SAVE THE DATE: RATIONAL presenta una novedad mundial en línea

Fuente: @rational.ar – El 26 de febrero a las 12 p.m. (ARG), RATIONAL demostrará una vez más su fuerza innovadora a todo el mundo: Markus Paschmann, Chief Sales y Marketing Officer de RATIONAL, junto con sus colegas de Investigación y Desarrollo y el equipo de proyectos, develarán una primicia mundial durante un evento en línea. Nuestra empresa anunciará que mostrará algo que el mercado nunca ha visto antes y promete introducir una nueva categoría de productos junto con el iCombi y el iVario. Markus Paschmann añade: «El nuevo equipo será más rápido, más flexible y capaz de más que cualquier cosa que hayamos desarrollado antes».

Si quieres ser uno de los primeros en ver cómo RATIONAL revoluciona una vez más el mundo de las cocinas profesionales, puedes ver el discurso inaugural gratuito en línea en inglés, con subtítulos en muchos otros idiomas en https://www.rational-online.com/es_ar/lp/new-era/

Cuatro marcas de vajilla artesanal elegidas por restós

Fuente: La Nación – La gastronomía y la cerámica atraviesan una evolución conjunta en la que se alimentan mutuamente. Te mostramos cuatro marcas elegidas por restaurantes de diseño.

Hasta hace algunos años, la porcelana china o la vajilla blanca inmaculada eran componentes imprescindibles de una mesa esmerada, tanto en restaurantes de alta gama como en reuniones familiares. Empezaron a desafiar esa costumbre restaurantes icónicos como Noma, donde René Redzepi optó por vajilla cerámica rústica de los artesanos daneses Aage y Kasper Wurtz. La práctica se extendió por todo el mundo, en paralelo con una reivindicación de los oficios que se tradujo en la proliferación de talleres cerámicos.

Para la apertura de Noma Kyoto, el equipo de Noma viajó por Japón visitando estudios de artesanos y armó junto a ellos una colección de 50 piezas de más de 30 creativos.
Para la apertura de Noma Kyoto, el equipo de Noma viajó por Japón visitando estudios de artesanos y armó junto a ellos una colección de 50 piezas de más de 30 creativos.Noma

A medida que la cocina evoluciona hacia un mayor uso de ingredientes autóctonos y de calidad, los elementos que acompañan la comida lo hacen en el mismo sentido: hablan de lo terrenal, del trabajo manual y de la identidad local. Entre el creciente número de artesanos/as dedicándose al rubro, elegimos cuatro proyectos que están presentes en las mesas de destacados restaurantes y que también hacen piezas de uso cotidiano para el hogar.

Colbo

Esta colección fue diseñada en la década de 1950 por la arquitecta francesa Colette Boccara, que estaba empecinada en demostrar que se podía usar gres rojo proveniente de la cordillera de Mendoza para este fin. Tuvo un auge en la década de 1970 y fue recuperada alrededor de 2007 por su hijo, el alfarero Matías Janello, y el diseñador Martín Endrizzi, que perfeccionaron las técnicas y el diseño para producir las piezas a escala.

La icónica vajilla de gres rojo proveniente de Mendoza de Colbo.
La icónica vajilla de gres rojo proveniente de Mendoza de Colbo.Gentileza Colbo

“Colbo es un extraño cruce entre artesanía, diseño, materiales y calidad”, dice Endrizzi. “Tenemos a disposición una cantidad inagotable de arcillas naturales, que siempre dan más de lo que uno cree. Para nosotros, ahí está el aporte al momento de utilizar la vajilla”.

“Atrás de un material hay una identidad, habla del lugar de donde salió esa arcilla. Ese vínculo es importante al momento de consumir, sobre todo en esta nueva cocina tan basada en insumos locales”

Vajilla de Colbo en uso en el restaurante Colette.
Vajilla de Colbo en uso en el restaurante Colette.Gentileza Colbo

“Buscamos que la vajilla que hacemos sea útil, no solamente en el uso sino también durante la producción. Hacemos piezas que efectivamente se venden; tenemos pocos modelos, pero que sirven y son versátiles, e incluso juegan con otras vajillas. Queremos que las piezas sean reales, que después de un tiempo te des cuenta de que las seguís utilizando y no que están en una estantería”.

Su vajilla se encuentra en espacios como Sky Trade Bar, Fogón Asado, The Argentine Experience, Tanta, La Mar, Rosa Negra y Unido Nordelta, entre muchos otros. Se comercializa en tiendas y por pedido a través de su web: www.colbo.com.ar

Santiago Lena

Este ceramista y artista visual tiene más de 20 años de trayectoria diseñando para restaurantes. Hizo piezas para Trescha, Sacro, El papagayo y Tegui, por nombrar algunos. En paralelo, creó ‘Mansha’, una línea orientada a uso doméstico.

Plato curvo realizado por Santiago Lena para el restaurante porteño Trescha.
Plato curvo realizado por Santiago Lena para el restaurante porteño Trescha.Gentileza Santiago Lena

“El concepto inicial de mi vajilla fue crear piezas simples, funcionales, versátiles, que sean resistentes al uso cotidiano. Con el tiempo se fue depurando y ampliando la línea hasta llegar a lo que es en la actualidad. Para mí es fundamental el feedback con los consumidores y el uso en restaurantes y cafeterías para repensar y actualizar el diseño, ya que las piezas tienen que soportar la dinámica de uso en la gastronomía”, cuenta.

'Mansha' es la línea de Santiago Lena para uso cotidiano en el hogar.
‘Mansha’ es la línea de Santiago Lena para uso cotidiano en el hogar.Cortesía Santiago Lena

“En la cerámica el aprendizaje es constante. En el taller preparamos todos los materiales desde cero, esto implica una minuciosa preparación y testeo antes de usarlos para producir”, dice Lena.

“Busco generar superficies suaves y agradables que permitan destacar las preparaciones culinarias. Conectar con la belleza de los momentos cotidianos”

La línea Mansha De Santiago Lena se consigue a través de su tienda online: https://mansha.santiagolena.com/

Criollo Utilitarios

Este emprendimiento fue creado en 2015 por el diseñador textil Leandro Domínguez y el psicólogo Leonardo Barraud, quienes trabajaron juntos en la marca de ropa que llevó el nombre del primero para luego volcarse a la alfarería (Barraud es, también, autor del libro de recetas familiares “Composición italiana” de Periplo).

Platos de la más reciente colección de Criollo Utilitarios, en gres con esmaltes 'verde laurel', 'rojo buey' y blanco opaco.
Platos de la más reciente colección de Criollo Utilitarios, en gres con esmaltes ‘verde laurel’, ‘rojo buey’ y blanco opaco.Ramiro González/Cortesía Criollo Utilitarios

«Criollo rescata tradiciones e imágenes propias de nuestras tierras americanas en la forma de objetos utilitarios. Un universo que fusiona el espíritu nativo rural con el sentimiento porteño»

Leandro Domínguez, co-fundador de Criollo Utilitarios

Ramiro González/Cortesía Criollo Utilitarios

Hicieron vajilla para restaurantes como Birkin, Casa Cavia, Sucre, Piso 9, Four Seasons y Casa Sáenz. Por ahora solo trabajan a pedido, pero lanzan algunas colecciones numeradas periódicamente.

