Códigos QR: por qué ya los usan más de 1 millón de argentinos

Fuente: IProfesional ~ Pensados para acelerar los tiempos de operación en una automotriz, hoy se imponen como una herramienta que agiliza pequeñas operaciones

Casi como una metáfora de la vida, los viejos y estructurados códigos QR están teniendo su revival. Pensados para aplicaciones que, en sus orígenes, no lograron imponerse demasiado, hoy están alcanzando la masividad imaginada en aquellos tiempos a través de los pagos digitales.

Creados en 1994 por Toyota, su objetivo principal era registrar los códigos de repuestos a alta velocidad. Y allá, en su país de origen, Japón, tuvo éxito.

La onda expansiva llegó a todo el mundo pero sin mucho espacio donde aplicarlos. Los casos más exitosos fueron para leer información adicional de las obras expuestas en museos o de variedades de árboles y animales en parques y espacios recreativos. No mucho más.

Este año, en la Argentina se lanzó una serie de iniciativas que están poniendo al QR en un lugar de privilegio. Pasaron 24 años para que madurara su uso y hoy comienzan a ser parte fundamental de los cobros digitales: lo incorporó Red Link con VALEPei e hizo lo propio Mercado Libre para Mercado Pago. Y la combinación de cuadraditos sigue en el centro de varios proyectos de empresas fintech.

Su redescubrimiento para facilitar las compras y pequeñas operaciones monetarias se debe, justamente, al concepto con el que el código QR fue creado: la rapidez para ejecutar transacciones. Además, representa menores riesgos, ya que no es necesario sacar la billetera o tener todo el tiempo encima la tarjeta de crédito, ni tampoco la de débito.

Y, gracias a su agilidad, se transforma en «un medio ideal para lanzar estímulos de compra vía descuentos o promociones», según un informe de Latinia, empresa de software dedicada al mundo fintech.

También se utiliza para desarrollar estrategias de fidelización, pues «permite cerrar la transacción con mensajes que la activan vía programas de puntos», detalló el reporte.

Aunque este resurgimiento se cristalizó a lo largo de este año, las primeras iniciativas concretas se vieron en 2017, cuando Red Link desarrolló la app Mob Profesional, que permite cobrar con códigos QR los servicios profesionales y productos que se adquieren en pequeños comercios.

«La generación del pago se realiza desde la billetera VALEpei. Es decir, un usuario de VALE que, por ejemplo, va al psicólogo y este tiene Mob Profesional, genera el QR. El usuario VALE lo escanea con su celular y abona», explica Jorge Larravide, gerente comercial de Red Link, a iProUP.

Actualmente, la aplicación ya registra más de 100.000 descargas y cuenta con 75.000 usuarios activos.

Dado este puntapié inicial a través de Red Link, llegó el turno en junio pasado de Mercado Libre, que habilitó esta funcionalidad en su billetera virtual. Y comenzó una nueva oleada de uso, más masiva aún.

Si bien también depende que sean los comercios los que habiliten los cobros –sean de cadena, o pequeños, más barriales­­­–, el secreto pasa por la incorporación de esa modalidad. A los usuarios de Mercado Libre les resultó más fácil dar el paso, justamente, porque ya venían usando Mercado Pago. Y el QR facilitó su adopción

«Ya hay más de 1 millón de usuarios que realizan los pagos con la billetera digital. Desde que lo lanzamos, ya se concretaron más de 1,2 millones de transacciones con QR», afirma Ignacio Estiváriz, director de Mobile de Mercado Pago, a iProUP.

De acuerdo con el directivo, el esfuerzo se basa en tener cada vez más comercios que reciban el sistema y acepten el código QR como medio de pago asociado a la aplicación de MercadoLibre/MercadoPago.

Y en esta sumatoria entran tanto las grandes cadenas de retail y de tiendas de café, como hamburgueserías o estaciones de servicios y pequeños comercios. Ya son más de 150.000 los locales que se subieron a esta modalidad en la Argentina, que se convierte así en el primer país de la región en utilizarla, mientras Brasil se encuentra en proceso de implementación.

