El mejor chef del mundo abrió su hamburguesería en Mendoza

Fuente: Los Andes ~ Mauro Colagreco inauguró Carne, una innovadora hamburguesería que se destaca por su gastronomía sustentable.

Demostrar que una cadena de hamburgueserías puede operar respetando los pilares de la gastronomía sustentable con la más alta calidad. Ese fue el objetivo con el que Mauro Colagreco, primer chef latinamericano en conseguir tres estrellas Michelín con su restaurante Mirazur y el mejor del mundo de acuerdo a la lista de los World’s 50 Best Restaurants 2019, abrió en 2016 la primera sede de Carne en su La Plata natal. Cinco años después, Mendoza se convirtió en la primera ciudad fuera de Buenos Aires en contar con una sucursal de la cadena que no deja de crecer.

El nuevo local de Carne, que en 2019 se convirtió en Empresa B Certificada, la primera cadena de hamburgueserías del mundo en obtener esta certificación de triple impacto (social, medioambiental y económico), se encuentra ubicado en la esquina de Paso de los Andes y Agustín Álvarez de la 5ta Sección, a un par de cuadras de los Portones del Parque Gral. San Martín. La propiedad era un antiguo caserón que fue restaurado por completo. En esta primera etapa funciona solo bajo la modalidad “delivery” (por medio de Pedidos Ya y Rappi) y Take Away pidiendo y retirando en el mismo momento en el local. En una segunda etapa, prevista para la época de la Vendimia, abrirá las puertas de su salón al público, y los mendocinos podrán disfrutar de desayunos, meriendas, almuerzos y cenas in situ. Además, Carne contará con su propia carta de vinos para maridar cada una de las hamburguesas.

Mendoza es la primera ciudad fuera de Buenos Aires en tener un local de Carne. - Gentileza
Mendoza es la primera ciudad fuera de Buenos Aires en tener un local de Carne. – GentilezaGentileza

Hamburguesas con impacto

“Cada vez que uno come, decide el mundo en el que quiere vivir”, aseguró Colagreco, quien trabaja en Carne con la premisa de que los mejores platos están hechos con ingredientes nobles, sencillos, de gran calidad y de origen local, cocinados con maestría, algo que lo ha llevado a consagrarse como uno de los mejores del mundo.

Con mayoría de proveedores locales, el bar de hamburguesas de Mauro Colagreco propone reinterpretar el concepto de “lujo”, poniendo el foco en la experiencia del comensal, la calidad de los productos, y sus métodos de producción, con ingredientes de alto nivel, producidos con impacto positivo social y medioambiental, abrazando los pilares de la gastronomía sustentable, con el sueño de invitar a productores y comensales a ser parte del cambio del paradigma actual de la producción masiva de alimentos.

Carne también utiliza verduras orgánicas de temporada para respetar los ciclos de la naturaleza y se asocia con productores que trabajan por el bienestar animal sin confinamiento, emplean un manejo racional de los recursos naturales sin la utilización de productos químicos y utilizan técnicas de pastoreo regenerativas del suelo para que los campos puedan ser sustentables en el tiempo. La misma filosofía se aplica a cada producto, como a su pan artesanal, libre de aditivos y conservantes.

Empezaron vendiendo online y ya preparan un local para 120 comensales

Fuente: ON24 ~ Vendiendo sándwiches de carne en hebras lograron en menos de un año abrir su propio local gastronómico

Jamie Janes surgió como un emprendimiento gastronómico entre dos amigos en plena cuarentena. Inspirados en ciertos restaurantes de Chicago, Estados Unidos, apostaron por un catálogo corto que consiste en sándwiches con carne en hebras. En un primer momento basaron su modelo de negocios en la venta online, sin local a la calle. Con menos de un año en actividad, consideran que el producto ya está instalado y preparan un espacio físico para este mes.

A poco de haber comenzado las medidas sanitarias dispuestas por el gobierno a raíz de la pandemia de Covid-19, Martín Roca y Lucio Cuoco decidieron dar inicio a Jamie Janes. “Fuimos por un mercado poco explotado en Rosario”, cuenta Roca, en referencia al uso de carne en hebras. “Generalmente los locales gastronómicos suelen tener uno o dos productos en esta línea, pero nuestra idea fue especializarnos”, completa.

Según explicó, el catálogo actual está conformado por una línea de sándwiches de 25cm de largo y aproximadamente 500g de peso. “La carne tiene una maceración de 24 horas con especias, se la saltea además con salsa inglesa y una manteca también especiada”, explica Roca, quien cursó sus estudios en el Instituto Gato Dumas. Además, comentó que como pan se usa una ciabatta artesanal producida especialmente para la marca.

El producto tuvo una buena recepción y ya cuenta con más de cuatro mil seguidores en Instagram y más de doce mil visitas en su sitio web. No incursionaron en las aplicaciones de delivery más conocidas, sino que optaron por tomar encargues por WhatsApp o mensajes directos de Instagram. “Esto nos permite ser mucho más competitivos con los precios”, destacó el co-titular de la marca.

El buen desempeño los incentivó a arriesgar más y abrir su propio local gastronómico en breve. Según adelantó Roca, estará instalado en Catamarca 1352. El inmueble es una casa antigua con jardín, tendrá capacidad para unas 120 personas y se dividirá en tres áreas. En la recepción tendrá lugar un almacén boutique con productos vinculados al estilo gastronómico de Jamie Janes, en el hall central se colocará el comedor principal y, en el jardí, un patio con expendio de cerveza artesanal.

Luego de la inminente inauguración se sumarán a la carta postres típicos de la gastronomía norteamericana, como hot-cakes, mil shakes con múltiples toppings y crema batida, y waffles. También habrá opciones de cafetería y se mantendrá la carta de sándwiches como atracción principal. El concepto general será de autoservicio.

