Su budín de naranja entró al palacio Buckingham: el chef argentino que conquistó a la Reina Isabel de Inglaterra

Fuente: Clarín ~ Lucas Trigo comenzó a cocinar en su casa de San Isidro. Trabajó para los príncipes de Países Bajos y la soberana del Reino Unido probaron sus delicias.

La infancia de Lucas Trigos (48) tuvo lugar en una casona pintoresca del partido bonaerense de San Isidro. Pero entre juegos de chicos y ganas de jugar al rugby, cuando apenas tenía diez años no imaginaba que se convertiría en un chef reconocido en los más lujosos palacios del mundo. La gastronomía entró as u vida cuando su «Nono» italiano le regaló a él y a su hermano mayor un rifle de aire comprimido. «Mi abuelo me dio un ultimátum: ‘lo que cazás, lo comés. Vos no podés matar nada que no te vayas a comer’ y ahí entendí todo», recuerda.

Desde ahí, el mundo de Lucas se vio envuelto entre las cocinas de sus amigos, las hornallas de sus dos restaurantes y con el tiempo, a alcanzar una meta inimaginable: preparar y sazonar platos para familias reales como los príncipes de Holanda o la reina de Inglaterra. 

«Tenía 5 años cuando mi abuelo me compró el rifle de aire comprimido. Allí se abrió un mundo de posibilidades para mí no solo porque probé todos los pájaros que existen, al menos en zona norte, sino tambien porque descubrí que había algo interesante en la cocina y que el fuego era un socio de la transformación», señala entre risas sobre su primer contacto con la gastronomía.

Aunque el hobby culinario podría haber quedado como una moda pasajera infantil, ocurrió todo lo contrario porque a lo largo de los años se instaló como su tarea primordial en el hogar. «Recién cuando tenía 11 mi mamá me dejó prender fuego y fue ahí cuando supe que lo que me gustaba era comer bien. Allí empecé con la creatividad y la exploración de inventar cosas nuevas».

Y agrega: «Me imaginaba como profesión lo que cualquier niño piensa. Una estrella de rock, astronauta o hasta deportista porque en ese momento jugaba al rugby en el CASI (Club Atlético de San Isidro), pero jamás como cocinero. Para mí la gastronomía es un desafío hermoso».

Abrió dos restaurantes en Bariloche
Abrió dos restaurantes en Bariloche

En 2005 apareció la oportunidad de abrir su primer restaurante en Bariloche para deleitar a los comensales argentinos, experiencia que describe como «de mucho aprendizaje y perseverancia». Siete años más tarde y con un catálogo de responsabilidades aún mayor, gestó su segunda casa de cocina también en la región patagónica de la Argentina donde las brasas y el fuego continuaban siendo el protagonista de la mesa.

«La gastronomía es un mundo muy particular y que desmoraliza desde el minuto cero. La parte práctica en esta profesión es muy importante y es ahí donde uno más aprende, por eso mi primer restaurante fue la primera piedra que me empezó a pulir a mí, porque si bien cometí muchos errores también fue un gran desafío».

Y en base a esto, añade, que trabajar en las cocinas es un descubrir que se da todos los días. «Cuando creés que ya conoces todo de este trabajo, siguen apareciendo nuevas cosas. Algunos creen que es fácil meterse en este rubro, pero es un compromiso enorme saber que estás preparando una comida que va a ir al organismo de una persona», confiesa.

En una de las tantas trayectorias de su carrera, tuvo la oportunidad de cocinarle a 14 mandatarios en la cumbre de Unasur y también la de haber preparado platos para los príncipes de Holanda o para la reina de Inglaterra, por ejemplo.

En una de las tantas trayectorias de su carrera, tuvo la oportunidad de cocinarle a 14 mandatarios en la cumbre de Unasur y también la de haber preparado platos para los príncipes de Holanda o para la reina de Inglaterra, por ejemplo.

Como un relato pasajero, o como si se tratase de la historia de un viejo conocido, Lucas se despoja del término «mundo mediático» para recordar sobre la vivencia de cocinar en un palacio, en los Países Bajos, para la realeza. «Recuerdo que la Reina Isabel elogió un budín de naranja que habíamos hecho. Fue una experiencia increíble, pero para mí todos mis clientes son reyes y eso es lo que más me emociona».

En cuanto a la trayectoria que revelan sus años en el ambiente culinario, Trigos admite que la perseverancia es el ingrediente clave para continuar en carrera. «Acá es importante demostrar para generar recuerdos en los comensales porque un plato se acaba en 10 minutos y es importante sellar una permanencia con los clientes»

Actualmente, Lucas divide los meses de su año entre los paseos y viajes esporádicos a Argentina para visitar a sus tres hijas que aún residen aquí, y el resto del tiempo en Barcelona que es su lugar de permanencia desde hace varios años donde continúa a pleno con su profesión y sus hábitos de chef.

«En España hay mucha cultura gastronómica porque hay gran variedad de recursos y muy buena materia prima. A mí me encantaría quedarme y vivir en mi país, pero en la industria que trabajo es muy difícil», explica sobre las diferencias que resaltan al viejo continente.

Lucas ha trabajo en programas de televisión y también ha sido jurado de competencias gastronómicas internacionales.
Lucas ha trabajo en programas de televisión y también ha sido jurado de competencias gastronómicas internacionales.

Reflexionando sobre sus logros y con un tono radicado del país ibérico, Trigos asegura: «Al Lucas de 11 años lo abrazaría fuerte, le daría un beso enorme y le diría: ‘¡Guapo, prepárate, que viene una vida maravillosa!’. Sé que estaría feliz porque para mí cocinar es como estar en Disney, nunca sufrí esto porque lo hago con pasión y siento que cada servicio es una oportunidad».

De cara al futuro y proyectando qué sería de su vida si habitaría en la ciudad porteña, el cocinero señala que tiene una gran pasión por la docencia porque «me gustaría devolver lo que alguna vez me dieron y así más personas puedan aprender sobre ésta profesión».

«Anhelo poner una escuela granja en Argentina, nada que ver a lo que se conoce aquí. Sería una escuela novedosa e interactiva donde el cocinero tenga la obligación de vivir el proceso de una huerta y de criar animales. Es para respetar sus herramientas y valorar el mundo que va a habitar», concluye.

El reconocido chef Martín Molteni será la figura del 2° Foro de Origen e Identidad Gastronómica de Mendoza

Fuente: FEHGRA ~ El chef, reconocido por su pasión por encontrar las raíces de la cocina de su tierra, dará una charla frente a los más de 250 invitados, quienes se congregarán el 10 de noviembre en el Auditorio Ángel Bustelo, en el marco del Foro organizado por la Filial FEHGRA Mendoza presidida por Beatriz Barbera.

