Gastronómicos convocan a un apagón de app por la suba de la comisión en la cuarentena

Los empresarios gastronómicos denuncian que desde que comenzó el aislamiento preventivo y obligatorio las comisiones de las app de delivery se fueron por las nubes. “Para nuevos usuarios las comisiones son de hasta el 35% más IVA y gastos, lo que redondea picos del 43%”, aseguran desde la Asociación de Empresarios Hoteleros y Gastronómicos de Rosario (Aehgar), una de las que convocó para un apagón el martes 19 de mayo en las principales ciudades del país contra las app de delivery.

La queja se fundamenta en que no esta regulado el cobro de comisiones. La jornada de protesta se realizará en todo el país por los altos costos de comisión que cobran  Pedidos Ya, Glovo o Rappi solicitan por el servicio. El problema se agrava porque en muchas sociedades está prohibido el “take away” y los comercios sólo pueden vender a través de estas aplicaciones.

Alejandro Moroni,  secretario de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina, señaló:  “Hay poca facturación en la venta de comida y encima un gran porcentaje se la lleva un intermediario. El valor es desmedido en función de los ingresos de los negocios”.

Córdoba, Rosario y Santa Fé son las ciudades más activas, pero la convocatoria asegura que se replicará en varias ciudades más. Convocado como el “ Apagón APP”, busca que los gastronómicos no vendan a través de las app, sino solo a través de sus propios canales de delivery.

Desde la Asociación de Empresarios Hoteleros y Gastronómicos de Rosario (Aehgar) piden que se desconecten todos los bares y sólo recibirán pedidos por teléfono, Whatsapp o redes sociales.“Las comisiones de estas aplicaciones siempre fueron altas, pero desde el comienzo del aislamiento obligatorio se incrementaron para nuevos usuarios hasta el 35% más IVA y gastos, lo que redondea picos del 43%, todo ello amparado por la nula regulación que ejerce en esta materia el Estado, a quien exigimos tome urgentes medidas para resolver estos abusos. Antes de la pandemia eran 25% más IVA más gastos”, señaló Alejandro Pastore a BAE Negocios.

Explicaron que las altas comisiones no deja margen alguno de rentabilidad. “El vínculo es tan arbitrario y desigual que ellos deciden comisionar sobre el precio total de venta, incluido el IVA, lo que es un disparate”, sentenciaron desde Aehgar.

Los gastronómicos reclaman al Estado que regule las comisiones. Al mal momento originado por la pandemia, la caída de las ventas y la prohibición de retirar en la puerta de los locales, se suma el porcentaje que se llevan estas app que ronda un tercio del valor del pedido.

Información confidencial

BAE Negocios consultó a Pedidos Ya para saber cuál era el costo de la comisión en promedio que cobraban a los locales pero señalaron que la información es confidencial. En el caso de Glovo, informaron a este medio: “Para ofrecer el comercio a través de la plataforma hay diferentes valores de comisiones que dependen de la cantidad de sucursales, ticket promedio, entre otros. El valor de las comisiones permite mayor exposición del comercio, aumento en ventas y el marketing que genera estar en una plataforma, de esta forma los comercios ven reflejada su inversión”. Pero no dieron un porcentaje estimado.

Desde Rappi informaron que “varían teniendo en cuenta distintos factores desde tipos de tienda, si hay exclusividad o no. Es por eso que no se puede hablar de un número exacto, pero ronda entre un 20 y 25% del valor del pedido”.

Alejandro Pastore, secretario de la Asociación Hotelero Gastronómica de Rosario , señaló: “Es un problema común en todas las ciudades donde operan Pedidos Ya, Rappi y Glovo. Pero principalmente la primera, que hace uso y abuso de posición dominante y es la que marca las pautas de comisión. Hay reportes muy positivos de adhesión, en Rosario y Córdoba el boicot será total”.

Si bien en la provincia de Buenos Aires y CABA sufren lo mismo,  en este primer apagón no se sumarán. Gabriel Fama, presidente de la Asociación Fabricantes Artesanales de Helados y afines, señaló a BAE Negocios: ”Si bien a muchos, los ayudan a vender. Las comisiones van del 20% hasta el 35% más IVA, hay empresas grandes que pueden mejorar los porcentajes. Lugares chicos de barrios, heladería o pizzería pagan 35% por no tener posicionamiento ni herramientas para negociar. El ancho de espada del negocio lo tienen ellos”.

La metología de pago es clave. Fama explicó:”Hoy pagan a los 10 días, pero en épocas normales lo que vendes del 1 al 15 lo podes cobrar a los 30 y 40 días. Todos tenemos mucha bronca, desde el 2000 que no nos juntábamos todos para pelear por algo, ahora estamos todos juntos trabajando en este tema. En aquel momento, luchábamos contra los tickets canasta. Hoy no podemos entender que las app tengan un porcentaje tan algo, se suman a los altos porcentajes de las tarjetas de créditos”. Todo el sector busca una mesa de negociación.

Gastronómicos rosarinos apuntan al 25 de mayo para reabrir al público


Fuente: Rosario Plus ~ El sector hotelero gastronómico local, uno de los más afectados frente a la crisis generada por la pandemia, confía en una reactivación de la actividad en la próxima fase del aislamiento social, preventivo y obligatorio, es decir a partir del 25 de mayo. En este marco, elaboraron un «protocolo madre» para extremar los cuidados a la hora de volver al ruedo.

«Llevamos 60 días de facturación 0 y tenemos incertidumbre sobre cuando vamos a poder abrir y donde nos va a colocar el mercado en relación con la oferta y la demanda», señaló a Si 98.9 Carlos Mellano, presidente de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica y Afines de Rosario (AEHGAR).

Cabe señalar que el sector trabaja con la modalidad de envíos a través de empresas de cadetería. En este sentido, el dirigente sostuvo que «las apps de delivery se llevan entre un 30 y un 32 por ciento de la ganancia. Si hacemos un análisis de costo y beneficio, el número es neutro». «Todos los gastronómicos asumieron ese rol y se multiplicó la oferta cuando la demanda no», señaló.

Por último, Mellano adelantó que «hay una fecha tentativa» para la reactivación del sector, aunque subrayó que «hay que esperar lo que diga el presidente» el próximo 24 de mayo, de cara al inicio de la siguiente fase. «Hay cierto optimismo», mencionó.

