Mesas en las veredas y uso de patios y terrazas: dónde tramitar los permisos

Fuente: Ambito ~ A partir del lunes 21 de septiembre los comercios del rubro gastronómico de la Ciudad de Buenos Aires podrán solicitar el permiso habilitante para el uso de veredas con sus mesas (en caso de que no lo hayan hecho antes) y las terrazas y patios en los sitios establecidos por la administración porteña, de acuerdo a las disposiciones anunciadas este viernes por el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta. https://00bb40ddb2117da943fa1c143535d36a.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-37/html/container.html

En la primera etapa para la aperturas de los bares, cafés, restaurantes y cervecerías del distrito solamente se incluyó a aquellos que ya tenían permitido utilizar los espacios públicos antes del inicio del aislamiento social, preventivo y obligatorio el pasado 20 de marzo.

En esta ocasión, ingresarán los que no tienen ese permiso y deberán comenzar a tramitarlo en la página web oficial del organismo aunque su habilitación será gradual conforme al avance de la situación epidemiológica.

En este sitios el propietario o encargado tendrá que indicar nombre y apellido, DNI, CUIT, domicilio, fotocopia del DNI, la habilitación del local y fotografía actualizada del total del frente del local, con buena definición y a color, más la vereda, entre otros requisitos.

Si bien iban a permitir su funcionamiento a comienzos de septiembre, una decisión del Gobierno nacional impidió el avance para evitar la aglomeración de personas debido a que no estaban dadas las condiciones sanitarias.

Días antes del encuentro que mantuvieron en la Residencia de Olivos el jefe de Estado Fernández; Axel Kicillof, gobernador de la Provincia de Buenos Aires; y Rodríguez Larreta, funcionarios porteños hicieron énfasis en este punto ante Nación.

De esta forma, los locales con patios y terrazas deberán hacer el pedido en el sitio oficial del Gobierno de la Ciudad, posteriormente las autoridades pertinentes verificarán el cumplimiento del “Protocolo para el Funcionamiento de Terrazas y Patios Internos de Locales Gastronómicos”.

La receta del mejor delivery: rapidez, calidad, buenos precios y ¿big data?

Fuente: Ámbito ~ Tres emprendedores europeos crearon Kitchenita, un e-commerce que lanza marcas exclusivas para apps de envíos despachados desde «cocinas ocultas». ¿Cómo usan internet para garantizar un éxito y satisfacer el consumidor?

Desde hace ya un tiempo, pero más a raíz del confinamiento, los argentinos asumimos que el delivery no es solo pizza y empanadas. Hoy muchos restaurantes –algunos de altísima gama- no sólo se animaron a los envíos a domicilio por primera vez, sino que debieron pensar maneras para que los platos lleguen de la mejor manera posible, de la mano de cartas reducidas y un buen packaging.

Pero meses antes de esta crisis sanitaria, tres socios europeos “la vieron venir” y desembarcaron en Argentina con la idea de “democratizar el delivery”, al ofrecer platos de alta calidad con empaques sustentables y materia prima a agroecológico a precios que promedian los $ 350 o $ 400. Así nació Kitchenita, un emprendimiento que se dedica a crear marcas nativas pensadas para el delivery bajo el modelo de trabajo de las “Dark Kitchens”, espacios ocultos, pequeños y optimizados para el despacho de comida. Estas pequeñas cocinas ganan cada vez más popularidad a nivel mundial.

“ Somos un e-commerce, no somos un restaurante comida que vende online. No venimos a competir con los offline que hoy hace delivery.”, indicó a Ámbito Gaspard Hambückers, COO de Kitchenita, compañía, co-fundada por Arthur Madrid y Alexandre Boccara, su actual CEO.

Hoy Kitchenita cuenta con cuatro marcas pensadas de forma exclusiva para el delivery: LIMU ( Poke), FISHICO (Fishcakes) JARDIN (Vegana con productos de la marca NotCo) y PLANTA BASE (street food a base de plantas), todos ellos con materia prima orgánica y packaging eco-fiendly (hasta los palitos son comestibles). Pero para diciembre de 2020 planean tener 10 y en breve esperan lanzar una marca de empanadas con un twist, es decir reversiones de la mano de un chef argentino de primera línea (aún no revelado) a $ 60 la unidad.

La intención es que cada pedido llegue en 20 minutos en perfectas condiciones. Pero más allá de lo atractivo de la propuesta, es interesante destacar que a cada marca la crean a partir de la data recolectada en internet para ver las necesidades culinarias de cada barrio. En diálogo con Ámbito, Gaspard Hambückers habló de la innovación en el negocio que hay detrás de esta tentadora experiencia para vivir en casa.

Periodista: ¿Cómo nació Kitchenita y en qué consta el negocio exactamente?

Gaspard Hambückers: Kitchenita nació en septiembre de 2019 por dos motivos. Primero porque a nivel mundial el mercado del delivery estaba explotando y desembarcaban en Latinoamérica las super apps internaciones y al mismo tiempo incursionaban apps de pedidos a domicilio regionales. Al ver este cambio, notamos que los restaurantes no estaban hechos para el modelo online y no supieron de todo adaptar su menú, su puesta en valor y sus procesos al servicio del delivery: la pizza seguía llegando con el queso solo de un lado, fría y a los 40 minutos. Así, nos dimos cuenta de que había mucho para mejorar en la oferta online y desde nuestro negocio pensamos marcas exclusivas el delivery que ofrezcan lo que la gente busca cuando pide comida. Y el segundo, es que vimos que a nivel internacional crecía el modelo de cocinas ocultas o “Dark Kitchens”, espacios de trabajo de entre 16 y 20 metros cuadrados optimizados para el proceso de producción, elaboración y despacho de comida. Cuando lanzamos kitchenita, nuestra idea principal era construir y usar estas “Dark Kitchens”, que en el mundo eran cada vez más comunes. Y en el proceso nos dimos cuenta que a nivel local no había ninguna, tuvimos que construir la primera en Belgrano. Actualmente tenemos dos cocinas, la otra está en Palermo y buscamos construir una tercera en Balvanera, porque como las apps funcionan por polígonos, la zona tiene muy buen radio y llega, por ejemplo, a Puerto Madero.