El 2° Foro de Origen e Identidad Gastronómica de Mendoza involucrará a diferentes actores de la cadena productiva del sector, como chefs, productores, empresarios, profesionales gastronómicos, sommeliers, personal de servicio y periodistas especializados, quienes no solo podrán presenciar el evento, sino también participar opinando de diferentes temas relacionados al contenido del Foro a través de una encuesta que luego reflejará la situación real de la gastronomía en la provincia.

Se abordarán temáticas que tendrán que ver con los productos y recetas identitarias de la provincia; el marco legal en torno a la cadena productiva; el vínculo entre el productor y el empresario a través de la economía social y la asociatividad; la comunicación y la promoción como estrategia para posicionar la gastronomía en Mendoza y el mundo; y por último, la sostenibilidad como eje transversal.

Martín Molteni

Sin dudas uno de los chefs argentinos con mayor importancia en el mundo de la gastronomía internacional, el reconocido chef centró su trabajo en la reconstrucción de la historia, recetas y recuperación de productos regionales. Descubrió su pasión por la cocina a sus 12 años y comenzó sus estudios en el Regency Hotel School, Australia. En 1994 se mudó a Francia y regresó en 1996 a Argentina con el propósito de encontrar las raíces de la cocina de su tierra a través de la cultura precolombina y el producto nativo, para contarle al mundo de lo que ésta deslumbrante tierra se trata. Entre 1996 y 2006 condujo varias cocinas y proyectos alrededor del país. En 2006 crea PURATIERRA, desarrollando una nueva visión de cocina argentina. PURATIERRA restaurant fue galardonado como el Mejor Nuevo Restaurant, elegido 3 años entre los 50 BEST LATAM SAN PELLEGRINO y Martín Molteni como Chef del Año. Representó a Argentina en el BOCUSE D’OR y en el concurso de la Academia Culinaria de Francia.

PURATIERRA CATERING genera experiencias en todo el país y el mundo. En cada proyecto deja un sello local y estacional de carácter latinoamericano.

Interesados pueden contestar la encuesta en este link: https://forms.gle/3FumGHniVEHq4NBb6

Inscripciones abiertas: aehgamendoza@aehga.com; WhatsApp: +54 9 2613 46-9747.

Entrada: Un alimento no perecedero para el Banco de Alimentos de Mendoza.

El secreto de las achuras y el matambre relleno según el chef de La Cabrera

Fuente: La Nación ~ Para disfrutar de las preparaciones con más identidad argentina, Gastón Riveira, el cocinero y mentor del famoso restaurante de carnes, La Cabrera, propone en su nuevo libro, los mejores y más simples platos para hacer en el hogar. Cinco recetas para ponerse a cocinar.

La gastronomía argentina es el resultado de la fusión de la comida criolla, propia de la época colonial; la nativa, legado de los pueblo originarios; y el aporte sustancia de las corrientes migratorias europeas. De esta manera, Gastón Riveira, el creador del exitoso restaurante de carnes La Cabrera, se adentra en su nuevo y gran libro Recetas Argentinas de mi cocina.

En una bella edición, y a lo largo de 200 páginas, el libro, ofrece de una manera simple, clara, sincera y sin vueltas -igual que su autor – un recetario completo que incluye desde las minutas que todos conocemos, los principales de siempre, los platos tradicionales de olla, los secretos del asado, las ricuras para el mate y obviamente los postres en donde no falta el dulce de leche.

Libro Recetas Argentinas de mi cocina, de Gastón Rieveira, La Cabrera.
Libro Recetas Argentinas de mi cocina, de Gastón Rieveira, La Cabrera.

Aquello que reconocemos como nuestro, aquello que forma parte de cada día, lo que está siempre presente en nuestra mesa y en nuestro corazón es lo que nos define a la hora de comer”, propone Gastón Riveira en el prólogo del libro

En este sentido, el cocinero y autor de Recetas Argentinas de mi cocina, editado por Catapulta, explica que entre nuestras costumbres no podemos dejar de destacar la picada, las empanadas presentes en la mesa de cualquier punto del país; los manjares para el mate con infaltables rellenos de dulce de leche; y cómo el mismo dice “En lo más alto del podio de la argentinidad está el asado, que además de ser la forma preferida de cocinar la carne, es un encuentro de camaradería en el que como decía Martín Fierro todo bicho que camina va a parar al asador.

“El libro, reúne lo mejor de nuestros ingredientes, nuestra tradición, nuestra técnica, y lo que es más importante, el compromiso de mejorar cada día. Estas son las recetas de mi cocina: quedan invitados a disfrutarlas”, dice Gastón y al grito de “una que queremos todos”, propone estas cinco preparaciones, que son de esas que nunca fallan.

Las minutas

Para ir practicando este plato infaltable en los almuerzos de verano, sale esta receta del matambre relleno. La cocción requiere de unas dos horas y media, tiempo de espera ideal para ir haciendo otras preparaciones. Este matambre es de ternera y el relleno requiere sólo ingredientes básicos como huevos, morrón y zanahorias.

Matambre relleno. La receta de Gastón Riveira, de La Cabrera, en su libro Recetas Argentina de mi cocina.
Matambre relleno. La receta de Gastón Riveira, de La Cabrera, en su libro Recetas Argentina de mi cocina.

Los principales

Un señor plato principal, estas costillas de cerdo a la riojana sólo requieren menos de 20 minutos en llegar a la mesa. Gastón calcula dos costillitas por persona así como los dos huevos por porción que le dan la contundencia final. La receta de las costillas de cerdo a la riojana requiere sólo de una sartén para toda la preparación.

Costillitas de cerdo a la riojana con huevo del libro Recetas Argentinas de mi cocina.
Costillitas de cerdo a la riojana con huevo del libro Recetas Argentinas de mi cocina.

El asado

Sin dudas, desde que Garay trajo quinientas cabezas desde Paraguay, el asado se convirtió en el plato insignia argentino. Con el correr de los años los instrumentos y las técnicas fueron perfeccionándose, y la elección de la leña añadió calidad a la cocción de la carne, y ahumados especiales según si se utiliza madera de manzano, o duraznero. El carbón vegetal más usado en las zonas urbanas, es uno de los preferido ya que mantiene un calor constante y duradero, aunque puede combinarse con astillas de madera que enriquecen el sabor de la carne. Para darle el toque final bien argento, no dejes de preparar la receta posta del chimichurri de Gastón que acompaña al clásico choripán.

Un típico asado argentino no es tal sin el chimichurri.
Un típico asado argentino no es tal sin el chimichurri.

Las achuras

Después de la picada, las reinas del asado son las achuras. Y si alguien sabe de sus secreto es este cocinero y asador de cuerpo y alma; que las sirven diariamente a cientos de comensales en su restó de Palermo. Rievira las llama “Las vedettes de los asado”; y aclara que la molleja para nosotros es como el foi gras de los asados o el caviar de los canapés. A la hora de elegirlas, prefiere las de corazón porque, aunque grasosas, son más grandes y sabrosas. En esta receta de tabla de achuras ofrece los secretos de cómo hacer una ronda para cuatro personas. La fiesta incluye chori, morcilla, riñón y mollejas.