«Hicimos un protocolo madre con lineamientos generales, como separar dos metros las mesas, reducir la capacidad de los locales al 50 por ciento, no poner los cubiertos previamente en las mesas y tomar temperatura a los clientes. Necesitamos que la gente se sienta segura», concluyó.

Reclamo financiero: gastronómicos harán un apagón contra las app de delivery

Fuente: IPro Up ~ Reclaman por las altas comisiones del uso de las aplicaciones. El secretario de la Asociación Hotelera y Gastronómica asegura que el valor es desmedido

Trabajadores del sector gastronómico del país realizarán este martes un «apagón» masivo del uso de las aplicaciones de delivery, como Rappi, Pedidos Ya y Uber Eats, en forma de protesta por las altas comisiones de las mismas.

El secretario de la Asociación Hotelera y Gastronómica, Alejandro Moroni, indicó que «Es una medida en reclamo a las aplicaciones de delivery o take away, que es la única modalidad que se puede usar por el contexto de la cuarentena. Hay poca facturación en la venta de comida y encima un gran porcentaje se la lleva un intermediario. El valor es desmedido en función de los ingresos de los negocios». Te puede interesar

En esa línea, agregó: «Las comisiones son bastantes irregulares y no se aplica un mismo criterio en todo el país. Hay ciudades que llega a un 40%, en otros un 30% y en lugares de Capital Federal es menor».

Por su parte, el vocero explicó que previo a la decisión de realizar la medida de protesta intentaron comunicarse con las empresas encargadas de las aplicaciones, pero no recibieron ninguna respuesta hasta el momento, indicó Cadena 3.

La tierna estrategia de un restaurante de Tailandia para llenar sus mesas

Fuente: La Nación ~ Con el achatamiento de la curva de contagios de coronavirus , varios países comienzan a flexibilizar las medidas de confinamiento y algunos rubros vuelven a operar en la nueva normalidad. Como lo anunció la Organización Mundial de la Salud (OMS), después de la pandemia el virus se volverá endémico y habrá que tomar los recaudos para evitar el contagio.

Mientras tanto, las sociedades van aprendiendo a vivir con el virus y, poco a poco, algunas actividades vuelven a ver algo de luz al final del tunel. Para hacer un poco más ameno el distnaciamiento social , un restaurante de comida de vietnamita en Bangkok tuvo una idea singular.

Los comensales que asistan al Maison Saigon , en la capital de Tailandia, compartirán la comida con unos simpáticos pandas de peluche. Además de amenizar la velada, dichos acompañantes mullidos evitarán la aglomeración de personas y evitar la propagación del virus.

Tras haber dejado atrás lo peor de la pandemia, este restaurante abrió sus puertas. Según publica el portal Insider , inicialmente dejaban una silla vacía entre los comensales, pero como al dueño le parecía algo muy solitario, decidió incorporar los muñecos a las mesas.

«En un primer momento dejábamos una única silla por mesa y los clientes se sentaban solos. Pero a mí me resultaba muy extraño. Por eso, quise ofrecerles algo de compañía», le aseguró el dueño del restaurante, Natthwut Rodchanapanthkul a la agencia de noticias Reuters .

De acuerdo con la publicación especializada en gastronomía Timeout, reproducida por el portal Insider, Tailandia flexibilizó algunas de las restricciones de su cuarentena a principios de mayo. Estas medidas incluyen al funcionamiento de restaurantes y cafeterías. Sin embargo, el distanciamiento social, lejos de desaparecer, llegó para quedarse.

Restaurantes cerrados por coronavirus: quién gana y quién pierde


Fuente: Clarin ~ La crisis generada por la cuarentena por coronavirus no golpea a todos de la misma manera. Algunos rubros están pagando y pagarán un tributo mucho más elevado que otros, como el de la gastronomía. Muchos empresarios del sector están paralizados. Restaurantes, bares, confiterías, cervecerías, cadenas de comidas rápidas, comedores, caterings, bodegas, hoteles, productores de delicatesen, almacenes, vinotecas y festivales gastronómicos son algunos de los afectados. Según el INDEC, los trabajadores en blanco del rubro hotelería y restaurantes son casi 300.000. Si se suman los informales y si se incluyen otros rubros estrictamente vinculados, es fácil entender la dimensión del problema.

La mayor parte de la cuarentena, los restaurantes tuvieron solamente una opción: el delivery. Recién desde el martes 12 de mayo se habilitó la alternativa «take away» o «para llevar».

El delivery es una práctica conocida y consolidada para las pizzerías, rotiserías y pequeños restaurantes de barrio. Para ellos quedan dos incógnitas: las dudas y desconfianza del cliente hacia quien manipula la comida y la preocupante contracción de los ingresos. El resto se acomoda. Es un asunto de envases, cuidados y logística. Otro cantar es el de los restaurantes de alto segmento, menos flexibles en muchas de sus propuestas y niveles de servicio.  ¿Podría la parrilla Don Julio vender a domicilio sus deliciosas mollejas o suculentos ojos de bifes asados a la perfección? En teoría, sí. Pero el producto llegaría a domicilio inevitablemente deteriorado. Una carne de altísima calidad asada a la perfección no soportaría inevitables descuidos y tiempos de entrega de decenas de minutos. Por lo tanto, ese camino es intransitable. De hecho, Don Julio eligió vender sus cortes crudos y listos para asar en casa. Una decisión sensata y pragmática que ofrece a quien lo desea la posibilidad de saborear, de otra forma, sus carnes soñadas.

Otros restaurantes de alto segmento sí optaron por la entrega a domicilio. Pueden hacerlo con menos complicaciones ya que sus comidas se adaptan. Tanta, La Mar, Mishiguene, Mercado de Liniers, La Fuerza, Cucina Paradiso, El Preferido de Palermo, Amazonia Brasas, Roux, Happening y otros son algunos ejemplos de transformación. Precios lógicos y competitivos (en la gran mayoría de los casos), logística eficiente, acuerdos específicos con tarjetas de pago y sistemas de descuento y comunicación agresiva son los pilares de la nueva estrategia de emergencia.

