El tradicional barrio porteño que creó su propia ruta del vino y es reconocido como el más cool de Buenos Aires

Fuente: La Nación – La última incorporación del barrio de Chacarita es Casa Seis, un local de tan solo 25 m² con una selección limitada de platos pero una amplia variedad de vinos, todo en un ambiente íntimo y reservado.

El barrio porteño de Chacarita, visto como una extensión de Colegiales,, Palermo y Belgrano R, está emergiendo como una destacada postal de Buenos Aires, con características que lo distinguen de otros barrios de la ciudad. La profusión de árboles y áreas verdes, los adoquines y la arquitectura evocativa crean un ambiente único, ideal para la aparición de vermuterías, cafés en las esquinas, galerías de arte y establecimientos exclusivos de diversos rubros.

Entre las nuevas tendencias que marcan la pauta en el sector, la proliferación de bares de vinos owine bars es notable en el panorama gastronómico porteño, coincidiendo con un momento de gran apogeo para el vino argentino. Específicamente en Chacarita, se está viviendo un verdadero auge de locales dedicados a este rubro. La última incorporación del barrio es Casa Seis, un local de tan solo 25 m² con una selección limitada de platos pero una amplia variedad de vinos, todo en un ambiente íntimo y reservado.

En 25 m² lograron resolver toda la parte de atención al cliente, con un total de 16 cubiertos en el interior y espacio para otros 15 clientes en el área al aire libre.
En 25 m² lograron resolver toda la parte de atención al cliente, con un total de 16 cubiertos en el interior y espacio para otros 15 clientes en el área al aire libre.Casa Seis

Detrás de esta iniciativa se encuentra Fidel Pérez Ochoa, un empresario gastronómico colombiano que se inspiró en su infancia para nombrar su nuevo emprendimiento. Aunque su formación académica está en contaduría financiera, Pérez Ochoa incursionó en el mundo de la publicidad y hace siete años se dedica al ámbito gastronómico.

“Hace tiempo que manejo una cervecería en Palermo, pero me dieron ganas cambiar de rubro y meterme en el de los vinos, apuntar a otro tipo de público”, relata el empresario. Su meta era establecer un espacio más íntimo, alejado de las dimensiones más amplias de su ubicación anterior. Después de mirar diferentes opciones, encontró un local de 40 m² en Guevara 495, en el barrio de Chacarita.

“Quería abandonar Palermo y cambiar de ubicación. Estaba indeciso sobre si abrir este nuevo negocio en Chacarita o en Colegiales. El polo gastronómico está creciendo mucho en la zona, especialmente en Chacarita. Me encanta el barrio y lo considero más tranquilo que Palermo, que está saturado. Aunque en Palermo hay un flujo constante de personas, buscaba un lugar donde la gente pudiera disfrutar sin sentirse abrumada, y Chacarita me ofrecía esa posibilidad”, explica Pérez Ochoa. Asegura que, a pesar de su rápido crecimiento, el barrio sigue siendo una zona tranquila.

Todo el diseño fue concebido en dos secciones distintas divididas por una puerta de vidrio que puede abrirse para crear un pasillo amplio.
Todo el diseño fue concebido en dos secciones distintas divididas por una puerta de vidrio que puede abrirse para crear un pasillo amplio.

“Estaba buscando un local chico, aunque no tan diminuto como el que finalmente encontré. Cuando me reuní con los arquitectos, nos enfrentamos al desafío de adaptar todo al reducido espacio disponible”, explica Pérez Ochoa. Tuvieron que encontrar la manera de distribuir los espacios de forma eficiente, especialmente considerando que en el ámbito gastronómico se necesitan dos baños, una cocina y un área de despacho. “Originalmente, quería una barra central al estilo madrileño, pero al llevarlo al plano, resultaba bastante incómodo. Optamos entonces por un diseño más tradicional, aunque buscamos evitar lo convencional”, menciona el empresario.

El local anteriormente albergaba una pollería y sufrió una transformación completa. “Estaba en un estado bastante desastroso, pero hoy es un espacio completamente renovado”, explica Pérez Ochoa. En 25 m² lograron resolver toda la parte de atención al cliente, con un total de 16 cubiertos en el interior y espacio para otros 15 clientes en el área al aire libre. Todo el diseño fue concebido en dos secciones distintas divididas por una puerta de vidrio que puede abrirse para crear un pasillo amplio.

“Estuvimos cuatro meses trabajando en la renovación. El nombre del local es un homenaje a mis hermanos. Cuando éramos chicos, solíamos despertarnos los sábados para ver dibujos animados, todos reunidos en el sillón mientras nuestra mamá nos servía el café con leche con galletitas para el desayuno. Así eran todos nuestros fines de semana. La casa donde pasé mi infancia se encontraba en la manzana cinco, casa seis″, concluye, evocando con nostalgia esos momentos familiares.

La ruta del vino porteña

Chacarita es especialmente popular entre los jóvenes, quienes buscan propuestas interesantes a un precio más asequible que en Palermo o Colegiales.
Chacarita es especialmente popular entre los jóvenes, quienes buscan propuestas interesantes a un precio más asequible que en Palermo o Colegiales. Rodrigo Nespolo – digital
Sifón, otro bar con el vino como protagonista, está ubicado en el barrio porteño de Chacarita, en la Avenida Jorge Newbery 3881.
Sifón, otro bar con el vino como protagonista, está ubicado en el barrio porteño de Chacarita, en la Avenida Jorge Newbery 3881.Rodrigo Nespolo – digital

Si bien la cultura del vino siempre estuvo arraigada en Argentina, actualmente se observa una tendencia hacia los bares especializados que ofrecen una experiencia más cercana para disfrutar del vino. “Ahora la gente no solo lo consume junto a una comida, sino que va en busca de probar diferentes variedades”, explica Pérez Ochoa.

En particular, en estas cuadras del barrio de Chacarita, a metros donde se encuentra Casa Seis, hay una gran variedad de locales dedicados únicamente al vino. A unas cuadras se encuentra Naranjos Bar, mencionado por la revista Condé Nast Traveller como uno de los mejores nuevos restaurantes del mundo en 2021. Además, entre otros locales se destacan Veredita, Sifón, Lardito, La Fuerza y Sede, formando una auténtica “ruta del vino” porteña. “Aunque hay una variedad de establecimientos gastronómicos, se observa una concentración de wine bars en estas cuadras, razón en parte por la que decidí abrir aquí”, concluye Pérez Ochoa.

Esta nueva tendencia se suma al boom gastronómico que vive la zona desde hace unos años. “Chacarita está experimentando una alta demanda”, añade Javier Igarzabal, director de DIC Propiedades. “Junto con Villa Crespo, son consideradas las zonas ´relajadas´ de CABA, y Chacarita en particular viene con un crecimiento acelerado y unacreciente cantidad de locales dedicados a bares, cafeterías especializadas, comercios y arte. Es especialmente popular entre los jóvenes, quienes buscan propuestas interesantes a un precio más asequible que en Palermo o Colegiales”, destaca.

La zona experimenta un boom gastronómico desde hace unos años.
La zona experimenta un boom gastronómico desde hace unos años.Rodrigo Nespolo – digital
En la zona de los bares y restaurantes, alquilar un local de alrededor de 250 metros cuadras se sitúa en un promedio de 20US$/m².
En la zona de los bares y restaurantes, alquilar un local de alrededor de 250 metros cuadras se sitúa en un promedio de 20US$/m².Rodrigo Nespolo – digital

Sin embargo, este crecimiento no se replica en todo el barrio. “Chacarita, específicamente en el área alrededor del cementerio entre las avenidas Corrientes, Dorrego y Jorge Newbery, en dirección al Club Atlanta, aún está bastante tranquila, con poca afluencia de personas hacia esa zona”, comenta Jorge Gayoso, broker de la División Locales de L.J. Ramos. “Pero si nos desplazamos hacia la zona de Álvarez Thomas y Niceto Vega, en el límite entre Chacarita y Colegiales, se observa más movimiento. Cerca de Plaza Mafalda se está formando un clúster gastronómico con importantes establecimientos”, asegura Gayoso. En esta área, alquilar un local de alrededor de 250 metros cuadras se sitúa en un promedio de US$20/m². “Esto representa un costo bastante elevado para la zona”, añade.

Además, el broker resalta una microzona del barrio que tiene mucho un potencial. “Desde que se hizo el viaducto, en la zona del Movistar Arena, el triángulo que se forma entre las avenidas Dorrego, Warnes, Jorge Newberry y Corrientes de a poco va cambiando. Ya hay pequeñas cafeterías de especialidad que se van instalando; Palermo está empujando y no hay lugar. La gente se aburre de ir siempre a los mismos lados y esperar por las demoras y va migrando a distintas zonas”, finaliza Gayoso.

Vinos sustentables: así es la ambiciosa apuesta de Domaine Bousquet, que cumplió 25 años de agricultura orgánica

Fuente: IProfesional – Pionera en Gualtallary, lidera las exportaciones de vinos orgánicos y obtiene grandes reconocimientos internacionales. Claves de esta revolución verde.

«Cuando nosotros llegamos a Gualtallary en 1997 no había nada, ni caminos. Era un desierto de arena y piedras. Gracias a nuestra trayectoria vitivinícola elaborando en Francia, supimos entender que ese terroir era ideal para la elaboración de vinos orgánicos de calidad», rememora Anne Bousquet, presidenta y cofundadora de Domaine Bousquet, bodega que en 2023 celebró 25 años de agricultura orgánica en uno de los grandes terroirs de clase mundial ubicado en Mendoza.

El camino no fue azaroso. Por el contrario, la historia de Domaine Bousquet es el resultado de cuatro generaciones de tradición vitivinícola, arraigada en la región de Carcassonne, al sur de Francia. Y desde su nacimiento, la bodega se convirtió en una suerte de faro de prácticas orgánicas y sustentables para el resto de la industria, combinando la experiencia francesa con el excepcional terroir de Gualtallary.