P.: ¿Cuáles son las particularidades de este modelo de trabajo?

G.H: Hoy kitchenita tiene dos unidades de negocio. El primero es la creación de marcas nativas para el delivery que nacen de la data, porque usamos un software propio para entender los huecos de la oferta y así ver qué tipo de comida falta en qué barrio y a qué precio. En función de eso, se busca un inversor. Así nació en Belgrano Limu, de Poke Bowls, porque faltaba una oferta de esa comida a 400 pesos.

El segundo punto es que no soy un restaurante offline con muchísimos platos y una amplia oferta de vinos. Soy casi “monoproducto”: tengo 5 o 6 platos del mismo estilo, dos postres, una propuesta muy corta de bebidas y nada más. Todo para no marear al cliente y que no pierda en su casa 20 minutos en la app para decidir, así como uno puede perder ese tiempo en Netflix buscando qué ver por streaming.

El tercero es que mis marcas tienen un proceso de cocina muy rápido, mis platos se despachan en 5 minutos, lo que permite tener un tiempo de entrega de entre 23 y 25 minutos cuando el promedio de algunas apps es de arriba de 30.

Por último, mis marcas también están pensadas para viajar, porque sabemos que la experiencia de que el plato llegue bien y rápido es muy valorada por el cliente. Yo paso mucho tiempo con un ingeniero de catering para crear un packaging que no llegue volcado, que se mantenga caliente o frío, según el caso, que sea lindo –porque si no voy a ofrecerte decoración y ambiente de un restaurante, quiero que el empaque esté bien hecho- y para fabricarlos usamos solo productos biodegradables. Hasta los palitos de Limu son comestibles.

P.: Vemos que tienen propuestas culinarias para hasta hace poco había que ir sí o sí a un restaurante y pagar más. ¿Buscaron que el delivery sea novedoso?

G.H.: Con la data, estamos surfeando las tendencias del consumidor de hoy y mañana al crear marcas veganas y usar packaging eco-friendly. A la vez, hacemos mucho hincapié en la trazabilidad del producto, conocemos a nuestros proveedores y toda la materia prima que usamos es agroecológica. Porque nos abastecemos en cantidad y porque despachamos desde una misma cocina tres marcas, sin costos de salón, podemos ofrecer platos muy accesibles. Es que Kitchenita nace con la idea de democratizar el acceso a un punto gastronómico de calidad, pensado para el online, que cueste entre $350 y $400.

P.: Desde Kitchenita hacen mucho hincapié en el concepto de Foodlab. ¿Cómo funciona?

G.H.: Después de analizar la data, trabajamos con distintos cocineros argentinos. Uno es Facundo Acevedo, nuestro chef ejecutivo, quien además fue chef del restaurante Sucre y de la Embajada Argentina en Londres y en Caracas. Los que hacemos en los Foodlabs es bajar el ecosistema de creación en función de la data que recibimos de nuestro software y ahí vamos a hablar con el chef, quien piensa 5 o 6 platos por cada marca.

P.: ¿Vieron incrementado el negocio en tiempo de pandemia?

G.H.: Sí. Nosotros ya de antes nos habíamos planteado la democratización del delivery, y la coyuntura jugó a favor del negocio porque en estos tiempos muchos argentinos pidieron comida alguna vez. Pero al mismo tiempo, pasamos de tener mucha más competencia. Si antes teníamos entre 20 o 30 marcas por categoría, ahora tenemos 300, porque muchos de los restaurantes de la Capital Federal están en las apps. Con el confinamiento creció nuestro negocio original al haber mayor demanda, pero el post cuarentena nos va a venir bien también, porque muchos restaurantes se van a ir de las apps y otros se van a quedar, lo que está bueno porque se demuestra que vale la pena tener una pata en los envíos a domicilio si tenés un restaurante offline, siempre y cuando lo hagas bien. Pero para darte una idea, antes de la pandemia trabajábamos 4 o 5 y hoy somos 23 empleados.

P.: ¿Existen nuevas necesidades de los consumidores de nivel local? Y si es así, ¿qué planean hacer desde Kitchenita?

G.H.: Argentina evolucionó mucho en la propuesta gastronómica de delivery. En los 6 meses de pandemia se ganaron 5 años de posicionamiento. Yo creo que además la gente está cada vez más exigente cuando pide comida y creo que el mundo elige productos que cuidan mucho más el medioambiente, hay un menor consumo de carne, un consumidor más responsable y eso es intergeneracional. También hay una tendencia de comer más saludable. El argentino está saliendo de los pedidos “empanada-milanesa-pizza” y se anima a algo diferente. A nosotros nos viene bien que el mercado esté apuntando hacia donde estamos apuntando nosotros. Por eso, después de inaugurar nuestro hub en Balvanera, queremos tener 5 o 6 hubs bien hechos para cubrir todo Capital Federal y Zona Norte.

