Más de 70 aperturas actualizan el hiperactivo circuito de restaurantes de Buenos Aires

Fuente: La Nación ~ Quienes transitan por la avenida Sarmiento, en los bordes de los bosques de Palermo, observan el trabajo acelerado en una emblemática edificación del siglo XIX construida con estilo victoriano y ubicada dentro de la manzana del hoy bautizado Ecoparque, frente a la Rural.

En pocos días se develará una incógnita que lleva meses: se trata de Pabellón El Águila, el proyecto que le devolverá su centenaria identidad gastronómica al imponente pabellón, que nació en 1905 como una sede de la confitería de ese mismo nombre emplazada en Santa Fe y Callao. En el lindero barrio de Belgrano, días atrás, Narda Lepes abrió las puertas de Kona Corner, una original propuesta japonesa en Sucre y Castañeda. Junto a la bartender Inés de los Santos (responsable de varios lanzamientos recientes, incluyendo su premiado Cochinchina en Palermo) y Pablo Chinen (con experiencia en cocina oriental y quien viene de inaugurar la sandwicheria Sando de América), revitalizaron la esquina que supo ser de Bruni, al lado del restaurante Sucre (pionero en la zona).

Para completar el circuito de un corredor agitado por los desarrollos inmobiliarios, a pocos metros, abrió Let it V, la cadena vegana que también está en expansión. En otra esquina muy simbólica, llamada La Esquina del Sol por el famoso pub de los años 80 donde tocaban Soda Stereo, Sumo o los Redonditos de Ricota, en Guatemala y Gurruchaga, inaugura en estos días la sede Palermo de la pizzería Orno.

El proyecto encabezado por Guadalupe Garcia Mosqueda es del Grupo Mezcla, que gestiona Casa Cavia además de 1736 y Asadero en Olivos. Con una obra de diseño y el protagonismo del horno, se suma a la zona en la que sobresale la parrilla de fama internacional Don Julio. Son, apenas, algunos de los casos más destacados entre 70 emprendimientos gastronómicos con aperturas recientes o inminentes relevados por LA NACION.

El fenómeno marcará la evolución de la fisonomía del mapa de restaurantes, cafeterías y casas de despacho en la ciudad de Buenos Aires (y que impacta también sobre los alrededores en diferentes corredores), con aristas económicas y sobre todo culturales en edificios históricos recuperados, esquinas emblemáticas y cuadras que concentran hasta cinco lanzamientos en menos de 100 metros. Solo en los diez días próximos a esta publicación se cuentan al menos una decena de aperturas.

El constante crecimiento de este sector viene acompañado de tendencias de platos, de diseño y también de circuitos. Mientras tanto, la nueva generación de chefs argentinos, con Germán Sitz y Pedro Peña al frente con sus audaces propuestas (dueños de La Carnicería y Niño Gordo, en la calle Thames), logró esta semana destacarse en una publicación del New York Times dedicada a la renovación de la cocina local.

Sin representar una contradicción, este auge sí deja ver una paradoja engendrada por la crisis económica (cambiaria, inflacionaria): pequeños y medianos inversores con afán de progreso, buscando oportunidad en el contexto de restaurantes llenos o dificultades para conseguir reservas. Un recorrido por estas aperturas permite, también, actualizar el pulso de preferencias geográficas y de sabores en una ciudad en la que la gastronomía se convirtió en uno de sus símbolos en las últimas dos décadas. Y este aluvión de novedades registradas en apenas tres meses marca un nuevo hito.

Gran Barrio Chino

foto AML
foto AML
foto AML

Vía Viva. Krill ya aterrizó en la zona y Don Helado es otra de las apuestas. Las obras en el corredor entre las estaciones Belgrano C y Lisandro de la Torre cambian la fisonomía de estas cuadras renovadas pegadas al Barrio Chino.

Quienes frecuentan el barrio de Belgrano, en el corredor de las estaciones Belgrano C y Lisandro de la Torre del tren Mitre, asisten a una transformación radical: la zona de pequeños locales y cafeterías con epicentro en Juramento y Arribeños, en las fronteras del Barrio Chino, se extenderá debajo de las estaciones elevadas con las obras de la década pasada. El circuito Vía Viva planea decenas de aperturas desde este 10 de marzo hasta concluir en un lanzamiento formal en abril. Caracterizado por la impronta sub-35, se perfila como una zona informal y de street-food.

Donde ya están Temple, Yatai, Café Registrado y otros locales, llegarán unos veinte más, impulsados por diversidad de sabores de la mano de emprendedores jóvenes. “Por el diseño de los espacios se ha transformado en un proyecto inclusivo”, dice Sang Hak Choe, presidente de Vía Viva, la marca que regentea esas cuadras en los alrededores del reducto que estuvo marcado por la colectividad china y la cocina oriental. “Hoy es una fusión de colectividades”, agrega.

En enero, por ejemplo, abrió sus puertas Krill, especializado en sea-food y tapas japonesas, comandado por Iwao Komiyama, y la barra de cocktails de Fede Cuco. Detrás de ellos, llegaron los empresarios gastronómicos Matías Cabrera, Hell’s Pizza, y Juan Martín Ferraro, creador de SushiClub, franquicia emblemática de la explosión gastronómica de comienzos de siglo y quien hoy planea una decena de nuevos locales de su cadena de fast-food veggie Joy Buegers & Plants.

El proyecto avanza hacia Monroe para el norte y hacia el hipódromo para el sur, configurando un nuevo espacio entre Libertador y las vías. Para junio/julio se proyecta el regreso de Pedro Bargero, responsable de Chila, que traerá su Yugo, un omakase criollo de 20 cubiertos que estaba en Pilar, a este circuito.

Nicaragua y Arévalo

foto AML
foto AML
foto AML

”Algo nuevo está por llegar”. La pastelería de autor de Narda Lepes y el primer restaurante cetogénico de la ciudad se suman a los ya convocantes locales que se expanden desde Nicaragua y Arévalo.

El boom también se hace sentir en la zona de Palermo, bajando por Nicaragua desde Dorrego hacia Juan B. Justo, en el remodelado cruce con Arévalo: allí ya están La Mar, Aldo’s, Birkin, las cadenas Le Pain Quotidien y Starbucks, el bar Uptown, M Street y muchos otros…

Pero en esa concentración, al menos cuatro locales más apuran en estos días sus obras para esperadas inauguraciones. Un cartel sobre la vidriera, a la altura del 6000 de Nicaragua, corona la expectativa: “Algo nuevo está por venir”. En breve, se dejará ver la novedad que allí se gesta: el primer restaurante de alimentación cetogénica de la ciudad, AlmaKeto.

Mientras ordena ornamentos con forma de nido en el centro del local, Alejandra Gimenez Cardozo, líder del proyecto junto a la chef Mery Prat, lo define con entusiasmo: “A toda hora habrá propuestas altas en proteínas y nada de hidratos de carbono y procesados”. Planean abrir el 8 de marzo, el Día de la Mujer. En el local lindero, donde había una fábrica de pastas, se levanta un nuevo restaurante y, justo enfrente, se preparan dos grandes apuestas.

Una de ellas es el regreso de Bar du Marché, el histórico wine-bar con platos del día, selección de los mejores quesos y etiquetas seleccionadas, un verdadero pionero de este mini-circuito hace ya más de una década. La otra es un secreto a voces: con máxima discreción, prometen un restaurant/club con un sushi-omakase de alto nivel, grandes salones y fuerte protagonismo musical, con los nombre de Leo Lanussol (referente de las hoy vigentes propuestas de “platitos” con Proper), Fabián Masuda y el empresario musical y gastronómico Roberto Costa a la cabeza.

A pocos metros, se espera para estos días la apertura de Lepes, de la propia Narda Lepes, con una impronta de alta pastelería, que se suma a cafeterías de especialidad. A unas cuadras, se inauguraron meses atrás, Oli Café, La Unión Gluten Free y también la pizzería al corte Pontoni. Para completar el mapa, sobre Concepción Arenal, abrirá la imponente sede de Osaka (dejó la icónica esquina de Soler y Fitz Roy, donde instaló su marca nikkei, para montar un local de 800 metros cuadrados).

Esta zona de Colegiales, impulsada por nuevos desarrollos inmobiliarios, ya contiene un complejo que apunta a consolidar una oferta gastronómica diversa con 15 locales entre los que hay comida italiana, mexicana y cafés de especialidad.

Hollywood recargado

foto AML
foto AML
foto AML

Más Hollywood que nunca. Fusión nikkei con Sumaq y cocina americana con Bruce Grill Station, entre las novedades de un polo en constante transformación. La cervecería El Galpón de Tacuara, de zona norte, pide pista en las calles palermitanas.