El ritmo de adopción es aceleradísimo. Mientras en Mercado Pago se limitaron a señalar que las tasas de crecimiento son altísimas desde el lanzamiento, no sólo porque cada vez más usuarios emplean el sistema, sino porque lo utilizan de forma más frecuente.

Por su parte, Red Link, ponen números. «El promedio de transacciones por usuario VALE es de 13 operaciones mensuales. Y la relación entre quienes cuentan con la aplicación es de unos 75.000 en condiciones de pagar y unos 2.000 que pueden cobrar con QR», señala Larravide.

A tal punto se da el revival de estos códigos que ya no se trata sólo de empresas consolidadas –como las anteriormente mencionadas– las que deciden utilizarlo para las transacciones, sino que también son tenidas en cuenta por quienes están al frente de diversos emprendimientos.

«Varias startups están proponiendo los QR como sistema de pago dinámico en las tiendas. Esto supone una gran ventaja tanto para el comprador (pues le facilita una nueva herramienta de cobro basada en un dispositivo universal como lo es el celular) como para el comercio, ya que le suministra una nueva facilidad para abonar, ya que puede generar códigos de manera dinámica de importes en tiempo real», aseguró Oriol Ros, director de Mercadeo de Latinia, socio del programa Startupbootcamp Fintech Latam, dedicado a la aceleración de estos proyectos.

«En resumen, esto significa máxima simplicidad y cero fricción», completa el ejecutivo en diálogo con iProUP.

Tal vez porque nacieron allí, porque los niveles de adopción de tecnología son más altos al tratarse de países productores –o ambas cosas–, los países asiáticos son el referente internacional del uso de pagos mediante códigos QR.

Si Toyota los diseñó, el que los hizo popular en los comercios fue la cadena de supermercados británica Tesco en Corea del Sur. En 2010, los incorporó como medio de cobro para una población que pasaba una gran parte de su día en las estaciones de tren.

Para amenizar la espera, Tesco ofreció comprar a través de un sistema que les permitía escanear los códigos de una pantalla como si estuvieran en el supermercado y luego recibían el pedido en su casa.

En China, los QR son utilizados por 500 millones de habitantes, más de un tercio de su población, tal como mostró iProfesional en este artículo de septiembre de 2017.

¿Será posible imaginar una Argentina donde sean usados por el grueso de la población?

En la medida en que referentes como Mercado Pago y Red Link, de un lado, y las startups financieras, del otro, los impulsen, la idea podría prender rápidamente en la mayor parte de la sociedad. No sólo por la comodidad para pagar productos y servicios, sino también para realizar transferencias de dinero y otras operaciones sencillas.

Y se potenciará aún más si las empresas y tiendas que mueven grandes volúmenes de efectivo las imitan. Porque el dinero de papel también tiene su costo, y si se puede bajar, mejor.

«Para los usuarios, la ventaja es que no tienen que cargar la tarjeta de crédito, que la tecnología es simple y se puede descargar en cualquier tipo de celular, razones por las que sólo es posible pensar que su crecimiento en América Latina va a ser exponencial y estará absolutamente incorporada en el sistema financiero», aseveró Estiváriz.

Hay un segmento más proclive a su adopción y es el de los millennials, comprendidos en la franja entre los 20 y los 35 años, aunque los consultados coincidieron en que será masiva en todos los segmentos etarios.

Masivos para el 2020
La regulación financiera argentina también se inclina en favor de los QR. El 24 de octubre se publicó en el Boletín Oficial el decreto 933/2018, que libera desde 2020 a los comercios que cobren mediante estos códigos de aceptar también tarjetas de débito, pues serán equivalentes.

«Los contribuyentes que acepten pagos a través de la utilización de los mencionados códigos (QR) no estarán obligados a aceptar, de manera adicional, los otros medios de pago dispuestos», establece el artículo 2° del decreto que modifica la Ley N° 27.253, que entrará en vigencia a partir del 1° de enero de 2020, impulsada por el Banco Central de la República Argentina (BCRA).

A través de su mesa de innovación, la entidad promueve los nuevos desarrollos con el objetivo de ampliar el sistema financiero argentino, uno de los más pequeños y menos desarrollados de la región.