Los grandes ganadores de esta nueva realidad son los prestadores de delivery basados en aplicaciones. Rappi, Glovo, Uber Eats y Pedidos ya encontraron un El Dorado inesperado, mucho más grande de lo que nunca imaginaron. El costo del servicio prestado ronda el 25% del recibo de compra. Una tajada extremadamente jugosa. Demasiado jugosa. El pobre repartidor con su moto o bicicleta se queda con los riesgos, con un porcentaje bajísimo de la comisión y con suerte con alguna propina. Muchos restaurantes intentarán reunirse para desvincularse de este yugo muy pesado y organizar sus entregas con costos menores.

Cómo será la reapertura de los restaurantes, bares y cafés

¿Qué sucederá llegado el momento de reabrir las puertas? Los que hayan cruzado exitosamente la tormenta se enfrentarán a reglas nuevas. Transición complicada, ya que se tratará de convencer al comensal de que se puede ir a comer sin ningún riesgo y que el placer de la salida queda intacto. La renegociación de los alquileres y sus plazos no es y no será un asunto menor. Quien cuenta con local propio tiene una ventaja. Será una vuelta asimétrica. Primero algunos, después otros. Más fácil, quizás, para los que cuentan con mesas al aire libre. Los turistas tardarán en volver. En la primera etapa serán clientes de cercanía. Barrio, ciudad, provincia y país. Y finalmente volverán, de a poco, los visitantes extranjeros.

Dinámicas nuevas. Muy probable el control de la temperatura corporal del cliente. Posible el uso masivo de aplicaciones para teléfonos inteligentes basadas en la trazabilidad de personas positivas (contact tracing). Es un tema complejo que desata dilemas éticos porque involucra la privacidad de las personas. El tapaboca seguirá siendo obligatorio, por lo menos para los trabajadores. Aumentará la disponibilidad de los surtidores de alcohol en gel. Las distancias entre las mesas serán mayores a las actuales. Esto se traducirá en una menor cantidad de cubiertos. Algo que se compensará con una ampliación de los turnos y menores tiempos de permanencia de los clientes (incluyendo sobremesas más breves) ya que será necesario recuperar 10-12 minutos para reacomodar y desinfectar las mesas y hacer rentable la mayor rotación.

Sería muy útil que el cliente eligiera con anticipo los platos desde su casa utilizando la web donde encontrará los menús completos, precios y sugerencias de vinos para cada plato. Un encargado de redes en línea podrá responder preguntas y despejar dudas. El cliente llega, se sienta y a los pocos minutos recibe los platos seleccionados ya que la cocina sabe de antemano lo que tiene que preparar. Con mayor organización previa el personal podrá planificar con precisión horarios, recursos y protocolos.

La elevación de los estándares será inevitable. Mayor rigor, limpieza y responsabilidad. En síntesis más profesionalismo. Las barras de los bares y restaurantes serán diferentes. Más espacio entre habitués con el probable agregado de paneles separadores de acrílico móviles, laterales y frontales. Los pagos serán retirados con una pinza especial o a través de unas cajitas. Los que tendrán la posibilidad económica de hacerlo instalarán sistemas de filtraje de aire. Los menús serán, inevitablemente, descartables.

Muchas hipótesis. Algunas ya son o serán realidad. Otras se descartarán. Otras más aparecerán. Lo que está seguro es el publico tiene ganas de volver a disfrutar. La gastronomía logrará, con gran sacrificio, salir de esta situación para generar trabajo y prosperidad y asegurar a los amantes del comer afuera, uno de los placeres más grandes de la vida.

El vino, a través de Zoom: cómo la pandemia cambió la forma en que comunican las bodegas

Fuente: Infobae ~ La pandemia de coronavirus impactó en todos los órdenes de la economía. Agencias de viajes, líneas aéreas, compañías de cruceros y el sector gastronómico está entre los rubros que más se están viendo afectados a nivel global. Y la industria del vino, también tuvo que adaptarse a la nueva realidad.

Con restaurantes, bares y hoteles cerrados, las bodegas perdieron un importante canal de ventas. A esto se sumó la incertidumbre mundial, que siembra de incertidumbre el negocio exportador. Y, para agravar el panorama, las bodegas también perdieron el negocio de la venta de vinos a líneas aéreas para sus servicios de abordo y una unidad muy rentable, como el enoturismo, que no podrá operar hasta nuevo aviso.

Todo esto, claro, con un telón de fondo que empeora el contexto: casi 8 millones de personas se quedaron sin ingresos en la Argentina y el Estado tuvo que salir a socorrerlos con un bono especial, que tampoco es suficiente para reactivar el consumo.

Frente a este escenario, las bodegas vienen apostando y muy fuerte al ecommerce de vinos.

«El comercio electrónico viene creciendo a pasos acelerados, pero en tres o cuatro semanas avanzó lo que no hubiera podido hacer en un par de años. El aislamiento hizo despertar a la demanda de una manera forzosa y eso acelera todos los procesos», afirmó el titular de la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (Cace), Alberto Calvo, resumiendo el boom online que se vive hoy por hoy.

Y esto, claro, se trasladó a la forma en que las bodegas comunican. Hay una realidad en ese sentido: las empresas necesitan seguir vendiendo y para ello, o presentan nuevas etiquetas y nuevas marcas o avanzan con el obligado recambio de añadas. Y todo eso necesita comunicación. El riesgo para una marca –opere en el rubro que sea- siempre es caer en la intrascendencia. Y este riesgo se potencia incluso más en este contexto de pandemia.

Por eso, en las últimas semanas, varias bodegas comenzaron a incursionar en degustaciones online dirigidas a prensa especializada, sommerliers o vinotecas, a través de plataformas como Zoom, Google Meet, o a través de los servicios que ofrecen redes como Facebook o Whatsapp.

Terrazas de los Andes, Chandon, Bianchi y Norton, son algunas de las que vienen aprovechando la tecnología para avanzar con una nueva estrategia de comunicación. Las plataformas para videconferencias acortan distancias para las bodegas en tiempos de pandemia

«En el caso de Moët Hennessy fuimos pioneros en incursionar en este nuevo formato de presentación. Aprovechamos este momento de cuarentena para estar cerca de nuestros clientes en este momento difícil que están pasando, principalmente nuestros clientes del on trade. Lo hicimos en formatos de degustaciones, master class y capacitaciones con nuestros distintos públicos, como restaurantes, vinotecas, líderes de opinión, sommeliers y periodistas, de distintos puntos del país de manera virtual con nuestros equipos enológicos de vinos y espumantes guiando las catas desde Mendoza», explica Fernando Gouiran, director de Comunicaciones, Eventos y Trade Marketing de Moët Hennessy Argentina. Te puede interesar

«Creemos que fueron muy bien recibidas por todos porque sirvió para generar un acercamiento en un tiempo donde las personas están en sus casas y con más tiempo libre. Nos permitieron poder presentarles los vinos de la cosecha 2020, que habían entrado a bodega hacía muy pocas semanas, a muchas personas en poco tiempo y de diferentes ciudades», agrega.

