Una marca argentina de aceite de oliva fue elegida como la mejor del mundo por tercera vez consecutiva

Fuente: Clarín Gourmet – En toda una hazaña, Olivícola Laur -que pertenece a la empresa mendocina Familia Millán- conquistó el título de campeón mundial por tercera vez consecutiva, consolidándose como un referente indiscutido en la producción de aceites de oliva de alta calidad a nivel global.

La empresa quedó nuevamente posicionada en el puesto N°1 del EVOO World Ranking, -también fue número uno del mundo en los años 2021 y 2022– un reconocimiento internacional otorgado por los principales expertos de la industria, que corona al ganador luego de evaluar su performance durante todo el año en los diversos concursos mundiales de este reconocido producto.

De esta manera, Laur, que se ubica en Cruz de Piedra, Maipú, a unos 25 kilómetros al sudeste de la capital de Mendoza, superó a marcas consagradas de países con larga trayectoria en el rubro, como Portugal, España, Turquía y Grecia.

Los premios recibidos por la firma de aceite de oliva Laur

“En 2023 participamos en 14 competencias – la mitad de los concursos realizados- y recibimos 140 premios con un total de 7172 puntos, un número mucho mayor al obtenido por otras empresas provenientes de los principales países productores de aceite de oliva virgen extra», declara José Millán, fundador y director de Familia Millán.

“Para nosotros es un orgullo obtener por tercera vez consecutiva el primer puesto en el ranking mundial, nuestra tercera estrella», explica

Y agrega: «Este tipo de reconocimientos ayuda a fomentar el consumo de aceite de oliva y posiciona a Mendoza y a nuestro país para siempre en un lugar destacado en la historia de la olivicultura. A la vez, es una señal para la industria, que nunca debe dejar de pedir apoyo para continuar en esta línea de desarrollo y mejora continua”.

La historia de Laur

Aceite LaurAceite Laur

Laur fue fundada en 1889 y ha sido desde entonces pionera en la elaboración de aceite de oliva virgen extra. Actualmente pertenece a la familia Millán, también dueña de Átomo Supermercados, Bodega Los Toneles y Destilería Casa Tapaus, entre otras firmas.

La aceitera produce más de 600 toneladas de aceite de oliva virgen extra al año -aproximadamente un millón de botellas-, de los cuales casi el 90% se comercializa en el mercado interno.

Las marcas que producen son Clásico Extra Virgen, Blend de Terroir Cruz de Piedra Orgánico, Blend de Terroir Altos Limpios, Blend de Terroir Medrano, Gran Mendoza Premium, Contraviento y Gran Laur.

Los productos de Olivícola Laur se exportan a China, Corea del Sur, Uruguay, Paraguay, Costa Rica, Ecuador y Estados Unidos.

Qué es el ránking EVOO World Ranking 2023

Aceite de oliva Foto Shutterstock.Aceite de oliva Foto Shutterstock.

Este ranking es una clasificación sin fines de lucro que fue creada hace 15 años para promocionar mundialmente los aceites de oliva virgen extra más premiados del mundo, con el objetivo de educar a los consumidores. Premia a aquellos productos que han participado en alguno de los concursos realizados durante el año que considera el EVOOWR.El aceite de oliva Laur. El aceite de oliva Laur.

No se incluyen clasificaciones de libros o revistas, sino sólo competiciones internacionales, en donde las catas son a ciegas y llevadas a cabo por jurados internacionales especializados.

Todos los años, antes del inicio del calendario de concursos, se publica la lista de las marcas que se tendrán en cuenta para la elaboración del ranking.Aceite de oliva.  Foto Shutterstock.Aceite de oliva. Foto Shutterstock.

El sistema de calificación permite saber qué aceites de oliva virgen extra son los más galardonados del mundo y distinguir a las mejores empresas por variedad y tipo de AOVE, así como detectar qué zonas del mundo se destacan en su producción.

De hecho, los altos puntajes obtenidos por Olivícola Laur en los distintos certámenes han colaborado en el posicionamiento de la Argentina como país productor de AOVE de alta calidad.

El top ten de las mejores productoras de aceite de oliva del mundo

1- Olivícola Laur – Millan S.A – ARGENTINA

2- Gallo Worldwide – Victor Guedes S.A – PORTUGAL

3- Almazaras de La Subbética S.L. – ESPAÑA

4- Nova Vera Gida ve Tarim San. Tic. A.S. – TURQUÍA

5- Oliva Malia Ltd. – TURQUÍA

6- Goya En Espana S.A.U. – ESPAÑA

7- Hermus Ltd. Sti. – TURQUÍA

8- Aceites Oro Bailén Galgon 99 S.L.U. – TURQUÍA

9- Estância das Oliveiras Agroindustrial Ltda.- PORTUGAL

10- Mediterre Eurofood S.A. – GRECIA

Creó un software para restaurantes en Mar de Ajó y hoy tiene 10.000 usuarios: cómo nació y creció Maxirest

Fuente: Clarín – Es posible que el dueño de un restaurante en la Argentina, cualquiera, no conozca el nombre de Aldo Pecile, pero seguro conoce la marca Maxirest. Se trata del software especializado para locales gastronómicos más usado en el país: hay 8.000 bares y restaurantes que cada día se conectan a Maxirest como usuarios registrados, y su dueño estima que hay al menos otros 2.000 locales que siguen usando viejas versiones de Maxirest, de esas que no requieren actualización por Internet.

Pecile es el creador del software y también de la empresa cuya sede principal funciona en el barrio de Once. Hoy Maxirest tiene 170 empleados, distribuidos entre Buenos Aires y las dos sedes que desarrollaron en Uruguay y Paraguay en los últimos dos años.

Pecile es un programador que aprendió de manera autodidacta en los años ’80, con una Commodore 64, en Mar de Ajó. Su historia como empresario es bien “de garage”, porque empezó solo, primero con un cliente, luego con otro y así hasta llegar a los 8.000 activos que tiene hoy.

Pero la historia de Maxirest, como negocio, es casi lo opuesto a la de las “startups” tecnológicas, que levantan rondas de inversión hasta llegar a la categoría de «unicornio». Maxirest hizo su camino por la vía convencional a lo largo de tres décadas, con una lógica financiera tradicional: tiene que ganar más dinero del que gasta.

La facturación de Maxirest, que hoy ronda los dos millones de dólares anuales, es generada por un modelo de ventas por suscripción. Con ese modelo fue captando nuevos clientes en épocas de crecimiento, y también se aseguró un piso de facturación en las épocas de crisis.

Otra característica de negocio convencional es que atiende como local: tiene 25 puntos de atención sólo en la Argentina, cada uno con la característica telefónica del lugar. Con esa forma de hacer negocios, su dueño asegura que, pese a que atravesó el corralito de 2001 y la pandemia, ninguna crisis lo obligó a despedir a nadie en más de 30 años.

Los comienzos con la Commodore

La historia arranca en Mar de Ajó, donde Pecile vivió entre 1986 y 1991 e hizo toda la escuela secundaria. “Era uno de los pocos que sabía programar, y ya codeaba como autodidacta con una computadora Commodore 64. En el colegio hice un desarrollo de química para una feria de ciencias y llené los 64 kilo bytes de la computadora, de modo que con 16 años viajé a Buenos Aires en micro, me fui a Galería Jardín, me compré una PC con disquetera marca XT, me volví y transferí el desarrollo que había hecho, un sistema de química que dibujaba cadenas carbonadas. Esas fueron mis primeras experiencias en sistemas”.

En una ciudad donde todos se conocían, a Pecile le alcanzó con terminar la secundaria para que de inmediato lo reclutaran. “La única casa de computación que había en Mar de Ajó me ofreció desarrollar software comercial, y empecé. Vino alguien de una inmobiliaria que quería tener una agenda de propiedades y se la programé. Vinieron de una farmacia para tener un registro y un nomenclador, y se los hice. Así se empezó a armar una cadena. Imaginate, era fines de los ’80 y principios de los ’90, en materia de computación estaba todo por hacerse. Casas de ropa, de zapatillas, el corralón de materiales, la ferretería, todo tipo de comercios entraban, me pedían un software y yo en 15 o 20 días se los hacía. Se los armaba desde cero; primero hacía de analista de sistemas, me planteaban el problema y les desarrollaba la solución”.