P.: ¿Además de las nuevas marcas, existen otros objetivos que se plantean?

G.H.: Sí, estamos desarrollando a través de nuestro software el posicionamiento de marcas de delivery de terceros en las super apps, Hoy, al generar mucha data a través de nuestras marcas, podemos ayudar a posicionar otras, porque entendemos cómo funcionan los algortimos de esas apps, sabemos qué hay que tener para estar en el top 3 de sushi o vender mejor tu postre los fines de semana. Nuestra idea es ofrecer este servicio de posicionamiento. También, cuando tenganos los hubs, buscaremos alquilar espacios a terceros. Por último planeamos expandirnos en Latinoamérica. Tras buscar inversores, arrancamos con un capital semilla de u$s 500.000. Ahora aspiramos a reunir u$s 5 millones para la próxima ronda, para que en marzo o abril podamos expandir Kitchenita, el software y sus marcas a América Latina, con nuestros primeros focos en Bogotá, Lima, Montevideo y Asunción.

«Pinta de la Paz». Quilmes relanza un producto para ayudar a otras cervecerías

La Nación ~ Quilmes lanzó una nueva partida de la cerveza colaborativa «La Pinta de la Paz» junto con la cervecería Mesta Nostra. Con la venta de este producto se recaudarán fondos para destinar al enlatado de nueve cervecerías artesanales afectadas por el aislamiento social.

Esta colaboración empezó el año pasado y tuvo el objetivo de mezclar los «dos mundos» de la cerveza: el industrial y el artesanal. «Este proyecto desmitifica que hay rivalidad y enfrentamiento, demostró que si se podía convivir», dijo Yuri Werefkin, maestro cervecero de Mesta Nostra. En busca de verde. Los barrios privados más requeridos para comprar lotes

Ambas compañías llegaron a una cerveza denominada «amber lager ale», por la mezcla de sus levaduras, y la describen como «una cerveza con cuerpo y aroma frutal». Este año tenían pensado relanzar el proyecto, pero la pandemia de Covid-19 giró su rumbo.

Con esta nueva iniciativa buscan colaborar con el sector ayudando de manera directa a cervecerías artesanales afectadas por la pandemia. La marca invitó a nueve artesanales a enlatar un total de 40.000 latas de cerveza, lo que equivale a 20.000 litros. Las cervecerías son: Bronx Cerveza, Rothenburger, Bretonia Brewery, Cerveza Castelo,Trent Craft Beer, Bulgara, Postanak Cerveceria Independiente, Costa de León y Cerveza Equum.

«Pensamos en cómo podíamos dar una mano a aquellos que están pasando por algo muy complejo, es importante tener una industria cervecera que empuje para el mismo lado», dijo Laura De Bona, gerente de marca Quilmes.

Este sector, como muchos otros, fue golpeado con las restricciones de la cuarentena. Con los bares cerrados, sin ventas y los barriles sin vender, cada día que pasaba era aún más devastador.

«La mayoría no cuenta con los insumos para la distribución, por ende que las ventas de la gran mayoría cayeron a cero por varios meses, fueron situaciones insostenibles. Muchas fábricas cerraron y otras están en camino -aseguró Werefkin-. Ayudamos a colegas para que continúen vendiendo sus líquidos, hay posibilidades y se puede salir adelante».

El proceso de enlatado del producto esta a cargo de Los Vascos, una empresa especializada en el mundo artesanal. Ya en la lata, cada productor de cerveza podrá distribuir y vender de forma independiente. «A las cervecerías les da la posibilidad de tener latas a un costo menor y a nosotros nos dio la posibilidad de conocer a colegas con los que seguiremos trabajando en este proceso», aseguró Matias Zubillaga, dueño de dicha empresa.

La versión 2020 de «La Pinta de la Paz» es en un formato de 473?ml y tiene un precio de $83. Ya está disponible a nivel nacional en la plataforma de e-commerce CraftSociety y en Capital Federal en Appbar. También, podrá encontrarse en supermercados y autoservicios del Gran Buenos Aires, Costa Atlántica y la Patagonia.

Las nueve participantes coinciden que la iniciativa de Quilmes es un gran empujón para el sector y suma al crecimiento de la categoría. «Nos ayuda a afrontar nuestros compromisos y a posicionarnos en el mercado con nuestro nuevo formato, para nosotros es una gran oportunidad – dijo Gabriel Castelnuovo, de Cerveza Castelo-. Estuvimos dos meses cerrados y tres meses sin producir, tuvimos una pérdida de 5000 litros».

«Nos permite introducirnos en el mundo «de las latas», ya que si bien contamos con equipos para embotellar, no tenemos la tecnología para enlatar y esto nos da una apertura a nuevos canales de ventas y que de distintos lugares puedan conocer nuestro producto», explicó Ivan Battista, de la cervecería Rothenburger de la localidad de Chivilcoy.

Cada cervecería podrá enlatar alrededor de 2500 litros y esperan empezar a venderlas a principios de octubre. A futuro, muchas de las cervecerías piensan seguir con el proceso de enlatado.»Estimamos que el consumo en lata estará en crecimiento en los próximos años», dijo Castelnuovo.

La Ciudad habilita el uso de terrazas y patios

Fuente: AHRCC ~ La Ciudad de Buenos Aires habilitará los espacios en terrazas y patios de locales gastronómicos que tengan el correspondiente permiso en la nueva fase de apertura que comenzará a partir del lunes próximo. La Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés celebra esta decisión tomada por el Gobierno Nacional y el de la Ciudad de Buenos Aires. La entidad había realizado intensas gestiones en ese sentido, planteando la necesidad de los establecimientos de incrementar sus ingresos luego de seis meses cerrados. Esta medida se suma a la apertura parcial que se había dado semanas atrás con la habilitación para trabajar en la vía pública. No obstante, estas aperturas no alcanzan para revertir una crisis que ya ha generado el cierre de cerca de 1500 comercios del sector.