Contacto: https://www.instagram.com/criolloutilitarios/

Hofu

Iniciativa de la emprendedora y ceramista Elvira Museri y la ceramista, pintora y fotógrafa Florencia Godio. “HõFU es la combinación de dos pasiones: la pasión por la cerámica y por el buen comer. Nos deteníamos en cada restó gourmet a observar dónde y cómo presentaban la comida para potenciar al máximo la experiencia. Nuestro sueño era sentarnos con los chefs a diseñar la vajilla ideal para cada plato”, dicen. Sus piezas son de gres, con una paleta de esmaltes semi-mate que las identifica.

Platos, cuencos y tazas de las líneas 'Rekto', 'Organiku' y 'Sakuru' de Hofu.
Platos, cuencos y tazas de las líneas ‘Rekto’, ‘Organiku’ y ‘Sakuru’ de Hofu.Dominique Besanson/Cortesía Hofu

“Nos gusta sentir que el arte culinario y el arte cerámico se fusionan en una armonía de formas y sensaciones”

Platos de la línea 'Rekto' de Hofu, disponibles en esmaltados habano, beige, verde, azul y blanco.
Platos de la línea ‘Rekto’ de Hofu, disponibles en esmaltados habano, beige, verde, azul y blanco.Eduardo Torres

Hicieron vajilla para Piedra Pasillo, Chocho sushi, Funga, Reliquia, La Solera Vinería (José Ignacio) y Shelby (Menorca).

Tienda online: https://hofu.mitiendanube.com/

El comienzo de una nueva era: RATIONAL presenta una novedad mundial en línea

Fuente: @rational.ar – El 26 de febrero a las 12 p.m. (ART), RATIONAL demostrará una vez más su fuerza innovadora a todo el mundo: Markus Paschmann, Chief Sales y Marketing Officer de RATIONAL, junto con sus colegas de Investigación y Desarrollo y el equipo de proyectos, develarán una primicia mundial durante un evento en línea. Nuestra empresa anunciará que mostrará algo que el mercado nunca ha visto antes y promete introducir una nueva categoría de productos junto con el iCombi y el iVario. Markus Paschmann añade: «El nuevo equipo será más rápido, más flexible y capaz de más que cualquier cosa que hayamos desarrollado antes».

Si quieres ser uno de los primeros en ver cómo RATIONAL revoluciona una vez más el mundo de las cocinas profesionales, puedes ver el discurso inaugural gratuito en línea en inglés, con subtítulos en muchos otros idiomas en https://www.rational-online.com/es_ar/lp/new-era/

¿Quién es Ernesto Rodríguez e Hijos? Parece desconocida, pero es la mayor productora nacional de dulce de leche, con su marca Vacalin

Fuente: Bichos de Campo – Ernesto Rodríguez e Hijos es una empresa de renombre en el sector lácteo argentino, pero no es reconocida por la denominación de su sociedad sino por su marca insignia Vacalin (así, sin acento) y más precisamente por su producto estrella, el dulce de leche.

Fundada en 1981 por Ernesto Rodríguez y sus dos hijos, Ernesto y Hugo, es actualmente la principal productora de dulce de leche del país. No solo está presente en las góndolas de los supermercados sino también que abastece a las principales marcas de alfajores, como Havanna, Cachafaz, Guaymallén y Jorgito, entre muchas otras.

La familia Rodríguez es conocedora del negocio del dulce de leche desde hace mucho tiempo. Es que el inmigrante español Joaquín Rodríguez, padre de Ernesto, en la década del 20 primero encabezó un reparto del producto y para 1926 emprendió con un grupo de socios la puesta en marcha de una pequeña planta de elaboración de dulce de leche, que comercializaba bajo la marca El Mago. Para la década del 70 tomó la posta Ernesto quien instaló su propia fábrica en las afueras de La Plata, y para 1981 junto a sus hijos fundó formalmente Ernesto Rodríguez e hijos.

En simultáneo inició un proceso de profesionalización del negocio y concretó diversas inversiones en su planta de producción ubicada en Bartolomé Bavio (partido de Magdalena, provincia de Buenos Aires). Al dulce de leche se sumaron otros productos como quesos, manteca, helados y crema.

El hito fundamental de la sociedad sucedió a fines de la década del 90 cuando se enfocaron en la producción a gran escala para abastecer a las principales empresas de alfajores, heladerías y panificados, entre otros. La diferencia respecto a sus competidores es que a cada cliente le ofrecían una receta ajustada a sus necesidades. Llegaron a elaborar así alrededor de 100 recetas distintas de las cuales hoy mantienen casi la mitad.

Este camino llevó a la compañía a convertirse en la principal productora de dulce de leche de Argentina, con una producción cercana a las 32.000 toneladas, volumen que representa alrededor de un cuarto del consumo del total del producto a nivel nacional.

La empresa cuenta hoy con 220 empleados directos, de los cuales 170 trabajan en la planta industrial de Bavio. Más del 95% de lo que producen lo absorbe el mercado interno, pero desde hace varios años están llevando un proceso para crecer en exportaciones. Hoy sus productos llegan a destinos como Estados Unidos, Canadá, Brasil, Chile, Paraguay, Emiratos Árabes Unidos, Uruguay y Panamá, entre otros.

En tanto, del total de lo que produce, alrededor del 65% se vende a empresas productoras de alfajores, donde sin lugar a dudas encuentran su principal fuente de ingresos. En este marco en 2019 incursionaron en el segmento de venta directa al público con locales propios denominados Vacalin fábrica. Actualmente tienen más de 30 sucursales, más de 20 bajo la modalidad de franquicias, distribuidas principalmente en Capital Federal y el Gran Buenos Aires donde están disponibles su amplia gama de productos con marca propia.

Según explican desde la compañía, esta iniciativa también le abrió las puertas de grandes cadenas de supermercados y almacenes, ya que logró popularizar la marca y su portfolio de productos entre los consumidores.

En tanto, en lo que respecto a sus ingresos, según se desprende de su balance anual cerrado en septiembre de 2022, la firma facturó alrededor de 13.300 millones de pesos y obtuvo una ganancia después de impuestos de 129 millones. Un año antes había facturado 6.700 millones y obtuvo una ganancia de 157 millones.

Finalmente, según los registros del BCRA, los créditos tomados por la firma con entidades crediticias y bancarias radicadas en el país ascienden a 2.500 millones de pesos (todo en situación 1, normal, sin atrasos en los pagos), el 44% con el Banco Nación, el 24% con el Galicia y el 23% con Citibank, el resto se divide en menor medida entre otras entidades.

McCain presenta “Verano Bien Acompañado” en Mar del Plata

Fuente: Minuto Balcarce – McCain se suma a la energía de Mar del Plata con su campaña “Verano Bien acompañado”. Consciente del placer que combinan la playa y las papitas, la marca de congelados líder en el mundo ofrece a sus fanáticos una experiencia diferente este verano, buscando convertirse en la opción ideal para acompañar y alegrar las vacaciones familiares.

Cada fin de semana, desde el 20 de enero hasta el 11 de febrero, las papitas que van con todos te esperan con divertidas actividades y premios para toda la familia. Los sábados el punto de encuentro será el parador La Caseta, mientras que los domingos la diversión estará en los paradores Cabo Largo y ACA.