Sin embargo, tal como plantea Gouiran, llevar adelante una cata online implica todo un esfuerzo a nivel logística, dado que las bodegas deben enviar previamente los vinos a todos los invitados, a diferencia de una cata tradicional, realizada en un restaurante, donde los asistentes, organizadores (y vinos, por supuesto) se centralizan en un único punto.

«Todo esto conllevó un trabajo de logística para poder hacer llegar nuestros vinos base desde Mendoza a Córdoba, Rosario, Mar del Plata y Buenos Aires», explica.

Desde Bianchi, Silvio Alberto, gerente de Agronomía y Enología, señala que «al principio cuando comenzamos resultó algo extraño, lejano, difícil de poder trasmitir la pasión, las historias y las vivencias que tenemos o involucran al vino, de forma remota, no ver con quien interactúas y el hecho de tener un tiempo acotado te limita el compartir».

Sin embargo, asegura que la experiencia terminó siendo muy positiva: «Después de algunos vivos que realicé me sentí muy cómodo, como si estuviera «

«Desde nuestra bodega creemos que esta situación ha llevado a transitar en poco tiempo un gran aprendizaje y a poner en marcha un escenario nuevo, muy dinámico y virtual para poder asegurar el contacto con nuestro público, profesional o consumer, en diferentes maneras», agregan desde Durigutti Family Winemakers, comandada por los hermanos Héctor y Pablo Durigutti.

«La herramienta virtual es hoy nuestra única posibilidad de mantener estrecho contacto y buscar permanentemente la manera de continuar trabajando y, en la medida de lo posible, innovando, a través de este medio virtual», agregan. Moët Hennessy Argentina apuesta fuerte por el formato online, tanto para comercializar como para comunicar

Vino online: ventajas desventajas

Ahora bien, la posibilidad de seguir comunicando a través de estas plataformas, ¿es todo ganancia? ¿O se resigna algo en el camino respecto de la modalidad tradicional?

Respecto de las ventajas, Silvio Alberto plantea que «al tener un límite de tiempo, uno aprende a ir a la esencia del vino. Si uno se organiza, puede transmitir todos los conceptos que quiere sobre el vino y la esencia de lo que significa crear vinos«. Te puede interesar

Sin embargo, para el experto de Bodegas Bianchi hay una limitante: el feedback vívido que se puede lograr en una degustación face to face.

«Lo que no me convence es la lejanía, quizás un poco la frialdad que genera este tipo de comunicaciones y me quedo con la sensación de que siempre algo falta. Cuando estamos haciendo una cata presencial, te permite ver las expresiones de los consumidores, de colegas y periodistas, que de esta forma no lo podés ver y actuar en consecuencia», plantea.

Y agrega que «el llevar adelante una degustación para explicar el vino está muy asociado a estudiar también al consumidor en el medio de la degustación de manera de cambiar si estás haciendo algo que los aburre o no les llama la atención. La frialdad de estos sistemas quizás es lo que más me lo hace cuestionar».

En paralelo, Gouiran, de Moët Hennessy Argentina, prefiere no poner esta nueva modalidad en término de ventajas y desventajas. «Hablaría más de capitalizar momentos. Lo bueno de la cata online es que podés llegar en muy mismo ‘evento’ a personas en distintas ciudades, sin trasladar a las personas, generando un espacio de interacción. Llegamos a hacer encuentros en Zoom con 25 invitados», explica.

«Hay que ser creativos. La tecnología nos brinda muchas posibilidades para poder transmitir los conceptos de terroir», agrega.

Diferencia de costos

Más allá de que la pandemia hoy no lo permite, para una bodega, organizar un almuerzo o cena en un restaurante de buen nivel en Buenos Aires para presentar un producto puede representar una inversión de no menos de $3.000 por asistente.

Así, un evento de este tipo para 15 personas podría representar, a valores de hoy, una erogación de $45.000.

Claro que a esto hay que agregar los costos de traslado y alojamiento de los voceros que viajen desde Mendoza, Salta o la Patagonia, si bien en una gira de este tipo la empresa aprovecha para realizar más de una presentación. Te puede interesar

Como contrapartida, organizar la logística para hacerle llegar vinos a esas mismas 15 personas en Buenos Aires puede sumar unos $4.500.

Además, para los restaurantes, este tipo de eventos son clave como unidad de negocio, no solo por lo económico, también por el impacto positivo que significa para un establecimiento recibir, en un mismo encuentro, a enólogos, prensa especializada y sommeliers.

«Es muy cierto que son momentos muy difíciles para las bodegas, no solo chicas, medianas o grandes; todas estamos padeciendo lo mismo. Y las catas online permiten reducir presupuestos frente a las acciones que realizamos comúnmente, como son almuerzos o cenas», explica Silvio Alberto.

Sin embargo, el enólogo de Bianchi pone reparos: «Cuando todo esto termine, no descarto que se continué con esta forma, pero creo que se debe volver a la normalidad y poder compartir una cena, una degustación presencial con los consumidores y periodistas, porque el vino es eso: compartir vivencias, experiencias. El vino necesita lo necesita, el vino es calidez y muchas veces este sistema es más frío y lejano».

Desde Moët Hennessy Argentina también dan su visión: «Lo presencial suma mucho. No es lo mismo presentar un vino en Mendoza, mostrando en los diferentes tipos de suelos que podemos encontrar a pocos metros o kilómetros de distancia que hacerlo a través de una presentación con fotos. Hay conceptos que pueden ser mucho más claros por estar viéndolos en vivo».

Gouiran agrega, en consecuencia, que «las presentaciones y degustaciones presenciales van a continuar porque son espacios íntimos que permiten generar diferentes espacios de diálogo. El enólogo se puede acercar, hablar con esa persona, intercambiar ideas, conceptos. Se generan climas, que a través de la cata virtual tal vez no se llegan a alcanzar».