La legislación actual obliga a los contribuyentes que ofrecen productos y servicios para consumo final a aceptar para sus cobros «transferencias bancarias instrumentadas mediante tarjetas de débito, tarjetas prepagas no bancarias u otros medios de pago que el Poder Ejecutivo nacional considere equivalentes».

Con esta medida, se aliviará el costo de instalación de los dispositivos que procesan las operaciones con tarjetas de débito. Si se trata de ahorrar costos, los comercios no lo dudarán. Los códigos QR están en su revival y, tal como se presentan las cosas hasta ahora, tal vez su regreso sea inmortal.

Vermuterías, el nuevo partido de un ex ejecutivo de Racing y Boca

Fuente: Apertura ~ Estrenó El Ascurra Vermutería en Palermo y prevé abrir más locales con Cinzano. Augura un auge de estos negocios, tras el crecimiento de las cervecerías

Del marketing deportivo a la gastronomía. Pablo Rohde, conocido por haber gestionado el renacer de marcas de clubes como Racing y Boca, redobla su apuesta en el negocio gastronómico.

Sin alejarse del marketing deportivo, ya que es director ejecutivo de Fox Sport, Rohde acaba de estrenar El Ascurra Vermutería, un local propio en Palermo basado en tapas, picadas y, claro, en tragos a base de vermuts (vinos macerados con hierbas). No es nuevo en el rubro. Desde 2010 abrió con socios los restaurantes La esperanza de los Ascurra, que cuenta con cuatro franquicias.“La cerveza generó un mercado que antes no existía: el de cervecerías. Es para un consumo de 18 a 21, a la salida del trabajo. Pero las propuestas actuales son muy repetitivas; sirven cerveza tirada, hamburguesas, papas cheddar, casi todos lo mismo. Mi propuesta es diferente, es una vermutería que apuesta a una variedad de tapas, ricas picadas, tragos con bartenders de Cinzano y vamos a sumar también vermut tirado de barricas”, explicó Rohde. Ofrecerá precios accesibles, con happy hours de tapas por $ 55.

“Vamos a tener un vermut exclusivo de la casa, un top ten de tapas que saldremos a ofrecer para que la gente pida en el momento”, agregó Rohde.

El local abrió hace 15 días, pero en breve será remodelado, con una nueva fachada y barra, para sumar barricas de vermut, en alianza con Cinzano, del grupo Campari. Será el primer paso, ya que luego, en función del desempeño, planea abrir otras vermuterías con Cinzano. Por lo pronto, estudian otra sucursal más en Buenos Aires y otra en Mendoza, Rosario o Córdoba.

“Evaluamos crecer junto a Cinzano, que es un gran apoyo, como socio del proyecto”, destacó Rohde.

Pese a la diferencia entre los negocios, Rohde admite que su pasado en Racing y en Boca le sirven también para este proyecto. “El marketing es transversal. Puede aplicarse al deporte, la moda o la gastronomía. Uno después se especializa, pero todo está muy relacionado. Y mi paso por el deporte me ayuda de un modo natural, más allá de ser públicos distintos, porque es fútbol es masividad y la gastronomía, de nicho. También me generó muchos contactos y amistades, que ayudan. Por ejemplo, a Guillermo Francella lo conocí cuando trabajaba en Racing, él es un hincha reconocido; y ahora es el padrino de El Ascurra”, destacó Rohde.

En Buenos Aires existen cerca de 15 vermuterías, aunque muchas no llevan ese nombre. Cinzano apuesta a que crezcan, con vermuts innovadores, así como lo hicieron las cervecerías tras el auge de las artesanales. “Podríamos asociarnos con Rohde para crecer con más locales de El Ascurra. Creemos que las vermuterías crecerán fuerte, porque la cultura del vermut está muy impregnada en el país, hay mucha tradición. De hecho, la Argentina es el mayor mercado del mundo para Cinzano. El vermut está instalado entre los adultos, el desafío es captar a los más jóvenes”, explicó Gastón Basso Dastugue, responsable de Marketing de Cinzano.

Se venden 100 millones de litros de aperitivos en la Argentina, pero sólo 6,5 millones de vermut (deben ser elaborados en más de un 75% con vino).

