El futuro de los restaurantes: ya nada será lo que era

Fuente: La Nación ~ Narda Lepes ¿Podremos volver a comer afuera? Es la pregunta que, en estos días en que muchos fantasean con la vuelta a la normalidad, se repite una y otra vez. Pero la gastronomía como la conocemos hasta ahora va a cambiar. Lo más probable, de hecho, es que algunos de nuestros locales favoritos no estén abiertos mucho más tiempo. La mayoría de los restaurantes que conozco cerraron sus puertas incluso antes de que decretaran el aislamiento obligatorio. Porque los que estamos en el rubro ya percibíamos en carne propia el miedo; porque todos queríamos estar en casa para enfrentar lo que vendría desde un lugar seguro.

Es un negocio de muy bajos márgenes, que es exitoso cuando existe el intercambio constante con clientes, proveedores, servicios, productores… Todo con números muy ajustados y basados en relaciones a largo plazo, construidas y trabajadas semana a semana. Si la cadena de pagos se corta de golpe, nadie sabe cómo reaccionar, la mayoría depende de un flujo de caja contante para mantener la máquina en movimiento. No hay resto y el tiempo juega en contra.

Mientras tanto, los hongos, las espinacas, las hierbas que comprábamos siguen creciendo. Y tienen vida corta. Los productores se preguntan: ¿Plantamos más acelga? Si el 80% de nuestro mercado eran los restaurantes…

Más allá de la cadena de pagos, es la cadena de producción la que más va a sufrir. Algunos productores con capacidad de reacción logran de a poco hacer sus ventas a consumidor directo. Otros se unieron como los de quesos y fiambres de Tandil. Pero son muy pocos. Los que no tenían una cabeza comercial, se quedan con el producto perecedero en la mano e incertidumbre sobre qué hacer. Y muchos deciden bajar su producción a futuro. Porque una industria completa se apagó.

Algunos nos adaptamos al formato para llevar, aprendiendo nuevas normas de sanitización, de reeducar a nuestro personal a desplazarse por el local, cómo recibir mercadería, cómo manipularla, cómo evitar el contacto en la calle, tocarnos la cara, respirar con barbijo, cómo llegar a casa y sentirnos seguros otra vez.

Muchos pasaron, en un lapso de 15 días, de estar en la cima del éxito a tener miedo a perderlo todo. Otros encontraron en la ayuda y la solidaridad una forma de canalizar, otros volvieron a los esencial de ser cocinero, a entender el verdadero valor de un rico plato de comida en medio de la calamidad. El superpoder de hacer algo rico y excepcional con lo que hay: eso nos da nuestro oficio.

Lo que hay que entender es que la gastronomía no es una industria es un ecosistema. Si algo lo altera, destruye o lo desequilibra, no solo no vuelve a ser cómo era, sino que cambia para siempre y va a necesitar un largo proceso de regeneración. La palabra es esa: regenerar, reparar estructuras y las funciones, intentado volver a crecer.

Será entonces volver a empezar para algunos o cambiar radicalmente para otros. Grandes empresas tendrán que pensar y actuar como emprendedores o desaparecer.

Tendemos a olvidar hechos traumáticos para poder seguir adelante, pero también adaptarse es señal de inteligencia. Aprender a improvisar para mantenernos.

Cuando me dicen que quizás a esto solo sobrevivan las grandes cadenas, con grandes cuentas de banco que pueden resistir, pienso que cuando la oscuridad acecha queremos que todo sea lo más humano posible. Buscamos la calidez, lo ritual y lo emocional ganan terreno.

En tiempos difíciles quiero que lo que llegue a mí venga lleno de cariño y cuidado. Por eso pienso en regeneración, por que no somos números, somos animales de habitos y costumbres, que nos adaptamos. Nos adaptaremos a lo que sea que deje esta pandemia, nuestros hábitos cambiarán, pero siempre volveremos a compartir, a reunirnos alrededor del fuego, por que en algún punto es lo que nos hace humanos.

Nassim Taleb dice hoy «La mejor forma de moverse es actuar como si no tuviéramos la mas mínima idea de las consecuencias de esto» y coincido.

Ahora, en caja: la obligada reconversión de la alta cocina argentina

Fuente: La Nación ~ Curry de ternera y pepino, molleja, salmón rosado con crema de espinacas y hasta mango fermentado con semillas de mostaza y fenogreco. Muy lejos de las opciones habituales de pizza, empanadas o sushi, la cuarentena dispuesta a partir de la pandemia de coronavirus impulsó a los restaurantes de alta cocina a sumarse al sistema de delivery. Es algo que algunos de los chefs más reconocidos del país, que consideran la experiencia en el lugar y la presentación de los platos elementos tan importantes como la comida, no habían tenido hasta ahora en sus planes.

Dante Liporace fue el chef de la Casa Rosada durante la gestión de Mauricio Macri y, justo dos días antes de que se dictara la cuarentena obligatoria, estrenó su nuevo restaurante: Mercado de Liniers, en Palermo.

«No teníamos experiencia en este restaurante; imaginate cerrar y tener que organizar un delivery, que nunca en mi vida pensé que iba a hacer», cuenta el cocinero a LA NACION .

A igual que Liporace, muchos gastronómicos se sumaron a alguna de las plataformas de delivery disponibles -Glovo, Pedidos Ya, Rappi y Uber Eats-, para disponer rápidamente de un sistema de reparto, pero aseguran que, de mantener la modalidad, buscarán montar sus propios sistemas de entrega ajustados a sus estándares. Los restaurantes que están sumando el servicio además se quejan de lo que consideran como comisiones «disparatadas», que en algunos casos pueden llegar al 30 por ciento.

De todos modos, Liporace dice que solo el 10% de sus pedidos llegan vía la aplicación. En la mayoría de los casos, se trata de clientes que ya conocen su cocina, lo contactan directamente y arreglan alguna otra opción de envío.