Sobre la calle El Salvador, a comienzos de febrero, inauguró formalmente Sumaq, un gran salón dedicado a la cocina nikkei con propuestas orientales (sushi) y peruanas (ceviches, causas), coronado con una imponente barra.

Es la señal más actual de un polo que fue pionero y que sigue renovándose con novedades como la llegada de El Galpón de Tacuara, la cervecería de San Fernando que aterriza en la zona, o la opción de estilo americano de Bruce Grill Station, apuesta liderada por Marcelo Fabián Gil, con sedes en Parque Leloir, Bella Vista, Bella Vista y Pinamar.

Fuera de circuito

El fenómeno reflejado en esta producción deja de lado el pulso de las grandes franquicias en expansión registrado en los últimos años (protagonizado hasta el extremo por hamburgueserías y cervecerías, y en evolución con Almacén de Pizzas, la heladería Lucciano’s o Fabric Sushi), pero marca el crecimiento por fuera de los polos gastronómicos consagrados. La pandemia, y sobre todo el trabajo remoto o en espacios cercanos al hogar, devolvió la rutina de mediodía a muchos barrios.

La tendencia se vio claramente y se aceleró en los últimos tres años en Villa Devoto, Caballito, Villa Urquiza o Núñez.

foto AML
foto AML

Esquina renovada. Kona Corner abrió en el local donde funcionó el reconocido restaurante Bruni, al lado de Sucre, pionero en el circuito de bajo Belgrano.

“Nosotros creemos que la gastronomía está en auge total”, explica Pedro Díaz Flores, socio y director del grupo Abridor. En este contexto, planea una decena de aperturas este año, incluyendo la recuperación de la confitería Pabellón El Águila, con modalidades que van desde locales despachos a rotiserías.

“Hubo un cambio de paradigma y hoy se encuentran propuestas de muchísimo valor. Se combinan dos factores: los comportamientos pospandemia y la situación macroeconómica que impulsa a salir a comer”, analiza. Entre los diferentes proyectos, destaca Cenit, un rooftop con platos de autor en Bartolomé Mitre al 400, en plena zona financiera (de hecho funcionará en un edificio bancario), que se podrá conocer en abril.

foto AML
foto AML

Imponente. En una edificación de estilo victoriano frente a la Rural, abrirá sus puertas Pabellón El Águila.

Otro desembarco para apuntar es el bar Sánchez, con impronta speakeasy y tapas españolas actualizadas, en un pasaje del barrio de Recoleta, liderado por el Bla Food Group (responsables de Arriba, Invernadero y Sptrizza).

Si bien la alta gastronomía con su menú de pasos sufrió un retroceso con el cierre de Chila o la mutación de Tegui en el exitoso Marti, resiste en diferentes circuitos con Aramburu (recientemente premiado), Crizia (de Gabriel Oggero) o el siempre sorprendente Mercado de Liniers (de Dante Liporace, que además promete un homenaje a su ya legendaria propuesta de Tarquino).

El polo de Villa Crespo Chacarita concentró lanzamientos en los últimos dos años, y ya parece tener poco espacio para novedades, como el bar Limón (del bartender Lucas López Dávalos) o el nuevo ApuNena (con la destacada impronta filipina Christina Sunae). Allí, tras el éxito de Julia, el cocinero indie, como le gusta definirse a Julio Báez, impulsó el proyecto Franca, basado en fuegos y vinos, sobre la calle Darwin.

En Murillo, con fecha para el 1 de marzo próximo, se anuncia Trescha, del joven chef formado en Cordon Bleu Tomás Treschanski, que intenta subir la vara del fine-dining, con experiencia chef counter de nivel internacional.

foto AML
Mega espacio. Osaka dejó la icónica esquina de Soler y Fitz Roy, donde impuso su marca nikkei, para montar un local de 800 metros cuadrados sobre la calle Concepción Arenal.

Para fin de año, Agustín Brañas abrirá Tierra del Fuego en Palermo (Cabrera y Malabia), con el mismo grupo con el que semanas atrás desembarcó con Benedetta en Demaría y Sinclair, que acaba de incorporar el servicio de cena.

Más hacia Caballito, inauguró en estos días Centro, en la calle Aranguren, profundizando un corredor en el que también se incluye Madre Rojas. Los polos o micro zonas gastronómicas ya no se circunscriben a los barrios porteños de moda y todos los actores lo celebran. “Parte del crecimiento que hoy tiene el sector tiene que ver con la visión de hacer de la gastronomía un eje. Desde hace 8 años trabajamos juntos sector público y privado, en la renovación de mercados, patios, ferias masivas…”, sostiene Héctor Gatto, subsecretario de Políticas Gastronómicas de la ciudad.

Luego del fenómeno Masticar en la década pasada, ya se trabaja en una nueva edición de MAPPA, donde el circuito de restaurantes se cruza con productores de todo el país.

foto AML
foto AML

Apuestas. Cenit y Trescha prometen marcar la gastronomía 2023 del circuito porteño

El corredor norte dejó de ser una novedad. En el nuevo bajo San Isidro siguen desarrollándose propuestas como Demons Café, un gran espacio de impronta motoquera con oferta gastronómica y café, sobre Avenida del Libertador, a la altura de Martínez.

El boom continúa hasta Pilar y cruza Nordelta,donde se espera la llegada de varias marcas establecidas como Möoi, de Jessica Lekerman, que además estrenará un gran local en Alto Palermo. Sobre fines de 2022 ya había desembarcado Mudrá en Nordelta, con su plant-based.

En la zona de Remeros, está prevista para mañana jueves la ambiciosa inauguración de Maíz, basada en fuegos, última novedad en Tigre / Millberg, liderada por Felicitas Pizarro. Es la zona donde está La Valiente, la focacceria nacida en San Isidro, también de la mano de su socio Chistian Petersen.

En el corredor sur, Lomitas, Lomas de Zamora, también hay actividad intensa: abrió el wine bar de Aldo´s Vinoteca, sobre la calle Italia, y allí también llega la propuesta más informal de Gastón Acurio: Barra Chalaca, que combina los sabores de La Mar o Tanta, pero en una modalidad más accesible.

El fenómeno no deja de sorprender. Mientras muchos auguran un efecto burbuja o intuyen sobreoferta, las propuestas se siguen sumando semana a semana. La combinación entre espíritu emprendedor, inversiones relativamente bajas en dólares (comparadas con otras como real estate) y el entusiasmo de la creciente escena gastronómica relativizan esas críticas aunque, es cierto, el negocio se caracteriza por los aciertos y errores, y la alta rotación. Mientras tanto los chefs brillan, devenidos en figuras públicas a nivel global de consagración reciente con exitosas series (The Bear) y películas (El menú).

A nivel local tendrán además una nueva legitimación de su masividad cuando regrese MasterChef a las pantallas y convierta a los cocineros y a los aspirantes en lo más visto de la televisión.

Día de la Pizza: ranking de las variedades más elegidas en el país

Fuente: BAE ~ Es una de las comidas preferidas por los argentinos y fue declarada patrimonio Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Datos de consumo y curiosidades.

El 9 de febrero es el «Día Internacional de la Pizza», ocasión para celebrar uno de los platos más amados en todo el mundo. En 2017 fue declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, debido a su rol en la vida social y a la transmisión de este arte culinario entre generaciones. Desde entonces, se festeja la fecha para rendir homenaje a esta comida repleta de colores y sabores.  

Es uno de los platos más emblemáticos de la gastronomía italiana pero en nuestro país tiene una tradición con impronta propia. Hoy en día en Argentina contamos con la más amplia variedad, desde la clásica muzzarella hasta las opciones más innovadoras como las veganas, NY style (estilo que viene creciendo fuerte), de masa madre, con o sin ananá, con la fainá fría o caliente (arriba o debajo, no importa).

Pero ¿cuál es la preferida? Según un estudio realizado por Apyce, la Asociación de Pizzerías y Casas de Empanadas de la República Argentina, la de «muzzarella» es el sabor favorito local ya sea en tamaño grande o chicas. Los resultados del informe revelan que entre las grandes: la de muzzarella es consumida por un 33,83% de la población, le sigue la napolitana con un 11,83% y la de jamón y morrón con un 8,11%. La pizza de jamón, un 5,87%.

En cuanto a las pizzas chicas: la fugazza con queso es la segunda elección de los argentinos con un 10,36%. Le siguen la de jamón y morrones con un 10,23% y la napolitana con un 10,09%.