Cada achura requiere su técnica y sus tiempos en la parrilla
Cada achura requiere su técnica y sus tiempos en la parrilla

El postre

Si hay algo que amamos los argentinos son las cosas bien dulces, es por eso que el dulce de leche se encuentra entre los primeros del ranking de sabores elegidos. Así es, que esta receta panqueque de dulce de leche es uno de los postres preferidos de La Cabrera y por eso Gastón comparte su receta. Simple y delicioso, es la dulzura de un postre bien argentino que también conquistó a los extranjeros. Lo prefieren los más golosos después de una buena comida que se disfrutó en familia o con amigos.

Panqueques de dulce de leche de La Cabrera
Panqueques de dulce de leche de La Cabrera

Los Chefs ganadores de la 8va edición de Bariloche a la Carta recibieron sus distinciones

Fuente: FEHGRA ~ En el acto, el presidente de la Filial FEHGRA Bariloche, Claudio Roccatagliata, destacó la importancia de los ricos ingredientes rionegrinos que impulsan la calidad de los platos y permiten que el destino tenga “los más altos estándares de la cocina internacional”. También puso en valor a los jóvenes cocineros, quienes han revolucionado la cocina de la ciudad.

Los equipos de cocineros ganadores del certamen “Bariloche a la Carta” (BALC) recibieron sus sus distinciones como reconocimiento al trabajo realizado en la presentación de cada plato. La elección de los mejores platos del Circuito Gastronómico se realizó on line, y el jurado fue el propio público del evento exponente de la cocina y producción regional.

Entregaron los premios el presidente de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Bariloche (AEHGB), Claudio Roccatagliata, y el director de BALC, Lucio Bellora. Fue un encuentro donde primó por parte de los premiados, el orgullo de pertenecer al certamen y su generosidad por hacer parte del premio a todo el equipo de cocina.

En ese marco, Roccatagliata dijo que “sin los cocineros Bariloche a la Carta no sería posible, tanta gente joven que ha revolucionado la cocina de la ciudad y que además trabajan en conjunto, ningún esconde sus recetas o trabaja puertas adentro, sino que las abre”. “Hoy con todos los ingredientes rionegrinos, que nos da esta Provincia tan rica, hace que la diversidad y calidad de nuestros platos hace que estemos en los más altos estándares de la cocina internacional”, agregó. Asimismo, agregó que “felicitamos a los que salieron premiados y a los que no, en la cabeza del cocinero reconocido hay un gran equipo, mucha gente trabajando y productores que los abastecen”.

Por su parte, Bellora, “cuando empezamos en 2014 con BALC uno de los objetivos era levantar la vara de la gastronomía en la ciudad, sabíamos que era un gran diferencial pero que teníamos que trabajar fuertemente. Una de las herramientas fue pensar en un circuito de restaurantes que hicieran platos exclusivos de Bariloche a la Carta”. Sobre ello, expresó que “mirando hacia atrás nos llena de orgullo ver lo que pasa dos meses antes del evento, cómo los equipos piensan las propuestas, y eso redunda en una mejora profunda de nuestra gastronomía”. Por último, agradeció a “los grandes protagonistas de BALC, la gente que está en las cocinas, en los fuegos, en el salón atendiendo”.

Los premiados

• Plato de Oro: Batistin by Huinid Hoteles. Truchon arco iris en croute de frambuesas, “risotto” de quínoa morada, hongos del bosque, espárragos, emulsión de limón & vinagreta trufada.

• Mejor entrada: Restaurant a Medida. “La Alegría No es Solo Brasilera” Inspirada en las Coxinhas brasileras nace la reversión rellena de cordero braseado y queso cremoso. Acompañado por con mix de verdes y chimichurri al curry.

• Mejor Postre: La Távola Nh Edelweiss. Opera Patagónica versión vegana, biscocho de almendras con ganache de rosa mosqueta y manzanas caramelizadas en sidra

• Mejor plato cervecería: Weiss Beer & Burgers. Hamburguesa “Pretziosa”: Pretzel Bun, Doble Carne, Mucho Cheddar, Cebolla Crispy, Bacon Ahumado, Utah Frysauce con guarnición.

• Menú Punto Rio Negro: Cocina Fontan- Hotel Cacique Inacayal. Entrada: Río Negro: Agua Dulce, Agua Salada. Trucha, Langostinos y Aroma a flores de Saúco. Principal: Bariloche, al pie de la montaña. Oveja, Liebre, Zetas, Sabayon ahumado y Cous Cous Patagónico. Postre: De la pinta al chocolate. Dúo de Cervezas, naranja ácida chocolates y rosa mosqueta.

BALC es organizado por la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Bariloche (AEHGB), cuenta con el respaldo de EMPROTUR, el Gobierno de Río Negro y la Municipalidad de Bariloche.

Chef rosarino se la juega con local en el Casco Histórico y abre en calle Maipú

Fuente: ON24 ~ “Veo que hoy hay muchos servicios, pero el distintivo de esta cocina es la calidad y el profesionalismo”, sostuvo.

Con más de 30 años de trayectoria y con amplia experiencia en cocina étnica, urbana y saludable, el chef Pablo Künzel inaugura un nuevo local y desembarca en calle Maipú 662. Será con la propuesta Künzel, Mercado y Cocina Urbana, que incluirá productos granel, productos seleccionados, ensaladas frescas y viandas saludables.

“A mí me encanta la idea de reinventarse, por eso, decidí juntar lo clásico con lo moderno y de ahí nació esta iniciativa que implica una nueva propuesta integral en Rosario”, afirmó. “Veo que hoy hay muchos servicios, pero el distintivo de esta cocina es la calidad y el profesionalismo“, destacó el chef y agregó que, en su propuesta, ofrecerá un plan diario de viandas saludables y ensaladas frescas. Además, anunció que hará descuentos a quienes lleven sus recipientes.

Otro de los puntos fuertes de su nuevo negocio será la incorporación de una variedad de productos a la venta, como cereales, legumbres frutos secos, delicatessen, pescados y mariscos, panificación artesanal, entre otras opciones.

Cabe remarcar que Künzel, tras trabajar varios años en Buenos Aires y Brasil, en el año 2004 volvió a Rosario y asumió la conducción del restaurante del hotel Riviera, hasta 2007. Luego, en 2009, inauguró Cocina Künzel, un estudio culinario con cursos temáticos, talleres de “cocina-terapia”, talleres de capacitación profesional, catering y eventos, elaboración de productos artesanales y delicatessen. Un año más tarde, creó Naturalísimas, su propia empresa de viandas, que vendió en junto del 2021.

Además, es miembro fundador de Rosario Cocina Ideas, socio activo de “Slowfood Argentina” y coordinador de cocineros de la región de Rosario y sus alrededores. En 2010, fue condecorado como “Cocinero Distinguido de la ciudad de Rosario” por el Consejo Deliberante de la ciudad. Y en 2018, lanzó Cocina On line, el primer programa de cocina radial.