«Entrego muchos pedidos por Cabify. Son clientes que viven en Puerto Madero o en la Zona Norte que me mandan un auto y compran en cantidad», explica el empresario gastronómico.

La modalidad que Liporace encontró para poder llevar su cocina a domicilio -una cocina que él define como «muy delicada, muy del detalle»- fue entregar platos listos para servir en bolsas selladas al vacío, que se calientan cinco minutos de agua hirviendo. «No tenés que ensuciar nada en tu casa y cuando la abrís está todo en su punto justo», asegura sobre sus opciones de menú, cuyos precios oscilan entre los 600 y los1000 pesos.

«Nos preocupamos mucho por el producto, por el servicio, por la experiencia cuando venís a comer. No tiene sentido que el cliente se lleve algo a su casa que no refleje lo que se hace en el restaurante», dice Germán Sitz, al frente de la «parrilla asiática» Niño Gordo.

El empresario gastronómico -que también maneja La Carnicería, Juan Pedro Caballero, Donut Therapy y Chori- dice que, si no fuera por la circunstancia excepcional generada por la pandemia de coronavirus y la cuarentena, no hubieran entrado al servicio de delivery y, menos, de la mano de las aplicaciones, con las que es difícil recoger el feedback de los clientes.

«Hoy estamos viendo, evaluando, probando cosas distintas. Tratando de armar el mejor delivery posible con las fábricas de packaging cerradas, eligiendo entre las posibilidades que hay. Nuestro objetivo es llevar la situación que generás en el restaurante a la casa de la persona», insiste el hombre acostumbrado a servir en un salón iluminado por 150 lámparas chinas y una puesta en escena de una película de Wong Kar-wai, antes de aclarar: «Ninguna app está preparada para eso».

Otro restaurante top que se sumó al delivery es Mishiguene, que ofrece el servicio con Rappi y además montó su propia unidad de negocios de entregas. «Dentro de un momento muy duro para toda la industria, el punto positivo es que la oferta de delivery gastronómico que hasta ahora estaba muy limitado a las pizzas y empanadas ahora se amplió con muchas propuestas foodies «, explica el empresario gastronómico Javier Ickowicz, socio de Mishiguene.

Llegar al cliente

Na Num, el restaurante de cocina coreana de la chef Lis Ra es otro de los tantos que inauguró el servicio de delivery en las últimas semanas, del mismo modo que Comedor Diario, de Narda Lepes, Ajo Negro, El Preferido, Proper, El Pobre Luis y, como dicen algunos, «hasta Tegui». En efecto, el restaurante de Germán Martitegui, elegido como uno de los 50 mejores del mundo, anunció que está preparándose para llegar a las casas de sus clientes.

«Qué difícil llevar un restaurante como Tegui e una caja. Por años repetí a mi equipo que nosotros y nuestra calidez hacemos la diferencia -comentó Martitegui en sus redes- ¿Y ahora? Nuestro desafío hoy es sacarte una sonrisa cuando la abras».

La propuesta de Tegui es un menú compuesto por plato principal, postre, pan y vino a $1400 por persona. «Estamos entusiasmado porque el precio de Tegui es para nosotros un estigma, una barrera que nos separa de mucha gente», dijo el chef al momento de anunciar el nuevo servicio. «Una bolsa de delivery democratiza de algún modo la gastronomía. Le quita los extras y queda solo lo que sentís al comer».

Más allá de las dificultades, los chefs coinciden en que la incursión de los mejores restaurantes de Buenos Aires en el delivery puede sentar un buen precedente pensando en una evolución posible de su negocio poscuarentena. «Ahora que nosotros nos empezamos a meter va a subir la vara muchísimo», vaticina Liporace, para quien la alta cocina trasladará al sistema «buenas técnicas y estándares de limpieza».

La gastronomía al rescate de la vida puertas adentro

Algo es claro: el aislamiento hizo que el país encendiera los fuegos. El consumo de harina y huevos aumentó repentinamente, preparar esa receta gourmet o cocinar con chicos se convirtió en el plan del día. Y mientras algunos buscaban sobrellevar el menú diario sin mucha vuelta, otros se animaron a más y probaron suerte con la masa madre, con la pastelería o se atrevieron a algunas preparaciones que nunca antes habían intentado.

Consultorio de expertos

La respuesta más rápida a la incertidumbre del menú la dieron los chefs, que se organizaron para ofrecer su ayuda en videos en vivo a través de Instagram. Todos los días a las 18 horas, se conectaron para ofrecer soluciones a modo de consultorio gastronómico de emergencia.

Narda Lepes, a la cabeza de la movida, cuenta cómo surgió la propuesta. «Cuando arrancó el aislamiento social, la urgencia era reaccionar y quedarse adentro. Yo notaba que la gente buscaba recetas en internet, pero seguramente iba a tener que salir a comprar cosas. Siempre le iba a faltar algo. Entonces dije: ‘Decime qué tenés en tu casa, salí poco y te digo qué hacer con eso’, cuenta. Convocó a otros chefs amigos y pronto se armó una red.

«El objetivo era generar una comunidad para que mucha gente pudiera ayudar a otra. Es una forma de ser útil. Lo bueno es sentir que tenés algo para aportar en medio de este caos», resume la chef.

Donato De Santis también respondió las preguntas de su audiencia en vivo, y reveló todos los secretos de las pastas caseras. Cristophe Krywonis dio claves para hacer una buena ratatouille con lo que hay en el cajón de las verduras.

Cocineros de entrecasa

otros chefs eligieron la acción. Encendieron las hornallas mientras los chicos pasaban por atrás y la informalidad ganaba terreno. Fue un éxito inmediato. No solo preparaban recetas más simples, sino que mostraban la intimidad de su cocina. Los platos no estaban pensados por un productor de tv sino que era el menú real que estaban preparando para almorzar con familia e hijos inmediatamente después de que se apagara la cámara del celular. Por eso, se trataba de comidas cercanas, rápidas y con ingredientes posibles en épocas de desabastecimiento.