“Nuestros clientes preguntan todo el tiempo por la apertura del local. Creemos que seremos muy bien recibidos”, concluyó Roca.

El festival Bariloche a la Carta cerró con un balance positivo su semana turístico gastronómica

Fuente: Grupo La Provincia – Bariloche a la Carta (BALC), el mayor festival gastronómico de la patagonia argentina, culminó su semana de actividades, este año adaptadas a los protocolos por la pandemia de coronavirus, y fue considerado exitoso por sus organizadores.

El encuentro, que cada año colmaba calles y establecimientos gastronómicos de San Carlos de Bariloche con miles de turistas y vecinos para aprovechar promociones culinarias, probar nuevos platos y participar -y ser jueces- de concursos y espectáculos artísticos, esta vez redujo la concurrencia.

Para evitar amontonamientos sin privar a la gente de disfrutar de la gastronomía, se limitaron las actividades y se hizo eje en los sistemas «delivery» y «take away» (pedidos a domicilio y comida para llevar).

BALC es una propuesta de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Bariloche, respaldada por los gobiernos de Río Negro y municipal, además del Ente Mixto de Promoción Turística local (Emprotur).

Según los organizadores, el festival culminó «con un gran mensaje de poder readaptarse a las circunstancias y mostrar los mejores productos rionegrinos y gastronomía de la ciudad».

En un comunicado señalaron que se corrobora que «cumpliendo con los protocolos sanitarios es posible realizar eventos cuidados y buscar posicionar el destino ante los ojos del mundo».

Uno de los atractivos de BALC fue el certamen que busca el mejor plato, del cual participaron los restoranes y cervecerías del circuito gastronómico, que durante toda la semana (del 24 al 31 últimos) ofrecieron a precios promocionales sus mejores sabores.

El premio Mejor Plato lo obtuvo Restaurante a Medida-El Molinito, con “La Revancha del Pastor”; la Mejor Entrada fue para Batistin-Huinid Hoteles; La Tavola-NH Edelweiss se alzó con el galardón al Mejor Postre; el Mejor Plato Cervecerías fue para Weiss Beer & Burgers, y el gran premio “Menú Punto Río Negro” lo ganó Epic Arelauquen Lodge.

El director de BALC, Lucio Bellora, expresó que fue «una Feria ordenada y convocante que siempre priorizó los protocolos para cuidarnos entre todos, los participantes pudieron mostrar y vender sus productos y los visitantes, tanto turistas como residentes, disfrutaron de unos días distintos con una propuesta única en la región”.

“Pudimos modificar el evento y que sea exitoso, la Feria estuvo muy bien y los restaurantes del Circuito Gastronómico también pudieron ofrecer sus distintos menúes», aseguró Bellora, y agregó que «hubo clases magistrales virtuales a cargo de renombrados chefs y catas de vinos regionales”.

El presidente de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Bariloche, Claudio Roccatagliata, destacó “el enorme trabajo realizado de forma conjunta por los distintos niveles del Estado que confiaron en la organización del evento» y resaltó el éxito de «esta semana que nos expone como gran destino turístico”.

“Volver a ver que de a poco puede reactivarse el trabajo pese al contexto sanitario nos da esperanzas, y nos pone en el lugar de dar el ejemplo para que este protocolo que se implementó sirva para otros eventos del país”, añadió.

También Bellora indicó que “fue muy importante haber abierto la puerta al concepto de disfrutar de BALC desde cualquier parte de la ciudad, sumando las herramientas del delivery y take away que funcionaron muy bien”. (Télam)

Viajó por el mundo, cocinó para reyes y celebridades, pero volvió para abrir su patisserie en Pinamar

“Cocinar para alguien es el mayor gesto de afecto”, dice Fernando Lo Coco (42). Él sí sabe demostrar su cariño a otros. Hace más de dos décadas que se dedica a deleitar a personas con su pasión por la gastronomía. La pandemia lo obligó a repensar sus planes en el exterior, pero no dudó: decidió volver a casa. De eso también se trata cocinar, del hogar.

El 1 de enero de 2021, junto a su hermano abrió una casa de café: Oxalis (un trébol comestible con sabor cítrico) en Pinamar. El espacio -más allá de vender productos franceses- es innovador en su estética, y su concepto de revalorizar el proceso de la elaboración artesanal. “Todo está hecho a mano con dedicación y masa madre”, le comentó a Infobae, Lo Coco.

El lugar que eligieron fue una antigua casona de 1920 que tuvieron que restaurar para dar vida a su patisserie. Está ubicada a tres cuadras de la playa, y lejos del centro comercial de la ciudad, en la calle Burriquetas esquina las Acacias.

Fernando, nació en General Madariaga, y empezó a jugar a hacer recetas de muy chico. “Vengo de una familia de campo donde había que hacer de todo, desde arroz con leche a fideos. Después lavar, ordenar y colaborar con todo”, relata.

Su expertise comenzó cuando se mudó a Buenos Aires para estudiar en el Instituto Argentino de Gastronomía (IAG), sin embargo su amor por ese universo lo descubrió en un semanario en Londres donde pudo vivir en primera persona los secretos de los restaurantes premiados con estrellas Michelin. “Entendí que así quería vivir en el mundo gastronómico, con esa excelencia y perfección en cada proceso”.

El cocinero nómade

Ser chef de la embajada de Portugal fue su plataforma al mundo de sabores. “Accedí a un universo muy distintos donde pude, y tuve que viajar nutriéndome de diversas culturas. El protocolo exigía estar a la altura de las exigencias”.