Estos argentinos crearon el «Airbnb de los chefs»: cómo funciona el sitio para que vayan a cocinar a domicilio

Fuente: Cronista ~ Dos amigos fundaron ShefMe, una plataforma donde cocineros profesionales ofrecen sus menús y se pueden contratar para ocasiones especiales.

Organizar una cena con amigos en casa y comer un plato preparado por un chef profesional ahora es posible gracias a ShefMe, la idea que pusieron en marcha dos amigos en medio de la pandemia.

Francisco Davaro, empresario y estudiante de cocina recibido del prestigioso instituto francés Le Cordón Bleu, había visto el modelo en Europa y se le ocurrió traerlo a la Argentina. Para materializarlo llamó a Diego Susacasa, también empresario con mucha experiencia en la industria de la hospitalidad (es dueño de Cardinal Stays, una firma de alquileres temporarios de departamentos de lujo).

Francisco Davaro y Diego Susacasa, los fundadores.

Juntos invirtieron u$s 50.000 de ahorros propios y trabajaron en darle forma a la idea hasta que cuando estuvieron listos para lanzarse al mercado llegó la pandemia y la cuarentena (con la imposibilidad de hacer reuniones sociales) puso un freno a sus planes.

«Fue muy traumático porque las medidas iban y venían. Teníamos todo listo para lanzar y hubo un desgaste con los chefs, que estaban desesperados por trabajar. Pero finalmente pudimos lanzar hace dos meses», cuenta Susacasa.

Cómo funciona

Hasta el momento en el sitio hay 38 chefs registrados (y 25 en proceso de aprobación) que ofrecen distintos menús, tanto de cocina argentina como internacional. Desde ShefMe hace una selección de los profesionales, que tienen que demostrar experiencia y certificados de seguridad e higiene.

Una vez que pasan ese proceso, pueden ofrecer su servicio en el sitio donde los comensales los contratan pagando 50 por ciento por adelantado y 50 en el momento de la comida.

«Es un buen lugar para que los chefs se reinventen post pandemia incluso se puede hacer part time. Ellos bloquean las fechas y horarios y pueden combinarlo con sus trabajos. Es un buen ingreso extra e incluso hay algunos que se dedican exclusivamente a esto», menciona el fundador.

Por el servicio, ShefMe cobra una comisión de 18 por ciento a los chefs. Del otro lado, apuntan a captar comensales que busquen un servicio premium para ocasiones como cenas de pareja o cenas de amigos de un máximo (aproximado) de 10 personas. Ya están recibiendo unos 60 pedidos mensuales y esperan facturar $ 9 millones en el primer año.

Paso a paso1) Elegís un chef, el tipo de menú y la fecha en la cual lo querés contratar.2) El día acordado el chef llegará entre una y dos horas antes de la hora de inicio para desarrollar el menú que hayan acordado.3) El chef y el equipo se encargarán del servicio de mesa, explicando los detalles de cada plato para que puedan disfrutar de una experiencia única en la comodidad de casa, con discreción y profesionalismo para garantizar el disfrute de la compañía.4) Antes de marcharse, el equipo dejará la cocina, los utensilios y la vajilla utilizados durante la experiencia impecables, para que nadie deba preocuparse por lavar u ordenar.5) ¡Disfrutar de la sobremesa sin prisas, sabiendo que el chef se ha encargado de todo!

Proyectos a futuro

En el equipo ya trabajan, además, de los socios, tres personas fijas pero esperan crecer para ir sofisticando la tecnología y lanzar una app nueva que les permita expandir su llegada tanto en Argentina como en otros países. Específicamente apuntan a Brasil y México.

También ven un buen negocio en el segmento de vacaciones. Por ejemplo, para quien se va de vacaciones a la costa y alquila una casa puede contratar el servicio de un chef para que se encargue de hacer el desayuno todos los días.

Hasta el momento están apostando por la publicidad en redes sociales para hacer conocida la experiencia y trabajan con influencers para que comenten sobre el proyecto.

Su principal desafío hoy es proveer una solución que sea útil tanto para los comensales como para los chefs, para que los sigan eligiendo.

Poytava: el restaurante de Posadas en el que Saúl Lencina cocina los hongos y frutas que recolecta en familia

Fuente: La Nación ~ Saúl Lencina es el chef de un restaurante en ascenso de la costanera de Posadas, en Misiones.

Saúl Lencina en Poytava.
Saúl Lencina en Poytava.Paula Teller

“Nuestra cocina apela a la memoria emotiva. La gente llega a nuestro restaurante para comer esa fruta u hongo que le servía su abuela, cuando era chico”, anticipa Saúl Lencina mientras prepara la mesa en Poytava, su restaurante de la Costanera de Posadas, en Misiones, y finalista del tercer Prix Cuisine de Baron B que tuvo a Mauro Colagreco como presidente del jurado.

Saúl Lencina tiene una propuesta que revoluciona la escena gastronómica.
Saúl Lencina tiene una propuesta que revoluciona la escena gastronómica.Gentileza Baron B

Con diez años viviendo en la ciudad que vio nacer a su mujer, “la jefa”, Ángeles de Muro, a quien conoció casualmente en un bar de nuestra Capital Federal hace 24 años, Saúl se define “cocinero y recolector”. Entonces da cifras: junta700 kilos al año de alimentos silvestres, de los cuales 400 kilos son hongos y 300, fruta. “Eso equivale a dos kilos por día, aproximadamente, que procesamos, ponemos en frascos y hacemos en conserva”, agrega el hombre criado en Capilla del Señor, provincia de Buenos Aires. De todas maneras, aclara: “Y lo que importa no es cuánto, sino cómo”. Porque los recolecta en familia, con Ángeles y sus hijos Augusto (8) y Valen (5). Todo en pos de un cambio cultural que ya se anticipa apasionante.

Variedad de hongos, pintanga y yuyos silvestres hacen a la propuesta gastronómica de Poytava.
Variedad de hongos, pintanga y yuyos silvestres hacen a la propuesta gastronómica de Poytava.Paula Teller

Sobre la curva que hace la calle Alexander Fleming, en la histórica calle que también se conoce como Bajada Vieja, Poytava está naturalmente integrado a una costanera bien iluminada, entre bares, galerías y terrazas. Es primavera y relucen las rotondas de la calle que bordea el río Paraná (ese que separa Posadas de su hermanada Encarnación de Paraguay) con canteros repletos de alegrías del hogar. Nada parece contrastar, sino más bien complementarse con lo desfachatado del jardín de Poytava, donde helechos y orquídeas buscan la luz, en la urbe misionera que se levanta en la selva paranaense.

Decidido en todo momento a destacar el trabajo de Ángeles, su compañera, Saúl sirve mbeyú con queso y cerella, acerola amarilla, ensalada de hojas verdes con kamabú, hongos y vinagreta con guayaba. También ofrece mandioca chyryry con salsa picante y una mousse de mate cocido con apepú en almíbar. Entonces cuenta que se autodenomina recolector porque no se siente esencialmente cocinero y que el término le empezó a quedar incómodo porque “la cocina es 24 horas de trabajo y nosotros le dedicamos mucho a recolectar frutos y hongos”.