Se sabe que la recuperación de nuestra actividad va a tardar en llegar ya que el daño generado por un cierre tan prolongado no será subsanado ni siquiera con la reapertura total. Para que un local gastronómico llegue al punto de equilibrio necesita una explotación promedio de un 70% por ciento de su capacidad, por lo que es indispensable que los establecimientos puedan empezar a trabajar dentro de los salones, que es el fuerte de la facturación. Además, es claro que hay locales que no tienen otra posibilidad que atender en su interior ya que no disponen de espacios en las veredas, terrazas o patios.

Para que este proceso continúe avanzando, es muy importante que tanto los locales como los consumidores respeten estrictamente los protocolos sanitarios por los que tanto se ha trabajado. En este sentido, es fundamental mantener una distancia mínima entre personas de 2 metros como ideal y de 1,5 metros como aceptable, según la indicación del Ministerio de Salud de la Nación. Esta medida aplica tanto para los trabajadores como para el público que asista al establecimiento, así como el uso permanente del cubrebocas, que sólo está permitido sacárselo para el momento del consumo.

La AHRCC convoca, tanto a los empresarios como a los clientes, a extremar las medidas de prevención para poder continuar disfrutando de un café, una cerveza o una comida en un restaurante o en un bar. Al mismo tiempo, se continuarán realizando las gestiones pertinentes ante las autoridades para poder avanzar en mayores flexibilizaciones.

Asimismo, teniendo en cuenta la grave situación se continuará reclamando las medidas de asistencia indispensables para la supervivencia de los establecimientos y sus fuentes de trabajo.

Coronavirus: en tres municipios del Conurbano ya se puede tomar cerveza en los bares

Fuente: Clarín by Bárbara Villar (Foto: La Hormiga Negra) ~ De luces apagadas y persianas bajas, a mesas al aire libre y un cartel que avisa: “Atendemos hasta las 00. Por favor, respete las normas”. Así cambió la fachada de los locales gastronómicos de Vicente López, San Isidro y San Miguel durante los primeros días de septiembre. Es que tras cinco meses de cuarentena por el coronavirus, los bares y restaurantes pudieron volver a abrir sus puertas y recibir clientes en el marco de la nueva normalidad.

La noticia era esperada por los trabajadores del rubro desde la habilitación que recibieron sus colegas en CABA. En San Isidro, tras implementación del Take Away Plus, el distrito dio un paso más y permitió esta nueva modalidad que abarca el servicio de los meseros y el consumo de alcohol en las inmediaciones de los locales. En Vicente López el caso es igual. No obstante, a diferencia del partido vecino, no hubo anuncios oficiales y los dueños se enteraron gracias a una red creada con comerciantes de la zona.

“Durante el confinamiento se armó un grupo con los locales del barrio para ayudarnos y mantenernos al tanto de cualquier novedad. Fue por medio de ese que nos enteramos sobre esta nueva habilitación”, explicó Daniel Pollarolo, dueño del bar Hormiga Negra ubicado en Olivos.

Desde ambas comunas explican que la misma es únicamente para aquellos locales que cuentan con la autorización previa de utilizar los espacios públicos y las terrazas. El motivo es que está prohibido el ingreso de clientes al interior de los negocios.

Los protocolos a seguir son estrictos y abarcan varios puntos. En primer lugar, las mesas no deben ser ocupadas por más de cuatro personas y debe haber una distancia de metro y medio con respecto a las otras. Quienes aguarden a la disponibilidad de un lugar, también deberán hacer una fila respetando el distanciamiento. Además, la carta debe escanearse por un código QR – para evitar el contacto con otros objetos- y está prohibido el ingreso a los baños.

«En estos primeros días, la experiencia resultó muy bien. Se autorizó a unos 90 comercios a utilizar mesas para facilitar el consumo. Hicimos hincapié en el cumplimiento de los protocolos y los horarios establecidos», remarcó Mauricio Gómez, subsecretario de Inspección general del municipio sanisidrense.

A diferencia de otros lugares del GBA, está permitida la atención de meseros y meseras, la venta de bebidas alcohólicas y la utilización de vajilla de vidrio. El horario máximo para atender es las 12 de la noche. Quienes no cumplan con las reglas, podrán ser multados por la municipalidad que pasan a controlar el correcto funcionamiento de estos lugares en las zonas más recurridas.

“Volver a abrir fue como revivir. Sentí que era nuestra inauguración otra vez. Nosotros nos enteramos la primera semana de septiembre y como contábamos con la autorización de espacios públicos, nos pusimos a armar el protocolo para proponérselo al municipio. Recibimos la aprobación a los tres días y ese mismo viernes ya pudimos atender”, detalla Pollarolo sobre la situación particular de su cervecería localizada en Maipú y Carlos Gardel.

Y agrega: “Armamos un croquis para explicar el despliegue de mesas. Tenemos seis sobre la avenida y el resto en el patio del bar. En cada una hay un alcohol en gel y se desinfectan después de cada uso. Cuando se acercan las 12 (el horario para cerrar), les ofrecemos a los clientes cambiar sus bebidas a un vaso de plástico para que puedan retirarse y terminar el consumo afuera del local. La vajilla la limpiamos en un lavavajillas a 90° de temperatura y después la desinfectamos con alcohol para asegurarnos su limpieza”.