Fue así que llegué a viajar por Estados Unidos, México y toda Europa. Le cocinó a personalidades de la política como los Obama, de la monarquía y celebridades de Hollywood . El reconocido actor Robert De Niro fue uno de ellos. “En un viaje me convocaron para que le prepare un menú en un almuerzo con su familia. Le hice una salsa de vino Malbec. Ya había comido el postre, se estaba yendo y me pidió más salsa. tuve que improvisar en el momento. Cuando se la entregué me dijo “muy buena”, ese pequeño gesto significó mucho para mí”.

Eso no fue todo. En 2018 participó del Mundial de cocineros. El equipo nacional que encabeza Schobert está integrado por 7 cocineros: Marcelino Gómez (presidente de la Academia), Fernando Lococo (coach), Daniel Tolosa (coordinador gastronómico), Huilen Ingram (Segunda Commis), Manuela Carbone, Joaquín Salazar y Andrés Blazco. Lograron el tercer puesto. “Los cocineros no sólo van por el trofeo, quieren abrir camino a las generaciones que vienen atrás, probarle al mundo que Argentina es más que solo carne”.

Oxalis, el trébol de la suerte

Así como para la mayoría la pandemia puso en pausa los planes de su 2020, a Fernando le pasó algo similar, aunque pudo dar vida a su proyecto personal. “Estaba trabajando en una cadena hotelera en el Caribe cuando estalló todo. Mi mujer había ido a visitar a su familia en Pinamar. Separados, sin vernos y sin saber qué iba a suceder tuve que tomar una decisión de vida”.

A distancia, Marcelo, su hermano mayor y actual socio, le propuso la idea de armar un espacio gastronómico en la Costa Atlántica. “Me resultó atractivo pero le planteé que quería hacer algo con lo que me sintiera identificado, un concepto que ponga énfasis en el valor del proceso y no tanto el resultado, porque es así la cocina”.

En octubre del 2020 puso los pies en Pinamar, y empezó el trabajo duro. “Tuvimos que restaurar la casa desde cero, acomodarla, dejarla en condiciones, fue mucho esfuerzo”.

Con todo listo, el 1 de enero del 2021 entró su primera cliente. “Estaba sentado con mi hermano y veo que se acerca una señora, era muy temprano una imagen rara para esa fecha. Todavía no tenía puesto ni el cartel. Le ofrezco un café, y le amasé un croissant. A la hora el local estaba lleno de gente, se armó un boca boca increíble”.

En estos 30 días se acercaron colegas de otras localidades, especialistas en hotelería y hasta el intendente del Municipio, Martin Yeza. “Nuestro plan no era abrir de esta manera, sino más bien take away pero por la demanda de la gente convertimos el espacio”.

El trabajo es intenso y Fernando es muy meticuloso “y sobre todo apasionado”, suma. Se levanta a las 4 de la mañana para amasar, preparar los fermentos… y el día recién termina a las 12 de la noche. “Es agotador e implica mucha dedicación, pero me encanta. Jamás pensé que iba a volver a la Argentina después de tanto tiempo. Me hace feliz hacerlo en mi casa”.

En una segunda etapa, si el contexto de la pandemia lo posibilita, sueña con hacer una cocina abierta: ”Abrir el juego. Es el espíritu de una casa abierta, algo bastante común en Europa”.

Un restaurante 100% vegano ganó una estrella Michelin por primera vez en la historia

Fuente: TN – Se llama “ONA” y está en el suroeste de Francia. Su dueña, Claire Vallée ofrece un sofisticado menú gourmet de siete pasos con productos propios de origen no animal.

Por primera vez en la historia de la gastronomía mundial, un restaurante 100% vegano se llevó una estrella Michelin y se llama “ONA”. El mismo se encuentra en la ciudad de Ares, al suroeste de Francia y es el primero en el país en recibir este tipo de galardón. El nombre del local significa“Origine Non Animale” (productos de origen no animal), debido a que ofrece un exquisito menú de siete pasos, libres de proteínas y lácteos. Sus combinaciones más originales son el pino, el hongo boletus y el sake, el apio, la tonka y la cerveza ámbar.

Con la idea de ayudar al medio ambiente y reducir el maltrato animal, esta joven depositó todo su talento en una propuesta innovadora que cautivó a los comensales Michelin. “Cuando recibí la noticia sobre el premio, sentí como si me hubiera atropellado un tren”, sostuvo. Como si fuera poco, le otorgaron una segunda estrella verde, que Michelin introdujo en 2020 para premiar a los establecimientos con un sólido historial de prácticas éticas.

“Es un premio a todo el trabajo que realiza el equipo día a día. Y también para los productores locales y los horticultores con los que trabajamos”, aseguró la emprendedora y jefa de cocina, que abrió las puertas de este restaurante en 2016. Pero aún fue más allá, haciendo extensible el galardón a toda la comunidad vegana: “La estrella evidencia que la gastronomía francesa se está volviendo más inclusiva. Que los platos a base de plantas también son cocina francesa”, expresó.

Además del menú verde, todas las bebidas son de origen vegetal, elaboradas en base a productos propios, que ellos mismos producen y seleccionan minuciosamente. Al ser todo el equipo muy respetuoso con la naturaleza, utilizan electricidad sólo de fuentes renovables y hacen compost de sus residuos.

La historia de su creadora

La chef comenzó a trabajar en la industria gastronómica para conseguir dinero durante un verano. Luego de un viaje a Tailandia, decidió que el veganismo era el camino que deseaba seguir para su nuevo proyecto de vida en la alta cocina. No obstante, no todo fue fácil. Los bancos franceses no la tomaron enserio cuando recurrió a ellos por un préstamo, ya que le dijeron que “el panorama del veganismo y la alimentación vegetal era demasiado incierto”, además de que no les convencía esa zona de Francia.