«Puede haber bodegas que se vuelquen a la cata on line por un tema de costos. Desde Moët Hennessy siempre estamos a la vanguardia en lo que respecta a experiencias. En nuestro caso es probable que sigamos haciendo degustaciones virtuales para seguir capacitando al personal que trabaja en los restaurantes o en las vinotecas o líderes de opinión, pero siempre vamos a estar pensando de qué manera sorprenderlos», concluye.

«Prefiero decir que el formato online y el presencial son dos modalidades que deberán convivir, sin que una tape o elimine la otra. Mi deseo es poder estar cerca de los consumidores y periodistas», aporta Alberto, de Bodegas Bianchi.

En tanto, desde Durigutti Family Winemakers señalan que «nada reemplaza el vínculo y contacto personal, por lo que deseamos que cuando esta situación lo permita, podamos retomar nuestras acciones que ponen el valor el contacto humano directo».

«Creemos que ambas formas de comunicarse serán dos herramientas no reemplazables una por otra, sino compatibles, y que el futuro habrá una integración de ambas para distintos usos, con sus puntos a favor cada una de ellas», agregan.

«El vino es algo que se disfruta con los sentidos y un mano a mano para conversar con sus hacedores o disfrutarlos en el lugar de origen será un elemento que continuará en convivencia con otras acciones apoyadas en las plataformas tecnológicas a distancia», completan.

Con bares y centros comerciales abiertos, algunas provincias van recuperando la normalidad

Fuente: Telam ~ Con una administración del aislamiento social que va recuperando más actividades cada semana, las provincias de Mendoza, Salta y Jujuy son las más avanzadas en el proceso de desconfinamiento.

Las provincias de Mendoza, Salta y Jujuy son las más avanzadas en el proceso de desconfinamiento, con bares y centros comerciales funcionando y una administración del aislamiento que va recuperando más actividades cada semana, mientras en La Pampa este domingo, y por única vez, las personas podrán organizar «reencuentros familiares».

Jujuy
Es, tras 42 días sin nuevos casos de coronavirus, la provincia que más ha avanzado en el desconfinamiento, ya que quedan «pocas actividades» paradas porque son reactivadas, según valoró el gobernador Gerardo Morales.

Lo primero que se reactivó fue la atención en comercios, peluquerías y estéticas, siempre con turnos previos y sin clientes en sala de espera; a la que luego se agregaron galerías, shopping y restaurantes, que solo pueden ocupar el 50% de su capacidad total.

Finalmente, el último sábado también se permitió la reapertura de iglesias y templos, pero sin ceremonias conjuntas y siempre respetando la distancia social; mientras que las caminatas, el trote y la bicicleta están permitidas así como los deportes individuales, bajo estrictas normas de bioseguridad.

Salta
Por su parte, con 5 casos de coronavirus confirmados y sin circulación comunitaria, ya permitió el comercio, las ópticas, la construcción privada y algunas profesiones liberales, además de peluquerías, personal de casas particulares y de servicios de mantenimiento, principalmente para prevenir el dengue.

Finalmente, regresó la actividad el comercio en todo el territorio provincial, a la que se sumaron las galerías y shoppings, sin el funcionamiento de los patios de comida.

Este lunes se retomaron dos actividades: por un lado, la judicial, con horarios desdoblados, la mitad del plantel del personal por turnos, y con audiencias y mesa de entrada virtuales; y por el otro las salidas recreativas de una hora, a no más de mil metros del domicilio, al igual que la actividad física al aire libre como correr, caminar y andar en bicicleta.

Y en los días siguientes, regresaron la administración pública; diez disciplinas deportivas individuales (sin poder utilizar los vestuarios) entre las que se encuentran tenis, paddle, golf, parapente, trail running, equitación y ciclismo; y hoy comenzaron a funcionar nuevamente los locales gastronómicos en toda la provincia, con distanciamiento entre las mesas, estrictas medidas de higiene y limpieza.

Mendoza
Registró el martes el último caso confirmado por coronavirus en la provincia aunque se mantienen habilitadas las salidas recreativas; obra privada, apertura de los comercios, cafeterías, bares y restaurantes.

De hecho, a partir de esta semana abrió el comercio en general, servicio de mudanzas; agencias de lotería y quiniela; cafés y restaurantes (con modalidad «pase y lleve»‘) además se habilitó la mudanza y el servicio doméstico.

Para estos rubros el protocolo, en algunos de sus puntos, dice que el empleador deberá proveer al trabajador de un certificado para ser presentado eventualmente ante la autoridad policial de control y también deberá llenar una declaración jurada de salud.

Catamarca
A estos tres casos se suma Catamarca, que es una de las dos provincias a las que el coronavirus no llegó –la otra es Formosa–, donde distintas actividades fueron retomando paulatinamente: lavaderos, concesionarias de vehículos, inmobiliarias, agencias de quiniela y empleadas de casas de familia, el ejercicio de las profesiones liberales como abogados, contadores y otros, la obra privada, albañilería, electricidad y herrería; peluquerías; y profesionales de la salud como psicólogos, nutricionistas y kinesiólogos.

«Cada actividad que se autoriza primero es discutida en el Comité Operativo de Emergencia (COE) y a la par tiene que tener el protocolo de trabajo de cómo se va a realizar la misma en este nuevo escenario de pandemia», dijo la ministra de Salud de Catamarca, Claudia Palladino a Télam.

San Luis
Otras provincias también avanzaron en el proceso de desconfinamiento. Es el caso de San Luis, que ya lleva 40 días sin nuevos casos de coronavirus, y donde está abierto parcialmente el San Luis Shopping Center, ubicado en la capital de la provincia.

«Esto da cierta normalidad en la cuarentena, ya que es el único centro comercial con el que cuentan los puntanos, solo que ahora deben concurrir con tapabocas, de acuerdo a la terminación del DNI y en el interior no se puede permanecer, ni detenerse», dijo a Télam la encargada de marketing del Shopping, María Clara Marinello.

Corrientes

Lleva 5 días sin nuevos casos y la atención comercial funciona con un protocolo de seguridad sanitaria, con distanciamiento social y solo se permite una persona cada 9 metros cuadrados, informaron fuentes gubernamentales que también autorizaron la apertura del shopping a excepción de los fines de semana y solamente los locales comerciales, sin los patios de comida y tampoco los juegos; así como las caminatas «controladas» y deportes como el ciclismo, con turnos y permisos gestionados previamente.