En este contexto, desde Hormiga Negra afirman que los controles municipales no son invasivos y que pasan cada una hora para verificar que todo esté en orden. Sobre todo los fines de semana -los días que más gente se acerca para consumir- que suelen bajar de las camionetas al menos una vez en la noche para chequear el funcionamiento.

“La noticia nos vino muy bien. Si bien estamos trabajando con el 30% de nuestra capacidad, tenemos fe en que poco a poco podamos avanzar con nuevos protocolos”, cuentan.

Desde Vicente López afirman que los comercios podrán trabajar siempre y cuando respeten las medidas de seguridad y sanitarias ya conocidas. Al respecto, el intendente Jorge Macri señaló: “Es importante poder ayudar a los comercios, ellos son los que crean la identidad de cada barrio. Además, generan empleo local y hacen que la gente pueda reunirse cerca de sus casas”.

En el marco de la ayuda a los comerciantes, el distrito decidió eximir el pago de tasas municipales (Seguridad e Higiene, Publicidad y Propaganda y Ocupación de Espacio Público) a más de 450 comercios gastronómicos. Esto implica un beneficio fiscal para estos comercios de casi $25 millones.

En San Miguel hubo dos fases en la reapertura de locales gastronómicos para que los clientes consumieran al aire libre. Primero no permitieron la venta de alcohol, y la modalidad era similar al «take away plus» que había fundado San Isidro e imitado Tigre.

Parklets como los del local Taco Box son «terrazas» que, a diferencia de Capital Federal, San Miguel instala frente a los bares o restaurantes para cerrar y aislar a quienes están consumiendo al aire libre y garantizar la distancia social.

Pero esta semana comenzaron a implementar un novedoso sistema de mesas sobre las calles: extienden las veredas con parklets, terrazas sobre el asfalto, para no sólo señalizar sino también aislar los lugares donde consumen los clientes.

«Ahora se reglamentó y empezó a implementar, siempre con controles y un estricto protocolo sanitario, la venta de bebidas alcohólicas en los lugares habilitados para hacerlo», dicen desde el Municipio.

Así, bares tradicionales como Il Amichi, sobre la calle Sarmiento y a una cuadra de la plaza, ya ofrecen combos de cenas con pintas de cerveza artesanal, por ejemplo.

Las medidas sanitarias se repiten: un área de sanitización visible, vajilla descartable, distancia de dos metros entre cada mesa y no más de dos comensales por reserva. 

La Ciudad pedirá la apertura de patios y terrazas en locales gastronómicos

Fuente: La Nación ~ Luego de los chispazos que provocó la reducción de la coparticipación federal a la ciudad de Buenos Aires esta semana volverán a encontrarse los funcionarios porteños con los de la Nación para comenzar a planear cómo se afrontarán los nuevas etapas de la pandemia de coronavirus y qué actividades comerciales, sociales y educativas podrían estar incluidas. En las reuniones habrá un ausente con aviso: Horacio Rodríguez Larreta, que enviará a sus alfiles para solicitar las inclusiones que no fueron tenidas en cuenta en la fase anterior.

El domingo vencerá el plazo que había sido anunciado por el presidente, Alberto Fernández, consensuado con los gobernadores de todas las provincias, principalmente del área metropolitana donde aún se registran la mayor cantidad de casos de Covid-19. Esa situación impidió que la ciudad avanzara totalmente con la apertura gastronómica al aire libre por lo que la oferta del servicio quedó limitado al espacio público, en las veredas, las calles, los parques y las plazas.

La autorización de abrir los patios y las terrazas de restaurantes, bares, cafés y el resto de los locales gastronómicos será uno de los temas que pondrá sobre la mesa Felipe Miguel, el jefe de Gabinete porteño, cuando se encuentre con su par de Nación, Santiago Cafiero. La reunión podría ser hoy o mañana, de acuerdo a la coordinación de las agendas de ambos funcionarios.

Miguel es el enviado del Gobierno porteño para mantener el diálogo y lo será de aquí en más luego de la tensión entre Fernández y Rodríguez Larreta que provocó el recorte por la coparticipación cuyos fondos fueron derivados a la provincia de Buenos Aires para que haga frente a la crisis de la policía. El jefe de Gabinete será la voz de los sectores que continúan reclamando por una apertura más amplia.

Referentes del sector gastronómico confiaron no estar al tanto de lo que sucederá en esos encuentros, aunque están preparados para cualquier resultado. Vale recordar que cuando se anunció la vuelta del servicio al aire libre estaban incluidos los patios y las terrazas y los locales comenzaron a prepararse para tal fin. Pero cuando el decreto fue publicado en el Boletín Oficial de la Nación el sector quedó sorprendido al no estar incluidos esos espacios.

Peatonales

El servicio al aire libre avanzó con propuestas de instalar decks en las calles, utilizar las zonas peatonales, plazas y parques, y ampliar las superficies de las veredas y las calles. El plan oficial fue generar áreas peatonales en los centros comerciales más concurridos de la ciudad hasta alcanzar al menos una zona por comuna. Los primeros modelos se instalaron en el Casco Histórico de San Telmo, Villa Devoto y Caballito, aunque después llegaron a zonas de Belgrano, Palermo, Villa Urquiza y otros barrios.