Y así llegó el verano. A comienzos de los ’90, justo antes del 1 a 1 de Cavallo, la Costa Atlántica seguía siendo el destino excluyente para las vacaciones en la Argentina y la temporada alta se extendía desde diciembre hasta comienzos de marzo.

“En aquel momento, el dueño de un restaurante de San Bernardo me encargó un sistema. Fue mi primer desarrollo para un local gastronómico, y viajé a instalarlo. Fue el 14 de enero de 1991. Se lo terminé de instalar y le dije que se quedara tranquilo, que me quedaba a ayudarlo».

Aquella noche de mediados de enero, Pecile conoció ambos lados del mostrador, como programador y a la vez como cliente de su propio software. «Esa noche hicimos 600 cubiertos, que equivalía a reponer el salón cuatro veces. Y cuando terminamos, el dueño del restorán, que hasta ese momento había sido mi cliente, me preguntó si quería trabajar como cajero, de adicionista, con lo cual pasé de desarrollador a usuario de mi propio sistema. Tenía 20 años y le dije que sí, me había súper divertido, y ahí me enamoré de la actividad».

Lo primero que hizo fue cambiar el software. «Me di cuenta de que mi programa era una basura (se ríe). Servía, pero estaba mal conceptualmente. En muy pocos días dí vuelta la lógica, y entonces sí el programa agarró viaje. Yo trabajaba a la noche como adicionista, y de día seguía programando. Entonces apareció otro restaurante para comprar el software, y comencé a ver la veta comercial. Podía vender el mismo programa a otro cliente sin tener que recodear nada. Y así, de los 20 o 25 software que hice, el de los restaurantes fue al que le puse la mirada y el corazón”.

Recorriendo el espinel

El enganche del joven Aldo con los restaurantes se extendió por cuatro veranos. Al año siguiente se volvió a emplear en el mismo restaurante de pastas como administrativo. En paralelo, seguía haciendo programas de computación.

“Al año siguiente ya tenía diez restaurantes que usaban ese software. Todos de la Costa, principalmente de San Bernardo. Para el tercer verano me fui a trabajar a una parrilla, a conocer otra disciplina, y al año siguiente me fui a una pizzería, buscando conocer muchos rubros”.

Para entonces, Pecile ya no vivía en Mar de Ajó, donde viajaba para el verano. Se había mudado a Buenos Aires para estudiar Licenciatura en Informática en la UBA. El siguiente paso fue un empleo como programador. Pero aquello no duró mucho.

“Un día me aburrí y renuncié al trabajo. No me pagaban bien, y también dejé la facultad. Me aburrí de todo y me puse a ver qué hacer. Y le llevé el software a quien fue mi primer cliente y empleador, el restaurante de pastas en San Bernardo, que también tenía un restaurante en San Telmo. De onda, le instalé el nuevo software con muchas mejoras. Y el tipo me dijo que iba a llamar a alguien para que me ayudara a venderlo”.

Lo contactó con el encargado de suscripciones del Boletín Informativo Gastronómico. «Era una revista de nicho, muy buena, con más de 8.000 suscriptores mensuales, y comencé a pautar en la revista. Así empecé, en 1993. No tenía ni marca, ni empresa, ni nada. El primer mes me llamaron de tres restaurantes y vendí un programa. Después otro más, y uno más y otro, y así. En 30 años llevamos más de 25.000 sistemas vendidos. Hoy lo usan casi 10.000 restaurantes. Estimamos que hay 80.000 personas usándolo todos los días».

Un modelo anti crisis

Lo primero que hizo Pecile fue ponerle nombre a su flamante emprendimiento. Lo resolvió en cuestión de minutos.

“Decidí juntar mi segundo nombre, Maximiliano, con la palabra restaurante y ahí surge Maxirest, sin estudios de mercado, ni agencia de marketing. Hoy con internet sería muy difícil. Cualquier palabra que se te ocurra resulta más difícil de registrar en Internet”.

Con el modelo de suscripción pasó algo similar. En plena década del ’90 decidió que cambiaría la manera de vender su software, para garantizarse un piso de facturación mensual.

“Siempre hicimos un modelo de recurrencia, y lo aplicamos en una época en la que todavía no existía el concepto de software as a service (SaaS) bajo suscripción mensual. Aplicamos una modalidad de venta mediante un abono mensual que incluía soporte, mantenimiento, actualizaciones y cubrir las necesidades que tuviera el usuario. Yo lo llamo modelo anticrisis y nos salvó en 2001, cuando llevábamos diez años como empresa”.

Para 2001, Maxirest era una empresa de apenas ocho personas, incluido Aldo y su hermano Gastón, quien se ocupó de la parte comercial y hoy es socio. En aquel momento, en el que miles de compañías de todo tamaño cerraron en la Argentina, Maxirest siguió adelante. Según Pecile, lo que funcionó como tabla salvavidas fue el modelo de suscripción.Gastón y Aldo Pecile, dueños de MaxiRest, en la sede de la empresa en el barrio de Once. Foto Guillermo Rodriguez AdamiGastón y Aldo Pecile, dueños de MaxiRest, en la sede de la empresa en el barrio de Once. Foto Guillermo Rodriguez Adami

“Estábamos en una instancia de crecimiento lento pero firme, y, salvo mi hermano, todo el personal era técnico, inclusive yo. El trato con los clientes era muy personal y había un alto índice de fidelidad: cuando adquiríamos un cliente, teníamos un abono mensual asegurado. Esa recurrencia hizo que tuviéramos siempre solidez económica y, siendo prolijos, una tranquilidad financiera. En la crisis de 2001 lo difícil fue adecuar las tarifas, pero se hizo. Al principio nadie sabía qué precio ponerle a las cosas, pero ningún restaurante cerró. Nosotros adecuamos el abono mensual y continuamos cobrando. Por eso nos jactamos, en el buen sentido, de tener un modelo anticrisis. Después vino la pandemia y por suerte también pudimos superarla. La pandemia fue jodidísima, porque perdimos un tercio de la cartera, pero a fin de 2020 la pudimos recuperar”.

Hoy Maxirest tiene un plantel de 170 empleados, con su cuartel general en la calle Catamarca al 100, y varias divisiones y productos. Hasta principios de noviembre de 2023 facturaba unos $150 millones por mes. «Estamos cerca de los dos millones de dólares por año, pero con un mercado más normalizado rondaríamos los cinco millones de dólares anuales» estimó Pecile.

Crearon incluso un equipo de customer experience que estudia los “puntos de dolor” en el trato con los clientes, además de equipos de ventas, de software y de implementadores del producto.

“Somos como consultores que probamos el sistema llave en mano. No somos una interfaz web donde ingresás usuario y contraseña, te registrás, cargás diez precios de productos y tenés que salir a facturar sin ningún tipo de asesoramiento. Igual, yo estoy convencido de que el modelo es escalable como los de las startups. Por eso lo estamos armando”.

El proyecto para transformar Maxirest de empresa local a una de expansión regional estaba previsto para principios de 2020. Pero fue puesto en pausa forzosa por la pandemia, y los hermanos Pecile lo retomaron a fines del año pasado.

“Llevamos un año en Uruguay, donde estamos teniendo un crecimiento lento. Parece un revival de lo que te venía contando, estamos construyendo una base sólida de clientes reales. Hace poco desembarcamos en Paraguay, estamos terminando las últimas cuestiones legales, la razón social y el back office en general. Pero estamos listos y ya tenemos usuarios también en Paraguay”.

Ese crecimiento orgánico consiste, sobre todo, en mucha interacción con el cliente. “El gastronómico te llama, lo conocemos de toda la vida. El gastronómico hace diez cosas a la vez, es un mini empresario pyme argentino que tiene que facturar, se da vuelta y tiene que entrar los cajones de gaseosas y después recibir a la gente en el salón. Y cuando falta un mozo lo cubre. Es un pulpo. Y no le puede dedicar mucho tiempo al software”.

-¿Qué le cobran ustedes a ese cliente?