Así, generaron micros de IGTV (la plataforma de tv de Instagram) o videos en vivo, grabados con un celular por sus hijos o sus parejas, sin cortes, en los que la comida se preparaba en tiempo real. El programa empezaba cortando el tomate y terminaba con un plato humeante.

Fernando Trocca es uno de los que se mantienen estables y sin falta, todos los días ofrece una receta. La respuesta fue tan abrumadora que armó un canal de You Tube para ordenar ese contenido y que esté disponible desde cualquier soporte. Entre otras cosas, cocinó pollo marinado a las brasas con ensalada de chaucha y huevo y risotto con osobuco. Desde su cocina con vista al verde, Juliana López May hizo tarta de calabaza con masa integral casera y una sopa de verdura imperdible para los días otoñales. Fiel a su estilo informal, el creador de Café San Juan, Lelé Cristóbal, preparó guiso de garbanzos mientras su mujer, celular en mano, le reclamaba y bromeaba que estaba ensuciando demasiado. Pedro Lambertini sumó opciones saludables y lo mejor, se ocupó del postre con unos cinnamon rolls muy tentadores. Todas propuestas sencillas y deliciosas. Y en especial, posibles.

Traspasar la barrera de la pantalla

Christian Petersen acababa de abrir su restaurante Hermanos, en Martínez. Techos altos, muebles de madera, luz natural. En la calle había que esperar horas para entrar sin reserva, y todo marchaba de acuerdo a lo esperado. Pero de repente, el virus irrumpió para cambiarlo todo.

Christian quería mantener la fuente de trabajo de su equipo, pero la industria estaba paralizada. Y decidió seguir en movimiento. Desde la parrilla que apenas funcionó un mes, en colaboración con la Fundación Sí, cocinan para un comedor infantil de Tigre. Mientras que en la UADE, donde manejan la concesión del comedor de estudiantes, colaboran con la Fundación Manos Abiertas, que distribuye la comida a mujeres en situación de abandono, muchas de las que buscan refugio en el Convento Santo Domingo. Y desde el restaurante que maneja junto a su hermano Roberto en La Rural, trabaja en conjunto con Red Solidaria para colaborar con la CETEP, una organización que provee alimento a personas en situación de calle.

«Nosotros, como familia y como equipo de trabajo, siempre en algún momento del año hacíamos acciones para ayudar. En especial en el invierno. Es una tarea que desde chicos hacíamos con nuestra madre. Pensamos: aún somos afortunados, y debemos hacer algo. La idea fue ayudar a los que ayudan, poniendo en valor el altruismo», explica Petersen.

Afortunadamente, él no está solo. Salvaje Bakery, la panadería creada por Germán Torres, le aporta el pan. Y en colaboración con algunos productores que se sumaron a la movida solidaria, desarrollan un menú simple pero de alta calidad nutricional.

La liga de los Food Influencers

Con el objetivo de entretener y hacer que la gente se anime a amasar, la propuesta Pasta en Casa unió a los influencers gastronómicos con más seguidores. Unos días antes de la fecha elegida, cada uno anunciaba en su canal lo que iba a preparar y pasaba la lista de ingredientes. El objetivo: que su comunidad pudiera tener todo listo y, el domingo, cocinar juntos, pero cada uno en su casa.

Víctor Manuel García, de @elgordococina, sorprendió con unos ñoquis de batata, @paulinacocina (su apellido es secreto) preparó tallarines con tuco mientras que Maximiliano Van Oyen, de @cookvanoyen, se lució con sus sorrentinos de jamón y mozzarella. Ese domingo, ellos y muchos otros influencers que se sumaron a la consigna, generaron un aluvión de fotos de gente preparando y comiendo pastas caseras bajo el hashtag #PastaenCasa. Viralizar lo bueno, de eso se trata.

Desde la primera línea de batalla, desde la cocina de casa, para alimentar, enseñar, sugerir o entretener, cada uno hizo su parte. La gastronomía dio una respuesta ágil y rápida. Gracias por eso.

Colaborar desde casa

Por una iniciativa de un grupo de amigos, unas 20 familias se pusieron de acuerdo para cocinar guiso en sus casas y luego acercar las viandas al comedor de una villa de la Ciudad de Buenos Aires. «Pensamos en un montón de gente que tiene necesidades y que ante esta situación las iba a ver agravadas. Algunos colaboran económicamente con los insumos, otros cocinamos y algunos con permiso para circular también retiramos las viandas de las casas y las llevamos al comedor», explica Dalmiro Chaín, quien trabaja como coordinador de la Fundación San Carlos, que aprovechó esta acción solidaria para involucrar a las personas que están en tratamiento de rehabilitación por consumo de drogas.

Niegan acuerdo de los gastronómicos para pagar salarios

Fuente: Clarin ~ En medio de la situación de virtual parálisis que vive el rubro de la gastronomía por la epidemia de coronavirus​, la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés de Buenos Aires (AHRCC) negó haber participado de negociaciones para fijar un mínimo asegurado en los salarios del sector hotelero gastronómico correspondientes al mes de abril.

La entidad desmintió así versiones provenientes de la seccional porteña del sindicato de gastronómicos acerca de un supuesto acuerdo por un mínimo salarial del 75% para los empleados del sector en la ciudad de Buenos Aires.

“Nuestros representantes integran la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (FEHGRA), que es la que lleva adelante las negociaciones laborales y salariales abarcativas en todo el país”, aclararon desde la AHRCC, y enfatizaron: “No podemos ni deseamos establecer acuerdos por fuera de la federación a la que pertenecemos”.

