visual

Fuente: Totalmedios ~ Allá por 2006, un equipo con mucha pasión hizo una pizza distinta y abrió un lugar diferente. Desde entonces, se enfocó en crecer y aprender. Hoy es más que su trabajo y por eso se esfuerzan todos los días, en cada cosa que hacen, para seguir evolucionando. Con el profesionalismo característico y la artesanalidad que los define, desde Almacén de Pizzas, relanzan su identidad visual y verbal para continuar acercando al consumidor buena pizza, siempre.

La nueva etapa de la marca del Grupo Gastronómico Re se caracteriza por una estética renovada que incluye una paleta de colores en tonos neutros – rojo, negro gastado, azul y blanco –; un estilo fotográfico que pone el foco en ingredientes, productos y consumidores; y una imagen de marca minimalista, cercana y evolucionada, sin perder el sello artesanal, que está presente en los locales, packaging, comunicación en vía pública, medios y redes sociales.

Además, Almacén de Pizzas mira hacia el futuro desde sus raíces: en este relanzamiento, el gran maestro pizzero, el fuego del horno de barro, la muzzarella estacionada y la masa casera que desde siempre tuvieron, están en el centro de la escena, porque no hacen cualquier pizza, hacen buena pizza, siempre: crocante, fina, con ingredientes nobles y, sobre todo, con mucho amor.

De herencia italiana, de cerveza, pizza, fainá y mucho ruido, de familias y amigos encontrándose, de mesas bien cerca – y una silla extra para que entren todos –, así está hecha la «masa» de Almacén de Pizzas, que reivindica a cada uno de los que hace posible que la magia suceda: almaceneros, maestros pizzeros y, claro, los comensales que los eligen una y otra vez. Almacén de Pizzas evoluciona sin dejar de ser el mismo de siempre. Que nunca se apague el fuego.