Vallée no bajó los brazos y siguió buscando. Fue así que, con el paso del tiempo, consiguió financiación a través del crowdfunding, sin necesidad de garantías, y a través de La Nef, un banco “verde” especializado en préstamos a proyectos éticos. Respecto a eso, concluyó: “Esto demuestra que nada es imposible”.

Coronavirus. Ferran Adrià: Esto no es una crisis. Esto es otra cosa. Esto es una tragedia

Fuente: La Nacion – «Esto no es una crisis. Esto es otra cosa. Esto es una tragedia». Quien habla sabe de lo que habla. Ferran Adrià es, para quienes conocen, el chef más grande del mundo. Y él habla sobre el impacto del Covid-19 en restaurantes, bares, hotelería y turismo en general, y más allá también. «Esta pandemia no va a respetar a nombres, ni a fama, ni a nadie; esto va a ser duro para todo el mundo», dice el catalán a LA NACION.

Buzo negro, 58 años y cabellera escasa y a la buena de Dios, Adrià lideró durante muchos años El Bulli, el restaurante que se convirtió en leyenda y ganó todos los premios, estrellas, calificaciones y reconocimientos posibles, hasta que un día cerró sus puertas. Se reconvirtió en fundación, destinada a crear, experimentar, enseñar e innovar en sabores y texturas de la mano -y el paladar- de Adrià. Pero ahora, «el ser creativo no es la prioridad», aclara el maestro culinario. Ahora toca «sobrevivir», dice, explorando todas las posibilidades.

Acaso eso explique que el maestro reverencie, hoy, a los pequeños comerciantes y emprendedores que cada día levantan las persianas de sus locales para ganarse el pan, mientras estos meses deben servirnos de doble lección: para internalizar el valor social de los bares y restaurantes, y para absorber nuestra propia fragilidad humana.

La duda que arrastra, sin embargo, es si será así, si aprenderemos de todo esto que estamos viviendo desde hace meses y amenaza con extenderse bastante más. En particular los adolescentes; es decir, aquellos que algún día deberán transmitir lo que vivimos a las generaciones venideras. Él, Adrià, teme que no sea así. Todo lo contrario. «No aprenderemos demasiado por lo que vemos cuando, aquí, en España, se salió del primer confinamiento«, dice. Ojalá se equivoque..

-¿Qué es lo que le preocupa más durante esta pandemia, pensando también en el día -bendito sea- que la dejemos atrás?

-Hombre, durante esta pandemia lo que me preocupa es que ha sido y está siendo algo que nunca habíamos vivido. Ni una generación como la mía, ni tampoco generaciones anteriores, ni las que vinieron después. Y a eso se suma que no sabemos las consecuencias que todo esto va a traer porque tampoco sabemos aún cuándo va a acabar. A veces me digo: «Cuando esto acabe.», pero la pregunta es: ¿Cuando acabe cuándo? ¿Cuándo será eso? Porque la vacuna va a empezar a circular, pero vamos a ver…. También es verdad que la pandemia no ha sido igual para todo el mundo, ni para todos los sectores. En España y en Europa -y creo que en general en el mundo-, todo lo que es la hostelería, por ejemplo, el impacto ha sido dramático. Estaba leyendo un artículo de Italia, donde muchos negocios estaban cerrando o ya están cerrados. Ha sido algo demoledor. Esto no es una crisis. Esto es otra cosa. Esto es una tragedia. La crisis son otras cosas, son más fáciles de controlar. Esto es muy difícil de controlar.

-Durante el primer confinamiento, usted difundió algunos videos desde su cocina para ayudar a quienes debían permanecer confinados en sus casas, en una suerte de servicio público, e incluso lanzó un libro con recetas. ¿Cómo lo encuentra este segundo confinamiento y esta segunda -o ya tercera- «ola»?

-Es diferente porque este segundo confinamiento no es un confinamiento como tal, sino que es una cosa rara, distinta a aquello. Yo estoy trabajando, aunque lo malo es que estamos siempre con la angustia de que si alguien del equipo se contagia tendremos que desmontar todo el sistema y esto es muy angustioso. Pero en mi caso, le reitero, este segundo confinamiento no es igual que el primero. En España no está siendo igual. Hay una cierta aceptación, una cierta convicción de que hay que trabajar porque si no esto es el caos. Pero la verdad es que se está viviendo muy mal. En mi caso, mucho más cansado, mucho más fatigado y con ganas de que esto acabe.

-Hace unos meses, usted avizoró nuevos y, acaso, mejores tiempos para los restaurantes. Le cito textual. «Cuando esta situación acabe el valor del restaurante se acentuará». ¿Qué idea subyace debajo de esa frase?

-Sin duda alguna, si una cosa hemos aprendido durante esta pandemia es que los bares y restaurantes son lugares de actividad social a niveles increíbles. Resulta increíble comprender, cuando nos han faltado, lo importante que eran. Porque cuando no estuvieron, lo comprendimos. Porque al final, la mayoría de todo el mundo, que no pasó por guerras, no había vivido un mundo sin bares y restaurantes. Entonces, cuando ha vivido esto, resultó un choque inmenso. Por eso creo que, en el futuro, se va a poner en valor esta actividad social que son los restaurantes. Más que nunca.

-«Ahora no es tiempo de ser creativos», afirmó usted durante la pandemia, «ahora es un tiempo de enfocarse en la gestión», y para eso planteó algunas preguntas que invitan a reflexionar sobre eso: «¿Quiénes sois como negocio? ¿Quiénes queréis ser? ¿Cómo queréis hacerlo?»

-[Interrumpe] Sí, sí, ¡claro!

-¡Espere que complete mi frase! [Risas]. Usted le planteó esas preguntas a quienes evalúan emprender en estos tiempos pandémicos, en particular en el mundo de la cocina. Pero ahora yo se las planteo a usted. ¿Qué quiere ser y hacer? ¿Cuáles son sus planes?