Por su parte, la presidenta de FEHGRA Graciela Fresno refutó lo dicho por Dante Camaño, titular de los gastronómicos porteños, acerca de la existencia de un acuerdo y destacó que las negociaciones se dan a nivel nacional. “Estamos dispuestos al diálogo, pero también tratamos de preservar la continuidad de las empresas y las fuentes de trabajo, en un escenario inédito, donde casi el 100% de los establecimientos hoteleros y gastronómicos se encuentran cerrados en todo el país, siendo el monto de sus ventas igual a cero”, indicó.

Impuestos y alquileres forman parte de los costos fijos que aún deben pagar los establecimientos gastronómicos y hoteleros durante lo que para ellos serán varios meses sin ingresos. Desde la industria avizoran que ese rubro se encontrará entre los últimos que podrán volver a funcionar normalmente y, de hecho, consideran al 2020 como un año perdido.

Cómo sobreviven las pizzerías más antiguas de Buenos Aires a la cuarentena: “Esto es un descalabro”

Fuente: IProfesional ~ Guerrin, Las Cuartetas, Los Inmortales, Banchero y La Mezzetta integran la lista de las tradicionales pizzerías de Buenos Aires. Por sus años, por su historia y por su deliciosas recetas son parte del patrimonio gastronómico argentino. Locales llenos, largas filas y un movimiento constante en sus salones formaban parte de su postales habituales. Hoy la situación es bien distinta: debido a la pandemia enfrentan una fuerte caída de su actividad.

Estuvieron más de una semana cerradas sin poder trabajar. A los 10 días de haber decretado la cuarentena obligatoria, el gobierno argentino autorizó a los locales gastronómicos la modalidad delivery siguiendo el protocolo de sanidad, sin embargo esta medida no es suficiente para solventar el negocio que lleva décadas de tradición.

“¿Cómo sobrevivimos? No hay manera de sobrevivir”, admite a Infobae, Vicente, encargado administrativo de una de las cuatro sucursales de Los Inmortales, fundada en 1952. “En estos 40 años de trabajo nunca tuvimos que cerrar nuestra puertas. Hace un mes éramos 22 personas trabajado en este salón de Lavalle 746, hoy somos 4 y sobran manos. Tuvimos que incorporar la entrega a domicilio, pero la demanda es baja en el microcentro… con suerte cubre solo el 6 o 10 % de las ventas. Pasan los días y solo acumulamos deudas”.

Por su parte, Las Cuartetas, instalada desde 1935 en Avenida Corrientes 838 con su pizza de molde, se sumó hace algunos días al sistema al sistema de reparto. “Volvió la pizza”, anunciaron el 16 de abril desde su redes sociales. “Lo hacemos por amor al trabajo porque hay muy poco movimiento. Las personas están aisladas y no se reúnen, algo que pujaba la actividad. También la gene tiene más tiempo para cocinar. El delivery es solo un accesorio, no nuestra actividad fundamental. La habilitación del take away ayudaría bastante”, reconoce a Infobae Antonio Vázquez, apoderado del comercio.

Allí rotan día por medio 3 empleados de los 39 que trabajan en el plantel original. Debido al contexto también redujeron su menú. “Eliminamos la icónica pizza de espinaca por los costos elevados. También ofrecemos un horario limitado de 13 a 21 hs”.

Una medida similar adoptó La Mezzetta. Fundada en 1939, es toda una tradición para los vecinos del barrio de Villa Ortúzar. Uno de sus encantos es que mantiene su estética original, su estilo, su marca, que la convierte en inconfundible. Se destaca por su pizza media masa, deliciosa, especialmente en sus variantes de napolitana y fugazzeta.

Hace una semana debieron adaptar su modelo de negocio, algo que les demandó un inversión de capital. “Solo estamos vendiendo pizzas precocidas de muzzarella, fugazzeta, napolitana y jamón y morrón en todos su tamaños. Se pueden pedir por teléfono, por las aplicaciones o retirando en local”, anuncian desde sus redes. Disponen de horario reducido. Los vecinos de las zonas celebran la medida, aunque desde el comercio aseguran que no alcanza.

Otro de los problemas que enfrentan es que el delivery -que es solo un complemento de la actividad- tiene ciertas limitaciones de entrega para que el producto llegue en condiciones. Las aplicaciones de comidas rápidas que podrían ser un solución cobran elevadas comisiones, costos de publicidad dentro de las mismas y pagos diferidos

Güerrín, otro de los iconos porteños, por primera vez en 9 décadas de historia se vio obligado a cesar su actividad. No dispone de delivery ni tampoco ofrece la posibilidad de retirar por mostrador por ubicarse en una zona no residencial. Es la primera pizzería que habitó la transitada Avenida Corrientes. Los amigos Arturo Malvezzi y Guido Grondona, inmigrantes genoveses, fueron los responsables de crear este éxito en 1932, que por definición culinaria hace su pizza en horno de leña.

Banchero -donde se inventó la famosa Fugazzeta y se sigue preparando igual- tiene su sede original en la esquina de Suárez y Almirante Brown, en La Boca. En medio de la cuarentena, el 28 de marzo cumplió 88 años de historia con sus puertas cerradas. La sucursal de Corrientes y Talcahuano volvió a prender su horno de 11 a 22hs, solo para llevar.

Aunque el salón de Lavalle 746, de Los Inmortales permanezca cerrado se deben realizar tareas de mantenimiento. “Es un local grande de 100 metros cuadrados, hay que controlar la maquinaria de la cocina, realizar tareas de limpieza y orden, sino todo se viene abajo”, resaltó Vicente.

No es tarea sencilla incorporar delivery. «Sumar un punto de venta implica inversión en contratar recursos humanos, motos o bicicletas, nafta, seguros, publicitar la nueva modalidad de venta en el barrio y capacitar al personal bajo estas circunstancias tan especial”, explican la asociación APPYCE.