En la reunión la comitiva porteña también pedirá la autorización para los espacios digitales destinados a aquellos niños en edad escolar que no tienen la posibilidad de acceder a las clases virtuales. Son unos 6500 alumnos que iban a ser incluidos en la primera etapa de la vuelta a los colegios bajo estrictas medidas de prevención, pero la propuesta no recibió el aval de la Nación. Esta vez la propuesta será generar esos lugares al aire libre donde se reduciría la posibilidad de contagio de coronavirus.

«Sabemos lo difícil que es estudiar a la distancia. Tenemos que recuperar a esos chicos. Entendemos perfectamente que no están dadas las condiciones para la vuelta a clases, pero los datos epidemiológicos de la Ciudad nos permiten avanzar en pequeños pasos progresivos para que la escuela vuelva a ser el lugar donde los chicos tengan oportunidades de aprendizaje», dijo hace algunas semanas la ministra de Educación de la ciudad, Soledad Acuña, tras su cruce con la Nación. Cómo será el plan digital para proteger 2300 esculturas del vandalismo en la ciudad

No estarán incluidos en esta etapa de negociación los espacios cerrados que aún continúan sin actividad, como los gimnasios y los shoppings, a pesar del reclamo constante de los referentes del sector. En la ciudad entienden que la situación actual aún no es la ideal para promover la reapertura, como lo dejó claro el ministro de Salud de la Ciudad, Fernán Quirós.

«La epidemiología no está suficientemente descendida como para activar actividades en áreas cerradas a pesar que los casos vienen descendiendo día a día en las últimas dos o tres semanas», dijo ayer Quirós. «Tenemos una meseta alta de entre 1100 y 1300 casos que lleva ya nueve semanas enteras», agregó.

Duro golpe a Pedidos Ya: obligan a la app a bajar comisión al 20%

Fuente: Ambito ~ La gastronomía es una de las industrias más golpeadas por la pandemia. A seis meses de haber bajado sus persianas a causa del aislamiento obligatorio, los bares y restaurantes comenzaron a trabajar de acuerdo a las distintas fases y protocolos vigentes que tienen las distintas ciudades del país.

Fuentes del sector estiman que la pospandemia dejará un saldo de entre 20% y 30% de comercios cerrados definitivamente, lo que implica una pérdida de entre 20.000 y 30.000 puestos de trabajo.

En este escenario, las aplicaciones de delivery se convirtieron en socios estratégicos de los locales gastronómicos. Sin embargo, las altas comisiones que cobran estas apps (Pedidos Ya, Glovo, Rappi y Uber Eats) que oscilan entre el 20% y 43%, despertaron una ola de denuncias y presentaciones en la justicia en distintos puntos del país.

Ante este panorama, se firmó en la provincia de Santa Fe el primer convenio que establece un tope en las comisiones de la plataforma Pedidos Ya. El acuerdo sentaría un precedente y podría extenderse al resto del país y a otras plataformas.

Un apagón, el puntapié inicial

El primer paso para la concreción del acuerdo en Santa Fe se visivilizó con un apagón de apps y luego con una denuncia en la Secretaría de Comercio, que citó a Pedidos Ya y tras varios meses de negociaciones se arribó a un acuerdo de una reducción en promedio de más de un 20%, “que hoy nos permite trabajar sin tener esa presión de pagar una comisión usurera (de hasta 30% más IVA) que fue creciendo en relación directa al aumento de participación en el mercado de la empresa de reparto”, cuenta Alejandro Pastore, secretario de Aehgar y titular de Paseo Pelegrini, una asociación de comerciantes gastronómicos de la avenida homónima, la más importante de la ciudad de Rosario.

Las comisiones acordadas son de 13% sin logística, es decir, con cadetes propios del comercio gastronómico, y 21% con logística de Pedidos Ya.

“Estos porcentajes no dejaban margen alguno de utilidad, y mucho menos en momentos donde la segmentación de fase obliga a la gastronomía a funcionar solo a través del canal delivery, lo que implica no más de un 10 a un 15% promedio de la facturación habitual”, agrega el empresario.

Silvina Imperiale, de la filial Rafaela de la Federación de Hoteles y Gastronómicos de la República Argentina, cuenta que “el delivery se volvió fundamental en el contexto actual para nuestra actividad. Este acuerdo es positivo en todo sentido. Incluso va a permitir que mucha gente que no trabajaba con la plataforma, comience a hacerlo a partir de ahora”. Imperiale también destaca “la comprensión y buena predisposición de la empresa Pedidos Ya, que acompañó este proceso, entendiendo la real necesidad del acuerdo en un escenario tan crítico para el sector”.

Cláusula de renovación automática

El acuerdo, suscripto por las tres cámaras empresariales que nuclean la gastronomía de la provincia, (Rosario, Rafaela y Santa Fe) tiene vigencia desde el 31 de agosto pasado hasta el 31 de diciembre con cláusula de revisión, ya que en caso de que continúen los efectos de la pandemia, se renovaría automáticamente por tiempo a convenir. Las comisiones acordadas son de 13% sin logística, es decir, con cadetes propios del comercio gastronómico, y 21% con logística de Pedidos Ya.

Rosario: Bares y restaurantes se preparan para reabrir con mesas al aire libre

Fuente: La Capital ~ El municipio trabajará esta semana codo a codo junto al sector gastronómico para pensar una posible reapertura parcial de bares y restaurantes a partir del próximo fin de semana, cuando venza el decreto provincial que impuso restricciones a la actividad comercial para frenar el crecimiento de contagios en Rosario.

La idea del Ejecutivo local es empezar a delinear el regreso progresivo de la actividad luego del viernes a la noche, momento en el que perderá vigencia la medida, con la intención de cumplir con lo prometido en las últimas charlas a representantes de distintos rubros respecto de no estirar las limitaciones impuestas.