Río Negro
Y, por último, en Río Negro, donde el jueves se confirmaron 4 nuevos casos por coronavirus, las autoridades siguen con atención la apertura parcial de actividades: «Hay gente que respeta la normativa y otra que no», reconoció a Télam la subsecretaria de Protección Civil de la ciudad, Patricia Díaz.

Medidas oficiales: reducen los costos energéticos de comercios e industrias afectadas por el COVID-19

Fuente: AHRCC ~ El Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) estableció hoy nuevos parámetros para resguardar a usuarios comerciales que «podrán solicitar la suspensión o renuncia de la potencia contratada» mientras dure el aislamiento social, preventivo y obligatorio por el coronavirus.

Luego de las gestiones de la AHRCC, se disponen medidas para reducir los costos energéticos de comercios e industrias. 

A partir del pedido de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés de que se modificara la facturación de cargo fijo de las facturas de electricidad, el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) estableció nuevos parámetros para resguardar a usuarios comerciales e industriales, incluida la industria cultural, que «podrán solicitar la suspensión o renuncia de la potencia contratada» mientras dure el aislamiento social, preventivo y obligatorio por el coronavirus.

La medida, prevista en la resolución N° 35/2020, incluye a «aquellos usuarios de las categorías T2, T3 y peaje que hayan sufrido una caída del 50% o más en su demanda de energía». 

El ENRE también dispuso que «las deudas que se generen durante la suspensión serán abonadas mediante planes de pago en base a pautas establecidas oportunamente por el Ente».

La resolución llega luego de las gestiones y los pedidos concretos realizados por la AHRCC en este sentido. 

La Entidad había enviado una carta al organismo solicitando que se deje sin efecto la facturación del cargo fijo respecto de la potencia contratada hasta el momento en que se ponga efectivo fin al aislamiento social obligatorio y puedan reabrirse los establecimientos. 

Además, la Asociación había pedido un plazo de gracia, dado que luego de la reapertura transcurrirá tiempo para que puedan recuperarse las actividades. 

Ambos reclamos fueron tomados por el ENRE en esta nueva resolución.La AHRCC continúa en diálogo directo con las autoridades del ENRE para seguir el tema y buscar soluciones para los establecimientos hoteleros y gastronómicos en medio de las crisis que atraviesan debido al aislamiento por el Covid19.

La medida solicitada por la AHRCC y prevista en la resolución N° 35/2020 del ENRE, incluye a «aquellos usuarios de las categorías T2, T3 y peaje que hayan sufrido una caída del 50% o más en su demanda de energía».

El Ente Nacional también dispuso que «las deudas que se generen durante la suspensión serán abonadas mediante planes de pago en base a pautas establecidas oportunamente por el Ente».

Mire aquí la Resolución informada por el Ente Nacional Regulador de Energía.

Resolución 35/2020 del ENRE publicada el 15/05/2020 en el B.O

Paulo Airaudo: “Somos sobrevivientes, vamos a volver a la normalidad”

Fuente: FEHGRA ~ El reconocido chef argentino, radicado en España y dueño de tres estrellas Michelin, compartió con empresarios de todo el país su visión sobre el negocio gastronómico post cuarentena. Dijo: “La idea es ofrecer seguridad y tranquilidad a los clientes, no darles nada que haya sido tocado por otra persona. Sentido común y el compromiso de siempre”.

El 14 de mayo, desde la Sala Zoom, el argentino Paulo Airaudo, exitoso empresario gastronómico radicado en España y dueño de varios establecimientos ubicados en Europa y Asia, abrió las puertas de su casa para ponerse en contacto con más de 200 empresarios gastronómicos y hoteleros argentinos, quienes lo consultaron sobre su experiencia empresarial en estos difíciles momentos signados por la pandemia de COVID-19 que vive prácticamente el mundo entero. ¿Cómo incluyen nuevos protocolos? ¿Cuál es su experiencia con el personal a cargo? ¿Pensó en cerrar algún establecimiento? ¿Cambió las cartas? ¿Podrá sostener los precios? Las preguntas se sucedieron durante más de 90 minutos, sin darle respiro a un empresario que compartió su experiencia generosamente, bajo el paraguas del Ciclo de Charlas que la Federación está ofreciendo con referentes nacionales e internacionales, organizadas por el Departamento de Capacitación y Formación Profesional, a cargo de la doctora Ana María Miñones. Paulo Airaudo fue Jurado de Honor en el Torneo Federal de Chef FEHGRA 2019, que tuvo su final en HOTELGA.

Historia de vida

Durante los primeros minutos contó los pasajes más importantes de su carrera. A los 18 años partió de su Argentina natal para recorrer el país y el mundo, en busca de forjar una trayectoria basada en la excelencia culinaria. Trabajó en Argentina, México, Perú y en distintos países europeos. Compartió equipo de cocina en restaurantes con tres estrellas Michelin, como Arzak y The Fat Duck. Hasta que alcanzó el logro de conquistar sus propios galardones. En 2015, ganó su primera estrella Michelin, con el restaurante La Bottega (Ginebra, Suiza). Dos años después su restaurante Amelia (San Sebastián, España), a siete meses de su apertura, fue incluido en el ranking de los mejores del mundo y también reconocido con una estrella Michelin. Y para corroborar que no hay dos sin tres, el año pasado su restaurante Da Terra (Londres, Reino Unido) también recibió su estrella Michelin. Con tres establecimientos en San Sebastian, ciudad donde está radicado, uno en Londres y dos en Hong Kong, Paulo Airaudo también incursionó en el negocio del vino, y tiene su propia distribuidora; y hace dos meses, iba a inaugurar su restaurant “700” al sur de Italia, pero por cuestiones obvias debió reprogramar la apertura para dentro de seis meses.

Dice: “Nací en Río Cuarto, Córdoba, pero hace 16 años que viajo por el mundo, y mi gran fortuna es que tengo negocios en distintas ciudades -en todos sus establecimientos es socio mayoritario-. Todos mis emprendimientos están basados en la calidad, compramos lo mejor y cobramos lo que debemos cobrar”.

Protocolos o sentido común

Este lunes 11, casi dos meses después de que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, declarara el estado de alarma, algunos restaurantes pudieron atender a los primeros clientes en la mitad de España, pero solo desde sus terrazas. Paulo Airaudo explica: “Siento que tanto en España como en otras partes del mundo el panorama general no está muy claro. En Londres está todo cerrado, esperamos abrir en junio. En Hong Kong la ciudad sigue viva, nunca cerramos las puertas de los restaurantes. Se redujo el volumen, pero hoy hicimos en uno los establecimientos, que es grande, 250 cubiertos, y en el otro, que es pequeño, 25”.