Un bar de carnes en donde tirás tu propia birra: Glotón

Fuente: Info Negocios ~ La propuesta de Glotón promete: se trata del único bar en el que tirás tu propia cerveza con una tarjeta recargable (podés tomar $ 20, $ 85 o el monto que elijas) y podés acompañarla de los mejores cortes de carne a la parrilla. El dato: venden latas de Skol, una cerveza muy buena y liviana de Brasil.

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Eme Carranza la rompe diseñando bares

Fuente: Filo.news ~  «A la hora de diseñar todo en mi cabeza parte de un concepto por lo cual no importa cual sea el formato de salida, si es gráfica, si es mobiliario, iluminación, carta o sonido», aseguró Eme Carranza en exclusiva con Filo.news

«Arranqué trabajando como diseñadora gráfica en el rubro gastronómico abocada al desarrollo de identidades», comenzó contando Eme Carranza en diálogo exclusivo con Filo.news.

«Me gusta investigar porque soy mega curiosa, diseñar porque es mi forma de expresarme en el mundo y la obra en sí porque me hace convivir con otros gremios de los cuales aprendo un montón. Es hermosamente tedioso ver como otros interpretan tus ideas y las materializan. El diseño gráfico ya no me satisfacía porque necesitaba ensuciarme un poco más las manos«, dijo dando más detalles de cómo surgió la posibilidad de diseñar bares.

Eme Carranza

El primer bar que diseñó completo fue Boticario, en el cual se recreó una farmacia antigua perteneciente a Salvador Cortez, un personaje ficticio que inventaron para «no perder la cordura en el proceso».

Bar Boticario
Bar Boticario

Cada espacio que realiza tiene un clima y una energía completamente distinta: «Me cuesta muchísimo poder compararlos porque si fuesen películas todos pertenecerían a géneros distintos».

«Todos los elementos que componen a un espacio hacen a la identidad del lugar»

Reconociéndose como cinéfila, contó que su mayor fuente de inspiración es el cine porque recuerda escenas concretas de películas que se le impregnan en su retina: «Yo pienso a través de imágenes, traduzco sensaciones en formas y colores».

Gintonería, bar de tapas

«Me gusta pensar como baña la luz la escena, posibles conversaciones, qué música suena de fondo, etc. Darle la posibilidad a la gente de abstraerse de su mundo por un rato y sumergirse en otro«, detalló.

«No tengo una resolución ni una herramienta concreta y esa libertad me permite romper con resoluciones preestablecidas»

Y aunque si bien varias ideas no pueden ser llevadas a cabo por ser muy jugadas o difíciles de imaginar asegura que si es un «ideón» no lo deja pasar: «Soy muy cabeza dura y cuando algo se me cruza no paro hasta lograrlo».

Bilbo, casa de café

«Todas las decisiones que tomo responden a mi intuición, vivo de lo que me apasiona y trabajo con un equipo de gente al cual admiro profundamente», concluyó Eme dejando en claro cuál es su metodología de trabajo.

¿Por qué tomar un café en un bar porteño no baja de 50 pesos?

Fuente: Clarín ~ Los empresarios describen todos los costos que van en la tacita: desde los granos al impuesto por pasar música pasando por el mozo y las servilletas.


Tomar un cafecito en un bar de Buenos Aires es una costumbre que ha trascendido todas las épocas. Se trata de una experiencia que significa mucho más que el mero hecho de beber una infusión. Es una salida que implica una experiencia de disfrute para el cliente. Sin embargo, amenaza con convertirse en un lujo. ¿Por qué un café en un bar no baja de 50 pesos?, se preguntan los clientes. Y los dueños de los bares argumentan que es difícil reducir el precio de una taza de café al valor de la materia prima, ya que se trata de un servicio en el que la parte más importante del costo está en todo lo que lo rodea más que en del insumo.

Pablo Montes González es el Presidente de la Cámara de Bares de la Ciudad. Para graficar los costos, traza el camino que realiza el producto desde que entra al local hasta ser consumido por el cliente. «Desde que el proveedor entrega el café en grano hasta que llega a la mesa, se sucede una serie de pasos. Una persona lo recibe, lo pesa, controla su calidad, se asegura de que esté en perfectas condiciones y lo lleva a un depósito con la temperatura adecuada. Otro empleado retira el café y lo lleva al cafetero para comenzar la jornada. Enciende la cafetera, espera que se caliente y limpia los filtros; recién entonces muele la cantidad justa de granos para iniciar el despacho habitual a medida que llegan los pedidos. Al mismo tiempo, el mozo de salón trae de la cocina las tazas, los platos y las cucharitas, y se ocupa de completar los azucareros y servilleteros», explica.