Todos los residentes y visitantes de La Feliz podrán disfrutar de esta propuesta llena de diversión y premios, creando momentos inolvidables. Las actividades incluyen kermeses, juegos de pelota y dinámicas creativas para los más pequeños. Además, una camioneta recorrerá la peatonal Güemes con sorpresas, premios y sorteos para aquellos que se sumen al espíritu de McCain.

Para quienes disfrutan la noche, también habrá compañía: las tentadoras papitas estarán disponibles en todos los puntos McCain de la ciudad. Para encontrarlas, se deberán buscar los QR distribuidos por toda La Feliz, escanear el código y descubrir los locales gastronómicos adheridos.

“McCain va con todos, por eso, estas vacaciones estaremos presentes en La Feliz con la campaña ‘Verano Bien Acompañado’, llevando diversión y premios para residentes y visitantes. Mar del Plata es una ciudad muy importante para nosotros, no sólo porque es un lugar icónico y un punto de encuentro para pasar los veranos, sino también porque se encuentra a pocos kilómetros de Balcarce, localidad de nuestra planta productiva. ¡Te invitamos a participar y divertirte con McCain”, remarcó Florencia Balestra, directora de Marketing para el Cono Sur de McCain.

Para conocer más y ser parte de un verano inolvidable súmate a @McCainArgentina en Instagram y McCain Argentina en Facebook.

Precios por las nubes: el café no para de subir y se convirtió en un nuevo «lujo» para la clase media

Fuente: IProfesional – Valores por las nubes y faltantes en los supermercados. ¿Cuánto cuesta hoy sentarse a tomar un café en la Ciudad de Buenos Aires?

El cambio de Gobierno, la desarticulación de los programas oficiales y la devaluación del tipo de cambio oficial conformaron una «tormenta perfecta» que hizo disparar los precios durante diciembre. El café no fue la excepción.

De hecho, aseguran que en algunos casos se registraron subas de hasta el 100% en algunas de sus variantes desde los días previos al balotaje de noviembre y en muchas cadenas de supermercados hubo faltantes.

Desde el sector aducen que los aumentos del café están vinculados con el salto del dólar, debido a que la materia prima es íntegramente importada, mientras que el «faltante» de algunos productos está relacionado al atraso que existía por las regulaciones de precios del Gobierno anterior y las dificultades para importar.

Lo cierto es que, debido a estos factores, el café se encuentra cada vez más caro y se convierte, de a poco, en un nuevo «lujo» para la clase media. Sobre todo, para aquellos amantes de esta infusión que eligen las variedades de mayor calidad o gustan degustarlo en las clásicas cafeterías porteñas.

Café: aumentos y precios por las nubes

«Antes del balotaje del 19 de noviembre, un frasco de café instantáneo de 170 gramos se vendía en $1.690. El 21 de noviembre, el primer día hábil posterior a las elecciones, el café pasó a valer $3.200. Nunca nos quedamos sin stock, pero la suba que tuvo fue muy grande: prácticamente duplicó su valor», resumió a iProfesional Fernando Savore, presidente de la Federación de Almaceneros de la provincia de Buenos Aires (FABA).

«Muchos clientes me dicen que en los hipermercados no encuentran café. Nosotros tenemos, pero obviamente con precios muy altos«, agregó el referente de los almaceneros bonaerenses. Efectivamente, en muchas de las grandes cadenas de supermercados aún cuesta encontrar la variedad habitual de café.

Un frasco de café soluble de 100 gramos cuesta

Un frasco de café soluble de 100 gramos cuesta $4.851 en un supermercado

La devaluación oficial se trasladó rápidamente a precios: por ejemplo, un café molido torrado aumentó 25% sólo durante la primera semana del gobierno de Javier Milei. Desde entonces, su valor trepó otro 10% y actualmente el paquete de un kilo cuesta $8.300.

En tanto, el frasco de 100 gramos de café instantáneo en granos cuesta $4.851 (es decir que el kilo sale $48.517). Es posible encontrar café soluble más económico: otra marca, en su versión «suave», cuesta $3.876 los 170 gramos (unos $22.800 el kilo). Mientras que un café tostado molido (para cafetera) cuesta $3.868 los 250 gramos (son $15.472 el kilo).

Por su parte, una caja de café con 12 cápsulas, cuesta $6.288 en un supermercado. Es decir que si se utiliza una cápsula de café por día, al mes se gastaría unos $15.720 en café.

Sentarse a tomar un café, todo un lujo

El aumento del precio del café impacta de lleno en uno de los hábitos más comunes de muchos habitantes de la Ciudad de Buenos Aires: sentarse en una cafetería a disfrutar de una lágrima o un cortado. Es que, lógicamente, los incrementos repercutieron también en las cartas de los locales comerciales.

Por ejemplo, en una de las cadenas de cafeterías más importantes de la Ciudad, un pocillo de café negro cuesta $1.500, mientras que el café con leche sale $2.500 y un latte, 2.700 pesos.

Lógicamente, hay un sinfín de alternativas para darse un gusto: en una cafetería de barrio, el café solo cuesta $850, mientras que el café con leche sale 1.100 pesos.

Un café negro en una cadena de cafeterías cuesta

Un café negro en una cadena de cafeterías cuesta $1.500

Es decir que si una persona se toma un café con leche por día en una cafetería, tres veces por semana, gastará al mes entre $13.200 y $30.000 sólo en café. Lógicamente, el monto puede depender del lugar donde se tome esta infusión.

Inflación y cambios de hábitos en el consumo

Como ocurre con otros productos, tanto alimentos como bebidas, los consumidores debieron ir modificando distintos hábitos ante la aceleración inflacionaria y la caída del poder adquisitivo. Migrar a segundas marcas o comprar en tamaños y formatos más accesibles, son parte de la nueva norma.

«Desde hace un año y medio vengo diciendo que el día 15 ya es fin de mes. Porque a partir de ese día se ve el cambio de conducta en la compra del cliente y en el pago. Tal vez los primeros días se compra la primera marca, pero después comienzan a buscar segundas marcas. Lo mismo en cuanto al medio de pago: los primeros días es con efectivo, débito, transferencia o QR; pero después es tarjeta de crédito», explicó Savore.

«El salto a las segundas marcas se viene viendo desde hace un año y medio. Ahora, yo no sé a qué marcas va a saltar la gente. Porque desde el 21 de noviembre a hoy, la mercadería duplicó el valor», agregó el presidente de la Federación de Almaceneros bonaerenses.

De todas formas, sostuvo, «con el café no hay mucha escapatoria en cuanto a segundas marcas». Y concluyó: «No es como los fideos o las galletitas, que tenés distintas marcas. En el café hay pocos importadores. Puede haber alguna marca más económica, pero la diferencia es de un 10%. El café está caro y no hay resguardo. Es tomás o no tomás».

Una marca argentina de aceite de oliva fue elegida como la mejor del mundo por tercera vez consecutiva

Fuente: Clarín Gourmet – En toda una hazaña, Olivícola Laur -que pertenece a la empresa mendocina Familia Millán- conquistó el título de campeón mundial por tercera vez consecutiva, consolidándose como un referente indiscutido en la producción de aceites de oliva de alta calidad a nivel global.