En este camino, Domaine Bousquet marcó numerosos hitos que son fundamentales para seguir pavimentando el camino hacia una vitivinicultura cada vez más sustentable. Además de contar con 260 hectáreas propias con certificación orgánica, la bodega también facilitó la certificación de 1.000 hectáreas de pequeños productores. Además, como resultado de esta visión, se convirtió en la primera bodega con certificación en Agricultura Regenerativa. Y, como corolario de todo este trabajo es que hoy la bodega lidera la exportación de vinos con certificación orgánica.

Anne Bousquet, presidenta y cofundadora de Domaine Bousquet

«Nuestra misión es ser agentes de cambio generando una revolución orgánica que no sólo mejore, si no que favorezca a proteger nuestro medio ambiente y nuestra comunidad. Pensar el futuro actuando desde el presente a través de prácticas orgánicas, regenerativas y sustentables, dejando una huella en pos de construir un mundo mejor», destaca Anne.

Para ella, ser la bodega orgánica número 1, «es un hecho basado en una construcción de más de 25 años. Esta trayectoria en el camino orgánico, desde nuestros orígenes, siempre respaldados por certificaciones, nos coloca en un lugar de referencia en la industria».

Una bodega pionera y visionaria en el corazón de Gualtallary

Como se mencionó, desde su llegada a Mendoza en 1997, la Familia Bousquet transformó el árido paisaje de Gualtallary en un terroir reconocido por la excelencia de sus vinos de alta gama de clase internacional. Convencidos de su visión de futuro, iniciaron la plantación de viñedos en 1998, optando desde el principio por prácticas orgánicas y sustentables.

La bodega cuenta con 260 hectáreas orgánicas propias

«Nuestro ADN es ser orgánicos. Fue un camino que emprendimos naturalmente. Ese fue el puntapié. Siempre podemos ser más sustentables. No solo en términos de medioambiente, también en términos socioeconómicos. Al principio, Tupungato era una zona muy rural. Necesitábamos colaboradores para hacer crecer nuestra empresa, los ayudamos y capacitamos. Creamos un ecosistema en este desarrollo económico. La sustentabilidad es 360º», recalca Anne.

Es que Domaine Bousquet no solo ha consolidado su posición como referente en vinos orgánicos de alta gama, sino que también ha contribuido al desarrollo del Valle de Uco.

«Actualmente tenemos 260 hectáreas de viñedos propios. Además, en estos 25 años, el equipo de la bodega ha ayudado a pequeños productores del Valle de Uco, quienes nos proveen uva, a lograr la certificación orgánica de 1.000 hectáreas mediante el intercambio de conocimientos, el apoyo con los costos, la administración y el soporte técnico», agrega la presidenta y cofundadora de Domaine Bousquet, quien además adelanta que tienen planes de expandir la superficie de viñedos, siempre en Gulatallary.

Hito 1: bodega líder de la revolución orgánica

La trayectoria de Domaine Bousquet se refleja en su liderazgo como la principal exportadora de «vino orgánico certificado» de Argentina, representando el 65% del volumen total de transacciones en esta categoría.

En efecto, según un informe sobre operaciones de Comercio Exterior de la consultora Market, Research & Technology, de cada 11 millones de litros que exporta la Argentina, 7 millones llevan el nombre de Domaine Bousquet.

«Creo que venimos marcando un camino en la industria. No solo por ser pioneros en Gualtallary, uno de los mejores terruños del país, y haciendo viticultura orgánica desde hace 25 años; sino que también somos la mayor bodega exportadora de la categoría de vino orgánico certificado de Argentina. Estamos presentes en más de 60 países y somos de las 10 mayores bodegas exportadoras a nivel general», agrega Anne, quien recuerda muy vívidamente cuando a principios del año 2000, con su marido y socio de la bodega, Labid Ameri, vieron lo que estaba sucediendo en Estados Unidos y en las cadenas de supermercados que se especializa en alimentos naturales y orgánicos: «Entendimos que era una tendencia que iba a crecer».

Anne Bousquet y Labid Ameri, en los viñedos que trabajan de manera orgánica hace 25 años

Y no se equivocaron. Uno de los primeros hitos para la bodega fue en 2006, cuando lograron su primer gran éxito comercial internacional al ganar la licitación del Monopolio del Estado para la venta de bebidas alcohólicas de Suecia.

Ese acuerdo comercial se consagró como la mayor y más promisoria adquisición de vino orgánico del país. En los años siguientes, la bodega consiguió tres licitaciones más, consolidando así su posición como proveedor principal.

«Fue tan importante esa operación que Suecia se fijó el objetivo de que la categoría de vino orgánico represente el 20% de todas las ventas para el año 2020», señala Anne.

Hito 2: primera bodega con certificación en Agricultura Regenerativa

La convicción de Domaine Bousquet hacia la sustentabilidad se tradujo en la certificación Regenerativa Orgánica (ROC), convirtiéndola en la primera bodega argentina en obtener esta distinción.

La agricultura regenerativa, enfocada en la salud del suelo, bienestar animal y equidad entre agricultores y trabajadores, representa un paso más hacia la preservación del medio ambiente.

Los viñedos certificados con prácticas orgánicas, regenerativas y biodinámicas buscan crear un ecosistema armonioso y nutritivo. Sobre este punto, Anne Bousquet destaca: «Nunca dejamos de aprender, porque nunca nos quedamos quietos. Nunca nos bastó con ser sólo orgánicos, porque entendemos que los suelos igualmente se debilitan y hay que devolverles lo que, con nuestra intervención, le vamos sacando, y aportarle más. La salud y vitalidad de nuestros suelos es una prioridad para nosotros».

Domaine Bousquet lidera las exportaciones de vinos orgánicos en Argentina

Por eso es que decidieron ir por el camino de la biodinamia. «Esto nos despertó nuevos horizontes y aprendizajes Y en ese camino conseguimos inaugurar en la Argentina la certificación en agricultura regenerativa ROC para la viticultura. Fuimos la primera del país, la única fuera de Estados Unidos entre las cuatro primeras bodegas en el mundo que recibieron este sello que garantiza que se cumple con los más altos estándares en salud del suelo, bienestar animal y equidad para los trabajadores».

«Nuestra mirada es de una sustentabilidad 360, buscando dar garantías de que lo que decimos se hace, por eso además de las certificaciones en nuestras prácticas agrícolas, tenemos el sello de Fair for Life y Empresa B Corp, entre otras», completa Anne.

En efecto: en diciembre de 2022, la bodega obtuvo la certificación Empresa B Corp, un reconocimiento a 25 años de compromiso no solo con el medio ambiente, sino también con una economía sostenible para las personas.

La presidenta y cofundadora de Domaine Bousquet destaca que, más allá del impacto ambiental, también es importante la sustentabilidad económica y pensar en el contexto social de la comunidad que los rodea.

«Es parte de nuestra historia, como pioneros nuestra empresa ayudó y ayuda mucho al desarrollo de Tupungato y su gente, por ejemplo. Cuando llegamos necesitamos formar equipos y nada mejor que trabajar con la gente de lugar. Nuestro equipo de enoturismo está conformado por tupungatinos el 100% y son el 75% de la totalidad de nuestros colaboradores», afirma.

En paralelo, la bodega trabaja en mejoras continuas para alcanzar la neutralización de emisiones de carbono para el año 2030.

Y como parte de esta visión estratégica y a largo plazo, en 2021 se unieron a la iniciativa de la Sustainable Wine Roundtable, de la cual son miembros fundadores.

«Es una coalición global formada por diferentes actores de la industria vitivinícola, unidos para que el sector sea un líder en sustentabilidad a nivel mundial y así fortalecer la acción a medida que aumentan los desafíos y consecuencias en torno al cambio climático. Nuestro deseo es que esta iniciativa se replique en el país», se entusiasma Anne.

«Nuestra mirada es de una sustentabilidad 360», afirma Anne Bousquet

Hito 3: mejor productor de vino tinto del mundo

Un dato clave es que la bodega ganó el «Trophy – Best of the Best» en la categoría «Productor de Vino Tinto 2023» que otorga el International Wine and Spirit Competition (IWSC).

Domaine Bousquet fue la única bodega argentina que representó al país entre todas las categorías que recibieron el mayor premio que otorga la competencia, elegidos entre 7 bodegas finalistas de diferentes países productores que disputaron el Trofeo IWSC en la categoría «Productor de Vino Tinto 2023».

Además, en su reciente evaluación en Argentina, los vinos recibieron por parte de los jueces de IWSC un total de 11 medallas, con 3 de oro, 1 de plata y 7 de bronce, consolidando el estatus de la bodega.

«Nuestra meta es que Domaine Bousquet sea una empresa modelo en sustentabilidad para el mundo y que nuestros vinos sean sinónimo y referencia de ‘vinos orgánicos de alta gama y lujo’. Creemos que vamos en el camino correcto y el Trophy del IWSC a mejor ‘Productor de vino tinto 2023’ del mundo lo confirma. Este premio nos coloca en una nueva etapa», afirma Anne, quien recalca que el gran protagonista en estos 25 años de trayectoria sigue siendo el vino: «Nosotros siempre elaboramos vino argentino de calidad, con un buen precio y además orgánico. Esto último lo elegimos por convicción, no fue una estrategia de marketing, no había demanda para vino orgánico en ese momento, no era una tendencia».

Cuando se le pregunta a Rodrigo Serrano Alou, enólogo de Domaine Bousquet, qué diferencial encuentra un consumidor cuando descorcha un vino orgánico, no duda: «Hay una franqueza y una expresión de la fruta que es muy interesante y que invito a todo el mundo a poder disfrutar. Cada cual decidirá, según su paladar, si le gusta más o menos que un vino convencional. Lo que es seguro es que lo noto mucho en el día posterior: yo tomo un vino orgánico hoy y mañana tomo un vino convencional, al día siguiente lo voy a notar».