Porciones con historia

La pizza es un plato con pasado milenario. La palabra proviene del griego «pēktos», que significa sólido o coagulado.Uno de los principales antecedentes de la pizza está relacionado con el consumo de pan de trigo en las antiguas culturas de Egipto, Persia, Grecia y Roma.  En el periodo 521-500 a.C. los soldados persas se alimentaban con un plan plano, queso fundido y dátiles. En la Antigua Roma los soldados comían un pan plano aderezado con aceite de oliva y hierbas.

La pizza como se conoce actualmente se originó en Nápoles, Italia. Anteriormente las personas que habitaban en los alrededores de esa ciudad agregaban tomate a un pan plano elaborado a base de levadura. Se estima que la pizza moderna ha sido una creación del panadero Raffaele Esposito de Nápoles. De acuerdo a una leyenda urbana muy popular la muy conocida Pizza Margarita o Margherita se inventó en el año 1889. El Palacio Real de Capodimonte hizo un encargo al pizzaiolo Esposito, para crear una pizza en honor a la visita de la Reina Margherita. Una de sus magníficas creaciones consistió en un pastel envuelto con tomate, albahaca y queso mozzarella, cuyos ingredientes simbolizaban los colores de la bandera italiana. Esta pizza se nombró en honor a la Reina como Pizza Margherita.

Hay más datos curiosos. La primera pizzería se inauguró en 1830 en Nápoles, conocida como Antica Pizzeria Port’Alba. Anualmente se venden más de 5.000 millones de pizzas en todo el mundo. En el año 2001 la famosa cadena de pizzas Pizza Hut envió pizzas por primera vez a la Estación Espacial Internacional, en cajas selladas al vacío. De acuerdo a un estudio, se determinó que el sábado por la noche es el día de la semana que más se come pizza.

La Asociación de Pizzerías de la República Argentina cuenta con su Escuela de Pizzeros, la primera de su especialidad en el país. Ofrece además una amplia variedad de carreras, incluyendo la de «Maestro Pizzero Empanadero Profesional», «Panadero/Facturero». Tienen una duración de 2 cuatrimestres y comienzan en marzo. Las inscripciones ya están abiertas. También ofrece cursos cortos de tres días.

9 de febrero – Día Internacional de la Pizza

Fuente: Apyce ~ El 9 de febrero es el «Día Internacional de la Pizza». Una deliciosa ocasión para celebrar uno de los platos más amados en todo el mundo. Fue en el año 2017 cuando la pizza fue declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, debido a su rol en la vida social y la transmisión de este arte culinario entre generaciones.

La pizza es una comida tradicional que ha ganado popularidad en todo el mundo y se ha convertido en una de las opciones favoritas para compartir con amigos y familiares en toda ocasión. Es la protagonista ideal cuando nos reunimos para disfrutar un partido de fútbol, a la salida del teatro, o para ver nuestra serie favorita. Pizza se dice “Pizza” en todo el mundo y es sinónimo de amigos y felicidad.

Hoy en día en Argentina contamos con la más amplia variedad, desde la tradicional muzzarella hasta las opciones más innovadoras como las veganas, NY style, de masa madre, con o sin ananá, con la fainá fría o caliente (arriba o debajo, no importa). ¡Hay pizzas para todos los gustos!

El 9 de febrero es una oportunidad perfecta para apoyar a las pizzerías locales y a los pizzeros argentinos. Ellos son una parte importante de la economía local ofreciendo un amplio abanico de alternativas y alta calidad.

¡Así que llamá a tus amigos y familiares, y celebremos el “Día Internacional de la Pizza” con una deliciosa pizza!

¿Cuáles son las variedades más populares en Argentina?

¿Qué es lo que hace a una pizza perfecta? ¿Cuál es el secreto de una buena pizza?

Claramente podría ser una discusión interminable sin embargo, existen algunas variedades que son particularmente populares entre los argentinos. Según un estudio realizado por Apyce, la Asociación de Pizzerías y Casas de Empanadas de la República Argentina, la pizza de «muzzarella» es el sabor favorito por todos los argentinos ya sea en tamaño grande o chicas.

Hablando de pizzas grandes: la pizza de muzzarella es la más popular en Argentina, consumida por un 33,83% de la población. Le sigue la pizza napolitana con un 11,83% y la de jamón y morrón con un 8,11%. La pizza de jamón también es una opción popular con un 5,87%.

En cuanto a las pizzas chicas: la fugazza con queso es la segunda elección de los argentinos con un 10,36%. Le siguen la pizza de jamón y morrones con un 10,23% y la napolitana con un 10,09%.

¡Mira el gráfico a continuación para ver el ranking completo de las pizzas favoritas en Argentina!»

Pizzas más consumidas en Argentina

Argentina cuenta con una Escuela para recibirte de Maestro Pizzero Profesional

La Asociación de Pizzerías de la República Argentina cuenta con su Escuela de Pizzeros, la primera de su especialidad en el país.

Ofrece además, una amplia variedad de carreras, incluyendo la de «Maestro Pizzero Empanadero Profesional», «Panadero/Facturero», «Cocina Profesional» y «Pastas Artesanales e Industriales». Las carreras tienen una duración de 2 cuatrimestres y comienzan en marzo. Las inscripciones ya están abiertas.

También ofrece cursos cortos de tres días de duración en especializaciones como panes, empanadas regionales, pizza al molde y a la piedra, pastas simples y rellenas, panadería dulce, alfajores y cookies, entre otros.

La escuela se destaca por su enfoque en prácticas individuales, donde los alumnos son los encargados de elaborar las recetas, y los socios de Apyce cuentan con 2 becas sin cargo anuales. Para inscribirse, pueden acceder a www.apyce.org o contactarlos por Whatsapp al 54 9 11 2344-0567. ¡La Escuela Apyce es la mejor opción para capacitarte y formarte en un mercado en constante crecimiento!»

Mar del Plata gourmet: nuevas aperturas en una plaza gastronómica que no para de crecer

Fuente: El Planeta Urbano ~ A la ya conocida oferta de la ciudad balnearia —que incluye restaurantes que se encuentran entre lo mejor de la Argentina— se suma este trío de propuestas: una rotisería, un bistró de estilo mediterráneo y un bar con el sello de Tato Giovannoni.

CALDO ROSTICCERIA

Se agranda la familia Caldo. Los reconocidos cocineros locales Lisandro Ciarlotti (Lo de Tata) y Hernán Dominguez (Caldo Restaurante), lo hicieron de nuevo y abrieron su propia rotisería con el sello de calidad que los caracteriza.

Recientemente inaugurada en Mar de Plata, para comer allí o para llevar, ofrecen no solo comida de aires italianos sino también clásicos argentinos, recetas de sus abuelas y especialidades de la casa. Complementan con productos de almacén (importados y nacionales), como pastas secas, salsas y vinos, entre muchos otros. Cualquier sibarita goloso no dudaría en llevarse alguno a su casa.

Los antipasto (entradas) son ideales para llevar a la playa, como los suppli ($350) —una croqueta de risotto rellena—, o el típico matambre arrollado ($ 450 los 100 gramos). También tienen buenos sándwiches, con opciones como el de mortadela, la obligatoria milanesa o la muy rica porchetta; salen en pan de focacccia ($1.500). El pollo de campo, entero y al spiedo no podía faltar ($3.400). Con fritas, claro. Las pastas frescas no se quedan atrás: sustanciosa lasagna de ragú ($ 2.000) o agnolotti de ricota y provolone ($2.000). Para terminar, un delicioso cannoli ($450).

Roca 1325, Mar del Plata
Todos los días de 10 a 15 y de 18 a 23

mar-del-plata-gourmet-planeta-urbano-2

GRANADA

Al ya populoso corredor gastronómico de la calle Olavarría se le suma este moderno y luminoso bistró, que ofrece servicio desde la mañana hasta las noche. Con un marcado estilo mediterráneo, Granada tiene un sinfín de opciones; tantas como son as jugosas pepitas de esta deliciosa fruta con la cual comparte nombre, y así lo demuestra su extenso menú. Desayunos que incluyen café, como el de huevos revueltos con queso, panceta crocante y verdeo en pan casero ($1.000), o, para brunchear, el sándwich Bolonia, con mortadela italiana, mozzarella fundida y butterhoney ($800)

Por la tarde se puede optar por la variedad de tapeos, como los falafel con dressing de yogur ($820) o las bruschettas de jamón crudo, tomates confitados, rúcula y crema de cebollas ($1.300). Como si fuera poco, los platos principales están a la altura: pesca del día con manteca de miel, limón y almendras doradas, kabutia asado y arroz jazmín con champis ($2.200) o schnitzel de pollo con tallarines carbonara y huevo a la plancha ($2.200). Acompañan gran variedad tragos de autor y vinos de bodegas locales.