-Antes teníamos la licencia de uso, nos la compraban a perpetuidad; con una compra la podían usar toda la vida. Después sumamos una suscripción mensual, con la que ofrecemos la mesa de ayuda, las actualizaciones del producto, y hoy, además, te incluye la conectividad hacia soluciones en la nube, un tablero online que te muestra lo que está sucediendo en tu local si vos no estás, más la interconexión con PedidosYa para que los pedidos te ingresen directamente al software, la interconexión con MercadoPago para que si te pagan con el QR se impute automáticamente. Todos esos servicios tipo Nube están incluidos en la suscripción mensual, cuyo costo depende de la estructura del negocio. Si tenés una sola computadora o si tenés varias terminales que usan los mozos, hay un valor, y después depende la cantidad de cosas que utilices. Algunas tienen un costo adicional.

-¿Cuántos usuarios activos tienen hoy?

-Habrá cerca de 10.000, de los cuales estimamos que algo más de 1.000 continúan usando sistemas viejos, versiones de cuando nos compraban las licencias perpetuas. Ese software no se conecta con nada y no sabemos si está vivo o no. Y tenemos cerca de 8.000 que son las versiones más nuevas y que todos los días abren el sistema.

Un vermut argentino se mete en una nueva categoría con una alianza estratégica

Fuente: Info Negocios – La marca de vermut que nació en Chacarita, hace siete años, ahora se suma a un nuevo mercado con una alianza estratégica. Se trata de la primera sidra que marida estas dos bebidas. ¿Cuáles son los planes?

La Fuerza, la marca de vermut, que comenzó con un bar en Chacarita, ahora entra en una nueva categoría y lanza una sidra premium.

Se trata de la primera sidra maridada con vermut. «Es una fusión que hicimos con la marca Pülku que produce sidra orgánica en Villa Regina, en Rio Negro», explicó Martín Auzmendi, socio de La Fuerza.

La sidra, que salió al mercado en diciembre del año pasado, es una edición especial. «Es una producción exclusiva, que se hizo en Rio Negro, con solo 1000 botellas que se comercializan en nuestro canal e-commerce y en el bar en Chacarita», resaltó Auzmendi.

Pülku es una sidra artesanal, orgánica y sin tacc, que comenzó a elaborarse a principios de 2010. En sus inicios la producción era solo de 1000 botellas, pero actualmente esos números alcanzan las 70.000 unidades por año.

«Se trata de una prueba piloto, la intención es incrementar los números de producción y sumarlo como un producto más de La Fuerza. Hoy ofrecemos dos versiones de sidra de manzana con vermut rojo y con vermut blanco», resumió Auzmendi. 

La sidra, que se produce y envasa en Villa Regina, se ofrece en envases de 750 cc con un precio exclusivo de $ 10.990 por unidad.

Según los últimos datos el Weston Cider Report -elaborado por la homónima fabricante británica de sidras-, en la actualidad, la Argentina registró 82 millones de litros anuales de consumo interno.

La Argentina es un gran consumidor de sidra: es el primero en Latinoamérica y el sexto entre los principales del mundo, sólo detrás de Reino Unido, España y Estados Unidos. «Entendemos que es un mercado con gran potencial y que en el país está creciendo a pasos agigantados», dijo Auzmendi.

La marca sale a competir con Cervecería y Maltería Quilmes que a fines de 2021 comenzó a comercializar las versiones Demi Sec, Dolce y Pera de Sidra 1930.

También lo hará con la marca de Cerveza Patagonia, también del grupo Quilmes, que lanzó al mercado a Isidra, una sidra frutada de edición limitada que se puede consumir en lata de 473 centímetros cúbicos.

A la lista de competidores se suma Moño Azul quienes incursionaron con su propia marca de sidra hace dos años en su presentación botella y lata.

En 2010, la cervecera chilena CCU, adquirió Sáenz Briones, dueña de las marcas 1888, Victoria y Real. En ese momento, pagó u$s 12,5 millones por activos que le aseguraron una participación del, por lo menos, 50% del negocio local. Desde entonces, CCU concentró sus esfuerzos en desestacionalizar el consumo de la categoría, fuertemente asociado con las fiestas de Navidad y Fin de Año. La etiqueta insignia de esa cruzada, 1888, tiene crecimientos anuales de doble dígito en volumen, según datos del grupo chileno.

La historia de La Fuerza

Hace siete años, cuatro amigos se juntaron con un propósito: relanzar una de las bebidas más clásicas y conservadoras de la Argentina. Hoy cuentan con 5 líneas de productos, producen 100.000 litros al año, exportan a cinco mercados y hasta crearon el primer «ready to drink» de esta categoría.

Julián Díaz (dueño hasta ese momento del bar 878 y Los Galgos), Martín Auzmendi, Agustín Camps (ambos con experiencia en el sector de bebidas y gastronomía) y Sebastián Zuccardi (uno de los enólogos más destacados) se asociaron en 2016 para crear una bebida que «rompiera con lo ya existente».

El 9 de enero de 2018. abrió por primera vez el bar La Fuerza en la esquina de Dorrego y Castillo en el corazón de Chacarita. Un año después la Revista Time lo eligió como uno de los 100 lugares del mundo para visitar.

El vermut se hace 100% en la bodega que tiene la marca Zuccardi en Mendoza. «El vermut tiene solo cuatro ingredientes, el vino, que es el corazón de la bebida, hierbas, alcohol y azúcar. Nosotros lo hacemos con base Malbec y Torrontes, de calidad y vinos terminados de Zuccardi».

Café Cabrales: cómo cambiar sin perder la mística familiar: «entre nosotros el apellido genera más obligaciones que derechos»

Fuente: Clarín – Desde Mar del Plata provee, entre otros, a McDonald’s. «No hacemos locuras», dice Martín Cabrales, su presidente.

En 1926, con 18 años, Antonio Cabrales abandonó Asturias y se embarcó hacia la Argentina.

En Buenos Aires comenzó a trabajar en “Al Grano de Café”, una firma en el centro porteño, elaboradora, importadora y exportadora de café, té y otros productos. Al tiempo, la empresa lo envió como encargado de su sucursal en Mar del Plata. Allí se quedaría para siempre.

Con el oficio aprendido y mientras fundaba una familia marplatense, en 1941 Antonio se convirtió en emprendedor: abrió un local en Rivadavia casi Independencia, que bautizó La Planta de Café. Allí vendían café tostado y molido a la vista a clientes particulares, junto con otros productos importados. Pero el objetivo principal era atender hoteles, confiterías y restaurantes, es decir, el mercado “de pocillo”, o canal Horeca, como se denomina hoy.

Sus hijos Antonio “Quique”, Jorge y José Manuel “Coco”, se fueron sumando al negocio en los ’60. “Éramos una familia muy unida, y el café estaba siempre presente”, recuerda hoy Martín Cabrales, hijo mayor de Quique y actual presidente de la compañía. “Yo nací en 1962 y me acuerdo de chicos jugar con mis hermanos a trepar las pilas de bolsas de arpillera de café verde de 60 kilos. El café era el tema en la familia”.

El emprendimiento se convirtió en una empresa familiar y comenzó a expandirse. En 1965, en una Mar del Plata más grande y populosa, la familia compró un terreno en la calle Talcahuano al 600, para armar un depósito. Allí envasarían el té en hebras Tellevo y el té en saquitos Big Ben, y también emplazarían la máquina de torrado (un proceso de tostado con agregado de azúcar que permite suavizar defectos y estirar la vida útil del café. En la Argentina es el más consumido en los hogares).

Así, a la venta de café tostado y molido a la vista sumaron, con la marca La Planta de Café, el torrado en un envase dorado y con logo. “Fue una idea de mi padre, que tenía un gran sentido comercial. Mi tío Jorge manejaba la venta a los locales gastronómicos, y Coco los supermercados”, cuenta Martín Cabrales. “Pero la cabeza era papá”.Antonio Cabrales inició la compañía en 1941. Antonio Cabrales inició la compañía en 1941.

A principio de los ’80 la familia había tomado otra decisión trascendente: darle su apellido a la empresa, Cabrales S.A., aprovechando que así se la conocía en los restaurantes, bares y confiterías.

Quique captó las posibilidades de expansión que abrían los incipientes supermercados, con su sistema de autoservicio en grandes superficies, formato que empezó a difundirse en el país en los ’60 (El Hogar Obrero, los Minimax del grupo Rockefeller, Tanti, Norte y Gigante), y que desde mediados de los ’80 y en los ’90 tendría su apogeo, de la mano de los hipermercados de las cadenas internacionales.