Gualtallary es un terroir excepcional, con muchas virtudes para tener los mejores vinos del país: la altitud y la diferencia de temperatura entre día y noche, que se da con mayor amplitud, y los suelos arenosos, pedregosos y pobres, son los mejores para la viña. Una de las claves para poder controlar mejor la calidad de la uva son las bajas precipitaciones, porque eso permite administrar el agua en los viñedos.

Ahora bien, ¿qué es lo más desafiante de llevar adelante un viñedo orgánico? Sobre este punto, Rodrigo Serrano Alou advierte que es una pregunta difícil «porque no es solamente desafiante llevar un vino orgánico, es desafiante llevar un viñedo, por empezar… y más desafiante aún es llevar adelante un viñedo en medio de un desierto como es Mendoza. Esa característica y clima invita a ser orgánico y eso es una es una gran noticia. Pero por supuesto que hay un montón de desafíos y el primero es el agua. Tenemos que ser muy eficientes y ser muy conscientes de que estamos en el medio de un desierto y hay una crisis hídrica de los últimos 10 años que no ayuda, pero con sistemas tecnificados a las claras están los buenos resultados».

Rodrigo Serrano Alou, enólogo de Domaine Bousquet

«Respecto a todo lo que sea orgánico propiamente dicho, tenemos tres puntos con los que nosotros lidiamos que son: plagas, manejo de cobertura vegetal del suelo y fertilización. Por supuesto que esto se engloba en todo lo que son las prácticas regenerativas y biodinámicas que realizamos y con las cuales seguimos aprendiendo y entendiendo cómo son los procesos naturales con el manejo de cobertura, el compostaje y manejo de nutrientes con un ecosistema», completa el experto.

En paralelo, Irma Remigio, coordinadora de Medioambiente y Gestión de Biodinámica de Domaine Bousquet, destaca que sus viñedos no sólo son orgánicos, sino que también tienen certificación biodinámica y regenerativa.

«Entonces, en un principio, el mayor desafío es convivir con las hierbas más invasivas, ya que no se usan herbicidas. Nuestra respuesta para estos problemas es que todos as prácticas que se realizan son en pos del incremento de biodiversidad para generar el equilibrio y resiliencia de nuestro ecosistema», detalla.

«Esta resiliencia, generada por la biodiversidad, sumada a insumos únicamente orgánicos siempre fueron suficientes para el mantenimiento de la sanidad de nuestras plantas, ya que dificulta la proliferación de patógenos. Por último, el manejo que realizamos de nuestros suelos en que no realizamos labranzas y hay un mantenimiento de cobertura de hierbas espontáneas y sembradas, es también es la gran jugada para la convivencia con las hormigas. Ya que teniendo biomasa/alimento abajo, suben menos a la viña», completa Irma Remigio.

El mundo demanda más vinos sustentables

Desde Domaine Bousquet destacan que, desde la pandemia, la tendencia por consumir vinos de bodegas con más compromiso con el medioambiente se está acelerando en todos los mercados internacionales y también en el argentino. Fue un punto de inflexión en el que se ha despertado otra conciencia.

Los viñedos de Domaine Bousquet son orgánicos y cuentan con certificación biodinámica y regenerativa

«Estamos viviendo momentos de cambios en el consumo, hacia productos más saludables, con un consumidor que se pregunta sobre los ingredientes, la procedencia y la forma en que fue elaborado; si se respeta a los animales, por ejemplo. Y los jóvenes son motor en este cambio, ellos se fijan en estas cosas. Es una generación que vive en un mundo diferente al mío de cuando tenía 20 años. Ellos son más conscientes de los problemas ambientales, vivieron la pandemia y se dan cuenta de que el clima es importante», reflexiona Anne Bousquet, quien recalca que más allá de tendencias, «en el futuro va a ser importante para la industria demostrar que se trabaja bajo prácticas orgánicas y sustentables».

Domaine Bousquet está cumpliendo 25 años de agricultura orgánica: ¿cómo imaginan que serán los próximos 25 años? Anne Bousquet no duda al responder: «¡Cada vez más sustentables y ser referentes en calidad!».

Acto seguido, adelanta que tienen dos grandes objetivos: «Uno de ellos es ser una empresa modelo, nuestras certificaciones son una muestra de ello. En este momento estamos haciendo un gran trabajo con nuestros equipos para lograr mejoras de nuestros procesos sustentables. El otro, es potenciar todo el trabajo que venimos haciendo en Gualtallary, el mejor terroir de Mendoza. Por eso hemos encarado un estudio exhaustivo de los suelos y las parcelas de nuestra finca, porque vamos en camino de crecer en la elaboración de vinos súper premium para inaugurar nuestra División Luxury».

Cómo se comporta el mercado de la cerveza artesanal después del boom

Fuente: Los Andes – El sector enfrenta las mismas dificultades que todos los sectores económicos, pero también desafíos particulares para seguir creciendo. Las claves para lograr sostenerse.

En 2018, la cerveza artesanal estaba en auge. Había más de una docena de patios cerveceros en toda la provincia y un centenar de bares dedicados especialmente a esta bebida. Pero la pandemia obligó al cierre temporal de estos espacios y más del 90% de la que se elabora en la provincia se vende en bares y restaurantes, lo que causó la desaparición de varios elaboradores. Hoy aseguran que se está en una situación de equilibrio, aunque también hay quienes hablan de estancamiento.

El sector no escapa a la coyuntura: una marcada caída del consumo en los últimos meses y un importante aumento en el costo de los insumos, que son en su mayoría commodities (cebada) o importados (levaduras). Sin embargo, también tiene desafíos específicos, como el hecho de que la mayor parte de la producción se vende en barriles y sólo una mínima fracción en latas o botellas, que deben mantenerse refrigeradas, lo que dificulta la llegada a otros espacios de comercialización, como supermercados.

Pese a esto, hay marcas que han logrado sostenerse o expandirse. Las claves que explican esto son diversas según el elaborador al que se consulte, pero mencionan la calidad del producto, la experiencia que se ofrece al consumidor y el contar con un bar propio de la marca para poder diferenciarse.

El corte abrupto

Para Fernando Guillot, vicepresidente de la Cámara Mendocina de Cervezas Artesanales, la pandemia marcó el fin de la expansión de un sector que hasta el verano de 2019 seguía en crecimiento, con la apertura de nuevos patios cerveceros y una mayor demanda del producto, por lo que seguían apareciendo fábricas de cerveza artesanal. Si bien entendían que en algún momento se iba a alcanzar una meseta, el aislamiento aceleró el proceso.

Cuando se comenzó a recuperar la actividad, varios fabricantes habían cerrado, pero aparecieron otros nuevos y, en los últimos años, no han notado una disminución, sino más bien una estabilización con valores un poco por debajo de los de 2019. Actualmente, evaluó, no ha habido más crecimiento ni caída, por lo que se podría hablar de un equilibrio en torno a unos 45 elaboradores en toda la provincia, quienes fabrican de 500 a 8.000 litros mensuales.

Guillot consideró que los que lograron sobrevivir a ese proceso fueron, en su mayoría, los que llevaban años fabricando y ya contaban con una clientela que lograron conservar. De hecho, esto fue lo que le sucedió a él con Aldea Gala, que cumplirá 20 años en 2024 y fue una de las marcas pioneras, junto con Pirca y Jerome. Indicó que, apenas le permitieron volver a abrir el establecimiento elaborador, sus clientes le siguieron comprando.

Explicó que el 90% a 95% de la producción la comercializan en barriles a bares, donde se sirve tirada, -apenas un 5% en botella- y no cuentan con un bar propio; situación que es compartida por la mayor parte de los fabricantes mendocinos. Sumó que en Mar del Plata o Bariloche es mucho más común que las mismas marcas tengan su bar (o más de uno), pero en Mendoza no tanto.

Por esta misma modalidad de envasado, casi toda la producción local se vende en la misma provincia o en San Juan o San Luis, y son pocos los que llegan a Buenos Aires, en general asociados a un producto en lata. Guillot señaló que este último es el formato más nuevo para la cerveza artesanal, que se empezó a instalar en 2020 y que es bastante sencillo diferenciar este producto de uno industrial, porque suelen utilizar etiquetas muy llamativas.

En cambio, la logística de los barrilles es compleja, porque se trata de contendores de acero inoxidable, muy costosos, por lo que, si los envían a otras partes del país, deben pedir la devolución. Este es el motivo, resaltó, por el que la cerveza artesanal mendocina se vende en la región, no la falta de mercado.

Estancamiento

Nicolás Massaccesi, de la cervecería 23 Ríos, planteó que el crecimiento de la producción de cerveza artesanal en la Argentina se encuentra estancado y apenas llega el 2% del consumo de cerveza, mientras en España ronda el 3 al 4%. Alcanzar ese porcentaje, resaltó, implicaría duplicar la elaboración actual. Y añadió que en Estados Unidos es del 15%.

El motivo de este estancamiento, explicó, es que los canales de venta actuales están saturados, porque la mayoría sólo puede vender en barril y, para que la producción creciese, los elaboradores artesanales deberían llegar a las góndolas y empezar a ganar espacio. Sin embargo, esto demanda el uso de tecnología, no sólo para envasar en lata, sino también para pasteurizar el producto.

Cervecería artesanal 23 Ríos
Cervecería artesanal 23 Ríos

Sobre esto, Massaccesi indicó que 23 Ríos se vende en lata, pero, al no estar pasteurizada, requiere de transporte y almacenamiento en frío. Por eso, para poder tenerla en un almacén o un supermercado deberían lograr un acuerdo comercial con ese comercio, para poder tener un sitio en heladera.

Desde su punto de vista, esta imposibilidad de alcanzar nuevos espacios de comercialización, por carecer de la capacidad para realizar esas inversiones, conduce a un límite para que el rubro se siga expandiendo. Es que, además, necesitarían de un volumen considerable para poder sentarse a negociar con ciertas cadenas comerciales.