Olavarria 2722, Mar del Plata
Todos lo días de 7:30 a 1

mar-del-plata-gourmet-planeta-urbano-3

GINTONERÍA

Se trata del proyecto “Gintonerías Argentinas” de Tato Giovannoni, que no para de crecer desde 2018 y recientemente inauguró un nuevo local en Mar del Plata. Ya son cuatro las sucursales, junto a la de Rosario, Córdoba y la Chintoneria del Barrio Chino, en Belgrano.

Con un look art decó, las gintonerías son simples pero con mucho estilo y reflejan una estética retro de los años 50 en Argentina; en este caso el color azul como protagonista, una gran barra y cómodas banquetas. 

La carta de cócteles es corta y concisa. Creada por Laura Álvarez, ofrece diez gin tonics ($1.000) a base de Príncipe de los Apóstoles – la marca de la casa – tres negronis y un Dry Martini, con sabores reversionados y la presencia de aperitivos y especias aromáticas. Para acompañar, hay un tapeo que, aprovechando la ubicación, presenta opciones como la empanada de langostinos y leche de coco ($500) o un sándwich de rabas ($1.400). También están disponibles buenas selecciones de quesos ($1.300) o charcutería ($1.500), y opciones vegetarianas como el coliflor crocante ($1.300) entre otros platos.

San Luis 2998, Mar de Plata.
De 19 al cierre. Happy hour de 19 a 20:30

mar-del-plata-gourmet-planeta-urbano-4

Tiene 91 años. La pizzería que inventó la fugazza rellena con queso y llegó a los Golden Globes con “Argentina, 1985″

Fuente: La Nación – Nació en La Boca, como una panadería, fundada por un inmigrante genovés llamado Giovanni Banchero

“La historia comienza en 1932, cuando mi bisabuelo Giovanni Banchero abre una panadería en La Boca. Había venido en barco desde Génova, Italia. Tenía dos hijos: mi abuelo Antonio Agustín y mi tío abuelo, Agustín Antonio. Esto es real, los llamó así. Cuenta la leyenda que ahí, en el horno de la panadería, se hicieron las primeras pizzas de Argentina. Fue después que tomó forma el restaurante”, relata Luciano Banchero (37), periodista y fundador Posta, la productora de podcasts.

La esquina de Almirante Brown y Suárez donde está Banchero La Boca desde 1932.
La esquina de Almirante Brown y Suárez donde está Banchero La Boca desde 1932. Gentileza Banchero

Banchero icónica pizzería tomó vida con sus clientes, muchos inmigrantes, vecinos y artistas de la época. En Banchero se juntaban desde Benito Quinquela Martín (que hacía allí sus reuniones de su sociedad, El Club del Tornillo) y el actor Luis Sandrini, a Tita Merello y la misma Eva Duarte de Perón, Evita.

“La pizzería original sigue estando donde estaba, en Almirante Brown y Suárez en La Boca, mi familia nunca se movió. Ahí vivieron mi bisabuelo, mi abuelo, mi viejo sigue. También yo viví en el barrio los primeros años de mi vida. Y, como la zona es un centro de la inmigración italiana, la historia de ‘Banchero’ siempre estuvo muy ligada a la del club Boca Juniors. Surgieron con la misma ola, porque ‘xeneixe’ significa ‘genovés’, y todo lo del club y sus hinchas transcurre en esas manzanas”.

Ana Marolla y Juan Bautista Banchero junto a sus hijos, Agustín (llamado "Tito") y Antonio Banchero (abuelo de Luciano).
Ana Marolla y Juan Bautista Banchero junto a sus hijos, Agustín (llamado «Tito») y Antonio Banchero (abuelo de Luciano).Gentileza Banchero

El lugar donde nació la fugazza con queso

La fundación de Banchero tiene fecha cierta: 28 de marzo de 1932. Prácticamente al mismo tiempo, nacieron otras pizzerías porteñas -hoy clásicas- como Güerrin (1932), Las Cuartertas (1932), y El Cuartito (1934). Sin embargo, Banchero ostenta con orgullo un título que nadie puede igualar: es, como dice en la pared de todos sus locales, “el creador de la fugazza con queso”

El histórico lugar donde se creó la fugazza con queso. “Una bomba maravillosa que te hace feliz”, describe Luciano. Por su aporte a la gastronomía argentina, en 2022, la pizzería fue declarada sitio de interés cultural por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
El histórico lugar donde se creó la fugazza con queso. “Una bomba maravillosa que te hace feliz”, describe Luciano. Por su aporte a la gastronomía argentina, en 2022, la pizzería fue declarada sitio de interés cultural por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.Gentileza Banchero

La historia es simple. Un día el pionero Giovanni (al que todos ya llamaban Juan) cortó al medio la pizza con cebolla. “Una fugassa, como los genoveses llaman a la focaccia”, detalla Luciano. Como notó que podía quedar seca, le agregó queso. “Y así logró una bomba maravillosa que te hace feliz”, insiste su bisnieto. Por su aporte a la gastronomía argentina, en 2022, durante la celebración de su 90° aniversario, Banchero fue declarada “sitio de interés cultural” por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Si bien la original está en La Boca, muchos conocen "Banchero" por la pizzería de Av. Corrientes y Talcahuano que abrió en 1967. Por allí pasaron los artistas más renombrados del teatro porteño.
Si bien la original está en La Boca, muchos conocen «Banchero» por la pizzería de Av. Corrientes y Talcahuano que abrió en 1967. Por allí pasaron los artistas más renombrados del teatro porteño. Gentileza Banchero

La pizzería de “Argentina, 1985″

Una escena clave de “Argentina, 1985″, que tiene a Ricardo Darín y Peter Lanzani como protagonistas, fue filmada en Banchero. La secuencia recrea un momento histórico: en una mesa del salón de Corrientes y Talcahuano, a dos cuadras de Tribunales, los jueces definieron la condena que darían a las Juntas Militares. Desde septiembre pasado, fecha de su estreno, el nombre de Banchero viaja por el mundo junto a la película.

-¿Cómo fue ver a Banchero en una película con tanta exposición internacional?

-No me enteré del rodaje y la verdad es que tampoco conocía la historia. Me puse a indagar, le pregunté a mi viejo -que es de pocas palabras y también estaba sorprendido- y, excepto algunos detalles, lo del chico y que este encuentro fue de día, efectivamente fue todo así. Está documentado. Fue muy emocionante. Le mandé un mensaje a Axel (por Kuschevatzky, productor de la película), le puse que me había conmovido ver mi apellido ahí. No me quiero adelantar a los resultados (”Argentina 1985″ es gran candidata a quedar seleccionada para los Oscars), pero estoy convencido de que le esperan puras cosas buenas, es una gran película.

-¿Habías nacido en 1985?

-Justamente, yo nací cuando “terminó” la película. Y, si el Juicio a las Juntas terminó el nueve de diciembre de 1985, yo nací el 12 de diciembre, tres días después. Además, si te fijás, cuando el director, con su cámara, muestra a los jueces entrando a la pizzería hace foco en el cartel. Es el neón de “Banchero”, como está hoy, que abajo dice “La verdadera pizza”. En pantalla, la palabra queda cortada, se ven los jueces y el cartel que dice “La verdad”. Creo que fue un accidente, pero si fue pensado, fueron muy astutos.

La icónica pizzería Banchero en "Argentina ,1985"
La icónica pizzería Banchero en «Argentina ,1985″Gentileza Banchero

Si bien Luciano Banchero esquivó su destino y eligió hacer su camino lejos de la empresa familiar, lleva una pizza tatuada en su brazo. Es parte de su ADN.

-¿Qué hace tan especial a una pizza?

-Es que es nuestra pizza, al molde, tipo bizcochuelo, porteña… He probado pizzas por el mundo, pero no hay como la de acá. Digo ‘nuestra’ pero yo no formo parte del negocio familiar, es más mi herencia cultural, pero no estoy en el día a día. Mi vínculo es meramente de consumidor. Me gusta comer, amo la pizza y si fuera por mí, comería pizza todos los días. Es mi comida preferida y la llevo (literalmente) tatuada en mi muñeca derecha.

-¿Pasabas tus días en Banchero?