La gran incógnita es cómo retomarán sus tareas una vez que se levante el aislamiento. Desde la Asociación están analizando en conjunto con las secretarías del Gobierno de la Ciudad las medidas de seguridad, que ya presentaron aunque aún no hay nada concreto. ”Sería algo similar a la semana del 11 de marzo al 19 de marzo con distanciamientos social, reducción de mesas y medidas estrictas de higiene”, detalló Vázquez.

“Hay una gran incertidumbre en ese plano. No hay nada claro. Estamos dispuestos a seguir el protocolo pero tampoco vamos a tener un aluvión de clientes. Este 2020 ya lo tenemos perdido”, reconoce Vicente, de Los Inmortales.

Hemos sobrevivido a muchas situaciones económicas complicada. Esta es inédita. El 2001 no tuvo nada que ver con lo que pasa hoy, esto es un descalabro”, sintetiza.

Cocineros crean recetario gratuitopara afrontar la cuarentena

Fuente: Daniel Franco @danielfranco60 ~ Sin duda en estos momentos donde la actividad gastronómica se ha visto afectada fuertemente por la pandemia del Covid-19, los chefs han asumido a las redes sociales como plataformas para compartir su conocimiento, pero el venezolano Ricardo Ceballos lo llevó más allá.

El cocinero radicado en Panamá creó un recetario gratuito de 40 preparacionesjunto a más de 20 cocineros de 10 nacionalidades con productos accesibles en cualquier país de Latinoamérica en apenas dos semanasel cual llamó “Cocina en Tiempos de Cuarentena”.

El oriundo de la ciudad de San Cristóbal y chef del Hotel SelinaHostel del Casco Viejo de Panamá preocupado por la situación de los países de Latinoamérica y el mundo, se sentó a pensar como aportar su granito de arena a través de su arte, la cocina.En el pre cierre de su restaurante, cocinó y donó a la comunidad local lo que quedaba de su menú para compartirlos con ellos. Este acto filantrópico y desinteresado lo llevó a desarrollar este proyecto.

“La idea nació hace tiempo por crear un recetario de cocina andina venezolana pero por tema de trabajo, tiempo y emigrar no lo había podido llevar a cabo.En este momento que pasamos me di cuenta de las falencias que existen en la sociedad y sobre todo en las familias por un material o ideas para cambiar los hábitos alimenticios con poco dinero, de allí nació Cocina en Tiempos de Cuarentena”, comenta el cocinero.

Económico y social

Ceballos apoyado por su esposa Lorainy Moncadaescribió la misión, la visión y los objetivos del proyecto y lo compartió con diferentes cocineros de Latinoamérica y Europa, quienes aceptaron. “Tenía claro que nose debía hacer un recetario común y corriente, sino que partiera de la cesta básica latinoamericana, que fuera de fácil acceso y que pudiera realizarse en cualquier hogar”.

Se reunió con los participantes a través de una plataforma de streaming  para estructurar las recetas de cada uno y así generar el contenido del mismo y en 15 días se lanzó el link a través del instagram @cocinatdc donde se puede descargar gratuitamente el libro de 100 páginas.

Cocina en Tiempos de Cuarentena se divide en nueve capítulos que comprenden productos, técnicas y preparaciones de la cesta básica latinoamericana, desayunos, sopas, ensaladas, platos vegetarianos, salsas, pastas, panes y masas y postres.

“Coloqué una descripción de productos básicos para que aquellos que quisieran cocinar las recetas no tuvieran que salir de casa o comprar ingredientes complicados. Me tomé el tiempo de mirar la nevera (refrigerador) para hacer platos destinados al desayuno, almuerzo y cena, y así crear una estructura basada en la cesta básica”, destacó el chef.

La portada y la diagramación está diseñada por su esposa, Lorainy Moncada quien es arquitecta y tuvo una visión limpia para el recetario. “llegamos a la conclusión que este recetario debía ser gratuito y que sirviera a personas de cualquier escala social, pobre, rico o de clase media, no queríamos que estuviese encasillado y eso era lo que quería lograr con la sencillez en la portada. Que fuera de casa, una olla con un caldo, lo que tendría cualquier persona en su hogar, es sencillo, minimalista, con colores no tan saturados, cenital, realmente  lo que buscamos fue humildad”.

Para poder plasmar las preparaciones cada cocinero realizó la receta en su casa y tomó fotos con sus teléfonos celulares, de ahí que la resolución de las fotografías no sea uniforme, según Ceballos la idea era tener la referencia de los platos.

La curación del contenido estuvo a cargo de la doctora Linay Murillo con más de 30 años de experiencia en la Universidad de los Andes en Venezuela, “lo más complejo fue unificar el lenguaje de los ingredientes y de los chefs ya que eran de diferentes nacionalidades, estábamos en contra del tiempo porque necesitábamos editarlo lo más pronto posible para ser solidario y ayudar con ese material a las personas que se encuentran en casa por la cuarentena”.

Unidos por un fin

El recetario  se lanzó el 17 de abrilde 2020 y fue descargado unas 500 veces en 24 horas. Los colaboradores fueron: Andrés del Pino (Uruguay), Argimiro Armuelles (Panamá), Christopher Santanga (Brasil), Enrique Martínez (Panamá), Francisco Broccolo (Italia), HenedaYarbou (Venezuela), José Bernuy (Perú), José Eizaga (Argentina), Luis Gallardo (Panamá), María de los Ángeles (Panamá), Nicole Romero (Panamá), Ricardo Della Bella (Italia), Saúl Umaña (Costa Rica), Sergio Landero (Panamá), RolandRenick (Colombia), Israel Menecho (Panamá), Jorge Kauam (Estados Unidos), Raúl Camacho (Panamá), Pepe Molina (Panamá), Wagner Sanjur (Panamá) y el coordinador del proyecto Ricardo Ceballos (Venezuela).