La empresa quedó nuevamente posicionada en el puesto N°1 del EVOO World Ranking, -también fue número uno del mundo en los años 2021 y 2022– un reconocimiento internacional otorgado por los principales expertos de la industria, que corona al ganador luego de evaluar su performance durante todo el año en los diversos concursos mundiales de este reconocido producto.

De esta manera, Laur, que se ubica en Cruz de Piedra, Maipú, a unos 25 kilómetros al sudeste de la capital de Mendoza, superó a marcas consagradas de países con larga trayectoria en el rubro, como Portugal, España, Turquía y Grecia.

Los premios recibidos por la firma de aceite de oliva Laur

“En 2023 participamos en 14 competencias – la mitad de los concursos realizados- y recibimos 140 premios con un total de 7172 puntos, un número mucho mayor al obtenido por otras empresas provenientes de los principales países productores de aceite de oliva virgen extra», declara José Millán, fundador y director de Familia Millán.

“Para nosotros es un orgullo obtener por tercera vez consecutiva el primer puesto en el ranking mundial, nuestra tercera estrella», explica

Y agrega: «Este tipo de reconocimientos ayuda a fomentar el consumo de aceite de oliva y posiciona a Mendoza y a nuestro país para siempre en un lugar destacado en la historia de la olivicultura. A la vez, es una señal para la industria, que nunca debe dejar de pedir apoyo para continuar en esta línea de desarrollo y mejora continua”.

La historia de Laur

Aceite LaurAceite Laur

Laur fue fundada en 1889 y ha sido desde entonces pionera en la elaboración de aceite de oliva virgen extra. Actualmente pertenece a la familia Millán, también dueña de Átomo Supermercados, Bodega Los Toneles y Destilería Casa Tapaus, entre otras firmas.

La aceitera produce más de 600 toneladas de aceite de oliva virgen extra al año -aproximadamente un millón de botellas-, de los cuales casi el 90% se comercializa en el mercado interno.

Las marcas que producen son Clásico Extra Virgen, Blend de Terroir Cruz de Piedra Orgánico, Blend de Terroir Altos Limpios, Blend de Terroir Medrano, Gran Mendoza Premium, Contraviento y Gran Laur.

Los productos de Olivícola Laur se exportan a China, Corea del Sur, Uruguay, Paraguay, Costa Rica, Ecuador y Estados Unidos.

Qué es el ránking EVOO World Ranking 2023

Aceite de oliva Foto Shutterstock.Aceite de oliva Foto Shutterstock.

Este ranking es una clasificación sin fines de lucro que fue creada hace 15 años para promocionar mundialmente los aceites de oliva virgen extra más premiados del mundo, con el objetivo de educar a los consumidores. Premia a aquellos productos que han participado en alguno de los concursos realizados durante el año que considera el EVOOWR.El aceite de oliva Laur. El aceite de oliva Laur.

No se incluyen clasificaciones de libros o revistas, sino sólo competiciones internacionales, en donde las catas son a ciegas y llevadas a cabo por jurados internacionales especializados.

Todos los años, antes del inicio del calendario de concursos, se publica la lista de las marcas que se tendrán en cuenta para la elaboración del ranking.Aceite de oliva.  Foto Shutterstock.Aceite de oliva. Foto Shutterstock.

El sistema de calificación permite saber qué aceites de oliva virgen extra son los más galardonados del mundo y distinguir a las mejores empresas por variedad y tipo de AOVE, así como detectar qué zonas del mundo se destacan en su producción.

De hecho, los altos puntajes obtenidos por Olivícola Laur en los distintos certámenes han colaborado en el posicionamiento de la Argentina como país productor de AOVE de alta calidad.

El top ten de las mejores productoras de aceite de oliva del mundo

1- Olivícola Laur – Millan S.A – ARGENTINA

2- Gallo Worldwide – Victor Guedes S.A – PORTUGAL

3- Almazaras de La Subbética S.L. – ESPAÑA

4- Nova Vera Gida ve Tarim San. Tic. A.S. – TURQUÍA

5- Oliva Malia Ltd. – TURQUÍA

6- Goya En Espana S.A.U. – ESPAÑA

7- Hermus Ltd. Sti. – TURQUÍA

8- Aceites Oro Bailén Galgon 99 S.L.U. – TURQUÍA

9- Estância das Oliveiras Agroindustrial Ltda.- PORTUGAL

10- Mediterre Eurofood S.A. – GRECIA

Creó un software para restaurantes en Mar de Ajó y hoy tiene 10.000 usuarios: cómo nació y creció Maxirest

Fuente: Clarín – Es posible que el dueño de un restaurante en la Argentina, cualquiera, no conozca el nombre de Aldo Pecile, pero seguro conoce la marca Maxirest. Se trata del software especializado para locales gastronómicos más usado en el país: hay 8.000 bares y restaurantes que cada día se conectan a Maxirest como usuarios registrados, y su dueño estima que hay al menos otros 2.000 locales que siguen usando viejas versiones de Maxirest, de esas que no requieren actualización por Internet.

Pecile es el creador del software y también de la empresa cuya sede principal funciona en el barrio de Once. Hoy Maxirest tiene 170 empleados, distribuidos entre Buenos Aires y las dos sedes que desarrollaron en Uruguay y Paraguay en los últimos dos años.

Pecile es un programador que aprendió de manera autodidacta en los años ’80, con una Commodore 64, en Mar de Ajó. Su historia como empresario es bien “de garage”, porque empezó solo, primero con un cliente, luego con otro y así hasta llegar a los 8.000 activos que tiene hoy.

Pero la historia de Maxirest, como negocio, es casi lo opuesto a la de las “startups” tecnológicas, que levantan rondas de inversión hasta llegar a la categoría de «unicornio». Maxirest hizo su camino por la vía convencional a lo largo de tres décadas, con una lógica financiera tradicional: tiene que ganar más dinero del que gasta.

La facturación de Maxirest, que hoy ronda los dos millones de dólares anuales, es generada por un modelo de ventas por suscripción. Con ese modelo fue captando nuevos clientes en épocas de crecimiento, y también se aseguró un piso de facturación en las épocas de crisis.

Otra característica de negocio convencional es que atiende como local: tiene 25 puntos de atención sólo en la Argentina, cada uno con la característica telefónica del lugar. Con esa forma de hacer negocios, su dueño asegura que, pese a que atravesó el corralito de 2001 y la pandemia, ninguna crisis lo obligó a despedir a nadie en más de 30 años.

Los comienzos con la Commodore

La historia arranca en Mar de Ajó, donde Pecile vivió entre 1986 y 1991 e hizo toda la escuela secundaria. “Era uno de los pocos que sabía programar, y ya codeaba como autodidacta con una computadora Commodore 64. En el colegio hice un desarrollo de química para una feria de ciencias y llené los 64 kilo bytes de la computadora, de modo que con 16 años viajé a Buenos Aires en micro, me fui a Galería Jardín, me compré una PC con disquetera marca XT, me volví y transferí el desarrollo que había hecho, un sistema de química que dibujaba cadenas carbonadas. Esas fueron mis primeras experiencias en sistemas”.