Ángeles de Muro y Saúl Lencina resultaron finalistas del Gran Prix de Baron B.
Ángeles de Muro y Saúl Lencina resultaron finalistas del Gran Prix de Baron B.Gentileza Baron B

Con simpatía cuenta que lo que comemos lo junta del monte, los potreros de la zona y las chacras de los alrededores de Posadas. “Nuestra casa queda a quince minutos de acá. Hace unos años era un descampado. Tenemos 33 plantas frutales. Y hay albahaca silvestre, cedrón, pitanga… entre otras cosas. Como en este jardín, que tiene seis o siete yuyos silvestres que servimos en nuestros platos. De hecho, este hongo blanco agáricus que están por probar fue recolectado en el boulevard de pleno centro de la ciudad”, señala Saúl y lamenta del error garrafal que muchos comenten de tirar las hojas de la remolacha, “que son tan ricas como las de acelga”.

Mbeyú, quesos y hongos para picar en Poytava.
Mbeyú, quesos y hongos para picar en Poytava.Paula Teller

“El hongo –lo que uno ve– es la fruta de lo que vive debajo del pasto, el micelio, que es una red blanca. Nosotros recolectamos quince especies silvestres. Entre ellas, mucho hongo de pino, por ejemplo”, detalla Lencina. Sin embargo, aclara que hay que tenerlos bien identificados, porque si no pueden ser mortales. “Nadie viene y recolecta de un día para el otro. Hay que estudiar mucho. Incluso las frutas pueden ser peligrosas”, aclara el cocinero que además trabaja con comunidades de Aristóbulo del Valle, que se encuentran a dos horas de Posadas. “Estuvimos tres años para generar un vínculo con los pobladores. No fuimos a ayudarlos, sino que vamos a aprender”, aclara el cocinero. “Nos llevó cinco años de estudios entender lo que pasa en materia de hongos. Es abismal la diferencia de lo que sabíamos cuando empezamos a lo que sabemos hoy. En México y España tienen bastante información del tema. Y si bien con la fruta hay más data por un tema cultural, también todavía hay mucho por aprender”, apunta Saúl.

Saúl Lencina es de Capilla del Señor, pero hace diez años ya que vive en Misiones.
Saúl Lencina es de Capilla del Señor, pero hace diez años ya que vive en Misiones.Gentileza Baron B

Con diez años recién cumplidos de restaurante en Misiones, Lencina cuenta que su proyecto nació sobre la calle Tucumán, pero que una semana antes de que se decretara la cuarentena, hizo una apuesta grande y se mudó a la Costanera, dónde está ubicado actualmente. “Mi mensaje lleva a conversaciones incómodas. Yo propongo una lucha social y económica que tiene que ver con los barrios y las comunidades que pasan hambre. No puede ser que tengamos alimento silvestre por todos lados y que no sepamos utilizarlo. Porque una región crece por la gente que la compone. La revolución nunca es de a uno”, afirma Lencina con la convicción de que vale la pena. “El ser humano es esencialmente recolector. Lo hizo desde siempre. Es una pena que con los años el hábito tan simple de juntar alimentos se haya ido perdiendo”, destaca.

El salón de Poytava sobre la costanera posadeña.
El salón de Poytava sobre la costanera posadeña.IG: @poytava13

Con la ilusión de que llegue el momento de que no necesite tener ni una sola marca auspiciando su local, hoy Poytava trabaja sin plásticos, con tablas de madera y palitos de campo para picar las cosas ricas y sabrosas que ofrece. La carta cambia cada tres meses, en función de lo que proponen las estaciones. Y comprometido y enérgico, Saúl resume: “No fue un plan hacer este tipo de cocina. Simplemente pasó. No nos gustaba la materia prima que conseguíamos al cocinar y nos pusimos a buscar opciones. De eso se trata: de buscar respuestas. Con la jefa llevamos años sintiendo que tenemos que hacer algo. Porque con una rama de mandioca podés hacer de todo. Y en este camino la paciencia es fundamental. Soñamos crear una burbuja y ¡que explote todo! Tal vez no vamos a cambiar las cosas hoy, pero sí vamos a lograr que la próxima generación viva el cambio”.

Datos útiles:

Poytava. Fleming 1339, Posadas. IG @poytava13. Abre de miércoles a domingo de 18 a 2 de la mañana.

Día Internacional del Chef: las mejores frases para homenajearlos en la fecha

Fuente: La Nación ~ Desde 2004, todos los 20 de octubre se celebra el Día Internacional del Chef. Impulsada por la Asociación Mundial Culinaria, la fecha busca homenajear el trabajo de cada uno de los jefes de cocina que se encargan de realizar sabrosos platos en todo el mundo.

La Asociación Mundial Culinaria (WACS, por su nombre en inglés, World Association of Chefs Societies) es una institución que se define como “una red global dinámica” compuesta por más de 100 asociaciones de chefs de todo el mundo.

En el 2004, y con la intención de poner en el centro de la escena el trabajo realizado por los profesionales de la cocina de todo el mundo, la WACS impulsó la celebración del Día Internacional del Chef, que se conmemora todos los años.

Desde entonces, cada jornada propone una temática específica. En este 2021, la consigna es “Comida sana para el futuro” y se centra en la idea de enseñar a los más pequeños que, a la hora de la alimentación, no solo hay que pensar en los sabores de un plato, sino también en sus ingredientes y efectos en el organismo.

Las mejores frases para celebrar el Día Internacional del Chef

Nadie duda de que la mejor manera de celebrar esta festividad consiste en cocinar y disfrutar de un buen plato de comida. De forma complementaria, se pueden destacar algunas de las mejores frases para tener presentes en el Día Internacional del Chef.

  • “Se cocina para el alma, no para el ego”. Donato De Santis.
  • “Es importante no confundir la cocina-fusión con la cocina-confusión, que es lo que han hecho muchos cocineros que se han limitado a mezclar sin sentido”. Alain Ducasse.
  • “Las recetas no funcionan a menos que utilices tu corazón”. Dylan Jones.
  • “La cocina es un lenguaje mediante el cual se puede expresar armonía, felicidad, belleza, poesía, complejidad, magia, humor, provocación, cultura”. Ferran Adrià.
  • “La pasión es lo único que te hace sobrevivir en la cocina”. Christophe Krywonis.
  • “El chef que creció con una abuelita que cocina suele ganarle siempre al chef que solamente fue a un instituto culinario. Está en la sangre”. Gary Vaynerchuk.
  • “Dilema del cocinero: El poeta triste escribe poemas y te hace llorar. El pintor triste pinta cuadros y te logra emocionar. El músico triste compone canciones y te hace cantar. Al cocinero triste… le está prohibido cocinar”. Gastón Acurio.
  • “La comida es muy representativa de la cultura de una ciudad. Para poder conocer un lugar y a su gente, tienes que comer su comida”. Emeril Lagasse.
  • “El postre tiene que ser espectacular, porque llega cuando el gourmet ya no tiene hambre”. Grimod de La Reynière.
  • “Una receta no tiene alma. Es el cocinero quien debe darle alma a la receta”. Thomas Keller.
  • “Una comida bien preparada tiene sabores delicados que hay que retener en la boca para apreciarlos”. Tennessee Williams.
  • “No hay amor más sincero que el amor a la cocina”. George Bernard Shaw.