El chef Sergio Landero del restaurante BierKlooster de Panamá explicó su participación en el libro. “Inicialmente Ricardo se me acercó, me mencionó la propuesta y le dije que sí, igual estoy en casa, aporto haciendo videos en mis redes sociales y me gustó la idea de compartir conocimiento y ayudar a la genteen esta cuarentena. Para el recetario escribí la preparación de unpollo sudado en pinchos al estilo chino y unos huevos rancheros”.

Desde Tenerife, España el chef italiano del restaurante IlBocconcino, Ricardo Della Bella compartió tres platos a Cocina en Tiempos de Cuarentena. “Conocí a Ricardo (Ceballos) en Madrid Fusión 2020 allí conectamos con la pasión de cocinar y de hacer cocina humilde. A mí la idea me pareció increíble porque vivimos un momento difícil de distanciamiento social y alejamiento de nuestros hábitos comunes, de esta premisa nació el proyecto en el cual decidí participar con el corazón abierto y con gran placer, plasmé tres platos de la tradición italiana, gnocchi de patata a la putanesca, pappardelle a la buscaiola y la pizza bipolar”.

El chef peruano, José Bernuy del restaurante Ammo Lima destacó la importancia de un proyecto de este calibre para ayudar a superar esta cuarentena. “Me resultó interesante el recetario, siempre aporto desde mis raíces peruanas pero como también viví en Venezuela cinco años también conozco esa cocina, por eso  en desayunos compartí las panquecas de la abuela una versión venezolana, estas son un poco más densas, más pesadas. Para los vegetarianos aporté unTacuTacu a lo pobre plato típico peruano que consta de una especie de croqueta que utiliza una mezcla de arrozy menestra, frijoles o caraotas, pero en este caso lo hice con lentejas”.

Para Saúl Umaña de Costa Rica y specialty chef en MarriottSt.kitts y Nevis en el caribe,”el fin es poder dar un poco de alegría y sabor a estos tiempos tan complicados y duros por los que pasa el mundo entero hoy día. Yo aporte una milanesa de cerdo y un ceviche de pescado con salsa de maracuyá”.

Cada receta consta de cuatro bloques, que indica el número de personas, tiempo de elaboración, ingredientes, y proceso de elaboración. Ceballos indicó además que seguirán formando a quienes deseen a través de la cuenta de instagram de Cocina en Tiempos de Cuarentena, y que ha recibido llamadas de otros cocineros para colaborar en una segunda entrega.

Si deseas descargar el recetario gratuito, aquí tienes el link https://payhip.com/b/U5QD

Mauro Colagreco: «El coronavirus es un tropezón para los restaurantes, no una caída»

Fuente: Clarin ~ Con tres estrellas Michelin en Mirazur (Menton, Francia), restaurante que encabeza la lista de los 50 Mejores del Mundo, el chef argentino Mauro Colagreco opina que la crisis de que generó la pandemia de coronavirus será «un tropezón, pero no una caída» para un sector que debe «adaptarse» y «volver su mirada a la naturaleza».

En una charla en línea organizada este miércoles por el Basque Culinary Center (BCC) de San Sebastián (norte de España), Colagreco, quien junto con su esposa Julia Ramos ha puesto en marcha 14 restaurantes en Europa, Estados Unidos, Sudamérica y Asia, recordó que este virus que «ha ganado al planeta en solo unas semanas, sin distinciones sociales ni de culto y mucho menos de fronteras» tiene que llevar al mundo a «pensar cómo podemos hacer mejor las cosas».

Colagreco (La Plata, Argentina, 1976) comenzó por sumarse a la labor solidaria que otros muchos cocineros están desarrollando durante la pandemia. «Cocinamos en Mirazur para el hospital de Menton y para la gente sin hogar. Tenemos un compromiso y una responsabilidad porque seremos un restaurante referente en vanguardia, pero también tenemos que ser ejemplo de valores».

A estos valores también se refiere para encaminar el futuro del sector. Mirazur, que cuenta con huerto propio, practica la permacultura y fue el primer restaurante del mundo en obtener la clasificación «plastic free» (libre de plásticos) puede ser una referencia de cómo comportarse con la naturaleza.

«En muchos casos nos hemos desconectado del conocimiento del producto y es la esencia de nuestro oficio. Es el momento de volver al contacto con los frutos de la tierra, de recuperar esa conexión con el origen, de ser líderes ante la sociedad sobre cómo cuidar el producto y a los productores», defendió.

También abogó por una acción responsable con las plantillas de los restaurantes. «En Francia, el Estado está garantizando el 84 % del salario y nosotros asumimos la diferencia para nuestros 65 empleados, una forma de hacerles llegar nuestra gratitud hacia su trabajo y su compromiso con la empresa».

En cuanto al futuro de la restauración, reconoció que será «muy difícil» y que «muchas empresas tendrán que cerrar», pero también ve «muchas oportunidades».

«Hay varios estudios que se han hecho en Francia y otros países según los cuales el público elegirá mayoritariamente qué va a comer según el grado de salubridad. Explotará lo ‘bio’ y lo orgánico, hay que llevar esas opciones al buen sentido culinario», recomendó.

Aunque las administraciones públicas aún no han dado instrucciones sobre cómo será la reapertura de los restaurantes, opina que «en un primer momento los clientes darán prioridad a la calidad, a los lugares donde se viva una experiencia, que tengan un valor agregado importante» en sus salidas, que se verán «reducidas».

No obstante, señala como clave «la capacidad de adaptación» ante los nuevos «desafíos». El servicio de comida a domicilio se plantea por primera vez como una opción para la alta cocina, como ya han hecho Alain Ducasse en Francia o Grant Achatz en Estados Unidos, y Colagreco trabaja en ello porque «en periodos de crisis hay que ser flexibles y tener creatividad».

La creatividad, añade, debe estar ahora no sólo en la cocina sino también y en la faceta empresarial.