En una ciudad donde todos se conocían, a Pecile le alcanzó con terminar la secundaria para que de inmediato lo reclutaran. “La única casa de computación que había en Mar de Ajó me ofreció desarrollar software comercial, y empecé. Vino alguien de una inmobiliaria que quería tener una agenda de propiedades y se la programé. Vinieron de una farmacia para tener un registro y un nomenclador, y se los hice. Así se empezó a armar una cadena. Imaginate, era fines de los ’80 y principios de los ’90, en materia de computación estaba todo por hacerse. Casas de ropa, de zapatillas, el corralón de materiales, la ferretería, todo tipo de comercios entraban, me pedían un software y yo en 15 o 20 días se los hacía. Se los armaba desde cero; primero hacía de analista de sistemas, me planteaban el problema y les desarrollaba la solución”.

Y así llegó el verano. A comienzos de los ’90, justo antes del 1 a 1 de Cavallo, la Costa Atlántica seguía siendo el destino excluyente para las vacaciones en la Argentina y la temporada alta se extendía desde diciembre hasta comienzos de marzo.

“En aquel momento, el dueño de un restaurante de San Bernardo me encargó un sistema. Fue mi primer desarrollo para un local gastronómico, y viajé a instalarlo. Fue el 14 de enero de 1991. Se lo terminé de instalar y le dije que se quedara tranquilo, que me quedaba a ayudarlo».

Aquella noche de mediados de enero, Pecile conoció ambos lados del mostrador, como programador y a la vez como cliente de su propio software. «Esa noche hicimos 600 cubiertos, que equivalía a reponer el salón cuatro veces. Y cuando terminamos, el dueño del restorán, que hasta ese momento había sido mi cliente, me preguntó si quería trabajar como cajero, de adicionista, con lo cual pasé de desarrollador a usuario de mi propio sistema. Tenía 20 años y le dije que sí, me había súper divertido, y ahí me enamoré de la actividad».

Lo primero que hizo fue cambiar el software. «Me di cuenta de que mi programa era una basura (se ríe). Servía, pero estaba mal conceptualmente. En muy pocos días dí vuelta la lógica, y entonces sí el programa agarró viaje. Yo trabajaba a la noche como adicionista, y de día seguía programando. Entonces apareció otro restaurante para comprar el software, y comencé a ver la veta comercial. Podía vender el mismo programa a otro cliente sin tener que recodear nada. Y así, de los 20 o 25 software que hice, el de los restaurantes fue al que le puse la mirada y el corazón”.

Recorriendo el espinel

El enganche del joven Aldo con los restaurantes se extendió por cuatro veranos. Al año siguiente se volvió a emplear en el mismo restaurante de pastas como administrativo. En paralelo, seguía haciendo programas de computación.

“Al año siguiente ya tenía diez restaurantes que usaban ese software. Todos de la Costa, principalmente de San Bernardo. Para el tercer verano me fui a trabajar a una parrilla, a conocer otra disciplina, y al año siguiente me fui a una pizzería, buscando conocer muchos rubros”.

Para entonces, Pecile ya no vivía en Mar de Ajó, donde viajaba para el verano. Se había mudado a Buenos Aires para estudiar Licenciatura en Informática en la UBA. El siguiente paso fue un empleo como programador. Pero aquello no duró mucho.

“Un día me aburrí y renuncié al trabajo. No me pagaban bien, y también dejé la facultad. Me aburrí de todo y me puse a ver qué hacer. Y le llevé el software a quien fue mi primer cliente y empleador, el restaurante de pastas en San Bernardo, que también tenía un restaurante en San Telmo. De onda, le instalé el nuevo software con muchas mejoras. Y el tipo me dijo que iba a llamar a alguien para que me ayudara a venderlo”.

Lo contactó con el encargado de suscripciones del Boletín Informativo Gastronómico. «Era una revista de nicho, muy buena, con más de 8.000 suscriptores mensuales, y comencé a pautar en la revista. Así empecé, en 1993. No tenía ni marca, ni empresa, ni nada. El primer mes me llamaron de tres restaurantes y vendí un programa. Después otro más, y uno más y otro, y así. En 30 años llevamos más de 25.000 sistemas vendidos. Hoy lo usan casi 10.000 restaurantes. Estimamos que hay 80.000 personas usándolo todos los días».

Un modelo anti crisis

Lo primero que hizo Pecile fue ponerle nombre a su flamante emprendimiento. Lo resolvió en cuestión de minutos.

“Decidí juntar mi segundo nombre, Maximiliano, con la palabra restaurante y ahí surge Maxirest, sin estudios de mercado, ni agencia de marketing. Hoy con internet sería muy difícil. Cualquier palabra que se te ocurra resulta más difícil de registrar en Internet”.

Con el modelo de suscripción pasó algo similar. En plena década del ’90 decidió que cambiaría la manera de vender su software, para garantizarse un piso de facturación mensual.

“Siempre hicimos un modelo de recurrencia, y lo aplicamos en una época en la que todavía no existía el concepto de software as a service (SaaS) bajo suscripción mensual. Aplicamos una modalidad de venta mediante un abono mensual que incluía soporte, mantenimiento, actualizaciones y cubrir las necesidades que tuviera el usuario. Yo lo llamo modelo anticrisis y nos salvó en 2001, cuando llevábamos diez años como empresa”.

Para 2001, Maxirest era una empresa de apenas ocho personas, incluido Aldo y su hermano Gastón, quien se ocupó de la parte comercial y hoy es socio. En aquel momento, en el que miles de compañías de todo tamaño cerraron en la Argentina, Maxirest siguió adelante. Según Pecile, lo que funcionó como tabla salvavidas fue el modelo de suscripción.Gastón y Aldo Pecile, dueños de MaxiRest, en la sede de la empresa en el barrio de Once. Foto Guillermo Rodriguez AdamiGastón y Aldo Pecile, dueños de MaxiRest, en la sede de la empresa en el barrio de Once. Foto Guillermo Rodriguez Adami

“Estábamos en una instancia de crecimiento lento pero firme, y, salvo mi hermano, todo el personal era técnico, inclusive yo. El trato con los clientes era muy personal y había un alto índice de fidelidad: cuando adquiríamos un cliente, teníamos un abono mensual asegurado. Esa recurrencia hizo que tuviéramos siempre solidez económica y, siendo prolijos, una tranquilidad financiera. En la crisis de 2001 lo difícil fue adecuar las tarifas, pero se hizo. Al principio nadie sabía qué precio ponerle a las cosas, pero ningún restaurante cerró. Nosotros adecuamos el abono mensual y continuamos cobrando. Por eso nos jactamos, en el buen sentido, de tener un modelo anticrisis. Después vino la pandemia y por suerte también pudimos superarla. La pandemia fue jodidísima, porque perdimos un tercio de la cartera, pero a fin de 2020 la pudimos recuperar”.

Hoy Maxirest tiene un plantel de 170 empleados, con su cuartel general en la calle Catamarca al 100, y varias divisiones y productos. Hasta principios de noviembre de 2023 facturaba unos $150 millones por mes. «Estamos cerca de los dos millones de dólares por año, pero con un mercado más normalizado rondaríamos los cinco millones de dólares anuales» estimó Pecile.

Crearon incluso un equipo de customer experience que estudia los “puntos de dolor” en el trato con los clientes, además de equipos de ventas, de software y de implementadores del producto.

“Somos como consultores que probamos el sistema llave en mano. No somos una interfaz web donde ingresás usuario y contraseña, te registrás, cargás diez precios de productos y tenés que salir a facturar sin ningún tipo de asesoramiento. Igual, yo estoy convencido de que el modelo es escalable como los de las startups. Por eso lo estamos armando”.