-Mi problema es que, en la actualidad, yo trabajo bajo la forma de una fundación [en alusión a «El Bulli Foundation»] y las fundaciones no son exactamente lo mismo que una empresa. Entonces, de momento, lo que queremos ahora es sobrevivir. Esto es lo primero porque esta pandemia afecta a cualquiera y…

-Disculpe pero ahora soy yo quien lo interrumpe a usted. Deténgase ahí. ¿Usted tiene problemas económicos o financieros? ¡Vamos!

-Bueno. mucha gente está jodida.

-¡Sí, pero usted! ¡Con su nombre y su prestigio, di por sentado que tenía espaldas como para aguantar este vendaval!

-Sí, tenemos para aguantar dos añitos. Tres. Pero aún así hay que preocuparse, porque si esto se extiende. Nuestro proyecto está muy fomentado al turismo extranjero y tal, y veremos cuándo vuelve el turismo extranjero… Entonces, en mi caso ahora el ser creativo no es la prioridad. Eso se explica porque mi producto ya estaba más o menos consolidado. Por tanto, si considero que tengo que cambiar algo, no será ahora. Pero dicho eso, sí que hay que entender que esta pandemia no va a respetar a nombres, ni a fama, ni a nadie; esto va a ser duro para todo el mundo. Por eso le digo que yo puedo estar bien a nivel personal, como organización es otra cosa. En un proyecto como El Bulli 1846 [por el laboratorio de investigación e experimentación culinaria], hacen falta ingresos desde el exterior para poderlo mantener. Sí esto se cayera, pues en dos o tres años tendría problemas. Si una cosa hay que aprender es que delante de este maldito bicho no hay categorías.

-Ni que lo diga. Pero así como usted remarcó que estos no son tiempos para ser creativos, sino para enfocarse en la gestión.

-[Interrumpe] Sí, sí, pero hay que hay que entender bien eso. Lo primero es la gestión, después podemos avanzar. Por eso, más que creativos, hoy hay que explorar todas las posibilidades. Por ejemplo, con el delivery. O sea, no sé si en la Argentina habéis hecho los restaurantes con «take away», pero la gente está explorando posibilidades.

-A eso iba. A fines de noviembre, usted disertó en el Primer Foro Internacional de Innovación Turística, en Sevilla, y remarcó la necesidad de adaptarse, de buscar variantes para mantenerse a flote, lo que ejemplificó con ofrecer «delivery» o cartas de cervezas artesanales locales…

-Bueno, sí, pero aclaremos algo. Estas ideas no nos van a mantener a flote de por sí. Para empezar porque, como dije antes, no sabemos nada aún sobre lo que está detrás de esta pandemia. Muy distinto es cuando un negocio está en marcha y marcha normal. En esa situación, hay variantes que sí, que nos ayudan a seguir vivos, a dar servicios y novedades a los clientes. Pero esto no nos alargará la vida hoy. Porque si no hay clientes, da igual si tu menú está repleto de cervezas o de alguna otra novedad. El problema es que esto, además, golpea distinto según el lugar. ¡Cada lugar es diferente! Barcelona, por ejemplo, seguramente sea de las ciudades europeas más castigadas por el coronavirus en todo lo que se refiere a la hostelería. ¡Ten en cuenta que sólo hay un 15% de los hoteles abiertos y tienen un 20% de ocupación! ¡Todos los negocios que vivían de esto no existen ya! Y hablamos de negocios con clientes de un cierto nivel, de turismo de calidad. Eso ya no existe. Por eso, está muy bien el ser innovador, pero el ser innovador tampoco pasa de un día para el otro. Para ser innovador de verdad tardas un cierto tiempo. Ahora, en cambio, te adaptas como puedes y miras cómo está la situación, que es mala. Los datos de la cantidad de negocios que están cerrando o pueden cerrar. es duro, duro, al menos en nuestro sector. Luego hay otros sectores como los supermercados, por ejemplo, que no están teniendo este problema. Pero el mundo del turismo ha sido perjudicado y, consecuentemente, la hostelería.

-¿Qué preguntas deberíamos habernos hecho antes? ¿Cuáles son las preguntas que deberíamos plantearnos ahora? ¿Qué no estamos viendo?

-[Respira hondo] Oye. [Exhala] Nos tenemos que plantear que somos muy frágiles, que durante los últimos cuarenta años no pensamos que éramos tan frágiles. Sobre todo, desde una visión europea y española. Ahora estamos viendo la fragilidad de todo esto. ¿Quién dice que aquí dos años no hay otra pandemia? ¿Quién dice que no se desate lo peor del cambio climático? Estamos viviendo en un momento de una cierta fragilidad que también afecta toda nuestra dimensión mental. La gente se pregunta qué va a pasar en el futuro. ¿Cómo vamos a seguir?

-Cito textual, otra vez, una frase suya de hace unas semanas: «Me levanto todos los días a las 4:30 de la mañana pensando que esto es un drama». Y, aún así, ¿es usted optimista?

-Tengo que ser optimista, que si no. Pero no soy optimista en sí, sino «en busca de esperanza». Porque si no. fíjate. es para acabar con todo [risas nerviosas]. Tenemos que tener una cierta esperanza. Parece que lo de las vacunas va en serio, y eso sí que cambiaría todo y se podría acelerar la recuperación que pensamos que tomaría tres, cuatro años, y reducir ese proceso a uno o dos años… Por eso hay que tener esperanza.

-¿Conoce usted algún ejemplo virtuoso en su sector, el de gastronomía, o en otro sector que tome como referencia válida y le aporte algo de optimismo?