“Primero crecimos hacia el sur del país, con un local en Ushuaia. Después vinimos a Capital Federal con una oficinita. El supermercadismo empezaba un desarrollo muy fuerte, y nos subimos a ese crecimiento. Disco, Jumbo, Norte y Carrefour nos ayudaron mucho”, cuenta Martín Cabrales. Gracias a los supermercados, La Planta de Café se convirtió en el caballito de batalla de la empresa, empujado por la publicidad en los medios masivos, con el jingle Arriba Cabrales, cantado por Julia Zenko, sonando en todas las radios a mediados de los ’90.

Como algunos supermercados eran regionales, la empresa pudo aprovechar para vender en Uruguay, Chile y Paraguay. “Fuimos abriendo mercados de a poco. Las posibilidades se dan porque estás todo el día en el tema. No fue que hicimos un estudio de mercado, mucho fue prueba y error”.

Con la tercera generación a cargo de la compañía, la marca encaró otra innovación: lanzó el primer café tostado para consumo hogareño, con la marca Cabrales. “Hasta ese momento, el tostado sólo se encontraba en los bares. Nosotros lo pusimos en las góndolas, con la certificación de Colombia de Juan Valdez”. Luego siguieron con Brasil, Perú, Costa Rica y otros. “Hicimos toda una línea de tostados certificados por el país de origen”.

De la familia a la empresa profesional

Desde el comienzo, la empresa también importó marcas internacionales, que hoy ofrece en sus cinco locales en Mar del Plata, dos en Buenos Aires y uno en La Plata. “Mi abuelo trajo el cognac Osborne”, dice Martín. En los ’90 fueron representantes, entre otras marcas, de Jack Daniel’s, Vat 69, Dewars y Budweiser: “Fuimos los primeros en traer la cerveza en lata”.También trajeron las conservas españolas Albo, el té inglés Twinings, las pastas Cipriani y Barilla, los edulcorantes Splenda, los filtros Melitta, las especias McCormick y otras. Lo importado puede conformar el 15% de las ventas de la compañía, pero con altibajos que dependen de la época y la política nacional.

Desde el local inaugurado por Antonio hasta la sociedad anónima actual, Cabrales pasó por diferentes etapas. “Con mis hermanos iniciamos un proceso de profesionalización”, explica Martín. Para eso, manteniendo la mística de la empresa familiar, desarrollaron con el IAE (Instituto Argentino de la Empresa) un protocolo que establece las reglas de participación de los familiares y parientes políticos “antes de que empiecen los problemas”. Los socios acuerdan las reglas de incorporación al trabajo, las remuneraciones y vacaciones, entre otras cosas. “Se trata todo el tema familiar, se lo detalla en un protocolo y, si bien no tiene fuerza de ley, se lo respeta de esa manera”.

Ahora les toca ver cómo se incorpora la cuarta generación. «Ya está mi sobrino Manuel, pero debemos profesionalizar todas las gerencias”, dice Martín. Los accionistas son los miembros de la familia. “Algunos integran el directorio y otros no tienen obligación de estar en la empresa, cada uno elige su destino. Para ocupar un rol gerencial hay que ser un profesional capacitado. Es decir, la portación de apellido genera más obligaciones que derechos y, para ocupar una gerencia, un Cabrales tiene que estar más profesionalizado o especializado que un tercero”.El local de La Planta de Café en Mar del Plata.El local de La Planta de Café en Mar del Plata.

En el mundo, el café es la bebida más consumida después del agua, dice Cabrales. En la Argentina, si bien el café y los bares pueblan el imaginario porteño, no hay un alto consumo. “Aquí está muy impregnado en la cultura, en lo porteño, en el encuentro con amigos. Y entonces se supone que el consumo es mayor de lo que en realidad es”. El café se toma en las grandes ciudades, dice, pero a nivel país apenas roza el kilo por persona al año, contra cerca de 11 kilos de los países nórdicos.

Aunque el mate le saca varias cabezas (se consumen unos 6 kilos anuales de yerba por persona), para Cabrales no es la única competencia. “Antes el café competía solamente contra el mate, que tiene la ventaja de tener materia prima nacional. Cuando eramos chicos a la mañana nos daban café con leche con pan y manteca. Ahora son cereales, lácteos, jugos, y también el té… Contra todo eso compite el café”.

Que, entonces, debió aggiornarse. Al público joven había que captarlo. Así nacieron las cadenas y el café de especialidad. “La tendencia a degustar el café es muy buena para nosotros, porque nos empuja a estar cada vez más arriba en calidad, a ofrecer distintos blends. Y obliga también a nuestros clientes a dar una buena bebida”.

Y agrega: «Hay que trabajar en los nichos, saber leer al consumidor y aprender lo que quiere y necesita. A mayor grado de crisis, el que sufre más suele ser el consumo del medio. Tenés que ver las necesidades de cada consumidor. Una cualidad nuestra es tener en góndola todas las variedades, para distintos bolsillos».

En esa tendencia, la empresa lanzó“Familia Cabrales”, una línea de café de especialidad o de autor. “Empezamos ahora porque trajimos a Mar del Plata Mumac Academy, la primera academia de café de Sudamérica, del grupo Cimbali. Somos representantes de sus máquinas, que son las mejores del mundo”.La planta de Cabrales en los primeros años de la compañía.La planta de Cabrales en los primeros años de la compañía.

La academia apunta a un público diverso. Consumidores que quieren profundizar sus conocimientos, gente que busca una salida laboral como barista, o que planea viajar y quiere la certificación que les permita preparar café en cualquier ciudad del mundo, aficionados gourmet. “Arrancamos hace poco más de un mes con nuestros clientes en Mar del Plata. Se empieza de cero, la molienda, el grano crudo, la preparación, la bebida lista para consumir. Requiere de toda una práctica”.

A diferencia de otras bebidas, el café no solo depende de un buen producto de origen, sino también de la preparación. Incluso la humedad del día puede impedir un grado de molienda perfecto. “Es decisivo el resultado final. En una comida, el café es lo último, por eso es importante que esté bien”.

Para acompañar la exigencia, la empresa formó un equipo de apoyo para sus clientes de hoteles, restaurantes y bares. Un coffee master capacita a quienes lo piden, y una decena de maestros cafeteros recorre la calle. “Chequean cómo sale el café en los distintos locales, le enseñan al que trabaja en la máquina cómo va la taza, cómo tiene que ser la molienda, la temperatura…”.

Para ubicarse mejor frente a la competencia, Cabrales también desarrolló distintos productos, algunos asociados con grandes empresas. Una fue Philips: “Con ellos desarrollamos Senseo, una cápsula grande y redonda con papel filtrante para unas máquinas de Philips que ya no se fabrican. Pero nosotros seguimos haciendo la cápsula, hasta que se rompa la última máquina”, dice Martín Cabrales.Café Cabrales. La sede de Mumac Academy, donde se forman los maestros cafeteros.Café Cabrales. La sede de Mumac Academy, donde se forman los maestros cafeteros.

Otra asociación estratégica es con La Serenísima: “El café líquido Sense, en cappuccino, caramel y macchiato, se elabora con nuestro café. Y desarrollamos la cápsula de café cortado con leche de La Serenísima”. La láctea de Mastellone también lanzó hace poco la Leche Barista, que Cabrales distribuye entre sus clientes: “Es especial para cafés y bares, con otra densidad para la espuma”.

La secuencia suma el azúcar blanca refinada (y rubia cuando consigue), que compra a distintos ingenios. “Distribuimos 120 toneladas por mes a nuestros clientes. En Mar del Plata tenemos las máquinas para el fraccionamiento y envasado en sobrecitos”. A razón de cinco gramos por unidad, son nada menos que 24 millones de sobrecitos mensuales.

Finalmente, hace dos meses lanzaron la marca de edulcorantes Liv, en tres variantes: tradicional, de sucralosa y de stevia.

También fueron los primeros en traer al país las cápsulas compatibles con Nespresso, y en desarrollarlas en la Argentina, igual que las de Dolce Gusto. “Es un mercado chico que crece”, dice Cabrales.