Sin embargo, también resaltó que la marplantense Antares, con más de 25 años y 70 franquicias de bares en distintas partes del país, firmó un acuerdo de distribución con Peñaflor, lo que le facilitó la llegada a una gran variedad de puntos de venta (además de tener líneas de pasteurizado y envasado). De esta manera, las cervezas artesanales irán ganando un lugar en las góndolas de supermercados que, hasta hoy, ofrecen una amplia oferta de etiquetas, incluidas opciones premium, pero son producidas sólo por dos grandes corporaciones.

“La buena noticia es que ese camino se hizo en el mundo y también en Chile, donde las cervezas artesanales tienen menso consumo en barril y más en el canal retail”, indicó, para sumar que espera que en algún momento se llegue al mismo escenario en Argentina.

El bar propio

Cuando se pregunta a los elaboradores cuál ha sido la clave para sostenerse en el tiempo, frente a los diversos desafíos que enfrentó el sector en pocos años, las respuestas parecen diferir, pero, en realidad, comparten algo en común: la fidelidad del consumidor con el producto y la experiencia de consumo.

Guillot señaló que muchos consumidores reconocen las marcas y prefieren aquellas que vienen consumiendo hace años y saben que son de buena calidad. Cuando van a un patio cervecero y encuentran una que no han visto nunca, siempre habrá algunos que decidan probarla justamente porque es novedosa, pero una buena mayoría seguirá eligiendo la que le gusta.

Lo mismo sucede, añadió, con el estilo. En este momento, es muy fuerte el consumo de IPA, que se puso de moda y se instaló. Si bien es una de las más amargas, explicó que han ido apareciendo, dentro de esta variedad, algunas variantes más florales o aromáticas. Por otra parte, en el verano se incrementa el consumo de las cervezas livianas, como lager o ale, blonde o dorada pampeana.

Cervecería artesanal 23 Ríos
Cervecería artesanal 23 Ríos

En cambio, Massaccesi consideró que lo que les ha ayudado a perdurar en el tiempo -están comenzado su sexto año- es tener bares o puntos de consumo propios. Hoy, detalló, tienen la fábrica y un patio cervecero sobre el Acceso Sur; un carrito en la Fuente de los Continentes, que les ha permitido llegar también al turista; y una franquicia en el Nova Market (Guaymallén).

Al tener sitios propios, el producto deja de ser un “genérico”, que sale de una canilla en un bar, y se puede trabajar la marca, con una calidad de atención que, si es buena, hace que la gente vuelva a elegirlos. “Diversificarse, tener más puntos de venta, atender bien a la gente. El servicio es fundamental, es algo en lo que no transamos. En 2023 ganamos 6 o 7 premios y eso nos sigue validando y nos dice que estamos en el camino de hacer ‘birras’ de buena calidad”, enumera.

Seguir creciendo

Alejandro Vigil cuenta que empezó hace 10 años con una pequeña fábrica de cerveza artesanal, al lado de Casa Vigil y que fueron avanzando de a poco en lograr una mayor calidad e ir incorporando equipamiento hasta llegar hoy a un establecimiento con mucha tecnología. Sobre el boom y el descenso posterior, opinó que casi con todos los productos sucede lo mismo, cuando pasa el furor, quedan los que apuntan a ciertos estándares de calidad y que eso pasó no sólo en Mendoza, sino en todo el país.

Sumó que iniciaron el emprendimiento pensando en los locales propios y también en desarrollar cervezas de guarda, de las que no había casi en el país (con la excepción de Juguetes perdidos y otro par de elaboradores en Buenos Aires). Detalla que se trata de un producto que se coloca en barril de roble por uno o dos años y que, en el caso de Chachingo, tiene una segunda fermentación en botella. Vigil aclara que es una elaboración que apunta más a la gastronomía y al maridaje que a ser tomada sola, y que tiene menos dulzor, mayor acidez y un poco más de alcohol.

Por otra parte, tienen toda una línea de 17 variedades, de diversos estilos, que sirven en los bares propios, y de las que están elaborando unos 50 mil litros mensuales (48 mil son tipo Ipa, doble Ipa, Honey y otras de las más conocidas). También envasan en botellas de 500 mililitros, que envían a Buenos Aires. Y consultado sobre la clave para sostenerse y seguir creciendo, indicó que se enfocaron en la calidad y trabajar con materias primas seleccionadas, para apuntar a un cliente que busca una cerveza distinta.

Señaló que hay posibilidades de seguir creciendo y que estaban vendiendo en una vinoteca y otro par de lugares en Buenos Aires, pero han ido ampliando su red de distribución, por lo que tuvieron que sumar una nueva línea de fraccionamiento e incorporar más tecnología.

Por otra parte, Vigil se asoció con Quilmes para que la empresa elaborara sus cervezas artesanales en la planta industrial y se encargara también de la distribución. Explicó que recién lanzaron en diciembre del año pasado y que se trata de dos cervezas: una Grape Ale, con mosto de cebada y mosto de uvas criollas, y otra Botanic Lager, que contiene una maceración de botánicos.

Si bien la primera respuesta ha sido muy favorable, resaltó que hace 15 días que están en el mercado, en Buenos Aires, y bromeó con que eligieron el momento más difícil del país para el lanzamiento, aunque de inmediato subrayó que son iniciativas bien pensadas, para el largo plazo.

La cultura

Bruno Ferrari, uno de los creadores de la patagónica Berlina, que creó junto a su padre y sus dos hermanos, Guido y Franco, detalla que hace más de 20 años que están en el negocio y que empezaron mucho antes del “boom”, que los favoreció y les permitió crecer más. Reconoció que resulta difícil mantener una empresa “en esta patria hermosa, pero con tantos líos económicos” y estimó que uno de los factores que les permitió lograrlo fue que siempre valoraron la “cultura cervecera”.

“Siempre apostamos por eso y es uno de nuestros gritos de guerra: que la cerveza artesanal no es una moda, sino una cultura”, expresó. Y añadió que por eso no les sorprendió que, mientras muchos desaparecieron después del auge, ellos lograron seguir adelante. “Seguimos haciendo lo que siempre hicimos, que es contar nuestro cuento a través de la ‘birra’”, lanzó.

Los tres hermanos Ferrari, al frente de Berlina, cerveza artesanal patagónica, con tres locales propios en Mendoza
Los tres hermanos Ferrari, al frente de Berlina, cerveza artesanal patagónica, con tres locales propios en Mendoza

De todos modos, apuntó también a la pandemia como un importante obstáculo, que “hizo un desastre” y, si bien siguen teniendo 17 “boliches por toda la patria”, llegaron a tener 25. Ferrari resalta que tardaron 10 años en pensar y armar su primera franquicia, y que fueron subiendo escalón por escalón. De ese total, cuatro locales son propios y el resto franquicias, pero con un vínculo particular con los franquiciados, a quienes se los invita a aportar ideas y con quienes organizan una reunión anual. Se trata de una empresa familiar en la que pasan, en cierta forma, a ser incluidos en esa familia.

En Mendoza, la fábrica de Bariloche tiene tres locales. El más antiguo se ubica en la Peatonal y se sumaron uno en Il Mercato (Maipú) y otro sobre calle Arístides Villanueva. Ferrari cuenta que el público mendocino los recibió “de mil maravillas”. “Tienen paladares desarrollados, entienden de lo que es una sensación en boca, de ingerir espíritus nobles por la cultura vitivinícola. Es una plaza que nos encanta”, continuó.

La cultura de la “birra”, detalló, tiene que ver, desde su mirada, con estudiar los estilos clásicos en otras partes del mundo -estudió tres años en Alemania para convertirse en maestro cervecero- y después hacerlos propios. Entender el clima y la geografía del lugar, como el pH del agua, pero también la identidad y la preferencia por sabores más dulces, amargos o ácidos.

Así lograron cervezas “súper patagónicas y muy nuestras”, pero que siempre hablan del origen y consideró que el consumidor valora mucho eso. Por eso, hacen hincapié en que en los bares se expliquen estos detalles, para permitirle a quien está incursionando en el mundo artesanal apreciar el producto que está consumiendo e ir encontrando su preferencia.

Caída de consumo

Entre la mirada hacia 10 o 20 años atrás y la pre y postpandemia, aparece, inevitablemente, la coyuntura. El vicepresidente de la Cámara Mendocina de Cervezas Artesanales advierte que ha bajado mucho el consumo en enero, en comparación con el mismo mes del año pasado. Y es que, en diciembre, cuando subió el dólar, aumentaron los insumos, porque la cebada es un commoditie (y va siguiendo la evolución de esa moneda), muchos lúpulos son importados y todas las levaduras se compran en el exterior.

Esto hizo que los precios de las cervezas artesanales treparan 60% en un mes y, si bien los bares no dejaron de comprar, sí trasladaron los nuevos valores a la pizarra y el consumidor hoy cuida mucho los gastos o directamente no puede gastar lo mismo que antes. Por eso, estimó que deberán esperar a ver si, después de unos meses, la inflación baja y los sueldos se recuperan para comprobar si el sector ha llegado a una meseta o puede seguir creciendo.

Por su parte, Massaccesi, indicó que hay cervecerías en otras partes del país que cerraron 2023 con una disminución del 40% en el volumen de elaboración, pero resaltó que en 23 Ríos disminuyó apenas un 15% la venta y estimó que el turismo puede haber contribuido a este menor impacto de la crisis. Asimismo, señaló que los bares siguen estando llenos, pero ha bajado el ticket promedio. Y sumó que se ha ido enterando de algunas cervecerías artesanales mendocinas que están cerrando.

“En este país siempre es un desafío”, lanzó Ferrari y expresó que es lógico que haya bajado un poco el consumo, porque no hay dinero. Por eso, están intentando subir los precios lo menos posible y también de que la persona que llegue a consumir “se lleve la experiencia Berlina: si entraste mal, te vayas feliz, y si entraste feliz, te vayas mejor todavía”.

Cervecería Quilmes invirtió u$s3 millones para crecer en el negocio de la cerveza sin alcohol

Fuente: Ámbito – Cervecería Quilmes inauguró su primera planta dealcoholizadora para elaborar cerveza sin alcohol. La empresa es pionera en el segmento.