Conocer las raíces panaderas familiares terminó en un negocio exitoso: “Dicen que tenemos la mejor medialuna del país”

Fuente: La Nación ~ Son hermanos y decidieron crear las recetas de pan más ricas del mundo, su panadería es un éxito en la ciudad porteña.

Diego (40) y Leandro (36) Muscat son hermanos, hijos de padres emprendedores en la gastronomía. Inspirados por sus abuelos, familia de inmigrantes europeos, de chico Diego se dio cuenta de que le gustaba la cocina. Es que en su familia de tanos el almuerzo del domingo era el evento de la semana. “Disfrutaba un montón estar entre las patas de mis abuelos cuando ellos cocinaban y después la mesa larga, la ceremonia. Me divertía mucho empezar a meter mano en la cocina”, recuerda Diego de cuando tenía 9 años. Así fue como a los 16 años estudió gastronomía por primera vez en la escuela de Alicia Berger, al terminar el secundario lo hizo de nuevo en el IAG, “era una época donde no era fashion ser chef, en una reunión social eran contador, abogado y yo cocinero, se hablaba de cocinero no de chef”, aclara.

Pero su debut junto a un grande llegó a los 14 años que fue convocado para cocinar en el bloque de un programa del Gato Dumas que se llamaba “Pequeños Cocineros”: “estaba fascinado, era como estar en Disney y tenerlo a Mickey ahí al lado”, dice Diego entre risas.

La nonna llegó de Italia en 1933, de ahí el slogan que pondrían después en su panadería “horneando desde 1933″. Es que la abuela, al llegar, fue a parar a lo de unos amigos de sus padres que tenían una panadería, se crió ahí adentro. “Desde esa época está el hacer el pan en casa, las historias de mi abuela, como que el pan en mi familia tiene una impronta importante. Las cosas dulces, mi abuela cocinando tortas que hoy no encontrás en ningún lugar. Hay mucho de inspiración que se metió en la sangre desde la cuna”, explica Diego de dónde salió su pasión por las harinas en particular.

En el año 2000 Diego, el chef de la familia, se fue un verano a Génova, Italia, para aprender sobre la masa madre y las recetas antiguas. “Tuve un maestro hermoso ultra exigente que me enseñó, tuve una escuela muy valorable. Al terminar mi formación me dijo que no tenía a quién heredarle la receta de masa madre y me la dio a mí para que la continuara. Es una tradición del que te enseña, es una receta que se viene pasando hace 200 años y a su hijo no le gustaba la panadería”, cuenta emocionado. Para seguir perfeccionándose se fue unos años a Francia a estudiar panadería y pastelería en dos prestigiosas escuelas europeas.

Diego con su maestro que le enseñó las técnicas italianas
Diego con su maestro que le enseñó las técnicas italianas

Leandro es contador, Lic. en Administración, Máster en Finanzas, un apasionado de los números y del estudio. Amante de los negocios le insistió a Diego para hacer algo juntos. Sucedió que un día empezaron a sentir que con todo lo que sabía Diego del mundo del pan, lo que habían recorrido desde la niñez sumado a la impronta del proyecto que su papá había lanzado como emprendedor había que hacer algo. Empezaron a ver cómo poder traducir todo eso que tenían adentro en algo que se convirtiera en una experiencia, y ahí fue que se sembró la semillita de empezar desarrollar Boulan. “Mostremos que hay otra cosa, que hay algo distinto que podrá ser más rico o feo según el paladar de cada uno pero que se puede hacer algo de calidad, esa era la motivación y desde el lado de los números sentarse y ver si se podía. Es difícil emprender en Argentina, en el Excel siempre todo funciona y después pasa la vida”, se ríe Leandro y agrega “el que sabe y hace las maravillas es él, yo le doy el contexto para que eso prospere en el tiempo y no dure una semana”, es una buena combinación.

A los chicos les pasaba que entraban a las panaderías de acá y encontraban todo muy parecido: “sandwichitos de miga, torta, y de panes tenes seis opciones. Todo el mundo dice que el pan en Europa o Estados Unidos es riquísimo. Y entonces dijimos ¿por qué no lo podemos hacer acá?, si las materias primas son buenísimas. Diego conoce la técnica, la aprendió allá”, pensaba Leandro. Recuerdan una anécdota de cuando Diego vivía en Francia: entró a una panadería y una señora discutía con el panadero porque la baguette no era de calidad, “se la revoleó por el aire, le decía que no podía ser que le vendieran eso. Es que el cliente afuera sabe y es exigente, acá no porque no conoce, no es que entra y sabe que se puede hacer diferente porque no lo conoce”, agrega Leandro.

Entonces decidieron ir a conocer las panaderías del mundo. Durante dos años fueron y vinieron de una ciudad a otra: Zúrich, Londres, Madrid, Barcelona, Venecia, Roma, Malta, San Francisco, Nueva York, Chicago, Los Ángeles, México, Colombia, San Pablo, Chile, Uruguay, y muchas más. “También en algunos lugares del Sudeste Asiático viendo que pasaba por ese lado del mundo, pero ya es una cultura muy distinta, muy lejos, hay productos interesantes y ricos pero es otra cultura”, coinciden los hermanos.

Vieron más de 100 panaderías, a la mañana empezaban yendo al gimnasio para contrarrestar tanto consumo de pan, y después era caminar todo el día, “entender las culturas de cada lugar, los hábitos de consumo, como exhibían el producto, la variedad. Nos encontramos con una panadería en París que vendía un solo pan y en Alemania una que parecía un supermercado de la cantidad de oferta y variedad de producto. Hicimos todo un trabajo de investigación previo para saber a qué panaderías ir, qué ciudades visitar, entrevistamos gente, trabajamos un montón esos días”, cuentan los chicos.

Se encontraron con que por ejemplo en las panaderías de París se vende también champagne, les pareció raro pero cuando les contaron la historia entendieron el por qué y les gustó la idea para traerla acá. “Dijimos: vayamos a ver qué hacen que sea distinto. Prestemos atención a que te pasa cuando entrás a esos lugares porque la gente que conocemos termina diciendo que le gusta más lo de allá que lo de acá, entonces prestemos atención a los detalles”. Leandro asegura que estos años fueron los mejores del proyecto.