No es partidario de forzar la reapertura de los restaurantes, como reclamaron esta semana algunos de los ‘popes’ de la alta cocina francesa en un escrito al presidente Emmanuel Macron. «Si las restricciones son reducir al 50 % los clientes, que nuestros camareros trabajen con guantes y barbijos (mascarillas) o respetar cierta distancia… Las pondremos en práctica si es necesario, pero soy de los que piensa que es mejor esperar».

Colagreco no quiere quedarse en el pesimismo -«después de toda crisis hay un periodo de resplandor, ¡bon courage!» (buena suerte)- pero sí ha recalcado en varias ocasiones durante la charla la necesidad de tener un comportamiento más responsable con el medioambiente en todas las actuaciones humanas posibles.

Nueva Herramienta Para Transformar Tu Restaurante En Una Máquina De Delivery

Fuente: PopApp ~ Como venimos diciendo en notas anteriores, la pandemia del COVID-19 afectó fuertemente a la industria gastronómica. Para restaurantes, bares y demás negocios donde se elaboran comestibles, es necesario migrar a un modelo 100% delivery y queremos ayudarte con eso.

Es por eso que desde Popapp, el software de gestión que integra todas las apps de delivery para tu restaurante, queremos brindarte más ideas y herramientas para que puedas superar esta situación.

El próximo viernes 24/4 (16:30hs ARG – 15:30hs CHI – 14:30hs CDMX) transmitiremos en vivo el primer capítulo de una serie de webinars a la cual titulamos “Herramientas para transformar tu restaurante en una máquina de delivery”. El primero tratará exclusivamente sobre cómo reconvertir un restaurante tradicional en una dark kitchen.

Si no sabes qué es una dark kitchen o cocina oculta (el modelo gastronómico más rentable en la actualidad), puedes ver este video de un minuto donde Charles Delbes, CEO de FoodFast en Chile, las define perfectamente.

Entonces: esta es una cita obligada para empresarios gastronómicos, dueños y encargados de pequeños y medianos locales, cadenas de restaurantes, franquiciados y todo local gastronómico que se encuentre afectado por las consecuencias que trae la pandemia.

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Pizzerías tradicionales pagaron una porción de los sueldos y negocian suspensiones

Fuente: BAE ~ La mayoría de las pizzerías no pagaron la totalidad de los sueldos de marzo. Grandes cadenas como Kentucky o La Continental promediaron el 50%, otras pertenecientes a uno de los más conocidos empresarios gastronómicos del país, directamente no abonaron nada. La cámara que las nuclea y el sindicato negocian el pago y suspensiones con rebaja de sueldos en abril y mayo.

El panorama para los trabajadores del sector es muy preocup ante aseguran de sde el Sindicato de trabajadores pasteleros, servicios rápidos, pizzeros, confiteros, heladeros y alfajoreros (STPSRPCHyA).  La cadena Kentucky mantienen cerrados la mayoría de sus 50 locales desde que arrancó la cuarentena por el coronavirus, no ofrecen ni delivery  y pagaron a sus trabajadores sólo el 50%.

La Continental cuenta con 25 locales y 650 trabajadores , la mayoría cobró el 50% de marzo, algunos maestros pizzeros apenas recibieron el 30% de sus salarios que rondan los $60.000.  Ahora trabajan con una reducción horaria, sólo 5 horas por turno. La cadena  de pizzerías Ugi’s tiene un centenar  de locales con varias razones sociales,  en algunos pagó la mitad del sueldo de marzo, en otros alcanzó el 80%, informan desde el sindicato.

La histórica marca de pizzerías Romario que cuenta con 100 empleados  sólo pagó el 60% de los sueldos de marzo, explicaron. Algunos tienen intenciones de completar el pago, otros ni hablan del tema.

En la emblemática pizzería Güerrín, que maneja el mismo grupo gastronómico de Kentucky, son 100 trabajadores. Esta cerrada desde el inicio de la cuarentena, el mismo día que arrancó despidieron a tres bacheros que no estaban en blanco. Al resto le pagaron primero $10.000 y luego $4000. Para algunos representa la tercera parte del sueldo, para otros la mitad. Hasta la pizzería Pim Pum, un símbolo del barrio de Almagro sólo pagó el 50% de los sueldos de sus empleados.

En zona oeste, hay dos empresarios fuertes que administran las principales pizzerías de la zona son Francisco Galichio y Benjamín Cuadra, reconocido por ser uno de los dueños de la tradicional confitería Las Violetas, quien fue también dueño de La London, luego denunciado por su socio.  Su sello está en marcas históricas de Morón como Tokio, La vaca lechera, La Intendencia, Camorón y La Farola. En Moreno y Merlo suman otras. En la mayoría no pagaron ni la mitad de los sueldos y en algunas, como en Camoron no les dieron ni un vale por el mes de marzo a sus 20 trabajadores. Algunos trabajadores ya no tienen ni qué comer y van a comedores cercanos por un plato de comida. Sólo reciben como respuesta que “no cobrarán hasta que termine la pandemia y reabran”.

La situación es muy compleja. La Asociación de propietarios de pizzerías y casas de empanadas (APPYCE) tiene 4500 socios, reconoce las dificultades para pagar marzo, por eso asegura que necesita llegar a un acuerdo con el sindicato.

BAE Negocios consultó a Gustavo Levinson, directivo de APPYCE, quién señaló: “Queremos mantener nuestras empresas en marcha, no concebimos despidos, ni cierre de fuentes de trabajo. No todos pueden hacer delivery y eso no nos permite cubrir los salarios. Si bien el decreto del Gobierno nos da una gran ayuda, necesitamos acordar con el gremio y evaluamos dos o tres variables”.