Cervecería y Maltería Quilmes invirtió u$s3 millones y puso en marcha su primera planta dealcoholizadora para elaborar cerveza sin alcohol en Zárate, Provincia de Buenos Aires. A través de esta nueva apuesta, la compañía busca ampliar su portafolio y desarrollar el mercado de cervezas sin alcohol en la Argentina. La dealcoholizadora se inauguró con la presencia del intendente de Zárate, Marcelo Matzkin, y autoridades de la compañía.

“Hoy el segmento de cervezas sin alcohol está cercano al 1%, pero mercados más evolucionados en la categoría como Alemania, Canadá o Estados Unidos están cercanos al doble dígito”, comentó Eugenio Raffo, VP de Marketing de la compañía. Y agregó: “Esto demuestra que la categoría tiene mucho para crecer y buscamos impulsar ese crecimiento ofreciendo nuevas propuestas para diferentes consumidores y gustos”.

A partir de este proyecto, la compañía comienza a elaborar en el país Stella Artois Sin Alcohol, en porrón 330 ml y en la nueva lata 473 ml, para abastecer al mercado local.

Según explican desde la empresa fueron pioneros en la categoría de cervezas sin alcohol cuando en 2009 lanzaron Lieber, con la marca Quilmes; y a partir de 2020 también ofrecen Quilmes 0.0% que hoy es es la única cerveza que se comercializa en estadios de fútbol. Luego sumó la versión sin alcohol de Stella Artois, su marca premium, y el año pasado presentó la edición limitada de Cerveza Patagonia, IPA KM 0.

Más inversiones

Esta inversión deja la puerta abierta para pensar en nuevos lanzamientos en el futuro. Seguimos trabajando en ampliar nuestro portafolio con alternativas sin alcohol y con bajo alcohol para fomentar la moderación e impulsar el consumo responsable. Al mismo tiempo, nos permiten acercar propuestas para ocasiones de consumo a los amantes de la cerveza que en determinadas ocasiones quieran elegir una bebida sin alcohol”, finalizó Raffo.

Este desembolso es parte del plan de inversiones que la compañía viene llevando adelante con el objetivo de ampliar la producción local de marcas internacionales. El foco es aumentar la capacidad productiva e incorporar nuevas tecnologías. Como resultado de este compromiso, todas las cervezas que vende la compañía son elaboradas en las 7 cervecerías que tiene en diferentes provincias del país.

Kombucha: La bebida saludable que promete reemplazar a la gaseosa

Fuente: La Nación – Florencia Di Paolo, una chef cuya trayectoria y emprendimiento reflejan el equilibrio perfecto entre el arte culinario y la conciencia ambiental, creó su propia marca de kombucha.

Florencia Di Paolo nos cuenta su historia desde sus raíces, formación academica hasta el surgimiento de Chá, su emprendimiento de kombucha. También nos explica que está bebida, cada vez más demandada, se puede hacer en casa y nos cuenta cómo. La marca de kombucha Chá representa una expresión de la dedicación y visión sostenible de su creadora.

Florencia Di Paolo es Licenciada en Gastronomía y chef sustentable.
Florencia Di Paolo es Licenciada en Gastronomía y chef sustentable.Gentileza Florencia Di Paolo

-Contanos sobre tu formación y trayectoria en el mundo de la gastronomía.

– Estudié gastronomía en la UADE y en el IAG, complementando mi formación con cursos de pastelería vegana, cocina étnica y chocolatería. Trabajé en restaurantes destacados como el reciente ganador de la estrella Michelin, Aramburu, y realicé una pasantía en Perú, lo que marcó mi carrera.

-¿Cómo surgió tu interés por cultivar tus propios alimentos?

-Siempre me gustó estar con las manos en la tierra de chiquita, me acuerdo que un juego para mí era agarrar platitos de plástico y jugaba a tener un restaurante y toda la comida la hacía con pastito y tierra, así que siempre tuve como esa inclinación. Ya de más grande cuando me mudé sola, arranqué mi huerta en el balcón. Durante la pandemia pedí cajones al verdulero y me armé una huerta en la terraza del edificio que la verdad estaba increíble porque sacaba kilos y kilos de tomate y otras verduras. Fue súper productiva, además de que fue re lindo para mí en ese momento de pandemia tener algo en lo que enfocar la energía.

– ¿Cuándo comenzó tu compromiso con la sostenibilidad en la gastronomía?

-Tras trabajar en grandes hoteles y ver la cantidad de desperdicios generados, busqué ir más allá de compostar. Realicé cursos de compostaje, cultivé hongos y adopté un enfoque holístico para reducir los residuos.

-Hablemos de tu incursión en la kombucha. ¿Cómo nació tu emprendimiento?

-Mi mamá hacía kombucha, y durante la pandemia, comencé a hacerla en casa. Experimenté con sabores, utilizando ingredientes orgánicos y adopté prácticas sostenibles en el proceso.

-¿Cómo describirías el proceso de elaboración de la kombucha en tu emprendimiento?

-Lo que hacemos es hacer un como si fuese una olla de té gigante en un bloque de cocción de cerveza en la fábrica se pone agua a 95º C y a eso se le coloca una bolsa gigante de té como si fuese un saquito de té pero en modo gigante con las hebras de té verde y té negro, que es lo que yo uso y se lo deja macerar para que largue todos los taninos y todo el color del té y las propiedades después eso se saca, se le agrega el azúcar orgánico, se revuelve bien y se le baja la temperatura para poder agregarle la Kombucha madre o el inoculo o bien llamado SCOBY (Symbiotic Culture Of Bacteria and Yeast, por sus siglas en inglés), una vez que tiene. El SCOBY, se mezcla y se deja por aproximadamente 10 días.

La kombucha de hibiscus, la cual es traída de la provincia de Corrientes de la estancia "El Parque", fundada en 1910.
La kombucha de hibiscus, la cual es traída de la provincia de Corrientes de la estancia «El Parque», fundada en 1910.Gentileza Florencia Di Paolo

-Cuéntanos sobre el nacimiento de tu marca y los desafíos empresariales.

Cuando invitaba a amigos a casa, preparaba kombucha y queso fermentado, generando interés que llevó a vender a amigos cercanos. La pandemia cambió mis planes de trabajar en un restaurante vegano, forzándome a encontrar otras opciones.

Siguiendo la sugerencia de un amigo, decidí comercializar la kombucha a un nivel más amplio. A pesar de la pandemia, colaboré con una experta en negocios para desarrollar el branding de mi nueva marca, “VIVO”, lanzándola en botellas de vidrio oscuro.

Comencé las ventas de manera artesanal, repartiendo en mi bicicleta y luego cuando me compré mi primer auto. A través de encuentros con dueños de dietéticas, establecí mis primeros clientes. Desde la producción en un departamento, me mudé a la primera fábrica y cambié al embotellado en lata. Sin embargo, descubrí que la marca “VIVO” ya estaba registrada, llevándome a adoptar “CHA” como segunda opción.

La transición de “VIVO” a “CHA” no fue fácil, enfrentando resistencia de quienes estaban afianzados con la primera marca. A pesar de los desafíos, perseveré, unificando gradualmente las marcas. Mi objetivo era crear una bebida saludable con un toque culinario, enfrentando desafíos tanto en la aceptación del nuevo nombre como en la preferencia por el formato en botella.

Quise crear una bebida saludable inspirada en lo que mi mamá solía ofrecerme, pero con mi enfoque de cocinera. Entendía que, más allá de ser saludables, las cosas deben ser deliciosas en primer lugar.

La kombucha de jengibre.
La kombucha de jengibre.Gentileza Florencia Di Paolo

-¿Cuáles son los sabores de kombucha que comercializas?

Para la elaboración de la Kombucha, actualmente empleamos hibiscus que obtengo de la estancia “El Parque” ubicada en la provincia de Corrientes, fundada en 1910. Utilizo pomelo rosado orgánico, el cual adquiero personalmente una o dos veces al mes en el mercado central para luego exprimirlo y obtener el jugo. Además, incorporo jengibre orgánico y otros sabores como cúrcuma y jengibre, utilizando las raíces frescas. Los cinco sabores disponibles incluyen el original, jengibre, cúrcuma y jengibre combinados, pomelo original y hibiscus.

La sommelier barilochense que se destaca en el mundo

Fuente: Río Negro – Poco a poco, se convirtió en la cuarta mejor sommelier del mundo y en la embajadora del vino argentino en el mundo. Paz Levinson acaba de publicar el libro “Crónicas del Vino Argentino” y lanzó el proyecto Argentina Reloaded para impulsar el vino argentino en las diferentes capitales gastronómicas del mundo.

Es barilochense y vive en Francia desde hace 10 años donde se desempeña como jefa ejecutiva de vino y bebidas del Grupo Pic, una cadena de restaurantes de la chef Anne-Sophie Pic. En noviembre abrieron un nuevo restaurante en Hong Kong y en las próximas semanas, abrirá otros en Dubai y en Japón.

Argentina Reloaded es un proyecto para llevar el vino argentino a los restaurantes del mundo, con estrellas Michelin, donde hay sommeliers formadores de opinión. La idea es hacer presentaciones ante profesionales o periodistas respecto al vino argentino, hacer maridajes y acuerdos”, resaltó Levinson.

Si bien hay mercados con bodegas ya establecidas, el desafío es que se conozcan los nuevos estilos, variedades y regiones del vino argentino. “Elijo presentar un mix de vinos. Tengo mucho contacto con productores argentinos y la idea es seguir comunicando. Fui nombrada Marca País. Para mí es importante que el vino sea considerado no solo en las parrillas de carnes argentinas del mundo sino que también esté en otras mesas”, agregó la mujer de 45 años.