Y sigue: «Luego interviene el mozo que recibe y entrega el pedido. Al cliente el café le llega acompañado por alguna confitura o petit four y un vasito de soda. Obviamente, el azúcar o edulcorante y las servilletas descartables son provistas por el local. Si lo desea, el cliente puede chequear sus mails o navegar por Internet a través de una conexión inalámbrica y en un ambiente climatizado, también provistos por el establecimiento. Y entre los empleados hay que sumar al adicionista o cajero y el lavacopas».

Pero hay más costos incluidos en la tacita de café que describen desde la Cámara de Bares. Si suena música o si hay televisores prendidos el local debe pagar los derechos intelectuales de difusión a entidades como Sadaic y AADI – CAPIF, entre otras. Además, si el café se disfruta en la vereda, el local paga un permiso de ocupación en la vía pública denominado Área Gastronómica. Cuando el cliente paga con tarjeta de crédito no sólo se considera la comisión, sino también el impuesto a los débitos y créditos y las retenciones impositivas.

Y finalmente, no es igual el alquiler de un local en la zona norte de la Ciudad que en la zona sur. Al final de la cuenta, se debe considerar la alta carga impositiva, que hace que los márgenes de ganancia desaparezcan.

La confitería El Molino, en restauración de la mano de dos universidades

Fuente: Telam ~ Las universidades de Buenos Aires y de las Artes fueron convocadas para la recuperación del estilo «art nouveau» original del emblemático espacio.

La anhelada restauración de la Contería del Molino, situada en la esquina de Callao y Rivadavia frente al Congreso Nacional, dio un paso signicativo esta semana con la convocatoria a las universidades de Buenos Aires y de las Artes que se encargarán de las obras de puesta a punto y la conservación de su estilo «Art Nouveau» original.

La convocatoria realizada por la Comisión Bicameral Administradora del Edicio del Molino, que profesionales y alumnado «le da un denitivo
impulso a la tan anhelada restauración», destacaron fuentes de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Alberto Barbieri, rector de la UBA, suscribió un convenio mediante el cual profesionales de distintas facultades, como la de Ingeniería, Arquitectura, Diseño y Urbanismo y Ciencias Económicas, entre otras, se abocarán a la tarea de confección de nuevos planos y obras para restaurar el edicio
que data de 1905.

«La UBA siempre está comprometida con todo lo que hace a la cultura de nuestro país, y es un honor que nuestros docentes y alumnos pongan todos sus saberes y su expertise en este proyecto», indicó Barbieri tras la rma del convenio.

20 años en gastronomía, y quiere cambiar la noche favoreciendo al conductor designado

Fuente: La Nación ~ Juan Rodríguez tiene 43 años, casado con tres hijos y un cuarto que está por nacer. Vive desde siempre en Mar del Plata y la gastronomía es parte de su vida, no porque la haya estudiado sino porque de casualidad dio con ella y se convirtió en su pasión. A los 20 años empezó a trabajar como empleado y a los 23 ya arrancó con su primer bar propio: Mestizo. Hoy lleva adelante siete bares con diferentes socios. Pero hace tres años que junto a Federico Goranzki, Pablo Villar y Leandro Estabillo abrieron Bruto, un restaurante ubicado en el corazón de Playa Grande y que a la noche se convierte en bar y boliche hasta las cinco de la mañana.