Consultado sobre los nuevos protocolos para ofrecer seguridad a comensales y empleados, el chef indicó que las medidas impuestas por el Gobierno son desinfección, limpieza y uso de barbijo, y que su rutina no se ha visto alterada en casi nada: “Para nosotros la limpieza es esencial. Desde siempre los pisos se limpian cuatro veces por día, los baños seis veces por día, y usamos desinfectante constantemente. Las medidas no alteraron mi forma de trabajar”. Todo el equipo está entrenado en la higiene personal: “Yo en la cocina paso gran parte de mi día lavándome las manos”. Ahora cuando un cliente se va, desinfectan mesas y sillas antes de recibir a un nuevo comensal, pero dice que es un trabajo muy fácil. Y además ponen gel a disposición. No usan manteles y, con respecto a las servilletas, utilizan descartables y las colocan en la mesa con la llegada del cliente. Los pagos son solo por medios electrónicos. Con respecto al personal, llevan un registro controlando que estén bien de salud para llevar seguridad al equipo, pero saben que ante la menor duda no deben ir a trabajar. La entrega de los proveedores es normal: “Siempre lavamos todo lo que recibimos antes de guardar la mercadería e insumos. Tenemos mucho cuidado con el producto”. Al abrir las terrazas de uno de sus restaurantes, decidió eliminar las cartas: “A través del celular, el cliente con el código QR ve la carta y elige”. Cuando abran el restaurante Amelia, proyectan tomar la temperatura de la gente que ingrese, pero no es obligatorio. “La idea es ofrecer seguridad y tranquilidad, no darles nada que haya sido tocado por otra persona. Sentido común, y el compromiso de siempre. Para nosotros es normal ofrecerle esa calidad, la limpieza es calidad. Está por sobre todas las cosas, ya sea o no un restaurantes de alta cocina”.

La carta, los precios y los empleados

Consultado sobre si piensa modificar la carta debido a la coyuntura, negó rotundamente: “Mi oferta de platos es mi oferta. Siempre respetamos nuestra filosofía y esencia. Mi carta es pequeña y dinámica”.

Y, ¿los precios? ¿Podrá mantenerlos? “Los precios se alzan. Si mis costos se incrementan, debo aumentar. Se trata de un negocios, y debe tener rentabilidad. Si algo no funciona, cierro y abro en otro lugar. Ahora hay que remarla, pero hay veces que cerrar un negocio no es malo, no es un fracaso, hay que saber cerrarlo”.

En el negocio hotelero y gastronómico es imprescindible el capital humano. En España, el Gobierno implementó el Expediente Temporal de Regulación de Empleo (ERTE) para aliviar sus costos salariales de las empresas. Sin embargo, Paulo Airaudo reconoce que la ayuda oficial para el pago de los sueldos no fue muy eficaz: “Recibieron un aporte hace 10 días. Pero nosotros les pagamos todo el sueldo a todos nuestros empleados, que tienen que seguir comiendo. Mi filosofía es sencilla. Si me fundo, me fundo, pero hago lo correcto. Esta es una decisión personal. Decidimos tirar para adelante, cruzamos los dedos y que sea lo que Dios quiera”. También reconoce el valor de sus empleados en el negocio: “No somos una fábrica, necesitamos a los empleados. Y nosotros nos rodeamos de muy buena gente, que defiende nuestros establecimientos, no podría desprenderme de ellos. Siempre digo que necesito gente con ganas de trabajar, el resto se aprende”.

Consultado sobre el porcentaje de costos que significan los sueldos de la plantilla, consideró que no podía superar el 30%, y reconoció que en España las leyes laborales son similares a las de Argentina.

Con respecto a los alquileres de los restaurantes, dijo: “No pagamos alquileres”. Pudieron negociar con los dueños, que consideró un “amor de personas”.

La Oportunidad de la crisis y la Reactivación

Con una mirada positiva, dijo en varias oportunidades que hay que sacar provecho de esta situación. Una de las medidas que está tomando es acotar los horarios, acomodar para hacerlo más fluido. Y piensa aplicar el derecho de admisión en relación con las personas que viven la pandemia con mucha paranoia: “Ya tenemos bastante con lo que estamos viviendo”.

A su vez, ve en esta crisis una buena oportunidad para mejorar, siempre teniendo en cuenta que la rentabilidad está atada a los precios. Y reconvertir lo que sea necesario. Ve con dificultad la vuelta pronta de los servicios de desayuno buffet o salad bar: “Lo más fácil es ofrecer un servicio de mesa”.

Con alegría indica que la terraza del restaurante que ya pudieron abrir está llena de clientes: “La gente quiere salir, estar en la calle, consumir, volver a la normalidad, trabajar. Sentimos que la comunidad apoya a los establecimientos”. A modo de ejemplo, cuenta: “Acá está lloviendo y la gente está sentada en una terraza que no tiene sombrillas”.

Animado dice que el mundo no va a cambiar, y los restaurantes tampoco: “Tenemos una alteración por un lapso, pero somos sobrevivientes, nos acomodamos. En pocos meses vamos a volver a la normalidad”. La normalidad que él supo construir es muy buena. Antes de la pandemia, su restaurante Amelia figura en el ranking español de los restaurantes con más lista de espera. Para reservar mesa un sábado a la noche había que esperar tres semanas.

Gastón Riveira. «Cerrar La Cabrera fue como un golpe que te tira del ring»

Fuente: La Nación ~ Con vacuna o sin vacuna? Ante cualquier pregunta en torno al futuro, Gastón Riveira pide que se especifique de cuál de los dos probables horizontes estamos hablando, consciente de que lo que pase con la gastronomía dependerá en gran medida de las herramientas con las que contemos para hacer frente al Covid-19. Después de todo, no fue una crisis económica de las tantas que ha atravesado el país y el mundo la que, semanas atrás, puso al cocinero y propietario de La Cabrera delante de un escenario impensado: tener que cerrar todas las sedes de la parrilla, desde Palermo hasta Filipinas y México. Pero antes de que madure el knock-out -para usar sus propias palabras-, La Cabrera volvió a subirse al ring bajo el formato delivery & take away, y mientras espera que llegue el momento en que una vacuna le permita volver a ofrecer una verdadera experiencia gastronómica en sus salones, piensa en cómo renovarse y cuenta la experiencia de asistir con comida a personas varadas en aeropuertos.