-Para mí, Banchero es sinónimo de los sábados en familia, siempre con pizza. Eso sí, como buenos italianos, los domingos comíamos pasta. Pero no es que yo me crié ahí o hacía mis deberes escolares en el restaurante. Para cuando yo nací, mi padre ya no estaba tanto en el local. Hoy mi tío y mis primos, la cuarta generación, están al mando. Yo, si preparé pizza fue tres veces en mi vida pero de forma particular y dicen que quedaron bien. Y, cuenta la leyenda que mi papá preparó pizzas alguna vez, pero eso yo nunca lo pude comprobar (ríe).

La icónica pizzería Banchero de La Boca y de la Av. Corrientes cumple 91 años. Argentina 1985
La icónica pizzería Banchero de La Boca y de la Av. Corrientes cumple 91 años. Argentina 1985Gentileza Banchero

-¿Pesa el apellido?

-Nada. El ver mi nombre en las paredes y en la marquesina de “Banchero” es algo que tengo muy naturalizado. Mi apellido en los platos, en los individuales, me parece normal. Aunque ni de adolescente llegaba y me adueñaba con mis amigos del lugar. La regla siempre fue avisar y no pedir una mesa para 20 personas, tener decoro. Sí, los mozos me conocían y me gustaba esa familiaridad. Al tener éste apellido, la gente lo identifica. Hoy cuando me llegan el correo, en las entregas, lo leen y me dicen ‘Ah, como la pizzería”. Me da orgullo, pero de algo que no me puedo atribuir, cosa de varias generaciones para atrás.

Las paredes de "Banchero", llenas de recuerdos.
Las paredes de «Banchero», llenas de recuerdos. Gentileza Banchero

-En sus 90 años vieron pasar distintas crisis, ¿nunca pensaron en bajar la persiana?

-Por suerte, no. “Banchero” va lidiando con los vaivenes de la economía. Te permite ir a comer pizza y repartir el gasto. Eso siempre me pareció sensacional. Que se haya logrado mantener un lugar funcionando en este país y por tantos años es admirable. Pensar que es un emprendimiento gastronómico familiar que el año pasado cumplió 90 años. Espero verlo cumplir 100 y que mi hijo Dino, que tiene un año y dos meses, lo pueda disfrutar como lo hago yo.

Oscar Juan Banchero, Luciano Banchero y su hijo Dino en la icónica pizzería de la Av. Corrientes. "Intenté honrar a la familia con un podcast sobre la historia de la pizza en la Argentina. Es parte de mi herencia cultural".
Oscar Juan Banchero, Luciano Banchero y su hijo Dino en la icónica pizzería de la Av. Corrientes. «Intenté honrar a la familia con un podcast sobre la historia de la pizza en la Argentina. Es parte de mi herencia cultural». Gentileza

-¿Por qué no seguir con la tradición pizzera?

-Me di cuenta que no era lo mío, no tenía ése amor por la gastronomía y tampoco hubo imposiciones. Aunque se que a mi papá le hubiese gustado, también entiendo que está contento con las decisiones profesionales que tomé. Hoy, como productor, me dedico a que las cosas pasen. Igual, cada vez que me cruzo con alguna catástrofe en el laburo, me sale un ‘¡Me tendría que haber dedicado a la pizza!’. Desde mi formación periodística, intenté honrar a la familia con un podcast sobre la historia de la pizza en la Argentina. Pero luego me di cuenta que era como hacer un documental yo solo y no lo seguí.

“Nuestra pizza es al molde, tipo bizcochuelo, porteña. He probado pizzas por el mundo y no hay pizza como la de acá”, describe Luciano Banchero.
“Nuestra pizza es al molde, tipo bizcochuelo, porteña. He probado pizzas por el mundo y no hay pizza como la de acá”, describe Luciano Banchero. Gentileza Banchero

-¿Cómo fue evolucionando con el tiempo?

-Si lo ves hoy, el restaurante de La Boca se ve gigante, a diferencia de las nuevas pizzerías donde los locales son chiquititos: es cinco veces más grande. Y es que fue creado como un lugar de reuniones y de comida familiar y no cambió. Pero por suerte, al estar cerca de Caminito, se llena de turistas y de gente que va a la cancha. Lo mismo pasa en el de avenida Corrientes, funciona con quienes trabajan por la zona de Tribunales o los que van al teatro de noche.

Banchero desembarcó en Miami en 2019.
Banchero desembarcó en Miami en 2019. Gentileza Banchero

Hoy están el original, en la avenida Corrientes hay dos -el de Talcahuano, que es de 1967, y el de Montevideo, Don Tito-; hay uno en Pilar y, desde 2019 está el de Miami, en el polo argentino que se creó. Ahora tiene redes sociales, aunque aún no hay menú online. Ahí hay resistencia a la modernización, el cartón plastificado con la historia de la pizzería sigue ahí. Y a mí me gusta, no quiero saber nada con un QR, yo quiero el menú papel.

Sin carnes ni manteles. El restaurante de Villa Crespo donde comió el emir de Qatar

Fuente: La Nación | @chui.ba – El miércoles pasado por la noche, el emir de Qatar y el tenista Gastón Gaudio salieron a comer por la Ciudad, acompañados por sus guardaespaldas; se sacaron fotos con comensales y charlaron

Primero, llegó su jefe de seguridad, chequeó el restaurante, confirmó la reserva, y se marchó. Los empleados del lugar no terminaban de entender a quién esperaban hasta que, minutos más tarde, vieron entrar a Tamim bin Hamad Al Thani, el emir de Qatar. Intentó pasar desapercibido: vestía un look occidental y se mantenía alejado de su séquito de guardaespaldas, que lo seguían a la distancia. Pero no pudo evitar que los clientes y el personal del restaurante lo reconocieran. Su imagen vistiendo a Lionel Messi con la tradicional capa negra árabe luego de ganar la Copa del Mundo es todavía muy reciente y su rostro, aún sin su vestimenta clásica, es altamente reconocible.

Así como en Punta del Este eligió almorzar en La Huella, en su corto paso por la ciudad porteña, el monarca qatarí hizo una parada gastronómica en el restaurante Chuí, en el barrio de Villa Crespo, el miércoles pasado por la noche. Al igual que en José Ignacio, en esta ocasión también estuvo acompañado por el tenista Gastón Gaudio, con quien aparentemente comparte negocios. Fue él, cliente recurrente de Chuí, quien hizo la reserva, según pudo saber LA NACION.

El restaurante, con capacidad para 120 personas, tiene un jardín amplio y una cocina abierta; suele haber fila para entrar
El restaurante, con capacidad para 120 personas, tiene un jardín amplio y una cocina abierta; suele haber fila para entrargentileza Chui

“Fue muy respetuoso, saludó al equipo. También aceptó tomarse fotos con algunos clientes que lo reconocieron”, cuenta Hernán Buccino, uno de los dueños del restaurante. El mismo emir eligió donde sentarse. El restaurante, que no ofrece carnes en su menú, le había preparado una mesa el patio, pero el monarca prefirió ubicarse puertas adentro, para tener la experiencia de comer junto a la cocina abierta y los grandes hornos, los dos detalles distintivos de Chuí. Un detalle: ninguna de las mesas tiene mantel.

Para comer, en cambio, prefirió que eligieran por él. Junto con el tenista, el emir de Qatar hizo una degustación de platos seleccionada por los chefs de Chuí. “Podríamos decir que recorrió gran parte de la Argentina a través de los diferentes productos con los que trabajamos: quesos orgánicos patagónicos y de la provincia de Buenos Aires, aceites de oliva mendocinos y de la Patagonia, condimentos del norte del país. El queso llanero y el ceviche de hongos fueron de su total agrado, incluso llegó a repetir el queso. Le gusto mucho también la pizza Margarita, hecha con tomates orgánicos de Mendoza”, detalla Buccino. Le ofrecieron los mejores vinos de la Argentina, pero el emir prefirió tomar gaseosa: Coca Zero.

Chuí abrió en octubre de 2020, durante la cuarentena; en seguida, su gran patio se llenó de comensales, lo cual marcó su éxito inicial
Chuí abrió en octubre de 2020, durante la cuarentena; en seguida, su gran patio se llenó de comensales, lo cual marcó su éxito inicialPaula Ikeda

Cinco de los guardaespaldas del qatarí se sentaron a comer en una mesa en el patio del restaurante y también disfrutaron de esta pizza. “Les gustó tanto que se pidieron dos para llevar”, cuenta el dueño. El resto de los custodios permanecieron haciendo guardia en la puerta del restaurante, junto a sus cuatro camionetas negras.