«Nosotros vendemos diversión, no somos gente de la noche, somos comerciantes, nos gusta el servicio, vender entretenimiento y brindar el servicio gastronómico que es para nosotros lo más importante», cuenta Juan que ya se siente mayor para ser un amante de la noche. Hoy la paternidad lo toca de cerca y el sentirse responsable por todos los jóvenes que van cada noche a su bar hizo que le ponga tanta fuerza a su campaña #PoneteElEquipoAlHombro

Beneficios para el conductor designado

La campaña consiste en lo siguiente: al ingresar todos abonan la entrada normalmente pero al conductor designado se le coloca una pulsera con la que puede tomar agua y gaseosas libres durante toda la noche. A la salida se le da una entrada gratis para la semana siguiente en el mismo día de la semana. La idea es crear conciencia de que el que no toma alcohol esa noche no se va a aburrir, la puede pasar bien igual y a la próxima será otro amigo el conductor designado. Para quienes sí toman alcohol el bar les ofrece agua, no venden alcohol una hora antes del cierre del boliche y si el barman ve gente con una copa de más entonces prefiere no venderle.

Juan quiere llevar el mensaje al resto de los empresarios, «queremos ser el punto de partida para que todos se sumen, sino no sirve».

La vida nocturna a través de los años

En cuanto a la parte social no ve una evolución, dice que los chicos están muy agresivos pero antes también lo eran. Sí hay un tema que le preocupa y es el rol de los padres: «esto de que se naturalice que los chicos se juntan a tomar en las casas me parece fatal,que lleguen alcoholizados al negocio me parece fatal, que haya lugares con menores y tantos padres que los hayan dejado ir sabiendo que son lugares para mayores. Los padres te contestan que es porque querían salir con los amigos, que la previa prefieren que sea en la casa, pero tienen quince años, ¿está bien que se junten a tomar alcohol a los quince años? ¿Cuál es la parte de fomentar todo eso que está buena?» se pregunta Juan.

Por su parte, seguirá dedicando sus años a los negocios y creando consciencia en los jóvenes de la importancia en el cuidado de consumo de alcohol. Tal vez, cuando a su cuarto hijo le llegue la edad de divertirse en boliches nocturnos, las cosas hayan cambiado un poco.

El Gato Negro: un local de especias que se convirtió en bar notable y cumple 90 años

Fuente: Clarín ~ Símbolo de Buenos Aires, lo fundó un español en 1928. En su interior se conservan hasta las baldosas rotas originales y una historia familiar de novela. Mirá el video.

“Esta es una empresa familiar. Y se mantuvo todo este tiempo con todo lo que eso significa”, empieza la charla Jorge Crespo, sentado en una mesita al fondo de El Gato Negro. Todo este tiempo es mucho tiempo: 90 años. El bar notable los está cumpliendo este mes, en una fecha imprecisa, borrada por los pliegues de la historia de una familia que fundó Victoriano López Robredo. Este español fue quien, en 1928, abrió en el mismo lugar donde esta hoy, con el mismo mobiliario y hasta los mismos pisos (ni siquiera se reemplazaron las baldosas rotas) un local de especias que se terminó convirtiendo en un símbolo de la avenida Corrientes.

Victoriano vivía en Madrid y su café preferido en esa ciudad se llamaba El Gato Negro. El hombre «trabajaba en una empresa inglesa y viajaba a Oriente en el Orient Express. Una vez, en el tren, hubo una cena dedicada a los gatos, y él se guardó el menú», recuerda Crespo. El amor por una argentina lo trajo a Buenos Aires y abrió un local de venta de comestibles que se llamaba La Martinica, donde hoy está la heladería Cadore, cuando Corrientes era angosta. Tiempo después, se mudó al enorme salón de Corrientes 1669. Y ese gato dibujado en el menú del Orient Express se transformó en el símbolo de su nuevo negocio.

El cuadro con el gato que colocó Victoriano sigue dominando el salón. La mampara del fondo estaba cuando llegó, y él hizo construir todos los muebles emulando su diseño, donde entonces y hoy se guardan los frascos con más de 200 productos nacionales e importados, entre especias, hierbas, condimentos, semillas, sales, tés y cafés, entre otros.

«Lucía, mi mamá, tuvo un hijo con Benigno, el hijo de Victoriano. Lo conocí a los 15 años al padre de Diego, mi hermano, que nació cuando yo tenía 17», empieza con el relato de la saga familiar, que se entrecruza con la de la empresa. Era 1966… y Benigno estaba casado con otra señora que no era Lucía, una situación muy «compleja» para la época.