El nombre surgió una noche entre Malbecs y Cabernets. Entre una lista de 80 nombres apareció la palabra boulangerie y boulanger. Pero ¿qué es boulan?, les gustó cómo sonaba y resultó fácil de pronunciar.

El primer local de la calle Ugarteche lo eligieron por intuición. Pasaron por la puerta, vieron la cortina cerrada, no había cartel de alquiler, “¿viste cuando lo sentís en el estómago que hay mariposas? Dimos dos vueltas a la manzana, paramos frente al local y dijimos ¿es o no es? Y bueno, vamos”. Abrieron un miércoles de septiembre del 2013. Al año abrieron el segundo local en Palermo para comprobar si habían tenido suerte con el barrio o de verdad había gustado su producto, ¿resultado? Mes a mes siguen en ascenso.

“Si bien Boulan tiene una connotación muy parisina es un resumen de Europa, por supuesto hay productos característicos de Argentina, tenemos tres o cuatro cosas muy de acá pero traspasando esos productos hay un poco de todo el mundo”, explican los chicos y admiten que las primeras veces pasaban 15 minutos explicando a los clientes sobre cada tipo de pan y aconsejando por ejemplo cuál era el mejor para la pasta del domingo.

Para Diego fue un gran desafío adaptar los productos a los gustos de los argentinos. “Me genera mucho desafío agarrar el origen del producto respetando la receta pero jugando con los procesos para lograr un producto que de aspecto sea muy parecido, de textura también pero en cuanto a los aromas y sabores sea más amigable a lo que nosotros estamos acostumbrados”, dice Diego, un apasionado de crear nuevas recetas. Para él la cocina es un arte, “para mí es un cuadro o una canción, trasmito cosas. El sacramento de crema pastelera me hace acordar a mi abuela, el pain au chocolat me hace acordar a mis desayunos en Francia cuando estaba estudiando, el pan del marinero me hace acordar a Italia con mi maestro. Detrás de cada producto hay mucha historia de emociones vividas, es mi manera de contar mi historia”, se sincera Diego. El pan 0000 es el favorito de su abuela y de ellos dos.

El producto más vendido es la clásica medialuna y toda la línea de sabores orgánicos: panes de centeno y cereales. Para fin de año el pan dulce es un éxito asegurado y que se reserva con anticipación. Tienen dos versiones: el que se amasa con Don Perignon Rose y el que es con Baron B Rose. Por dentro tienen frutas secas tostadas en horno de piedra como avellanas, almendras, nueces, castañas, pistachos, dátiles, higos, ciruelas, kinotos. Se reservan con anticipación, vienen en caja con candado porque son exclusivos, cada uno está hecho por Diego y todos tienen la misma cantidad de frutas.

Muchos clientes que iban todos los días dejaron de ir por la pandemia, entonces los chicos buscaron la forma de poder entrar a las casas. Decidieron armar una línea de boxes, empezaron a crecer tan rápido que tuvieron que abrir una dark bakery, un gran local a puertas cerradas donde hacen todas las cajas. “Son entregas programadas, hacemos todo fresco en el momento en que entra tu pedido se prepara para vos, por eso las entregas están programadas en bandas de horarios. Es un gran desafío garantizar la frescura y la experiencia de lo que te va a llegar”, explican los chicos. Desde la caja, a cómo está organizado cada producto, todo está pensado. “Mosotros trabajamos mucho cómo generarte la experiencia, pero en el local controlamos todo: manejo lo que olés, lo que escuchás, puedo manejar los sentidos para llegar a la experiencia que quiero dar. Pero en tu casa no controlo nada, entonces es buscar como puedo meter en un paquete todo lo que encontrás acá”, dice Leandro.

Diego con su abuela en Piamonte, Italia, hace unos 20 años.
Diego con su abuela en Piamonte, Italia, hace unos 20 años.

“Nos criamos en una familia de emprendedores, siempre miramos un poco más allá. Me dicen que Boulan tiene la mejor medialuna de argentina y no me conformo, yo estoy pensando qué viene después de la mejor medialuna de argentina”, dice Diego. Recuerda que una vez una experta en Marketing le dijo: “Yo no sé si lo que vos haces es bueno o es malo, pero es único”. Y esa es su habilidad, lograr hacer cosas únicas, que el cliente sienta que su producto tiene un no sé qué.

Diego tiene una filosofía que es la de no bajar la calidad para bajar el precio del producto. Prefiere hacerlo igual y lo dejan a elección del consumidor: lo ponen a la venta y, si no tiene éxito o parece muy caro, lo dejan de hacer. Otras veces les ha pasado que un producto que a ellos les encantaba a la gente no le gustó. “La diferencia entre un hobby y un negocio está en escuchar lo que funciona y lo que no”, asegura Leandro. Es tanta la importancia por mantener la frescura que lo que no se vende al final del día se dona al banco de alimentos. Todos los productos están hechos en el mismo día.

Un objetivo del local era que si vas a tomar un café mientras comés algo y miras por la ventana no sepas si estás en Buenos Aires, Madrid o París; que la música, el ambiente, la decoración y el producto te saquen por un rato de tus problemas y la realidad, que te conectes con el disfrute y tengas un viaje al lugar que te genere alegría. Para ellos la experiencia es lo más importante. Y lo logran.

El creador de los mejores quesos argentinos, que impresionan hasta a los suizos

Fuente: Clarín Gourmet by María Florencia Pérez ~ Mauricio Couly montó la Quesería Ventimiglia en Río Negro. Sus creaciones de autor las compran chefs top y recibe ofertas de Rusia y EEUU.

Sus quesos los elogian chefs como Narda Lepes, Dolli Irigoyen y Germán Martitegui. Los mejores restaurantes de Buenos Aires -Chila, Sucre y Elena, entre otros- son sus clientes habituales. Sin embargo, hace doce años, cuando este cocinero empezó a producir en su pequeña chacra de Cipoletti (Río Negro) solo contaba con una vaca llamada Lourdes y mucho ímpetu para aprender un oficio que desconocía. 

Ese modesto escenario inicial ahora es muy diferente. Hoy, la Quesería Ventimiglia cuenta con 50 vacas Jersey, 80 cabras y 50 ovejas frisonas que producen aproximadamente 5 mil litros de leche por semana para elaborar cinco familias diferentes de quesosque tienen cada vez mayor demanda, incluso más de la que este emprendimiento puede satisfacer.

Detrás de la hazaña rural no está sólo el chef Mauricio Couly. Sino también sus hermanos Darío y Edgard, quienes se ocupan de la parte administrativa y operativa. Los tres ya se habían probado como sociedad comercial con La Toscana, un prestigioso restaurante de Neuquén.

Mauricio Couly en la última edición de Bariloche a la carta. Foto: BALC
Mauricio Couly en la última edición de Bariloche a la carta. Foto: BALC

La última edición del evento gastronómico Bariloche a la carta fue una oportunidad para que más personas se acercaran a la feria del Centro Cívico a conocer algunos de los productos de los hermanos Couly: quesos frescos, con hongos en la superficie, azules, semiduros y de larga maduración.