Respecto a “Crónicas del Vino Argentino”, señaló se trata de un compendio de charlas con los mejores productores de este momento. El objetivo, dijo, no es que sea “un ABC del vino. Es una mirada interna, desde la mirada de una sommelier. Lleva al lector a esas discusiones o intercambios que tenemos hoy con los productores”.

La mujer de 45 años arrancó su carrera en un restaurante de Buenos Aires. Foto: gentileza

Levinson arrancó su carrera en Buenos Aires trabajando como camarera en un restaurante llamado Restó. En ese momento, estudiaba Letras. Pero su vida dio un giro cuando su jefa, María Barrutia, le propuso estudiar sommelería en la escuela Cave. “Me gustaba estudiar los vinos y me entretenía la diversidad. Nunca dejé de trabajar en el restaurante, pero a la vez, terminé Letras y comencé a formar a otros sommeliers”, contó.

En 2010, ganó el concurso como la mejor sommelier de Argentina y dos años después, decidió viajar al exterior al entender que podría seguir aprendiendo. El primer destino fue China y meses después, se instaló en Francia. “Viviendo en el exterior, surgió la idea de comunicar sobre el vino argentino con Wofa (Wines of Argentina) y luego con el proyecto Argentina Reloaded, hacer masterclass para profesionales y para periodistas “, señaló.

En 2015 fue seleccionada como la mejor sommelier de América y un año después, como la cuarta mejor del mundo. “No lo imaginé. Una cosa fue llevando a la otra. Mi idea siempre fue tratar de ser mejor profesional y eso me guió a donde estoy hoy, pero sigo teniendo la misma visión: enseñar y comunicar. En la vida de sommelier uno nunca deja de aprender”, advirtió.

Levinson define su trabajo como “complejo” ya que implica un constante acompañamiento y creatividad. “Lo que hago es llevar la dirección de hacia dónde queremos ir con las bebidas en los restaurantes de todo el mundo, el nivel que debería tener la carta de vinos, los detalles en los tés y cafés y todo lo que se toma”, describió. Su misión es encontrar los equipos indicados para cada restaurante, brindar la formación y guiarlos para llevar la sommelería a la excelencia en cada establecimiento.

En la cadena donde trabaja Levinson, hay más de 40 sommeliers en el grupo y hay 10 restaurantes que tienen estrellas Michelin. “Tengo la oportunidad de trabajar a un nivel muy alto. No se da todos los días. Es algo difícil de lograr: encontrar un lugar donde uno se sienta cómodo al 100% y donde se pueda llevar al límite la sommelería, haciendo nuevos maridajes, teniendo espacio para la creatividad y conociendo nuevos mercados”, concluyó.

Argentina Reloaded es el proyecto de Levinson para llevar el vino argentina a los restaruantes del mundo con estrellas Michelin. Foto: gentileza

Hacen el vino más vendido del país y llegan a China, Rusia y México: la historia de Fecovita

Fuente: Cronista – Nació en 1980 como una unión de cooperativas y hoy es uno de los grandes grupos de la industria del vino a nivel mundial. Toro es su gran caballito de batalla.

En poco más de cuatro décadas logró convertirse en la principal exportadora de vinos a granel en la Argentina. Además, dentro de su portfolio cuenta con la marca más vendida del país, el centenario vino Toro. Hoy Fecovita mueve más de 270 millones de litros de producto fraccionado por año y compite en todas las gamas de la categoría. De un pequeño grupo de productores mendocinos a un gigante de la industria vitivinícola con sucursales en China, Rusia y México.

La semilla de Fecovita fue la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas (Acovi) conformada en los 70 para que algunos productores pudieran tener representación gremial. El segundo paso fue crear una cooperativa de segundo grado para unificar la comercialización. Esto se realizó en octubre 1980 con la fundación de la Federación de Cooperativas Vitivinícolas, que estaba formada por 20 cooperativas bajo la presidencia de Carlos Magni.

Los viñedos y la experiencia en la cosecha ya los tenían, lo que le faltaba a la firma era el poder de las marcas, el músculo de fraccionamiento y la llegada a las cadenas de comercialización. En ese punto jugó un rol fundamental la antigua bodega Giol.

Al vino, Toro

Bautista Gargantini y Juan Giol, dos inmigrantes italianos, fundaron su propia bodega en 1896 en Maipú, Mendoza. Ahí empezaron a producir el vino Toro, que en 1910 ya superaba los 50 millones de litros en volumen. Sin embargo, cinco años más tarde la bodega pasó a manos del gobierno de Mendoza. Fecovita ganó la licitación de Giol y en 1990 compró la unidad de fraccionamiento y comercializaicón que solía pertenecer a la bodega.

Giol nació en 1896 con el vino Toro y se convirtió en el caballito de batalla de Fecovita.

La operación le dio acceso a Toro, una marca centenaria y con peso entre los vinos económicos de la góndola. Sus nuevos dueños le dieron un mayor impulso y la transformaron en la etiqueta más vendida de la Argentina con un 55% de participación de mercado en su categoría. A su vez, desde 2018 Toro se convirtió en sponsor de la selección Argentina, ese mismo año la firma desembolsó u$s 40 millones para ampliar su capacidad de almacenaje a 95 millones de litros y multiplicar su volumen de envasado a 38.000 litros por hora.

En 2004 Fecovita dio un paso hacia otro segmento, el de gama media y alta, con la creación de Bodega Estancia Mendoza. Dos años después expandieron su share en la categoría económica con la adquisición de Bodega Resero en San Juan por la cual le pagaron u$s 7 millones a Grupo Cartellone. Esto les permitió agregar una planta, tres líneas de fraccionamiento y las marcas Resero, Arrieri, Arizu y Zumuva.

Toro es el vino más vendido del país con una participación del 55% en su categoría.

Hace algunos años la cooperativa separó su negocio de vino fino, que se concentra en su bodega en Tupungato, Mendoza. La Unidad Estratégica de Negocios Bodegas, enfocada en el segmento de alta gama y en los mercados internacionales, está conformada por las etiquetas Canciller, Estancia Mendoza y Los Helechos. En tanto, la pata masiva es protagonizada por Toro, Nativo, Resero, Cruz del Sur y Zumuva.

A esto se le suma su negocio de mosto concentrado. En 2010 formalizó una alianza con Mostos Concentrados Argentinos (MCA) en San Juan para su procesamiento y hoy es el segundo jugador en exportación de este producto. Uno de sus principales clientes es los Estados Unidos, que lo utilizan como base para jugos.

Batalla judicial

En total, Fecovita nuclea a 54 bodegas, 5000 productores, más de 25.000 hectáreas de viñedos, 29 cooperativas y está en el top 10 entre los grupos vitivinícolas más grandes del mundo. Dentro del mercado local tiene casi un tercio de market share. No obstante, desde el año pasado está envuelto en un conflicto judicial con un exsocio.

Fecovita es el principal exportador de vino a granel de la Argentina.

En 2021 la cooperativa anunció un joint venture con Iberte con el fin de exportar vino y mostro a Europa del este, pero a mediados de 2022 decidieron ponerle fin a la sociedad. Iberte presentó un pedido de quiebra contra Fecovita en abril de 2023 y, si bien la causa fue desestimada, hoy la batalla continua.

La Unidad Fiscal de Delitos Económicos imputó a los directivos de Fecovita por fraguar estados contables en 2021 y 2022. Ahora, el mayor exportador de vino a granel del país enfrenta un pedido de intervención.

La enóloga que le puso algo más que burbujas al espumante

Fuente: Clarín – A los 33 años, Ana Paula Bartolucci es la nueva Chef de Cave de Chandon Argentina. Y es también la primera mujer en liderar la enología de la tradicional casa de espumantes a lo largo de los 64 años de historia que lleva en el país.

Nacida en San Martín, en el este mendocino, una zona de viñedos con una gran cultura vitivinícola, la relación de Ana Paula con el vino está presente desde chica.

“Mi familia está relacionada con la industria del vino a través de una empresa de comercio exterior, pero ninguno es enólogo. Cuando terminé la escuela secundaria, una de las opciones era estudiar enología.

Mi papá me dijo que si iba en serio, a través de un amigo suyo podía hacerme entrar en una bodega para que viera si me gustaba. Así pude conocer, estar en el laboratorio, ver toda la operatoria. Me di cuenta de que era lo que me gustaba, que el trabajo era muy dinámico, para nada rutinario. Era genial porque no tenía que estar detrás de un escritorio, así que empecé a estudiar en la Facultad Don Bosco y ahí terminé de enamorarme de la enología”, le cuenta a Viva.

Luego de los años de estudio y alguna pasantía en bodegas argentinas, viajó a Sudáfrica a hacer una temporada de enología y después a España:

“Trabajé en una bodega muy chiquita. El dueño me dejaba hacer y deshacer, y ahí encontré también una pata en la comunicación de los vinos, que me gusta mucho. Tenía la posibilidad de quedarme, pero debía la tesis para terminar la carrera, así que decidí volver para cerrar una etapa. Trabajé un año completo en una bodega del Valle de Uco y se abrió la posibilidad de entrar a Chandon”.Ana Paula Bartolucci en la cava de la Maison Chandon. / Gentileza.Ana Paula Bartolucci en la cava de la Maison Chandon. / Gentileza.

Con solo 27 años y poca experiencia en el mundo de las burbujas, luego de un largo proceso de selección, se sumó a un equipo consolidado liderado por el Chef de Cave Onofre Arcos.

“Creo que me eligieron porque, llegado un momento, las empresas necesitan gente que renueve la energía. Tener una cabeza más joven y ser mujer además, marcó el diferencial. Yo defiendo que uno siempre tiene que mostrarse y ser tal cual es”, dice.

Aprender de los maestros

Y agrega sobre sus comienzos laborales: “Onofre es una excelentísima persona. Hasta el día de hoy seguimos en contacto y eso me encanta. Nos tenemos cariño más allá de lo laboral. Es uno de los padres de la enología argentina. Yo, al principio, tenía muchos nervios. Sabiendo que él ya llevaba 40 años y le faltaba poco para jubilarse, le decía: ‘Onofre, tengo que aprender todo de vos antes de que te vayas’. Y él se reía.