Para ese entonces, Victoriano había «habilitado», como se decía en esa época, cederle parte de una empresa a tres empleados, y él no frecuentaba su negocio, que estaba venido a menos. Benigno, el hijo, tomó las riendas. «Era un tipo brillante», recuerda Jorge a este ingeniero industrial que a fines de la década del 60 hizo «la segunda fundación del Gato Negro». Decidió sacar todos los productos de almacén y concentrarse en las especias. Los empleados «habilitados» pensaron que estaba loco y le vendieron su parte gustosos.

Benigno se convirtió en un alquimista. Jorge, que se dedicó toda su vida a la maquinaria para la construcción, cuenta que los sábados iba a visitarlo y que el hombre le hacía probar las mezclas de especias que inventaba. «Me hizo probar cada cosa», recuerda. Detrás de las mezclas del «especiero», como lo llama, la fama del local fue creciendo: las fórmulas que calculó Benigno son las mismas que se siguen usando hoy.

Pero en 1978, mientras estaba de luna de miel con su tercera mujer en Suiza, Benigno murió. Y se desató el huracán. Su primera y su tercera esposas, y el único hijo que tuvo con la segunda, quedaron como herederos. Diego tenía 11 años y su hermano mayor, de 29, se hizo cargo de administrar su parte. «Fue un proceso duro. Y yo terminé aglutinando a la familia del Gato Negro. Primero, le compré la parte a Lucrecia, después a May Moore», nombra Crespo a las dos esposas legales de Benigno. Le cuesta hablar de su hermano: Diego, que estaba más en el mostrador y la relación con la gente, murió de un infarto en 2001, a metros de la mesa donde él ahora está contando la historia.

Y la historia lo lleva a la tercera fundación del Gato Negro. En marzo de 1998, cuando ya el supermercadismo estaba consolidado y nadie necesitaba venir al centro para comprar insumos para su alacena, se le ocurrió empezar a servir café. Compró 6 mesas, 18 sillas y una máquina en un remate. Le costó cambiar el concepto del local, pero al año siguiente, en 1999, ya lo habían reconocido como uno de los primeros bares notables de la Ciudad. Siempre pensando en cómo innovar, puso un restaurante en el primer piso, donde originariamente estuvo la oficina de Benigno, que finalmente terminó cerrando y luego fue sala de shows y, desde hace unos años, un segundo salón que amplió la capacidad del café. También fue uno de los visionarios en incorporar el té gourmet en el 2000, en el arranque del boom: hoy ofrecen 19 variedades nacionales y nueve de India, China y Africa.

Dice Crespo que más difícil que aguantar los embates de la economía y de las internas familiares fue superar la amenaza de desalojo de 2005. Recuerda que la misma mañana en que una nota de Clarín contaba que el dueño del edificio donde está el local iba a venderlo y por eso les rescindía el contrato, la vereda explotó de periodistas. Finalmente, el edificio se vendió con ellos adentro.

El 30 de octubre habrá un festejo por los 90 años, y la Legislatura porteña le entregará una placa por todo lo que significa El Gato Negro en la historia de Buenos Aires. Quizás eso que significa pueda resumirse en su olor, algo que se siente apenas se abre la puerta y que no existe en ninguna otra parte de la Ciudad.

«Sí, es cierto, hay un aroma al Gato Negro», admite Crespo. Y revela qué lo produce. «Compramos todas las especias enteras y las molemos acá, para garantizar la máxima calidad. Lo mismo que el café, que tostamos acá, y los blends de té, que también hacemos nosotros. Según lo que estemos moliendo y tostando cada día, se intensifica más el aroma en el local. Y cuando se abren los frascos, ese olor sale», explica, destapando uno de nuez moscada y acercándolo a la nariz de la cronista para mostrarle cómo este rinconcito de Corrientes es un lugar donde Buenos Aires se hace perfume.

Pablo Montes es el nuevo presidente de la Cámara de Cafés y Bares

Fuente: AHRCC ~ Pablo Montes asume la presidencia sucediendo en el cargo a Daniel Prieto, que ocupa actualmente la vice presidencia II de la AHRCC.

El nombramiento se realizó en la reunión de Cámara del pasado 4 de octubre

El nuevo titular de la Cámara de Cafés y Bares se desempeñó como Secretario de la misma durante el último período institucional.