Por ello, se espera que en los próximos días haya anuncios sobre fechas y modalidades, aunque antes se pondrán en revisión algunos protocolos y se esperará el veredicto de las autoridades sanitarias. Por ejemplo, en principio bares y restaurantes no podrán sentar clientes dentro de los locales.

“La alternativa más firme que estamos evaluando es con mesas al aire libre”, dijo a este diario el secretario de Desarrollo Económico de la Municipalidad, Sebastián Chale. El objetivo es, teniendo en cuenta que se acerca la primavera y las temperaturas son más agradables, poder explotar este formato lo máximo posible para retomar la actividad bajando el riesgo.

Los gastronómicos recibieron con buen ánimo la posibilidad, que ya vienen dialogando desde la semana pasada con el intendente Pablo Javkin y su equipo. “Está muy bien para arrancar, pero también es esencial considerar la situación de los que no tienen la posibilidad de poner mesas en la calle. Hay muchos locales en el centro que no tienen vereda y deberían tener una oportunidad”, expresó Reinaldo Bacigalupo, referente de Mercado Pichincha.

Para el empresario, “es clave comenzar con esta apertura paulatina apoyada en una campaña de mucha conciencia y responsabilidad por parte de quien sale a pasar un buen rato”, ya que el delivery y take away anda muy flojo. Es que los bolsillos están muy golpeados y esto ya se siente en el cambio de los hábitos de consumo. “La gente pide mucho menos que el abril, cuando comenzó la pandemia”, ilustró.

Buscar alternativas

Carlos Mellano, de la Asociación Hotelero Gastronómica de Rosario, también ve con buenos ojos la propuesta, y dijo que “hay que buscar alternativas” en los lugares públicos: que los bares que están cerca de parques o plazas pongan mesas allí, se ocupen los espacios para estacionamiento o se corten calles los fines semana.

Todas estas alternativas habían sido incluidas en un proyecto que presentó hace uno meses el concejal rosarino Lisandro Zeno, y ya fueron implementadas hace días por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

El distanciamiento es una de las cosas que van a quedar y debemos ser creativos, porque hasta que no tengamos la vacuna hay que trabajar y ser responsables. De alguna manera tenemos que abrir, la situación social del sector está realmente muy complicada. Y en este contexto todos tendremos que ajustar un poco para poder convivir con el problema”, enfatizó Mellano.

Además de bares y restaurantes, también se baraja la posibilidad de volver habilitar la actividad de carritos de comida rápida y food trucks, que cumplen con la condición de trabajar con espacios al aire libre.

Las nuevas peatonales en Palermo y Belgrano debutaron con buena expectativa

Fuente: La Nación ~ A metros de la intersección con la transitada avenida Cabildo, la calle Juramento se distingue por su tranquilidad. Ya no hay autos, camiones de carga ni colectivos doblando desde la avenida, como hasta hace dos días. Ahora, sobre la calle, hay mesas, y, sobre las mesas, parejas y amigos tomando un café de sábado por la mañana.

Las mesas de los restaurante y cafeterías ocupan las veredas y parte de las calles, sobre las cuales el gobierno porteño pintó círculos amarillos para delimitar la distancia. Fernando Grone y Cecilia Mitigueri, un matrimonio de 52 y 51 años, se sentaron sobre una de las mesas de un restaurante a tomar un café.

«Soy diabético. Es la primera vez en seis meses que salgo a pasear y que uso mi Sube. No me da miedo el colectivo ni tampoco estar sentado acá. Mientras que cumplamos con todos los cuidados, está todo bien», comenta Grone. El y Mitigueri viven en Vicente López y se acercaron a la zona para comprar un celular. Como se habían enterado por los medios que la calle Juramento entre Cabildo y Amenábar había sido peatonalizada, planearon, de paso, acercarse a tomar algo. Coronavirus: La Argentina superó los 3000 internados en terapia intensiva y es el quinto país con más casos graves del mundo

El corte del acceso vehicular de estas dos calles del centro de Belgrano forma parte de la segunda fase de la peatonalización planeada por el gobierno de la ciudad de Buenos Aires. La intención de este proyecto, que tiene un total de cuatro fases, es que los locales gastronómicos dispongan de mayor superficie para colocar mesas y sillas y que se evite, a su vez, las aglomeraciones de personas en las veredas. Hasta esta semana, se habían inaugurado calles peatonales en Caballito, San Telmo y Villa Devoto. A estas se sumaron, entre ayer y hoy, zonas de Belgrano, Palermo, Recoleta, Villa Urquiza y Boedo.

Según pudo constatar LA NACIÓN durante un recorrido por Belgrano y Palermo, esta nueva modalidad gastronómica no es solo un alivio para los vecinos de la zona sino también para cafeterías, bares y restaurantes, que venían trabajando principalmente con delivery y con Take Away Plus sobre la vereda.

«Las aplicaciones de delivery te sacan un 30% de la ganancia. Nosotros terminamos ganando muy poco», afirma Virginia Cancino, la encargada de Oggi, un restaurante de pastas. El local agregó mesas sobre la calle ayer a la tarde, cuando se inauguró la peatonalización de la calle Juramento, y, según asegura, fue un éxito. «Se hizo de noche y las mesas se llenaron. Fue una alegría inmensa», comenta.

Son las 12.30 y todavía la mayoría de sus mesas del local están vacías, según Cancino, porque todavía es temprano. «Desearía que se mantenga así -sostiene Laura, una de las únicas comensales del comercio, quien prefirió resguardar su apellido-. Me siento segura porque hay poca gente. Si se llega a llenar como estaba Palermo el fin de semana pasado, me voy».