Es un degustador superlativo. Muchas veces le preparaba degustaciones a ciegas para ver si podía engañarlo, pero sacaba tal cual lo que había servido en la copa. De Diego Ribbert, que fue quien sucedió a Onofre, también aprendí muchísimo. Es uno de mis mentores. Nos formó como equipo, con una mirada holística de todos los procesos de trabajo más allá de la enología en sí.

La parte técnica es clave y hay que aprender a tener visión para elegir la uva desde el viñedo, sobre todo porque en un espumante pasa mucho tiempo para ver el resultado de tu producto. Es un trabajo que se tiene que ir aprendiendo de alguien con experiencia”.

-¿Pensabas que ibas a llegar a ser la quinta Chef de Cave en tan corto tiempo?

-No, se dio muy rápido. Es una oportunidad única, una gran responsabilidad y un reconocimiento a las ganas que yo le pongo al trabajo, que ocupa una parte importante de mi vida. Me siento identificada con los vinos y la bodega. Diego se encargó de formarnos bien, es un equipo sólido y el reflejo es que no haya venido nadie externo.Ana Paula Bartolucci. / Gentileza.Ana Paula Bartolucci. / Gentileza.

-¿Cuál es el mayor desafío que te planteás?

-Mantener la personalidad y la calidad de los productos. El sello marca Chandon, que tiene estándares muy altos de calidad, es el principal desafío. Es continuar el legado de lo que venimos haciendo hace años. Desde lo personal, también tengo el objetivo de desarrollar la comunicación, mostrar todavía más lo que hacemos. Contar que se puede maridar toda una comida con espumante.

A lo mejor, mucha gente desconoce que se puede acompañar una carne con un espumante. Comunicar esa experiencia que nosotros hacemos en el restaurante de la bodega. Y también vamos a seguir con las innovaciones.

-Hablando de innovaciones, uno de los productos que llevaste adelante fue Apéritif, que tuvo gran repercusión en la Argentina y también en el mercado exterior. ¿Cómo fue el desarrollo de un espumante que no tenía antecedentes?

-Apenas entré empieza ese desarrollo. Fue algo disruptivo. Como yo era la más joven del equipo, andaba investigando por los bares cuáles eran las tendencias y en ese momento fue el boom de los spritz, que, más allá del dulzor, tienen en común el amargo. El desafío fue cómo desarrollar un espumante que tuviera esas características. Probamos con limones, pomelos, hasta que nos quedamos con las naranjas.

Hicimos distintas recetas y muchas cosas quedaron en el camino. Lo fundamental era la calidad, por eso todos los ingredientes que utilizamos son naturales. No compramos esencia, controlamos la materia prima. Ahora tenemos dos vendimias al año, la de la uva y la de las naranjas.

Que tuviera ese impacto a nivel mundial, que se conoce con el nombre de Chandon Garden Spritz, para nosotros es el reconocimiento que tanto anhelábamos. Francia es el tercer consumidor del Apéritif. Con la tradición del champagne que tienen ellos, es súper gratificante.

-Ustedes tienen los viñedos y la bodega en Mendoza, ¿qué otra zona de la Argentina te interesaría trabajar?

-Lo primero que se me viene a la cabeza es el Sur; todos los vinos son hermosos, pero los de allá son diferentes; probás algo de esa región y te das cuenta de que son distintos.Ana Paula Bartolucci. / Gentileza.Ana Paula Bartolucci. / Gentileza.

-Recién comenzás esta etapa, pero ¿qué legado que te gustaría dejar?

-Más allá de la parte técnica, en la que uno puede permitirse algunos caprichos o ediciones limitadas, yo quiero enfocarme más en la parte humana. Transmitir los valores que nos dejó Diego, de formarnos y tener otra visión de las cosas. Pararte a mirar lo que está pasando, armar equipos.

-En tu tiempo libre, ¿qué actividades te gustan hacer y cuál es tu cable a tierra?

-Mi cable a tierra es mi hijo Milo, de casi dos años; trato de estar con él todo el tiempo por fuera de mi trabajo. Y también me gusta correr por la montaña, es muy de los mendocinos andar por los senderos, escalar cerritos y estar en contacto con la naturaleza.

La propuesta de bodega Nieto Senetiner para el verano: grandes vinos, excelente gastronomía y paisaje imponente

Fuente: IProfesional – La bodega se ubica a solo 20 minutos del centro de Mendoza. Se puede disfrutar de visitas guiadas, degustaciones y almorzar con una inmejorable vista.

Bodega Nieto Senetiner tiene abiertas sus puertas durante todo el verano para recibir a quienes quieran disfrutar de una experiencia placentera y de aprendizaje sobre el mundo del vino. La bodega se ubica en Vistalba, Luján de Cuyo, a tan solo 20 minutos del centro de Mendoza. Su vista es incomparable, ya que se encuentra inmersa al pie de la Cordillera de Los Andes. El viñedo ya se encuentra florecido y es una época ideal para aprender sobre el proceso de elaboración de los vinos.

Se ofrece una visita guiada que finaliza con una degustación. La experiencia comienza con un recorrido guiado por la Finca Villa Blanca, viñedo de más de 100 años de antigüedad. Luego, ingresando en la bodega, cada visitante podrá conocer el fascinante proceso de elaboración de los vinos, recorriendo los espacios donde se elaboran las líneas de Nieto Senetiner y Cadus. Finalizando, se ofrecen tres opciones de degustación de vinos de Don Nicanor y Cadus: «Historia en Movimiento», «Cadus» y «Emblema».

Bodega Nieto Senetiner está muy cerca de la ciudad de Mendoza

La bodega cuenta con un Wine Shop, donde los turistas podrán adquirir los productos de venta exclusiva y toda la línea completa de vinos y espumantes de Nieto Senetiner y Cadus. Se ofrece también el servicio de vino por copa que se puede disfrutar en las galerías de la Bodega con los viñedos de vista única. El ingreso es hasta las 16:30 hrs, y esta experiencia no incluye degustación y tampoco visita guiada.

La esencia del restaurante de Nieto Senetiner

En las galerías del restaurante en Vistalba, con una increíble vista a la cordillera, los sabores, aromas y sonidos son parte de un paisaje único rodeado de viñedos.

La gastronomía está a cargo de Sebastián Weigandt, chef de AZUCA, quien fue reconocido con una estrella Michelin en noviembre de 2023. Los visitantes podrán disfrutar un menú pensado con amor y pasión por la cocina, con platos culturales, aquellos que nos acompañan desde siempre. Bajo el concepto de alimentos de confort, Sebastián puso el foco en ofrecer una opción de comida «hogareña», con platos caseros elaborados con productos de altísima calidad.

Su cocina es argentina con influencia del mundo, usando productos locales de estación. Son platos simples y recetas tradicionales, potenciando el regreso a los orígenes. La carta cambia cuatro veces al año, de acuerdo a cada estación, donde se utilizan ingredientes locales según la época del año.

Sebastián Weigandt, chef del restaurante de bodega Nieto Senetiner

Menú de verano, al pie de la Cordillera

Actualmente el menú de verano consta de los siguientes platos. Se pueden elegir dos o tres pasos y maridarlo con los vinos Nieto Senetiner Patrimonial, Don Nicanor o Cadus:

Entrada:

  • Conejo asado, arroz tostado con demi-glace de conejo, crema de maíz.
  • Mousse de parmesano, ragout de hongo, hongos portobello salteados, huevos escalfados, emulsión cítrica.
  • Burrata con frutilla balsámica, chutney de frambuesa, sal de Malbec, reducción de Malbec, albahaca y menta fresca.
  • Degustación de tomates de estación.

El menú se puede maridar con Nieto Senetiner Patrimonial, Don Nicanor o Cadus

Principales:

  • Salmón con crema de zanahoria y curry, tarta de tomate, manteca cítrica.
  • Ojo de bife con crema de pimiento asado, zucchini y durazno asados, maní crocante y alcaparras fritas.
  • Tortellini de marisco con salsa huancaína y sal de aceitunas.
  • Gigot de cordero con ensalada fresca de rúcula, cuscús y cítrico.

La cocina que ofrece el restaurante es argentina con influencia del mundo

Postres:

  • Profiterol relleno de crema de rico, mermelada de naranja y salsa inglesa.
  • Mousse de cereza, bizcocho húmedo de chocolate, polvo de frutilla y sopa de chocolate.
  • Tarta toffee, masa sablée rellena de ganache de chocolate con avellanas, salsa toffee y tuile de sésamo.
  • Sorbet de pepino y limón, merengue de limón, agua de melón.

En 2022, Bodega Nieto Senetiner recibió por parte de TripAdivsor el premio Travellers’ Choice por encontrarse entre el 10% de las atracciones más populares del mundo. Cada año, TripAdvisor celebra las atracciones que constantemente ofrecen experiencias increíbles con el premio Travellers’ Choice, y en 2022 fueron designados como ganadores, es decir, que a lo largo del año hubo muchas personas que visitaron la Bodega y brindaron opiniones y calificaciones positivas.

Son 16.000 personas que la visitan al año, y las épocas más concurridas son entre febrero y abril, en el mes de julio, y de octubre a diciembre.

Situada en Vistalba, Luján de Cuyo, la «Primera Zona» de Mendoza, con más de 130 años de historia, Nieto Senetiner es referente por su trayectoria y calidad. Es reconocida por estar en constante evolución, con el compromiso de mantenerse siempre en movimiento.

De calidad excepcional y un portafolio de marcas reconocidas que invita a explorar y descubrir un verdadero ícono del vino argentino.

Cómo reservar tu experiencia en Nieto Senetiner

Visitas y degustaciones de lunes a sábados en los horarios de las 10:00 hs, 11:30 hs y 15:30 hs

Almuerzo de pasos maridados con vinos de Nieto Senetiner Patrimonial, Don Nicanor y Cadus, de lunes a sábados, de 12:30 hs a 14:00 hs (para aquellos que no quieran realizar la experiencia completa, se encuentra disponible la opción de vino por copa).