La Cámara de Cafés y Bares quedó compuesta de la siguiente manera:

Presidente: Pablo Montes.

Secretario: José Luis Palacio.

Vocales titulares: Daniel Prieto, Luis María Peña, Francisco Miranda, Carlos Gutiérrez García y Manuel Novo.

Vocales suplentes; José Javier Fernández y Ricardo Mario Sánchez.

La Cámara designó también a los presidentes de las siguientes subcomisiones:

Bares Notables: Manuel Novo.

Pubs y Bares Temáticos: José Luis Palacio.

Casas de Tango: Claudio Campos.

La receta de Pani: del capital inicial de una gurú de la City, a los planes de internacionalización

Fuente: Apertura ~ Ideado por Eliana la hija de Nora Trotta, fundadora de MegaINVER, la marca ya abrió en Asunción y en noviembre inaugura en Lima. A nivel local tiene siete locales y este año abrirá cinco más.

Todo empezó con un nombre, una marca: Pani. Era lo único que sabía Eliana Trotta, hija de la reconocida economista de La City Nora Trotta, desde chica cuando comenzó a hacer tortas desde su casa. Lo que no sabía era que al poco tiempo de abrir su primer restaurante el nombre tendría un apellido, Pani Buenos Aires para diferenciarlo de Pani Asunción que abrió en agosto de este año y de Pani Lima que cortará cintas el 23 de noviembre.

Es que lo que empezó como un capricho se transformó en un verdadero negocio que, en ocho años, logró una facturación de $ 170 millones y emplea a 200 personas. Hoy, Pani (sobrenombre de Eliana) tiene siete locales y cinco aperturas en carpeta para este año: dos en Belgrano, Unicenter, Devoto y Lima. Plan de negocios que se completa con la inauguración de 12 tiendas en 2019 y seguir creciendo en los países donde ya están. Además, en tres semanas estará operativo un centro de logística, proyecto que requirió una inversión de u$s 500.000. El fin, abastecer las tiendas, incluso en un futuro las del exterior, con producción propia.

El proyecto empezó con el local de la calle Nicaragua, cuando Eliana vio que ya no podía hacer más tortas en su casa. Sin embargo, el empujón lo recibió de su madre que acababa de vender su parte en la sociedad de fondos comunes de inversión, Gainvest. «Mamá decía me retiró pero nadie le creyó», cuenta Eliana. Y así fue. Mientras buscaba su nueva ocupación (hoy preside MegaINVER, una administradora de fondos comunes de inversión, creada junto a Miguel Kiguel), invirtió en sus tres hijos y a cada uno los ayudó en sus emprendimientos. Mientras uno de los hermano siguió los pasos de su madre, el otro se dedicó a la construcción. Y «Pani», la más chica, cumplió su sueño: crear una marca que fuera una experiencia, un universo. «Mis platos están inspirados en la food porn, platos caseros y abundantes», explica su fundadora.

Con su madre como inversora, relación que terminó en 2017 con la entrada de un nuevo socio Leandro Rzezak dueño de Gleenfood que se quedó con el 50 % de la firma, el primer local de Pani se construyó en un estacionamiento que Nora compró. Hoy ese local está franquiciado, pero fue también allí donde varios fines de semana la conocida mujeres de La City hizo de cajera cuando su hija sobrepasada la llamaba para que le diera una mano. Además, por supuesto, llevaba los números de la empresa.

Hoy, con siete locales la cadena incorporó un gerente general, Pablo Maidana, que viene de la industria. Volvió al país, a fines del año pasado, luego de trabajar en Chile para PF Changs una de las marcas de Alsea.

Con la llegada de Maidana se hizo foco en el sistema de franquicias como modelo de expansión. El fee de entrada para las franquicias depende de la localidad y la cantidad de aperturas exclusivas. En el caso de las internacionales va de los u$s 50.000 a los u$s 100.000. «Hasta el momento todos las dimos a personas que nos vinieron a buscar», explica Maidana. A lo que Eliana agrega: «En su mayoría son fans de la marca. Gente que la conoció como cliente y quiere que haya un Pani en su localidad».

En proyecto está abrir en Miami un local propio, lugar de residencia de su socio.