El proyecto para transformar Maxirest de empresa local a una de expansión regional estaba previsto para principios de 2020. Pero fue puesto en pausa forzosa por la pandemia, y los hermanos Pecile lo retomaron a fines del año pasado.

“Llevamos un año en Uruguay, donde estamos teniendo un crecimiento lento. Parece un revival de lo que te venía contando, estamos construyendo una base sólida de clientes reales. Hace poco desembarcamos en Paraguay, estamos terminando las últimas cuestiones legales, la razón social y el back office en general. Pero estamos listos y ya tenemos usuarios también en Paraguay”.

Ese crecimiento orgánico consiste, sobre todo, en mucha interacción con el cliente. “El gastronómico te llama, lo conocemos de toda la vida. El gastronómico hace diez cosas a la vez, es un mini empresario pyme argentino que tiene que facturar, se da vuelta y tiene que entrar los cajones de gaseosas y después recibir a la gente en el salón. Y cuando falta un mozo lo cubre. Es un pulpo. Y no le puede dedicar mucho tiempo al software”.

-¿Qué le cobran ustedes a ese cliente?

-Antes teníamos la licencia de uso, nos la compraban a perpetuidad; con una compra la podían usar toda la vida. Después sumamos una suscripción mensual, con la que ofrecemos la mesa de ayuda, las actualizaciones del producto, y hoy, además, te incluye la conectividad hacia soluciones en la nube, un tablero online que te muestra lo que está sucediendo en tu local si vos no estás, más la interconexión con PedidosYa para que los pedidos te ingresen directamente al software, la interconexión con MercadoPago para que si te pagan con el QR se impute automáticamente. Todos esos servicios tipo Nube están incluidos en la suscripción mensual, cuyo costo depende de la estructura del negocio. Si tenés una sola computadora o si tenés varias terminales que usan los mozos, hay un valor, y después depende la cantidad de cosas que utilices. Algunas tienen un costo adicional.

-¿Cuántos usuarios activos tienen hoy?

-Habrá cerca de 10.000, de los cuales estimamos que algo más de 1.000 continúan usando sistemas viejos, versiones de cuando nos compraban las licencias perpetuas. Ese software no se conecta con nada y no sabemos si está vivo o no. Y tenemos cerca de 8.000 que son las versiones más nuevas y que todos los días abren el sistema.

Un vermut argentino se mete en una nueva categoría con una alianza estratégica

Fuente: Info Negocios – La marca de vermut que nació en Chacarita, hace siete años, ahora se suma a un nuevo mercado con una alianza estratégica. Se trata de la primera sidra que marida estas dos bebidas. ¿Cuáles son los planes?

La Fuerza, la marca de vermut, que comenzó con un bar en Chacarita, ahora entra en una nueva categoría y lanza una sidra premium.

Se trata de la primera sidra maridada con vermut. «Es una fusión que hicimos con la marca Pülku que produce sidra orgánica en Villa Regina, en Rio Negro», explicó Martín Auzmendi, socio de La Fuerza.

La sidra, que salió al mercado en diciembre del año pasado, es una edición especial. «Es una producción exclusiva, que se hizo en Rio Negro, con solo 1000 botellas que se comercializan en nuestro canal e-commerce y en el bar en Chacarita», resaltó Auzmendi.

Pülku es una sidra artesanal, orgánica y sin tacc, que comenzó a elaborarse a principios de 2010. En sus inicios la producción era solo de 1000 botellas, pero actualmente esos números alcanzan las 70.000 unidades por año.

«Se trata de una prueba piloto, la intención es incrementar los números de producción y sumarlo como un producto más de La Fuerza. Hoy ofrecemos dos versiones de sidra de manzana con vermut rojo y con vermut blanco», resumió Auzmendi. 

La sidra, que se produce y envasa en Villa Regina, se ofrece en envases de 750 cc con un precio exclusivo de $ 10.990 por unidad.

Según los últimos datos el Weston Cider Report -elaborado por la homónima fabricante británica de sidras-, en la actualidad, la Argentina registró 82 millones de litros anuales de consumo interno.

La Argentina es un gran consumidor de sidra: es el primero en Latinoamérica y el sexto entre los principales del mundo, sólo detrás de Reino Unido, España y Estados Unidos. «Entendemos que es un mercado con gran potencial y que en el país está creciendo a pasos agigantados», dijo Auzmendi.

La marca sale a competir con Cervecería y Maltería Quilmes que a fines de 2021 comenzó a comercializar las versiones Demi Sec, Dolce y Pera de Sidra 1930.

También lo hará con la marca de Cerveza Patagonia, también del grupo Quilmes, que lanzó al mercado a Isidra, una sidra frutada de edición limitada que se puede consumir en lata de 473 centímetros cúbicos.

A la lista de competidores se suma Moño Azul quienes incursionaron con su propia marca de sidra hace dos años en su presentación botella y lata.

En 2010, la cervecera chilena CCU, adquirió Sáenz Briones, dueña de las marcas 1888, Victoria y Real. En ese momento, pagó u$s 12,5 millones por activos que le aseguraron una participación del, por lo menos, 50% del negocio local. Desde entonces, CCU concentró sus esfuerzos en desestacionalizar el consumo de la categoría, fuertemente asociado con las fiestas de Navidad y Fin de Año. La etiqueta insignia de esa cruzada, 1888, tiene crecimientos anuales de doble dígito en volumen, según datos del grupo chileno.

La historia de La Fuerza

Hace siete años, cuatro amigos se juntaron con un propósito: relanzar una de las bebidas más clásicas y conservadoras de la Argentina. Hoy cuentan con 5 líneas de productos, producen 100.000 litros al año, exportan a cinco mercados y hasta crearon el primer «ready to drink» de esta categoría.

Julián Díaz (dueño hasta ese momento del bar 878 y Los Galgos), Martín Auzmendi, Agustín Camps (ambos con experiencia en el sector de bebidas y gastronomía) y Sebastián Zuccardi (uno de los enólogos más destacados) se asociaron en 2016 para crear una bebida que «rompiera con lo ya existente».

El 9 de enero de 2018. abrió por primera vez el bar La Fuerza en la esquina de Dorrego y Castillo en el corazón de Chacarita. Un año después la Revista Time lo eligió como uno de los 100 lugares del mundo para visitar.

El vermut se hace 100% en la bodega que tiene la marca Zuccardi en Mendoza. «El vermut tiene solo cuatro ingredientes, el vino, que es el corazón de la bebida, hierbas, alcohol y azúcar. Nosotros lo hacemos con base Malbec y Torrontes, de calidad y vinos terminados de Zuccardi».

Café Cabrales: cómo cambiar sin perder la mística familiar: «entre nosotros el apellido genera más obligaciones que derechos»

Fuente: Clarín – Desde Mar del Plata provee, entre otros, a McDonald’s. «No hacemos locuras», dice Martín Cabrales, su presidente.

En 1926, con 18 años, Antonio Cabrales abandonó Asturias y se embarcó hacia la Argentina.

En Buenos Aires comenzó a trabajar en “Al Grano de Café”, una firma en el centro porteño, elaboradora, importadora y exportadora de café, té y otros productos. Al tiempo, la empresa lo envió como encargado de su sucursal en Mar del Plata. Allí se quedaría para siempre.