-¿Cómo viviste el momento en que tuviste que cerrar La Cabrera por la cuarentena?

-Fue un momento que nunca lo esperás y de repente pasa a ser como. cómo te explico… como que te pegaron una trompada y te tiraron del ring. Ni más ni menos que eso.

-¿Cómo surgió la iniciativa de ayudar a las personas varadas en los aeropuertos de América Latina, donde hay sedes de La Cabrera, llevándoles viandas?

-Más que una idea nuestra, nació como un pedido del consulado de México. Llamó por teléfono a La Cabrera de México para preguntar si podíamos dar una mano con unas viandas a gente que había quedado varada en el aeropuerto de México. Y dijimos: ya que lo hacemos ahí, por qué no lo reproducimos en todas las Cabreras. A la que más le tocó trabajar, no tanto por cantidad, sino por extensión en el tiempo fue a La Cabrera de Bolivia, donde hubo muchos días con personas varadas.

-¿A cuántas personas ayudaron?

-Deben haber sido unas 3000 viandas, calculamos, unas 300 por día entre todos los lugares.

-¿Recibiste algún feedback de la gente que las recibía?

-No, pero porque yo tuve una especie de desconexión con los clientes. Vino el cierre y fue tan brusco como una piña de knock-out, que te tira del ring… y ahora hay que volver a levantarse. Y volver a boxear. ¡Que nos cuenten hasta 10!

-¿Cómo viviste esos primeros días tras el cierre?

-Mirá, los primeros días dije: «Me voy a tomar un poquito de ocio que no viene mal». Me ventilo la cabeza, estoy con la familia, disfruto un poco más de los chicos. Pero empiezan a pasar los días y ya después no sabés qué hacer. Empezás a decir: ¿qué hacemos ahora? Y te quedás ahí pensando, pensando. Entonces armé como una especie de comité de crisis con las personas que me ayudan y me asesoran para poder ver qué medidas tomar. Estar atento también a cómo abren en otros países, a ver cómo reacciona el público también.

-¿Cómo fue el proceso que te permitió abrir La Cabrera como delivery y take away?

-Primero yo me negaba. Por una cuestión de calidad. Por eso sacamos la marca La Cabrera Al Paso, para que la gente pueda entender que no es La Cabrera, que está hecho por La Cabrera, pero es una marca que es Al Paso. Básicamente para que a la gente le quede en su cabeza que lo que estamos haciendo es tratar de cuidar la marca.

-Hay cierto prurito de la gente que come asado de pedirlo por delivery, ¿no?

-Tal cual, por eso también dentro de Al Paso tenemos otras cosas: pastas, milanesas, ribs, una bondiola de cerdo mechada y dos cortes que al tener hueso es como que te ayudan un poco más: un tomahawk y un T-bone. Después la empanada tradicional y el chorizo, que no tienen mucho riesgo de que llegue mal. Y los helados nuestros, que los hacemos nosotros, y podés elegir el cuarto de helado para comerlo mirando una película.

-¿Cuáles son los cortes que más sufren en el delivery?

-Todos los cortes sufren. Ninguno te llega perfecto. Porque cuando los sacás de la parrilla se siguen cocinando. Por eso lo que recomendamos es que tengas 10 minutitos precalentado el horno, y cuando llega le das un golpecito bien fuerte de horno, de 60 segundos, para devolverle la crocantez de la carne.

-¿Qué tuviste que modificar dentro de La Cabrera para funcionar como delivery?

-Todo lo que es el packaging y cómo adaptar el negocio a todo lo que es el lavado de manos, que el personal que está ahora, además de la chaqueta, tiene un material descartable como usan los médicos en el quirófano.

-¿Qué enseñanzas le va a dejar la cuarentena a la gastronomía?

-La gastronomía puede aprovechar el delivery y tratar de mejorar todo. Yo estoy acá sentado y digo «vamos a hacer un refresh de todo antes de abrir». Ver qué cosas podemos mejorar y qué ideas nuevas podemos sumar al servicio. Pero si me preguntás qué me gustaría que pase es que se invente la vacuna lo antes posible. ¡Ya!

-¿Qué conductas pensás que van a ser distintas cuando finalmente abran los salones?

-¿Cuando salga la vacuna o antes de la vacuna?

-Antes de la vacuna.

-Antes de la vacuna yo pienso que no va a ser una experiencia divertida la de salir a comer, por más que nosotros vamos a tratar de que sea divertida. ¿Te imaginás comiendo con un barbijo o con esas máscaras plásticas? Hay un montón de cosas hoy que no son compatibles con la gastronomía. Por eso creo que por ahora lo que va a ir funcionando es el delivery. Hoy los restaurantes somos una fábrica de comida, y bueno, tratemos de vender todo lo más que podamos y veremos más adelante cómo se desarrolla.

-¿Estás replicando el formato delivery incluso con otras marcas?

– Sí. Una es Marcelina & García, que es de pizzas, pastas y empanadas al horno. Es una marca que tuvimos justo al lado de La Cabrera durante un tiempo. Pero esa energía que tiene la carne hacía que muchos que se sentaban en Marcelina pedían carne. Tanto hincharon con eso que agarré un día y dije «chau esto no es para mí. Vamos a seguir con la carne». Y seguimos con el tema de la carne, pero siempre lo que es la harina me pareció una materia prima para darle bola: es algo muy lindo, es un producto que tiene vida propia, una materia prima a la que también me gusta meterle mano.

-¿Y ahora cómo la vas llevando en lo anímico?

-Bien, estoy haciendo Tik Tok con mis hijas, estoy retomando la actividad, estoy cocinando también. Y contribuyendo a mis kilos: cada día me parezco más a lo que no tengo, que es la estrella Michelin, ¡pero al muñeco me parezco cada día más!

-¿Cómo te imaginás tu primer asado cuando termine todo esto?

-¿Con vacuna o sin vacuna?

-Ahora sí, con vacuna.

-Me imagino tomando un rico vino, un rico Champagne. Me jugaría hasta por ahí de tirar un pedazo de Wagyu a la parrilla, no importa el precio.