-Lo que yo hago es admirar al que abre cada día su pequeño local, ¿sabes? Ése que abre cada día y está luchando por sobrevivir. Ése es una maravilla. Muestra lo que es la vida y lo que son las personas. Hay miles y miles. ¡millones en todo el mundo! Pequeños empresarios que están luchando para poder sobrevivir. Y eso [levanta sus cejas].

-Para terminar, ¿me permite una digresión?

-Sí, claro.

-Cuando usted ve un poco triste a alguien que quiere, ¿le prepara algo rico para mimarlo? Y no estoy pensando en uno de esos platos raros, sino en algo que usted puede hacer con lo que tiene en su heladera y ¡pim, pam, pum!

-[Risas] ¡Vaya qué pregunta! ¡Es una linda pregunta que hasta ahora no me habían hecho! [risas] Seguramente, para mi mujer. [piensa unos segundos] una buena tortilla de patatas creo que estaría bien, con un buen mimo [sonríe].

-¿Hay alguna pregunta que no le planteé y considera relevante abordar?

-[Calla un instante] Bueno. cómo va a vivir la juventud, los adolescentes de ahora, todo esto que estamos viviendo. ¿Se dan cuenta de la fragilidad con la que vivimos? ¿O al ser adolescentes les da igual y de aquí a unos dos años, cuando volvamos a una cierta normalidad, no habrá conciencia de esta fragilidad? Me interesa saber qué pasará con las nuevas generaciones.

-¿Y cuál su sensación?

-Que seguiremos siendo igual [risas]. Por lo que estoy viendo, no aprenderemos demasiado de lo vivido durante esta pandemia. No aprenderemos demasiado por lo que vemos cuando, aquí, en España, se salió del primer confinamiento, por ejemplo. Esto parecía un desmadre, tremendo. Y ahora que afrontamos una situación de gravedad. parece igual.

Biografía

-Nacido en las afueras de Barcelona, en 1962, a los 18 años abandonó los estudios y consiguió trabajo como lavaplatos en un pequeño hotel, para luego trabajar en varias cocinas de Ibiza, Barcelona y hasta del servicio militar obligatorio

-En 1984 comenzó a trabajar en El Bulli, en Girona, del que pronto pasó a ser jefe de cocina y, luego, copropietario, iniciando un proceso creativo de vanguardia que en pocos años dieron reconocimiento mundial a su restaurante

-Considerado el mejor chef del mundo, El Bulli acumuló las máximas distinciones gastronómicas; entre ellas, tres estrellas Michelin y, en cuatro ocasiones, el premio Pellegrino, algo que jamás logró otro establecimiento

-En 2012, El Bulli cerró sus puertas y se reconvirtió en una fundación abocada a impulsar la creatividad gastronómica, por la que pasaron algunos de los grandes cocineros de la actualidad

Recomendación para aprovechar el tiempo

-¿Qué libros, películas, música u otra actividad les recomienda a los argentinos para distraerse o «aprovechar» el tiempo durante esta pandemia? ¿Qué hace usted en su tiempo libre?

-A mí me encantan los documentales sobre el conocimiento, sobre la naturaleza, sobre la ciencia. Creo que es un buen momento para no parar de formarte al nivel del conocimiento. ¡y cocinar está muy bien! [Sonríe] Claro que siendo un profesional, no es lo que más me apetece cuando llego a casa, pero cocinar es una buena manera de salir de la rabia y de entretenerse. Es un buen entretenimiento. Y un libro que me gusta mucho es El perfume, de Patrick Süskind. Es un libro muy bonito.

Es chef, estuvo a cargo de la cocina del Senado y ahora está junto a su papá detrás de Murray’s

Fuente: on24 – El bar más funense reabre el próximo martes con nueva conducción pero con la misma impronta: “uno de los bares con más identidad de la ciudad”

El ya clásico bar Murray´s, ubicado en la céntrica calle Santa Fe de Funes, a metros de la municipalidad, reabre el próximo martes 2 de febrero con el mismo nombre que recuerda a los orígenes de la ciudad, pero con la nueva administración de una familia apasionada por la gastronomía, que cuenta en sus filas a una reconocida cocinera, Ornella Carloni.

La chef que tuvo a su cargo durante años el restaurante de la Cámara de Senadores de la Nación y los caterings y eventos del Congreso gerencia, actualmente, dos cervecerías en Buenos Aires y se dedica a asesorar a grandes marcas del rubro. En esta oportunidad, acompaña a su papá en el sueño de tener su propio restaurante.

“Está toda la familia colaborando un poco, pero el proyecto es de mi papá que está como cumpliendo un sueño. Siempre quiso tener su restaurant, su bar. Estamos todos los hijos colaborando con este sueño”, contó la cocinera que se formó en Buenos Aires y trabajó en sus inicios durante muchos años con Marta Cura, la empresa líder en el catering de la región.

El sueño de Edgardo Carloni, un comerciante de 74 años que “se siente como de 18 con el entusiasmo que le genera” abrir Murray´s, surgió con la oportunidad de administrar un bar que tiene cinco años en la ciudad y que siempre fue uno de los más elegidos por locales y visitantes. “El bar tiene un poco la impronta de recuperar la historia de Funes, su nombre de hecho es por el primer jefe de la estación. Mantener el nombre y su estética fue una apuesta a continuar con el gran momento que está viviendo Funes”, contó Ornella.

La carta del renovado Murray´s tendrá un concepto de Finger Street Food “que tiene que ver con platos que podes comer y compartir”, pero con propuestas que también acerquen carnes o pescados bajo esta modalidad. Ornella, que se dedica a asesorar bares y restaurantes en el armado de sus negocios, hace mucho hincapié en propuestas que sean variadas, con la gastronomía como protagonista.