«Somos una empresa dirigida con austeridad. La familia es accionista y nunca estuvimos ni en convocatoria ni en quiebra. Invertimos, pero no hacemos locuras. Hace poco inauguramos oficinas en Palermo; mejoramos el local de Alberti y Güemes, en Mar del Plata, donde vivió el retratista Richard Hall y tenemos un espacio de arte; hicimos la Academia de Café; compramos máquinas… Pero no hacemos cosas fantasiosas, están más o menos de acuerdo con nuestro volumen de ventas y capacidad de endeudamiento», explica Cabrales.

El mercado del café en la Argentina

Según Cabrales, el mercado de café en la Argentina es de unos 42 millones de kilos al año. En valor, y redondeando, la mitad correspondería al consumo doméstico (venta en supermercados, chinos y almacenes), que lidera el café torrado. La otra mitad es el canal de hoteles, restaurantes y bares, que es todo de café tostado.

La variedad principal para consumo doméstico es el torrado, segmento que lidera La Virginia, mientras que Cabrales es el primero en tostados. En café instantáneo, el número uno es Nestlé. La oferta se completa con las cápsulas y los saquitos.

¿Les preocupa que se abra el mercado y llegue algún competidor importante?

-Que yo vea, no. Puede venir alguno y comprar otra empresa, pero no vino nadie en los últimos 30 años, somos siempre los mismos. Nestlé, La Virginia, son marcas que están hace mucho.

En el canal Horeca, con mucha competencia informal, Cabrales es el principal con un 23% de participación, con clientes grandes como McDonald´s, Havanna, Brioche Dorée, La Fonte D’Oro, Dandy y La Parolaccia, además de cadenas de hoteles.

Martín Cabrales cuenta algo contraintuitivo y lógico a la vez: que uno de sus clientes más exigentes es McDonald’s. “El café que nosotros comercializamos con McDonald’s tiene una de las certificaciones más complejas, que es la Rainforest Alliance”.

Identificada con el logo de una ranita, esta organización internacional, con proyectos de agricultura sustentable en 70 países, certifica (en este caso) que el café se cultiva y cosecha en fincas y bosques que siguen prácticas sustentables. Aunque la comida rápida no se suele asociar a la calidad, las compañías multinacionales están sometidas a exigencias mayores que las demás empresas.Martín CabralesMartín Cabrales

Contra la idea de que las importaciones no agregan valor, Martín Cabrales remarca la industrialización que realiza su empresa. “El café verde, crudo, es un commodity que la Argentina no produce y que cotiza en la Bolsa Nueva York. Nosotros importamos (de Brasil, Colombia, Perú, Costa Rica) un commodity y lo descommoditizamos, le ponemos valor agregado”. En ese agregado de valor se cuenta el tostado, el molido, el envasado con distintas tecnologías, las marcas y las distintas certificaciones (desde las normas ISO hasta HACCP, sin TACC, Kosher y Rainforest Alliance), algunas de ellas indispensables para exportar. “Italia también importa café, y a nadie se le ocurriría cuestionar el valor de la industria italiana del café”, sostiene.

¿Tuvieron algún golpe duro en los casi 82 años de historia?

-Hubo errores, millones. Pero creo que hay que hablar de aprendizajes. Siempre lanzás productos al mercado; si no se venden, los cambiás. Así es la vida del comercio. Por otro lado, el café es un producto que se paga en dólares, y cuando hay devaluación repercute directamente. Para nosotros lo más importante es pagar a nuestros proveedores, por eso ganamos prestigio y buen crédito. Primero pagamos a los proveedores, a nuestro personal, los impuestos y en último lugar estamos nosotros.

¿En algún momento la empresa estuvo en venta?

-Mi padre tuvo muchos ofrecimientos de compra, algunos hipermillonarios, sobre todo en los ´90. Luego, nosotros también, pero nunca se nos ocurrió vender, ni a mi padre, ni a mí, ni a mis hermanos. Yo me siento un custodio de la marca, la tengo que cuidar, es mi apellido.

Cómo es la suculenta que los cocineros más top incluyen en sus platos

Fuente: La Nación – Está de moda por su sabor salado. Narda Lepes y Germán Martitegui son algunos de los chefs que la incorporaron a sus recetas.

La salicornia es la nueva protagonista principal de la alta cocina. Esta planta suculenta buscada, esquiva y de sabor tan particular como exquisito, es una revelación en las cartas de los restaurantes más gourmet del país y también aporta múltiples beneficios al organismo.

La salicornia, también conocida como planta de San Pedro o espárrago de mar, es una planta suculenta que, al morderla, tiene un sabor salado. Esto se debe a que crece en el mar o en ámbitos salados como salinas.

Ensalada de calamares, pickles, polvo de salicornia y peras
Ensalada de calamares, pickles, polvo de salicornia y perasGentileza Narda Lepes

La salicornia es una importante fuente de nutrientes como magnesio y yodo y, además, contribuye a reforzar nuestro sistema inmunológico

Trescha, el restaurante comandado por Tomás Treschanski _un chef de apenas 25 años que ya tiene su primer estrella Michelin_ sirve una degustación para sólo 10 comensales en la que incluye conservas de salicornia.

Narda Lepes también la usa en sus cocinas: “La usamos siempre fresca, la mantenemos con humedad desde que llega. Hay que probarlas bien porque si están pasadas de punto son amargas. Cuando están jóvenes no son amargas y las usamos en general en platos frescos que tengan pescado, en tiraditos, en general las usamos en platos que son de temporada, que duran un par de semanas”.

Salicornia hecha como aguachile estilo mexicano, plato de Dave Soady.
Salicornia hecha como aguachile estilo mexicano, plato de Dave Soady.Gentileza 13 Fronteras

La salicornia crece a orillas de nuestras playas patagónicas, especialmente en Bahía Bustamante, Chubut, una reserva natural en la que conviven lobos marinos, pingüinos y aves entre playas de arena blanca y un bosque petrificado

Germán Martitegui, el chef que recorre el país en busca de productos autóctonos para incorporar a sus menúes también usa salicornias en sus restaurantes, al igual que Dave Soady, chef de 13 Fronteras: “Justo ahora las estoy usando _dice Dave, oriundo de Washington DC, viajero incansable ahora instalado en Buenos Aires al frente de 13 Fronteras_ las hacemos como aguachile estilo mexicano”.

Soledad Nardelli también incorporó la salicornia a sus preparaciones. ¿Cómo la usa? Para tortillas, sopas, salteada y como guarnición.

La propuesta de bodega Nieto Senetiner para el verano: grandes vinos, excelente gastronomía y paisaje imponente

Fuente: IProfesional – La bodega se ubica a solo 20 minutos del centro de Mendoza. Se puede disfrutar de visitas guiadas, degustaciones y almorzar con una inmejorable vista.

Bodega Nieto Senetiner tiene abiertas sus puertas durante todo el verano para recibir a quienes quieran disfrutar de una experiencia placentera y de aprendizaje sobre el mundo del vino. La bodega se ubica en Vistalba, Luján de Cuyo, a tan solo 20 minutos del centro de Mendoza. Su vista es incomparable, ya que se encuentra inmersa al pie de la Cordillera de Los Andes. El viñedo ya se encuentra florecido y es una época ideal para aprender sobre el proceso de elaboración de los vinos.

Se ofrece una visita guiada que finaliza con una degustación. La experiencia comienza con un recorrido guiado por la Finca Villa Blanca, viñedo de más de 100 años de antigüedad. Luego, ingresando en la bodega, cada visitante podrá conocer el fascinante proceso de elaboración de los vinos, recorriendo los espacios donde se elaboran las líneas de Nieto Senetiner y Cadus. Finalizando, se ofrecen tres opciones de degustación de vinos de Don Nicanor y Cadus: «Historia en Movimiento», «Cadus» y «Emblema».

Bodega Nieto Senetiner está muy cerca de la ciudad de Mendoza

La bodega cuenta con un Wine Shop, donde los turistas podrán adquirir los productos de venta exclusiva y toda la línea completa de vinos y espumantes de Nieto Senetiner y Cadus. Se ofrece también el servicio de vino por copa que se puede disfrutar en las galerías de la Bodega con los viñedos de vista única. El ingreso es hasta las 16:30 hrs, y esta experiencia no incluye degustación y tampoco visita guiada.