Según los vecinos y comerciantes del barrio de Palermo, la reciente peatonalización de la calle Nicaragua entre la avenida Dorrego y Arévalo marcó un cambio radical en el cumplimiento de las normas de distanciamiento. «El sábado pasado estaba imposible. Había fila de una hora para retirar comida con la modalidad Take Away Plus y teníamos que salir permanentemente a la vereda para pedirles a los clientes que cumplieran con el protocolo», recuerda Alessandro Tálamo, el encargado de la cafetería Oui Oui de la calle Nicaragua. Desde ayer a la tarde, el local tiene a disposición de los clientes 16 de sus 34 mesas, y, en este momento, todas están ocupadas.

A unos metros, sentada sobre la silla de una de las mesas de otra cafetería, Abril Moi, de 8 años, toma una limonada con pajita y balancea los pies, que aún no le llegan al piso. La acompañan sus padres, Pablo Moi y Cecilia Gasparrou, quienes se enteraron por televisión que la zona había sido peatonalizada y decidieron traer a su hija en bicicleta. «Vinimos para que Abril tome aire. Cumplimos la cuarentena a rajatabla, ella no vio a ninguna de sus amigas. A todos los chicos les hace muy mal el encierro. Lo vemos en el comportamiento, en el nivel de irritabilidad», dice Moi.

Él y Gasparrou se sienten «raros», como si fuera la primera vez que se sentaran en un restaurante. «Ya perdimos la costumbre. Miramos los precios a ver si cambiaron, miramos a la gente», comenta Moi, con su barbijo puesto.

Alberto Arizu: «Los consumidores ahora están demandando vinos de más alto valor»

Fuente: IProfesional ~ Las bodegas están atravesando un momento de relativo optimismo, luego del impacto inicial que significó el arranque de la cuarentena y el cierre de restaurantes, hoteles y wine bars. 

Si bien todo el sector viene alertando por el aumento de costos y la caída de la facturación, también es cierto que genera expectativas el hecho de que la demanda en el mercado interno esté mostrando cifras positivas. 

Durante el mes de julio de 2020 se registró un crecimiento de casi 22% en los despachos de vinos al mercado interno respecto a julio del año anterior, con un volumen total cercano a los 98 millones de litros. En paralelo, el crecimiento acumulado en los siete meses representó una suba interanual de más del 9%. 

En ese sentido, el informe del INV destaca como un dato relevante el hecho de que no se registraba una cifra de ese nivel en los últimos siete años. Entre las causas que explican esta tendencia, los expertos señalan que obedece a que los consumidores están permaneciendo más tiempo en sus casas, con la posibilidad de tomar vino en almuerzo y cena; se usa menos el auto y se incrementó la oferta en la venta electrónica, entre otras variables. 

En este contexto, Alberto Arizu, CEO de Bodega Luigi Bosca, afirmó a iProfesional que «si bien el año había comenzado bien para nosotros, la cuarentena obligatoria decretada hacia fines de marzo generó al comienzo algunas dificultades en la cadena de abastecimiento. En mayo comenzamos a ver recuperación y los últimos dos meses han sido muy buenos». 

-La caída en general del negocio de los restaurantes, bares y hoteles, más allá de la reciente rapertura en espacios al aire libre en la Ciudad, ¿llega a verse compensada por esta recuperación del vino en los hogares?

-En gran parte se recuperó en el consumo ‘at home’. En Luigi Bosca, incluso, hemos tenido una mayor demanda en vinos de alto valor. Vemos un consumo más cualitativo en el hogar, como uno de los comportamientos durante la cuarentena.

-Entonces observan que los consumidores están destinando un presupuesto mayor para etiquetas de más alto precio…

-Si bien nuestros vinos están en el segmento alto, vimos un crecimiento mayor aun en los segmentos «Prestige» y vinos de colección. La gente ha encontrado espacios, en el hogar, para disfrutar buenos vinos y buena cocina. Ha sido también una manera de indulgencia con uno mismo, encontrando placer en estos pequeños actos como puede ser relajarse con una copa de un vino de calidad, al terminar la jornada de trabajo, o compartir un llamado con sus seres queridos y amigos. La gente también encontró en la cocina un momento de relajación y de compartir en casa y esto también lleva a acompañar con un buen vino.

-¿Cómo está evolucionando el canal online?

-Desde Luigi Bosca, lanzamos la posibilidad de poder seguir disfrutando de nuestros productos en casa a partir de una plataforma online segura y confiable, que nos dio muy buenos resultados desde su activación. 

Veo un gran potencial en el comercio online de vino y, más allá de lo que está sucediendo ahora, sin dudas es algo que llegó para quedarse. Creo que es mucho más que un canal comercial; es una herramienta que permite conocer mejor al consumidor y que impactará de forma muy positiva en otros canales más tradicionales. En Luigi Bosca pensamos a futuro desde la ‘omnicanalidad’, desde la interacción entre canales, y, en el último tiempo, detectamos que el consumidor busca estar más cerca de las marcas y viceversa. Por eso, apuntamos a asegurar esta cercanía desde la creatividad y las nuevas plataformas de conectividad en auge.

-¿Qué perspectivas tienen para el resto del año?

-Somos optimistas y creemos que podremos cerrar el año acorde con nuestras previsiones prepandemia. Con grandes aprendizajes y una relación muy cercana con nuestros consumidores, que hemos generado por medio de nuestra plataforma online y el contacto a través de las redes sociales.