“Yo no era muy amiga del concepto de cerveceros. A los cocineros no nos gustaba mucho esa idea al principio. Las originales están acompañadas de una buena gastronomía pero, en el furor, eso quedó de lado. Por eso siempre sugiero que haya variedad: platos para veganos y celíacos, opciones de pescado, carnes, sumarlos en el formato que sea”, cuenta y suma un ejemplo claro: “pensar en una buena carta de quesos por ejemplo, no es lo único un bastón de mozzarella, hay que salir un poco de eso”.

Así como la cocinera se ocupa de ofrecer el mejor menú de comidas, cervezas, vinos y cocktelería, el resto de la familia hará su parte en el negocio que abrirá sus puertas el próximo martes y cada noche a partir de las 18 horas. Además, ya anticipan que cuando la temporada de verano finalice sumarán a la propuesta nocturna los clásicos menús ejecutivos, en el epicentro del movimiento comercial y de servicios de Funes.

Un chef cordobés ganó su segunda estrella Michelin en Londres

Fuente: Vos ~ El chef cordobés Paulo Airaudo es noticia de nuevo: su restaurante Da Terra, en Londres, consiguió su segunda estrella Michelin. 

Allí comparte la cocina junto al brasilero Rafael Cagali. “Lo logramos luego de dos años de mucho trabajo. Hacemos una cocina particular, con influencia sudamericana y bases italianas”, explicó. Paulo y Rafael se conocieron cuando trabajaron juntos en el restaurante londinense Fut Duck. Allí forjaron su relación y hoy brillan juntos en ese restaurante que está de festejo.

Estar sería la cuarta estrella de Paulo. Paulo había obtenido la primera en un restaurante suizo, que se llamaba La Bottega. Luego, la obtuvo en Amelia, el restaurante de San Sebastián (España) que emprendió luego de su partida de Suiza. 

“La expectativa de ahora en más en conseguir la segunda estrella en España”, le dijo Paulo a VOS.

La increíble historia de la argentina que preparó el almuerzo de Joe Biden

Una cordobesa es dueña de «Call Your Mother», un local gastronómico ubicado en la ciudad de Washington, que fue elegido por el presidente demócrata para comer un sandwich junto a su familia el domingo después de misa.

Joe Biden es reconocido por sus rituales. Entre ellos, el que repite cada domingo: asistir a misa y disfrutar luego del almuerzo en familia. Su llegada a la Casa Blanca no afecto esta elección. Y es que a la salida de la celebración religiosa el domingo pasado, el demócrata buscó un lugar donde comer y se terminó llevando un sándwich de bagel de un restaurante que es propiedad de una argentina.

Se trata de Daniela Moreira, quien nació en Alta Gracia, Córdoba, y se formó como chef profesional. Desde hace más de 10 años vive en el país del norte. Junto a su pareja Andrew Dana y otro socio, fundó en 2018 «Call Your Mother», una tienda de bagels y delicatessen ubicada en Washington pero con varios locales en otras ciudades. Y este domingo estuvo en boca de todos porque fue quien preparó el almuerzo para toda la familia presidencial.

«Después de cuatro años de un presidente que nunca se molestó en buscar comida en Washington, Joe Biden pide bagels en CYMD en su primera semana. Claramente, la nueva administración tiene un personal con buen gusto», escribió Tim Carman, especialista en gastronomía del Washington Post.

Por su parte, Laura Hayes –editora de gastronomía en el Washington City Paper–, destacó que el negocio de la argentina ofrece es mucho más que un buen producto: «CYMD no sólo tiene bagels increíbles. Son un excelente empleador, que ofrece seguro médico al personal, lecciones de idiomas y más».

Joe Biden asistió a misa en la Iglesia de la Santísima Trinidad, en Georgetown. Luego de la celebración, la caravana de autos oficiales hizo una escala a pocas cuadras, justo delante de un local de despacho de comida con una impactante fachada rosa.

En 2020 la argentina –que llegó a Estados Unidos sin saber inglés y consiguió una beca para aprender cocina en el Culinary Institute of America– fue elegida entre los 30 mejores emprendedores menores de 30 años de Estados Unidos. «Soy de Alta Gracia. Hace 10 años me mudé a Estados Unidos. Cuando terminé la secundaria no sabía qué quería hacer. En realidad, sí sabía: quería viajar. No quería estudiar, no quería ir a la Universidad», confesó en charla con Lucas Maizon, de La mesa está servida. Durante la pandemia, la joven también fue noticia por preparar 1.400 desayunos diarios para personal de salud de su ciudad.

Además relató cómo algo que había odiado cuando era chica se convirtió en una oportunidad: «Papá me había dicho que tenía que estudiar. Siempre había cocinado, porque mi familia tenía un camping en el que había un comedor donde vendíamos minutas. Odiaba, eso porque durante toda mi infancia y adolescencia tuve que hacerlo mientras los demás paseaban. Pero para estudiar Gastronomía sólo había que cursar dos días por semana. Estaba avalado por la Universidad de Córdoba, por lo que iba a tener un título».

Fue en ese momento cuando se dio cuenta que podría ser su profesión. Por primera vez fue «la mejor alumna». Consiguió un trabajo en Córdoba y se anotó en un programa de Au Pair (programa para jóvenes que desean alojarse en casas de familias estadounidenses).

«La primera llamada que recibí fue de una familia de acá, de Washington. No sabía nada de la ciudad ni hablaba inglés», recuerda. Trabajaba como niñera y miraba restaurantes. «Fue muy frustrante el tema del inglés», comenta, intercalando palabras en uno y otro idioma. «Encontré una escuela para adultos inmigrantes, gratuita, e hice un programa muy bueno con personas de todo el mundo. Yo quería seguir viajando. Y en la escuela me di cuenta de que no necesitaba seguir viajando para aprender de otras culturas, porque estaba lleno de inmigrantes».