La esencia del restaurante de Nieto Senetiner

En las galerías del restaurante en Vistalba, con una increíble vista a la cordillera, los sabores, aromas y sonidos son parte de un paisaje único rodeado de viñedos.

La gastronomía está a cargo de Sebastián Weigandt, chef de AZUCA, quien fue reconocido con una estrella Michelin en noviembre de 2023. Los visitantes podrán disfrutar un menú pensado con amor y pasión por la cocina, con platos culturales, aquellos que nos acompañan desde siempre. Bajo el concepto de alimentos de confort, Sebastián puso el foco en ofrecer una opción de comida «hogareña», con platos caseros elaborados con productos de altísima calidad.

Su cocina es argentina con influencia del mundo, usando productos locales de estación. Son platos simples y recetas tradicionales, potenciando el regreso a los orígenes. La carta cambia cuatro veces al año, de acuerdo a cada estación, donde se utilizan ingredientes locales según la época del año.

Sebastián Weigandt, chef del restaurante de bodega Nieto Senetiner

Menú de verano, al pie de la Cordillera

Actualmente el menú de verano consta de los siguientes platos. Se pueden elegir dos o tres pasos y maridarlo con los vinos Nieto Senetiner Patrimonial, Don Nicanor o Cadus:

Entrada:

  • Conejo asado, arroz tostado con demi-glace de conejo, crema de maíz.
  • Mousse de parmesano, ragout de hongo, hongos portobello salteados, huevos escalfados, emulsión cítrica.
  • Burrata con frutilla balsámica, chutney de frambuesa, sal de Malbec, reducción de Malbec, albahaca y menta fresca.
  • Degustación de tomates de estación.

El menú se puede maridar con Nieto Senetiner Patrimonial, Don Nicanor o Cadus

Principales:

  • Salmón con crema de zanahoria y curry, tarta de tomate, manteca cítrica.
  • Ojo de bife con crema de pimiento asado, zucchini y durazno asados, maní crocante y alcaparras fritas.
  • Tortellini de marisco con salsa huancaína y sal de aceitunas.
  • Gigot de cordero con ensalada fresca de rúcula, cuscús y cítrico.

La cocina que ofrece el restaurante es argentina con influencia del mundo

Postres:

  • Profiterol relleno de crema de rico, mermelada de naranja y salsa inglesa.
  • Mousse de cereza, bizcocho húmedo de chocolate, polvo de frutilla y sopa de chocolate.
  • Tarta toffee, masa sablée rellena de ganache de chocolate con avellanas, salsa toffee y tuile de sésamo.
  • Sorbet de pepino y limón, merengue de limón, agua de melón.

En 2022, Bodega Nieto Senetiner recibió por parte de TripAdivsor el premio Travellers’ Choice por encontrarse entre el 10% de las atracciones más populares del mundo. Cada año, TripAdvisor celebra las atracciones que constantemente ofrecen experiencias increíbles con el premio Travellers’ Choice, y en 2022 fueron designados como ganadores, es decir, que a lo largo del año hubo muchas personas que visitaron la Bodega y brindaron opiniones y calificaciones positivas.

Son 16.000 personas que la visitan al año, y las épocas más concurridas son entre febrero y abril, en el mes de julio, y de octubre a diciembre.

Situada en Vistalba, Luján de Cuyo, la «Primera Zona» de Mendoza, con más de 130 años de historia, Nieto Senetiner es referente por su trayectoria y calidad. Es reconocida por estar en constante evolución, con el compromiso de mantenerse siempre en movimiento.

De calidad excepcional y un portafolio de marcas reconocidas que invita a explorar y descubrir un verdadero ícono del vino argentino.

Cómo reservar tu experiencia en Nieto Senetiner

Visitas y degustaciones de lunes a sábados en los horarios de las 10:00 hs, 11:30 hs y 15:30 hs

Almuerzo de pasos maridados con vinos de Nieto Senetiner Patrimonial, Don Nicanor y Cadus, de lunes a sábados, de 12:30 hs a 14:00 hs (para aquellos que no quieran realizar la experiencia completa, se encuentra disponible la opción de vino por copa).

Reservas: turismo@nietosenetiner.com.ar. +54 9 2615 2086

Produce la fruta de la que todos hablan y cuenta cómo le encontró la vuelta para que sea un gran negocio

Fuente: La Nación – En Misiones, Pindó de la Finca hace pulpas de maracuyá congeladas con y sin semillas que tienen un consumo en auge

El maracuyá es una fruta de moda y en boca de todos en la Argentina, que tiene una particularidad: se consume poco como fruta fresca y mucho en formato procesado. Es decir, la pulpa con y sin semillas.

Esta condición del mercado hizo que Pindó de la Finca, una empresa de base forestal que busca permanentemente nuevas producciones, decidiera apuntar a esta fruta de la que todos escuchan hablar, pero pocos compran en la verdulería.

Hace cinco años, Pindó de la Finca empezó la producción de maracuyá en un predio de cuatro hectáreas y con las primeras cosechas cargaban el camión y recorrían los 1200 kilómetros para dirigirse al Mercado Central de Buenos Aires y tratar de colocar la fruta.

“El maracuyá tiene una fuerte estacionalidad y en ciertos períodos hay una abundancia excesiva que provoca la caída en los precios”, explicó a LA NACION el ingeniero Luis Boveda, responsable de Pindó de la Finca.

“Lo que nos motivó a avanzar en industrializar el producto fue que la venta del maracuyá como fruta fresca es muy estacional y al haber sobreoferta en meses de cosecha, los precios bajan. Por lo tanto, la posibilidad de hacer pulpas de maracuyá y conservarlas en frío nos permite disponer del producto en contraestación”, agregó.

En este marco, esta empresa del norte misionero le encontró la vuelta de tuerca al negocio. Instaló una planta procesadora para extraer pulpa de maracuyá y un túnel de frío para el proceso de supercongelado o IQF (Individual Quick Freezing) que en menos de 40 minutos, y a una temperatura de 30 grados bajo cero, otorgan una pulpa o fruta entera, que no pierde ninguna de sus propiedades.

El maracuyá es una fruta en auge en la Argentina, pero se consume principalmente su pulpa procesada
El maracuyá es una fruta en auge en la Argentina, pero se consume principalmente su pulpa procesadaHdeM

Así nació este emprendimiento que hoy produce y distribuye pulpas de maracuyá congelado con y sin semillas, y también frambuesas, mientras se prepara para agregar nuevas frutas a su oferta y darle una oportunidad de diversificación a pequeños productores de la zona.

Diversificación

Pindó de la Finca ya trabaja con otros 14 productores que buscan reemplazar o diversificar su producción como por ejemplo el tabaco, la producción de mandioca, la forestación o la yerba mate. La Argentina importa la mayoría del maracuyá que se consume de Brasil, Paraguay y Perú. Aquí solamente se produce en Misiones, Corrientes y zonas muy puntuales de Salta y Formosa.

“El maracuyá requiere un clima tropical, pero Misiones es una zona subtropical con microclimas que se asemejan a climas tropicales”, dijo Boveda. En medio de un clima cada vez más agobiante, esta empresa fundada por la familia Scherer, de raíces suizas, encontró la solución a la comercialización del maracuyá a una temperatura similar a la que se registra en la cima del Monte Everest en pleno invierno.

Tras el supercongelado a -30 grados, la fruta luego se conserva en cámaras a -20 grados, donde puede aguantar muchos meses sin ningún tipo de conservantes. “Queremos aumentar el volumen de producción propia y comprarle cada vez más a otros productores a quienes les damos acompañamiento”, dice Boveda, ingeniero agrónomo que desde hace 11 años está al frente del vivero de Pindó.

Se trata de uno de los viveros más grandes del país, con una producción de 4 millones de plantines de pino, yerba mate y especies nativos, con sus propios huertos semilleros. Boveda está al frente de un equipo de 36 personas.

El equipo de despulpado, luego de una clasificación, realiza una limpieza, la desinfección y nueva clasificación para ingresar al procesamiento de la fruta en la cual las máquinas separan las cáscaras de la pulpa.

De moda

El maracuyá es una fruta que hoy está de moda y se utiliza mucho en gastronomía y en heladería. El cheesecake de maracuyá es un postre también en auge, como los tragos a base de esta fruta.