Con el oficio aprendido y mientras fundaba una familia marplatense, en 1941 Antonio se convirtió en emprendedor: abrió un local en Rivadavia casi Independencia, que bautizó La Planta de Café. Allí vendían café tostado y molido a la vista a clientes particulares, junto con otros productos importados. Pero el objetivo principal era atender hoteles, confiterías y restaurantes, es decir, el mercado “de pocillo”, o canal Horeca, como se denomina hoy.

Sus hijos Antonio “Quique”, Jorge y José Manuel “Coco”, se fueron sumando al negocio en los ’60. “Éramos una familia muy unida, y el café estaba siempre presente”, recuerda hoy Martín Cabrales, hijo mayor de Quique y actual presidente de la compañía. “Yo nací en 1962 y me acuerdo de chicos jugar con mis hermanos a trepar las pilas de bolsas de arpillera de café verde de 60 kilos. El café era el tema en la familia”.

El emprendimiento se convirtió en una empresa familiar y comenzó a expandirse. En 1965, en una Mar del Plata más grande y populosa, la familia compró un terreno en la calle Talcahuano al 600, para armar un depósito. Allí envasarían el té en hebras Tellevo y el té en saquitos Big Ben, y también emplazarían la máquina de torrado (un proceso de tostado con agregado de azúcar que permite suavizar defectos y estirar la vida útil del café. En la Argentina es el más consumido en los hogares).

Así, a la venta de café tostado y molido a la vista sumaron, con la marca La Planta de Café, el torrado en un envase dorado y con logo. “Fue una idea de mi padre, que tenía un gran sentido comercial. Mi tío Jorge manejaba la venta a los locales gastronómicos, y Coco los supermercados”, cuenta Martín Cabrales. “Pero la cabeza era papá”.Antonio Cabrales inició la compañía en 1941. Antonio Cabrales inició la compañía en 1941.

A principio de los ’80 la familia había tomado otra decisión trascendente: darle su apellido a la empresa, Cabrales S.A., aprovechando que así se la conocía en los restaurantes, bares y confiterías.

Quique captó las posibilidades de expansión que abrían los incipientes supermercados, con su sistema de autoservicio en grandes superficies, formato que empezó a difundirse en el país en los ’60 (El Hogar Obrero, los Minimax del grupo Rockefeller, Tanti, Norte y Gigante), y que desde mediados de los ’80 y en los ’90 tendría su apogeo, de la mano de los hipermercados de las cadenas internacionales.

“Primero crecimos hacia el sur del país, con un local en Ushuaia. Después vinimos a Capital Federal con una oficinita. El supermercadismo empezaba un desarrollo muy fuerte, y nos subimos a ese crecimiento. Disco, Jumbo, Norte y Carrefour nos ayudaron mucho”, cuenta Martín Cabrales. Gracias a los supermercados, La Planta de Café se convirtió en el caballito de batalla de la empresa, empujado por la publicidad en los medios masivos, con el jingle Arriba Cabrales, cantado por Julia Zenko, sonando en todas las radios a mediados de los ’90.

Como algunos supermercados eran regionales, la empresa pudo aprovechar para vender en Uruguay, Chile y Paraguay. “Fuimos abriendo mercados de a poco. Las posibilidades se dan porque estás todo el día en el tema. No fue que hicimos un estudio de mercado, mucho fue prueba y error”.

Con la tercera generación a cargo de la compañía, la marca encaró otra innovación: lanzó el primer café tostado para consumo hogareño, con la marca Cabrales. “Hasta ese momento, el tostado sólo se encontraba en los bares. Nosotros lo pusimos en las góndolas, con la certificación de Colombia de Juan Valdez”. Luego siguieron con Brasil, Perú, Costa Rica y otros. “Hicimos toda una línea de tostados certificados por el país de origen”.

De la familia a la empresa profesional

Desde el comienzo, la empresa también importó marcas internacionales, que hoy ofrece en sus cinco locales en Mar del Plata, dos en Buenos Aires y uno en La Plata. “Mi abuelo trajo el cognac Osborne”, dice Martín. En los ’90 fueron representantes, entre otras marcas, de Jack Daniel’s, Vat 69, Dewars y Budweiser: “Fuimos los primeros en traer la cerveza en lata”.También trajeron las conservas españolas Albo, el té inglés Twinings, las pastas Cipriani y Barilla, los edulcorantes Splenda, los filtros Melitta, las especias McCormick y otras. Lo importado puede conformar el 15% de las ventas de la compañía, pero con altibajos que dependen de la época y la política nacional.

Desde el local inaugurado por Antonio hasta la sociedad anónima actual, Cabrales pasó por diferentes etapas. “Con mis hermanos iniciamos un proceso de profesionalización”, explica Martín. Para eso, manteniendo la mística de la empresa familiar, desarrollaron con el IAE (Instituto Argentino de la Empresa) un protocolo que establece las reglas de participación de los familiares y parientes políticos “antes de que empiecen los problemas”. Los socios acuerdan las reglas de incorporación al trabajo, las remuneraciones y vacaciones, entre otras cosas. “Se trata todo el tema familiar, se lo detalla en un protocolo y, si bien no tiene fuerza de ley, se lo respeta de esa manera”.

Ahora les toca ver cómo se incorpora la cuarta generación. «Ya está mi sobrino Manuel, pero debemos profesionalizar todas las gerencias”, dice Martín. Los accionistas son los miembros de la familia. “Algunos integran el directorio y otros no tienen obligación de estar en la empresa, cada uno elige su destino. Para ocupar un rol gerencial hay que ser un profesional capacitado. Es decir, la portación de apellido genera más obligaciones que derechos y, para ocupar una gerencia, un Cabrales tiene que estar más profesionalizado o especializado que un tercero”.El local de La Planta de Café en Mar del Plata.El local de La Planta de Café en Mar del Plata.

En el mundo, el café es la bebida más consumida después del agua, dice Cabrales. En la Argentina, si bien el café y los bares pueblan el imaginario porteño, no hay un alto consumo. “Aquí está muy impregnado en la cultura, en lo porteño, en el encuentro con amigos. Y entonces se supone que el consumo es mayor de lo que en realidad es”. El café se toma en las grandes ciudades, dice, pero a nivel país apenas roza el kilo por persona al año, contra cerca de 11 kilos de los países nórdicos.

Aunque el mate le saca varias cabezas (se consumen unos 6 kilos anuales de yerba por persona), para Cabrales no es la única competencia. “Antes el café competía solamente contra el mate, que tiene la ventaja de tener materia prima nacional. Cuando eramos chicos a la mañana nos daban café con leche con pan y manteca. Ahora son cereales, lácteos, jugos, y también el té… Contra todo eso compite el café”.

Que, entonces, debió aggiornarse. Al público joven había que captarlo. Así nacieron las cadenas y el café de especialidad. “La tendencia a degustar el café es muy buena para nosotros, porque nos empuja a estar cada vez más arriba en calidad, a ofrecer distintos blends. Y obliga también a nuestros clientes a dar una buena bebida”.

Y agrega: «Hay que trabajar en los nichos, saber leer al consumidor y aprender lo que quiere y necesita. A mayor grado de crisis, el que sufre más suele ser el consumo del medio. Tenés que ver las necesidades de cada consumidor. Una cualidad nuestra es tener en góndola todas las variedades, para distintos bolsillos».