Reservas: turismo@nietosenetiner.com.ar. +54 9 2615 2086

Comenzaron haciendo vinos en un garage y hoy son la nueva cara de San Juan: así es Elefante Wines

Fuente: IProfesional – Una enóloga y un ingeniero agrónomo comenzaron elaborando vinos en su casa. Hoy alumbran partidas ultra limitadas con el Valle de Pedernal como estandarte.

Hay una cuenta pendiente que, muy paso a paso, está siendo saldada. La provincia de San Juan, siendo la segunda mayor productora de uvas y vinos, por detrás de Mendoza, recibe muy poco crédito. Por una serie de factores -que dan para una nota aparte-, las bodegas de San Juan no suelen estar en la mente de los consumidores argentinos.

Pero decíamos que esa deuda estaba siendo saldada gracias al esfuerzo que están poniendo desde pequeños proyectos hasta algunas (pocas) grandes bodegas, que vienen alumbrando vinos súper interesantes, principalmente en dos Valles: Pedernal y Calingasta.

Y uno de los proyectos que viene trabajando para mostrar el gran potencial de la provincia es Elefante Wines, creado por Juliana Rauek y Felipe Azcona, quienes se conocieron mientras estudiaban en Mendoza y que, apenas recibidos, decidieron mudarse a San Juan.

Ella es enóloga; él, ingeniero agrónomo. Y su historia en común arrancó en 2013 con una primera vendimia que, literalmente, la terminaron elaborando en el garage de su casa. Comenzaron experimentando con un Syrah de Calingasta pero cuando en 2015 compraron uvas Malbec de Pedernal, aseguran que fue amor a primera vista.

Elaboraban sin tener un plan muy definido. La idea era algo tan simple y fascinante como hacer vinos. Incluso, presentaron ese primer Malbec en su propio casamiento, entre familiares y amigos. Sin fuegos de artificio ni presentaciones formales, habían iniciado la construcción de su propia marca.

El primer vino se llamó El Elefante (in the room). Les gustó esa expresión de origen inglés que hace referencia a todo aquellos que es visible pero de lo que nadie quiere hablar. ¿El número? Apenas 400 botellas, de las cuales 100 bebieron en esa boda y el resto las vendieron entre sus allegados.

Elefante Wines arrancó como un proyecto de vinos de garage

Conforme el proyecto creció, el garage quedó muy chico y la familia decidió dar un paso trascendental: comprar una bodega. En 2021 encontraron un establecimiento que estaba totalmente cerrado desde hacía 30 años pero tenía la ventaja de que estaba ubicado a poco más de 1 hora de Pedernal, en la localidad de Santa Lucía. La contra es que había que ponerle mucho esfuerzo: la bodega había sido desguazada y solo estaban las piletas y una prensa vieja. Se trataba de una apuesta fuerte, dado que había que poner plata y esfuerzo.

Felipe asegura que se trató de «una apuesta con cierta magia, porque esa bodega cuenta la historia de lo que fue el vino en San Juan, en la época de los 90 litros per cápita. Allí se elaboraba un millón de litros». Para tener una referencia, según el INV, el consumo de vino en Argentina fue de 18 litros per cápita en 2022, el menor de la historia.

El trabajo todavía continúa: la bodega sigue en proceso de restauración y la están adaptando a las necesidades actuales. Mantuvieron las paredes de las piletas de concreto de hasta 25.000 litros pero las fueron adaptando para tener recipientes más chicos y funcionales, en línea con la escala de la bodega, que elabora 15.000 botellas anuales.

Aseguran que el objetivo es hacer vinos con trazabilidad e indicación de origen, en una bodega moderna pero respetando el patrimonio y manteniendo la estructura antigua de la bodega y que «sean huellas o cicatrices de un pasado del cual estamos orgullosos».

Y, en relación a lo que marcábamos sobre la necesidad de volver a poner en valor la vitivinicultura de la provincia, desde Elefante Wines se lo tomaron muy en serio: están por habilitar un restaurante y abrir un espacio al turismo.

«Va a ser un hito para San Juan, porque no hay bodegas chicas abiertas al público que hagan cosas de alta gama, siendo la segunda provincia vitícola», aseguran.

Juliana Rauek y Felipe Azcona, creadores de Elefante Wines

¿Qué vinos probar?

El corazón de este emprendimiento hoy está en Pedernal, donde cosechan la uva a mano y en cajas chicas. Allí están trabajando con un productor con el que tejieron una relación estrecha a partir de 2015. «Tenemos un acuerdo para llevar adelante las parcelas y las labores que se hacen. Estoy mucho en la finca, sobre todo en la vendimia. Además nos hacemos cargo de todo el transporte de la uva, voy personalmente con un carro y traigo toda la uva para tenerla rápido en la bodega», relata Felipe.

Si bien elaboran partidas ultra limitadas, el portfolio de vinos es complejo: tienen 6 líneas y un total de 15 etiquetas.

En esta producción, te recomendamos 5 etiquetas de este proyecto que, literalmente, nació en el garage de una casa:

El Elefante (in the room) 2021

Es la nave insignia de la bodega por ser el vino que dio origen a todo. Este Malbec proviene de Pedernal, de suelos limosos, con piedras y pedernales y presencia de calcáreo. Su elaboración es sencilla: maceración previa en frío, luego fermentación en tanques de acero y posteriormente crianza en barricas usadas por 12 meses. Se embotella sin filtrar. El resultado es un vino con mucha, mucha fruta y algo herbal de fondo. En boca es amplio, con buen volumen y taninos con grip, algo rugosos. La fruta se vuelve crocante y la acidez aporta buen filo. Vino con mucho carácter y de larguísimo final.

Memoria de Elefante – Capítulo I Pinot Noir 2022

Para elaborar este Pinot Noir, utilizaron 15% de racimo entero y realizaron una fermentación corta en un tanque sin tapa. La idea fue moverlo poco, dejarlo tranquilo y pasarlo a una barrica usada donde estuvo 7 meses. La clave de Pedernal y de los Pinot Noir, como ya hemos contado en otras notas, está en que es un lugar fresco pero con buena irradiación solar. Entonces, el estilo de estos vinos está lejos de esos Pinot terrosos, que la gran Elisabeth Checa definía como «podriditos». En este caso, hay fruta roja de sana madurez y flores. La acidez es casi mordiente pero se entiende muy bien con el suave dulzor de la fruta, sin ser nunca sucroso. Bebible, fresco, frutado, con una historia diferente para contar.

Memoria de Elefante – Capítulo II Syrah 2022

Felipe cuenta que, al comienzo, le escapaban un poco al Syrah, porque es una variedad que tuvo su época de auge pero luego sufrió el ocaso. Sin embargo, le dieron una segunda oportunidad y la decisión fue acertada: «nos dimos cuenta de la calidad que se podía lograr». Elaboraron apenas 1.200 botellas, con una vinificación simple, con maceración en frío, fermentación en tanques de acero con remontajes y maceración post fermentativa. Permaneció 1 año en tanques de acero y luego se crió durante 12 meses en barricas usadas. Al degustarlo uno siente que es un acto de justicia: qué bien se están dando los Syrah en Pedernal, que poco tienen que ver con esos Syrah cárnicos. En este caso, va más por el lado de la fruta negra, con toques especiados, herbales y hasta balsámicos, que hablan de un clima un poco más fresco y de una mayor amplitud térmica. En boca ofrece mucha tensión y taninos bien texturados, pero a la vez largo, jugoso y fluido. Si te gusta la variedad, tratá de conseguirlo ya. Si hace mucho que no probás un Syrah, te damos el mismo consejo.

Los vinos nacen en el Valle de Pedernal

Memoria de Elefante – Capítulo III Blend 2022

Juliana y Felipe cuentan que miraron un poquito a Burdeos y buscaron un vino más de diseño, con una mirada más enológica, para obtener un vino con buena nariz y pensado para la guarda. Para este blend optaron por un 50% de Malbec, poco más de 37% de Cabernet Sauvignon y menos del 13% de Syrah. Todo fue fermentado en tanques de acero y criado por separado en barricas usadas hasta el corte final. De esta etiqueta se elaboraron 1.200 botellas y el resultado es un vino exuberante en nariz, con mucha fruta negra y roja y trazos de pimentón rojo, con un toque ligeramente herbal dado por el Syrah. El toque de barrica es muy sutil y le suma una tercera capa, fina. Al paladar se muestra jugoso y sabroso, con taninos con grip que ofrecen buena estructura. Este vino se siente un poco más graso, pero siempre con la frescura como hilo conductor. Muy rico blend.

A través de mis ojos – Parcela Tinca 2021

Un Malbec que busca transmitir la esencia de Pedernal. Para elaborarlo, cosecharon un pequeño cuartel que tiene la particularidad de que brota antes que el resto, a inicios de septiembre. «Al ser un lugar con calcáreo extremo, las plantas producen menos. Es un lugar muy particular que madura antes y por eso cada vendimia representa un desafío especial para nosotros», explica Felipe. Para elaborarlo, eligieron una vinificación sencilla, con un porcentaje de racimo entero, algo de pisoneo y nada de remontaje. El resultado fueron apenas 300 botellas de un Malbec de paisaje: se percibe la fruta roja y también un fondo herbal. En boca ofrece una expresión diferente: largo, con linda tensión y textura marcada pero delicada a la vez. Al escuchar hablar de tanto calcáreo, uno se predispone a encontrarse con un tinto igual de extremo, con una sensación de tiza dominando el paladar, pero no, aquí hay mucha fluidez, mucha elegancia y mucha frescura.

Si tenés la oportunidad de cruzarte con una botella de la bodega, dale una chance. Hay mucho por descubrir de este proyecto que, para la concepción de sus vinos y de sus etiquetas, sus hacedores transitan desde El Principito hasta Frida Kahlo. Cada vino es una puerta a una historia diferente.