No siempre fue así, en los años 80 y 90, muchos argentinos veían un maracuyá por primera vez en su vida, de vacaciones a Brasil y a la hora del desayuno. En rigor, cuando vino el parate del turismo por el Covid-19, en Pindó se dieron cuenta hasta qué punto el sector hotelero era demandante de maracuyá. La finca donde producen esta fruta está a tan sólo 40 minutos en automóvil de Puerto Iguazú, con una gran oferta hotelera.

El packaging de la pulpa de maracuyá con el logo de Pindó de la Finca, viene en formato de 1 kilo y en cajas de 14 paquetes cada una. “El origen del Maracuyá es Amazonia, acá de alguna manera forzamos el cultivo porque estamos en una zona subtropical, se planta en septiembre, octubre y empieza a dar frutos a partir de marzo. Es muy rápido su crecimiento, la cosecha comienza en marzo y termina con los primeros fríos, en junio o julio”, detalla Boveda.

Empleo

En Pindó de la Finca tienen cinco personas en la industria y cuatro más en época de recibir fruta. A las que se suman otras cinco trabajando en el campo. “Nuestra segunda fruta es la frambuesa, pero también estamos preparando todo para recibir otras frutas y ya tenemos el know how para la producción de pulpa de ananá, mango, frutilla, frambuesa y pitanga”, indica Boveda.

“El productor misionero no le tiene miedo a nada y se anima a la diversificación. Muchos productores de la zona de Wanda (a pocos kilómetros camino a Iguazú) quieren salir del tabaco porque tiene muchos agroquímicos”, explicó.

Expansión

Hablar de la firma Pindó, es también referirse a la familia Scherer que llegó a esta zona de Misiones a mediados del siglo pasado cargando sus raíces y cultura del trabajo suiza.

Fundada en 1976 por el inmigrante suizo y cofundador de la localidad Alfonso Scherer, la empresa siguió con Pedro y luego pasó a sus hijos, Rafael y Andrés. Su fuerte es el vivero, la producción forestal, el aserradero y la yerba mate. Los Scherer son una mezcla de empresarios y emprendedores. Como hombres de negocios los hermanos Scherer buscan la eficiencia y la rentabilidad.

La pulpa de maracuyá
La pulpa de maracuyá

Uno es ingeniero industrial (Andrés) y el otro es científico (Rafael, ingeniero agrónomo con una especialización en genética). Inquietos, siempre están buscando nuevos productos, procesos industriales o innovaciones genéticas.

Trapiche celebró sus 140 años con una experiencia única en el Campo Argentino de Polo

Fuente: iProfesional – Con Estación 83, la bodega argentina combinó deporte, gastronomía y los mejores vinos en el Campo Argentino de Polo

En el marco de su aniversario y en pos de brindarle a sus consumidores experiencias distintivas y momentos de disfrute, Trapiche,la bodega mendocina líder en la elaboración y exportación de vinos, desembarcó en el Campo Argentino de Polo por segunda vez consecutiva, esta vez con su apuesta Estación 83, una experiencia totalmente nueva y diferente para los amantes del deporte, de las buenas carnes y el buen beber.

Estación 83, espacio que busca recrear desde su esencia y ambientación, la propuesta enológica de la Bodega en Maipú, Mendoza, abrió sus puertas desde el comienzo del Abierto de Polo y fue anfitrión de diferentes encuentros: almuerzo con celebrities e influencers, degustación de vinos con periodistas a cargo del enólogo de la bodega Sergio Casé, donde se presentó el vino Trapiche – 140 años, en conmemoración de un nuevo aniversario de la bodega. Además, para la semifinal y final del torneo, se realizó un sunset en el espacio para que todos los aficionados del deporte puedan disfrutar del cierre de uno de los eventos deportivos más destacados del año con pockets show y dj’s que pusieron a bailar a todos al caer el sol. 

Trapiche celebró sus 140 años con una experiencia única en el Campo Argentino de Polo

Trapiche celebró sus 140 años con una experiencia única en el Campo Argentino de Polo

La propuesta del espacio se complementa con una destacada oferta gastronómica a cargo de la Parrilla Todo Brasas de Pablo Antoyan acompañado de los mejores vinos de la bodega seleccionados por el enólogo Casé. Para hacer aún más atractiva la carta de vinos, en esta edición del Abierto Argentino de Polo, el público pudo disfrutar de una opción de vino tirado como así también de las mejores propuestas de alta gama de la bodega. 

En el año de su aniversario, Trapiche celebra su trayectoria y recorrido a lo largo de estos años con experiencias que logran demostrar su lado inquisitivo y explorador, y su constante búsqueda para seguir sorprendiendo a los amantes del vino con productos de reconocimiento internacional.

Antares cumple 25 años y lo celebra con una cerveza especial

Fuente: Rincon Bon Vibant – La cervecería artesanal marplatense Antares cumple 25 años y lo celebra con el lanzamiento de una cerveza especial y festejos en todo el país.

En 1998 Mariana Rodríguez, Leo Ferrari y Pablo Rodríguez abrieron el primer Antares en la calle Córdoba, Mar del Plata, un brewpub con una fábrica de cerveza anexada.

Allí la marca ofrecía cerveza, gastronomía y música en vivo, como en la actualidad.

“Decidimos abrir un lugar donde la gente pueda ir a tomar la cerveza, conocerla y en el que pudiéramos explicarles cómo era, porqué tenía ese color y sabor natural, sin aditivos”, explica Ferrari.

En ese momento apenas existían dos cervecerías en el rubro de la cerveza artesanal: una en El Bolsón (hoy extinta) y la otra en Bariloche.

En ese contexto, Antares tuvo que aprender trucos y procesos para elaborar su cerveza, agrega Pablo Rodríguez.

“Aprendimos de cero a hacer procesos como el pasteurizado, llenado de barriles y botellas, el etiquetado y cómo servir la cerveza”, afirma.

Y completa: “Incluso inventamos choperas, canillas y diseñamos nuestros propios tanques en un mercado que estaba totalmente virgen en Argentina”.

Posteriormente Antares comenzó a distribuir sus productos en varias provincias y, en 2005, desembarcó con dos bares fuera de Mar del Plata: La Plata y Tandil.

Hoy Antares tiene más de 60 bares en todo el país sin resignar su condición de cervecería independiente.

También en 2005 la firma inauguró la Fábrica 12 de octubre en Mar del Plata, en la que la producción comenzó a crecer de una manera exponencial.

Allí, en 2013 se montó un Bar de Fábrica que hoy cuenta con 25 canillas propias y en el que se realizan actividades abiertas al público como charlas, catas y visitas guiadas.

La demanda sostenida provocó que en 2017 Antares tenga que abrir su Fábrica en el Parque Industrial Mar del Plata y con la que logró ampliar su capacidad de producción.

En este lugar funciona una Planta Piloto en la que se innova en nuevos estilos y un laboratorio de última generación que permite asegurar la calidad del producto terminado.

Hoy Antares produce seis millones de litros anuales y cuenta con una distribución rápida y eficaz en todo el país.

Además, continúa con su plan de expansión: acaba de inaugurar un nuevo local en Santa Rosa, La Pampa, y a fin de año prevé la apertura de un bar en el Mercado de San Telmo de Buenos Aires.
También, tiene previsto desembarcar en el exterior del país.

“Lo importante es desafíarse, hacer cosas desde adentro, como te salgan; y eso es lo que hicimos desde nuestros comienzos: si no innovás no sos una cervecería artesanal”, acota Mariana Rodriguez.

Para celebrar este cuarto de siglo Antares organiza festejos en toda la Argentina con epicentro en Mar del Plata.

Allí, el martes 19 de diciembre, el día exacto de su cumpleaños, hará una celebración en el Primer Antares de la calle Córdoba 3025.

En el resto del país los festejos comenzaron con el lanzamiento en lata de la Micro IPA 25 años, una cerveza de edición especial y limitada que se elaboró para este aniversario.

Esta cerveza ya se puede conseguir en supermercados, tiendas especializadas y vinotecas; y el 19 de diciembre se podrá conseguir en formato de cerveza tirada en todos los bares Antares de la Argentina.

La Micro IPA es una cerveza cítrica, lupulada y de alta tomabilidad que se destaca por su color pajizo, su espuma blanca persistente y que al no estar filtrada posee un mayor carácter.