Chuí, de terreno baldío a boom gastronómico

Hasta hace pocos años, el terreno donde hoy se encuentra este restaurante, considerado una de las experiencias gastronómicas del momento, era tan solo un terreno baldío junto a las vías del tren, en el límite entre Villa Crespo y Chacarita. Pero su historia, y la del barrio, cambió cuando el gobierno de la Ciudad levantó las vías con un viaducto, liberando así grandes terrenos, muchos de los cuales pasaron a albergar restaurantes y bares, reconvirtiendo al barrio, históricamente residencial, en una zona culinaria de moda.

Así surgió Chuí. “Cuando lo vimos por primera vez, supimos que era el lugar. Era todo muy trash, había un Fiat Spazio arrumbado, había chapas por todos lados”, contó a LA NACION uno de sus cuatro creadores, en mayo de 2022.

En invierno, las mesas exteriores de Chuí son calefaccionadas con pequeñas estufas de exterior
En invierno, las mesas exteriores de Chuí son calefaccionadas con pequeñas estufas de exterior

A más de dos años de su inauguración, este restaurante recibe a unos 500 comensales por día. No solo se distingue por la experiencia de cocina abierta, sino también por su menú vegetariano, en el que abundan los platos cocinados a partir de productos primarios de diferentes extremos del país.

Chuí fue un éxito desde sus inicios. Los cuatro socios detrás de este proyecto se conocían poco cuando decidieron aventurarse a trabajar juntos. Son los gastronómicos Hernán Buccino y Martín Salomone, socios también de los bares Soria y Festival, en Palermo; el arquitecto Ivo Lepes, hermano de Narda Lepes, y Nicolás Kasakoff, cineasta y director de la agencia Landia. Consultados por LA NACION, los dueños prefirieron no decir cuánta propina dejó la mesa del emir de Qatar

El emir llegó a la Argentina el miércoles pasado, a bordo del Aquarius, un lujoso yate que alquiló en Brasil. Venía de pasar las fiestas de fin de año en los mares de Punta del Este. Su buque llegó al país acompañado por una segunda embarcación, el Alpha, donde viajaban agentes de seguridad y funcionarios qataríes. Al día siguiente, el jueves pasado, arribó al Aeropuerto Internacional de Bariloche, en compañía de Gaudio. Según revelaron fuentes a LA NACION, se espera que se reúna con el expresidente Mauricio Macri, que se encuentra de vacaciones en su casa de Cumelén, en Villa La Angostura. Mientras, el buque Aquarius permanece anclado en el Puerto La Plata, esperando el regreso de su inquilino a la Capital. El monarca paga un millón y medio de dólares por semana de alquiler.

Un joven emprendedor reabrió una histórica pizzería porteña y revolucionó las redes

Fuente: IProfesional ~ La tradicional pizzería había cerrado en 2021. El local se había puesto en alquiler y un empresario gastronómico decidió recuperar este espacio mítico.

Es una de las pizzerías más antiguas de la ciudad de Buenos Aires, fundada hace más de 90 años. Su icónico local, sobre Cabildo casi esquina Monroe, vio pasar a generaciones de vecinos, oficinistas y comerciantes del barrio, hinchas de River Plate y público de los recitales, que paraban allí para deleitarse con su famosa pizza al molde, con generosa muzzarella.

Durante 2020, la pizzería Burgio permaneció un tiempo cerrada por la pandemia, y cuando reabrió, el negocio ya no era el mismo. Muchos vecinos y clientes se entristecieron cuando en septiembre de 2021, encontraron el local cerrado y con un cartel de alquiler.

El empresario gastronómico Gonzalo Louro (34) fue uno de ellos. «Me pareció una lástima que se pierda un ícono de la gastronomía porteña«, cuenta Louro a iPprofesional. «De adolescente, yo vivía en Villa Urquiza, pero pasaba por ahí cuando iba a las galerías de Cabildo a comprar libros y discos. Así que no dudé en contactarme con los antiguos dueños para comprar el fondo de comercio. Hace unos años, había averiguado con un martillero amigo si podía comprarlo, pero por entonces, no estaba en venta», confiesa.

Se aseguraron de continuar con la misma receta de pizza que hizo famosa a Burgio

De familia de emprendedores gastronómicos, Louro es dueño de otros restaurantes junto a un grupo de socios. «Siempre los armé desde cero; desde el nombre hasta la carta y la estética del lugar. Con Burgio es la primera vez que me sentí rescatando parte de una tradición y una historia. Para esto, contamos con la colaboración de muchos vecinos, que nos trajeron fotos antiguas y nos contaron anécdotas del lugar», destaca.

Las obras de refacción y reacondicionamiento del local llevaron más de siete meses. «A lo largo del tiempo, hubo pequeñas remodelaciones en distintas épocas y queríamos volver a la original. Rescatamos los azulejos amarillos que había detrás de la caja y el mostrador, que hoy le dan un toque vintage. Y restauramos y volvimos a colgar un cartel de Neón, que había pasado 30 años al rayo del sol», relata Louro.

«Compramos un horno convector y sumamos una máquina para helados. Le damos mucha bola a los postres y nos aseguramos el moscato. Mi primo tiene bodega en Mendoza y me separó una tirada de Moscatel que salió en edición limitada con marca Burgio», comenta.

Las obras de refacción y reacondicionamiento del local llevaron más de siete meses

Los empleados antiguos del negocio fueron indemnizados, y sólo uno continuó en la nueva gestión. «Nos juntamos con el maestro pizzero a cocinar, para asegurarnos de continuar con la misma receta de pizza que hizo famosa a Burgio: una masa bien gruesa, algo aceitosa, y la especial de jamón y morrones, que es el gusto más pedido. Asamos dos cajones de morrones por día», explica el emprendedor.

Una pizzería clásica renovada

Finalmente,el local reabrió el pasado 5 de octubre, con gran afluencia de público: el de siempre, y nuevos clientes que se van sumando con el boca a boca.

«Estamos abiertos todos los días, desde las ocho hasta la una. A la mañana viene gente que hace trámites por la zona a desayunar o tomarse un café, en el almuerzo tenemos comerciantes y oficinistas y a la noche vienen familias y grupos de amigos. Los fines de semana que hay partido, se llena de hinchas de River, y explotó con los recitales de Coldplay en el monumental», cuenta.

Tienen una masa bien gruesa, algo aceitosa

En cuanto a los planes futuros, Louro descarta abrir otras sucursales de Burgio. «Es un lugar emblemático y tradicional, no funcionaría bajo el esquema de cadena», apunta. No obstante, señala que le gustaría que el local sea declarado «punto de interés» en la ciudad.

«Las pizzerías no tienen, como los bares, un estatus de ´Notable´, pero siendo lugares emblemáticos de la gastronomía y la cultura local, sería bueno que tengan un reconocimiento», concluye.

En Lanús, un muy buen restaurante italiano donde comer desde pastas suculentas hasta milanesas de calidad

Fuente: Clarín Gourmet by Pietro Sorba ~ Dinonna: el primer emprendimiento de Javier Marrone, un chef de gran experiencia profesional que apostó a los sabores familiares.

La comida preparada con amor, respeto por el sabor y por la tradición es uno de los enlaces emocionales más potentes que existen. Una magia que genera idas y vueltas de gratificación afectiva, estética y sensorial. Un gesto noble y puro que refuerza el amor, los recuerdos, los vínculos, la identidad y que favorece la continuidad entre generaciones.

Parece algo lejano en una época, como la actual, dominada por las comidas industriales, por las nuevas costumbres masivas como la de pedir sistemáticamente comida a domicilio y por la obsesión nutricional por dietas estrambóticas.

Son, sin lugar a dudas, factores que atentan en contra del valor emocional de la comida confortable que, al fin y al cabo, es la materialización del deseo ancestral de cuidar al otro. Desde el nacimiento y durante toda la vida mujeres y hombres comen en compañía de alguien. Es una parte de la memoria genética del ADN humano.

Cómo surgió Dinonna

Javier Marrone, dueño y chef de Dinonna.
Foto: Guillermo Rodríguez Adami. Javier Marrone, dueño y chef de Dinonna. Foto: Guillermo Rodríguez Adami.

Cuando el chef Javier Marrone piensa en la comida deliciosa de su abuela Teresina rememora todo el amor que recibió de su antepasada a lo largo de la vida. Por muchos años tuvo la oportunidad de disfrutar de su delicioso recetario casero inspirado en los orígenes italianos.

Esa conexión profunda, en la que se mezclan las raíces y el afecto, quedó grabada en su memoria y fue el combustible que lo empujó – después de 15 años dedicados a las cocinas de grandes hoteles y reconocidos restaurantes – a intentar el camino del emprendimiento propio.