En esa tendencia, la empresa lanzó“Familia Cabrales”, una línea de café de especialidad o de autor. “Empezamos ahora porque trajimos a Mar del Plata Mumac Academy, la primera academia de café de Sudamérica, del grupo Cimbali. Somos representantes de sus máquinas, que son las mejores del mundo”.La planta de Cabrales en los primeros años de la compañía.La planta de Cabrales en los primeros años de la compañía.

La academia apunta a un público diverso. Consumidores que quieren profundizar sus conocimientos, gente que busca una salida laboral como barista, o que planea viajar y quiere la certificación que les permita preparar café en cualquier ciudad del mundo, aficionados gourmet. “Arrancamos hace poco más de un mes con nuestros clientes en Mar del Plata. Se empieza de cero, la molienda, el grano crudo, la preparación, la bebida lista para consumir. Requiere de toda una práctica”.

A diferencia de otras bebidas, el café no solo depende de un buen producto de origen, sino también de la preparación. Incluso la humedad del día puede impedir un grado de molienda perfecto. “Es decisivo el resultado final. En una comida, el café es lo último, por eso es importante que esté bien”.

Para acompañar la exigencia, la empresa formó un equipo de apoyo para sus clientes de hoteles, restaurantes y bares. Un coffee master capacita a quienes lo piden, y una decena de maestros cafeteros recorre la calle. “Chequean cómo sale el café en los distintos locales, le enseñan al que trabaja en la máquina cómo va la taza, cómo tiene que ser la molienda, la temperatura…”.

Para ubicarse mejor frente a la competencia, Cabrales también desarrolló distintos productos, algunos asociados con grandes empresas. Una fue Philips: “Con ellos desarrollamos Senseo, una cápsula grande y redonda con papel filtrante para unas máquinas de Philips que ya no se fabrican. Pero nosotros seguimos haciendo la cápsula, hasta que se rompa la última máquina”, dice Martín Cabrales.Café Cabrales. La sede de Mumac Academy, donde se forman los maestros cafeteros.Café Cabrales. La sede de Mumac Academy, donde se forman los maestros cafeteros.

Otra asociación estratégica es con La Serenísima: “El café líquido Sense, en cappuccino, caramel y macchiato, se elabora con nuestro café. Y desarrollamos la cápsula de café cortado con leche de La Serenísima”. La láctea de Mastellone también lanzó hace poco la Leche Barista, que Cabrales distribuye entre sus clientes: “Es especial para cafés y bares, con otra densidad para la espuma”.

La secuencia suma el azúcar blanca refinada (y rubia cuando consigue), que compra a distintos ingenios. “Distribuimos 120 toneladas por mes a nuestros clientes. En Mar del Plata tenemos las máquinas para el fraccionamiento y envasado en sobrecitos”. A razón de cinco gramos por unidad, son nada menos que 24 millones de sobrecitos mensuales.

Finalmente, hace dos meses lanzaron la marca de edulcorantes Liv, en tres variantes: tradicional, de sucralosa y de stevia.

También fueron los primeros en traer al país las cápsulas compatibles con Nespresso, y en desarrollarlas en la Argentina, igual que las de Dolce Gusto. “Es un mercado chico que crece”, dice Cabrales.

«Somos una empresa dirigida con austeridad. La familia es accionista y nunca estuvimos ni en convocatoria ni en quiebra. Invertimos, pero no hacemos locuras. Hace poco inauguramos oficinas en Palermo; mejoramos el local de Alberti y Güemes, en Mar del Plata, donde vivió el retratista Richard Hall y tenemos un espacio de arte; hicimos la Academia de Café; compramos máquinas… Pero no hacemos cosas fantasiosas, están más o menos de acuerdo con nuestro volumen de ventas y capacidad de endeudamiento», explica Cabrales.

El mercado del café en la Argentina

Según Cabrales, el mercado de café en la Argentina es de unos 42 millones de kilos al año. En valor, y redondeando, la mitad correspondería al consumo doméstico (venta en supermercados, chinos y almacenes), que lidera el café torrado. La otra mitad es el canal de hoteles, restaurantes y bares, que es todo de café tostado.

La variedad principal para consumo doméstico es el torrado, segmento que lidera La Virginia, mientras que Cabrales es el primero en tostados. En café instantáneo, el número uno es Nestlé. La oferta se completa con las cápsulas y los saquitos.

¿Les preocupa que se abra el mercado y llegue algún competidor importante?

-Que yo vea, no. Puede venir alguno y comprar otra empresa, pero no vino nadie en los últimos 30 años, somos siempre los mismos. Nestlé, La Virginia, son marcas que están hace mucho.

En el canal Horeca, con mucha competencia informal, Cabrales es el principal con un 23% de participación, con clientes grandes como McDonald´s, Havanna, Brioche Dorée, La Fonte D’Oro, Dandy y La Parolaccia, además de cadenas de hoteles.

Martín Cabrales cuenta algo contraintuitivo y lógico a la vez: que uno de sus clientes más exigentes es McDonald’s. “El café que nosotros comercializamos con McDonald’s tiene una de las certificaciones más complejas, que es la Rainforest Alliance”.

Identificada con el logo de una ranita, esta organización internacional, con proyectos de agricultura sustentable en 70 países, certifica (en este caso) que el café se cultiva y cosecha en fincas y bosques que siguen prácticas sustentables. Aunque la comida rápida no se suele asociar a la calidad, las compañías multinacionales están sometidas a exigencias mayores que las demás empresas.Martín CabralesMartín Cabrales

Contra la idea de que las importaciones no agregan valor, Martín Cabrales remarca la industrialización que realiza su empresa. “El café verde, crudo, es un commodity que la Argentina no produce y que cotiza en la Bolsa Nueva York. Nosotros importamos (de Brasil, Colombia, Perú, Costa Rica) un commodity y lo descommoditizamos, le ponemos valor agregado”. En ese agregado de valor se cuenta el tostado, el molido, el envasado con distintas tecnologías, las marcas y las distintas certificaciones (desde las normas ISO hasta HACCP, sin TACC, Kosher y Rainforest Alliance), algunas de ellas indispensables para exportar. “Italia también importa café, y a nadie se le ocurriría cuestionar el valor de la industria italiana del café”, sostiene.

¿Tuvieron algún golpe duro en los casi 82 años de historia?

-Hubo errores, millones. Pero creo que hay que hablar de aprendizajes. Siempre lanzás productos al mercado; si no se venden, los cambiás. Así es la vida del comercio. Por otro lado, el café es un producto que se paga en dólares, y cuando hay devaluación repercute directamente. Para nosotros lo más importante es pagar a nuestros proveedores, por eso ganamos prestigio y buen crédito. Primero pagamos a los proveedores, a nuestro personal, los impuestos y en último lugar estamos nosotros.

¿En algún momento la empresa estuvo en venta?

-Mi padre tuvo muchos ofrecimientos de compra, algunos hipermillonarios, sobre todo en los ´90. Luego, nosotros también, pero nunca se nos ocurrió vender, ni a mi padre, ni a mí, ni a mis hermanos. Yo me siento un custodio de la marca, la tengo que cuidar, es mi apellido.