Hasta la salida del decreto que promete abonar el 50% de los sueldos a empresas de este tipo, este era el pedido: “Vamos a tener que suspender trabajadores y hacerles un descuento en su salario, queremos que sea la menor cantidad de suspensiones posibles. Pedimos una reducción horaria para que más gente trabaje menos horas. La idea no es despedir. Las horas que se trabajen serán pagadas al 100%. No podemos prometer la misma cantidad de horas. Queremos una reducción de sueldos de los suspendidos de entre un 50 y 60% del neto, de lo que reciben en mano”, explicó el director de APPYCE.

El decreto del Gobierno podría cambiar las exigencias, pero dicen que todavía no lo analizaron.

El argumento de APPYCE: “El mismo sindicato negoció con McDonald’s, Burguer King y otras empresas que tienen muchísimas espaldas más que nosotros, hablamos de multinacionales que pueden sobrevivir a pandemias, terremotos, inundaciones y acordó una rebaja del 30% del sueldo bruto en abril. Nosotros somos la mayoría empresas familiares, pedimos reducción horaria para no tener que suspender a muchos, nos tienen que conceder el pedido. El decreto no está reglamentado, no puedo decir que voy a pagar el 100%, este es hasta ahora nuestro pedido”.

Un reclamo que hacen al Gobierno es que les permita poder vender en el mostrador, desde APPYCE se quejan que las comisiones que les cobran las app no son nada económicas. “Van desde el 10 al 35% las comisiones de algunas app, depende si ponemos el chico del delivery nosotros o ellos y nos pagan la mercadería alrededor de  los 15 días. Al casi no vender, no estamos bien parados para poder negociar. No es fácil comenzar con el delivery para una pizzería que no lo tiene. En cambio, puedo reconvertir a un mozo y que venda pizza en el mostrador. Si hasta las panaderías y las fábricas de pastas venden prepizzas…”, explicaron.

Mientras negocian sindicatos y pizzeros, los trabajadores siguen muchos sin cobrar los sueldos de marzo y sin saber cuánto cobrarán a futuro. El precedente de la negociación con los gigantes del fast food, anima al sector a conseguir un porcentaje de rebaja de sueldos mucho mayor. Pese a que el Gobierno acelera la ayuda, ya anunciada en un decreto.

Los “protocolos” que planean para cuando termine la cuarentena

Fuente: Infobae ~ La cuarentena obligatoria se va a terminar. Tarde o temprano, el Gobierno empezará a flexibilizar la medida y a levantar paulatinamente las restricciones. Sin embargo, cuando esto pase, parte de la vida de los argentinos no volverá a ser igual que antes, al menos en un principio.

Casi todos los rubros o actividades comerciales sufrirán modificaciones en sus formas de atender a la gente y los usuarios deberán adaptarse. Gimnasios, peluquerías, shoppings y restaurantes ya prepararon “protocolos de seguridad” para cuando el aislamiento sea cosa del pasado.

“La idea con esto es extremar las medidas sanitarias al máximo y que la gente pueda asistir de manera placentera y segura. Por eso generamos protocolos que también los hablamos con otros países de Latinoamérica”, señala Mario Nirenberg, gerente de la Cámara Argentina de Shoppings.

En el caso puntual de los centros comerciales, desde la Cámara que los agrupa presentaron un protocolo algunas semanas antes del cierre definitivo, cuando aún no se sabía de la cuarentena total. Ahora, con un mes de aislamiento obligatorio, volverán a presentarlo para cuando las autoridades consideren que la actividad en shoppings puede volver.

El protocolo consta de varios puntos que tienen como eje la distancia ente clientes.

* Capacidad limitada dentro del shopping: 1 persona cada 16 m2. Lo mismo dentro de cada uno de los locales dependiendo de las dimensiones.

* Tomar la temperatura a cada una de las personas antes de ingresar.

* El patio de comidas será solo para retirar comida.

* Cines: en caso de que se decida abrirlos sería con capacidad muy limitada, dejando un asiento y una fila de por medio.

* Los lugares donde se generen colas, como en los baños, se pondrán en el piso demarcaciones para respetar la distancia social.

Todas estas posibles medidas serán analizadas por los especialistas en salud que asesoran al Gobierno antes de tomar una decisión. “Queremos abrir en cuanto las condiciones estén dadas. Nos comprometemos a mantener una limpieza estricta. Estamos analizado también la posibilidad de generar algún tipo de aplicación para celular en la que le podamos avisar a los clientes cuánta gente hay dentro del shopping para que no vayan a los que ya están llenos”, cuenta Nirenberg.

En cuanto a los restaurantes, la situación actual es sumamente complicada. Necesitan abrir cuanto antes para poder solventar gastos como el pago del alquiler o el pago de los sueldos al personal. Dueños de distintos locales de la Ciudad de Buenos Aires contaron cuáles son las opciones que se están manejando para cuando se termine la cuarentena.

* Atención con reserva previa.

* Sentar a los comensales con una mesa de por medio.

* Obligación de utilización de barbijo para el personal junto a medidas de higiene más estrictas.

* Aumentar la publicidad y promoción de la opción delivery o take away (llamar por teléfono, hacer el pedido y pasarlo a buscar).

* Prohibir la espera dentro del salón y designar personal para cumplimentar el distanciamiento social en las filas que puedan generarse fuera del establecimiento.

“Este tipo de protocolos son importantes. Algunos se aprobarán como los envíen y otros sufrirán las modificaciones que creamos necesarias. Pero hay que aclarar que tan importante como el protocolo son los controles que cada distrito realice en los comercios para chequear que se cumplan”, dicen desde el Ministerio de Salud.

El camino que deberán transitar estos protocolos no es sencillo, ya que deberán ser analizados, no solo por el Ministerio de Salud de la Nación o de cada provincia, sino que además serán puntillosamente revisados por los especialistas que asesoran al Gobierno. Pero son esenciales porque constituyen el primer paso para que cada actividad pueda reiniciarse luego de la cuarentena. Los infectólogos son claros: sin protocolo de sanidad no hay posibilidad de apertura.