En EE.UU, y en el rubro gastronómico, Daniela conoció a su pareja. Así fue como Andrew y Daniela se lanzaron a crear «Call Your Mother», un local de despacho de comidas de estilo judío que le dio a Daniela la oportunidad de hacer algo por los demás: dar trabajo y espacio a personas que, como ella, están intentando abrirse camino en la ciudad.

Es consciente de la repercusión que puede tener haber sido la elegida del nuevo presidente de Estados Unidos. “Esperamos que vuelva. Nosotros estamos impresionados, recién asumió el miércoles, después de 4 años muy oscuros para Washington DC. Que el primer fin de semana él salga así, que no se esconda, es una alegría. Muestra que es un presidente de la gente, no de esconderse”, le contó a un corresponsal de Clarín en Washington.

El chef del bodegón más gourmet de Mar del Plata: “Los restaurantes nunca volverán a ser lo que fueron”

Fuente: Clarín Gourmet by Rocío Magnani ~ El reconocido cocinero Lisandro Ciarlotti inauguró un nuevo espacio en Pinamar. Y habla sobre el efecto de la pandemia más allá de lo económico.

Es un hombre pulpo. Al chef Lisandro Ciarlotti le gusta salir a saludar a los comensales. También, hacer desde cero el fuego en su parrilla y distribuir la leña que logrará que un simple pez limón, el pescado con el que posa para la foto, se convierta por una noche en la estrella gourmet de su cocina. Se lo ve disfrutar mientras organiza al equipo de mozos y asistentes de su nuevo restaurante en el parador Casa Mar, en Pinamar. Pero si hay algo que realmente valora, es la paciencia: el “secreto” de sus platos.

Ciarlotti es el menor de cuatro hermanos. Nació en Bariloche en 1982, en una familia con tradición gastronómica, y a los 10 se mudó con su familia a Mar del Plata, donde en 2011 fundaría “Lo de Tata”, un bodegón que toma como nombre el apodo de su abuelo y que supo posicionarse como un clásico de La Feliz. Hoy, es valorado en el mundo gourmet por su cocina de mar y sierra tanto por locales como por los turistas.

“Nunca imaginamos tanto reconocimiento, pero tampoco olvidamos que cada aplauso deja la vara alta y hay que estar a la altura todos los días”, analiza desde su último proyecto, el restaurante del parador Casa Mar que inauguró este verano junto a su socio Hernán Domínguez, con el que también comparten cocina en Caldo, en la misma ciudad costera.

La idea de Casa Mar es llevar a Pinamar esa cocina de parrilla y horno a leña que desde hace años perfeccionan en Mar del Plata utilizando materia prima fresca de la región, tanto de mar como de sierras, para lograr una carta de sabores reales y autóctonos.

La parrilla es una especialidad de Ciarlotti. Foto: Fernando de la Orden

El coronavirus fue un golpe duro para toda la actividad gastronómica, admite Ciarlotti. Además del cese de actividad durante ocho meses, el cocinero destaca que el virus se metió con esa argentinidad confianzuda, ese ambiente familiero que caracteriza a los bodegones tradicionales. “Creo que los restaurantes nunca más volverán a ser lo que fueron. Eso de agarrar una silla de al lado, por ejemplo, no existe más y va a costar mucho volver a esa simplicidad”, expresa.

“Lo de Tata” fue noticia en medio de la pandemia por la fila de más de 600 personas que se armó, tras que el chef publicara en Internet un aviso de búsqueda de personal. “Me arrepiento de haber hecho ese posteo. Era gente realmente desesperada, que no tenía para comer. La mayoría no tenía nada que ver con la gastronomía”, recuerda y cuenta que igual entrevistaron a todos para armar una base de datos que compartieron con otros gastronómicos.

Propuesta gastronómica de Casa Mar, el restaurante de Lisandro Ciarlotti. Foto: Fernando de la Orden

–¿Y las restricciones a la actividad comercial que dispuso la provincia de Buenos Aires? ¿Cómo afectan al sector?

–En los restaurantes, damos turnos de una hora y media. En Tata por ejemplo, tenemos capacidad para 40 cubiertos y los hacíamos tres o cuatro veces en una noche. Ahora solo vamos a poder hacer dos turnos.

De día, Casa Mar, ubicado en Av. Del Mar y De los Picaflores ofrece una carta más playera. De noche, un menú gourmet orientado especialmente a mariscos y pescados. Los platos estrellas son el spaguetti con frutos de mar, la pesca Casa Mar y el risotto de calamar. Pero el restaurante apunta a generar un cronograma de chefs invitados y eventos gastronómicos.

Carpaccio de pulpo, uno de los platos de Casa Mar. Fernando de la Orden

Uno de los primeros fue el organizado con Bodegas Salentein, con una menú de pasos diseñado especialmente por Ciarlotti y Hernández para maridar con los vinos de la marca. Matrimonio de anchoa y boquerón, para el aperitivo; carpaccio de pulpo, para la entrada; raviolón Nino Bergese con huevo y manteca de trufa, como principal, y tiramisú, para el postre. Una propuesta de raíz italiana con la fusión de la cocina atlántica.

Cualquiera que visite Mar del Plata un domingo, podría encontrar a Ciarlotti jugando al básquet en Peñarol, el club donde jugó profesionalmente hasta los 20 años y donde ahora gestiona el buffet con un estilo, al que define como “más relajado”. A veces, lo acompaña Román, su hijo de 2 años al que bautizó en honor a Riquelme. Es fanático de Boca e hizo socio a su hijo. “Ya le gusta cocinar”, lo describe con emoción.