Lo hizo con la ayuda de otros integrantes de la familia, sus primos Federico y Nicolás y, como era de esperar, lo dedicaron a la nunca olvidada nonna.

Qué comer en Dinonna

Los raviolones de bondiola braseada de  Dinonna. Foto: Guillermo Rodríguez Adami. Los raviolones de bondiola braseada de Dinonna. Foto: Guillermo Rodríguez Adami.

Armaron un lugar luminoso, con horno pizzero a leña en forma de cúpula y cocina a la vista. El menú es un resumen de los sabores familiares y de lo aprendido en el transcurso de su larga vida profesional. El antipasto es una presencia, golosa e ineludible.

Su panera tentadora desprende los aromas del pan de la casa, crocantes de queso y una focaccia alta, esponjosa y bendecida por aceite de oliva, romero y tomatitos chamuscados. La combinación ofrece lupines tiernos, paté de aceitunas negras, mortadela con pistacho, sopressata, burrata con salsa verde de arvejas, parmesano estacionado, brie maduro y buñuelitos calientes de espinaca y queso.

Los spaghetti alla chitarra de la casa tienen un “dente” perfecto. Salen acariciados por una salsa de tomate de apetecible simpleza y sabor auténtico, hilos de aceite de oliva EVO y las pequeñas albóndigas de queso fritas de la nonna que gracias al calor residual de la pasta cambian mágicamente su textura y sabor con el pasar de los minutos.Los cannoli de Dinonna. Foto: Guillermo Rodríguez Adami. Los cannoli de Dinonna. Foto: Guillermo Rodríguez Adami.

Los raviolones de bondiola braseada son impactantes por tamaño, suculencia y textura de la masa. Se casan muy bien, en un minueto agridulce, con la salsa de curry suave y ciruelas presidente.

La milanesa (cotoletta) de costilla con hueso es tierna, apetitosa y ofrece buen rebozado. Sale con impecables papas crocantes y una emulsión de ajo asado. Cierre de rigor con cannoli de masa friable y un relleno delicado de ricota y crema perfumada con naranjas y pistachos. Servicio amable y eficiente. Buena carta de vinos. Pizza napoletana y fainá.

Dinonna

Cocina italiana de herencia familiar.

Gobernador Bernardo de Irigoyen 226. Lanús. Provincia de Buenos Aires.

Teléfono (11) 2684-6120

Horario De miércoles a sábado, cena. Domingo, mediodía.

Instagram @dinonnacucina

La única pizzería argentina elegida entre las mejores del mundo abrió su primer local porteño

Fuente: Clarín Gourmet by Gimena Pepe Arias ~ De Adrogué a Capital: las dueñas de Ti Amo y su nuevo espacio para comer las más ricas pizzas napoletanas en Colegiales.

El boom de la pizza napoletana recorre el mundo y Argentina tiene al local destacado como el mejor de Sudamérica y puesto 50 a nivel mundial. El éxito rotundo de la pizzería Ti Amo de Adrogué, a manos de las hermanas Victoria y Carola Santoro, hizo que rápidamente pensaran en extender sus horizontes y llegar a la Ciudad de Buenos Aires. El sueño se hizo realidad a dos semanas de terminar el 2022.

Tardaron unos meses en encontrar el local, les llevó cinco meses de obra para lograr la calidez que buscaban. La elección del barrio no fue al azar. Buscaban que sea “bien barrio” donde la gente se sienta cómoda, los vecinos estén estén contentos y todo fluya. “Colegiales tiene un encanto especial, tiene una vibra de barrio como Adrogué”, dice Victoria Santoro.

El 15 de diciembre abrió sus puertas La sorellina- en italiano, hermanita-. Las creadoras idearon este nuevo proyecto con otro foco: “Es la hermana chiquita, más malcriada que hace lo que quiere. Íntimo, con pocas mesas, muy cuidado y protegido”, dicen.

Cómo es La sorellina, «la hermana menor» de la pizzería Ti Amo

Sorrelina por dentro. Foto: Rolando Andrade Stracuzzi Sorrelina por dentro. Foto: Rolando Andrade Stracuzzi

Este flamante emprendimiento ostenta un nuevo concepto: bar de pizzas. Un local rústico y hogareño, con ladrillos a la vista y una barra con banquetas altas para los curiosos que quieren comer mirando a la cocina y observar cómo crecen las pizzas individuales de bordes mega inflados y base finita.

También hay mesitas adentro y se espera que próximamente puedan ampliar la capacidad con mesas en la vereda. La principal diferencia de La sorellina con Ti Amo es que el segundo local es más informal y no trabajan con reservas.

Entrás y vibrás bar, no pizzería. El público es diferente, más joven. Al no haber reservas, esperan en la vereda tomando una copa de vino. Onda todo muy relajado”, explica Victoria. Como buen bar tiene una amplia oferta de vinos blancos, tintos, rosados y naranjos, espumantes, birras y cócteles.
Las hermanas Santoro frente a La sorellina. 
Foto; Emmanuel Fernández . Las hermanas Santoro frente a La sorellina. Foto; Emmanuel Fernández .

Qué comer en La sorellina, «la hermana menor» de la pizzería Ti Amo

La carta de La sorellina es más acotada que la del local antecesor: tiene una propuesta de 8 pizzas seleccionadas y una especial de la semana entre las que se destacan la Margherita ($ 1800); la Sorrento ($ 2300), de papa con mascarpone, limón, ajo y mucho queso parmesano y la Corazón de burrata ($ 2300)-que se añade después de la cocción-, albahaca y “mucho parmesano”, característica especial de la pizzería.

Todos los ingredientes de las pizzas son de primer nivel. Utilizan mascarpone, mozzarella fior di latte, burrata, parmesano, stacciatella (tipo especial de queso mozzarella, el interior de la burrata) y salsa de tomate italiana. En La sorellina usan mozzarella fior di latte.
Foto: Emmanuel Fernández. En La sorellina usan mozzarella fior di latte. Foto: Emmanuel Fernández.

Además, ofrecen lo que llaman “snacks” para entretener al estómago hasta que llegue la napoletana. “Son como unos platitos previos, por ejemplo tenemos mortadela, pan de pizza o queso parmesano. Van a ir rotando, no son fijos. La idea es que se pueda picar cosas ricas”, detalla Victoria.

Después de la premiación, en septiembre de este año, donde Ti Amo fue distinguida como una de las 50 mejores del mundo según la guía italiana 50 Top Pizza, que cada año elige a las 100 más sobresalientes del rubro a nivel global, el público que quiere probar las pizzas de las hermanas Santoro se duplicó. Pizza Roma con salsa de tomate italiana, mortadela con pistachos, albahaca y parmesano. foto: Rolando Andrade Stracuzzi Pizza Roma con salsa de tomate italiana, mortadela con pistachos, albahaca y parmesano. foto: Rolando Andrade Stracuzzi

“Viene gente desde Tokio, tuvimos unos cuantos que vienen desde o para el aeropuerto de Ezeiza y cenan con la maleta al lado de la mesa ya que estamos cerca, en referencia a Palermo”, señala Victoria, con orgullo y recuerda que tienen muchos clientes italianos que residen en Argentina y que llegan de diferentes barrios para probar sus pizzas. “Todos se van contentos, estamos felices”, sintetiza.

La sorellina. Ramón Freire 1393, Colegiales, CABA. Abierto de jueves a domingos, de 19 al cierre. (Solo por esta semana también abren martes y miércoles)

Una apertura muy esperada: el nuevo local del chef de unos de los mejores restaurantes de Buenos Aires

Fuente: Clarín by Adriana Santagati @francarestaurante – Julio Báez, el creador del exitoso Julia, acaba de abrir Franca en Villa Crespo, un flamante espacio que une el vino y el fuego.

El de Julio Báez (36) es uno de los nombres que suena más fuerte hoy en la gastronomía argentina. Es el cocinero que representa a una generación, no sólo por su forma de cocinar sino de pensar el negocio. Y por eso, la apertura de su nuevo restaurante era una de las más esperadas del año. Llegó: Franca abrió en Villa Crespo, a cuatro cuadras de Julia, y ya se perfila como uno de los “spots” del 2023.

A Báez le gusta definirse como un cocinero indie. Su propuesta es disruptiva: en Julia, el exitosísimo restaurante que abrió en 2019, tiene 22 cubiertos por noche, nada más. Cierran sábados y domingos, trabajan nueve horas y todos los cocineros tienen 15 días de vacaciones en verano. “Eso es ser revolucionario», le había dicho a Clarín en una entrevista en abril.