Su aroma y sabor es a frutas tropicales, ananá, damasco y duraznos, mientras que su carga de alcohol es moderada (4%).

Empresa familiar mendocina provee flores comestibles a la gastronomía de alto nivel  

Fuente: MassNegocios by @cubifruver – Consumir flores es parte de la humanidad desde hace siglos y desde hace algunos años se han consolidado en la Alta Cocina. Los mejores chefs del mundo las utilizan habitualmente para dar una nota única a sus platos. Cubifruver, el distribuidor de frutas y verduras de máxima calidad, provee a los más exigentes clientes y cocineros de una gran variedad de ellas, con especial cuidado para preservar su frescura y sin agrotóxicos.

Las flores no son solo un elemento de decoración, tienen la capacidad de convertir una comida habitual en una espectacular explosión de sabores. Contienen nutrientes beneficiosos para la salud, por lo que añadir al plato una flor puede resultar muy favorecedor, ya que es fuente de minerales, antioxidantes, vitaminas y fibra.

Las flores comestibles no solo nos permiten agregar color y belleza a los platos, sino que también contienen vitaminas como la A y la C. Incluso, hay estudios que están investigando las propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que poseen.

“Nuestro proveedor de flores trabaja de manera muy responsable ya que no utiliza agro tóxicos en sus cultivos. Es por ello que lo elegimos. Somos muy cuidadosos en eso. Además, que nuestros clientes son muy exigentes y nos debemos a sus necesidades.

“Se trata de una mercadería con la cual contamos todos los días, no es necesario encargar previamente. Tomamos todos los recaudos para mantener su frescura”, explica Natalia Cubisino desde Cubifruver, la empresa familiar que tiene su sede en el Mercado Cooperativo de Guaymallén.

“Cada vez más los chefs buscan este tipo de productos, son muy requeridos y ellos confían en la calidad y variedad que nosotros les ofrecemos”, agrega Cubisino.

Historia de las flores comestibles

La historia de las flores comestibles empieza muchos siglos atrás. Desde la antigüedad era un atributo casi imprescindible para la decoración de los platos de los reyes y emperadores, dándole ese tan característico toque colorido a la comida. Al mismo tiempo, las flores fueron utilizadas en China y Asia, sobre todo era muy popular entre las jóvenes que añadían las flores a su dieta con el fin de prolongar su juventud y belleza. Se utilizaban los pétalos de crisantemo y raíz de loto en la cultura occidental, mientras que en los países orientales la flor más común era la flor de hibisco.

El origen de la historia de las flores comestibles son los países árabes. Allí era común utilizar algunos pétalos para darles sabor a algunas comidas como los guisos de carne, pero fue donde además se empezó a usar las flores que se comen como elemento decorativo en repostería o crear infusiones de hierbas y flores con ellas para hacer bebidas.

En repostería era muy común usar las flores de rosa para darle al postre un toque dulce y picante. En el caso de las bebidas, una de las más populares en los países orientales y en el Sur de Asia es el sorbete: una bebida refrescante con base de frutas y/o flores, con un toque de especias. Para su elaboración se utilizan los pétalos de las flores como rosas o hibisco.

En el caso de Europa, el uso de flores para complementar una receta se considera que empieza desde el siglo XI donde las recetas más populares eran mermeladas de fruta, ya que para su elaboración añadían pétalos de rosas y violetas.

Y desde el Renacimiento las flores comestibles se han hecho populares en países europeos, sobre todo en Francia, Italia y España.

¿Qué tipo de flores se pueden comer?

Las recetas más comunes con flores comestibles que se pueden encontrar hoy día están en la repostería. Existen multitud de recetas en las que se usan las flores para, además de darle un toque colorido, aportar un aroma y ciertos matices al plato.

Otro de los usos que se le da es en las bebidas refrescantes, los expertos en coctelería ponen unos cubitos de hielo con la flor congelada por dentro para dar un detalle especial a una bebida. A día de hoy, las flores comestibles más populares y utilizables que vamos a encontrar en repostería son las violetas, rosas, capuchinas, flores de azahar, lavanda, jazmín y claveles. A continuación, veremos algunos ejemplos de flores comestibles que se pueden conseguir:

Violeta (Viola odorata)

En Europa la violeta siempre ha sido un símbolo de amor, con esta flor aromática los caballeros confesaron su amor a sus damas. Es por esto que en las bodas vemos las violetas confitadas cuidadosamente puestas en las tartas de los enamorados.

Por otra parte, en platos elegantes de alta cocina las violetas se suelen añadir a ensaladas por su dulce aroma con un delicado toque de menta. Y, sobre todo, es uno de los ingredientes de decoración preferidos para la mayoría de chefs a nivel internacional.

La elaboración de las violetas confitadas es muy sencilla y el resultado supera todas las expectativas. Para ello solo hay que tener a mano 3 ingredientes: flores de violetas, clara de huevo y azúcar. Una vez confitadas, son una guarnición perfecta para todos tipos de postres como tartas, helados y también como el acompañante perfecto para un café, té o infusión. Y sin duda, la incorporación de las violetas en coctelería proporciona un detalle excelente al evento que se celebra.

Rosa (Rosa spp)

Existen gran cantidad de variedades de rosas, aunque no todas se pueden comer y es por esto que normalmente en la cocina, se utilizan rosas silvestres. Los pétalos de rosa tienen un sabor floral que va desde los pétalos dulces a los ligeramente picantes que combinan perfectamente con frutas, mermeladas, ensaladas y bebidas. Además de un sabor único, las rosas tienen propiedades relajantes que resultan beneficiosas para la salud.

Capuchina (Tropaeolum majus)

La capuchina es una flor curativa, que hace siglos llegó hasta Europa desde México gracias a los marineros españoles. Esta flor es famosa no solo por sus beneficios nutricionales, sino también por su sabor salado con un toque picante. Actualmente se elaboran exquisitos platos con la incorporación de unas flores de capuchina a ensaladas, sopas, platos de verduras, quesos o un sándwich.

Flores de azahar (Citrus sinensis)

Las flores de azahar, como todas las flores cítricas son elementos de alta cocina, y se utilizan en su mayoría para las bebidas y repostería, como, por ejemplo, para la preparación de mermeladas, magdalenas, bizcochos, galletas y mucho más.

Igual que las violetas, rosas y capuchinas, se suelen hacer confitadas, y puede resultar muy cómodo tener siempre a mano como acompañante perfecto para un café gourmet, ya que dejará un sabor refrescante en boca. La flor de azahar es muy popular entre los vegetarianos y veganos, porque aporta vitaminas beneficiosas para el organismo.

Lavanda (Lavandula angustifolia)

La lavanda es una flor muy versátil que combina tanto con platos salados como con dulces. Debido a su particular sabor, es muy importante medir la cantidad de lavanda a añadir según el plato que se esté preparando para evitar que su sabor ligeramente picante se apodere del mismo. Así, con este ingrediente podemos obtener un sazonador muy interesante tanto para la carne como para ensaladas combinándolo con chocolate, cítricos o tomillo.

Jazmín  (Jasminum officinale)

En la antigua China la flor de jazmín se consideraba uno de los ingredientes más importantes para fines curativos. Es un remedio natural ideal para los dolores de cabeza, cansancio y ansiedad. Es por esto que el uso de la flor de jazmín es habitual para la preparación de los tés, que a su vez estimula el funcionamiento cerebral.

Además, podemos añadir esta flor a nuestros postres, gracias a su sabor dulce y muy aromático. Para una noche veraniega y romántica, una buena idea puede ser una degustación de un buen helado refrescante con jazmín, siempre teniendo en cuenta la cantidad, ya que es conocida por un intenso aroma.

Orquídea (Orchidaceae)

La flor más exótica de nuestra lista de flores comestibles es la orquídea. Se utiliza en alta cocina para la decoración de platos con queso y trufas. Al combinar la orquídea con un plato de carne o pescado obtenemos una mezcla de sabores muy original ya que la planta combinada con diferentes especias absorbe los olores y sabores y el resultado final es un plato espectacular.

Al igual que la orquídea se utiliza en la gastronomía para los platos salados, podemos añadir esta preciosa flor a cualquier plato dulce, incluso a ensaladas de fruta ya que le dará un toque tropical.