En ese contexto,  Mauricio Couly habló con Clarín sobre sus creaciones que conquistan a los paladares más exigentes y que recibieron propuestas comerciales hasta de Rusia y los Estados Unidos.

-A más de una década de tus inicios como productor, ¿cuáles son los quesos que considerás como tus caballitos de batalla?

-Uno de ellos es elPatagonzola (“Pata” por Patagonia y “gonzola” por la terminación del queso italiano Gorgonzola). Lo hago con un 70 por ciento de leche de vacas Jersey de nuestro tambo y un 30 por ciento de leche de oveja. Es un queso azul que se madura 90 días antes de salir a la venta.

Mauricio Couly produce quesos frescos, azules y de larga maduración, entre otras variedades.
Mauricio Couly produce quesos frescos, azules y de larga maduración, entre otras variedades.

Otro de los más emblemáticos es el 4 esquinas, que está inspirado en los grandes quesos europeos de la familia del Gruyere, de la zona de los Alpes. Todos los años viajo a Europa a festivales especializados a cocinar y así aprendí a hacerlos pero siempre con una impronta patagónica.

-¿Es cierto que cuando viajaste a Suiza grandes maestros del sector quedaron impactados con tus quesos?

-(Risas). Sí, quisieron probarlos como una alternativa diferente. Les llamó la atención porque con los quesos es como con los vinos, cuando vienen de otro terroir son diferentes. Son quesos que no se pueden reproducir allá, así como yo tampoco puedo reproducir los de ellos.

Yo tengo un respeto bárbaro por lo que hacen los suizos al igual que por los de los holandeses y los franceses. Son los pioneros y la cuna de los grandes quesos del mundo.

En Europa cada quesería se especializa en una variedad. En cambio, como soy cocinero, a mí me encanta investigar y hago muchas variedades para aprender. Lleva mucho tiempo afinar bien una receta, hasta dos o tres años.

Mauricio Couly, entre sus socios y hermanos, Edgar y Darío.
Mauricio Couly, entre sus socios y hermanos, Edgar y Darío.

-¿De qué depende la calidad de un queso?

-Son muchas variables: el entorno, la variedad de la leche, cómo se comportan las bacterias, la temperatura, la humedad… Si los hacés con leche de oveja o de cabra, es más complejo que hacerlos con leche vacuna porque hay que cuidar mucho más al animal.Yo tuve que aprender mucho sobre animales, trabajar con su genética.

A los corderos y a los chivos nosotros no los destetamos hasta que crecen. Así se obtiene muy buena calidad de animales que son futuros vientres para seguir produciendo más leche. Y a su vez la leche es de mucha mejor calidad. También es importante no tener demasiados animales para que tengan buen confort. Para conseguir un buen queso hay que cuidar las pasturas y el suelo.

Mauricio Couly produce quesos de vaca, oveja y cabra.
Mauricio Couly produce quesos de vaca, oveja y cabra.

-¿Ese trabajo tan cuidadoso y artesanal ya existía en la Argentina?

-Yo creo que esto para mí es más apasionante porque soy cocinero y  mi profesión me hace darle otra vuelta de tuerca a todo. Las queserías y los tambos suelen estar manejados por veterinarios, ingenieros agrónomos y tienen otra impronta. Tienen animales increíbles con genética perfecta pero están desbalanceados en otros aspectos.

Acá la industria manda. A nivel ovejas y cabras, suelen ser familias con pocos animales. Pero la vaca arrasa todo porque es mucho más fácil la producción. Una vaca reemplaza a diez ovejas o diez cabras para obtener la misma cantidad de leche.

En Argentina tenemos grandes queseros pero creo que hace falta radicar un poco más el queso de autor, dejar de copiar y llamar a los quesos con el nombre que tienen en Europa.  Yo visito festivales nacionales y la típica es todos los quesos sean con hierbas. Lo ideal es hacer un buen queso que no precise ningún condimento.

El estacionamiento de los quesos es un proceso clave de la producción.
El estacionamiento de los quesos es un proceso clave de la producción.

-¿A los consumidores también nos falta aprender mucho sobre el tema?

-Sí, acá se consume mucho queso cremoso, el Parmesano, que le dicen “queso de rallar” y yo me quiero matar. Tenemos muy buenos quesos duros en la Argentina pero falta mucho trabajo. Hace diez años era peor. La gente que se comía un queso con hongos afuera pensaba que tenía clara de huevo o te pelaban un Camembert. Ya no lo hacen. Pero todavía nos falta educación.

A veces no se respeta la maduración del queso y tiene gusto amoniacal porque está pasado. Entonces te venden un Brie que está para tirar pero la gente lo come y piensa que es rico porque está intenso.

-¿Qué diferencia tiene un queso artesanal de uno industrial?

-En los quesos industriales, los volúmenes de leche son otros, y se maneja todo robotizado. Los quesos no maduran o se hace la misma masa para elaborar diferentes tipos de queso. Se pierde el sentido del buen queso. Lo artesanal no se puede comparar. La leche no se bombea tanto como en una industria, no se desnata la leche.

Según Mauricio Couly, a los argentinos todavía nos falta educarnos en el consumo de quesos.
Según Mauricio Couly, a los argentinos todavía nos falta educarnos en el consumo de quesos.

En otros países un queso artesanal es un super regalo, lo valoran porque saben todo lo que hay detrás. Un quesito de un euro lo comen día por medio sin darle importancia pero sí valoran el queso artesanal.

-¿El estacionamiento encarece mucho la producción?

-Claro, yo visito muchas queserías y la mayoría no tiene cámara, dejan orear los quesos y salen a la venta. Vos hacés un queso grande y lo tenés que madurar mínimo uno o dos meses y hasta dos años. Lo tenés que girar, lavar, cepillar: hay que cuidarlo como a un hijo. Todo ese trabajo artesanal encarece. Es muy diferente que un queso que hacés y lo vendés al otro día.

-¿Cuánto cuestan los quesos que producen en Quesería Ventimiglia?

-Los valores por kilo van desde los 1.800 pesos en quesos frescos a los $ 4.600 en los quesos de larga maduración que tienen aproximadamente un año de guarda. Hay partidas que están 24 meses.

Hormas de queso Toscano y 4 Esquinas de Quesería Ventimiglia.
Hormas de queso Toscano y 4 Esquinas de Quesería Ventimiglia.

Pero hay que tener en cuenta que los quesos artesanales son mucho más intensos que los industriales, se consume poca cantidad. Te invaden la boca en un buen sentido. Se recomienda 30 gramos por persona. Y si se va a hacer un plato exclusivamente de quesos, 150 gramos.

Los pedidos mínimos de nuestra quesería son de 8 kilos. Y los restaurantes pagan nuestros quesos porque saben lo que están comprando, entienden el valor, de la misma forma que no se cuestionan el valor de los buenos vinos.