Julia forma parte de ese selecto grupo de restaurantes porteños en los que hay fiebre por las reservas. En Franca, el chef quiere flexibilizar ese esquema: no abren reservas el primer día del mes, sino que siempre están abiertas para el próximo mes y medio. Y, cada día, se suma uno más en el calendario para descomprimir la demanda.

Además, después del primer turno (20 o 20.30) es con lista de espera. El restaurante tiene por ahora 56 cubiertos, entre las mesas del salón, la barra y la vereda.

Cómo es Franca, el nuevo restaurante de Julio Báez

Julio Báez, terminando un plato en el nuevo Franca. Foto Germán García Adrasti Julio Báez, terminando un plato en el nuevo Franca. Foto Germán García Adrasti

Báez pensó originalmente este proyecto como un bar de vinos. Pero le hizo caso a la observación de Narda Lepes, quien le dijo que él nunca iba a poder dejar de hacer un restaurante. Y es que la esencia de todo lo que es Julia está también en Franca: platos muy trabajados desde el concepto, pero que son fáciles de entender y de disfrutar. Como esos equipos de fútbol que ves jugar y pensás cómo siempre todo les sale tan de memoria.

A diferencia de Julia, aquí Báez tiene un socio: Martín Feler, un cliente de Julia que viene de otro palo (lo suyo es la indumentaria deportiva) pero que es amante de la gastronomía. Iba tan seguido a comer al restaurancito de Loyola al 800 que se terminó haciendo amigo de Julio, y le propuso que cuando quisiera abrir otro proyecto, él iba a estar ahí para empujar.

Y está ahora acá en la esquina de Loyola y Darwin, donde Franca se emplaza en la planta baja de un edificio nuevo. “Franca demuestra con su nombre su propuesta: un nombre propio femenino, pero también un adjetivo. Una cocina de producto sin vueltas, intervenida por el fuego”, explica Martín, pero se corre rápido y dice que la estrella es Ju, como llama al chef.El salón del restaurante Franca. Foto: Germán García Adrasti. El salón del restaurante Franca. Foto: Germán García Adrasti.

Franca empezó a tomar forma en noviembre del año pasado. En enero, se sumó un nombre clave en el proyecto: Delvis Huck, la reciente subcampeona del concurso de la Asociación Argentina de Sommeliers.

Cocinera y sommelier, Delvis está a cargo de los vinos y del servicio, que tiene una particularidad: todos los camareros y camareras de Franca son sommeliers o estudiantes. Algunos de ellos, incluida Huck, dejaron posiciones en importantísimos y premiados restaurantes de la Ciudad para venir a trabajar con Báez.

Qué comer en Franca

La cocina de Franca, al igual que la cocina de Julia, está dominada por el sabor. Hay producto, hay técnica pero, especialmente, hay platos ricos. De esos que se disfruta comer, que disparan emociones.Técnica y sabor el platito de bienvenida, con pickles y fermentos. Foto Germán García Adrasti Técnica y sabor el platito de bienvenida, con pickles y fermentos. Foto Germán García Adrasti

Un ejemplo es el paté de ave, uno de los clásicos de Julia que acá llega en una versión “más rica”, dice Delvis. Es una mousse densa y a la vez untuosa, con un sabor ácido de la ceniza de lima que tiene espolvoreada por encima y que lo hace explotar en la boca. Y se equilibra con una ensalada de verdes, también ácida.

Un gol de media cancha, que va bárbaro también con el pan con masa madre de la panera, que se sirve junto con la manteca agroecológica de El Abascay, emulsionada en un crema esponjosa.

Báez trabaja todos los platos junto a Mercedes Ferrero, su jefa de cocina. Lo que estructura la cocina de Franca es el fuego. Franca no es una parrilla, pero el fuego manda. La parrilla a la vista –toda la cocina está integrada al salón, un poco siguiendo esa búsqueda de la franqueza del nombre– y está dividida en parrilla de carnes y parrilla de vegetales. El pepino tonnato, hit de Franca. Foto Germán García Adrasti El pepino tonnato, hit de Franca. Foto Germán García Adrasti

Algo de humo tenía que tener –recuerda Báez de cuando empezó a imaginar este nuevo espacio–. Porque el humo es tan primitivo, pero a la vez decimos que es nuestro. El humo es el asado de los domingos, con los amigos, es la familia. La idea de la parrilla vino sola”.

Julio venía pensando en el bar de vinos por la tendencia que veía en sus viajes al exterior, pero terminó de redondear el concepto en octubre del año pasado, cuando fue uno de los cocineros que participó en el ciclo de nuevos talentos argentinos del restaurante Lord Stanley de San Francisco. “Eran platitos y todo fuego, pero allá es una cocina de mar”, dice. Y sentencia: “Fuego y vino no puede fallar”.

La carta de Franca, entonces, está pensada en el que también es el formato del momento acá: los platitos. Hay una docena de platitos que arrancan en $ 1.900, entre los que se destaca el pepino tonnato, que se perfila como hit de Franca.El tartare croissant, otro de los recomendados de Franca. Foto Germán García Adrasti El tartare croissant, otro de los recomendados de Franca. Foto Germán García Adrasti

“Son pepinos quemados a la parrilla, que ahúma y ablanda el pepino pero sigue crudo. Y estamos en época de fiestas así que lo acompañamos con una salsa de vitel toné, y levantamos el sabor con botarga rallada”, lo explica el cocinero, a quien le parece “divertido” jugar con clásicos de la cocina local como en Julia lo hizo con la copa de langostinos.

Jugar también es lo que exigen los langostinos XO, enormes langostinos que se grillaron a la parrilla y llegan al plato bañados en esa salsa oriental de mariscos super intensa: hay que comerlos con la mano y son un festín. Otro muy recomendado es el tartare croissant, un croissant con lomo, almendras y tomates secos.

Los principales, platos ya más poderosos en su tamaño, van sí por las proteínas más clásicas como ojo de bife o vacío Wagyu, ambos madurados con koji, un hongo típico de la cocina japonesa que Báez suele usar en sus preparaciones.El postre que fascinó a Sofía Pachano. Foto Germán García Adrasti El postre que fascinó a Sofía Pachano. Foto Germán García Adrasti

Pero el chef recomienda su molleja: «Va directo a la parrilla, no la blanqueamos ni nada. La empezamos a cocinar a las siete de la tarde y sólo hacemos la cantidad que hay en el día. La servimos con una salsa compleja, de caldo de pollo, remolacha, manteca y pickles».

En los postres, la sugerencia va también por las estacionales frutillas, que se sirven con un helado de ricota y un bizcocho de avena. Pero lo que más piden es el helado de choclo con colmado de pochoclo bañado en toffee de café, que Sofía Pachano posteó cuando fue a comer al restaurante y casi se hizo viral. 

Qué beber en Franca

La idea madre de Franca es la del bar de vinos y la bebida nacional es aquí tan protagonista como la comida.

«Tenemos 95 etiquetas de todas las regiones. Buscamos hacer un recorrido federal, una búsqueda de la diversidad no sólo del terroir sino de los estilos», plantea Huck. Delvis cuenta que esa carta está en un constante desarrollo, pero que hay tanto pequeños productores como bodegas más tradicionales que hicieron la historia de la enología argentina. «Hay desde vinos de Norton a Juanfa Suárez», ejemplifica.El equipo del restaurante Franca. 
Foto: Germán García Adrasti. El equipo del restaurante Franca. Foto: Germán García Adrasti.

«Es que una carta extrema, muy hipster, puede dejar afuera a alguien», plantea la sommelier. Y el espíritu de Franca es justamente inclusivo: por eso, si bien todo el personal está formado y puede asesorar al comensal, no se parte aquí de la idea de maridaje: «Que cada uno elija lo que quiera comer y tomar».

También con esa idea lúdica, los vinos se sirven en una copa de 125 ml para que no se altere la temperatura y para que el cliente pueda probar distintas opciones a lo largo de la comida. «Una copa grande te limita el juego», afirma la sommelier.

Los vinos por botella arrancan en $ 3.500 y hay copas desde $ 800. En Franca hay tres cavas: una de tintos, una de blancos y una de guarda, ya que uno de los objetivos de Delvis es ir eligiendo algunas joyitas para guardarlas y ofrecerlas al público recién en unos cinco años.

Franca abre de lunes a sábados de 20 a 0 en Loyola 1111, y las reservas se pueden hacer desde su cuenta de Instagram @francarestaurante.